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Scanned from the collections of
The Library of Congress
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AL DIO-VISUAL CONSERVARON
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Packard Campus
for Audio Visual Conservation
www.loc.gov/avconservation
Motion Picture and Televisión Reading Room
www.loc.gov/rr/mopic
Recorded Sound Reference Center
www.loc.gov/rr/record
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AL SERVICIO
DEL EXHIBIDOR
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Vol. V
' ENERO, 192 7
(Distribución gratuita)
No. 1
MENSAJERO PARAMOUNT
AL SERVICIO DEL EXHIBIDOR ^
REVISTA MENSUAL PUBLICADA POK EL DEPARTAMENTO EXTRANJERO
O. R. GEYER.
Director de Publicidad
Vol. V
\FAMOUS PLAYERS-LASKY CORPORATION
ADOLDH ZUKOR. PrwtMenb [¡
J.VENTURA SUREDA.
Coeditor
No. 1
El Nuevo Palacio de la Paramount
UN MONUMENTO AL ARTE Y A LA FRATERNIDAD DE LOS PUEBLOS
?<
E
L palacio de las mil maravillas en el
cruce de los caminos del mundo."
Tal es la opinión de varios rotativos
neoyorquinos al revistar la función de ga-
la con que la Paramount ha inaugurado su
gigantesco teatro, el más nuevo y más co-
losal de los numerosos que existen en la
gran urbe. Tal es también el parecer, aun-
que tal vez mirándolo desde distinto punto
de vista, de este humilde especta-
dor que se confundió entre la
multitud de las seis mil perso-
nas que asistieron a esa función
y que miró con ojos de extranje-
ro los tosoros artísticos acumula-
dos dentro de esa enorme mole
de cuarenta pisos.
Desde luego, dejando a un la-
do sus gigantescas dimensiones y
olvidándonos de la suma fabulo-
sa que ha costado la construcción
de tal emporio, el ediñcio de la
Paramount bien se merece las
alabanzas que le han prodigado
propios y extraños. "El palacio
de las mil maravillas en el cruce
de los caminos del mundo" sig-
nifica algo más que un nuevo
teatro en una ciudad donde hay
muchos, o un nuevo gigante en
la urbe de los rascacielos. Se trata de un
monumento al novísimo arte cinematográ-
fico, el arte que ha cruzado todas las fronte-
ras, que llega a las regiones más apartadas
del planeta y que está haciendo el milagro
de modificar el pensamiento humano y acer-
car y dar a conocer los pueblos que antes se
odiaban creyéndose distintos. Con esta mi-
ra es que la Pai'amount ha construido un
edificio eminentemente internacional, en el
cual se pueden admirar obras de arte traídas
de distintos lugares de la tierra y ha dado
en ese palacio lugar preferente al "Hall de
las Naciones," magnífica galería en la que
fraternizan las banderas de treinta y siete
naciones al lado de otras tantas reliquias con
que cada uno de esos pueblos contribuyó a
la construcción de este "palacio de las mil
maravillas situado en el cruce de los cami-
nos del mundo.'"
Con esa mira también es que los discursos
En esta fotografía, obtenida la noche inaugural del nuevo teatro Parainount,
aparecen, de izquierda a derecha, los señores Jesse L. Lasky, primer vice-
presidente de la Famous Players-Lasky Corporation; Will H. Hays, presi-
dente de la Asociación de productores y distribuidores de películas; Thomas
A. Edison, inventor del cinematógrafo, y Adolph Zukor, presidente de la
Famous Players-Lasky Corporation.
de inauguración se apartaron de los princi-
pios de la doctrina Monroe y proclamaron
el internacionalismo de esta América gigan-
tesca, debida al esfuerzo de los hombres em-
prendedores del mundo entero que aquí han
contribuido y contribuyen al fomento de la
riqueza del país y a la creación de obras de
arte que sirvan de solaz a toda la humani-
dad. El palacio de las mil maravillas es un
ejemplo de ello.
Inútil sería tratar de describir o enVmerar
las múltiples joyas esparcidas por los varios
MAH 1 102S
GIÍT OF PüSIiISHEK
salones y galenas del edificio. Inútil tratar
de dar una idea de las enormes columnatas
de mármol, de los magníficos cuadros de ar-
te, de los frescos, de las esculturas, de los
ricos tapices, de las encantadoras Venus
que emergen en las fuentas instaladas en
los salones. El palacio de la Paramount,
como esos palacios morunos de los buenos
tiempos de Córdoba y Granada, es necesario
verlo para apreciarlo. Y des-
pués de apreciarlo una vez, vol-
verlo a ver para ver más. Rico
en todo, lo que menos admira el
espectador son sus gigantescas
dimensiones. Al estar dentro
nos olvidamos de Xueva York,'
nos olvidamos de los miles de
transeúntes que en ese mismo
instante cruzan a nuestra espalda
por la puerta del teatro y nos
perdemos en las amplias galerías
en una interminable contempla-
ción de cosas bellas.
Esto es lo que nos ocurrió a
nosotros. Esto mismo nos pare-
ció que le ocurría al anciano Edi-
son la noche de la inauguración
al entrar como uno de los invi-
tados de honor a la función de
gala. Impregnados de ese mis-
mo espíritu estuvieron los discursos de lo;
oradores que tomaron parte en la fiesta
Tal vez por eso mismo la multitud que in-
vadió el teatro esa noche guardó religiosr
silencio mientras el alcalde de Xueva York
hacía la apología de Adolph Zukor, hact
treinta años humilde inmigrante que llegaba
de las playas de Europa con ochenta pesos
en el bosillo a la conquista de la gran urbe
y que hoy es el presidente de la poderosa
empresa que construye palacios de tal mag-
(Continúa en la página 12)
6»
MENSAJERO PARAMOUNT
"Dioses Vanos"
Thomas Meighan, protagonista de la película "Dioses vanos," de la Paramount, en cuatro culminantes escenas de este interesante film de gran intensidad
dramática, acompañado de la bella y distinguida actriz Renée Adorée y del lindo niño que en él toma parte.
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
"DIOSES VANOS"
(Tin Gods)
Producción de ALLAN DWAN
con
Thomas Meighan, Renée Adorée y
Aileen Pringle
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado en el estudio
neoyorquino de la Paramount.
PELÍCULA PARAMOUNT
Basada en el drama original de
William Anthony McGuire
Dirección de ALLAN DWAN
Adaptación de James Shelley Hamilton
Fotografía de Alvin Wyckoff
REPARTO
Rogerio Drake THOMAS MEIGHAN
Clarita Reneé Adorée
Juanita Stone Aileen Pringle
Toni Santelli William Powell
Dr. McCoy Hale Hamilton
Dougherty John Harrington
Sobrestante Joe King
Segundo sobrestante. .Robert E. O'Connor
Billy Delbert Emory Whitten, Jr.
ARGUMENTO
EL doctor McCoy y el anciano cura de
la población de Del Río, en los su-
burbios de la cual se construyó años
antes un colosal puente de hierro, ven al
ingeniero Rogerio Drake entrar en la pe-
queña iglesia del lugar, edificada sobre una
colina, no lejos del sitio donde se levanta la
soberbia obra de ingeniería moderna. La
regularidad con que el joven ingeniero,
constructor del puente, visita todos los años
la iglesia, sorprende al buen cura, quien,
no pudiendo contener por más tiempo su
curiosidad por conocer al devoto forastero,
inquiere acerca de él con el doctor McCoy,
y éste satisface su curiosidad con la rela-
ción siguiente :
"Joven y con un brillante porvenir en su
profesión de ingeniero, Rogerio Drake con-
trajo matrimonio con Juanita Stone, preten-
siosa y vana como criada en una atmósfera
de ociosidad y lujo. En el palacio provisto
por el padre de Juanita como regalo de bo-
da a los novios, Rogerio descuidaba su pro-
fesión por satisfacer los caprichos de su
esposa y ésta convertía el que debiera haber
sido nido de amor y hogar tranquilo y feliz,
en una especie de centro político en donde
se incubaban los fantásticos proyectos de
la que en las próximas elecciones había de
presentarse candidato a uno de los puestos
de mayor importancia en la gobernación del
estado. Entregada por completo a las lides
políticas y a su ambición, Juanita no sólo
olvidaba sus deberes de esposa, sino que
dejaba la crianza y educación de su hijito a
personas extrañas cuyo único interés estaba
en cobrar mensualmente el dinero de la sol-
dada. Cansado al fin de los devaneos mo-
dernistas de su esposa, y dispuesto a poner
un hasta aquí definitivo a ellos, un día,
aprovechando la ausencia de Juanita, Drake
despidió de su casa, con palabras harto
acres, a las correligionarias de aquella. Al
enterarse de la humillante acción de su
esposo, la candidata a un puesto importante
en la Legislatura del estado le increpó du-
ramente. Un accidente desgraciado vino a
colmar la copa de amargura de Drake. Por
negligencia indirecta de la esposa y directa
de la persona encargada de cuidarlo, Al-
bertito, el hermoso niño en el cual Drake
tenía cifradas todas sus esperanzas, se cayó
de una ventana matándose instantánea-
mente. Desde ese instante, el abismo in-
menso que separaba a Juanita y a Rogerio
se hizo más infranqueable y al cabo de po-
cos días los jóvenes esposos decidieron ha-
cer frente a la vida andando por distintos
caminos. El proyecto de construcción de
un puente de hierro en un lejano país, ofre-
ció al joven ingeniero una excelente opor-
tunidad de alejarse de los lugares donde
se inició su desgracia. Mas en el remoto
país a donde el destino le llevara, Drake no
logró encontrar el olvido en el trabajo, sino
en la bebida, a la cual se entregó de manera
abyecta y desenfrenada. Convertido física
y moralmente en una ruina humana, Drake
se pasaba los días lejos del puente, dejando
el trabajo de construcción y las graves res-
ponsabilidades de su cargo en manos de
sus subalternos, y las noches en el cafetín
de Toni, en donde poco a poco iba dejando
su dignidad de hombre y su propia vida.
Clarita, una de las bailarinas del miserable
tugurio, ofreció su amor a Drake, y al re-
chazarla éste en medio de su inconsciente
borrachera, avivó en la joven el deseo de
penetrar en el corazón de aquel hombre tan
diferente a los demás parroquianos del cafe-
tín de Toni, tan prontos siempre a dispu-
tarse la vida por una sonrisa de la hermosa
bailarína. Una horrible enfermedad, propia
pagina s
MENSAJERO PARAMOUNT
del clima del país, temible por la facilidad
con que se propaga, hirió a Drake, quien en
la soledad de la choza donde habitaba no
encontró otro consuelo a su dolor que el
que le proporcionaba la leal y abnegada
Clarita. Gracias a los asiduos cuidados
que le prodigó la joven durante su larga y
penosa, enfermedad, Drake recobró la salud
y con ella el amor al trabajo y la confianza
rada, la ya por fortuna olvidada esposa de
Rogerio. Clarita, mudo testigo del infortu-
nado encuentro, interpretó erróneamente
unas palabras que oyó acerca de las futuras
intenciones del ingeniero acerca de la que,
ignorándolo ella, aun seguía siendo su es-
posa, y, ciega de desesperación, se dirigió
corriendo hacia el puente para cumplir la
promesa que un día hiciera de arrojarse de
una visita a la iglesia, que el mismo mandó
edificar, como un monumento consagrado a
un amor tan intenso como desgraciado.
Sugestiones de Publicidad
Biografía de THOMAS MEIGHAN
Thomas Meighan, protagonista de la pelí-
cula Dioses Vanos, de la Paramount, nació
ADOLPH ZUKOR
JES SE L. LASKY
Presentan a
THOMAS
Producción de
ALLAN DWAN
Película Paramount
en sí mismo. Las obras de construcción
del puente, emprendidas nuevamente bajo
la inmediata dirección del joven ingeniero
tocaban ya a su fin, mas no había llegado
aún para Drake el final de sus amargas des-
venturas. Un día, pocos después de aquel
en que el ingeniero jurara amor eterno a
Clarita, en premio de sus abnegados cuida-
dos, en la cumbre misma del puente que él
mismo construyera, como una consagración
definitiva de su obra, se presentó en Del
Río de manera tan inoportuna como inespe-
PAGINA 4
él, si el ingeniero faltaba alguna vez a su
juramento. Desde la distancia, Drake ob-
servó la figura de Clarita sobre el puente
y, adivinando su propósito, trató en vano de
impedir la espantosa tragedia. El malaven-
turado joven sólo logró recoger en sus bra-
zos el inanimado cuerpo de la que fué su
dulce y abnegada compañera en sus días
de adversidad y efímera ventura."
Todos las años — termina diciendo el doc-
tor McCoy al buen cura que con tanta aten-
ción le escucha — el ingeniero Drake hace
en la famosa ciudad industrial de Pitts-
burgo, en los Estados Unidos de América.
Allí fue dónde, entre el humo de las fundi-
ciones y los resplandores de los altos hor-
nos, Meighan hizo su primera aparición an-
te el público como intérprete de un modesto
papel de adolescente. Contra los deseos de
sus padres, que querían que el muchacho
siguiese la carrera de Medicina, Thomas
Meighan, que desde muy niño había demos-
trado gran predilección por el teatro, so-
(Conlinúa en la página 19)
MENSAJERO PARAMO UN T
"La Magia del Amor"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
FLORENCE VIDOR
e n
"LA MAGIA DEL AMOR"
(You Never Kiiow Women)
por
Ernest Vajda y Benjamín Glazer
con
LOWELL SHERMAN
CLIVE BROOK
EL BRENDEL
B. P. Schulberg y Héctor Turnbull
Productores asociados, Estudio
californiano de la Paramount
Dirección de
WILLIAM A. WELLMAN
Fotografía de Víctor Milner
REPARTO
'Vera Janova Flor erice Vidor
Eugenio Foster Lowell Sherman
Iván Norodin Clive Brook
Toberchik El Brendel
Dimitri Roy Stewart
El empresario. Sidney Bracey
El hombre fuerte Joe Bonomo
Olga, su esposa .Irma Komelia
Acróbatas Fortunello y Cerillino
Bailarines Los Berkoffs
ARGUMENTO
T TERA JÁNOVA, estrella de una
\/ troupe de artistas rusos, al diri-
girse una noche al teatro donde
jactúa su compañía, escapa milagrosa-
mente "de la muerte al desprenderse una
enorme viga de acero de un edificio en
construcción, gracias al oportuno auxilio
¡que le imparte Eugenio Foster, un acau-
dalado agente de bolsa que acierta a pa-
sar en su automóvil por el lugar del acci-
dente. Foster ofrece el vehículo a Vera,
quien suplica a su salvador que la' acom-
pañe al Petit Théátre, en donde el públi-
co impaciente aguarda el comienzo de la
función, interrumpida por el inexplicable
retraso de la estrella. Vera despide a
Foster a la puerta del teatro que da ac-
ceso a los camarinos de los artistas con
una graciosa sonrisa y un firme apretón
de manos que el agente de bolsa no olvi-
dará tan fácilmente. Aquella misma no-
che, Foster es uno de los indiferentes
espectadores y, al día siguiente, Vera re-
cibe un valioso paraguas, de parte de
aquél "en substitución del que perdiera
en el accidente."
A medida que pasan los días y se mul-
tiplican las atenciones de Foster hacia
la bella étoile, aumenta la ansiedad de
Norodin, el compañero de Vera, quien
la ama sinceramente.
Para hacer alarde de sus riquezas, más
que por la sinceridad de su amor, Foster
contrata la troupe para una función en
su casa particular, a la cual invita a un
grupo de amigos. Durante uno de los
números del programa, turbado sin duda
por las impertinentes insinuaciones
que el anfitrión hace acerca de Vera
a uno de los invitados, Norodin tie-
ne la desgracia de dejar caer a su
compañera, a quien es preciso reti-
rar a una habitación interior presa
de un fuerte síncope. Al volver en
sí, Vera se encuentra en brazos de
Foster, en cuya comprometedora
Florence Vidor, Clive Brook, Lowell Sherman y otros intérpretes de "La magia del amor," en varias interesantes escenas de esta bella y
original producción cinematográfica de la Paramount.
PAGINA i
MENSAJERO PARAMOUNT
situación los sorprende el celoso Norodin.
Un día, como un acto de publicidad atrac-
tiva y sensacional, Norodin ofrece una ex-
hibición pública del número más emocio-
namente de la troupe: la sumersión de un
cofre de hierro en las aguas del puerto,
dentro del cual habrá de permanecer el pro-
tagonista durante dos minutos hasta que
haya conseguido desatar las ligaduras que
le aprisionan manos y pies.
Norodin suplica a Vera que permanezca
en el hotel, pues "cada vez que
ejecuta el acto de la inmersión del
cofre, la joven siente una emoción
tan grande que parece que el corazón
quiere saltársele del pecho." Sin
embargo, como que Vera presintiera
en esa ocasión que algo grave iba a
sucederle a Norodin, se dirige rápi-
damente al muelle en el instante
que el cofre de hierro desciende
pausadamente por medio de una
grúa hasta desaparecer en el mar.
La multitud emocionada contempla
la sensacional escena desde el
muelle. Pasan dos minutos, pasan
tres, pasan cuatro minutos de mor-
tal ansiedad y el protagonista del
espeluznante truco no aparece. En
este instante de suprema angustia
es cuando Vera se da cuenta de que
Norodin era el hombre, el único
hombre a quien verdaderamente
amaba. Vera se desploma al suelo
sin sentido y es acompañada por
uno de sus compañeros al hotel
donde la troupe se aloja.
A pesar de la dolorosa tragedia
de la mañana, aquella noche la
troupe celebra función como de
costumbre cubiertos los trágicos
rostros con la máscara de la come-
dia. Vera ejecuta su acto de va-
riedades con un substituto de Noro-
din. Terminado el espectáculo,
Foster aprovecha la soledad en que
Vera se encuentra para introdu-
cirse en su camarín y forzar sus in-
sinuaciones amorosas en la joven. Con el
corazón transido de dolor, Vera suplica a
Foster que la deje sola para gozar en el si-
lencio de su camarín el recuerdo de su per-
dido amor.
Enloquecido por una insana pasión, Fos-
ter se arroja impetuoso sobre Vera. Esta
huye horrorizada.
— ¡ Grita, grita ! . . . ¡ Estamos los dos solos
y nadie te oirá ! — le dice el miserable.
En su desesperación, Vera corre a refu-
giarse en un pequeño gabinete que Norodin
PAGINA 6
usaba para sus transformaciones de ilusio-
nismo.
Imagínese el lector el asombro de Foster
v la sorpresa de Vera al ver salir de la os-
cura boca del gabinete la figura esbelta y
noble de Norodin, a quien ambos creían se-
pultado en las aguas de la bahía. Ciego por
el terror, Foster retrocede paso a paso hasta
dar con la espalda contra la plancha de ma-
dera que servía a Norodin para la suerte
de los cuchillos, la cual repite con igual des-
rodin. Al ver a Vera y a Iván juntos, To-
berchik, el clown de la troupe, sonríe con
escepticismo y se aleja, diciendo para sí :
— ¡ Cualquiera entiende a las mujeres!
ADOLPH ZUKOR
JESSE L. LASKY
Presentan a
-lorenceVidoh
"LA MAGIA DEL AMOR"
con LOWELLSHER.MAN - CLIVE BMOOK
treza, teniendo por blanco, pero sin herirlo,
al aterrorizado Foster. Cuando a Norodin
no le queda más que un cuchillo, hace seña
a Foster para que se marche, lo cual éste
efectúa sin necesidad de que se lo repita
verbalmente.
Solos otra vez, Vera se arroja en brazos
de Norodin.
— Iván, ¿por qué fingiste que te habías
ahogado? — le dice Vera.
- — Porque quise darte la oportunidad de
escoger tu verdadero amor — replica No-
Sugestiones de Publicidad
Biografía de FLORENCE VIDOR
Florence Vidor nació en Houston, pobla-
ción del estado de Texas, y recibió su educa-
ción en un colegio de religiosas de
aquella ciudad. Miss Vidor ingresó
en un estudio cinematográfico sin
haber pisado nunca las tablas de un
teatro. Después de aparecer en al-
gunas películas, la Paramount le
ofreció un contrato por el cual se
comprometía a interpretar papeles
de importancia en sus películas por
determinado número de años. Flor-
ence Vidor es hoy una de las ac-
trices más populares en los Estados
Unidos y su nombre comienza a ser
conocido en el extranjero, como lo
demuestra el gran número de car-
tas que diariamente recibe, felici-
tándola por su excelente trabajo ar-
tístico en las películas Amor incom-
patible, El divorciador divorciado,
El mal de las esposas y La colina
encantada. La magia del amor be-
llísima película de la Paramount,
que se estrenará en es la
última producción cinematográfica
en que esta insigne y popular actriz
ha tomado parte. Miss Vidor mide
cinco pies y cuatro pulgadas de
estatura, pesa 120 libras, tiene la
tez trigueña, el cabello castaño y los
ojos expresivos y de un color claro
oscuro.
¿QUIEN SABE?
Es muy posible, lector amigo,
que tu futura esposa meramente
piense que no te ama. Sin embar-
go, es casi seguro que en lo más ín-
timo de su corazón existen los pri-
meros indicios de una ardiente devoción que
sólo espera un trivial incidente para mani-
festarse. La mejor ilustración de este fenó-
meno podrá apreciarse espléndidamente en
la película La magia del amor, de la Para-
mount, basada en un argumento original de
Ernest Vajda, famoso dramaturgo húngaro,
en el cual su autor descubre muchos recón-
ditos secretos del amor. Florence Vidor, la
principal intérprete femenina de la película,
no sabía que amase a Clive Brook, protago-
(Continúa en la página 18)
MENSAJERO PARAMOUNT
"El Sastre Botines''
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
La Comedia de Gran Éxito de
Florence Ziegfeld
"EL SASTRE BOTINES"
(Kid Boots)
con
EDDIE CANTOR
Interpretando el papel de protagonista
Producción de FRANK TUTTLE
B. P. Schulberg
Productor asociado, estudio de
California
PELÍCULA PARAMOUNT
Adaptación de Luther Reed
Tom Gibson, Autor del Argumento
E. Lloyd Sheldon, Editor en jefe
Dirección de FRANK TUTTLE
Folografía de Victor Milner
REPARTO
Sastre Botines Eddie Cantor
Clarita Clara Botv
Paulina Billie Dove
Tomás Sterling Lawrence Gray
Carmen Mendoza Natalia Kingston
Jorge Fitch Malcolm Waite
El padre de Paulina,
William W orthington
El abogado de Carmen,
Harry Von Meter
El abogado de Tomás. . .Fred Esmelton
D
ARGUMENTO
ESPUES de una loca orgía en
celebración de la victoria del
equipo de fútbol a que pertenece,
Tomás Sterling se ve forzado a casarse
con Carmen Mendoza, una linda consta
del Broadway. Como es de esperarse, la
boda de Tomás con Carmen, celebrada
en tan anómalas circunstancias, no podía
ser muy feliz y duradera, y, al efecto,
ambos cónyuges no tardan en buscar en
el divorcio el remedio a sus constantes
disputas y desavenencias. Mientras espe-
ran la decisión final e inapelable del juez,
Tomás hereda inesperadamente la frio-
lera de tres millones de dólares, enterada
¿t lo cual, Carmen, aconsejada por su
abogado, vuelve inmediatamente al lado
de Tomás, no por amor, como supondrá
el avispado lector, sino por participar de
la herencia de su esposo divorciado. Así
las cosas, Tomás salva a Samuel Botines,
un aprendiz de sastre con aficiones de-
tectivescas, de las garras de un cliente colé-
rico. Agradecido el Botines, sigue a Tomás
Poses y escenas típicas de la película "El sastre
Botines," interpretadas por Eddie Cantor y Clara
Bow, a quienes secundan admirablemente en este
graciosa film, los aplaudidos artistas Billie Dove
y Lawrence Gray, quienes aparecen en el óvalo
inferior de este grabado.
hasta su casa con el objeto de manifestarle I
su gratitud. Momentos antes, al llegar a
su casa, Tomás se había encontrado con
la desagradable sorpresa de ver instalada
en ella a Carmen, acompañada de su abo-
gado, con el propósito de anular la de-
manda de divorcio, pues como es sabido,
esta queda automáticamente anulada si
entre el tiempo que media entre la pre-
sentación de la demanda y la orden del
juez concediendo el divorcio, los cónyu-
ges han tenido comunicación alguna. Por
fortuna para Tomás, el Botines es testi-
go presencial de la escena poco armo-
niosa que se desarrolla en el domicilio de
su protector entre éste, su esposa y el
abogado, y cuando el infortunado Tomás
da por perdida la partida, el sastre pro-
videncial sale de su escondrijo, el cual en
esta ocasión es el cuarto de baño, y ofrece
su cooperación al atribulado millonario
para servirle de testigo ante el juez y
destruir las maquinaciones de Carmen y
de su abogado. Valiéndose de un nom-
bre supuesto, Tomás ofrece sus servicios
como instructor de golf al propietario de
un elegante hotel, los cuales le son acep-
tados, e inmediatamente se dirige a tomar
posesión de su empleo en compañía de
Botines que ha de servirle de ayudante.
Mas como que Botines, a pesar de ser
aprendiz de sastre con aficiones de de-
tective, es humano, se enamora, durante
el desempeño de sus quehaceres, que
nada tienen de profesionales, de Clarita,
una chica linda si las hay, lo cual de-
muestra hasta la evidencia que nuestro
Botines no es tan tonto como parece. Sin
embargo, los amores de Clarita con Bo-
tines no dejan de ser accidentados, pues
la casualidad, o la fatalidad, o ambas co-
sas a la vez, hacen que el novio, a quien
Clarita diera calabazas en plena estación
primaveral y no en junio como es cos-
tumbre entre estudiantes, sea un sujeto
hercúleo y de muy malas pulgas y pre-
cisamente el mismo de cuyas garras To-
más salvó a Botines por haberle vendido
un traje que por lo grande que le que-
daba bien a las claras se veía que no ha-
bía sido hecho de encargo. Para colmo
de males, el ex novio de Clarita se aloja
en el mismo hotel que Botines y Tomás.
Este se enamora perdidamente de Pau-
lina, la linda hija del manager del hotel,
y todo hace presumir un rápido y feliz
himeneo, en cuanto Tomás haya obtenido
el divorcio, cuando de una manera inespe-
PAGINA 7
MENSAJERO PARAMOUNT
clarar en favor de Tomás, quien fi-
nalmente obtiene el divorcio y, agra-
decido por los servicios prestados
por el Botines, le recompensa gene-
rosamente a fin de que la falta de
dinero no sea obstáculo para su fe-
licidad eterna al lado de la encanta-
dora Clarita. Tomás se casa con
Paulina y Carmen vuelve a las ta-
blas de un teatro del Broadway sin
haber logrado conseguir de aquél lo
que por mal consejo de su abogado
se proponía.
rada, como generalmente ocurre en el cine,
hacen su aparición en el hotel Carmen y su
inseparable abogado. Con el objeto de pro-
teger a su amigo y protector, el Botines se
dedica a flirtear con Carmen, con lo cual se
enemista con Clarita, quien acaba por des-
pedirlo de su lado por ingrato y desleal.
Sospechosa de las verdaderas intenciones
de Botines, Carmen se vale de una habilí-
sima estratagema para impedir que el apren-
diz de sastre pueda asistir al juzgado a la
PAGINA 8
mañana siguiente para servir de testigo a
Tomás. La única que, en defecto del Bo-
tines, puede salvar a aquél de las maquina-
ciones de Carmen y su abogado es Clarita,
pero ésta no está dispuesta a declarar en
favor de nadie si antes Botines no le da una
satisfacción cumplida y pruebas absolutas
de que su flirteo con Carmen era única y
exclusivamente una estratagema para ayu-
dar a Tomás. Bajo estas condiciones, Cla-
rita y Botines se dirigen al juzgado a de-
Sugestiones de Publicidad
Origen del Título de la Película
"El Sastre Botines"
Siendo imposible traducir literal-
mente al español el título Kid Boots,
que es el que lleva la producción cine-
matográfica en que el eminente actor
cómico Eddie Cantor ha hecho su de-
but en la pantalla, se decidió darle el
de El Sastre Botines, sin que esta
humilde prenda de vestir tenga nada
que ver con la película, aunque sí tie-
ne que ver con ella el nombre de
Boots (Botines), que es el apellido
del protagonista de la famosa come-
dia musical, representada centenares
de veces consecutivas en uno de los
mejores teatros del Broadway neo-
yorquino.
Kid Boots, o el Sastre Botines, in-
terpretado por Eddie Cantor, es un
pobre aprendiz de sastre, quien, sin
darse cuenta de ello, se ve envuelto
en una amorosa intriga. Después de
una serie de hilarantes aventuras, en
un mundo para él completamente
desconocido, nuestro héroe sale con
bien del enredo, robando, de paso, el
corazón de la espiritual Clara Bow,
quien en esta película secunda ad-
mirablemente la labor del protago-
nista en compañía de Lawrence
Gray, Billie Dove, Natalia Kingston
y otros artistas. Dirigió la película
Frank Tuttle, la cual está adaptada, como
hemos dicho antes, de uno de los espec-
táculos de Florenz Ziegfeld que más se han
mantenido en el cartel. Su estreno en el
teatro habrá de ser, sin duda, un
verdadero acontecimiento artístico y de
taquilla.
Adquiera el hábito de leer
MENSAJERO PARAMOUNT
MENSAJERO PARAMOUNT
"Diplomacia"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
La Producción de MARSHALL NEILAN
"DIPLOMACIA"
con
BLANCHE SWEET
Argumento de BENJAMÍN GLAZER
Basada en el drama de VICTORIANO SARDOU
modernizado
PELÍCULA PARAMOUNT
Dirección de MARSHALL NEILAN
THOMAS HELD, Subdirector
Fotografía por
DAVID J. KOSSON— DONALD B. KEYES
Director artístico, HAROLD W. GRIEVE
HELENE WARNE, Editora
REPARTO
Dora de Zares BLANCHE SWEET
Julián Weymouth Neil Hamilton
Roberto Lowry Matt Moore
Conde Orloff Arthur Edmond Carew
Cortesía de la Universal Pictures Corporation
Sir Enrique Weymouth Earle Williams
Condesa Zieka Arlette Marchal
Marquesa de Zares Julia Swayne Gordon
Barón Ballin Gustav von Seyffertitz
L
ARGUMENTO
A acción de nuestra historia se desa-
rrolla en la playa francesa de Deau-
ville, punto favorito de reunión de la
aristocracia y de la diplomacia euro-
peas. Con el pretexto de la tempo-
rada de verano, en Deauville se había
congregado un grupo de representan-
tes diplomáticos de las Grandes Po-
tencias para celebrar una conferencia
secreta. Entre los prominentes per-
sonajes que a ella asisten, se encuen-
tran los hermanos Julián y Enrique
Weymouth, miembros distinguidos
ambos del servicio diplomático de la
Gran Bretaña ; el Conde Orloff, un jo-
ven expatriado de la Rusia bolche-
viqui, portador de importantes docu-
mentos, y otros muchos representantes
de las cancillerías europeas. En la
aristocrática playa no podían faltar la
Marquesa de Zares con su encantadora
hija Dora, ni la Condesa Zicka, una de
esas inteligentes y misteriosas mujeres
que se encuentran siempre en los lu-
gares donde se congrega la diploma-
cia. Según insistentes rumores, la
veracidad de los cuales los agentes del
Servicio Secreto de media docena de
países tratan de averiguar, la Condesa
Zicka es una hábil espía que vive
espléndidamente de la compra y venta
de documentos secretos y que trabaja
generalmente a las órdenes del Barón
Ballin, agente secreto de una Potencia
europea. Sojin, el representante chi-
no, entrega un tratado secreto al jefe
de la delegación diplomática inglesa.
Ballin quiere apoderarse del documen-
to a todo trance y al efecto da instruc-
ciones a la Condesa Zicka para que
aguce su ingenio y se apodere del im-
portante documento. Siguiendo al pie
de la letra las instrucciones que le da
Ballin, la Condesa hace lo posible por
cultivar la amistad de Dora de Zares,
debido a la intimidad de ésta con Ju-
lián Weymouth, hermano de sir En-
rique, jefe de la delegación británica
a la conferencia secreta de Deauville.
A pesar de no permitírselo su situa-
(Continúa en la página 17)
Siete culminantes escenas de la película "Diplomacia," de la Paramount, magistralmente interpretada por
Blanche Sweet, Neil Hamilton, Matt Moore, Arlette Marchal, Gustav von Seyffertitz y Earle Williams.
P AGINA 9
MENSAJERO PARAMOUNT
El Nuevo Teatro Paramount,
Los detalles que en este grabado reproducimos darán al lector una idea aproximada de las innumerables bellezas que en su recinto encierra el nueva
en el corazón de la gran urbe neoyorquina. En el círculo del centro aparece la fotografía del famoso inventor del cinema
la noche del diecinueve de noviembre en que se inauguró s
PAGiyA 10
MENSAJERO PARAMOUNT
&
ituoso y Bello Como Ninguno
bunt, construido en el interior del soberbio edificio que para la instalación de sus oficinas ha construido la empresa Famous-Players-Lasky Corporation
jomas A. Edison, con su distinguida esposa. El célebre mago de la electricidad fué objeto de un entusiasta y sincero homenaje
1 teatro Paramount, honra y orgullo del arte cinematográfico.
PAGINA 11
MENSAJERO PARAMO UNT
El Centro de Atracción del "Hall de la Naciones"
Bello y artístico panel del más fino mármol de las canteras de Italia, colocado en el lugar de honor del "Hall de las Naciones," del nuevo palacio de la
Paramount, en el cual figuran las aportaciones de los treinta y siete países que han contribuido a esta admirable demostración de amistad internacional.
Cada país está aquí representado por el pabellón nacional respectivo colocado al pié de la pieza que ha contribuido, la historia de la cual está breve-
mente descrita en una placa de bronce incrustada en el panel.
El Nuevo Palacio de la Paramount
(Viene de la página 2)
nitud como este que se yergue en el cruce
de los caminos del mundo. La misma mú-
sica que amenizó el acto nos dio la sensación
de algo único en Nueva York. Después del
"1812" del gran compositor ruso Tschai-
kowsky, magistralmente ejecutado por la
orquesta, el organista nos mostró objetiva-
mente los inmensos recursos de su arte y
concluyó diciendo, que si es cierto que el
órgano es el rey de los instrumentos, indu-
dablemente que el órgano del teatro de la
Paramount es el rey de los órganos. Y al
igual que la música, y los oradores, y las in-
numerables obras de arte traídas de lejanos
países como un homenaje al novísimo arte
de la cinematografía y a los capitanes de in-
dustria que le dan vida, las treinta y siete
piedras de las treinta y siete naciones que
contribuyeron a la construcción del edificio,
formando fraternal concurso, parecen pro-
PAGINA 12
clamar una nueva era de universal compren-
sión y buena voluntad traída por medio de
la magia de la pantalla.
Nueve naciones de idioma español están
representadas en el "Hall de las Naciones."
Entre ellas, España. La madre de América
contribuyó a este gigantosco edificio con un
trozo de capitel románico del siglo XII.
México envió una de las figuras que adorna-
ban el templo de Ouetzalcoatlin, reliquia de
la civilización azteca. Es de notar que esta
figura es de piedra artificial, lo que prueba
que los aztecas ya conocían la fórmula del
concreto hace miles de años. Por su parte,
Guatemala contribuyó con una piedra del
templo de los Mayas. Chile, con una piedra
traída de España por Pedro de Valdivia
para la iglesia de San Francisco, en 1573,
algunos años antes de que se fundase Nueva
York. Cuba mandó una de las piedras de
su famosa muralla de la Habana que re-
sistió más de una vez los ataques de los pi-
ratas enemigos. Panamá, una de las pie-
dras de la primera catedral construida en
el Nuevo Mundo. Uruguay, una piedra de
mármol de su nuevo palacio presidencial
Argentina, una piedra donde, según cuenta
la historia, se sentó a descansar O'Higgins
en Chacabuco en espera de las órdenes de
San Martín. Estas piedras, la mayoría de
las cuales representan un pasado que ya no
volverá, se nos antojan a nosotros como un
lazo de unión entre el pasado y el porvenir
. . . algo así como los materiales que da el
mundo viejo para que la juventud de esta
nuestra época de iniciativa y de trabajo
construya los templos que han de servir pa-
ra que las futuras generaciones realicen su
ideal y rindan culto a un nuevo arte, a una
nueva concepción de la belleza y en ellos ex-
presen la sana alegría y contento de vivir.
Y este es también, a nuestro parecer, el
objetivo de la Paramount al construir en
esta ciudad joven y laboriosa este emporio
de arte y de riqueza para la exhibición de
películas, el arte nuevo que está tratando de
reunir en sí todas las artes que estuvieron
separadas en el pasado. J. de B.
MENSAJERO PARAMOUNT
a
¿Leoncitos a Mí?"
DOUGLAS MacLEAN
e n
" c LEONCITOS A MI?"
(Hold That Lion)
Película basada en un asunto original de
Rosalie Mulhall, llevado a la pantalla se-
gún la versión de Joseph Franklin Poland.
Editor Supervisor
GEORGE J. CRONE
Dirección de
WILIAM BEAUDINE
Película Paramount
REPARTO
Daniel Barns Douglas McLean
Ricardo Warren Walter Hiers
Margarita Constance Howard
Profesor Brand George Pearce
MacTavish Wade Boteler
Horacio Smythe Cyril Chadwick
D
ARGUMENTO
ANIEL BARNS es un joven impul-
sivo y excesivamente romántico. A
esto se debe, sin duda, que se ena-
more a primera vista de Margarita Brand
el día que ambos se encuentran, casual-
mente, en un rascacielos neoyorquino. Al
día siguiente del casual r _
y auspicioso encuentro,
Margarita, acompañada
de su papá, el célebre
profesor Brand, empe-
dernido cazador de
1 leones y otras fieras de
la ignorada selva afri-
cana, emprende un
viaje, que muy bien pu-
diéramos llamar de cir-
cunvalación, alrededor
del globo. Enterado de
¡ello nuestro buen Da-
lí niel por el agente de
] la compañía de vapores
que vendió los billetes
a los viajantes, se lanza
I inmediatamente en se-
guimiento de la rubia
hechicera que le robó
el corazón, en com-
pañía de su inseparable
amigo Ricardo War-
ren. Desgraciadamente,
al llegar al muelle, Da-
niel y Ricardo se en-
cuentran con que el va-
por ha partido cinco minutos antes. Im-
pulsivo y romántico hasta la exageración,
como antes hemos apuntado, Daniel no ceja
en su empeño de declararle su desbordante
amor a la rubia Margarita y de devolverle
personalmente el pañuelo de bolsillo que en
opinión del joven se le cayó a aquella.
Puesto de acuerdo Daniel con su insepa-
rable amigo Ricardo, ambos deciden que
Margarita merece la pena que se la siga
hasta el fin del mundo por una mirada de
sus lindos ojos. ¿ Cabe mayor romanticismo
tratándose de un amor iniciado en un pro-
saico rascacielos neoyorquino?
Después de una carrera loca llevada a
cabo con el auxilio de media docena de va-
pores trasatlánticos y otros medios de trans-
porte menos modernos que aquellos, nues-
tros amigos alcanzan al famoso profesor
Brand y a su bella hija en una ciudad cual-
quiera del África Oriental inglesa. Fiel a
su promesa, Daniel espera con verdadera
ansiedad el momento de devolverle el pa-
ñuelo de bolsillo a Margarita, y al presen-
tarse ese momento, pocos minutos mas tarde
en el salón de baile del hotel donde ambos
se hospedan, nuestro héroe recibe el mayor
desengaño de su vida al rehusar Margarita
el pañuelo que le entrega, pues resulta que
En estas escenas, tomadas de la película de gran risa, "¿Leoncitos a mí?", el simpático actor
Douglas MacLean demuestra gráficamente que a él los leones no le asustan, y si alguien lo
duda, que se lo pregunte a Constance Howard, la bella y eminente actriz que lo secunda en
este aplaudido film de la Paramount
iio es suyo. Sin embargo, a fin de que el
desencanto no sea completo, la hermosa jo-
ven ofrece bailar con su tenaz perseguidor
la primera danza. Al ir a ponerse los pan-
talones correspondientes a su traje de eti-
queta, Daniel descubre, con el mayor asom-
bro, que están descosidos y que una repara-
ción inmediata es inminente. A escondidas
de Margarita, Daniel se quita la utilísma
prenda de vestir y la entrega a su amigo
Ricardo para que la lleve al sastre. Tanto
tarda Ricardo en volver con los pantalones
de su amigo Daniel, que éste, olvidando que
no los lleva puestos, se dispone a salir sin
ellos. Afortunadamente, sus ojos tropiezan
con unos kilts, o especie de falda corta que
caracteriza el traje nacional de los esco-
ceses, y se los viste, mas como que en el
salón de baile hay un escocés auténtico, a
quien seguramente pertenecen los kilts,
Daniel se encuentra en una situación tan
chistosa como comprometida, de la cual sale
ileso gracias a su ingenio y sobre todo a
su sangre fría.
Bailando con Margarita, Daniel olvida
pronto sus dificultades y la falta de los pan-
talones. Creyéndole un escocés valiente y
atrevido, Margarita invita a Daniel a una
cacería de "gatos," la cual deberá celebrarse
con todas las formali-
dades requeridas por
tan interesante deporte
al día siguiente bajo la
inmediata dirección del
padre de la joven,
quien ofrece una artís-
tica copa de plata al
cazador que logre co-
brar el primer "gato,"
con la condición de que
debe entregarlo vivito
y coleando. Como es
de suponerse, Daniel
acepta la invitación ha-
ciendo al mismo tiempo
alarde de sus extraor-
dinarios dotes de ca-
zador de gatos, los
cuales lleva cazados a
docenas sin haber reci-
bido el menor arañazo.
Terminado el baile,
Daniel se dirige a su
habitación en donde en-
cuentra a su amigo
Ricardo aguardándole.
El pseudo cazador de
PAGINA 13
MENSAJERO PARAMO UN T
"gatos" da emula a su amigo de la cacería
que se está preparando para el día siguiente,
a la cual ha sido galantemente invitado por
la bella Margarita. Ricardo, que va estaba
enterado de la cacería del profesor Brand,
manifiesta a su asombrado amigo que la tal
cacería no es de gatos domésticos, como el
se imaginaba, sino de leones, pues por cau-
sas que nosotros ignoramos y que al lector
no le interesan, los grandes cazadores afri-
canos llaman despectivamente "gatos" a los
leones de la selva.
Puesta en marcha la expedición de caza,
en la cual ocupan el lugar que les corres-
ponde nuestros amigos, no tarda en llegar
en plena selva africana. A la vista del
primer león, los valientes cazadores que
tuvieron la osadía de llamar gatos a los
leones, demuestran gráficamente de lo que
pueden ser capaces un par de piernas cuan-
do las impulsa el miedo. Abandonado a su
suerte por sus audaces compañeros, Daniel
se refugia detrás de un árbol en donde
espera escapar de ser almorzado por un
Dirección de
WILLIAM
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LEAN, el aplau-
dido actor cómico, deja
tamañitos a Stanley, a
Livingstone y a otros fa-
mosos exploradores afri-
canos en esta chispeante
película de la Para-
mount.
león que le dirige unas miradas muy poco
tranquilizadoras. Aprovechando un mo-
mento en que el león aparta los aterradores
ojos de Daniel, éste abandona la protección
del árbol para echar a correr por la selva
con una rapidez por el mismo insospechada.
Apiadado (si es que la piedad puede ani-
darse en el corazón de un león) del joven,
el rey de la selva le sigue como un manso
cordero hasta el campamento donde los de-
más cazadores esperan a Daniel, a quien
creían en las entrañas de uno de sus "ga-
tos."
Daniel con su presa es acogido
con grandes aclamaciones de entu-
siasmo por sus compañeros y espe-
cialmente por el profesor Brand,
quien no tiene ningún reparo en en-
tregar al joven cazador el trofec
que tan valientemente ha ganado y
de paso la mano de la linda Mar-
garita.
— ¿ Leoncitos a mí ? — exclama
Daniel, imitando al inmortal hidal-
go manchego, mientras abraza tier-
namente a su futura esposa.
Sugestiones de Publicidad
Biografía de Douglas MacLean
Douglas MacLean, protagonista de la
película que hoy se estrenará en ,
nació en Filadelfia. Su padre, el Reve-
rendo C. C. MacLean, quiso que el fu-
turo actor de la pantalla fuese como él
sacerdote de la secta protestante, mas no
teniendo el joven MacLean ninguna vo-
cación religiosa, al llegar a la edad re-
glamentaria ingresó en la Escuela Pre-
paratoria de la Northern University y
más tarde en el Instituto Lewis de Tec-
nología, de Chicago. Al terminar sus
estudios, Douglas se dedicó por algún
tiempo al comercio, mas cansado pronto
de ello, ingresó de repórter en un perió-
dico. Habiendo tenido desde muy niño
grandes aspiraciones para el teatro, Mac-
Lean aprovechó la primera oportunidad
que se le ofreció para ingresar en la
Academia de Arte Dramático de Nueva
York. Al salir de la Academia, después
de brillantes exámenes, MacLean logró
llamar la atención de la famosa actriz
Maude Adams, quien le ofreció el papel
de protagonista en la fantasía intitulada
Rosalinda. Al año siguiente, MacLean
firmó un contrato con una compañía que
actuaba exclusiva y permanentemente en
Pittsburgo, y durante otro año formó
parte del personal artístico de la Oliver
Morosco Stock Company, de Los An-
geles, California. En esta ciudad, me-
trópoli de la cinematografía, interpretó
su primera película con la eminente ac-
triz Alice Brady. Mas tarde el gran
"metteur" D. W. Griffith se fijó en él
(Continúa en la página 19)
PAGINA U
MENSAJERO PARAMOUNT
"El Río del Olvido"
El popular y distinguido actor Jack Holt y la bella y aplaudida actriz Arlette Marchal en algunos momentos culminantes de la película
olvido," en la interpretación de la cual ambos artistas y los demás de su "reparto," rayan a gran altura.
'El
del
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
JACK HOLT
e n
"EL RIO DEL OLVIDO"
(The Forlorn River)
Orginal de Zane Grey
Dirección de
JOHN WATERS
REPARTO
Nevada Jack Holt
Arizona Pete Raymond Hatton
Ina Blaine Arlette Marchal
Ben Ide Edmund Burns
Bill Hall Tom Santschi
Hart Blaine Joseph Girard
Les Setter Christian J. Frank
Sheriff Stroble Albert Hart
Magda Lee Ñola Luxford
Madoc Joe Chief Yowlache
Deputy Jack Moore
ARGUMENTO
NEVADA, perseguido por la justi-
cia y capitán de una cuadrilla de
cuatreros que son el terror de los
habitantes del hermoso valle del Río del
Olvido, no parece ser tan mal hombre cuan-
do, al ir huyendo de la guerrilla organizada
por el sheriff Stroble, se detiene al ver que
se ha caído el caballo de su compañero Bill
Hall y vuelve en ayuda del camarada que
está imposibilitado de defenderse. Como
recompensa por su noble acción recibe un
tiro por la espalda, propinado por el mismo
a quien acaba de librar de ser apresado por
la autoridad y sin duda alguna condenado a
muerte. El malvado Hall, después de dar
por muerto a Nevada, monta el caballo de
éste y huye a la montaña, llevando la noticia
al resto de la cuadrilla de que el capitán ha
sido muerto en una escaramuza con la
guerrilla del Sheriff. Haciendo alarde de
un valor que está muy lejos de poseer, Hall
se proclama capitán de la cuadrilla, comen-
zando una serie de rapiñas y crímenes, la
mayoría de los cuales son atribuidos a Ne-
vada.
Aunque mal herido, Nevada levántase a
duras penas después de haber permanecido
sin sentido algún tiempo. Comprendiendo
el peligro que corre en tal lugar y sin poder
buscar refugio cercano, encuentra su salva-
ción en la ayuda generosa que le ofrece
Ben, uno de los habitantes del valle, que
acierta a pasar por el lugar de la escena y a
quien Nevada dice que se hirió al caérsele
el caballo. Cómodamente instalado en la
casa de Ben, Nevada se repone de su herida
gracias a los cuidados de Ina, una joven
vecina prometida de Ben, la cual insensible-
mente se va interesando por el joven.
Después de numerosos y graciosos inci-
dentes de la vida campestre, Nevada com-
prende que también él se está enamorando
de la bella Ina y decide respetar la amistad
de Ben y no robarle la felicidad, desde largo
tiempo ansiada y muchas veces solicitada.
Estando ya ultimados los preparativos de su
marcha, preséntasele Ina de improviso y le
urge que huya sin demora y que cambie de
vida. La bella joven, por medio de unos
anuncios en que se pone precio a la cabeza
de Nevada y en los cuales aparece su retra-
to, acaba de enterarse de la verdadera per-
sonalidad del hombre a quien ama en secreto
y corre a notificarle el peligro. En la tierna
despedida de ambos adivínase el intenso
amor que sienten y la joven revela su secreto
al decir a Nevada estas palabras:
— ¡ Por mí. . .cambia de vida. . . .y vuelve
a comenzar ! . . .
Promételo así Nevada y huye al galope
de su caballo en dirección a tierras lejanas
en las cuales espera comenzar su nueva vida.
Al alejarse de aquellos lugares, Nevada co-
munica a Arizona Pete el camino que va a
seguir para huir a la persecución de la gue-
rrilla del sheriff que viene en su seguimien-
to. Momentos después se pierde en la le-
janía mientras Ina se dirige al encuentro de
su padre, quien a la cabeza de la guerrilla
viene a todo galope a la casa de Ben, sa-
biendo ya que en ella se oculta el célebre
bandido.
Queriendo acortar distancia, Ina guía su
caballo por unos senderos ocultos en la
montaña, siendo sorprendida y hecha pri-
sionera por la cuadrilla de Bill Hall, quien
se apodera de ella y decide guardarla en
rehenes, para de esta manera evitar la per-
secución de que es objeto por parte del
padre de la joven. Aunque este apresa-
miento es llevado a cabo en lugar solitario,
no por eso pasa inadvertido al buen Arizona
Pete quien va en busca de Nevada y le co-
munica lo ocurrido.
PAGINA 15
MENSAJERO PARAMOUNT
Cautiva Ina y traída a viva fuerza al
campamento de los bandidos, allí se en-
cuentra con Setter, uno de los campesinos
más ricos de la comarca, quien es en reali-
dad el capitán de la cuadrilla. Setter,
viejo libertino que ha requerido de amores
más de una vez a la bella joven, trata de
aprovecharse de la ocasión para satisfacer
por la fuerza sus innobles deseos. Opó-
t AGINA 16
nese a ello Bill Hall, quien reclama para
sí tal derecho. Después de una breve dis-
puta, Hall mata a Setter y trata de apo-
derarse de Ina. En el preciso momento en
que las fuerzas se le rinden a Ina y está
a punto de perecer, aparece Nevada y salva
a la joven. Bill Hall, derrotado ahora por
el hombre que traicionó anteriormente, se
retira y va en busca de la cuadrilla a la
que subleva contra Nevada
haciéndole creer que el an-
tiguo capitán ahora es un espía
al que es necesario matar.
Decepcionada Ina por en-
contrar en tal lugar a Nevada,
le reprocha su proceder y le
recuerda la promesa que poco
antes le ha hecho de comenzar
nueva vida. El joven le ex-
plica las razones que lo guia-
ron a venir al campamento de
los bandidos y trata de abrirse
camino por entre los riscos de
la sierra y huir con Ina, cuan-
do es atacado por la cua-
drilla, a cuyo frente viene Bill
Hall. En la refriega muere
Hall, y cuando el tiroteo es
más intenso, la guerrilla del
padre de Ina invade el campa-
mente haciendo prisioneros a
los bandidos. Creyendo que
Nevada es el que tiene secues-
trada a la joven, hacen fuego
sobre él, hiriéndolo grave-
mente. Ina explica a su pa-
dre la verdad de los hechos y
todos lamentan el error come-
tido, proclamando a Nevada
libertador del valle del Río del
Olvido por haber dado muerte
al enemigo más feroz de los
pacíficos campesinos : Bill
Hall.
. Meses después Nevada es
juzgado por un tribunal espe-
cial, el cual decreta la absolu-
ción del joven y lo insta a
que construya su hogar en las
fértiles tierras del valle. El
juez hace notar que aunque la
sentencia no se acomoda muy
bien con los artículos de la
ley, no por eso la justicia es
menos efectiva y definitiva.
La bella Ina, sonriente y feliz,
da el beso de paz al nuevo
morador del valle del Río
del Olvido y ambos se alejan,
seguidos del buen "Caballero
andante," Arizona Pete, quien confiesa al
nuevo matrimonio que él es un fugitivo de
la justicia y que Justicia (su mujer) está a
punto de echarle las garras ... El trotón que
arrastra el coche en que van Nevada e Ina
se pierde en la lejanía, mientras Justicia
(la mujer de Pete) amenaza a éste con un
buen tirón de orejas el día que lo cace.
J. de B.
MENSAJERO PARAMOUNT
mm
"Diplomacia"
(Viene de la página 9)
ción económica, la cual es deplorable, la
Marquesa de Zares frecuenta las mesas de
juego del Gran Casino, en donde pierde
enormes sumas, las cuales consigue de mis-
teriosa manera. La amistad de la Marquesa
con Ballin hace sospechar al diplomático in-
glés que aquella está en connivencia con el
Barón para la adquisición fraudulenta de in-
formaciones diplomáticas secretas de los
diferentes gobiernos europeos, y muy par-
ticularmente para apoderarse del tratado
chino del cual depende la paz de media do-
cena de estados europeos y asiáticos. Un
día el Conde Orloff se despide de Dora, a
quien secretamente ama, pues una impor-
tante y peligrosa misión le lleva a su país.
Durante su ausencia, Dora se casa con Ju-
lián Weymouth. Apenas Orloff pone los
pies en el suelo de su patria, los agentes del
gobierno ruso lo arrestan y lo arrojan en un
inmundo calabozo, del cual logra escapar
gracias a la intervención de unos amigos y
correligionarios. El Conde Orloff vuelve a
Francia en la creencia de que su arresto fué
debido a que Dora divulgó los planes de su
misión a Rusia a alguno de los espías que
pululaban por Deauville. Firme en su su-
posición, Orloff se dirige al hotel donde se
aloja la delegación diplomática inglesa, e
ignorante de que Julián Weymouth sea el
esposo de Dora, acusa a ésta y a su madre
de complicidad con el Barón Ballin y la
Condesa Zicka. La escena que se desa-
rrolla entre el Conde Orloff y el diplomático
inglés es dramática en extremo. Julián
Weymouth rehusa categóricamente dar cré-
dito a las maliciosas insinuaciones del noble
expatriado acerca del proceder de su esposa,
achacándolas al despecho por un amor no
correspondido, y se dispone a partir para
Londres en su viaje de bodas, siendo porta-
dor, al mismo tiempo, del documento secreto
del cual quiere apoderarse el Barón Ballin
por intermedio de la Marquesa de Zares,
madre de Dora y suegra de Julián. Sin em-
bargo, momentos antes de la hora de la par-
tida, la confianza implícita que Julián tenía
en su esposa sufre un rudo golpe debido a
la desaparición misteriosa del valioso docu-
mento, que él mismo había colocado en una
cartera de cuero de la cual Dora guardaba
las llaves. Interrogada por su esposo acer-
ca de la desaparición del tratado secreto chi-
no, Dora guarda un silencio acusador. Fi-
nalmente, acosada por Julián, Dora revela a
éste que la llave del portfolio está en poder
de su madre, a quien en distintas ocasiones
(Continúa en la página 19)
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky
Presentan
La Producción de MARSH ALL NEILAN
'DIPLOMACIA"
" BLANCHE SWEET
NEILHAMILTON-ARLETTE MARCHAL- MATT MOORE
GUSTAV yon SEYFFERT1TZ - EARLE WILLIAMS
PAGINA 17
MENSAJERO PARAMOUNT
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<2 ¿paramount ¿picture
Beau Geste no será, ciertamente, una pelí-
cula de matinée, pero es un gran drama que
habrá de pasar por los teatros como un
viento fresco y vivificador." G. A. A.
'La Magia del Amor'
Sugestivas banderolas de tela resistente, de tres pies de alto por diez de ancho, artísticamente litografiadas con vivos colores, muy a propósito para anunciar
la película "Beau Geste," en forma que no pueda escapar a la atención del público.
Una Opinión Inglesa Acerca de "Beau Geste"
HE aquí como se expresa el correspon-
sal cinematográfico del Daily Ex-
press, de Londres, al referirse a la
película Beau Geste, de la Paramount, a
raíz de su estreno, celebrado recientemente
en la capital inglesa:
"Beau Geste, una película de manufactura
americana, limpia, digna y emocionante, la
cual honra a cuantas personas intervinieron
en su producción, recibió ayer los honores
de la presentación en la pantalla del Plaza,
ante un público que no cesó de demostrar
su admiración hacia un espectáculo de una
viiilidad e intensidad dramáticas que llegan
al alma. Ronald Colman, Ralph Forbes,
Norman Trevor y otros actores ingleses
que toman parte prominente en ella, bajo
la dirección de Herbert Brenon, también
inglés, hacen que la versión cinematográfica
de la popular novela del comandante P. C.
Wren, sea una de las mejores películas que
hemos tenido ocasión de ver desde hace
mucho tiempo en la pantalla. El argu-
mento de este drama es notable por muchas
circunstancias, siendo la principal de ellas,
probablemente, el hecho de que éste se des-
envuelva alrededor del intenso afecto
fraternal de tres hermanos, el cual se aparta
de los convencionalismos de sexo tan tri-
llados en cinematografía. Podríamos enu-
merar otras cualidades que hablan muy alto
en favor de esta bella producción de la
Paramount, entre ellas la naturalidad que
caracteriza el trabajo de los intérpretes y
la magnífica continuidad de la película, la
cual hace que el espectador se forme la
ilusión completa de que lo que desfila ante
sus admirados ojos son una serie de esce-
nas arrancadas de la vida real, y los perso-
najes que en ellas toman parte sienten ver-
daderamente las privaciones a que están
condenados los sufridos soldados de la fa-
mosa Legión Extranjera francesa, sujetos
a una rígida disciplina, rayana en brutal,
en las inhospitalarias soledades del desierto
africano y en las áridas llanuras de Ma-
rruecos. Elogiar la labor artística de un
artista sin mencionar la de los demás intér-
pretes de la película sería hacer una injus-
ticia a todos. Sin embargo, en mi opinión,
los principales honores recaen en la persona
del eminente actor Noah Beery, intérprete
del papel del brutal sargento Le j aune, a
quien por más que se le odie y se le abo-
rrezca, acaba por admirársele por su teme-
rario valor ante el peligro y por su heroico
patriotismo. Las escenas en las cuales se
le ve reclinar a los soldados muertos por las
balas morunas ante las troneras del fuerte
para fingir que los sitiados son más nume-
rosos de lo que los moros se imaginan, son
de lo más ingenioso y dramático que hemos
tenido oportunidad de ver en la pantalla.
Se ha dicho que el Gobierno francés ha
protestado contra la exhibición de esta pelí-
cula, fundándose en que algunas escenas
pintan con vivos colores los métodos em-
pleados en la Legión por los oficiales para
mantener incólume la disciplina en sus
filas, mas estas protestas no alteran el
hecho de que la heroica Legión Extranjera
francesa, formada por una amalgama de
hombres de todas las naciones, no es una
clase de niños de la Doctrina, ni mucho me-
nos, y que el rigor que los oficiales se
ven obligados en ocasiones a emplear con
sus subalternos es hasta cierto punto muy
natural y lógico. Como contraste a las
viriles escenas de guerra, tenemos en la
película una excelente presentación de un
hogar inglés, alegrado por la adolescencia
traviesa y juguetona de los hermanos Geste.
(Viene de la página 6)
nista del film, hasta que lo creyó desapare-
cido para siempre del mundo de los vivos.
Al mismo tiempo, Brook, o Iván Norodin,
como es conocido en la película, cometió el
error de dar por perdido el corazón de la
mujer amada prematuramente. Esto da lu-
gar a una situación llena de emocionante
ansiedad y fatales augurios. Mas en el mo-
mento culminante, cuando las esperanzas de
los dos seres que se amaban sin comprender
la intensidad de su amor, están a punto de
derrumbarse, los dioses benévolos que guían
los destinos de los hombres y de las muje-
res que se aman, ofrecen una solución al
obscuro problema que habrá de emocionar
al más estoico que asista a la proyección de
esta película, interesante y bien interpreta-
da, que se estrenará en y en la
cual toman parte, además de los dos artistas
antes mencionados, Lowell Sherman, El
Brendel, Roy Stewart, Sidney Bracey y
muchos otros, con un nutrido acompaña-
miento de clowns, gimnastas, acróbatas, etc.
En este número:
"DIOSES VANOS"
"LA MAGIA DEL AMOR'
"EL SASTRE BOTINES'
"DIPLOMACIA"
"¿LEONCITOS A MI?"
"EL RIO DEL OLVIDO"
PAGINA 18
MENSAJERO PARAMOUNT
Biografías y Argumentos de Películas
Sugestiones de Publicidad
Biografía de NEIL HAMILTON
Neil Hamilton, indiscutiblemente uno de los
primeros actores más eminentes de la l'aramount,
íació en la pequeña ciudad de Lynn, en los Esta-
dos Unidos. Educado para la carrera eclesiástica
)or el deseo paterno, poco antes de tomar los
hábitos, Neil Hamilton se confesó con sus padres
y les manifestó su intensa vocación por el tea-
tro. Para no contrariar al muchacho, los padres
se resignaron y con lágrimas en los ojos lo vieron
partir para Nueva York, alegre y confiado, comí,
si se embarcase para la Meca de sus ilusiones.
Los comienzos de Neil Hamilton en el teatro fue-
ron lentos. Después de recorrer los Estados Uni-
dos varias veces con diversas compañías de drama
y comedia, el trabajo artístico de Hamilton llamó
la atención de 1 ». W. Griffith, quien le ofreció una
oportunidad para tomar parte, con creciente buen
éxito, en las películas América y ¡Qué l^ella es la
vida ! Después de esta última película, Neil
Hamilton fué admitido en los estudios de la Para-
mount con un contrato de larga duración. Diplo-
macia, versión cinematográfica modernizada del
ifamoso drama de Victoriano Sardón, que se estre-
nará en es la última película de la
Paramount en que este eminente primer actor
toma importante parte. Neil Hamilton mide cinco
Jpies y once pulgadas de estatura pesa 155 libras,
tiene el pelo negro y los ojos pardos.
Biografía de THOMAS ME1GHAN
(Viene de la página 4)
licitó el ingreso en una compañía que a la
jsazón actuaba en un teatro de su ciudad na-
jtal, con tan buena fortuna, que su solicitud
ifue inmediatamente atendida. Enamorado
de su arte y estudioso como el que más,
Thomas Meighan no tardó en conquistarse
un nombre en la escena americana.
En Londres alcanzó gran populari-
dad interpretando el protagonista de la
jcomedia de costumbres americanas, Broad-
way Jones. A su regreso de Inglaterra, una
'empresa cinematográfica ofreció a Meighan
jun puesto en el reparto de la película The
'Fighting Hope, al lado de la célebre actriz
; Laura Hope Crews. Desde ese día, Thomas
1 Meighan figuró entre los primeros actores
de la escena cinematográfica americana, lle-
gando a la cima de su carrera al otorgársele
el título de estrella de la Paramount, después
de su resonante triunfo en la película The
Miracle Man. Meighan ha aparecido en un
gran número de películas, entre las cuales
> descuella la intitulada Dioses vanos, consi-
derada la mejor de cuantas ha tomado parte
este simpático y popular primer actor de la
Paramount.
País de origen : E. U. A.
Espérese brevemente:
"La Fragata Constitución"
"Las Tristezas de Satán"
"Los Rough Riders"
"Beau Geste"
Monumentos de arte y fuentes de
oro para el empresario.
Biografía de DOUGLASS MacLEAN
(Viene de la página 14)
para ofrecerle un papel de importancia en una
película de guerra. Tan a satisfacción del director
desempeñó MacLean este papel, que no tuvo re-
paro en confiarle más tarde la interpretación de
dos papeles igualmente importantes en dos pelí-
culas en las que tomaba parte la popular y aplau-
dida actriz Mary Pickford. Douglas MacLean
debe su título de estrella de la cinematografía a
su talento, en primer lugar, y en segundo lugar al
director Thomas H. Ince. MacLean ha inter-
pretado papeles de importancia en las películas
siguientes: Tzventy and a Half Hours Leave, El
pájaro de cárcel, Passing Through, El Mensajero
No. 13, El Hotentote, El Cónsul Yanqui, Never
Say Die y Presénteme. En la actualidad, la Para-
mount distribuye las películas por él interpretadas
por arreglo especial, siendo la primera de ellas
la intitulada, La casa de las siete llaves y la última
la intitulada iLeoncitos a mí?, que se estrenará
en el teatro y la cual no dudamos
será un verdadero acontecimiento artístico y de
taquilla.
"Diplomacia"
(Viene de la página 17)
el Barón Ballin había sacado de graves
apuros monetarios, entregándole respetables
sumas que invariablemente iban a parar al
tapete verde de las mesas de juego del Gran
Casino. Confrontada por su esposo y acu-
sada por éste de un grave delito, del cual,
aun siendo inocente, no puede defenderse
por no comprometer a su propia madre, la
situación de la infortunada Dora no puede
ser más trágica y dolorosa. Y, a pesar de
lo que murmura la gente, Dora continúa
considerando a la verdadera culpable, a la
Condesa Zicka, como una amiga. Mientras
tanto, Julián y Enrique Weymouth hacen
esfuerzos inauditos para recobrar el docu-
mento desaparecido, el cual fué dirigido al
Barón Ballin en un sobre escrito de puño
y letra de Dora. No obstante este compro-
metedor detalle, la culpabilidad de la Con-
desa Zicka resulta a fin de cuentas perfecta-
mente establecida gracias a la activa inter-
vención secreta en el asunto de Roberto
Lowry, un detective americano, quien logra
arrojar sobre los hombros de la astuta Con-
desa toda la responsabilidad en la desapari-
ción del valioso documento. Comprobada
sin el menor asomo de duda la inocencia de
Dora, no hay motivo ninguno que impida
que el interrumpido viaje de bodas se celebre
en medio de la mayor alegría y la más com-
pleta felicidad.
LA PARAMOUNT EN LA ISLA DE CUBA
ESTA fotografía, ejemplo
gráfico de las actividades
de la Paramount en la Per-
la de las Antillas, fué obtenida
recientemente en la oficina de la
Paramount, en la Habana, en el
instante que el señor Fernando
Casanova, administrador gerente
de la acreditada Empresa José
López Soto, propietaria de los
populares y céntricos teatros
VVilson c Inglaterra, calzaba con
su firma el primer contrato con
la Paramount Films of Cuba, en
presencia de los señores (de pie,
de izquierda a derecha) Georgc
Weltner, representante especial de la Para-
mount, Ramón Pablo Alvarez, presidente de
la Unión de Empresarios de Cuba; (sen-
tados, de izquierda a derecha) Clarence C. Mar-
gon, gerente general de la Paramount Films of
Cuba, y A. L. Pratchett, subgerente general de la
misma. Con este motivo, creemos pertinente re-
cordar que la Empresa José López Soto fué el
primer cliente que tuvo la Caribbean Film Ce,
antigua distribuidora de las películas Paramount
en Cuba, y como prueba del buen éxito obtenido
con estas producciones en sus teatros, ha querido
honrar con el mismo puesto de cliente fundador
a la Paramount Films of Cuba.
PAGINA 19
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"■ III-
ni trr
VOL. V
FEBRERO, 1927
(Distribución gratuita)
No. 2
MENSAJERO PARAMOUNT
AL SERVICIO DEL EXHIBIDOR
REVISTA MENSUAL, PUBLICADA POK EL DEPARTAMENTO EXTRANJERO
O. R. GEYER,
Director de Publicidad
Vol. V
\FAMOUS PLAYERS LASKY CORPORATION 1
ADOLDH 2UKOO. Pr,i,-ient
J.VENTURA SUREDA,
Coeditor
No. 2
Las Grandes Obras de la Cinematografía
"LAS TRISTEZAS DE SATÁN," DE LA PARAMOUNT
L\ opinión del señor Benito del Villar
acerca de la película Las tristezas de
Satán, que publicamos en lugar preferente
de esta página, bastaría por sí sola, por tra-
tarse de un juicio emitido por uno de los
cinematografistas más autorizados de Sur-
américa, para que los empresarios de los paí-
ses de habla castellana tomaran de ella bue-
na nota, pues, como muy acerta-
damente dice el activo gerente de
la Paramount Films, S. A., de
Chile, "Las tristezas de Satán
será una de las mejores espadas
que esgrimirá el empresario ci-
nematográfico durante la tempo-
rada que se avecina."
Sin embargo, como muy bien
pudiera haber quien maliciosa-
mente tomase por interesada la
opinión de nuestro gerente chi-
leno, nos limitaremos a dar a
continuación una sucinta relación
ele lo que dijeron los órganos
más autorizados de la prensa dia-
ria neoyorquina, a raíz del es-
treno de la última producción
cinematográfica de D. W. Grif-
fith, en el Teatro George M.
Cohan, de Nueva York.
De New York Times: "En la
novela de gran circulación de
Marie Corelli, intitulada Las tristezas de
Satán, llevada magistralmente a la pantalla
por D. W. Griffith, vemos, en primer térmi-
no, un Satán con indumentaria moderna, in-
cluso sombrero de copa, como no estábamos
acostumbrados a verlo. Al saltar gradual-
mente de la miseria el esplendor ; al retra-
tar con mano maestra la más abyecta po-
breza, por un lado, y por el otro las orgías
pasionales más inconcebibles, Mr. Griffith se
nos revela un maestro que se ha superado
PAGINA 2
a sí mismo en la producción que anoche tu-
vimos la buena fortuna de admirar en la
pantalla del teatro del Broadway donde se
exhibe y se exhibirá durante muchas se-
manas."
De New York Evening World : "El papel
de Satán que en la película Las tristezas de
Satán encarna tan magistralmente Adolphe
UNA OPINIÓN DE VALIA
El asunto de Las tristezas de Satán es interesante en
todos sus aspectos, principalmente porque está arrancado
de un pedazo de la vida real y también por su profunda
filosofía. La presentación de la película es sorprendente
y magnífica en todos sentidos y su interpretación abso-
lutamente perfecta e impecable. Carol Dempster se nos
revela como una actriz consumada. Menjou está inimi-
table en la caracterización de su papel, y Ricardo Cortez
hace una verdadera creación del que tan acertadamente
se le ha confiado. Por estas y otras muchas razones
tengo la completa seguridad de que Las tristezas de Sa-
tán será una de las mejores espadas que esgrimirá el
empresario, no sólo de mi país, sino del mundo entero,
durante la temporada que se avecina.
Benito del Villar,
Gerente de la Paramount Films,
S. A., de Chile.
Menjou, es una de las caracterizaciones del
diabólico personaje más sugerentes que he-
mos visto en la pantalla. La magnífica com-
binación de luces y sombras, hábilmente
manipulada por el mago Griffith, da un re-
lieve inmenso a la labor artística de este in-
térprete y de los demás que lo secundan.
Cortez está afortunado en su interpretación,
la cual desarrolla hasta el límite."
De New York Sun : "Las tristezas de
Satán es una exquisita combinación de luces
y sombras, de fantásticas y diabólicas figu-
ras proyectando sus pavorosas sombras por
tenebrosas paredes y amorosos parajes pic-
tóricos de lirismo. Dícesenos que D. W.
Griffith, el director de Las tristezas de Sa-
tán, ha estado trabajando durante más de
un año en el desarrollo de su concepción
del mítico personaje, y por lo que tuvimos
ocasión de observar anoche en la
pantalla del Teatro Cohén, Grif-
fith ha logrado con sorprendente
arte realizar lo que se proponía.
Puede el lector tener la seguridad
que se trata de una película ar-
tística, bella y dramática."
De New York Herald-Tri-
bnne : "Como habíamos previsto
antes de asistir a la proyección ¡
de Las tristezas de Satán, tene-
mos en ella una película que re-
vela en todos sus detalles la so-
berbia dirección de D. W. Grif-
fith. La interpretación es impe-
cable y la fotografía hermosa.
Adolphe Menjou nos ofrece en
esta película una caracterización
de Satán que no deja nada que
desear. A veces, sin embargo,
sólo adivinamos su presencia
por la diabólica sombra que pro-
yecta sobre sus víctimas. Ricar-
do Cortez raya a gran altura en la inter-
pretación del individuo que vende su alma
por un puñado de oro. Si alguien dudare
de que Cortez es un excelente actor, no
tiene más que ir al Teatro Cohén y se le
desvanecerá la duda."
De New York Daily News: "La apari-
ción de Menjou en la pantalla del Teatro
Cohén, precedido por una monstruosa som-
bra detrás de la otra, para esfumarse y con-
(Conthríia en la página 18)
MENSAJERO PARAMO UNT
"El Bienquerido"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
ADOLPH MENJOU
e 7i
"EL BIENQUERIDO"
(The Ace of Cads)
con
VLICE JOYCE y NORMAN TREVOR
Película basada en la obra de
MICHAEL ARLEN
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado, Estudio de
Nueva York.
Película Paramount
Dirección de LUTHER REED
idaptación y argumento de Forrest Halsey
Fotografía de J. Roy Hunt
Editor de Producción, Ralph Block
REPARTO
Teniente Capel Maturin. .Adolphe Menjou
Leonora Maitland Alice Joyce
Coronel Guy de Gramercy, Norman Trevor
íeniente Basil de Gramercy,
• Philip Strange
uaná de Gramercy Susana Fleming
j,ord Cecilio Elphin. . . .Reginald Sheffield
ARGUMENTO
CAPEL MATURIN y Basil de Gram-
ercy, jóvenes tenientes de la Guardia
del Rey, compañeros y amigos inse-
parables, aman, sin saberlo, a la misma mu-
jer, la encantadora Leonora Maitland.
Cuando Basil descubre que su mejor amigo
ama a Leonora, traiciona su amistad va-
liéndose de una sutil estratagema. Perdido
su amor, Maturin se entrega desenfrenada-
mente al juego y a la bebida. En la cena
de despedida de soltero que Basil tiene el
cinismo de ofrecer al amigo a quien traicio-
nó, con dinero prestado por éste, los dos ca-
laveras son sorprendidos in fraganti en
compañía de dos mujeres mundanas, por el
coronel de Gramercy, padre de Basil, quien,
creyendo a Maturin responsable de la vida
desordenada que su hijo lleva, manda juz-
gar sumariamente a aquél, y el joven tenien-
te es expulsado del Regimiento "por haber-
se comportado de una manera indigna de un
oficial y un caballero." Deshonrado y hu-
millado, Capel Maturin parte para París el
mismo día que se celebran las bodas de su
desleal amigo de Gramercy con la infiel y
voluble Leonora.
Pasan veinte años. A pesar de la fama
que París tiene de ser la ciudad más hos-
pitalaria del mundo, Maturin pasó en ella
algunos años en la soledad más grande de
su vida. Cuatro de estos años, particular-
mente, transcurridos en medio del conflicto
más sangriento que registra la historia del
mundo, dejaron una huella profunda de
amargura en el rostro de Capel Maturin.
La familia del coronel de Gramercy con-
tinuaba en Londres, pero como tantos otros
millones de familias, también ella pagó su
tributo al insaciable Moloc de la guerra.
Al regresar a Londres después de una
ausencia de cuatro lustros, el primer pen-
samiento de Maturin fué para la mujer que
un día traicionó su amor. Leonora vivía en
la populosa ciudad del Támesis en compañía
Adolphe Menjou, protagonista de la película "El Bienquerido," en tres interesantes escenas de la misma. Alice Joyce
y Norman Trevor secundan admirablemente la labor del eminente actor de la Paramount.
de su suegro, el anciano coronel de Gramer-
cy, y su hija Juana, hermosa flor de veinte
primaveras. Contrariando los deseos de su
madre y de su abuelo, Juanita sostiene re-
laciones amorosas con Lord Cirilo Elphin,
descendiente de una de las familias más
linajudas de la vieja Inglaterra, a quien el
joven aristócrata no hacía ningún honor por
sus hábitos licenciosos y desordenados. Una
noche, en uno de los restaurants que suelen
permanecer abiertos hasta las primeras ho-
ras del amanecer, Lord Elphin, acompañado
de Juanita, se ve envuelto en una acalorada
trifulca, y Maturin, que acierta a estar sen-
tado ante una mesa contigua, al ver la situa-
ción embarazosa en que se encuentra la
joven, se ofrece amablemente a acompañarla
a su casa, pues Lord Cirilo evidentemente
no se encuentra en estado de hacerlo cual
corresponde a un caballero.
Mientras tanto, intrigado el anciano co-
ronel de Gramercy por la tardanza de su
nieta en volver a su casa, teniendo en con-
sideración lo avanzado de la hora, ordena a
su criado de confianza que mande a su pre-
sencia, en cuanto llegue, "al caballero que
la acompaña," creyendo que aquél será Lord
Elphin, con quien Juanita salió de su casa a
las primeras horas de la noche.
¡ Cuan lejos estaba el severo y rígido co-
ronel de imaginarse que un día el destino le
exigiría cuentas, llevando a su presencia, y
en su propia casa, al hombre a quien veinte
años antes, por salvar a su hijo, juzgó tan
in j usta como severamente !
Y así fué como el mismo destino, ciego y
brutal, arrastró nuevamente al de Maturin
a la escena de su mayor desgracia.
— Caballero, Sir Guy de Gramercy de-
sea verlo — le dice a Maturin el criado que
lo esperaba, mientras aquél se dispone a des-
pedirse de Juanita, dejándola en la puerta de
su casa.
Al oir pronunciar al cria-
do el nombre de Gramer-
cy, Maturin pierde por un
instante la serenidad que
jamás le abandonaba, mas,
repuesto en seguida de su
asombro, le pregunta a
Juanita :
— ¿ Quién es usted, seño-
rita ?
— Aquí debe haber habi-
do una equivocación. . .Mi
abuelo desea ver al caballe-
ro con quien salí y no el
PAGINA 3
MENSAJERO PARAMOUNT
¿yaauaA
•m
que me ha acompañado le dice la joven,
visiblemente turbada, a su amable acom-
pañante.
Señorita, tengo la seguridad de que a
su abuelo le causará inmensa sorpresa ver
al "caballero que la ha acompañado."
Evidentemente, la sorpresa de Sir Guy de
( iramerey no es para descrita.
— ¿ Cómo se atreve usted a poner los pies
en mi casa? — le dice, indignado, el anciano
al intruso.
— Abuelito, este caballero es una buena
persona - - protesta Juanita en defensa de
Maturin, hacia quien se siente irresistible-
mente atraída por una fuerza invisible.
—Te equivocas, hija mía. . .Es el
hombre más perverso de Londres —
dice Sir Guy.
—No lo creo, pues acaba de sal-
varme de una situación sumamente
embarazosa — replica la jovencita.
— ¡ Caballero, salga usted inme-
diatamente de mi casa ! — insiste el
anciano.
Maturin obedece el mandato de
Sir Guy de Gramercy, mas no se
marcha solo del hogar del noble
procer inglés, pues consigo se lleva
el corazón de Juana de Gramercy, el
cual habrá de guardar en rehenes
para vengarse de la mujer cuyo
amor un día traicionó.
Los amores de Capel Maturin y
Juana de Gramercy siguieron el
curso acostumbrado de todos los
amores, pues aquél no había olvida-
do el exquisito arte de cautivar a
las mujeres con flores, cenas y au-
tomóviles. . .
Inútiles son los consejos y adver-
tencias de Leonora y Sir Guy a
Juanita para que rompa sus rela-
ciones con Capel Maturin, a quien
pintan con los más negros colores. A
medida que pasan los días, la joven
se siente más irresistiblemente uni-
da a aquél, con quien se la ve fre-
cuentemente en los lugares más con-
curridos por la sociedad londinen-
se, siendo, como es natural, sus
amores el pábulo de todas las con-
versaciones, especialmente de aque-
llas personas que aún recordaban el
incidente de la boda de Leonor con
Basil de Gramercy y la degradación
de Maturin, ocurridos veinte años
antes.
Inútiles son los ofrecimientos de
dinero que el anciano coronel hace
a Maturin para que rompa con su
PAGINA 4
nieta; vanas son, asimismo, las súplicas de
Leonora para que éste le devuelva a su hija.
Un día, cuando la boda de Maturin y Jua-
nita parece ser la única solución lógica e
inminente, aquél insiste en hablar con Leo-
nora y sir Guy de Gramercy, en presencia
de Juanita.
— Juanita, tu abuelo me ha desafiado a
que te cuente un capítulo de mi vida con
la seguridad de que al saberlo romperás con-
migo.
—Mi historia es breve ; es la de un hom-
bre desleal y de una mujer que pretó oídos
a sus calumnias para desprestigiar a su me-
jor amigo.
— Hace muchos años — continuó diciendo
Maturin — tenía yo un amigo que confiaba en
mí como un hermano, mas, secretamente, yo
le odiaba porque le envidiaba. Los dos
amábamos a la misma mujer, aunque mi
amigo jamás tuvo sospechas de ello.
— ¿ Quién era aquel hombre ? — inquiere,
ansiosa, Juanita.
— Uno a quien tú nunca conociste.
— ¿Y aquella mujer? — vuelve a inquirir
Juanita.
— Aquella mujer era muy orgullosa y el
hombre que la amaba con toda su alma era
demasiado confiado, de consiguiente, no era
nada difícil traicionarlo.
Y dirigiéndose a sir Guy, Matu-
rin le habla de esta manera :
— Sir Guy, en realidad vuestra
familia tenía pendiente conmigo
una deuda de honor, mas después de
lo que ha pasado aquí esta noche,
todas las deudas quedan liquidadas.
— No comprendo — replica, intri- |
gado, el anciano coronel — . Mi fa- Q
milia no le debió nunca nunca.
— La historia que acabo de con- I
tar es la de vuestro propio hijo — |
le dice Leonora a sir Guy, mien- |
tras Maturin, recogiendo el abrigo
y el sombrero de manos de un cria-
do, se dirige hacia la puerta, simu-
lando indiferencia.
— Madre, ya sé quién era aquella
mujer — dice Juanita, quien desqués
de unos breves minutos de silencio,
añade en tono amenazador !
— Si no te casas con él, me casa-
ré yo .. .
ADOLPHE
MENJOU
"El Bienquerido"
(The Ace of Cads)
con
ALICE JOYCE y NORMAN TREVOR
A ningún empresario se le escapará la importancia que para la publi-
cidad y propaganda tiene este grabado y los demás por el mismo es-
tilo que aparecen en otras páginas de esta revista, atractivos, econó-
micos y de fácil reproducción al tamaño que se desee.
BIOGRAFÍA DE ADOLPHE
MENJOU
Este popularísimo actor de la Para-
mount, protagonista de la película Ei
Bienquerido, que se estrenará en el tea-
tro nació en Pittsburgo, de
padres franceses, como su apellido da a
entender. Menjou estudió ingeniería
mecánica en la Universidad de Cornell,
habiendo antes terminado sus estudios
primarios en la Academia Militar de
Culver, en Indiana. Fué mientras estu-
diaba en Cornell que a Menjou le picó
el microbio del teatro, pues ya entonces
figuraba en todas las representaciones
teatrales que allí se daban. Con el tí-
tulo de ingeniero en el bolsillo, Menjou
salió de la Universidad más decidido
que nunca a ingresar en el teatro. Du-
rante dos consecutivos años, trabajó en
películas y en la escena hablada, hasta
que en 1912 aceptó un contrato que le
ofreció la antigua empresa Vitagraph
(Continúa en la página 18)
MENSAJERO PARAMOUNT
"La Colegiala Altiva"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
BEBE DANIELS
>
4 LA COLEGIALA ALTIVA"
(The Campus Flirt)
Producción de Clarence Badger
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, estudio de California.
Película Paramount
Argumento y adaptación de
Louise Long y Lloyd Corrigan
Editor en Jefe E. Lloyd Sheldon
Dirección de Clarence Badger
Fotografía de H. Kinley Martin
REPARTO
Patricia Bebé Daniels
El padre de Patricia George Irving
La madre de Patricia. . .Francés Raymond
Denís Adams James Hall
¡Carlos Paddock Charlie Paddock
Canuto, el Portero El Brendel
^Gerardo Stearns '. .Gilbert Roland
(La matrona del Colegio. . . .Sylvia Ashton
(Enriqueta Joan Standing
Cenoveva Irma Kornelia
María Jocelyn Lee
'Fatty" .Sumner Getchel
P
ARGUMENTO
ATRICIA MANSFIELD es un pro-
ducto típico de uno de esos colegios de
refinamiento europeos, a los cuales los mi-
llonarios americanos
mandan sus hijas,
quienes regresan a su
casa al cabo de dos o
tres años con todos
los defectos que carac-
terizan a los retoños
de la aristocracia euro-
pea y sin ninguna de
sus buenas cualidades,
espués de una larga
temporada en París y
otras capitales del vie-
o continente, Patricia vuelve a Nueva York
|tan desconocida moralmente, que su padre,
asustado con el esnobismo de la muchacha,
se decide a mandarla inmediatamente al
Colegio de Colton, con la esperanza de que
en él perderá el barniz aristocrático euro-
peo con el roce democrático de las hijas y
los hijos de la burguesía americana. En el
tren que conduce a nuestra colegiala al
Colegio de Colton, ésta encuentra al joven
Denís Adams, uno de los atletas más popu-
lares de Colton, quien, con el objeto de pa-
garse a sí mismo los estudios, hace de ca-
marero en el restorán del colegio. Adams
presenta a Patricia a su amigo Carlos Pad-
dock, "el corredor más rápido del mundo."
Al llegar a Colton, Patricia recibe la
primera desilusión de las muchas que la
aguardan, al obligarla a convivir en la mis-
ma habitación con otra colegiala. La alti-
vez y soberbia de Patricia hacen que a las
veinticuatro horas de haber llegado a Col-
ton sea la muchacha más impopular y anti-
pática del Colegio. Estas cualidades tan po-
co deseables hacen que la jovencita sea el
blanco de las burlas de todos sus compa-
ñeros. Los únicos amigos que parece tener
Patricia, más por conmiseración que por
simpatía, son Enriqueta, su compañera de
cuarto, y Canuto, un muchachón de nacio-
nalidad sueca que hace las veces de portero
y correvedile.
Una noche, después de haber sido objeto
por la centésima vez de las burlas de sus
compañeras, Patricia corre a refugiarse a
su habitación con los ojos arrasados en llan-
to. Después de una noche de insomnio,
pasada en hondas meditaciones, llega el nue-
vo día que habrá de ver la vindicación com-
pleta y radical de Patricia, en cuyo cambio
Denís habrá de jugar un papel de grandísi-
ma importancia. Siguiendo el consejo de
Denís, quien en una ocasión tuvo oportuni-
dad de admirar la ligereza de los pies de
Patricia, ésta ingresa en el equipo de corre-
doras, en donde entrena a las órdenes de
Paddock. La víspera del concurso atlético
anual entre los equipos contrincantes de Col-
ton y Stoddard, un grupo de estudiantes de
esta última universidad, capitaneado por
Gerardo Stearns, secuestra a Denís Adams,
y lo conduce en automóvil al desierto obser-
vatorio de Colton, a fin de que no pueda to-
mar parte en varios números del reñido con-
curso atlético.
Enterada Patricia de la hazaña de los es-
tudiantes de Stoddard y conocedora del lu-
gar donde Denís se encuentra, corre en su
auxilio, mas en vez de libertarlo (cosa que
tampoco habría conseguido, pues el joven
no estaba en la torre), ella queda acciden-
talmente encerrada dentro, de donde es, li-
bertada por Canuto cuando sólo faltan unos
minutos para que el equipo de corredoras de
Stoddard venza al de Colton. La oportuna
llegada de la joven salva la situación y la
"Colegia altiva" (que ya no lo era) es acla-
mada por todos los estudiantes y colegia-
las, quienes desde este día se disputan el
honor de tenerla por amiga. La carrera de
Patricia termina en las aguas de una pisci-
na en donde los bra-
zos atléticos y amoro-
sos de Denís Adams
la esperan. . .
La bella y popular actriz Bebé Daniels
en cuatro interesantes escenas de la
película "La colegiala altiva," en la
interpretación de la cual la secundan
admirablemente los distinguidos ar-
tistas James Hall, El Brendel, Charles
W. Paddock y otros.
Sugestiones de
Publicidad
En la producción de
la película La colegiala
altiva, de la Paramount,
que se estrenará en el
teatro el día ,
han intervenido Bebé
Daniels, vivaracha, encantadora y antipática en las
primeras escenas de la película, mas en las últimas,
bueno, amable lector, en las últimas hay que ver
a la linda Bebé, especialmente cuando cae en las
aguas del lago en brazos de James Hall, intérprete
del papel de Denís Adams, perfecto héroe de pelí-
cula, a quien el público neoyorquino conoce sobra-
damente como actor del teatro hablado. Esta, es la
primera película en que Hall toma parte aunque
por su interpretación cualquiera diría que ha ac-
tuado ante el objetivo de la cámara toda la vida.
El Brendel, otro de los actores que han tomado
PAGINA j
MENSAJERO PARAMOUNT
««DANIELS
Colegiala
Altiva"
(The Campus Flirt)
al público más exigente con- la seguridad
de que quedará complacido.
importante parte en La colegiala altiva, alcanzó
gran renombre en el famoso 11 'ínter Carden, de
Nueva York, del cual pasó al estudio cinematográ-
fico de la Paramount para interpretar un papel de
importancia en la película La magia del amor. In-
terpretando el chistoso papel de Canuto en La co-
legiala altiva, Brendel tiene oportunidad de demos-*
trar que es un consumado actor cómico, a quien
esperan grandes triunfos en la pantalla. Charles
Paddock no necesita presentación ; la fama que tie-
ne de corredor más rápido del mundo queda en es-
ta película bien demostrada. Además de esta habi-
lidad, Paddock es un excelente actor y una atrac-
ción valiosísima en cualquier programa. Como di-
rector ha intervenido en La colegiala altiva Clar-
PAGINA 6
ence Badger, a quien se deben otros recientes triun-
fos cinematográficos, como Senderos al paraíso y
Los millones de Paulina. Lloyd Corrigan hizo la
adaptación de la obra literaria a la pantalla. La
fotografía se debe al talento de H. Kinley Martin,
uno de los mejores fotógrafos cinematográficos
con que la Paramount cuenta en sus estudios. Las
escenas exteriores de la película fueron impresio-
nadas en los alrededores de la L T niversidad de Cali-
fornia, y en ellas aparecen gran número de estu-
diantes, atletas, entrenadores y corredores de ese
famoso centro de educación norteamericano. La
película que se estrenará en el teatro es digna
de figurar en el programa destinado a satisfacer
Los Reflectores del Estudio
Perjudican a los Artistas
El "mal de Klieg," llamado así por ser
éste el nombre del inventor de los poten-
tes reflectores eléctricos que se usan en los
estudios cinematográficos liara impresio-
nar las escenas interiores de las película!
hace todos los días innumerables víctimas
entre los artistas que se ven obligados a
exponer la vista durante varias horas a
la acción directa de los poderosos rayos
de los reflectores Klieg. Afortunadamen-
te, los actores y actrices que tomaron par-
te en la impresión de las escenas de la
película La colegiala altiva, que se estre-
nará en el teatro el día
se vieron libres de los peligros de esta
nueva afección de la vista, gracias a qui-
las escenas de este interesante film, en el
cual la gentil actriz Bebé Daniels inter-
preta el papel de protagonista, fueron im-
presionadas casi en su totalidad al aire li-
bre bajo la acción directa, no de los dañi-
nos rayos Klieg, sino de los benéficos y
saludables del ardiente Febo, el cual bri-
lló durante tres semanas consecutivas, que
fueron las que duró la impresión de la
película, en el clarísimo y despejado cielo
de California. Las escenas principales de
la película La colegiala altiva, que el pú-
blico aficionado al cinema tendrá opor-
tunidad de admirar en estos días en el
teatro fueron impresionadas en
el extenso campo de deportes de la Uni-
versidad de California, pues su asunto gi-
ra alrededor de una jovencita orgullosa
y vana, a quien su aristocrática madre,
desoyendo los consejos de su democrático
esposo, insiste en mandar a un colegio
europeo para que adquiera en él el refina-
miento que caracteriza a la aristocracia,
del viejo continente, imposible de adquirir
en los colegios democráticos de Norte-
américa. Al regresar a su casa, conver-
tida en un verdadero snob, el democráti-
co padre, a fin de que la jovencita pierda
con el roce con las hijas e hijos de la
burguesía americana, más rica en dólares
que en pergaminos, el barniz artistocrá-
tico adquirido en el colegio parisién y en
sus viajes por las principales capitales de
Europa, la manda a un colegio ameri-
cano, en donde la niña no tarda en comprender
que su snobismo es la causa de su impopularidad
entre sus compañeras colegialas. Tan radical es
el cambio que se opera en la jovencita altiva, que
sus compañeras acaban por disputarse su amistad
y el honor de tenerla por compañera.
En la impresión de las escenas de la película
La colegiala altiva tomaron parte muchos estu-
diantes de la Universidad de California, especial-
mente en los deportes atléticos que en ella apare-
cen, como carreras de obstáculos, saltos de altura '
y anchura, lanzamiento de disco, de jabalina, etc.
etc' Bebé Daniels, James Hall, El Brendel y
Charlie Paddock, principales intérpretes de esta
(Continúa en ¡a página 18)
MENSAJERO PARAMO UNT
"El Campeón del Amor"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
RICHARD DIX
e n
"EL CAMPEÓN DEL AMOR"
(The Quarterback)
i
ESTHER RALSTON
'elícula basada en un argumento original
de W. O. McGeehan y William
Slavens McNutt
Adaptación de Ray Harris
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado, estudio neoyorquino
Película Paramount
Dirección de FRED NEWMEYER
íl partido de football está jugado bajo la
inmediata dirección de Fielding
H. Hurry Up Yost
Editor de Producción, Ralph Block
Editor literario, Julián Johnson
Fotógrafo, Edward Cronjager
REPARTO
Jack Stone Richard Dix
jvuisa Masón Esther Ralston
ílmer Stone Harry Beresford
iLumpy" Goggins David Butler
)aniel Walters Robert W . Craig
íellie Mona Palma
ARGUMENTO
N el otoño de 1899 los ciudadanos
de College City se habían olvidado ya
a reciente guerra hispanoameri-
de
ana y dedicaban toda su atención y entu-
asmo al próximo juego de fútbol entre los
quipos del Colegio Colton y de la Universi-
ad del Estado, los dos implacables rivales.
Antes de contraer matrimonio, Elmer
Stone, quarterback, del equipo del Colegio
Colton, y padre de Jack, prometió formal-
mente a la que iba a ser su esposa que no
saldría del Colegio hasta que su equipo
bubiese vencido al de la Universidad del
Estado.
Pasan veintisiete años y aunque la esposa
de Stone hacía algún tiempo que había
fallecido, éste continuaba fiel a su promesa
y, a despecho de pasar ya de los cincuenta,
seguía confundiéndose entre los estudiantes
y muy particularmente entre los jugadores
del equipo de Colton, cuyo puesto de quar-
terback cede, finalmente, a su hijo Jack al
entrar éste en el Colegio, con la condición
de que ha de prometerle que procurará por
todos los medios a su alcance arrebatar los
laureles de la victoria de la frente de los
jugadores del equipo de la Universidad del
Estado.
Jack Stone ingresa en el Colegio Colton
y como todo estudiante novato tiene que
pagar la novatada, mas no a manos de los
estudiantes de su propio Colegio, sino de
los de la Universidad del Estado, quienes
un día le sorprenden en los terrenos de la
Universidad, y le obligan a besar a la pri-
mera mujer que cruce la esquina, creyendo,
sin duda, que la suerte depararía al novato
una vieja o algún adefesio femenino. No
sucede así, sin embargo, por fortuna para
Jack y por desgracia para los estudiantes
del Estado, quienes de antemano se chupa-
ban los dedos de gusto con la broma que
le jugaban al asendereado y avergonzado
novato, pues la suerte le depara a una de
las colegialas más lindas de la Universidad
del Estado, la simpática Luisita Masón,
novia, para colmo de males, de Daniel Wal-
ters, capitán del equipo rival de Colton, y
promotor de la chistosa idea de obligar al
novato a darle un ósculo a la primera mujer
que cruzase la esquina. Cometido el invo-
luntario, o más bien forzado delito de "le-
sos labios," Jack se quita humildemente lo
que le queda del sombrerito de paja, que
fué precisamente la prenda a la cual los
estudiantes del Estado dirigieron sus em-
ponzoñados dardos, y le dice a la sorpren-
dida jovencita, en tanto que aquellos em-
prenden la fuga :
—Usted perdone, señorita ... Si no hu-
biese tenido los ojos tapados me habría
guardado muy bien de besarla.
Luisita se da por muy satisfecha con las
excusas del novato. . .y con el beso, y deja
partir al avergonzado Jack, mientras Daniel
se acerca a ella para acompañarla al lugar
donde se dirigía cuando el beso del novato
la interrumpió en su camino.
El lector supondrá el enojo de Daniel al
ver que Jack, un infeliz novato del Colegio
rival, había conseguido, sin querer, lo que
él no había logrado todavía : darle un beso
a Luisita, aunque ésta se lo tenía prometido
... si el equipo del Estado ganaba el pró-
ximo partido de fútbol, pues corrían voces
de que la victoria le resultaría más costosa
y difícil al equipo que en años anteriores.
En una palabra, Colton quería arrebatar al
Estado, con el auxilio de nuevos jugadores,
la copa que hacía más de cinco lus-
tros estaba en poder de este últi-
mo equipo.
¡ Cuan lejos estaban los jugadores
del Estado de imaginarse que aquel
Los distinguidos artistas de la Paramount, Richard Dix y Esther Ralston se disputan les aplausos del público en la excelente interpretación de sus
respectivos papeles en la película "El campeón del amor."
PAGINA 7
MENSAJERO PARAMO UNT
novato a quien habían tratado con tanta
desconsideración v brutalidad, seria nada
menos que el ejecutor de su derrota !
Mas, no anticipemos los acontecimientos,
y continuemos el hilo de nuestra historia,
pues desde el ingreso de Jack Stone al
equipo de Colton hasta su victoria defini-
tiva, suceden hechos y cosas dignos de ser
narrados y conocidos.
Mientras entrena en el equipo a las ór-
denes de Lumpy Goggins, coacli del Colton,
de quien se hace íntimo amigo, éste le in-
vita a ayudarle en la distribución a domici-
lio de las botellas de una compañía lechera,
con lo cual ambos piensan ganarse los estu-
dios en el Colegio. Jack acepta la propo-
sición de su amigo y es
curioso ver a nuestro
novato andar por las
mañanas por las calles
de College City dejando
una botella de leche en
cada puerta, o arroján-
dosela a su amigo Gog-
gins como si fuese un
balón de fútbol.
Todo marcha a pedir
de boca para el reparti-
dor de leche hasta que
los estudiantes de la
Universidad del Estado
se dan cuenta de la ocu-
pación matutina del no-
vato. Las burlas y las
mofas arrecian, por ese
motivo, en forma tal,
que Jack se dispone a
administrar un correcti-
vo a los burlones.
Enterada Luisa de
que Jack es un corredor
de nota, un día, le invi-
ta a su casa para pedirle que subs-
tituya a otro corredor en la carrera
de cien metros que ha de cele-
brarse en la Fiesta de Caridad de la vecina
población de Owensburgo. Por satisfacer
los deseos de la joven, con quien segura-
mente ansia repetir la escena del beso,
aunque en más favorables circunstancias,
Jack acepta tomar parte en la carrera. . .
y resulta vencedor, con lo cual acaba de
captarse la amistad de Luisita, muy a pe-
sar de Daniel, quien se pone de acuerdo
con sus compañeros de equipo para impedir,
por cualquier medio, que el nuevo quarter-
back del Colton tome parte en el juego de-
cisivo de fútbol de la temporada.
Valiéndose de una infame calumnia, cual
PAGINA 8
es la de hacer público el hecho falso de que
Jack había recibido el premio de doscientos
dólares ofrecidos al vencedor por el comité
de la feria de Owensburgo, del cual Luisita
formaba parte, las autoridades del Colegio
Colton despiden a Jack del equipo, con lo
cual le imposibilitan para tomar parte en el
reñido partido entre Colton y Estado.
Llega, por fin, la víspera del gran día en
que los dos equipos rivales van a medir sus
fuerzas, y Jack se dispone a hacer buena
la promesa que un día hiciera a su padre,
esto es, sacar triunfante al equipo de Col-
ton, para cumplir otra promesa hecha por
Elmer Stone veintisiete años antes a la que
por ella fué su esposa.
A la mañana siguiente, el boletín del Co-
legio, redactado por los mismos estudiantes,
publica la sensacional noticia de que Jack
Stone ha sido descalificado para tomar
parte en el juego de fútbol, por haber
aceptado un premio en metálico en la ca-
rrera de Owensburgo. A fin de que no
haya dudas a este respecto, el periódico
publica en la misma página en que da la
noticia, la reproducción fotográfica de la
bandera en que se ofrece el premio, y al
pie de ella el retrato del vencedor.
Al ver la fotografía, Jack recuerda que
la única persona que tomó una instantánea
durante la carrera fué Luisa, y a ésta acha-
ca, de consiguiente, el joven quarterback
la traición, sin imaginarse que en el mo-
mento que hacía tan infundadas suposi
dones, Luisa estaba echando en cara ;
Daniel, en defensa suya, su indigno pro-
ceder.
A fin de exonerar a Jack de toda sos-
pecha de culpabilidad en el asunto que tan
injustamente ocasionó su descalificación,
Luisa se dirige sin perder tiempo en busca
del presidente del comité de la feria de
Owensburgo, para que éste atestigüe, ante
el rector del Colegio, que la acusación es
absolutamente falsa. Mientras tanto, Jack
se dirige al alojamiento de Luisa situado
en los mismos terrenos de la Universidad ]
del Estado, mas no hallándola, aumentan
sus sospechas. Deseoso de limpiar de su
apellido la mancha del
deshonor, Jack "decomi-
sa" un Ford y como al-
ma que lleva el diablo,
se lanza en busca del
presidente de la feria, a
quien no encuentra por
haber salido un minutos
antes con Luisa.
En el entretanto, en el
campo de fútbol la lu-
cha entre Colton y Esta-
do sigue empeñadísima,
llevando el equipo del
segundo colegio la ven-
taja por varios tantos.
Desde una de las gra-
das, Luisa espera impa-
ciente la llegada de I
Jack, a quien varios
emisarios buscan por to-
das partes para enterarle
de su reintegro en el
equipo, después de pro-
bada su inocencia. Por
fin el quarterback hace
su aparición en el campo de fútbol y gra-
cias a su formidable juego, pronto convierte
lo que iba a ser una derrota inminente en
una decisiva victoria.
Cumpliendo su promesa, Luisa devuelve
el distintivo del Estado, que llevaba pren-
dido en el pecho, a Daniel, y en su lugar
prende en él el que sonriendo le entrega
maliciosamente Jack, el cual no es otro que
la chapa de latón que la compañía lechera
de College City entrega a sus repartidores
para su identificación.
Como se verá, la victoria del quarterback
del Colton no podía ser más completa y su
venganza más humillante para el capitán
del equipo del Estado.
FIN.
MENSAJERO PARAMOUNT
1 i
"El Águila del Mar"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan la producción de
FRANK LLOYD
"EL ÁGUILA DEL MAR"
("The Eagle of the Sea")
con •
FLORENCE VIDOR
RICARDO CORTEZ
Película Paramouut
B. P. SCHULBERG, Productor asociado,
Estudio californiano de la Paramount.
Dirección de FRANK LLOYD
Basada en la novela "El Capitán Sazarac"
por
Charley Tenney Jackson
Adaptación de Julien Josephson
Editor en Jefe: E. Lloyd Sheldon
Fotografía de Norbert Brodin
1 A
REPARTO
Luisa Lestron FLORENCE VIDOR
papitán Sazarac RICARDO CORTEZ
I Coronel Lestron Sam de Grasse
jluanín Jarvis André Beranger
afio Brea Mitchell Lewis
Dominico James Marcus
Reluche Guy Oliver
general Andrés Jackson. . . .George Irving
Don Rodrigo de Robledo. . .Ervin Renard
ARGUMENTO
EN 1818 hacía quince años que Nueva
Orleáns era, políticamente hablando,
una ciudad de los Estados Unidos,
jy, sin embargo, seguía siendo una población
¿típicamente europea, fieramente leal a Fran-
cia y a su confinado Emperador, prisionero
de los ingleses en la solitaria isla de Santa
Florence Vidor y Ricardo Cortez, intérpretes
principales de la película "El Águila del Mar,"
han merecido juicios muy favorables de la
crítica por la propiedad y el arte con que des-
empeñan su cometido en esta interesantísima
película de la Paramount.
Elena. Mas un día la ciudad se engalanó
para recibir dignamente a un gran america-
no, el general Andrés Jackson, heroico de-
fensor de Nueva Orléans contra el inglés
en 1815.
En esta turbulenta época, en que las colo-
nias de España una tras otra adquirían sobe-
ranía propia, y cuando las aguas del Golfo
de Méjico eran campo de acción de las
piraterías de Juan Lafitte, se desarrollan
las escenas de El Águila del Mar, título
que por su valor y temerario arrojo sus
compañeros dieron al célebre pirata, pro-
tagonista de este interesante film basado
en una serie de hechos rigurosamente his-
tóricos.
En 1815 el general Jackson, libertador
de Nueva Orleáns, perdonó la vida al pi-
rata Lafitte por el apoyo que éste le pres-
tara por mar hostilizando a los barcos mer-
cantes que aprovisionaban a las fuerzas
inglesas encerradas dentro de los muros de
la ciudad. Poco tiempo después, Lafitte
faltaba a su palabra de honor volviendo a
sus antiguas correrías por el Golfo de Mé-
jico y obligando a las autoridades militares
a poner precio a su cabeza.
Bajo el nombre supuesto de Capitán
Sazarac el audaz pirata pasea por las calles
de Nueva Orleáns confundido entre la mul-
titud que aclama y festeja al héroe del día,
el general Andrés Jackson. En el cortejo
de coches que desfila por la famosa calle
de la Levee, la principal de la ciudad en
aquella época, en honor del general Jack-
son, figura el carruaje del coronel Lestron,
ocupado por su bellísima sobrina Luisa.
De una manera repentina e inesperada, los
briosos caballos que arrastran el coche de
la bella de Nueva Orleáns, se asustan y
mal lo hubiera pasado, sin duda, la don-
cella, si el Capitán Sazarac, con riesgo de
su propia vida, no la salva de aquel grave
peligro.
Aquella misma noche, en el gran baile de
máscaras qué la aristocracia de Nueva Or-
leáns ofrece al general Jackson como digno
final de una semana de esplendorosas fiestas,
Luisa y el Capitán Sazarac se encuentran.
Sazarac ofrece inmediatamente su brazo a
la doncella, mas ésta lo rehusa cortésmente
pretextando que todavía no han sido pre-
sentados.
— Permitid, señorita, al Capitán Sazarac el
honor de ponerse a los pies de — dice,
haciendo una profunda reverencia, el célebre
pirata.
—De la señorita Luisa Lestron, cuya gra-
titud por haberle salvado la vida esta ma-
ñana, la obliga a perdonar vuestra audacia
— replica la doncella.
Mientras en el gran salón de baile la
MENSAJERO PARAMO UN T
as
bellísima sobrina del coronel Lestron baila
sin saberlo con el pirata Lafitte, cuyo mero
nombre aborrece, en la cámara de proa de la
goleta Serafina, un grupo de patriotas fran-
ceses, entre los cuales se encuentra el coro-
nel Lestron, discute el atrevido proyecto de
libertar a Napoleón de la isla de Santa
Elena.
De una manera tan inesperada como ino-
portuna, Jervis, un ebrio consuetudinario,
a quien desde el día que el general Jackson
concediera el perdón a Lafitte, le dio por imi-
tar a su antigua jefe, se introduce en el
salón de baile con un grupo de amigos,
disfrazados de piratas, con quienes se
entrega al mayor desorden. Jervis se
dirige tambaleándose al lugar donde
se encuentran Luisa y el Capitán Sa-
zarac, y se permite requebrar a la don-
cella con insistencia de borracho.
Deseoso de evitar un escándalo, el
Capitán Sazarac trata de alejar al
ebrio con buenas palabras, mas Jervis
lo reconoce y lo aclama como su jefe,
el pirata Lafitte. Luisa se aparta del
presunto Capitán Sazarac, horrorizada,
mas no convencida de que éste sea el
odioso pirata. El general Jackson
llama secretamente a su presencia a
Lafitte y le conmina a abandonar la
ciudad en el término de veinticuatro
horas bajo pena de arresto.
Mientras tanto, convencidos los
conspiradores de la Serafina de que el
mejor leader para llevar a feliz tér-
mino sus audaces planes de libertar a
Napoleón, es el pirata Lafitte, se acer-
can a éste y le ofrecen el mando de la
goleta filibustera. Al ver la indecisión
de Lafitte en aceptar el ofrecimiento,
el coronel Lestron invita al pirata a su
casa con la seguridad de que en pre-
sencia de su bella sobrina logrará con-
vencerlo. En la entrevista secreta que
ambos sostienen, el coronel Lestron
descubre a Lafitte el verdadero objeto
de la expedición de la Serafina, el cual
no es otro que lanzar a los Estados
Unidos e Inglaterra a un conflicto ar-
mado en provecho de España, pues
esta nación ambicionaba apoderarse de
la Luisiana. Al escuchar esto de la-
bios de un oficial del ejército ameri-
cano, quien no ponía reparos en des-
honrar su uniforme a cambio de su
lealtad a un monarca extranjero, La-
fitte lo increpa duramente. Lestron
echa mano a la pistola, más antes que
logre dispararla, entra Luisa en la ha-
bitación y el coronel vuelve rápida-
mente el arma al cinto. Después de denunciar
con palabras harto severas la conducta de
aquél, Lafitte se inclina con una profunda
reverencia ante la doncella y dirigiendo una
mirada de desprecio a Lestron, se retira.
Este revela a su sobrina que el falso Capi-
tán Sazarac es el pirata Lafitte a quien tan-
to odia.
Con el fin de que la noticia del complot de
los conspiradores de la Serafina no se pro-
pague por la ciudad, Luisa es secuestrada
por la noche de su casa y conducida secre-
tamente a bordo de la goleta mercante
Felipe, la cual está dispuesta a partir del
puerto de Nueva ürleáns para el de La
Guaira al amanecer del día siguiente.
Al enterarse Lafitte por un desertor de
la goleta Felipe, que Luisa se encuentra
prisionera a su bordo, se dirige sin pérdida
de tiempo al muelle donde está atracada la
Serafina, en la cual se celebra un banquete
aquella noche para despistar a las autorida-
des, y con la ayuda de unos cuantos de sus]
(Continúa en la página 19)
Pe/, ' CU ^ de t3n7as
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• A "ev a Or/ - •
C ' Uda do U e ! ea "s,/ a
eu ™Pea, 'r^cU
Puer todelZr ell °
es 7a e Sc 4 4tia ^co.
Producción de FR ANK LLOYD
"El hombre que hizo la película
EL GAVILÁN MARINO"
PAGINA 10
MENSAJERO PARAMOUNT
¡
"Un Caso Sensacional"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
RAYMOND GRIFFITH
"UN CASO SENSACIONAL'
(Youd Be Surprised)
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, Estudios de
California.
Película Paramount
Argumento de Jules Furthmann
Editor en Jefe E. Lloyd Sheldon
Dirección de ARTHUR ROSSON
William Marshall, Fotógrafo
REPARTO
1 señor Verdejo Raymond Griffith
'orotea Dorotea Sebastián
51 señor Blanco Edward Martindel
Cl señor Prieto Earle Williams
Íispector Moreno Thomas McGuire
risón, un criado Granville Redmond
ARGUMENTO
tL juez de distrito, persona aristocrá-
tica y acaudalada, ofrece a sus ami-
gos una opípara cena en una casa flo-
Ente, después de la cual los invitados se en-
egan a los placeres del chárleston a los
.cordes de una orquesta de jazz. De una
lanera tan misteriosa como inesperada, te-
jiendo en cuenta la calidad de las personas
llí congregadas, desaparece el famoso dia-
bante Sultana, valuado en algunos cente-
ares de miles de dólares. Con el objeto de
dar al ladrón la última oportunidad de de-
volver la joya, sin tener que pasar por la
humillación de descubrirse, el anfitrión re-
une a los invitados y después de enterarles
de lo que ocurre, coloca el estuche vacío en-
cima la mesa y apaga las luces. Pasan unos
minutos de mortal silencio, y cuando uno de
los criados de la casa vuelve a encender las
luces, los invitados contemplan con ojos de
espanto el cadáver del juez de distrito, tendi-
do en el suelo, atravesado el corazón por la
afilada hoja de un enorme cuchillo. Avisada
la policía, el comisario prohibe terminante-
mente que ninguno de los presentes salga de
la casa flotante hasta que el médico forense
haya practicado las diligencias del caso. El
forense recibe noticia del homicidio cuando
se dispone a ir al teatro y, como es natural,
cambia de intención y se dirige al lugar del
crimen. Una mirada al cadáver y otra al
cuchillo, bastan para convencer al médico
forense de que se trata de un caso difícil y
sensacional. Unas huellas digitales en uno
dé los puños de la camisa de la víctima, que
el médico examina cuidadosamente por me-
dio de un cristal de aumento, complican la
situación y hacen más intensa la atmósfera
de misterio que envuelve el crimen. Apenas
el médico forense ha tenido tiempo de de-
volver el cristal de aumento a su bolsillo del
chaleco, una bala disparada por traidora ma-
no le hace saltar de la cabeza ( ¡ no te alar-
mes, lector!) el sombrero de copa. Sin in-
mutarse por tan poca cosa, el forense se
dirige hacia un enorme reloj de pie, y, al
abrirlo, sale de él Dorotea, la preciosa hija
adoptiva del juez de distrito, llevando es-
condido en la diestra mano, perfectamente
apretada, el famoso chámente desaparecido.
Interrogada Dorotea por el médico forense,
se limita a implorar su inocencia, alegando
que alguien, al apagarse las luces, la ence-
rró en el reloj. Ninguno de los presentes,
con excepción del forense, cree una palabra
de lo que en defensa propia confiesa la jo-
ven. Dispuesto a descubrir al culpable a to-
do trance, el médico forense, con renovado
celo, se dispone a tomar las huellas digitales
de los invitados con el fin de cotejarlas con
las del puño de la camisa de la víctima.
Evidentamente, el asunto se complica. El
forense descubre que el criado de confianza
del juez de distrito es sordo y mudo de na-
cimiento. Interrogado en su propio idioma,
al médico no le cabe la menor duda que el
criado es el autor del crimen. Deseoso de
averiguar si la joya encontrada en poder de
Dorotea al salir de su encierro es falsa, el
comisario abre el estuche para examinar el
diamante, y lo encuentra vacío (el estuche,
se entiende). Al contemplar el rostro acu-
sador de una invitada rubia, el forense sos-
pecha y obliga a ésta a quitarse la peluca,
de la cual se desprende un diamante falso,
mas, pronto aparece el legítimo en la ci-
garrera de oro de otra de las invitadas. La
dueña de la cigarrera se confiesa autora del
robo del diamante. El criado de confianza
de la víctima confiesa, asimismo, que mató
a su amo. El médico forense, intrigado,
mas no convencido, manda a los invitados
que ocupen los mismos lugares donde se ha-
llaban cuando se apagaron por primera vez
las luces, con el objeto de
reconstruir el crimen. Apá-
ganse nuevamente las luces por
orden del forense y cuando
vuelven a encenderse, aparece
tendido en el suelo el cadáver
jSÍHHI
"Raymond Griffith "el chistoso actor de la chistera," en cuatro culminantes escenas de la película "Un casr sensacional," hábilmente secundado por la
bellísima actriz Dcrothy Sebastián y les actores Earle Williams, Thomas McGuire, Edward Ivíurtindel y Granville Redmond.
PAGINA 11
-
MENSAJERO PARAMO UN T
RAYMOND
íí
3
't
Presentada por
ADOLPH ZUKOR
JESSE L. LASKY
^s
del criado de confianza con el corazón atra-
vesado por un cuchillo. El forense obser-
va la enguantada y sospechosa mano de una
de las invitadas, rubia por más señas, y por
sus orejas entra el silbido de un cuchillo
que va a clavarse en la pared. El forense
coloca un tintero y un papel ante la pseudo
asesina para obligarle a firmar una confe-
sión del crimen. Cae el tintero y la tinta
mancha los dedos del juez de distrito auxi-
liar. Por medio de un secante, el forense
obtiene disimuladamente las huellas digita-
les de aquél, las cuales resultan ser idénti-
cas a las que encontró en el puño de la ca-
misa de la víctima. El médico forense pide
excusas a Dorotea, y es tan sincero su arre-
pentimiento por haber sospechado una vez de
tan linda joven, que, como enmienda, le pi-
de su mano en matrimonio.
PAGINA 12
e n
Un "Case
Óemaáenal
(Youd Be Surprised)
con
k D0R0THY SEBASTIAN, EARLE WILLIAMS
Dirección de ARTHUR ROSSON
¿O
^
7f
é
Sugestiones de Propaganda
BUEN PROTAGONISTA Y BUEN
TITULO
¿Qué más desea el empresario para tener
casa llena que el nombre del gran actor Ray-
mond Griffith y una película con un título tan
atractivo como Un caso sensacional} Este
nombre se presta a gran número de sugestio-
nes de publicidad que el empresario no debe
dejar de aprovechar en beneficio suyo. No
olvidar que Griffith es el chistoso actor de la
chistera.
UNA IDEA AFORTUNADA
Con anticipación al estreno de la película,
el empresario puede distribuir un número igual
de cartones rojos y verdes, con un hilo atado
a ellos, a diez muchachitas, ofreciendo a la
que de éstas logre colgar el mayor número
de cartones entre los concurrentes al teatro,
un premio que puede consistir en un billete
de entrada el día del estreno de Un caso sensa
cional.
PARA LA PRENSA LOCAL
Para la publicidad periodística, el empre
sario puede valerse del título de la películí
para anunciarla con anticipación en la prens
local. Por ejemplo: un caso sensacional e
lo que espera al público en el teatro
el día O bien : Jamás se había dado ti:
caso más sensacional que el que ocurrirá c
día en el teatro Tratándose d
un caso tan sensacional como que el que ocu
rrirá en el teatro el día
UNA ADVERTENCIA
No es aconsejable que el empresario pi
blique íntegro el argumento de la película
pues parte del misterio que encierra está prd
cisamente en que el público ignore su desen,
lace, con lo cual hará que aumente el interó
de aquél por penetrar en la atmósfera de mía
terio que envuelve el film desde la primera
la última escena.
MENSAJERO PARAMOUNT
"Vidrio Frágil"
VDOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
W. C. FIELDS
e n
"VIDRIO FRÁGIL"
("So's Your Oíd Man")
Producción de GREGORY LA CAVA
con
A.LICE JOYCE y CHARLES ROGERS
Basada en la novela corta de Julián Street,
"Mr. Bisbees Prineess"
Premiada con el premio O. Henry Memo-
rial para la mejor novela corta de 1925.
WILLIAM LE BARÓN, Productor Aso-
ciado, Estudio neoyorquino.
Película Paramount
Dirección de GREGORY LA CAVA
Adaptación de
oward Emmett Rogers y Tom J. Geraghty
Argumento de J. Clarkson Miller
Editor de Producción, RALPH BLOCK
Fotografía de GEORGE WEBBER
H
REPARTO
Samuel Bisbee W. C. Fields
Princesa Lescabura Alice Joyce
Roberto Murchison Charles Rogers
Alicia Bisbee Kittens Reichert
La madre de ésta Marcia Harris
Sra. Murchison Julia Ralph
Jeff Frank Montgomery
Alberto Jerry Sinclair
C
ARGUMENTO
UANDO llegaban personas de dis-
tinción a Waukeagus, pequeña
ciudad del estado norteamericano de
Nueva Jersey, se les hacía visitar la fábrica-
de calzado, el Parque Riverside y la sober-
bia mansión de los Murchisons, la más gran-
de y elegante del barrio aristocrático de
la población.
Desgraciadamente, de una manera u
otra, en Waukeagus se había metido
más gente pobre de lo que deseaban las
personas bien de la localidad. Como
acontece en todas partes, los ricos iban a la
jcabeza de la procesión, mientras que los po-
bres se conformaban con tener un puesto
secundario en ella, o quedarse en casa. Los
Murchisons eran un ejemplo típico de la
gente bien de Waukeagus; los Bisbees lo
eran, en cambio, de la gente humilde. Esto
no obstante, ambas familias estaban sin sa-
berlo, más o menos ligadas entre sí debido a
los amores de Roberto Murchison, herede-
W. C. Fields, uno de los actores cómicos más emi-
nentes con que cuenta la escena hablada americana,
aparece en esta bella y chistosísima película de la
Paramount derrochando la sal por toneladas, se-
cundado por la gentil actriz Alice Joyce.
ro de los millones de la encopetada familia,
con Alicia Bisbee, hija única y heredera del
parabrisas irrompible inventado por su pa-
dre, el gran Samuel Bisbee, el hombre más
inteligente e importante (según su propia
opinión) de Waukeagus.
Un día, mientras el gran Samuel Bisbee se
encuentra en el taller y laboratorio contiguo
al garage, en compañía de dos viejos ami-
gos con quienes brinda por el buen éxito de
su parabrisas irrompible, el joven Murchi-
son anuncia a Alicia que ha revelado el se-
creto de sus amores a su madre y que ésta
se dignará visitar a la familia Bisbee aquella
misma tarde.
Efectivamente, "aquella misma" tarde, tal
como Roberto anunciara a su prometida,
la artistocrática y orgullosa señora Aurelia
Beltrán de Murchison traspone los um-
brales de la humilde morada del gran in-
ventor Samuel Bisbee, mientras éste de-
muestra, chocando el Ford contra un ár-
bol, las ventajas de su parabrisas a los
dos amigotes con quienes ha libado sen-
dos vasos de vino para celebrar anticipa-
damente su triunfo. La aparición de Sa-
muel Bisbee en su casa en mangas de
camisa, y ésta no muy aseada que diga-
mos, produce un efecto desastroso a la
señora Murchison, quien se dispone a
marcharse convencida de que "entre los
Murchisons y los Bisbees (¡pobrecitos¡ )
hay un abismo imposible de franquear."
Resentido Bisbee con esta opinión tan des-
favorable y a su parecer injusta, se dispone
a demostrarle a la soberbia señora, con el au-
xilio del álbum de la familia, que si los
Murchisons descienden de un par de Ingla-
terra, los Bisbees un día "descendieron" a
las minas de California y hasta alguno de
ellos estuvo en la cárcel por exceso de hon-
radez.
— ¿ No sabe usted que conocí a su padre
cuando no tenía más que un par de pantalo-
nes? — le dice Bisbee a la Murchison.
— ¡ En mi vida me he sentido más humi-
llada que ahora! — exclama aquella, mien-
tras se levanta súbitamente de su asiento
para correr hacia la puerta.
— i Cuando vuelva de Washington con el
millón de dólares que me darán por la pa-
tente de mi parabrisas, no me dignaré ni
mirarle la cara ! — le grita el gran Bisbee a
la sulfurada señora, cuando ésta se encuen-
tra ya en mitad de la calle.
Llamado urgentemente a Washington por
el presidente de la Convención de fabrican-
tes de automóviles, con el objeto de demos-
trar las ventajas del parabrisas irrompible,
nuestro inventor se pone inmediatamente en
camino de la capital en su propio Ford, el
cual deja a la puerta del hotel donde están
reunidos en solemne Convención los fabri-
PAG1NA 13
MENSAJERO PARAMO UN T
cantes del país curto. Como quiera que el
automóvil de Bisbee resulta ser un obstáculo
para el tráfico callejero, alguien lo cambia
de lugar sin que su dueño se dé cuenta de
ello. Cuando Bisbee sale del hotel seguido
de un grupo de fabricantes, con sendos la-
drillos en las manos, para demostrarles la
eficacia de su invención, ocurre que en el lu-
gar donde momentos antes dejara su Ford
hay otro que Bisbee confunde con el suyo.
- Retírense un poco que el la-
drillo puede rebotar — les advierte
Bisbee a los fabricantes. Estos
toman precauciones, y el ladri-
llo, disparado por la certera ma-
no del inventor, acostumbrada a
apedrear su propio parabrisas
irrompible, hace un estropicio en
el frágil parabrisas ajeno. Los
fabricantes se miran unos a otros
sorprendidos.
Sin immutarse, Bisbee repite la
operación con el parabrisas de
otro automóvil con idéntico re-
sultado. La sorpresa de Bisbee
no tiene límites, mas tampoco los
tiene la paciencia de los fabri-
cantes, quienes se retiran con-
vencidos de que Bisbee es un far-
sante. Con el objeto de evitar
ulteriores consecuencias y esca-
par del furor de los dueños de
los automóviles apedreados, Bis-
bee opta por marcharse a su ca-
sa en el primer tren que sale de
Washington.
Mientras el desgraciado inven-
tor, triste y desilusionado, hun-
dido en el asiento del pullman,
medita sobre si debe suicidarse o
afrontar el ridículo de sus con-
vencinos, en un compartimiento
contiguo, la Princesa Lascabura
de Andrasia se encuentra engol-
fada en idénticas meditaciones a
causa del abandono en que la
tiene su esposo. Instantes des-
pués, sin apenas darse cuenta de
ello. Bisbee se encuentra sentado al lado de 1
la Princesa, contándose sus mutuas desven-
turas y confiándose sus más íntimos secre-
tos, como si ambos se hubiesen conocido de
toda la vida.
Apiadada la Princesa del pobre inventor
y deseosa de hacer una buena acción para
olvidar su propia desgracia, le ofrece su
apoyo económico para desarrollar su inven-
to y le promete hacerle una visita en YVau-
keagus más pronto de lo que él se imagina.
PAGINA 14
Dos convecinas de Bisbee, capaces de ha-
blar mal de su propia sombra, se encargan
de propagar por el pueblo la noticia de los
amores ilícitos del inventor. Con el objeto
de sustraerse al enojo de su mujer, Bisbee
se esconde en casa de unos amigos, en com-
pañía de los cuales pesca una papalina fe-
nomenal. La visita de la Princesa Lasca-
bura de Andrasia sorprende al inventor en
ese estado. En estas circunstancias, el en-
U/C FIELDS
en
"VIDRIO
FRÁGIL"
(So's Your Oíd Man)
PELÍCULA PARAMOUNT
cuentro entre ambos es de lo más chistoso
que imaginarse pueda. No lo es menos, sin
embargo, el de Bisbee y su mujer. La visi-
ta de la Princesa a Bisbee, a quien tutea, y
la llegada de un contrato por valor de un
millón de dólares de parabrisas irrompibles,
hacen el milagro de "franquear el abismo
que separaba a los Murchisons de los Bis-
bees," y de convertir al gran Samuel Bisbee
en el hombre más importante de YVaukea-
gus.
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
Si alguna película tiene un título que se preste
eficazmente para su propaganda, desde el punto
de vista del empresario, ésta es la intitulada Vi-
drio frágil, interpretada por el eminente actor
cómico W. C. Fields. ¿ A cuántos trucos de pu-
blicidad no se presta el título de Vidrio frágil':
Aparte de las sugestiones de propaganda que pue-
den ocurrírsele personalmente a cada empresario,
nos permitimos ofrecer a continuación las siguien-
tes, las cuales nos parecen fáciles de
realización dondequiera se aprove-
chen.
Obténgase el Ford más deteriorado
que exista en la localidad. Vístase
al chauffeur en forma que imite lo
más aproximadamente posible a \\ .
C. Fields, el protagonista de la pelí-
cula, sin olvidar el bigote, el sombre-
ro de paja, el chaqué y el cigarro,
procurando que éste sea de los de
mayor dimensión que se encuentren
en las tabaquerías. Pegúense en varios
lugares visibles del automóvil, y es-
pecialmente en el parabrisas, unos
letreros con la inscripción Vidrio
frágil, y despáchese el vehículo por
las calles más céntricas de la pobla-
ción, donde con toda seguridad re-
unirá a un gran número de curiosos
y provocará un mayor número de
carcajadas.
Coloqúense a la entrada del tea-
tro, con unos días de anticipación
al estreno de la película, unas cuan-
tas cajas de madera semejantes a las
que se usan para contener vidrios y
cristales y marqúense visiblemente los
lados con esta inscripción : NEW
YORK— VIDRIO FRÁGIL, seguido
del nombre del teatro.
Si el empresario puede obtener
el permiso correspondiente de unos
cuantos almacenistas y tenderos de
la localidad, puede aprovecharse efi-
cazmente de los escaparates de sus
establecimientos para fijar en ellos
un letrero que diga VIDRIO FRÁ-
GIL, el cual puede también pegarse
o pintarse en los lugares donde me-
jor pueda llamar la atención del pú-
blico.
Una caravana de diez o quince
automóviles, con las palabras VI-
DRIO FRÁGIL en sus respectivos
parabrisas, resultaría también un anun-
cio de gran eficacia, atractivo y económico.
W. C. FIELDS EN SU ELEMENTO
Los críticos neoyorquinos, sin excepción, han
estado acordes en asegurar que W. C. Fields, pro-
tagonista de la película Vidrio frágil, que se ex-
hibirá por primera vez en el día
ha encontrado un papel que se adapta perfecta-
mente a su carácter y a su talento artístico.
W. C. Fields en Vidrio frágil, chistosísima come-
dia de la Paramount, está, como quien dice, en
su verdadero elemento. Después de más de vein-
(Coníinúa en la fagina 22)
Mmi
MENSAJERO PARAMO UN T
*» v*™" "5?*»*
EL SASTRE BOTINES'
es una del grupo de 75
películas en conmemoración
del 15o. aniversario de la
Qatwnount
VAGINA 15
1:.
/f 1 ., ..f'-L"l^
MENSAJERO PARAMO UN T
Impresiones de Viaje de un Gerente de la Paramount
POR parecemos de interés para nues-
tros lectores, nos complacemos en co-
piar a continuación algunos de los párrafos
más salientes de una entrevista concedida a
un redactor del gran rotativo La Nación,
de Santiago de Chile, por nuestro gerente
chileno D. Benito del Villar, a su llegada a
aquel país después de su reciente viaje a
los Estados Unidos.
— ; Visitó usted algunos cines ?
—Sí ; vi el Criterion, el Rialto, de Nueva
York, el Metropol, de Boston. Bueno, esos
son palacios fantásticos. Se le ha dado allí
al cinematógrafo toda su importancia. La
presentación de una película es allí tan cui-
dada como el más refinado espectáculo de
arte. Tuve oportunidad de ver cómo se
presenta en Nueva York la gran película
Paramount Beau Geste, una de las grandes
obras maestras del cine y que estrenaremos
aquí a principios de la próxima temporada.
Esta película está dando allí desde hace
cinco meses una media diaria de siete mil
dólares y para obtener localidad hay que
solicitarla con dos semanas de anticipación.
Esto da una idea de lo que es el Criterion.
Para Beau Gesté el teatro se ha decorado
especialmente con motivos tomados de la
obra. La proyección se hace preceder de
un prólogo vivo, en que toman parte actores
y comparsas, simulando la peregrinación de
los soldados por la montaña, al son de cán-
ticos guerreros.
En el cine norteamericano se procura am-
bientar al espectador con la obra que se
proyecta, evitándole toda sensación de una
visión mecánica. La proyección se hace a
dos máquinas y de una sola vez, sin inte-
rrupciones, con orquestas de setenta y
ochenta profesores, con la sala a media luz,
en fin, con una serie de detalles que contri-
buyen a crear en el screen un trozo de arte
delicado y magnífico.
— ¿ Qué impresión trae usted de la Para-
mount ?
—En realidad, se necesita conocerla de
cerca para darse cuenta de lo que significa
como potencia financiera, económica y ar-
tística. Desde luego, el edificio que está
para terminarse es una de las joyas arqui-
tectónicas del mundo. Está enclavado en
pleno Broadway, en el sitio más céntrico de
Nueva York. El teatro, que ocupa la par-
te central del edificio, sólo tendrá capacidad
para cuatro mil personas. Es único por su
magnificencia, su suntuosidad, en que la
PAGINA 16
imaginación se pierde como en una fantasía
árabe. Las columnas de mármol y ónix le
dan una severidad elegante y una fastuosi-
dad imponente. Pero lo que más me im-
presionó, indudablemente, fué ver el escudo
de Chile en el gran hall cuyo zócalo se ha
construido con piedras de todo el mundo.
Me cupo a mí el honor de mandar una pie-
dra chilena, que obtuve del Convento de
San Francisco y en la cual hice grabar el
escudo de Chile. Esta piedra ocupa allí el
sitio más espectable, perfectamente visible.
■ — ¿Conoció a algunos artistas?
■ — Sí, tuve oportunidad de conocer a Ri-
cardo Cortez, que es un verdadero gentle-
man, un joven simpatiquísimo y que goza
en los Estados Unidos de una popularidad
Benito del Villar
asombrosa. Conocí también a Adolphe
Menjou, a Lois Wilson y a Raymond Grif-
fith.
—¿Y de películas?
— Bueno. Este capítulo es muy amplio
y lo dejaremos para más adelante. Por el
momento puedo decirle que se están prepa-
rando obras que producirán asombro. Des-
de luego, Beau Geste es una joya inaprecia-
ble. Por su éxito se puede aquilatar su mé-
rito. Se están terminando ahora algunos
títulos extraordinarios, como Las tristezas
de Satán, con Adolphe Menjou ; Hotel Im-
perial, con Pola Negri. De esta obra tuve
oportunidad de ver algunas partes termina-
das. Es sencillamente admirable ; no he
visto en mi larga carrera cinematográfica
nada más suntuoso, más acabado, más inte-
resante. Otra obra extraordinaria es La
fragata Constitución, de James Cruze, cele-
brado director de La carreta. Y así, en fin,
la Paramount está absorbida en un pro-
grama sensacional de producciones para dar
en 1927 una sensación abrumadora, pen
exacta, de su potencia y capacidad produc-|
tora de películas.
"El Filántropo" en Cuba
Diario de la Marina, de la Habana, con
motivo del reciente estreno de la película El
Filántropo (For Heaven's Sake), conocida
en aquella Isla con el título de ¡Ay mi ma-
dre!, escribe:
"No te devanes los sesos ni pienses más,
querida lectora, puesto que las letras M. G,
que ahora ves precediendo el nombre de
Harold Lloyd, no representan ningún cargo
honorífico, ni es tampoco título universitario
o académico, como tú crees, sino clara y lla-^
ñámente hablando, significa "Maestro Co-
mediante," un título que no negamos es muy
justamente merecido y ganado.
"Según opinión de algunos, la risa es don
de los dioses, y, de ser esto cierto, no cabe
duda alguna que Harold Lloyd es su hijo
predilecto. Los años pasan, como asimismo
por la pantalla cruza la sombra de diversos
artistas, pero el reinado de Lloyd, el recuer-
do que él deja entre los espectadores, espe-
cialmente después de contemplar una de
sus famosas producciones, una creación co
mo ¡Ay, mi madre! pone de relieve su arte
fino, su agudeza y cualidades atléticas, ese
recuerdo es imperecedero.
"No es preciso profundizar para descu-
brir en qué se funda el secreto de su gran
popularidad. Nace de su buen humor, de
ese humor y viveza de ingenio que atrae y
cautiva al público cualquiera que sea su
nivel social. No es sólo cómico, es un fi-
lósofo.
"Tratar de satisfacer al mundo es opera-
ción ardua a la par que ingrata, y el hecho
de que Harold Lloyd ha podido realizar esta
difícil tarea, confirma una vez más sus pro-
fundos conocimientos y su arte, concedién-
dole el privilegio de ser aclamado como el
primero en su clase, y colocándolo en una
esfera aparte de los demás.
"No hay alternativa posible, el público
tiene que quitarse el sombrero ante él. Har-
old Lloyd es una dádiva a la humanidad,
una dádiva demasiado preciosa, puesto que
por él y gracias a él, gozamos de algunos
gratos momentos."
MENSAJERO PARAMOUNT S
REINAS QUE VAN AL
CINEMA
PRINCESAS, ESTADISTAS Y PARES DE INGLATERRA,
AFICIONADOS AL ARTE DE LA PANTALLA.
LA NUEVA MODA
(De Nuestro Corresponsal Cinematográfico)
Vj*L cambio notabilísimo que se ha manifestado en este
*^ país con relación a la posición que en el mundo social
ocupa el cinematógrafo en la actualidad, queda demostra-
do por el hecho que acaba de comunicárseme relacionado
con algunas películas que en estos momentos se exhiben
en el distrito conocido con el nombre de West End de esta
ciudad.
Recientemente han asistido a las exhibiciones de
"Beau Geste," que se están dando en el Plaza, la Princesa
Real, los Duques de York y la Reina de España. La Prin-
cesa Real dijo que "Beau Geste" es una "película deli-
ciosa, " y la Duquesa de York, a quien seguramente le im-
presionó este film, expresó la misma opinión.
Después de haber asistido a la exhibición de "Beau
Geste" en el Plaza, la Reina de España mandó el domingo
pasado un telefonema al gerente del teatro, pidiéndole que
reservase asientos para los miembros de su séquito, pues
deseaba que todos ellos admirasen la película antes de
partir para España.
El Embajador de España mandó, asimismo, una carta
personal de agradecimiento y congratulación al gerente
del Plaza.
(Del EVENING STAR, Londres, 18 Noviembre, 1926)
Famous Playirs-LaskyCorp
PAGINA n
MENSAJERO PARAMOUNT
Sugestiones de Publicidad y Propaganda
Los aficionados al arte cinematográfico de la bella y progresista capital de El Salvador están orgullosos,
> con justicia, de contar entre los mejores edificios de la ciudad el Teatro Colón, propiedad del acau-
dalado banquero don Ángel Guirola, quien lo ha cedido a una empresa cinematográfica local para la
exhibición de películas. No cabe decir que el culto público salvadoreño aprecia y admira el arte con
que en este teatro son presentadas las películas de la Paramount.
Las Grandes Obras de la
Cinematografía
(Viene de la página 2)
vertirse finalmente en el Príncipe Riminez,
entre reflejos de luz, es de un grandioso efec-
in y provocó, como es de suponerse, grandes
aplausos. La interpretación de Carol Demp-
ster es una de las razones por las que no
hay que dejar de ver esta película. Ricardo
Cortez está muy acertado en su papel bajo
la dirección de Mr. Griffith. Vea el lector
la película, pues hasta hoy no se ha produci-
do ninguna que la iguale."
"Una excelente película desde el punto de
vista de taquilla," dice el señor Benito del
Villar, y lo comprueban las entradas habi-
das en cuantas partes se ha proyectado en
los Estados Unidos.
"No hay que dejar de ver esta película,
pues hasta hoy no se ha producido ninguna
que la iguale." aconsejan al público los crí-
ticos.
¿Cabe, amigo lector, impresión más fa-
vorable para una película?
Biografía de Adolphe Menjou
(Viene de la página 4)
para aparecer en una serie de películas. Termina-
do este contrato, Menjou volvió al teatro, reco-
rriendo una gran parte de los Estados Unidos con
PAGINA ¡8
una compañía de "vaudeville." Más tarde desem-
peñó importantes papeles en películas de la Para-
mount. Cuando estalló la guerra, Menjou se alis-
tó con las tropas americanas en el Cuerpo de am-
bulancias. Poco antes de partir para Italia, adon-
de fué destinada la llamada unidad de Cornell, de
la cual formaba parte, Menjou trabajaba en uno de
los principales teatros del Broadway neoyorquino.
Al ser licenciado del ejército con el grado de
capitán, Menjou obtuvo el cargo de gerente de
producción de un conocido empresario de teatros
de Nueva York. Sin embargo, al poco tiempo
abondonó este puesto para dedicarse nuevamente
al teatro. Recientemente, el público ha aplaudido
a Adolphe Menjou en varias películas de la Para-
mount, entre las cuales ecordamos, Dioses de
perdición, Alas quemadas, Bella Donua, Un beso
en las tinieblas, Perdida y ganada, Amor incompa-
tible, El rey frivolo, La G -an Duquesa y el ca-
marero y la que se exhibirá en breve en el teatro
, con el título de El Bienquerido, la cual
constituye uno de los éxitos más rotundos de este
popular actor a quien ¡odas' quieren.
PARA LA PROPAGANDA
Al hacer propaganda impresa para El Bien-
querido, el empresa io no debe olvidar que la
figura de un corazó. en carteles, boletines de
mano, prospectos, pro"' 'as, etc., etc., resultará
muy eficaz y adecuada a a llamar la atención del
público. Las frases, EL HOMBRE A QUIEN
TODAS QUIEREN, I L ÍDOLO DE LAS MU-
JERES, u otras por ;s e tenor, pueden también
emplearse en este sen ¡d . Para la propaganda en
los periódicos de la 1< c idad, resultará indudable-
mente muy ventajóse, á:il y económica, la repro-
ducción del grabado de línea que aparece en otro
lugar de esta revista al tamaño que se desee.
Los Reflectores del Estudio
judican a los Artistas
(Viene de la página 6)
Perji
interesante película de la Paramount, sufrieron
durante muchos días en sus músculos y en los
huesos los efectos del rígido entrenamiento a que
fueron sometidos para poder tomar parte en esas
escenas atléticas, las cuales habrán de interesar a
los aficionados al deporte.
Es cierto que durante la impresión de la pelí-
cula La colegiah altiva las luces de Klieg no
afectaron a los artistas que en ella toman parte,
en cambio, las contusiones, dislocaduras, magu-
llamientos y el árnica estuvieron a la orden del
día.
"EL CAMPEÓN DEL AMOR"
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
FÚTBOL EN PLENO VERANO
Cuando se impresionaron las interesantes esce
ñas del juego de fútbol que aparecen en la películ;
El campeón del amor, de la Paramount, que si
exhibirá en el teatro era una caluros
tarde de verano cuando el termómetro marcaba
35 grados centígrado a la sombra. Richard Di
y los miembros de su compañía, bajo la direcció
de Fred Newmeyer, hacían correr el balón a un
velocidad vertiginosa en una pequeña plaza pú-
blica de Forest Hills, un suburbio de Nueva York,
Como es natural, tratándose de una película im
presionada con toda propiedad, los jugadores iba
uniformados con los gruesos trajes de lana pro
pios de la estación de invierno en que general
mente se practica este deporte. No es extraño,
pues, que al dar el director Newmeyer por termi-
nado el trabajo del día, los artistas y jugadores
aprovechasen el medio de locomoción más rápido
para trasladarse a alguna playa cercana, cansados
del ejercicio y ansiosos de cambiar de ropa, pues
la que llevaban puesta podía materialmente es-í
currirse.
En el "reparto'* de El campeón del amor ocupan
lugar importante, además de Richard Dix, que in-
terpreta el papel de protagonista, la bellísima ac-
triz Esther Ralston y los actores Harry Beres-
ford, David Butler y Robert W. Craig. El argu-
mento está basado en un asunto original de Wil-
liam Slaven McNutt y \Y. O. McGeehan, adaptado
a la pantalla por Ray Harris.
FOREST HILLS OLVIDA EL TENNIS!
Forest Hills, un suburbio de Nueva York, situa-
do en un extremo de Long Island, o Isla Larg?,
es notable por dos cosas : por el gran número de
jardines y casitas de arquitectura típicamente in-
glesa, y por sus terrenos destinados al deporte del
MENSAJERO PARAMOUNT
Sugestiones de Publicidad y Propaganda
rnnis. siendo notabilísimos los campeonatos que
ti ellos se han jugado. Sin embargo, un día, du-
tnte la estación de verano del año pasado, Forest
lilis adquirió una nueva distinción. Estrellas de
ds firmamentos se juntaron en la tierra sin que,
fortunadamente, ocurriese ningún cataclismo
iterplanetario. Acostumbrados los moradores de
i pequeña comunidad suburbana al influjo estival
e jugadores de tennis, apenas se dignan aban-
onar sus hamacas colgadas estratégicamente en
js porches de sus casas de madera, estuco, o
¡idrillo, o sus juegos de bridge o malí jong, los
layores, y los menores sus bicicletas o patines de
ícdas, para saludar el advenimiento de Helen
/ills, y otros ases del tennis, a su regreso triun-
intes de Europa. En cambio, cuando el director
red Newmeyer con su troupe de artistas,
i los cuales figuraban Ricard Dix y Esther Ral-
eón a la cabeza, llegó a Forest Hills para im-
i'esionar las escenas principales de la película
/ campeón del amor, que se estrenará en el tea-
o fué rara la vivienda que no quedase
ida, pues el pueblo en masa salió a la calle a
er a los artistas que llegaban. La curiosidad de
juellas buenas gentes trastornó un tanto los
janes del director, quien se imaginaba que po-
pa poner a trabajar a su troupe sin ninguna di-
pultad ni molestia, tratándose de gentes acostum-
"adas a ver a personas de renombre en el campo
$ ,£ los deportes. A pesar de todo, Newmeyer lo-
ro impresionar las escenas del juego de fútbol
; una temperatura verdaderamente canicular, lo
lal si no se echa de ver en la pantalla por el ent-
ino que pusieron los jugadores en patear la pelo-
, en cambio las consecuencias del ejercicio se
anifestaron durante muchos días en las piernas,
azos y músculos de Richard Dix y demás in-
rpretes de El campeón del amor, quienes pro-
etieron no volver a tocar un balón de fútbol,
. los días de su vida, o por lo menos míen-
os la temperatura se mantuviese a treinta y cinco
Tados a la sombra.
:
ARA LA PROPAGANDA DIRECTA
El empresario que exhiba la película El cam
r
ón del amor en su teatro, si le es factible, pro-
irará, por todos los medios posibles, obtener la
operación de la mejor tienda o almacén de ob-
tos para deporte de la localidad, para anunciar
bidamente este film, el cual, como es sabido,
ra principalmente alrededor del deporte de fúí-
>1. Podría muy bien, en combinación con el
endonado establecimiento, ofrecer un premio,
p balón de fútbol, por ejemplo, al muchacho o
uchachos que lograsen, en determinado plazo,
esentar el mejor dibujo o caricatura de Richard
ix. También podría organizarse un partido de
tbol entre dos equipos locales, ofreciendo una
pa, que muy bien podría llevar el nombre de
chard Dix, al vencedor. Tenemos la completa
¡guridad de que esta última sugestión atraería
número considerable de público al teatro. In-
ese al equipo de fútbol de la localidad a una
íhibición especial de la película, y, si es posible,
||gase que asistan a esa exhibición los jugadores
n sus uniformes. Anuncíese en la prensa local
estreno de la película con frases como esta : El.
PARTIDO DE FÚTBOL MAS REÑIDO DE
LA TEMPORADA SE CELEBRARA HOY EN
EL TEATRO Teniendo en consideración
el título de la película y su asunto, en los anun-
cios podrá usarse indistintamente la figura de un
corazón, o la de un balón de fútbol, a juicio del
empresario.
"EL ÁGUILA DEL MAR"
(Viene de la página 10)
más bravos y leales secuaces, ordena a todo
el mundo a tierra y se apodera a viva fuerza
del buque, con el que se lanza inmediata-
mente en persecución de la goleta Felipe
con el noble propósito de libertar a Luisa.
Pronto la Serafina, armada de corso y con
todas las velas desplegadas, da alcance a la
goleta mercante. Temeroso el capitán de
ésta de las verdaderas intenciones del pira-
ta, consiente en entregar su prisionera, si
Lafitte impide a su gente el abordaje y sa-
queo de la goleta, en lo cual está conforme
el capitán pirata, contrariando así los de-
seos de su gente que quería a todo trance
apoderarse de las riquezas que en sus bo-
degas llevaba el barco mercante. Instiga-
da por el Tío Brea, contramaestre de la
Serafina, la tripulación pirata se amotina y
pone en cadenas a su capitán y a la don-
cella. L T na fragata de guerra española apa-
rece en el horizonte. Es la Isabel
que pretende dar caza al barco pira-
ta can el objeto de hacer pagar caro a
Lafitte lo que el traidor Lestron llamaba su
traición. Crackley, el leal piloto de Lafitte,
es herido mortalmente al intentar libertar a
su capitán, a quien logra entregar la llave
del camarote donde está prisionero antes de
exhalar el postrer supiro, en tanto que las
llamas, provocadas por un disparo de
cañón lanzado por los amotinados del bar-
co pirata, amenazan propagarse a la Santa-
bárbara de la fragata española. . .
Sofocado el motín, Lafitte manda cam-
biar de rumbo.
— ¡ Proa a Nueva Orleáns ! — grita el pira-
ta al timonel Beluche.
—No puedo permitir que volváis a Nue-
va Orleáns — dice a Lafitte la afligida Luisa.
—Señorita, si no es a Nueva Orleáns, de-
cidme, ¿ adonde puede llevaros ?
— Juan, el mar es ancho y en él hay mu-
chos puertos seguros ....
¡ Beluche, cambia de rumbo. . .y suelta
todo el velamen ! . . . ¡ Hacia el norte nos es-
pera la horca . . . hacia el sur una boda ! . . .
— ordena Lafitte desde el puente, a la vez
que dirige una amorosa mirada de com-
prensión a la doncella rescatada . . .
La República de Guatemala cuenta con bellísimos teatros dedicados a exhibiciones cinematográficas.
Pocos de ellos igualan, sin embargo, en confort y elegancia, al Teatro Ciani, de Mazatenango, en el cual
acaba de tener un éxito sin precedente la exhibición de la película ''Los Diez Mandamientos," la cual
fué admirada por todas las clases sociales de la ciudad.
PAGINA 19
MENSAJERO PARAMOUNT
¿BEBfc
Los Monumentales Teatros de México
Honramos esta página
con la fotografía del
Teatro Luis Mier y Te-
rán, de Oaxaca (Méxi-
co), verdadero palacio
dedicado al arte cine-
matográfico. En este
bello teatro, el conoci-
do cinematografista se-
ñor A. Zorrilla B. pre-
senta al inteligente pú-
blico oaxaqueño las más
recientes producciones
de la Paramount.
En este monumental c<
liseo se han exhibid
últimamente película
tan interesantes com
"Casado y con suegra,
de Harold Lloyd, "E
Tifón," "Un hijo de s
padre" y "La Gran Dti
quesa y el Camarero,
los anuncios de la)
cuales aparecen en 1
carteles y fotografía
que adornan la fachatl
del edificio.
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
BELLA PELÍCULA DE ASUNTO
MARINO
El Águila del Alar, bellísima película de
asunto marino, se exhibirá por primera vez en
el teatro la noche del Esta
última producción cinematográfica de la Para-
mount, en la cual el joven y aplaudido primer
actor Ricardo Cortez desempeña el papel de
protagonista, ha sido llevada a la pantalla bajo
la dirección del célebre metteur Frank Lloyd.
Su argumento gira alrededor de un hecho his-
tórico, el cual se desarrolla en la antigua ciu-
dad de Nueva Orleáns, en la segunda década
del siglo pasado y en las aguas del Golfo de
Méjico y del Mar de las Antillas, cuando éstas
estaban infestadas de'piratas. Ricardo Cortez
interpreta en El Águila del Mar el papel del
pirata Lafitte, quien, con el nombre supuesto
PAGINA 20
de Capitán Sazarac, logra robar el corazón de
Luisa Lestron, encantadora sobrina del coro-
nel Lestron, importantísimo papel que inter-
preta a la maravilla la conocida actriz Florence
Vidor, quien con Cortez se reparten en la pelí-
cula los honores del aplauso. Las escenas de
combates marítimos que aparecen en esta pe-
lícula, así como las del gran baile que en honor
del general Jackson se celebra en Nueva Or-
leáns, son de lo mejor y más verídico que he-
mos tenido oportunidad de presenciar en la
pantalla. No hay duda que El Águila del Mar
proporcionará una hora y media de grato so-
laz y esparcimiento al público que asista a sus
exhibiciones, las cuales comenzarán, como he-
mos dicho antes, esta noche, en el teatro
Espérese
BEAU GESTE'
El film emocionante
¡RADIOTELEFONÍA EN 1820!
¡ Imagínese el lector un aparato de radiotele-
fonía en 1820 a bordo de un barco pirata!
Semejante anacronismo ocurrió, sin embargo,!
durante la impresión de las escenas de la película!
El Águila del Mar, la cual se está exhibiendo coa
éxito inusitado en el teatro cuando col
el objeto de transmitir órdenes a los artistas qul
en ella toman parte, a la cabeza de los cuales si
encuentran las refulgentes estrellas Ricardo Cor"!
tez y Florence Vidor, Frank Lloyd, director de
esta interesante película de asunto marino, instaló]
una estación difusora de radiotelefonía en tierral
y varias estaciones receptoras en los barcos piraJ
tas y mercantes que en ella aparecen. Por medio
de este modernísimo sistema, tan en contradicción!
con el asunto de la película, el director Lloyd conj
siguió comunicarse constante y eficazmente con loj
intérpretes, lo cual de otra manera le hubiera re-
sultado sumamente difícil sino imposible.
MENSAJERO PARAMOUNT
La Paramount por el Mundo
'El Hijo Pródigo" en Barcelona — Esta Película Inspira a un Notable Vate Chileno
u
OS grandes diarios de Barcelona se
ocuparon, a su debido tiempo, con
gran lujo de detalles, de la reciente
lauguración de las nuevas oficinas de la
aramount, situadas en el Paseo de Gracia,
1, bajos y piso primero, de la populosa ca-
:tal de Cataluña. La inauguración de las
ricinas coincidió con la proyección, en la
da de pruebas, convenientemente instalada
i los sótanos del edificio, junto con la sec-
ón de propaganda, de la película El hijo
ródigo, antes de ser ofrecida al público
ürcelonés en el elegante Coliseum, en
14 <onde regularmente se estrenan las
fr •elículas de la Paramount.
A continuación extractamos, por
ü (irnos imposible hacerlo con toda ex-
3i ¿nsión, algunos juicios críticos acerca
e la película, publicados en los prin-
pales rotativos de Barcelona:
j De El Diluvio : "En el programa de
i inauguración figuraba la prueba de
película El hijo pródigo. El asunto
isado en la conocida parábola, encie-
: Ta un dogma cristiano, y dentro de su
■ncillez tiene la virtud de interesar y
pnmover. Técnicamente, la película
i un alarde de ejecución, donde la
[ano experta del director Raúl Walsh
jardea de un fácil manejo en las
("andes masas y de un concepto muy
isto en el movimiento de los numeró-
os 'figurones' que han de llenar el
adro en las escenas de orgía y ba-
nal. También son notables los efec-
s de luz y algunos cuadros casi plas-
mos, muy en carácter con el momen-
bíblico de la acción."
De La Publicitat : "L'acció es viva,
oguda i plena de tumult de llum i
oviment en certes escenes, no par-
m ara de les orgies, ni deis pánics
pulars, sino del joc de les llums i les orn-
ares, i té la qualitat de destacar-se neta-
t'ient damunt el fons, sempre quelcom di-
taminats, com cal a tot fons v que es respecti
|que no vulgui traspassar els límits de cre-
iaors d'ambient que li és assignat. A
l'buests efectes hi contribueix en gran ma-
lera la fotografía, que és notabilíssima i un
jkemple molt ciar d'una nostra passada in-
Iprmació sobre el procediment Williams del
jfpioviemat," o teixit, cinematografíe."
De Las Noticias: "Son los principales in-
térpretes de este hermoso film Greta Nissen,
William Collier y Ernest Torrence, cuya
labor es impecable y a los cuales secundan
admirablemente los demás artistas. El ar-
gumento se basa en el tema bíblico sobrada-
mente conocido, y da lugar a un conjunto
de bellísimos cuadros que demuestran el
gusto artístico del director. El hijo pródi-
go es un film de gran interés, que desde el
primer momento seduce al espectador, que
admira su perfecto desarrollo y su técnica
prodigiosa."
D. Benito del Villar, activo gerente de la sucursal
de la Paramount en Chile, a su paso por Niieva York,
tuvo la galantería de poner en nuestros manos un
ejemplar de Telégrafo Paramount, interesante boletín
de aquella oficina, en el cual aparecen insertos ocho
inspirados sonetos descriptivos escritos por el poeta
chileno señor Andrés Silva Humeres, con ocasión del
estreno de la pellada El hijo pródigo, o El pere-
grino, en el Teatro Victoria de la bella capital chilena.
A continuación nos complacemos en reproducir el
soneto final de la serie, sintiendo no poder repro-
ducirlos todos por falta material de espacio. Dice así:
HACIA EL ÚNICO AMOR. . . .
Y como siempre, una ilusión tronchada . . .
Un corazón que sale de la hoguera
hecho cenizas. . .Una azul quimera,
lejos, entre epilepsias esfumada.
El zagal tras de sí no deja nada;
ella... sus sueños. . .Babilonia entera
quedaron una noche traicionera
envueltos en la misma llamarada.
Por el sendero ingrato que le hiere,
hacia el único amor que nunca muere
lo acercó sin esfuerzos el destino. . .
Y así, mientras su frente se reclina
sobre la madre, trémula termina,
como un sollozo blando EL PEREGRINO.
Andrés Silva Humeres
De Día Gráfico: "Para intérpretes han
sido escogidos unos noveles artistas que ha-
cen una portentosa creación, como lo es la
de William Collier y Greta Nissen, actuan-
do muy acertadamente en sus respectivos
papeles Ernest Torrence, Wallace Beery,
Tyrone Power y Kathlyn Williams. Bellas
escenas contiene El hijo pródigo que son
realmente obras de arte, presentando con
toda suntuosidad el palacio de la diosa
Nishan, y, por último, diremos que como
broche de oro puesto a todo lo visto ante-
riormente, hay le destrucción de la ciudad
pecadora por la mano de Dios, que es un
alarde de las películas Paramount."
De La V cu de Catalunya: "El fill pródig
ha estat bastit sota una augumentació ben
interessant, que els intérprets aconsegueixen
revestir d'emoció intensa, sobretot cap al
final, o sigui quan el fill pródig, sense re-
cursos i pié de miseria, torna a la casa per
implorar el perdó deis pares. En aqüestes
escenes hi ha un sentimentalisme que s'en
comana fácilment a l'espectador, perqué
aquella tragedia del fill esgarriat, es tan vi-
va avui com ais temps mes remots de
la humanitat.
"Peí que fa a la part técnica, tro-
bem que aquest film, dins el seu gene-
re, és d'una gran perfecció, no direm
pas en la grandiositat, pero si en la
forma d'executar-lo. Hi ha una foto-
grafía immillorable i uns primers ter-
mes, i un fons de gran efecte. Es a
dir, que la tasca del director, s'ens
presenta com a molt experta i demos-
tra que está en possessió de tots els
avanzos que en la técnica cinemato-
gráfica es fan continuament."
De Diario de Barcelona: "Es muy
laudable la tendencia de adaptar los
pasajes del Libro Santo a la escena
muda que tan extenso campo de des-
envolvimiento posee. Esa produc-
ción es una verdadera maravilla. Los
Diez Mandamientos, la película más
perfecta hecha hasta hoy — en cuanto
a presentación y técnica — si considera-
mos su segunda parte, es inferior a
El hijo pródigo. El ambiente de esta
película es verdaderamente patriar-
cal ; es como un canto a la paz de los
campos, los hogares felices, la tierra
amada; escenas de maravillosa placi-
dez dan a esta producción un encanto
de égloga y de serenidad de espíritu. Pa-
ra la realización de este perfecto celuloide,
cuyas fotografías magníficas parecen visio-
nes de una tierra ideal, se requería un di-
rector cuya retina poseyera una sensibilidad
artística poderosísima y este hombre ha si-
do Raúl Walsh. La hermosa escena de la
destrucción de la ciudad pecadora es in-
tachable, y, como ésta, todas las que forman
el conjunto de la película."
Todos los empresarios leen
MENSAJERO PARAMOUNT
PAGINA 21
MENSAJERO PARAMOUNT
Dos Gerentes de la Paramount Homenajeados en Buenos Aire
Con motivo de la llegada a Buenos Aires de Mr. John L. Day, gerente general de la Paramount en Suramérica, y de la partida para Nueva York, en viaje
de negocios, de Mr. Frederick W. Lange, gerente general de la sucursal de la Paramount en dicha ciudad, los empresarios y exhibidores (escena izquierda)
y la Prensa bonaerense ofrecieron a aquéllos sendos banquetes, los cuales revistieron el carácter de verdaderos homenajes, así como una demostración de
aprecio y simpatía a los representantes de la Paramount, la cual rivalizó con la que les tributaron anteriormente los empleados de la oficina de Buenos
Aires, reunidos en cordial ágape.
EL MAR DE LAS ANTILLAS EN
PLENO PACIFICO
Esto, que a simple vista parecerá una exagera-
ción imposible, fué una realidad durante la im-
presión de las escenas de la película El Águila del
Mar, que se estrenará hoy en el teatro
La acción de esta bella e interesante película de la
Paramount, en la cual el popular actor Ricardo
Cortez, hábilmente secundado por la bella y aplau-
dida actriz Florence Vidor, interpreta el papel de
protagonista, se desarrolla en la ciudad de Nueva
Orléans y en las aguas del Mar de las Antillas
y del Golfo de Méjico, teatro, durante muchos
años, de las fechorías del célebre pirata Juan
Lafitte. Siéndole imposible al director Frank
Lloyd transportar a sus artistas y al crecido nú-
mero de comparsas y supernumerarios que en ella
toman parte al Atlántico, creyó mucho más facti-
ble transportar la acción del cinedrama al Pacífi-
co, esto es, llevar, cual moderno Mahoma, el Mar
de las Antillas y el Golfo de Méjico, al Pacífico, a
unas cuantas millas de la costa de California, en
donde se desarrollan los combates marítimos en-
tre piratas, corsarios, barcos mercantes y la fra-
gata de guerra española Isabel. Todo el tiempo
que duró la impresión de las escenas marítimas de
El Águila del Mar, Florence Vidor y Ricardo
Cortez, intérpretes principales, así como Mitchell
Lewis, André Beranger, Sam de Grasse y Guy
Oliver, vivieron a bordo de los barcos de vela,
pues en cada uno de ellos había todo lo necesario,
incluso un aparato de radio y un proyector cine-
matográfico para hacer la vida agradable a los in-
térpretes de esta bella película de asunto pirata
que se proyectará en el teatro
PARA EL VESTÍBULO DEL
TEATRO
El empresario que quiera sacar el mejor par-
tido posible del asunto marino de la película
El Águila del Mar, para anunciarla como es
debido en su teatro con anticipación al estreno,
podrá adornar el vestíbulo con diferentes ob-
jetos de los que son comunes en los buques
de vela, tales como áncoras, cadenas salvavi-
das, o bien con la miniatura de alguna goleta,
galeón o fragata. También puede convertir
el vestíbulo del teatro en la cámara de un
buque, y a fin de que el efecto sea mayor,
puede vestir a algunos muchachos de marinos
y a otros de piratas, con las características que
en tiempos pretéritos distinguían a estos mal-
hechores del mar. Estos pueden distribuir
programas o volantes.
En poblaciones de segunda o tercera cate-
goría de los Estados Unidos, algún empresario
ha organizado bailes piratas, y ha ofrecido pre-
mios a la persona que presente el traje más apro-
piado.
En carteles, boletines, prospectos, progra-
mas y demás propaganda directa, el grabado
de una fragata, goleta, galeón o carabela está
a la orden del día. Úsense los artículos que
aquí van publicados, para la propaganda, con
un extracto o síntesis del argumento.
W. C. FIELDS EN SU ELEMENTO
(Viene de la página 14)
te años de recorrer los escenarios de las princi-
pales ciudades de los Estados Unidos haciendo
gala de sus grandes dotes de intérprete de la pan-
tomima, Fields está destinado a brillar en el arte
cinematográfico al lado de los más grandes ex-
ponentes del género pantomímico. Buena prue-
ba de ello nos la da con la interpretación del pa-
pel de Samuel Bisbee, protagonista de Vidrio frá-
gil, el cual parece que fué creado por el gran no-
velista americano Julián Street para ser por él in-
terpretado. Los aficionados a la comedia cinemato-
gráfica limpia y libre de vulgaridades y trucos se
bados y de mal gusto, no deben perder la opon
tunidad de ir a admirar a W. C. Fields en uno di
los films cómicos más chistosos que se han pro
ducido. En el reparto de Vidrio frágil figurar
además, artistas de tanta valía como Alice Joycd
y Charles Rogers, quienes secundan admirablement
la labor del protagonista. Gregory La Cava, I
cuya dirección se deben otras películas notable,
como Juguetes de las mujeres, Casémonos y h
sabrás y Dintelo ofre ves, dirigió Vidrio frágil
película que hará las delicias del público duranti
su exhibición en el teatro
SUMARIO
Este número contiene el argumento
de las siguientes películas:
"EL BIENQUERIDO"
"LA COLEGIALA ALTIVA"
"EL CAMPEÓN DEL AMOR"
"EL ÁGUILA DEL MAR"
"UN CASO SENSACIONAL"
"VIDRIO FRÁGIL"
Contiene, además, interesantes ar-
tículos y oportunas sugestiones de pu-
blicidad que el empresario no debe de-
jar de leer con atención, pues algunas
de ellas pueden ser utilizadas ventajo-
samente en la propaganda de las pelí-
culas que aquí se anuncian.
PAGINA 22
MENSAJERO PARAMOUNT
j£2
c £l Arte Cinematográfico en las Islas Filipinas
Reproducimos en esta página un grupo de teatros de Manila y otras poblaciones del Archipiélago, dedicados todos ellos al arte de la pantalla. En la
otografía central superior aparece el retrato de uno de los cinematografistas más activos y conocidos en las Islas Filipinas, el señor O. S. Colé, gerente
del Lyric Film Exchange, de Manila, a cuyo cargo está la distribución de las películas de la Paramount en aquel lejano territorio. Por los carteles que
¡aparecen en algunas de estas fotografías, el lector observará que las películas de la Paramount ocupan un importante lugar en los programas de los
salones filipinos.
PAGINA 23
afiSBS
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FLORENCE VIDOR
CLIVE BROOK GRETA NISSBK
and PHILIP STRANGE
MALCOLMST.CLAIR
_PRODUCTIOti
¡Lea Esto, Señor
Empresario!
EN est página van reprodu-
cidos algunos carteles de
nuevo estilo, de una y tres hojas,
que estamos preparando para to-
das nuestras películas del grupo
del Decimoquinto Aniversario.
Estos nuevos carteles están
ideados de tal manera que al pie
de ellos quede un espacio regu-
lar en blanco a fin de que el em-
presario pueda imprimir en él el
título de la película en el len-
guaje del país, el nombre del tea-
tro, etc. Este espacio en blanco
es del color general del cartel.
Como creemos que esta mejora
resultará de gran utilidad prác-
tica, recomendamos a los empre-
sarios que deseen aprovecharla
se dirijan en demanda de in-
formes a la sucursal o agencia de
la Paramount más cercana a su
localidad respectiva.
G&
f******,*
**o£Lf o O Vz)
VÍCTOR FLEMING
PRODUCTION ^^
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País de origen : E. U. A.
affiaramounb ¡Piafare
>*OOI>CtO SY fáHúet *t*TÍ*í - i^fflCV CwSmt,
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Gpa namount
,rf.*;.f.<j-r
AL SERVICIO
DEL EXHIBIDOR
3JC
No. 3
MENSAJERO PARAMOUNT
AL SERVICIO DEL EXHIBIDOR
REVISTA MENSUAL, PUBLICADA POPx EL DEPARTAMENTO EXTRANJERO
O. R. GEYER,
Direcior de Publicidad
Yol. V
\FAMOUS PLAYERS-LASKY CORPORATION l
ADOLPH ZUKOR. Pr.i,.y..c
J.VENTURA SUREDA,
Coediior
No. 3
"Las Tristezas de Satán"
EL Departamento de Publicidad
y Anuncio para el Extranjero,
de la Paramount, está prepa-
rando en la actualidad un interesante
librito, semejante a los que lleva ya
publicados de otras grandes produc-
ciones, para anunciar como es debi-
do una de las más bellas películas
que recientemente ha producido la
Paramount. Claro está que nos re-
ferimos a la que con el título de Las
tristezas de Satán se está exhibiendo
en estos momentos, con éxito inusita-
do, en los principales cinemas de las
ciudades más importantes de los Es-
tados Unidos.
De Las tristezas de Satán nos he-
mos ocupado ya con anterioridad en
esta misma página, mas como el
asunto es de los que merecen la pena,
no estará de más que volvamos a in-
sistir nuevamente sobre el mismo te-
ma, puesto que no van a pasar mu-
chas semanas sin que la última obra
maestra del insigne metteur D. W.
Griííith se exhiba en los principales
cinemas de los países de habla es-
pañola.
La concepción tan acertada como
original del diabólico personaje, pro-
tagonista de la novela de Marie
Corelli, está hábilmente encar-
nada en la persona de ese eminente
actor de la Paramount que cuenta
sus admiradores por legión en el
mundo entero. Adolphe Menjou, en
opinión de la crítica, es el actor ideal
para interpretar el papel de Satán
que D. W. Griííith con clara visión
le confió. Secundan admirablemen-
te la labor de Menjou en esta pelí-
cula, otros tres distinguidos artistas
de la pantalla, Ricardo Cortez, Carol
Dempster y Lya de Putti, cada uno
de ellos inimitable en el papel que
se le ha confiado.
Si desde el punto de vista interpre-
tativo Las tristezas de Satán es una
maravilla de arte, no es menos no-
table, ciertamente, considerada des-
de el punto de vista pictórico. Los
trucos fotográficos son numerosos en
toda la producción. De entre ellos
sobresalen, por su originalidad y be-
lleza simbólicas, aquel en el cual se
representa a Lucifer en el momento
de ser arrojado del cielo por el Ar-
cángel Miguel y su descenso a la tie-
rra. Los efectos de luz y sombras
son admirables. Uno de ellos, el del
v
restaurant, es tan notable, que la em
presa Paramount creyó oportuno p
dir los derechos de propiedad artí
tica de él, siendo esta la primera vez
en la historia de la cinematografía
que un efecto de luz ha sido patenta-
do en la oficina correspondiente da
Washington.
Siendo Las tristezas de Satán
esencialmente una película de con-
trastes, el director GrifTith ha pro-
curado sacar de este hecho el mejor
partido posible para los efectos foto-
gráficos del film.
Antes de terminar estas notas
diremos que el Satán concebidc
por la privilegiada imaginación
de D. W. Griííith, no es el Fausta
que estamos acastumbrados a vei
en los escenarios con los cuernos
y la clásica horquilla. Nuestro Sa|
tan es un místico moderno, un hom-
bre de inmenso poder y dotado di
una personalidad magnética. Er
otras palabras, el protagonista de ls
película Las tristezas de Satán puede
ser cualquier hijo de vecino, usandc
la expresión popular, que posea lae
cualidades personales que dejamot
apuntadas.
Ricardo Cortez, Adolphe Menjou y Lya de Putti en tres poses tomadas de escenas de la película ''Las tristezas de Satán," de la Paramount, cuyo estreno
acaba de constituir un resonante triunfo para esta empresa.
PAGINA 2
MENSAJERO PARAMOUNT
• ( .f'ir/ti/vs '.
z# zwjwtf />£¿ //tf/r£/v
A.DOLPH ZUKOR Y JeSSE L. LASKY
Presentan
LA DAMA DEL HARÉN
"LA BAYADERA"
(The Lady of the Harem)
¡Producción de RAOUL WALSH
con
ERNEST TORRENCE
GRETA NISSEN
WILLIAM COLLIER, Jr.
Sojín, William Collier, Jr., Greta Nissen y Ernest Torrence, principales intérpretes de la película "La
dama del harén," de cuya magnificencia puede f oí marse una idea por la escena de gran espectáculo
que arriba se reproduce.
1
a
REPARTO
assan Ernest Torrence
afi William Collier, Jr.
rvanah Greta Nissen
asrnin Louise Fazenda
lim André de Beranger
ltán Sojin
ifar Frank Leigh
obrador de impuestos. . . .Noble Johnson
fe de Policía Daniel Makarenko
apitán de soldados Christian Frank
bdu Snitz Edwards
Tí Chester Conklin
Drdiosero Brandon Hurst
k ARGUMENTO
STA es una leyenda de amor que se
narra en las tiendas de Kedar, por
todos los ámbitos de la tierra persa.
En el valle de Hinnom se levantaba la
sa del patriarca Ismán Alí. . .Y, no le-
s de ella, la poderosa ciudad de Jorasán
zaba orgullosamente su cabeza hacia el
úo. . .
Un río silencioso y profundo separaba la
Lidad del palacio de Abd-el-Melick, el Cali-
llamado Príncipe de la Luz, Gobernador
\l Mundo . . .
El Califa vivía solamente por dos cosas —
por el oro y las mujeres. . .
Vista más de cerca, la soberbia Jorasán
ofrecía calles de aspecto miserable y aban-
donado . . .
En una de esas calles vivía Hassan, con-
feccionador de golosinas, filósofo y cínico.
El nuevo impuesto decretado por el Cali-
fa, en violación de toda justicia y ley, era
cobrado por el poder brutal de los soldados
reclutados en lejanas provincias, quienes
no se limitaban a llenar los cofres del Cali-
fa con el dinero robado al pueblo, sino que
también poblaban sus harenes y serrallos
con hermosas doncellas arrancadas del se-
no de sus hogares. . .
No pudiendo Ismán Alí pagar el cuantio-
so tributo que los soldados del Califa le
exigían, éstos condujeron a su hija, la her-
mosa Pervanah, al mercado de esclavas,
donde por su rescate los potentados de Jo-
rasán habrían de pagar muy buen dinero.
Con mil dineros de plata que le facilitó
su amigo Hassan, confeccionador de golo-
sinas, filósofo y cínico, Rafi, el galán ena-
morado de Pervanah, consiguió libertar a
ésta del mercado de esclavas, mas cuando
se disponía a conducirla a su casa, en donde
yacía sin vida el desventurado Ismán Alí,
víctima de la brutalidad de los soldados, lle-
gó al lugar el jefe de los eunucos en busca
de una nueva favorita para el Califa, y
viendo a Pervanah en brazos del joven
Rafi, la arrancó brutalmente de ellos con el
auxilio de sus secuaces, puesto que sin éstos
jamás lo hubiese intentado.
Más tarde, en el palacio del Califa, a la
vista de una daga ensangrentada que le en-
tregaron los verdugos de aquél, Rafi creyó
que Pervanah, la amada de su corazón, ha-
bía corrido la misma suerte de tantas otras
doncellas, víctimas de la lujuria del Califa.
Horrorizado, Rafi huyó del siniestro pala-
cio, atormentados el corazón y la mente por
la ansiedad y la duda, y se unió a los jefes
del descontento popular, quienes, reunidos
secretamente, conspiraban y fraguaban
planes para cuando fuese llegada la hora de
romper las cadenas que les esclavizaban.
Y sucedió que un día, por las tortuosas
calles de Jorasán, resonó el siniestro cla-
mor de la venganza. . .
Jefe de los conjurados por aclamación, el
valeroso Rafi se sacó del cinto la trágica da-
ga, y colocándola en el centro de círculo que
formaban sus compañeros, gritó : "¡ Qué es-
PAGINA 3
lfe>-
&EB
MENSAJERO PARAMOUNT
A ningún empresario se le esca-
pará la importancia que para
la publicidad y propaganda
tiene este grabado y los demás
por el mismo estilo que apare-
cen en otras páginas de esta re-
vista, atractivos, económicos y
de fácil reproducción al ta-
maño que se desee.
"LA DAMA DEL HARÉN"
ta daga sea nuestro símbolo ! ¡ Juremos por
la sangre inocente que la mancha, que Per-
vanah será vengada!"
Y entonces comenzó en las antiguas pro-
vincias persas de Bactriana, Aria y Partia,
y particularmente en Jorasán, la guerra sor-
da y sutil que dio en llamarse la Guerra de
las Dagas.
Mientras la rebelión se extendía por Jora-
sán, oídos finos escuchaban, ojos avizores
vigilaban, arteros y ágiles pies se acercaban
hacia el lugar donde estaban reunidos los
jefes del movimiento libertador.
Abd-el-Melick, el malvado Califa, valién-
dose de un traidor, logró descubrir el san-
to y seña que había de franquearle la puer-
ta de la humilde posada, situada en las cer-
canías de Jorasán, donde se reunían los con-
jurados.
Hábilmente disfrazado. Abd-el-Melick
saludó a Rafi con las palabras del santo y
seña: ¡Daga de protección! ¡Daga de cle-
mencia!, con las cuales era suficiente para
captarse la confianza de los conjurados.
— No habrá para mí descanso ni paz, ni
tampoco felicidad, hasta que haya conse-
guido hundir mi daga en el negro corazón
del Califa — le dijo el confiado Rafi al nuevo
conjurado.
— Soy extranjero ... Díme, ¿que te ha
hecho el Califa para despertar tu odio? —
inquirió de Rafi el desconocido.
— Me robó mi amor. . .La dulce Per-
vanah está muerta — respondió el interro-
gado.
— Te equivocas, Rafi . . . Tu amada no está
muerta. . .Pervanah está en el palacio del
Califa aguardando la hora que tú irás a
libertarla. . .
De este manera, atraído por las enga-
ñosas palabras del propio Califa, el valero
Rafi se vio arrastrado hasta la misma cuev
del lobo, el palacio maldito, en donde Abd
el-Melick lo sometió a las más refutad
torturas.
Mas el malvado Abd-el-Melick no conta
ba con la astucia de Hassan, el confecciona¡
dor de golosinas, quien, deseoso de vengaij
un ultraje que le infiriera el Califa, se pusd
a la cabeza del pueblo sublevado y mientras]
aquél se entregaba a' la más desenfrenad;!
orgía en celebración de sus desposorios colj
Pervanah, tomó por asalto el siniestro palaj
ció y dio la libertad a los jóvenes amatij
tes.
Y así fué cómo, al fin, la paz volvió 3
reinar en Jorasán y una nueva era de feliji
cidad comenzó para el pobre y el oprimido) >
de la cual aún hoy se conserva grato recuer j
do en todos los ámbitos de la tierra persai;
PAGINA 4
MENSAJERO PARAMOUNT
t%
Wallace Beery
Gparamount
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
RECLUTAS SOBRE LAS OLAS"
(Were in the Navy Noiv)
>roducción de EDWARD SUTHERLAND
con
WALLACE BEERY
RAYMOND HATTON
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, estudio de California
Película Paramount
dirección de EDWARD SUTHERLAND
Fotografía de Charles P. Boyle
Basada en un asunto original de Monte Brice.
Versión cinematográfica de
John McDermott
Editor en jefe: E. LLOYD SHELDON
RECLUTAS SOBRE LAS OLAS
Raymond Hatton
REPARTO
Ballenato*' Wallace Beery
Camarón" Raymond Hatton
agdalena Lorraine Eason
apitán "Tiburones" Chester Conklin
lmirante "Tricornio" Max Asher
Corajes' Tom Kennedy
lmirante la Boya Joseph W . Girar d
pntramaestre Pescador .... Donald Keith
n espía Malcolm Waite
' r
ARGUMENTO
STAMOS
en el año
de gracia,
de desgracia, de
17. La guerra
sido declarada,
mar, por tie-
a y por los aires.
ocopio Hansen,
r mal nombre
llenato, yace
sentido en una
uina del ring
Club Pasatiempo, después
una lucha formidable con
ampeón de boxeo de la lo-
idad, un tal Corajes, más
lo que el apodo que lleva,
ndo a su patrocinado por
suelos. Camarón, el má-
er de nuestro héroe caído,
uita el dinero que tiene en
bolsillos con la sana y no-
intención de que no se lo
en. A la mañana siguien-
te, cuando el Ballenato vuelve en sí de su
estado comatoso, el conserje del Club le
participa que su mánager le limpió los bol-
sillos por precaución para impedir que otro,
con menos autoridad que él, lo hiciese.
Mas, no conforme el Ballenato con la auto-
ridad que se arrogó el Camarón, se dirige
en su busca y no tarda en encontrarlo en una
estación de reclutamiento. Al ver al Ba-
llenato, el Camarón echa a correr como un
gamo, perseguido por aquél. La persecu-
ción se prolonga unos minutos hasta que los
oficiales encargados del reclutamiento, con-
vencidos de que tanto el Ballenato como el
Camarón, son dos héroes marinos en pers-
pectiva, los embarcan en uno de los trans-
portes de tropas que está a punto de hacerse
a la mar con rumbo a las costas de Francia.
Mientras los dos reclutas, armados con los
trastos propios del oficio, se dedican a bal-
dear la cubierta del buque, uno de los oficia-
les invita a la encantadora Magdalena a
visitar el transporte, de la proa a la popa, de
babor a estribor. La sorpresa de los dos
reclutas no es para descrita al ver que Cora-
jes, el pugilista que en el Pasatiempo dejó al
Balletano sin sentido, está a bordo y es nada
menos que el cabo encargado de ver que el
baldeo de la cubierta se haga como las es-
trictas reglas del buque
ordenan. Por causas im-
previstas, el transporte
zarpa del puerto sin dar tiempo a la linda.
Magdalena, que está conversando secreta-
mente con el operador del telégrafo inalám-
brico, a desembarcar. Mujeriegos a carta
cabal, y teniendo en cuenta que el palmito
de la niña no es para menos, el Ballenato y
el Camarón no pierden de vista a la chica,
a quien sorprenden, en una ocasión, en el
instante de transmitir un mensaje al enemi-
go. Los dos reclutas se limitan a observar
los movimientos de Magdalena, sin dar par-
te a sus superiores de lo que han visto y
oído, esperando tener oportunidad propicia
de hacerlo más adelante. Después de unos
días de navegación, sin incidente alguno dig-
no de pasar a la historia, el transporte llega a
una zona peligrosísima sembrada de minas
submarinas. Valiéndose de sus encantos per-
sonales, Magdalena logra inducir a nuestros
reclutas a que echen una lancha al mar, en
la cual se embarcan todos. Después de unas
horas de remar furiosamente, sin rumbo
fijo, Magdalena desaparece misteriosamente
de la lancha, en el instante que la frágil em-
barcación es partida en dos por la cortante
proa de un acorazado francés, el cual recoge
del mar a los dos reclutas desertores.
Transportados gratuitamente a un puerto
de Francia como dos héroes, el Ballenato y
el Camarón son festejados y agasajados es-
pléndidamente en cuantas partes se presen-
tan. Las francesitas se disputan el honor
En la película "Re-
clutas sobre las
olas," de la Para-
mount, abundan las
escenas de la más
fina ironía, inter-
pretadas por los
eminentes actores
Wallace Beery y
Raymond Hatton,
quienes derrochan
la sal por toneladas.
PAGINA 5
MENSAJERO PARAMO UN T
de ser besadas por tan bravos marineros,
mientras que los franceses les obsequian
generosamente con toda clase de champañas
y manjares. Por fin llega al puerto francés
el transporte al cual nuestros héroes per-
tenecen, en el que se embarcan. Durante el
viaje de vuelta a América, el Ballenato y el
Camarón tienen oportunidad de salvar, por
casualidad, pues no podía ser de otra mane-
ra, al transporte de caer en la trampa que le
preparó un submarino enemigo. A su lle-
gada a Nueva York, en vez de ser pasados
por las armas por las muchas barbaridades
hechas a bordo del buque, el almirante de
la flota les entrega sendas medallas. Magda-
lena, a quien los reclutas creían una espía
enemiga, es también condecorada, pues re-
sulta ser una espía al servicio del Gobierno
americano. Terminada la guerra y previa
la centésima promesa de devolución del di-
P AGINA 6
ñero que el Camarón le quitó al Ballenato
la noche de la gran pelea en el Pasatiempo,
los dos reclutas reciben la licencia y am-
bos escapan del transporte como alma que
lleva el diablo, perseguidos por el vengativo
y rencoroso Corajes.
Sugestiones de Publicidad
y Propaganda
Biografía de WALLACE BEERY
Wallace Beery, como su hermano
Noah, nació en una pequeña aldea del
Missouri, y, como éste recibió su edu-
cación de una escuela pública de la
ciudad de Kansas. Entre los compa-
ñeros de escuela de los hermanos
Beery estaba Jesse James, hijo del cé-
lebre bandido de este nombre. La
primera vez que Wallace apareció en
el escenario de un teatro fué en la
ciudad de Kansas, interpretando un
pequeño papel en la compañía dramá-
tica en que trabajaba su hermano. Do-
tado de una voz de tenor fuerte y bien
timbrada. Wallace ingresó en una
compañía de opereta y comedia mu-
sical ligera, equivalente a nuestra zar-
zuela, con la cual hizo su presentación
en el Broadway neoyorquino. Más
tarde Wallace Beery aprovechó la
oportunidad de ingresar en una em-
presa productora de películas como ac-
tor cómico, y así fué cómo abandonó
definitivamente la escena teatral. Con-
tratado por Mack Sennett para tomar
parte en una serie de películas cómi-
cas, Wallace se trasladó a Los Angeles
(California), donde aquél tenía sus
estudios. Al cabo de algún tiempo }l
cuando ya había logrado conquistarse,
un nombre en la comedia cinematográ-
fica, Wallace Beery fué requerido por|
Marshall Neilan para tomar parte en
el drama El pecado imperdonable, j
siendo este el primer papel dramático
que Wallace interpretó en la pantalla
y el comienzo de una serie de triunfos
que han colocado a este eminente in-
Itérprete en primera fila entre los ac-J
tores de carácter de la cinematografía.
Wallace Beery ha tomado parte,
entre otras, en las siguientes pe-
lículas de la Paramount: DetráA
de la puerta, La bailarina española,,
Amor proscrito, Aventura, En nombre dem
amor, Amor tempestuoso, Los jinetes del'
correo y Reclutas a retaguardia. En estaf
película cómica, interpretada en compañía!
de Raymond Hatton, Beery se consagró de-4
unitivamente como uno de los primeros acJ
tores cómicos de la pantalla. En la película
Reclutas sobre las olas, de la Paramount.
que se exhibirá en el teatro ¡
Wallace Beery se supera a sí mismo. Este!.
eminente actor mide seis pies y una pulgada.||
de estatura y pesa 235 libras. Tiene el pelo¡
y los ojos castaños y es un entusiasta aficio-¡¡
nado a la caza y a la pesca.
Biografía de RAYMOND HATTON
Este eminente actor de la Paramount,!
compañero inseparable de Wallace Beery en I
varias películas, nació en Red Oak, en m
estado norteamericano de Iowa. A los diezfl
(Coutimía en la página 21)
MENSAJERO PARAMOUNT
¿ZZkút.
\%
EL PECADO POPULAR
ADOLPH ZUKOR
y
JESSE L. LASKY
Presentan a
FLORENCE VIDOR
La Producción de
dALCOLM ST. CLAIR
"EL PECADO
POPULAR"
(The Popular Sin)
lícula basada en un argumento
de
MONTA BELL
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado, estudio
neoyorquino.
Película Paramount
-i
con
Clive Brook, Greta Nissen,
André Beranger y Philip Strange
Dirección de MALCOLM ST. CLAIR
daptación y versión cinematográfica de
James Ashmore Creelman
Editor de Producción, Ralph Block
Fotografía de Lee Garmes
Editor literario, Julián Johnson
FLORENCE VIDOR
REPARTO
>na Montf ort Florence Vidor
•ge Montf ort Philip Strange
m Corot Clive Brook
inchette Greta Nissen
onso André Beranger
iú Iris Gray
ARGUMENTO
VONA, esposa de Jorge Montfort, su-
fre con resignación filosófica las cala-
veradas de su marido. Lulú, una ac-
: con la cual Jorge proyecta dar una esca-
la a la aristocrática playa de Deauville,
el último enredo amoroso del desleal es-
ence Vidor y Greta Nissen, principa-
intérpretes de la película "El pecado
alar," se disputan el amor de Clive
9k y Philip Strange en una de las
lucciones más lujosas que ha presen-
do recientemente la Paramount.
poso. El día del aniversario
de su boda, que es precisa-
mente el que Jorge había des-
tinado para el viaje, Ivona
descubre en uno de los bolsi-
llos del frac de su marido
dos billetes de ferrocarril, y
Jorge, para disimular, le dice
a I\ona que los compró pa-
ra los dos, pues quería llevar-
la a Deauville como regalo
de aniversario de sus espon-
sales. Agradecida, Ivona es-
tá a punto de perdonar a Jor-
ge todos sus enredos amoro-
sos pasados, cuando un su-
puesto asunto de negocios urgentísimo (Lu-
lú) le detiene en París. A pesar de este
inesperado contratiempo, Jorge aconseja a
su mujer que continúe con los preparativos
del viaje, pues si no pueden ir los dos juntos
a Deauville, se encontrarán allí más tarde,
esto es, cuando el negocio urgentísimo que
lo detiene en París le permita emprender el
viaje.
En el teatro, donde prosiguen con toda
actividad los ensayos del drama de Juan
Corot, un amigo de Jorge, éste ofrece los
billetes a aquél, quien los acepta, con el re-
sultado de que, sin pensarlo, Jorge arroja a
Corot en brazos de su esposa. Quince días
después, cuando, terminado el negocio que
le detuviera en París, Jorge se dirige a
Deauville, al llegar al ho-
tel donde se aloja Ivona,
sorprende a ésta en amoro-
so coloquio con Corot. Un
divorcio rápido y una boda
inmediata es el resultado
del viaje que, por invitación
de Jorge, hicieron Ivona y
Corot a la aristocrática
playa de Deauville.
La felicidad de Ivona no es, desgraciada-
mente, completa. Las admiradoras de Co-
rot, el dramaturgo y el novelista favorito del
bello sexo, son demasiado numerosas. Los
picaros celos nublan el firmamento conyugal
del novelista y de Ivona.
Un día, Alfonso Martín, director de la
compañía que representa las obras de Corot
en uno de los mejores teatros parisienses,
comete la indiscreción imperdonable de in-
troducir a Blanchette, la magnética dama
joven de la compañía, en el hogar de los es-
posos Corot. Blanchette insiste en que el
popular dramaturgo debe escribirle un dra-
ma, y Corot, excesivamente débil con el
sexo impropiamente llamado así, sucumbe
a las súplicas de la sirena.
Pasan unos cuantos meses, los suficientes
para que los amores de Corot y de la bella
Blanchette, iniciados una noche fatal en su
propio hogar y continuados durante los en-
sayos del drama
El pecado popu-
lar, lleguen a
oídos de Ivona.
Mas ésta no hace
caso a los rumo-
res de la infideli-
dad de su esposo
que hasta
ella llegan,
creyéndo-
los hijos del
1
^
. | i ,
MENSAJERO PARAMO UNT
■despecho o de la envidia de los colegas de
aquél. Pero la noche del estreno de El
pecado popular, cuyo argumento parece una
página arrancada de su propia vida, des-
pués que el autor ha sido llamado repetidas
veces al escenario a recibir las o\ aciones del
público entusiasmado, Ivona sorprende a
Blanchette en brazos de su esposo en el ca-
marín de la actriz, de la misma manera que
Jorge un día no lejano la sorprendió a ella
en brazos de Corot en su habitación del ho-
tel de I )eauville.
Un divorcio rápido, tanto como el an-
terior y una boda precipitada, convierte a
Corot en el esposo legítimo de Blanchette.
Sin embargo, la felicidad de éstos dista mu-
cho de ser ideal, l'na noche, en un res-
taurant concurrido por la bohemia artística
y literaria de París, la incompatibilidad de
caracteres de los dos esposos estalla con una
explosión tan violenta, que el ruido llega
hasta la mesa que ocupa Ivona. Esta se
limita a sonreír sin pronunciar palabra.
Armado con una llave que casualmente
encuentra en el saco de mano de Blanchette,
de la cual pende una misteriosa dirección,
Corot sigue las instrucciones en la tarjeta
apuntadas, las cuales le llevan al apartamen-
to de Jorge Montfort, en cuya compañía en-
cuentra a su esposa. Indignado, Corot se
abalanza hacia Jorge con ánimo de agredirle,
mas éste le detiene con estas palabras pro-
nunciadas con toda frialdad y calma :
— Amigo Corot, le aconsejo tener calma
y no olvide que los dos hemos pasado por
una situación semejante.
Corot comprende que, bien pensado,
.Montfort tiene razón y, viendo en la actitud
de éste una ocasión excelente para deshacer-
se de Blanchette, le ofrece divorciarse.
Jorge entrega a Corot otra llave de la
cual pende una tarjeta con las señas del
domicilio de Ivona.
Pocos minutos después, los suficientes pa-
ra llegar a la dirección indicada en la tar-
jeta, Coi'ot se encuentra, arrepentido y con-
vencido de que un hombre no puede amar
verdaderamente más que a una sola mujer,
en brazos de Ivona.
Sugestiones de Publicidad
y Propaganda
¿Es el chárleston, el divorcio, la infideli-
dad conyugal, el mentir, el besar, el pecado
popular?
Monta Bell, eminente director de la Para-
mount, estuvo meditando algún tiempo
acerca de lo que pudiera ser la causa del
pecado popular, y al fin se decidió a ofrecer
al público la respuesta en un interesante
manuscrito, el cual ofreció al departamento
de argumentos de la Famous Players-Lasky
Corporation para su aprobación. Malcolm
St. Clair, uno de los directores de la nueva
escuela, leyó el manuscrito de su colega
Monta Bell, y pareciéndole interesante, lo en]
tregó al famoso adaptador James Ashmon:
Creelman para que lo adaptase a la pantalln,
con el resultado de que poco tiempo después,
St. Clair completaba el reparto de los artisi
tas que debían tomar parte en su interpre^
tación. Florence Vidor se encargaría de II
interpretación del papel de Ivona Montfort,'
secundada por artistas de tanta valía come
Clive Brook, Greta Nissen, Philip Strangf
y otros.
En rigor, el asunto de El pecado popula)
gira alrededor de las dificultades conyugale;
y de las peripecias consiguientes de tre;
hombres y tres mujeres, cuyo desenlace, sit
ser igual ni mucho menos, no deja de tenei
alguna semejanza con el de la aplaudid?
comedia La gran duquesa y el camarero, e
éxito de la cual está a la memoria de todos!
los aficionados a las películas de la Para-
mount, a cuya empresa pertenece el nuev
film, el cual recomendamos a nuestros le<
tores.
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky
Presentan a
FLORENCE
VIDOR
CLIVE BROO^GRETA NISSEN
PHILIP STRANGE
\C/>/r/t¿rr.s^
en
EL PECADO
POPULAR
"EL PECADO POPULAR"
El pecado popular, desde el comienzo del
mundo, tuvo su origen, según cuentan la|
crónicas bíblicas, cuando la serpiente pusq
en manos de Eva la fatídica manzana
Desde aquel aciago día, el pecado, ec
una forma u otra, con o sin manza-
na, ha florecido en el mundo. Men-
tir, robar, matar. He aquí tres
graves pecados que han llenado di
luto millones de hogares. ¿Es al
guno de estos tres males que ha sefl!
vido de tema a Monta Bell para es
cribir el argumento de una de las
películas más interesantes que sÉj
han llevado a la pantalla? No. E
pecado popular, en opinión de esaS
eminente autor y director, es el qil
comete el hombre que ama a dos
mujeres a la vez. o la mujer que di
vide su amor entre dos hombresi
Los pecadores principales de esta
película, que con el título de El pe-
cado popular se estrenará hoy.
son los eminentes artistas FlorenJ
Vidor, Clive Brook, Greta Nissen J
Philip Strange. Para que el asun»
de la película se desarrolle en uní
atmósfera más adecuada, sus aut»
res han colocado la acción en Par»
y sus personajes son gentes de \i
bohemia literaria y del teatro. .9
pecado popular es una película qJ
hace honor al director de aquel oti»
triunfo cinematográfico, La gfm
duquesa y el camarero.
PAG¡y.4 8
MENSAJERO PARAMOUNT
5.
LA AJENA
FELICIDAD
ADOLPH ZUKOR
y JESSE L. LASKY
Presentan
"LA AJENA
FELICIDAD"
(The Great Gatsby)
Producción de
HERBERT BRENON
Warner Baxter, Lois Wilson y dos escenas culminantes de la película "La ajena felicidad,"'
de la Paramount.
Warner Baxter, Lois Wilson
Neil Hamilton y Georgia Hale
isada en la novela de F. Scott Fitzgerald
y en la comedia de Owen Davis
WILLIAM LE BARÓN
'roductor asociado, estudio neoyorquino
Película Paramount
Dirección de HERBERT BRENON
ARGUMENTO
N el comienzo de nuestra historia,
allá por el año de 1917, Jay Gatsby,
el protagonista, era un nadie. En
bio, Daisy, la mujer a quien Gatsby
raba, era la bella de Louisville,
el Kentucky, y la heradera de
millones del opulento coronel
Tan grande era la diferencia
ial que entre ambos existía, que
sby tenía que conformarse con
irarla a la distancia, hasta que
guerra lo cubrió con el mágico
hto de un uniforme.
ay Gatsby partió para Francia
quella misma primavera, mien-
el galán peleaba en las trín-
ras, la doncella faltó a su jura-
to, y olvidándose de Jay, ca-
con Tom Buchanan, quien, en
ion de los familiares de Daisy,
uno de los mejores partidos de
tucky.
Terminada la guerra, Gatsby retornó a
la patria para encontrar a la dueña de su
corazón casada con un hombre que se que-
dó en casa enriqueciéndose, mientras él po-
nía en peligro su vida y perdía su amor.
En los años que intervienen desde la ter-
minación de la guerra al de 1926, Gatsby
desaparece completamente de la escena pa-
ra aparecer en el de 1926 en condiciones
completamente diferentes a aquellas en que
le conocimos.
Del gran torbellino de fortunas que en-
gendró la guerra, surgió un nuevo Jay Gats-
by, en el cual no había ni rastro siquiera
de aquel soldado desconocido y miserable
que vimos una memorable noche despedirse
de Daisy con estas palabras reveladoras del
estado de ánimo del que las pronunciaba :
"Estudiaré. . .Me elevaré por mi propio es-
REPARTO
Jay Gatsby Warner Baxter
Daisy Lois Wilson
TomBuchanan,//a/e Hamilton Warner Baxter
Nick Carraway, Neil Hamilton
Jorge Wilson. . William Powell
Marta Wilson .... Georgia Hale
Jordán Baker Carmelita Geraghty
Carlos Wolf George Nash
Sra. Fay Jane Jennings
LOIS WILSON
Kj^aramount
fuerzo a tu nivel. . .Te he
arrancado de Tom Bu-
chanan y he de mantener-
te alejada de él. ..."
Si la primera parte de
esta promesa se cumplió
por el esfuerzo de su vo-
luntad, la segunda parte
no pudo verla cumplida
el joven Gatsby por
causas absolutamente ajenas a ella.
En Nueva York todo el mundo hablaba
de él, de su espléndida mansión rodeada de
jardines, allá en el aristocrático Long Is-
land, de las fiestas sensacionales que en
ella se daban, de su riqueza, la cual nadie
sabía de donde procedía, y que él mismo
era incapaz de explicar dos veces de la
misma manera. . .
Los invitados de Gatsby lo eran por vo-
luntad propia . . . Llegaban por centenares,
disfrutaban de la . hospitalidad de aquel
hombre incomprensible y muchas veces
partían sin tan siquiera haber visto al an-
fitrión. Parecía que las fiestas que en la
espléndida quinta se daban no tenían otro
objeto que hacer la felicidad ajena.
En la escena de aquella fiestas
siempre estaba presente un miste-
rioso personaje, un tal Wolf,
jugador en un tiempo de dudosa re-
putación, sumamente hábil para de-
jarse pescar por la policía. Hasta
su alegría vulgar tenía un tono si-
niestro. Públicamente se decía que
este ente enigmático era el protector
de Gatsby.
En la otra orilla de la bahía,
a corta distancia de la mansión se-
ñorial de Gatsby, tenía su residen-
cia veraniega Tom Buchanan y en
ella vivía la mujer que para el so-
litario Gatsby — solitario en medio
t r- -' < -¿
MENSAJERO PARAMOUNT
s^m
de centenares de amigos desconocidos— sim-
bolizaba una promesa incumplida y una es-
peranza imposible.
Una noche, ignorando que el misterioso
t ¡at si »\ fuese el mismo a quien diez años
antes jurara eterno amor. Daisy aceptó
la invitación de una amiga y en compañía
de ésta \ «le su esposo franquearon por
primera vez la enrejada puerta del jardín del
opulento y misterioso personaje, a quien,
: de Gatsby, en el cual ocupa un asiento
Daisy, da muerte instantáneamente a una
mujer que trata de huir de su marido, un
sujeto maniático llamado W'ilson, quien,
sospechoso de que su esposa sostiene rela-
ciones secretas con Tora Buchanan, ame-
naza con darle muerte. La infortunada
mujer muere atropellada por el automóvil,
hacia el cual había corrido como loca, pi-
diendo socorro, creyendo que en él estaba
envuelta entre la sutil neblina del amanece]
La figura se acerca rápidamente hacia 1
piscina, suena un disparo y Gatsby qued
sin vida sobre la plancha de madera en 1
cual descansaba. El asesino es Wilson, t
maniático, quien con su crimen cree habe
vengado la muerte de su esposa.
Y así murió el gran Gatsby, el hombr
que siendo incapaz de encontrar la felicida
para sí, pudo, por lo menos, dedicar pai
44
LA AJENA FELICIDAD
W
e ^o^
instantes después, fué presentada la tan
sorprendida cuanto admirada Daisy.
Pasan los días. La chispa que Gatsby
encendiera inconscientemente en el cora-
zón de Daisy durante esa visita, tórnase
gradualmente en devoradora llama, hasta
que una tarde, a la hora del te, la llama se
convierte en devastador incendio. En una
habitación del Hotel Plaza, en Nueva York,
Buchanan sorprende a su esposa en com-
pañía de Gatsby. Aquél acusa a éste de
una ofensa que Gatsby no niega haber co-
metido. Camino de su casa, el automóvil
Tom Buchanan, el causante de su desgracia.
Horrorizada por la responsabilidad indi-
recta que tiene en la tragedia, Daisy corre
a refugiarse en brazos de su esposo.
Abandonado de todos sus amigos y perse-
guido por la justicia, Gatsby vaga errante
por las amplias avenidas de su jardín som-
breadas por cedros centenarios. La ma-
ñana es hermosa y convida al baño. Gats-
by se zambulle en la enorme piscina, teatro
en las claras noches de luna de amorosas
escenas. Por las tapias del jardín se des-
liza sigilosamente, la figura de un hombre,
te de su vida a hacer la felicidad ajena.
Biografía de LOIS WILSON
Lois Wilson nació en la ciudad de Pitti
burgo. Muy niña todavía, sus padres
trasladaron a Birmingham, en donde pav
la infancia. Educada para ejercer el magí
terio, pero con grandes deseos de ser actr:¡¡
Lois Wilson fué presentada casualmente
día a la señora Lois Weber, directora a ¡I
sazón de un estudio cinematográfico de Q\
cago. Miss Weber se interesó por la jove,
cita y le ofreció un papel secundario en [I
PAGINA 10
MENSAJERO PARAMOUNT
La Paramount en la Isla de Cuba
,a Paramount Films de Cuba, S. A., cuenta con un entusiasta grupo de colabo radores para llevar a feliz término los propósitos que abriga su gerente general,
1 Sr. Clarence C. Margon, de hacer que las películas de la Paramount se exhiban constantemente en todas las ciudades y pueblos de Cuba, de Punta Maisí
1 Cabo San Antonio. En la fotografía de la derecha aparecen los juveniles empleados de la oficina habanera de la Paramount prestos a entrar a la brega. En
a de la izquierda aparecen otros colaboradores valiosísimos de la Paramount en la preciosa isla antillana. He aquí sus nombres, de derecha a izquierda:
). C. C. Margon, gerente general de la Paramount Films de Cuba, S. A., D. José Jiménez, del Cine Lawton; D. Ricardo Vinales, del Edison; D. Fernando
lasanova, del Wilson e Inglaterra; D. José P. Alvarez del Cine Rojo; D. José Suárez del Cine Verdún; D. A. L. Pratchett, subgerente de la Paramount en
luba; D. Raúl Suárez, del Cine Verdún; D. George Weltner, representante especial de la Paramount; D. Ramón P. Alvarez, del Cine Gris y presidente de la
asociación de Exhibidores; D. Enrique López Porta, del Cine Imperio; D. Antonio González, del Cine Céspedes, de Regla; D. Heliodoro García, del Cine
íeptuno; D. Juan Cruz, de los Cines Dora, Apolo, Tosca y Gran Cinema; D. Gonzalo López, de los Cines Trianón y Méndez; D. Tomás González, de los
Cines Lira, de la Habana, y del Fausto y Carral, de Guanabacba; D. José Piñeiro, del Cine Bohemia, y D. Dionisio Fernández, del Cine Valentino.
elícula La muda de Porticci, el cual
, esempeñó con tanto acierto y distinción,
ue la directora insistió en llevársela a Los
Angeles, en donde ingresó en uno de los es-
ludios de aquella ciudad. Después de apa-
ecer en algunas películas con los eminentes
(rtistas J. Warren Kerrigan y Frank Keen-
n, Lois Wilson entró a figurar en los den-
los artísticos de los estudios de Lasky, to-
pando parte en varias películas con el ma-
igrado actor Wallace Beery y con el emú-
lente artista cinematográfico Bryant Wash-
iurn. William de Mille vio en Lois Wilson
Pl tipo de actriz ideal para la protagonista de
p película Locura de primavera. En se-
ntida se le confió la interpretación de Mag-
¡ie Wylie en Lo que toda mujer sabe, del
minente escritor inglés sir James Barrie,
irigida por el mismo William de Mille. El
jxito obtenido en esta película fué tremendo
su nombre fué definitivamente consagra-
| Lois Wilson ha aparecido recientemente
|jn algunas notables películas de la Para-
jhount, entre las cuales recordamos, Contra-
bando, La bienvenida ingrata, Aguas tem-
Viestuosas, El involuntario impostor, La raza
hie se extingue, El fachendoso, Casémonos
y lo sabrás y, finalmente, La ajena felicidad,
que se estrenará en el teatro
La Emoción de WARNER BAXTER
Durante la impresión de las escenas de la
película La ajena felicidad, la cual se está
exhibiendo con excelente éxito en el teatro
, Warner Baxter, protagonista
del film, recibió una de las emociones más
grandes de su vida cuando en compañía de
Lois Wilson, principal intérprete femenina
dé la película, se dirigía a todo gas hacia
el lugar indicado por el director Herberl
Brenon para filmar las escenas del accidente
automovilístico en que ambos artistas to-
man parte. Miss Wilson, sentada ante el
volante del roadster, seguía las instruccio-
nes que con el megáfono en la boca le daba
■Mx. Brenon, a corta distancia del lugar
donde la actriz Georgia Hale, huyendo de
su marido, que ha amenazado darle muerte,
es atropellada por el automóvil de Gatsby.
Parece ser que Lois Wilson no estaba lo su-
ficiente familiarizada con el mecanismo del
coche que conducía y en vez de poner el pie
en el freno, lo puso en el acelerador, con el
resultado que supondrá el lector. El poten-
te automóvil dio media vuelta sobre dos rue-
das, patinando terriblemente durante dos
minutos, que a Warner Baxter le parecieron
un siglo, y por fin se detuvo ante una de las
cámaras, la cual no derribó por verdadero
milagro.
HERMOSAS MUJERES EN
"LA AJENA FELICIDAD"
Herbert Brenon, director de la película "La
ajena felicidad," que se estrenará en el teatro
el día , les hizo la competencia
al famoso Ziegfeld, a George White y a Jake
Shubert, en la selección de mujeres hermosas pa-
ra tomar parte en las escenas de la piscina del
jardín del protagonista de la película. En opinión
de Mr. Brenon, que es sastre que conoce el paño,
las bañistas que aparecen en las escenas de la
piscina son de lo más hermoso que se da en
América. Claudia Hanks, Rubí Blaine, Helen
Chambers y Evelyn Kann, que así se llaman ellas,
han ganado premios en diferentes concursos de
belleza. En el reparto de esta película figuran los
nombres de artistas tan eminentes de la cinemato-
grafía como Warner Baxter, Lois Wilson, Neil
Hamilton y Georgia Hale, contribuyendo todos
ellos con su excelente trabajo a hacer que la
película que en breve se exhibirá en el teatro
sea una de las más hermosas e intere-
santes que la Paramount ha llevado recientemente
a la pantalla.
PAGINA 11
scZ
MENSAJERO PARAMO UN T
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El nuevo Teatro Pan
gran urbe neoyorquina, í
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concurridos de noche y <
donde están situados los pj
Los buenos neoyorqu
Paramount, después de trj
como el lugar donde deber
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buen creyente hace acto de
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El Teatro Paramoum
algo así como la Cátedra
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que tiene de existencia ha
universales, lo que lograi
grandes hombres de buer
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El Teatro Paramoun 1
magna de la organización
bien el mejor tributo que 1
cionalismo que el Arte de
tamente simbolizado en q
encierra en su recinto est* 1
PAGISA 12
_
MENSAJERO PARAMO UN T
as*
e Día-
spect aculo
rntado en el corazón de la
do y cambiado por com-
c, uno de los lugares más
es el centro del distrito
atros de la metrópoli.
rran hoy el nuevo Teatro
íasos de su inauguración,
bor lo menos una vez a la
pes del más popular de los
misma manera que todo
oor lo menos una vez a la
lto.
ser para el neoyorquino
, el templo dedicado al
tilo que en los seis lustros
l paz y la confraternidad
lo parcialmente algunos
que consagraron su vida
)ósito.
la coronación de la obra
Jjnombre, sino que es tam-
t podía dedicar al interna-
Vrafía representa, perfec-
¡all de las Naciones que
il edificio.
PACIM 13
3"^b,
MENSAJERO PARAMOUNT
¿£V¿
Reclutas Sobre
Las Olas
H
( WE'RE IN THE NAVY NOW)
producción de EDWARD SUTHERLAND
¡APLAUSOS!
El público neoyorquino aplau-
dió, como no había aplaudido nunca,
al aparecer ese admirable dúo de
eminentes actores, formado por
WALLACE BEERY y
RAYMOND HATTON
La crítica neoyorquina no en-
contró palabras adecuadas para
elogiar como se merecía la labor de
estos dos grandes intérpretes, en la
película
"RECLUTAS SOBRE
LAS OLAS"
Si la película RECLUTAS A RE-
TAGUARDIA consiguió llenar con-
secutivamente los teatros donde
se exhibió en los Estados Unidos
y se está exhibiendo actualmente
en Europa, no hay ningún motivo
para que RECLUTAS SOBRE
LAS OLAS, interpretada por los
mismos artistas, dirigida por el
mismo director y producida por
la Paramount, no llene los teatros
donde se exhiba.
EN LONDRES
En la capital inglesa, donde en la
actualidad se exhibe esta película, no
se habla de otra cosa que del torrente
de risa que desbordan día a día y
noche a noche,
WALLACE BEERY y
RAYMOND HATTON
EN NUEVA YORK
RECLUTAS SOBRE LAS OLAS
produjo una entrada de CUARENTA
Y NUEVE MIL DOLARES la
semana de su estreno, en el RIALTO,
con una capacidad de 1800 asientos
— ¡ UN BUEN BALDEO ! Esta pelí-
cula es grande porque es una
PeÜcuSa
tfaramount (
■
\
PAGINA U
MENSAJERO PARAMO UN T
\%
LA BODA CONVENCIONAL
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
BETTY BRONSON
y
RICARDO CORTEZ
e n
"LA BODA CONVENCIONAL''
(The Cat's Pajamas)
Producción de WM. A. WELLMAN
Basada en un asunto original del célebre
dramaturgo húngaro Ernest Vajda; versión
cinematográfica de Hope Loring y Louis
D. Lighton
B. P. SCHULBERG y HÉCTOR TURNBULL
Productores asociados, estudio de
California
Dirección de WILLIAM A. WELLMAN
Fotografía de VÍCTOR MILNER
REPARTO
Sara Betty Bronson
César Gracco Ricardo Cortez
Rosina Coralina Arlette Marchal
El padre de Sara Theodore Roberts
avid Baldwin Gordon Griffith
riggs Tom Ricketts
ARGUMENTO
PARA Sara Winton, una linda modisti-
lla de uno de los establecimientos de
modas más elegantes de la Quinta
Avenida neoyorquina, en el mundo hay só-
lo dos grandes amores, el que siente por su
padre, anciano e inválido, y el afecto que
demuestra por su gatito, un precioso felino
que responde al sonoro nombre de Cascabeli-
to. Es cierto que la encantadora Sara no ve
con indiferencia las atenciones que le pro-
diga David Baldwin, un joven chauffeur,
mas este amor es insignificante si se lo com-
para con los otros dos afectos.
Joven y romántica, Sara siente una pa-
sión arrebatadora, pasión que no nos atreve-
mos a llamar amorosa, por el gran tenor
César Gracco, la sensación de la temporada,
el ídolo de un millón de mujeres. Para oir
cantar al gran Gracco, Sara se priva de otros
placeres, y cuando ha logrado reunir el di-
nero suficiente para comprar un asiento de
galería, se dirige al teatro, radiante de ale-
gría, con Cascabelito debajo del brazo, abri-
gado con un pijama de su confección para
que el aire de la noche no afecte al felino.
Sara deja el gatito en el guardarropía, de
la misma manera que las grandes damas
que van a la ópera de-
jan sus abrigos de pie-
les, con la única dife-
rencia de que estos ra-
ra vez escapan por sí
solos, como escapó Cas-
cabelito, sin duda para
ir al escenario a satis-
facer su curiosidad fe-
lina.
Deseoso Gracco de
seguir el consejo del
BETTY BRONSON
barítono d e
la compañía,
quien le ase-
gura que para
evitar que las
mujeres no le
importunen a
uno, hay sólo
dos remedios,
n o hacerles
caso y casar-
se, el admira-
do divo se de-
cide a poner
en práctica lo
segundo, y,
aprovechando la casualidad de que Casca-
belito hace su inesperada aparición en el
escenario durante uno de los entreactos,
jura que está dispuesto a casarse con la mu-
jer a cuya presencia el gato guíe sus pasos.
La novia elegida por Cascabelito resulta ser
una bailarina de la compañía, la célebre
Rosina Coralina, quien, como es natural,
acepta inmediatamente la petición de mano
del tenor.
Mientras en el escenario se desarrollan
los extraños sucesos que acabamos de re-
señar, promovidos inocentemente por el ga-
to, la dueña de éste, la desconsolada Sarita,
busca al animalito por todas partes, sin lo-
grar encontrarlo, hasta que, perdida toda
esperanza de hallarlo, se dirige a su casa
con la alegría de haber oído a César Gracco
completamente desvanecida por la pérdida
de Cascabelito.
Gracco lleva el gato al lujoso apartamento
del hotel donde vive y lo convierte en una
especie de fetiche, pues siendo supersticioso
como la mayoría de los ases de su profe-
Betty Bronson, Ricardo Cortez y el veterano Theo-
dore Roberts, secundados por Arlette Marchal, Gor-
don Griffith y Tom Ricketts, se reparten los aplau-
sos que el público les prodiga en las escenas de la
película "La boda convencional*' en que aparecen
tan queridos actores.
PAGINA 15
MENSAJERO PARAMOUNT
sión, crie que el destino puso el gato en su
camino para hacer su felicidad.
Con religiosa devoción, Gracco compra
un valioso collar de diamantes a Cascabelito,
de lo cual los periódicos se ocupan al día
siguiente con toda clase de pelos y señales.
La casualidad, esta caprichosa dama cjue
nunca deja de estar presente en las películas,
hace que la Coralina encargue su albo traje
de desposada en el establecimiento de mo-
das donde trabaja Sarita, siendo ésta, pre-
cisamente, la encargada de llevarlo a su
dueña.
Celosa hasta el paroxismo por la publici-
dad que las extravangacias de Gracco han
encontrado en los periódicos, los cuales
apenas se ocupan de ella, la Coralina se nie-
ga a vestirse el traje de desposada y obliga
al tenor a aplazar la boda. Mas, compren-
diendo éste el ridículo a que se expone si la
boda no se celebra, jura casarse con la
primera mujer que entre por la puerta de
su habitación, resultando ser la agraciada la
encantadora modistilla, quien, a instancias
de la misma Coralina, se había vestido el
traje de la novia.
Deslumhrado ante la peregrina belleza de
Sara, Gracco le ofrece ceremoniosamente
su mano en matrimonio. Repuesta un tan-
to de su sorpresa, Sara acepta la inesperada
proposición, no tanto por amor, o para sa-
carlo del compromiso en que se halla, sino
BETTY BRONSON • RICARDO CORTEZ
NINGÚN amante de las
bellas películas debe
dejar de ver a Ricardo Cor-
tez en el papel de un ena-
morado tenor y a la gentil
Betty Bronson en el de una
modistilla de la Quinta
Avenida.
La vida del teatro, de
bastidores hacia dentro, y
la de la sociedad neoyorqui-
na en sus opulentos hoga-
res.
Presentada por
ADOLPH ZUKOR
JESSE L. LAtjKY
"para hacerlo desgraciado ; para enseñarle
al envanecido tenor que no se puede jugar
impunemente con el corazón de las mujeres,"
como le dice a Gracco, ante la alcoba nup-
cial, pocos instantes después, la preciosa
modistilla. Esta obliga a Gracco a salir de
su habitación y a permanecer junto a la
puerta toda la noche. Sin embargo, esto
último no lo hace el tenor, pues cansado de
esperar en vano, pide a su mánager que lo
substituya en la guardia.
Durante la ausencia de Gracco, David, el
chauffeur que no ha dejado un solo instante
de pensar en el precioso anillo de compro-
miso que podría comprar a Sara con el dine-
ro que le costó al tenor el collar que compró-
ai gato, se introduce en la habita-
ción de Gracco para robárselo.
Cuando al amanecer el tenor vuel-
ve al hotel, su sorpresa no es para
descrita al encontrar en su habita-
ción a un desconocido que evidente-
mente se coló por la ventana para
cometer un desaguisado, en vez de
hallar a su esposa de la víspera. La
sospecha tortura la mente de Grac-
co, mas pronto la calma vuelve a su
pecho al confesarle el chauffeur el
verdadero objeto de su visita noc-
turna. Convencido David de que
las intenciones de Gracco para con
Sara no pueden ser más nobles y
puras, él mismo acompaña al tenor
al domicilio de la modistilla, a quien
encuentran acariciando amorosa-
mente a Cascabelito. Cumplida su
ingrata misión y dando por perdida
la partida, David, el chauffeur, des-
aperece discretamente, en tanto que
el gran César Gracco y la linda mo-
distilla reciben la bendición del
viejo Winston quien paternalmente
les contempla, inmóvil, desde su si-
lla de inválido. . .
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
Biografía de Ricardo Cortez
Ricardo Cortez nació en Viena.
Cuando tenía solamente tres años
de edad, la familia Cortez se tras-
ladó a los Estados Unidos, en don-
de, al llegar a la edad reglamentaria,
el muchacho ingresó en una de las
escuelas públicas de Nueva York,
y al cabo de unos años, en una es-
cuela comercial, de la cual salió con
el título de tenedor de libros.
(Continúa en la página 22)
PAGIXA 16
MENSAJERO PARAMOUNT
gEaa
-
i
TODOS SOMOS
ACTORES
Tres momentos culminantes de la película "Todos so-
mos actores," de la Paramount, y personajes que inte-
gran su reparto, el cual, en opinión de la crítica, es uno de los más completos que se han ofrecido al público, encabezado pol-
la gentilísima actriz Betty Bronson.
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
"TODOS SOMOS ACTORES"
(Everybody's Acting)
Producción de MARSHALL NEILAN
Basada en un asunto original del mismo.
con
BETTY BRONSON
Versión de Benjamín Glazer
Película Paramount
Fotografía de David J. Kesson y
Donald B. Keyes
director artístico, HAROLD V. GRIEVE
Director técnico, MARSHALL A. NEILAN
Director auxiliar, THOMAS HELD
Editora, ELENA WARNE
REPARTO
Doris Betty Bronson
Miguel Poole Ford Sterling
anastasia Potter Lawrence Gray
írnest Rice Raymond Hitchcock
Daniel Andera Edward Martindel
layton Budd Stuart Holmes
lIThorpe Henry Walthall
racia Singleton Melanie Sheridan
D ablo Singleton Philo McCullough
3ridewell Potter Jed Prouty
bárbara Potter Jocelyn Lee
; t
ARGUMENTO
frc
T>
E consiguiente, se manda, adju-
dica y decreta, que el peticiona-
rio, Miguel Poole y la mencio-
nada Doris Singleton, serán considerados,
de acuerdo con la Ley, padre e hija."
Así rezaba, en su parte principal, el de-
creto del Tribunal que adjudicaba a Miguel
Poole, actor, la custodia de Doris Single-
ton, hija de Gracia Singleton, muerta trá-
gicamente a manos de su marido, después
de una disputa ocasionada por los celos,
en el camarín del teatro donde actuaba la
compañía de que aquella formaba parte.
Pocas semanas después de esta tragedia,
Pablo Singleton, padre de Doris, pagaba en
la horca su horrendo crimen.
Y así fué cómo Doris, cuando no contaba
más que ocho meses de edad, tenía cinco
padres adoptivos, pues además del que lo
era por virtud del antedicho decreto, otros
tres actores y el director de un periódico
de San Francisco, donde la compañía inver-
naba, relevaban alternativamente a Miguel
Poole en sus deberes paternos.
En los meses que la compañía abando-
naba su cuartel de invierno para recorrer,
en jira más o menos artística, las pobla-
ciones vecinas al gran puerto del Pacífico,
Doris seguía a sus padres, quienes, de acuer-
do con sus gustos y aptitudes personales,
impartían a la huerfanita conocimientos
preliminares en arte dramático, aritmética,
solfeo, francés, etc., etc. Los cinco padres
adoptivos adoraban a la niña con paternal
afecto y ésta correspondía a sus mimos y
caricias con filial amor.
Andando de pueblo en pueblo y de tea-
tro en teatro, pasan los años, y al llegar al
de 1926, cuando Doris cuenta ya dieciséis
primaveras, sus padres deciden por unani-
midad que ha llegado la hora de que la pre-
ciosa jovencita haga su debut en el teatro de
San Francisco donde actúa la compañía.
Teodoro Potter, joven y no mal pare-
cido, se enamora perdidamente de la joven
actriz un día que ésta le alquila el taxí-
metro que conduce para que la lleve al
teatro.
Hechas las averiguaciones del caso por
el quinteto paterno, resulta que Teodoro
Potter no es tal chauffeur, sino el hijo de
Bridewell Potter, multimillonario fabri-
cante de conservas alimenticias de San
Francisco.
A pesar de los deseos maternos, pues es
preciso advertir que la esposa de Potter es
el alma y el dínamo de la gran empresa
industrial que ella regentea, mientras el
marido se dedica al deporte de golf, Teo-
doro prefiere dedicarse a las letras en vez
de dedicarse a la fabricación de conservas,
pues, como él dice, "quiere poner el ape-
llido de Potter en algo más noble que las
latas de conservas. . .Al frente de una no-
vela, seguido del título de un drama, etc.,
etc."
Sentado ante el volante de su taxi. Teo-
doro recorre las calles de la ciudad en bus-
ca de color local y ambiente para escribir
pagina n
MENSAJERO PARAMOUNT
- W-VíV/iTl,.
A
la novela que habrá de dignificar el apellido
de Potter, mezclado hasta entonces entre
alcachofas y pepinos en vinagre.
Como su] K unirá el que leyere, la noticia
<k- los amores de su hijo Teodoro con Do-
ris, llega a oídos de la orgullosa mamá del
enamorado ¡oven, a quien aquella recon-
\ iene acremente.
— ¿Casarse mi hijo, la esperanza de la
empresa industrial de Potter, con una vul-
gar actriz? ¡Nunca! — exclama con irre-
vocable determinación la enfurecida señora.
— ¡ Por Dios, mamá, no juzgues a las per-
sonas sin conocerlas!. .Doris es una mucha-
cha admirable en cuanto a carácter, y, como
linda, hay pocas mujeres que la igualen. . .
Es sencillamente adorable — le dice Teodoro
a su madre.
—Todas son adorables. .. Si esa joven-
cita es tan admirable como tú me la pintas,
puede ser que a mí también me guste. . .
Esto es. si me prometes que estás dispuesto
a ir inmediatamente a ponerte al frente de
nuestra sucursal del Japón — dice en tono
conciliador la mamá de Teodoro.
Aquella misma tarde, la señora Potter,
en compañía de su esposo y su hija Bár-
bara hacen una visita, al parecer inesperada,
al quinteto paterno, con el objeto de coger
por sorpresa a Doris y ponerla en enviden-
cia a los ojos de Teodoro a fin de que la
aborrezca. Mas avisados secretamente los
padres de Doris por Bárbara, quien simpa-
tiza abiertamente con los dos enamorados,
aquellos se preparan para recibir digna-
mente a la señora Potter.
— La señora Potter no está conforme
con los amores de Doris con su hijo, y es
preciso hacer algo para evitarles un dis-
gusto a los jóvenes — les dice Poole a los
otros cuatro padres.
— Bueno. . . .Hagamos algo — replica el
quinteto a coro.
— Lo mejor que podemos hacer es con-
vertir esto en un teatro y como que es en
la farsa que sobresalimos, no hay duda que
destruiremos las maquinaciones de esa se-
ñora — propone Poole a sus colegas.
Con el auxilio de unos cuantos muebles
traídos del teatro donde actúa la compa-
ñía, Poole y sus colegas convierten su hu-
milde hogar en una residencia palaciega.
Los actores actúan como tales, pero la bro-
ma es descubierta por la astuta señora an-
"Todos Somos
RFTTY BRONSON
PAGIXA IB
MENSAJERO PARAMO UNT
Sugestiones de Publicidad y Propaganda para el Empresario
l¿Cabe anuncio más sugerente que el que ofrece al exhibidor cinematográfico este artístico y llamativo cartel de veinticuatro hojas ideado por el departa-
'mento de publicidad de la Paramount para la propaganda de la película "La fragata Constitución" que se estrenará en breve en los países de habla
española? No estará de más hacer constar que "La fragata Constitución" está enriqueciendo a los empresarios cinematográficos que en diferentes ciuda-
des de los Estados Unidos la están exhibiendo.
^s de mucho tiempo y las ilusiones de Teo-
pro se derrumban como frágil castillo de
aipes.
Fracasada miserablemente la estrategia
el quinteto paterno, mas no perdidas por
ompleto las esperanzas, de una conferencia
¡Iterior emanó un plan desesperado.
j Siguiendo el consejo del quinteto paterno,
pnvenientemente asesorado por el padre
eriodista, pues los padres actores demos-
[aron no servir para el caso, Teodoro
repta la proposición que le hiciera su ma-
te de partir para el Japón por el período
¡e un año, terminado el cual, aquella ele-
giría en completa libertad a su hijo para
asarse con la mujer de su elección. Ocu-
pe, sin embargo, que en el vapor toma tam-
íén pasaje la encantadora Doris, y al en-
pntrarse el buque en alta mar, su capitán
(b arroga las atribuciones de cura, y casa,
on todas las de la ley, a la joven pareja.
j Pocas horas después de celebrada la bo-
ta, los desposados reciben el siguiente ra-
diograma, firmado conjutamente por la se-
pra Potter y el quinteto paterno :
'sentimos no haber estado presentes
la boda. dios os haga muy felices."
] Las gestiones diplomáticas del padre
'eriodista cerca, de la madre de Teodoro
bían dado, evidentemente, el resultado
etecido.
Sugestiones de Publicidad
y Propaganda
Biografía de BETTY BRONSON
Betty Bronson, la bella y juvenil prota-
gonista del papel de Peter Pan, fué elegida
para interpretarlo entre más de cien aspiran-
tes, entre las cuales se contaban algunas de
las más populares actrices de la pantalla y
de la escena. Betty Bronson nació en la
ciudad de Trenton, en el estado norteame-
ricano de New Jersey, mas cuando apenas
hubo cumplido tres años de edad, sus pa-
dres se trasladaron a California, en donde
fijaron definitivamente su residencia. La
infancia de Betty se deslizó tranquilamente
en las ciudades californianas de Los Angeles
y Pasadena. En la primera de estas ciuda-
des existe la famosa Academia de Santa
María, en donde Betty aprendió a leer y a
escribir solamente, pues cuando tenía ocho
años, sus padres llevaron a la niña a Nueva
York. Al llegar a la edad reglamentaria,
Betty Bronson ingresó en la Academia de
San Vicente, en Newark, en donde estudió
música e idiomas. Mas sus pensamientos,
desde la edad de diez años, se dirigían cons-
tantemente, ora a los estudios de California,
ora a los escenarios de los teatros del
Broadvvay neoyorquino. En otras palabras,
la suprema aspiración de Betty era ser ac-
triz. Al salir de San Vicente, Betty ingre-
só en la escuela del gran maestro de bailes
rusos Fokine, con la esperanza de que el baile
le facilitaría más tarde el ingreso en el es-
tudio cinematográfico. Así fué, en efecto,
pues por recomendación de un amigo, Betty
consiguió que se le confiase la interpreta-
ción de un papel secundario en la película
La. novela de sí misma, en la cual la gran
actriz Alice Brady desempeñó el de la pro-
tagonista. Cuando la Fama llamó a las
puertas de su casa para llevarla de la mano
al estudio de la Paramount, en donde el di-
rector Herbert Brenon la esperaba
para ofrecerle la caracterización de Peter
Pan, protagonista de la película de este nom-
bre, Betty Bronson vivía con su madre en
Hollywood, la metrópoli del film. Su ex-
celente interpretación de "Peter Pan" valióle
a la bella y joven actriz un ventajosísimo
contrato de larga duración con la Para-
mount. Amor incompatible, Amores de an-
taño, La Princesa de California, Un beso
para Cenicienta, La boda convencional y To-
dos somos actores son las películas más re-
cientes en que Betty Bronson ha tomado im-
portante parte. Todos somos actores se es-
trenará hoy en el teatro ,en donde
el público tendrá oportunidad de aplaudir
una vez más el arte exquisito que caracte-
riza a esta bella y joven actriz de la Para-
mount. Volviendo a nuestras notas bio-
gráficas, diremos que el deporte que más
PÁGINA 19
MENSAJERO PARAMOUNT
Cómo se Anunció en Cuba una Comedia de
Harold Lloyd
Aspecto que ofrecía de noche la fachada del Teatro Fausto, de la Habana, durante las exhibiciones
que en este elegante cine se dieron de la chispeante película de Harold Lloyd, intitulada, "¡Ay mi
madre!", o "El filántropo."
satisface a Miss Bronson es la natación,
pues es fama entre los que la conocen ínti-
mamente y sus compañeros de estudio, que
nada como un pez. Le gusta también el
baile y dedica algunas horas de la noche a
la lectura de obras del teatro. Betty Bron-
son pesa solamente cien libras, tiene los
ojos azules y el pelo castaño, y mide cinco
pies de estatura.
PARA LA PROPAGANDA
En todas las poblaciones de relativa impor-
tancia existe una o más agrupaciones dramá-
ticas formadas por aficionados al arte de Talía.
El empresario que exhiba en su teatro la pelí-
cula de la Paramount, intitulada, Todos somos
adores, podrá organizar una exhibición priva-
da de este film en honor de esas agrupaciones,
procurando, como es natural, anunciarlo debi-
damente en la prensa de la localidad.
Con la cooperación del mejor periódico local,
el empresario puede también organizar un con-
curso, ofreciendo un premio al mejor actor o
actriz de la localidad, entre los concurrentes
al teatro, durante la exhibición de la película
Todos somos actores, con la condición de que
las personas que tomen parte en el concurso
deberán demostrar sus habilidades histriónicas
en el escenario al terminar la exhibición de la
película. De esta manera el empresario conse-
guirá atraer numeroso público, ávido de pasar
un rato divertido celebrando las ocurrencias de
los improvisados actores.
Háganse desfilar por las principales calles
de la ciudad, con anticipación al estreno de la
película Todos somos actores, a diecisiete indi-
viduos vestidos estrafalariamente, cada uno de
ellos con un palo levantado en alto con una de
las letras que forman el título de la película
pintada en un cartón en su extremo. Hágase
marchar a esos diecisiete individuos en fila,
obligándoles, de trecho en trecho, a combinar
con las diferentes letras el título de la película,
con cuya maniobra logrará, indudablemente,
atraerse la atención de numerosos transeúntes.
En este número:
"LA DAMA DEL HARÉN"
"RECLUTAS SOBRE LAS OLAS'
"EL PECADO POPULAR"
"LA AJENA FELICIDAD"
"LA BODA CONVENCIONAL"
TODOS SOMOS ACTORES"
En el número próximo:
"HOTEL IMPERIAL"
Sugestiones de Publicidad
y Propaganda
Biografía de GRETA NISSEN
Se dice que los reyes de Noruega siguen con
verdadero interés los progresos de su bella com-
patriota Greta Nissen, refulgente estrella de la
Paramount, en América. Cuando la cautivante
Greta tenía diecisiete abriles, apareció por primera
vez en un teatro como bailarina interpretativa en
una pantomima que se representaba en el Teatro
Nacional de la capital de Noruega. Pocos meses
después de su debut, Greta Nissen tomaba parte,
por invitación especial del Príncipe Karl, de Sue-
cia, en un bazar de caridad que se celebraba en
Estocolmo. A los dieciocho años de edad, Greta
emprendió un viaje a América con el propósito de
dar algunas exhibiciones coreográficas en los Esta-
dos Unidos. Serios contratiempos y demoras per-
judicaron grandemente a la joven bailarina, quien
al fin se vio obligada a abandonar sus planes por
completo. Por sugestión de Fokine, el célebre,
maestro ruso do bailes, quien conoció a Miss Nis-I
sen en Europa, los directores del estudio de lal
Paramount le ofrecieron la interpretación de un
papel en la película "La sinfonía fantástica," el:
cual desempeñó con tanto acierto y arte, que leí
conquistó inmediatamente la admiración del pú-
blico. Greta Nissen nació en Oslo, antes Cristianía.
capital de Noruega. La madre de Greta, cuando
niña, tenía grandes aspiraciones para el arte coreo-I
gráfico, mas sus deseos se vieron frustrados porl
la oposición paterna. Al nacer Greta, su madre'
prometió formalmente sacrificarse, si necesario!
fuese, para que la niña fuera lo que ella no pudol
ser — una bailarina famosa. Cuando Greta tenía!
seis años de edad, su madre la inscribió en lasl
listas de alumnos de la Opera Real, de Copen
hague, una institución, única en su género, dedi
cada no sólo al arte, en sus múltiples manifesta
ciones, sino que también da a sus alumnos instruc
ción semejante a las de las escuelas públicas regu
lares. Greta Nissen permaneció en esa institució
durante once años, saliendo de ella con grande
promesas de un brillante futuro. Durante una re
presentación en la Opera Real, el trabajo de la
joven y bella actriz llamó poderosamente la aten
ción del Rey Haakon y de la Rein Maud, de No
ruega, quienes se interesaron por ella y le facili
taron su ingreso en el Teatro Nacional bajos lo
mejores auspicios. Greta Nissen desechó un ven
tajoso ofrecimiento de un empresario parisién y
prefirió atravesar el Atlántico en busca de gloria
y fortuna. Ya hemos dicho antes que la primera
película en que apareció Greta Nissen fué un
éxito en toda la línea. A la película de su debut
siguieron, En nombre del amor, Perdida y gana-
da, El hijo pródigo, La princesa de la fortuna y
La dama del harén, la cual se estrenará en e
teatro
Datos de Interés Acerca de
Dama del Harén"
'La
Los siguientes datos, relacionados con los artis-
tas que han intervenido en la producción de la
película La dama del ¡¡aren o La bayadera, ha-
brán de ser, sin duda, de interés a los empresarios
al hacer la propaganda de este precioso film de la
Paramount : Raoul W'alsh, el director de esta
película, lo fué también de El ladrón de Bagdad
y El hijo pródigo, dos películas que por su gran-
deza y arte lo colocan a la cabeza de los directores
cinematográficos actuales. La dama del harén es
digna sucesora de las anteriores producciones de
este insigne nfetteur.
Entre los actores que figuran en el dramalis
personae de La dama del harén, merecen especial
mención Ernest Torrence, intérprete del papel del
bondadoso Hassan, un confeccionador de golosi-
nas, a quien el destino pone en sus manos la sal-
vación de los dos jóvenes amantes Rafi y Pervandh
y, de paso, la de su pueblo de la tiranía del Ca-
lifa. La interpretación de Ernest Torrence, como
todas las suyas, es acertadísima.
PAC IX A 2(1
MENSAJERO PARAMO UNT
Greta Nissen en "La Dama del Harén"
i Gruta Nissen, bellísima intérprete del papel de
iervanáh, está más encantadora que nunca en la
iracterización de la infortunada hija de un mer-
uler, a quien los soldados del Califa dan muerte
>r no poder pagarles el excesivo tributo que le
xigen. Pervanah es conducida al mercado de es-
'avas de donde el jefe de los eunucos del Califa
' saca para llevarla a viva fuerza al harén de su
"tío y señor. Greta Nissen está admirable en sus
agraciados amores con el valeroso Rafi.
J William Collier, Jr., intérprete del papel del jo-
mi y valeroso Rafi, a quien los aficionados al cine
inocen ya sobradamente por su excelente carac-
rización del protagonista de El hijo pródigo, se
ipera a sí mismo en la interpertración del papel
; apasionado amante de la encantadora Perva-
th. Las escenas de amor en que Collier y Greta
'issen aparecen en la película La dama del harén
In superiores, en opinión de los críticos, a las de
s grandiosa película El hijo pródigo. Luisa
'izenda, la conocida actriz cómica, tiene a su
'rgo en la película La dama del harén la inter-
etación del papel de Yasmín, consiguiendo dar,
|n su inimitable vis cómica, la nota hilarante en
te interesante drama de asunto típicamente
iental.
,1 autor de Hassan, drama de la escena hablada,
}l cual fué adaptada la película La dama del
tren, es Tames Elroy Flecker. Hassan obtuvo
I ■ .
grandioso éxito en uno de los principales tea-
s del Broadway neoyorquino, sólo comparable
que que acaba de obtener la adaptación cinema-
ráfica en las principales ciudades de los Esta-
s Unidos donde se ha exhibido. La adaptación
la pantalla se debe a James T. O'Donohoe, adap-
ior, asimismo, de El ladrón de Bagdad, de cuya
lícula los aficionados conservan un grato re-
erdo. Víctor Milner, fotógrafo de El hijo
ídigo. operó la cámara cinematográfica durante
impresión de La dama del harén, lo cual se echa
ver al desfilar ante los atónitos ojos del espec-
lor las innumerables bellezas pictóricas de la
¡lícula.
a acción de la película La dama del harén se
sarrolla en una ciudad de la antigua Persia,
mosa en la historia por su esplendor, sólo com-
rable al de la Roma de los cesares. El argu-
;nto de la película gira alrededor de los in-
tunados amores de una encantadora doncella,
luien los soldados del malvado Califa que go-
:rna la ciudad persa conducen al harén y de allí
palacio del monarca, de donde la cautiva es
ertada por su joven y valeroso amante, a quien
pueblo, rotas las cadenas que le oprimían, acia-
como a su nuevo Califa.
n las escenas de La dama del harén aparecen
ndes masas de gente, en algunas de ellas hasta
o mil personas, manejadas hábilmente por la
zada mano de director Raoul Walsh. En el re-
to figuran, además de Ernest Torrence, Greta
sen, William Collier, Jr., y Luisa Fazenda,
nombres de André de Beranger, Sojin, Chester
klin, Brandon Hurst, Snitz Edwards y Frank
gh.
or todo lo antedicho, Lo. dama del harén ha
colocada por la crítica americana entre las
ndes producciones cinematográficas del año
ado.
Biografía de RAYMOND HATTON
(Viene de la página 6)
años de edad hizo su temprano debut en un
teatro de la ciudad de Des Moines. Más
tarde ingresó definitivamente en el teatro,
haciendo frecuentes jiras por los estados oc-
cidentales de la Unión, llegando a alcanzar
gran popularidad corno actor en las ciuda-
des de Seattle, Spokane, Fresno, Los Ange-
les y Sacramento. Sus éxitos más resonan-
tes fueron en los dramas El lobo, Kick in y
El romance de un soltero. Raymond Hatton
es considerado como uno de los actores de
carácter más notables de la pantalla. Los
aficionados al cine recordarán a Hatton en
las siguientes películas de la Paramount :
El coro de los rumores, La doncella de Or-
leáns, La isla maldita, El hermano mayor,
En nombre del amor, Un hijo de su padre,
Lord Jim, La Venus americana, Reclutas a
retaguardia, y, finalmente, la que se exhibirá
en el teatro con el título de
Reclutas sobre las olas. Hatton mide cinco
pies y cinco pulgadas de estatura; pesa 135
libras y tiene el pelo y los ojos oscuros.
Para el Vestíbulo del Teatro
Los exhibidores y empresarios que hayan
exhibido con anterioridad en su teatro la
película El Águila del Mar, pueden adornar
el vestíbulo con los mismos objetos marinos
que sugeríamos en nuestro número anterior
para aquel film. Un ancla de hierro o de
madera pintada, imitando hierro, colgada de
una cadena en mitad del vestíbulo y en cada
uno de sus arpones la efigie de Beery y
Hatton colgada de ellos, sería un anuncio
muy atractivo y adecuado para la propa-
ganda de esta película. Adórnese el vestí-
bulo con profusión de fotografías de estos
dos actores, pues sus nombres son lo sufi-
ciente conocidos del público para aprove-
charse de ellos para la propaganda. Para la
publicidad local úsense las biografías arriba
publicadas. Para los programas y hojas im-
presas, los puntos salientes que damos a con-
tinuación serán indiscutiblemente de utili-
dad para el empresario.
PUNTOS SALIENTES
Reclutas sobre las olas no es, propiamente ha-
blando, una secuela de la película Reclutas a
retaguardia, aunque en ambas cinecomedias sus
principales intérpretes son Wallace Beery y
Raymond Hatton, lo único que existe entre
ellas de común es la hilaridad que campea en
todas sus escenas.
Imagínese el lector a Wallace Beery y Ray-
mond Hatton en alta mar en una lancha de re-
mos rodeada de minas flotantes por todos lados.
Un acorazado parte la lancha en dos mitades y
nuestros héroes se salvan, porque habría sido
una verdadera calamidad que se hubiesen aho-
gado.
El lector que asistió a la exhibición de la
película Reclutas a retaguardia, en la cual
Wallace Beery y Raymond Hatton hicieron
desternillar al público de risa, gustará de ver
Detalle del vestíbulo del Teatro Fausto, de la Habana, durante la exhibición de la película *'¡Ay mi
madre!", o "El filántropo." Obsérvese la profusión de muñecos que cuelgan del techo del vestíbulo, los
cuales representan a Harold Lloyd, protagonista de la película, en una de sus poses favoritas. El nume-
roso público que asistió a las exhibiciones de "¡Ay mi madre!" hizo grandes elogios del acierto con que
la empresa anunció la película.
PAGINA 21
MENSAJERO PARAMOUNT
Los Grandes Teatros de Suramérica
Reproducimos en esta página la fotografía de dos bellos teatros de la República de Chile, en los cuales los aficionados al arte mudo de Viña del Mar,
donde está ubicado el Teatro Olimpo, y de Valparaíso, ciudad donde está situado el Teatro Setiembre, encuentran solaz y esparcimiento admirando las
producciones de la Paramount que en ellos regularmente se exhiben.
a estos dos inseparables e insuperables ma-
gos de la risa en su nuevo film, Reclutas sobre
las olas, de la Paramount.
Hay que ver a Wallace Beery y al pugilista
Corajes repartirse sendos sopapos, como si los
diesen de balde. Por fin, Beery, no pudiendo
soportar por más tiempo el aguacero de dere-
chas e izquierdas que le arrea su contrincante,
pierde el sentido y el dinero que tenía en los
bolsillos, el cual, por obra de prestidigitación,
va a dar en los de Hatton, con la sana in-
tención de que no se lo quite un tercero.
Reclutas sobre las olas es la película drcad-
uought de las comedias. Hay que ver a Beery
y a Hatton en las escenas a bordo del acora-
zado y sobre las olas. No son menos gracio-
sas las que se desarrollan en los cabarets pari-
sinos.. En suma, Reclutas sobre las olas es una
gran película de la Paramount.
popular que se estrenará, según está anun-
ciado, en el teatro Secundan la
excelente labor de Florence Vidor en esta
película, artistas tan eminentes como Clive
Brook, Greta Nissen, Philip Strange, André
Beranger, Iris Gray y otros. La interpreta-
ción, la mise en scéne y el asunto de El pe-
cado popular no dejan nada que desear. De
consiguiente, recomendamos al público no
deje de asistir a las exhibiciones de esta pe-
lícula si quiere pasar una hora y media de
agradable entretenimiento.
FLORENCE VIDOR EN
i4 EL PECADO POPULAR''
El título de esta película, atractivo como
el que más, no revela en lo más mínimo las
bellezas que encierran las escenas de la últi-
ma producción cinematográfica de la Para-
mount en que Florence Vidor toma impor-
tante parte. El público recordará a esta
eminente actriz de la Paramount de las pelí-
culas La magia del amor y La gran duquesa
V el camarero. Fué precisamente a su inter-
pretación en esas dos películas, que Miss
Vidor debe que el director Malcolm St.
Clair se fijase en ella para confiarle el papel
más importante de la película El pecado
FRASES HECHAS
El empresario puede usar en sus progra-
mas las siguientes frases para la propagan-
da de la película El pecado popular :
Una comedia de amor, matrimonio y
divorcio, la acción de la cual no podía des-
arrollarse más que en París.
H^ No sea usted impopular ! ¡ Vaya a
ver El pecado popular!
ÜHT" Se conocieron, se trataron, se amaron,
se casaron, se divorciaron — he ahí El pecado
popular.
'2IW Los amores de tres hombres y tres
mujeres son la causa inmediata de El pecado
popular.
HF* Si el vestir con elegancia es pecado,
Florence Vidor, Greta Nissen e Iris Gray
son culpables del pecado popular.
Biografía de RICARDO CORTEZ
(Viene de la página 16)
Sin embargo, poco tiempo tardó el jo
ven Cortez en darse cuenta de que su por
venir no estaba en las páginas del debe f
del haber, sino en el teatro, en donde se pa
saba la mayor parte del tiempo que sus ocu
paciones le dejaban libre. Un día, el joven
aspirante a actor vio un anuncio en u
periódico por el cual una empresa de teatro
solicitaba actores principiantes para inter
pretar papeles secundarios. Ricardo Corte
vio en el anuncio una excelente oportunida
para satisfacer sus aspiraciones, y, ni coru
ni perezoso, se entrevistó con los anuncian
tes, quienes inmediatamento lo aceptaron
El primer papel que Cortez interpretó en el!;
teatro fué, ciertamente, muy modesto, puesj
se reducía a permanecer mudo durante to- :
do el acto ante la puerta de un cuartel, ves-i j
tido de soldado. Como verá el lector, el pa- ¡
peí que Cortez representaba no era muyi
atractivo, que digamos, y, sin embargo, a o \
le pareció mucho más interesante que pasar- 1
se el día poblando de números las columnasij
paralelas del Mayor, y una hermosa manan ai!
nuestro joven actor se presentó en la oficina
para presentar la renuncia de su empleo.
Después de continuar por un tiempo traba-
jando en los teatros de Nueva York, a Cor- '
tez se le ocurrió trasladarse a Los Angeles,'
Una noche, la casualidad hizo que asistiese) j
á una cena en uno de los principales hoteles!
de Los Angeles, en la cual Mr. Jesse LJj
Lasky, primer vicepresidente de la Famous|¡
PAGINA 22
MENSAJERO PARAMOUNT
Pola Negri en "Hotel Imperial"
44
.1 'layers-Lasky Corpora-
tion v director general de
producción de la Para-
mount, estaba presente.
Mr. Lasky vio bailar ;i
tquel joven de buena
presencia y distinguido
porte, e impresionado
: avorablemente, le invitó
estudio. Pocos días
lespués de esta entre-
lista, Ricardo Cortez
Iirmaba un contrato de
áxga duración con la
-"aramount. La prime-
a película de esta em-
iresa en que tomó parte
ué la intitulada, Sesen-
r centavos por hora, en la cual el comedian-
s Walter Hiers interpretó el papel de pro-
agonista. Sucesivamente, Ricardo Cortez
pareció en Criaturas del Jazz, interpretan-
jo el papel principal : en El Español, En
\ombre del amor, Amores de antaño, Los
Inetes del Correo, El Volcán, El Águila del
lar y la que con el título de La boda con-
vencional se estrenará en el teatro ,
la cual promete ser un verdadero éxito
rtístico y de taquilla.
i A pesar de haber vivido en los Estados
«nidos desde la niñez, el carácter y tem-
peramento de Ricardo Cortez son típicamen-
p europeos. Alto de estatura, erecto, las lí-
>eas de su cuerpo revelan al instante sus
aficiones atléticas. Cuando no está en el
studio, encontraréis a Ricardo Cortez en el
ímnasio, o en alguna de las playas de la
cindad de Los Angeles. Además de los
ercicios atléticos y de la natación, Cortez
muy aficionado a otros deportes, como la
quitación y sus derivados.
HOTEL IMPERIAL"
Tomamos de Film- Journal, el gran periódico berlinés, el siguiente
juicio crítico acerca de la película "Hotel Imperial," estrenada reciente-
mente en la capital de Alemania: "Esta película es la obra de arte más
grande que ha producido la industria cinematográfica. No es posible
apreciar su técnica viéndola una sola vez. Es una obra maestra de foto-
grafía, de interpretación y de dirección. Pola Negri, nuestra Pola, la que
admiramos y queremos, se supera a sí misma en la defensa de aquellos a
quienes ama. En ella tenemos, además, a James Hall, un verdadero oficial
austríaco; a George Siegmann, el general ruso, brutal y rústico; el portero
del hotel, el espía ruso, la doncella judía y tantos otros caracteres que por
su impecable interpretación aseguran el éxito rotundo y franco de la
película."
UCARDO CORTEZ TRIUNFANTE
A nuestra mesa de redacción acaba de
gar un ejemplar del número extraordina-
o de Navidad que el prestigioso semanario
undo Argentino, de Buenos Aires, ofreció
sus numerosos lectores la última semana
1 año que acaba de fenecer. En la página
de esa publicación argentina aparece la
)tografía de Ricardo Cortez, con la co-
espondiente dedicatoria firmada de su
iño y letra, y en la misma página puede
erse lo siguiente :
Conociendo el entusiasmo que por el cine
ente nuestro pueblo, y aprovechando la
iortunidad de que muchos aficionados se
preguntaban quién podría ser el sucesor del
llorado Rodolfo Valentino, Mundo- Argen-
tino, hace tres meses, inició una encuesta en-
tre sus lectores. Francamente, no
sospechábamos entonces el éxito sin
precedentes que nos aguardaba, pues
hasta de los rincones más apartados
de la República nos llegaron diaria-
mente centenares de votos para la en-
cuesta. 340,969 cupones hemos recibi-
do durante ese tiempo, lo cual prueba
la afición que siente el público por ese
espectáculo entretenido, instructivo y
económico que hoy en día representa
el cine, además de probar la difusión
cada vez mayor de nuestro semanario,
que vive tan ligadamente al pueblo de
toda la República.
"El resultado de la encuesta ha sido
favorable a Ricardo Cortez, siguién-
dole Ramón Novarro, y luego William
Collier y Antonio Moreno. Para la
República Argentina, puede afirmarse
que Ricardo Cortez es el sucesor de
Valentino, ya que nuestra encuesta ha
dado la oportunidad de que opinen los
millares de aficionados que más se en-
tusiasman, no sólo por los argumentos
de las películas, sino también por quie-
nes los encarnan y los hacen vivir an-
te nuestros ojos con la magia sorpren-
dente del arte de la interpretación."
piado para los países de
habla española, es una
bellísima comedia, en la
cual la gentil actriz Bet-
ty Bronson y el emiente
actor Ricardo Cortez
desempeñan los principa-
les caracteres. Estricta-
mente hablando, La bo-
da convencional no es
una comedia, pues en ella
abundan las situaciones
dramáticas. Para ser
más exactos diremos que
en esta película de la
Paramount el drama y la
comedia, el sentimiento
y el buen humor, se al-
ternan como en las turbonadas de verano al-
ternan la lluvia y el sol descomponiendo la
gama de colores en un bellísimo arco iris.
UNA DELICIOSA COMEDIA
Pachuca, la progresista capital del estado de Hidalgo, en
México, aplaudió recientemente la película de Harold
a la película que se estrenara L , oyd? im i t ulada, "Agua caliente," o "Casado y con
El pijama del gato, si hemos de dar
la traducción literal del título inglés,
o La boda convencional, que es el tí-
tulo que se le ha dado como más apro-
suegra," la cual se exhibió, con la propiedad acostum-
brada, en el Teatro E. Pineda, constituyendo tanto su
estreno como las subsecuentes exhibiciones, un resonante
éxito artístico y de taquilla.
PAGINA 23
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Qaranwurit
Vol. V
ABRIL, 1927
(Distribución gratuita)
No. 4
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MENSAJERO PARAMOUNT
AL SERVICIO DEL EXHIBIDOR
REVISTA MENSUAL, PUBLICADA POK EL DEPARTAMENTO EXTRANJERO
O. R. GEYER.
Direcior de Publicidad
Vol. V
H3 FAMOUS PLAYERSLASKY CORPORATION |
ADOLDH ZUKOR. Pr.>, ■,,-'
J.VENTURA SUREDA,
_ Coeditor
No. 4
Producción de ^^^r^ a^— i 4P ^ A^^^
j»Vl^k Brenon ■ ^ I B - Wftk B B^
Wtrl w Rnnalf
ALICE JOYCE NOAH BEERY WILLIAM POWELL RALPH FORBES
NEILHAMILTON MAKYBRIAN NORMAN TREVOR VICTOS M^AGIAN
Esta Película ha Sido ya la Sensación de Londres, Berlír
Estocolmo, Copenhague, Sidney, Melbourne,
Ciudad de México
y lo será de cuantas partes se proyecte.
MENSAJERO PARAMOUNT
í^L.íñi.
RUBIA O MORENA"
DOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
ADOLPHE MENJOU
e n
t4 RUBIA O MORENA"
("Blonde ur Brunette" )
con
etta Nissen Arlette Marchal
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, estudio californiano.
Dirección de RICHARD ROSSON
Víctor Milner, Fotógrafo
Jasada en el drama "An Ángel Passes," por
Jacques Bousquet y Henri Falk
Versión cinematográfica de
John McDermott
Editor en jefe: E. Lloyd Sheldon
REPARTO
ii'ique ídolphe Menjou
lisa Gretta Nissen
anca Arlette Marchal
' abuela, Perrier Mar y Carr
berto Entile Chautard
mayordomo ... Paul Weigel
ARGUMENTO
~^ ANSADO de ver su casa convertida
l en un cabaret, Enrique Martel, un
joven y acaudalado abogado pari-
:nse, decide abandonar la ciudad para diri-
rse a una pequeña población provinciana,
donde piensa encontrar la jovencita que
sea por esposa, una muchacha completa-
ente diferente a las que él conoce, en fin,
ía mujer que no eche de menos el cocktail,
sentarse a la mesa, y que no sienta la
íprescindible necesidad de bailar el chár-
iton entre plato y plato.
Firme en su propósito, una hermosa ma-
ma Enrique sale de su casa, y después de
¡i viaje de unas cuantas horas de tren ex-
ceso, nuestro héroe llega a la estación de
ctit Paradís, una aldehuela de unas cuantas
Isas, en la cual espera que la fortuna y la
isualidad, en amigable consorcio, le depa-
ran la felicidad en forma de doncella ca-
ldera, amorosa y buena.
No hay duda que el destino parece guiar
s pasos del caballero errante de la felici-
ad, pues apenas pone pie en el andén de
humilde estación provinciana, Enrique
|ene la buena suerte de encontrar en ella
una anciana venerable y buena, quien re-
sulta ser una antigua amiga de los padres
del joven abogado parisiense. A instancias
de la buena señora, Enrique va alojarse en
su casa, pues el hotelucho del lugar no es
muy a propósito, ciertamente, para un ca-
ballero como él, acostumbrado a las como-
didades de la ciudad.
Al llegar a la linda villa donde vive la
anciana, ésta presenta a Enrique a sus hijos,
los esposos Perrier, quienes, a su vez, pre-
sentan el joven a su bellísima hija Luisa,
de la cual Enrique se enamora a- primera
vista, mas a fuer de buen diplomático,
nuestro héroe se guarda muy bien de pre-
cipitar los acontecimientos, pues tiene la
plenísima seguridad de que no le es indife-
rente a Luisa, quien, dicho sea de paso, es
precisamente el tipo de mujer que él desea:
joven, hermosa, amable, ingenua y, sobre
todo, ignora el significado del exótico vo-
cablo cocktail y no sabe bailar el chárleston.
En una palabra, la beldad rubia que tan re-
pentinamente ha robado el corazón de En-
rique, es, en opinión de éste, una mujer a
quien Dios dotó con todas las gracias, de
consiguiente, no es extraño que a los pocos
días de su llegada a Petit Paradís y a la
villa Perrier, Enrique partiese de ella con
dirección a París, del brazo de su joven y
bella esposa.
Al llegar a París, uno de los primeros
actos de Enrique es presentar orgullosa-
mente su esposa a Blanca, con quien aquél
había tenido cierta intimidad, la cual, a pe-
sar de los desengaños, no se había desvane-
cido por completo.
A los pocos días de su llegada a París,
cuando apenas Luisa había tenido tiempo de
acostumbrarse al medio en que vivía, una
orden urgente del Gobierno llama a Enrique
a un viaje de inspección a la zona de ocupa-
ción de Marruecos, para donde parte inme-
diatamente, dejando a la consternada Luisa
al cuidado de su amiga Blanca.
Un mes después de su partida, Enrique
vuelve de Marruecos, ansioso de gustar los
placeres de la interrumpida luna de miel,
para encontrar a su joven esposa convertida
-^>s -
m
Adolphe Menjou, protagonista de la película "Rubia o morena," de la Paramount, con las bellísimas
actrices Gretta Nissen y Arlette Marchal, que tan admirablemente lo secundan en este gracioso e
interesante film.
PAGINA 3
MENSAJERO PARAMOUNT
1
"en una verdadera parisiense," gracias a las
lecciones perfectamente aprovechadas que
durante su ausencia le había dado Blanca,
las cuales hicieron de Luisa una de aquellas
mufíequitas da pelo a la gargonne, de quienes
pocos meses antes Enrique huyera como el
hombre precavido huye de
un apestado. . .
Como es de suponerse,
en estas condiciones, la
felicidad conyugal de
nuestros amigos no podía
ser muy duradera. . .El
divorcio se imponía, a pe-
sar del disgusto que de-
terminación tan g r a v e
ocasionaría a la dulce y
\ enerable abuela de
Luisa.
Concedido el divorcio,
y pasados los días que la
discreción aconseja, En-
rique contrae segundas
nupcias con Blanca, con
la esperanza de que con
una morena será más afor-
tunado en su vida conyu-
gal que con una rubia,
l'ero si a las tres semanas
de su enlace con Blanca,
un curioso le hubiese pre-
guntado si era más feliz
con la morena que con la
rubia, el muy cuitado habría contestado con
el laconismo hijo del más íntimo conven-
cimiento : "\ Con ninguna !"
Por causas que no hace el caso referir, la
noticia del inminente divorcio de Luisa llega
a oídos de sus padres, quienes, temerosos de
las consecuencias si la abuela Perrier se
entera, deciden que el padre de Luisa haga
un viaje a París para llevar a la joven pa-
reja a Petit Paradis y convencer a la an-
ciana de que todo es felicidad en las rela-
ciones matrimoniales de su nieta, a quien
Madame Perrier quiere como a las niñas de
sus ojos.
La sorpresa de Alberto Perrier, al llegar
a París y encontrar a su hija divorciada, no
es para descrita. Mas deseoso aquél de
hacer aparecer a Luisa y a Enrique como
dos esposos que se quieren con entrañable
afecto a los ojos de su anciana madre, con-
siente en que Blanca vaya a Petit Paradis,
con el objeto de que finja que no es la esposa
en segundas nupcias de Enrique, sino una
amiga íntima de Luisa.
Esta farsa, como es natural, ocasiona más
de una situación comprometedora a todos
los actores de ella, especialmente cuando
Madame Perrier insiste en que "no irá tran-
vez, a la exhibición de la película intitula!
Rubia o morena, en la cual el tan admirad
como aplaudido actor Adolphe Menjou del
empeña el papel de protagonista. Pero |
en vez de ser rubia, querida lectorcita, ei
trigueña, entonces te recomendaremos tari
ADOLPHE, MENJOU
Rubia o Jm. Morena
quila a su cama, sino puede dejar acostadi-
tos en la suya a Luisa y a Enrique," todo lo
cual Blanca se ve obligada a aguantar con
resignación filosófica para evitar un desen-
lace, tan fatal para la farsa como para la
bondadosa anciana. Pero cansada al fin de
desempeñar un papel tan poco airoso y con-
vencida de que Luisa y Enrique siguen
amándose, Blanca decide marcharse de Pe-
tit Paradis y dejar que los esposos divor-
ciados gocen tranquilos en la villa Perrier,
lejos del mundanal ruido, de la felicidad
nuevamente hallada. . .
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
PARA LAS RUBIAS Y LAS
MORENAS
Si eres rubia, desconocida lectora que pa-
seas tus ojos por estas líneas, permítenos
aconsejarte que asistas, por lo menos una
bien que vayas a ver I
película, pues su asm
gira precisamente alredl
dor de una rubia, una mi
rena y un caballero, qull
no sabe a cual de las di|
dar la preferencia. Si
embargo, merced a
ayuda que le prestan sil
ilimitados recursos, pulí
el caballero en cuestiJI
además de ser persona el
gante, es también hombí
de posibles, acaba por S\
cidirse por las dos, ni
diante, como es natura
dos divorcios consecutiva
En esta película Adolph:
Menjou está muy por el
cima, si cabe, de sus pasa
das caracterizaciones. El
ríase que el autor cri
el personaje de la comeci
teatral, de la cual ha si<|
adaptada la película, pal
ser interpretado por est
inimitable galanteador.
He aquí, en substancia, el argumento dij
esta bella película.
"Enrique Martel, un joven y acaudalac
abogado parisiense, cansado de ver su ca
convertida en un cabaret montmartrino,
la cual suenan constantemente los desacon
pasados acordes del jazz, una hermosa m
ñaña abandona la ciudad para buscar en
paz de una aldehuela provinciana a la muj
que a su juicio habrá de hacer su verdade
felicidad. No tarda Enrique en encontr
al futuro ángel de su hogar, una rubia e
cantadora, cuya cualidad principal es pe
narse el cabello a la antigua, ignorar pq
completo cómo se baila el chárleston y i|
haber probado en los días de su vida
sabor del tabaco. Pero París, la cosmopoli
ciudad, alegre y divertida, que todo lo a
tera y transforma, no tarda en metamo
fosear a la incauta mariposa campesina,
del desengaño viene el divorcio . . . Otro ca
(Continúa en la página 20)
¡BREVEMENTE!
Pola Negri en la Soberbia Película "Hotel Imperial
*1
V-tr.WA 4
'
MENSAJERO PARAMOUNT
'PERDIDA EN PARÍS"
DOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
BEBE DANIELS
e n
"PERDIDA EN PARÍS"
("Stranded in Paris")
REPARTO
ia Bebé Daniels
oerto '. James Hall
esa Iris Stuart
idesa de la Posada,
Mabel Julienne Stott
•onel Robertson Tom Ricketts
tipan George Grandee
ítwab André Lanoy
jde de la Posada Ford Sterling
B. P. Schulberg
[ductor asociado, estudios
de California
Dirección de
JRTHUR ROSSON
que éste se le escapa de las manos sin po-
derlo remediar.
Al llegar a París, Julia se encuentra con
que el número de la casa que estaba apunta-
do en la carta, que le entregó la compañía
anunciadora, no existe en la calle de Villon.
Desilusionada por no encontrar el número
y, más que nada, por no entender a nadie,
Julia se sienta a la puerta de un cafetín en
espera de Roberto, que prometió pasar a
buscarla a su hotel. Mientras espera impa-
ciente, Julia echa de menos el portamonedas,
Fotografía de
IXIAM MARSHALL
.cula basada ,en un asun-
riginal de Hans Bachwitz
Jritz Jacobstetter. Adap-
Jón de Hermán J. Man-
vicz y John McDermott.
Isión cinematográfica de
lise Long y Ethel Doherty.
Editor en jefe:
E. Lloyd Sheldon
ARGUMENTO
:ULIA MacFAD-
■ DEN, una linda em-
| ada en un almacén
yorquino, tiene la
rte de encontrar una
a, • caída desde un
oplano, que da de-
bo al portador a un
¡e gratis a París con
os los gastos pagados
r la compañía anun-
iora. A bordo del
featlántico, Julia en-
intra a Roberto Velde
en .se dirige a uno de
balnearios de moda
Francia. Entregados
t verdadero entusias-
a los juegos insípi-
de cubierta, propios para matar el ocio
n lugar donde no es cosa fácil hacerlo,
erto y Julia se encuentran, sin apenas
se cuenta de ello, intensamente enamora-
el uno del otro, con gran dolor de Te-
, la presunta novia de Roberto, que ve
La queridísima estrella cinematográfica Bebé Da-
niels y el eminente actor Ford Sterling en algunos
momentos culminantes de la película "Perdida en
París," en la cual ambos artistas alcanzan un rui-
doso triunfo.
y, al cabo de un rato, un granuja le roba
la maleta de mano que llevaba como único
equipaje.
Seguida de un perro, que sin duda se
apiadó de ella, Julia echa a correr por las
calles de París en persecución del ladrón, el
cual desaparece en el laberinto del tráfico
callejero, y nuestra jovencita se encuentra
sin dinero y perdida en París.
La casualidad y el perrito que no la aban-
dona guían los pasos de Julia al gran alma-
cén de modas de Madame Hortensia, en
donde, debido al gran número de turistas
ingleses que visitan París, requieren los
servicios de una intérprete inglesa. Impre-
sionados favorablemente
por la presencia de la
joven, los dueños del al-
macén no ponen ningún
reparo en emplearla en
su establecimiento, e in-
mediatamente la comisio-
nan para que marche a
la playa de moda de
Deauville a entregar
unos trajes a=unos clien-
tes ingleses que allí ve-
ranean.
Mas por una equivo-
cación del empleado de
la estación encargado del
expendio de billetes, Ju-
lia recibe los billetes que
los dueños del almacén
de Madame Hortensia
habían mandado reser-
var para la Condesa de
la Posada, los cuales no
eran para Deauville, sino
para el balneario de
Saint Pó, adonde, sin
querer, el conductor del
tren desembarca a Julia.
Al llegar al hotel, Julia
es recibida con toda clase
de honores y atenciones,
cual si fuera la mismí-
sima Condesa de la Po-
sada, y es conducida ce-
remoniosamente a las habitaciones que esta-
ban reservadas para ésta, quien, como era
su costumbre, viajaba de riguroso incógnito.
El hecho de que la Condesa viajase siem-
pre de incógnito, unido a la circunstancia
de vestir con deslumbradora elegancia los
PAGINA 5
MENSAJERO PARAMOUNT
ricos trajes v abrigos de costosísimas pieles
que debía haber entregado a los clientes de
Deauville, hace que todo el mundo tome a
Julia por la verdadera Condesa. A las po-
cas horas de su llegada al hotel de Saint Pó,
Julia es el blanco de la codicia de los hom-
bres y de la envidia de las mujeres, quienes,
enteradas de que la Condesa se viste en los
almacenes de Madame — — — — — ^—
Hortensia, se apre-
suran a encargar por
telégrafo docenas de
trajes y abrigos de
pieles al famoso esta-
blecimiento parisién.
Aquella noche llega
al hotel el Conde de
la Posada, y, como es
natural y lógico, se
instala cómodamente
en las habitaciones
que su esposa había
reservado. Esto oca-
siona el primer con-
flicto, pues al salir la
impostora involunta-
ria del baño donde se
encontraba, no puede
contener su sorpresa
al ver en la habitación
a aquel desconocido
en pijama, paseándose
con la tranquilidad
del legendario don Pe-
dro.
A la mañana si-
guiente llega al hotel
Roberto, y ocurre el
segundo conflicto, pues Teresa, ciega de ce-
los, tiene buen cuidado de dar cuenta al jo-
ven de la escandalosa conducta de la joven
del vapor a quien tanto admiraba. Roberto
se resiste a creer lo que Teresa le dice y,
deseoso de ver a Julia, se dirige a la habita-
ción que la joven ocupa, a quien encuentra
en la puerta en deshabillé, tratando de huir
del Conde de la Posada que la persigue en
pijama.
El conflicto se agrava con la ines-
perada llegada de la Condesa verda-
dera, quien exige cuentas a su ma-
rido por lo que ella supone, no sin
sobrados motivos, su infidelidad.
La extraña conducta de Julia, de
la cual es testigo presencial, induce a
Roberto a creer que lo que Teresa le
contó de Julia no es una calumnia im-
pulsada por los celos, sino una ver-
dad como un templo, y se marcha pre-
cipitadamente, sin dignarse escuchar
las explicaciones que la joven quiere darle
en justificación de su conducta.
La película termina con el consabido
beso, pero antes que Julia y Roberto hagan
las paces, ocurren algunas escenas in-
teresantísimas que sólo viéndolas pueden
apreciarse en toda su emocionante in-
tensidad.
en
^J Ka ■_) ET Adolph Zukor y Jesse L. Lasky Presentan a
DANIELS
P£RD!DA
EN PARÍS"
con JAMES HALL. FORD STERUNG. IRIS STUART
ARTHUR ROSSON
Perdida em París, ha-
llada más tarde en los
balnearios de moda de
Francia, nuestra linda
Bebé se nos presenta en-
vuelta en ricas pieles de
armiño, saliendo de una
hilarante complicación
para entrar en otra.
Película Paramount
Paramount, intitulada. Perdida en Pañi
que se exhibirá hoy, por primera vez, en i
teatro
En esta chistosísima película cómicj
digna sucesora de aquella otra intitulad í
La colegiala altiva, Bebé Daniels represen;
ser una joven dependienta de un gran al
macen americano, la cual tiene la buer;
— — — — — — — suerte de encontré
un billete arrojan
por un aviador descí
su aeroplano, que ^
da derecho a un viajl
gratis a París, et
donde llega la jovei¡
cita para ser robaóí
al poco tiempo ptf
unos granujas que !¡,
dejan con la ropa qtf
lleva puesta, sin dii
da porque el desnu-
darla en plena cali,
no les pareció muj
decoroso. Perdida eil
pleno torbellino parí
siense y sin compréis
der una palabra dil
idioma del país, Beld
vaga errante por Uí
Película basada en la comedia "Jenny's Escapade," por Hans Bachwitz y Fritz Jokobsteter — Adapta-
ción de Hermán J. Mankiewicz y John MacDermott — Versión cinematográfica de Ethel Doherty y
Luisa Long.
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BEBE DANIELS PERDIDA EN
PARÍS
El público aficionado al arte del silencio,
entusiasta admirador de Bebé Daniels, ten-
drá oportunidad de aplaudir nuevamente a
este gentilísima actriz en la película de la
calles de la Ciuda:
Luz, hasta que ':¡
suerte encamina sin
pasos al gran establt-
cimiento de modíí
femeninas de Jmi
dame Hortensia, <
donde da la casualida:
que necesiten una v¡-
HOTEL IMPERIAL
Pola Negri en su ca-
racterización más no-
table.
OBTUVO un éxito
de taquilla sin pre-
cedente em el grandioso
y nuevo Teatro Paramount. Ba-
tió todos los "records" en el Gra-
nada, de San Francisco. Otra
soberbia película Paramount.
térprete para entenderse con la cliente!!'
inglesa y americana. Los dueños del esta-
blecimiento parisino mandan a Bebé a uffllj
de las playas de moda con varios encargo J
pero sucede que el tren lleva a la jovencitj
a otro lugar, que aunque no está a la orí
del mar, es famoso por sus aguas termale
y allí nuestra encantadora Bebé tiene opfl
tunidad de superarse a sí misma en la
terpretacíón del papel que el direct^
Arthur Rosson tan acertadamente
confiara.
No hay duda que Bebé Daniels, b
niña de la sonrisa cautivamente, h'i¡
sabido conquistarse un lugar envidiaba
en el corazón de los buenos y asiducij
concurrentes al teatro cinematografía-!
Buena prueba de ello nos la da i\
interés con que el público espera Iij
aparición de la refulgente estrell!
de la Paramount en la pantalla d«-i
teatro
II
JPAGINA 6
MENSAJERO PARAMOUNT
THOMAS
MEIGHAN
%«
e?¿
ESPOSA POR DESPECHO
lDOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
THOMAS MEIGHAN
e n
"ESPOSA POR DESPECHO"
"(The Canadian" )
Dirección de WILLIAM BEAUDINE
Adaptación de Arthur Stringer,
del drama "La tierra de promi-
sión," de W. Somerset Maugham.
WILLIAM LE BARÓN
oductor asociado, estudio neoyorquino.
Película Paramount
Versión cinematográfica de
J. CLARKSON MILLER y
HOWARD EMMET ROGERS
Fotografía de ALVIN WYCKOFF
ditor de producción, RALPH BLOCK
REPARTO
fmk Taylor. ..... .THOMAS MEIGHAN
jra Mona Palma
guardo Marsh Wyndham Standing
rtrudis Dale Fuller
jtricio Charles Winninger
ARGUMENTO
flTlRANK TAYLOR, un colono recién
" llegado de Europa, trabaja a sueldo
en la hacienda de su amigo Eduardo
rsh para ganar el dinero suficiente que
del norte no destruyan la cosecha. Ocupa-
dos en esta tarea en competencia con los ele-
mentos, llega a la granja un telegrama en el
cual Nora, la hermana de Eduardo, da aviso
a éste de su próxima llegada, apresurada
inesperadamente por la repentina muerte de
la tía con quien vivía en Londres. Muy a
pesar suyo, Frank es el encargado de ir a
recibir a Nora a la estación del ferrocarril.
La diferencia de caracteres no tarda en
manifestarse. Nora trata a Frank como a
cualquiera de los peones de la granja, sin
parar mientes en las consideraciones que
para él tiene Eduardo. La soberbia actitud
de Nora hace nacer en el corazón del joven
colono una profunda antipatía, la cual no se
manifiesta ruidosa y estrepitosamente por
respeto a su hermano. No sucede así, sin
embargo, con la esposa de Marsh, quien,
cansada de verse humillada y tratada peor
que una criada por la señorita advenediza
que "ni tan siquiera sabe coser un botón o
freír un par de huevos," obliga cierto día a
Nora a darle una satisfacción, por todas las
injurias inferidas, ante todos los empleados
y jornaleros de la hacienda. Obligada a
ello por su propio hermano, quien no podía
resignarse a perder a su esposa, Nora se
humilla, mas apenas los testigos de su ver-
güenza se han retirado, con excepción de
Frank, la joven se acerca hacia él y, sin
poder ocultar su despecho, le dirige estas
palabras :
— ¿ No dijo usted ayer que le hacía falta
una esposa para que le cocinase, cosiese y
lavase? ¿Serviría yo para el caso?
Al día siguiente, cumplidas ante el juez
correspondiente las formalidades que habían
de convertir a Frank y a Nora en marido y
mujer, una carreta arrastrada por dos caba-
llos se detiene ante la desvencijada choza de
la granja de Frank, donde los dos esposos
se disponen a pasar la luna de hiél, pues no
podía ser de miel el resultado inmediato de
una boda en la cual no había contribuido el
amor, sino el odio y el despecho.
Pasan los días, las semanas, los meses. . .
Frank y Nora viven en el estrecho recinto
de la cabana que les sirve de jaula, como si
fuesen dos desconocidos, silenciosos y apar-
tados en apariencia, mas, en realidad, terri-
blemente juntos.
Cansado un día de aquella situación into-
lerable e insólita, Frank echa en cara a su
esposa su incalificable conducta. Indignada
ésta, descuelga un rifle y se dispone a dis-
pararlo sobre su esposo. Este, de pie, a
pocos de distancia de ella, espera, impasible,
la descarga. La presión del dedo hace caer
el gatillo, pero el disparo no tiene efecto
3 s adelante habrá de permitirle trabajar
jjpropia granja, la cual tuvo que aban-
icar por la pérdida de dos cosechas
i jesivas.
l£n la hacienda de Marsh la faena de
li-ecolección del trigo progresa rápida-
Ipte, a fin de que las tempranas heladas
El eminente actor Thomas Meighan y la encantadora
actriz Mona Palma, en tres interesantes escenas de la
película de asunto canadiense, "Esposa por despecho,"
de la Paramount. En el óvalo de la derecha, Thomas
Meighan en una "pose" tomada de la misma película.
por la sencilla razón de que el arma está
descargada. Para probar a su esposa,
Frank carga el rifle y lo coloca en manos
de aquella. Nora arroja el arma a un
lado sin intentar utilizarla.
* * *
Los solitarios meses de invierno cana-
PAGINA 7
MENSAJERO PARAMOUNT
diense que pasaron junios, Eorjaron una ca-
dena irrompible entre ellos.. .El odio huyó
del corazón de Nora y la paz renació en el
d< Frank... El compromiso formalmente
contraído era religiosamente observado...
La felicidad comenzaba a vislumbrarse en
la humilde cabana del granjero.
Pasan más meses. Asesorada por Pa-
tricio, el cocinero de la granja de Marsh,
quien acudió al llamado secreto de Frank
para que diese unas cuantas lecciones de
cocina a Nora, ésta no sólo se convierte en
una excelente cocinera, sino que también
comienza a dar inequívocas pruebas de ser
una perfecta ama de casa, todo lo cual con-
tribuye a disipar la atmósfera de incompren-
sión y desconfianza que hasta entonces había
mantenido alejados a los dos esposos.
Y así llega el verano, y el campo de trigo
que Frank amorosamente cultivara con sus
propias manos, y en el cual cifra todas sus
esperanzas, parece un ancho mar de doradas
espigas tostándose al sol de agosto, mientras
aguardan, balanceándose al viento, el mo-
mento de ofrecer sus cuellos sutiles a la im-
pía hoz del segador.
Mas la víspera de día que debían llegar
los segadores dispuestos a la ardua tarea de
la siega, negros nubarrones aparecen en el
horizonte ; un viento huracanado agita
furiosamente las espigas de trigo, las cuales
abaten sus rubias cabezas, para desaparecer
enterradas pocos minutos después por una
helada capa de nieve, tan trá-
gica como prematura en aquella
época del año.
En la choza de Frank todo es
tristeza y desaliento ... La ruina
y el hambre con su figura de
lobo habían llamado a la puerta
del granjero.
— Lo siento más que nada
porque necesitaba el dinero de
la cosecha para mandarte a In-
glaterra — le dice Frank a su
esposa, quien le escucha con la
cabeza baja sin osar pronunciar
palabra.
— De todas maneras podrás
ir. . .Con este cheque tendrás
bastante para el pasaje y toda-
vía te sobrará dinero — añade
Frank, poniendo en la mano de
su esposa el cheque que días
antes los testamentarios de la
tía de aquella le habían remiti-
do de Inglaterra.
— ¿Quieres que me vaya? —
le pregunta Xora a su esposo.
— Sí, vete a Londres — Allí
serás más feliz— replica aquél, y, en seguida,
añade :
—Patricio te acompañará a la estación
mañana temprano.
Al día siguiente, muy de mañana, la mis-
ma carreta que un año antes se detuviera
silenciosamente ante la puerta de la granja
de Frank Taylor, con la joven pareja de
recién casados, avanza lentamente hacia la
estación del ferrocarril . . .
— ¿ Qué le pasa ? — le dice Patricio, el con-
ductor de la carreta, a Nora, al verla tan
triste y compungida.
— No quiero marcharme — replícala joven.
El buen Patricio, astuto y sagaz como
todo campesino, comprende perfectamente
lo que aquellas palabras significan y dismi-
nuye en seguida la marcha de la carreta.
Cuando el perezoso vehículo está a un
cuarto de milla de distancia de la estación,
el tren que Nora debía haber tomado pasa
velozmente sin detenerse siquiera.
Momentos después, la carreta vuelve a
pararse ante la cabana del granjero y de
ella salta Nora para arrojarse, con los ojos
arrasados en llanto, en brazos de su esposo.
Patricio sonríe socarronamente . . .
PUBLICIDAD Y PROPAGANDA
Compañía Cinematográfica en
Graves Apuros en el Canadá
En la región de la provincia de Alberta,
en el Canadá, en plena vista de las Montañas
Roquizas, donde se impresionaron las eso;
ñas más importantes de la película "Espo;;
por despecho," de la Paramount, la lluvia
tan escasa que los agricultores que puebla:
aquella parte del país, se ven obligados en
frecuencia a perforar pozos artesianos pa
proveerse del precioso líquido. Sin emba'
go, durante el tiempo que permaneció
compañía cinematográfica de la Paramoun
en aquellos lugares, llovió como nunca .
había visto en la región, con el resultado El
que los caminos se convirtieron en ven»
deras ciénagas, imposibles de vadear en
los automóviles. El director William Bean
diñe y algunos de sus ayudantes llegaron
la ciudad de Calgary con una semana o
anticipación al grueso de la compañía, cci
el fin de escoger el lugar más adecuado pal
la impresión de las escenas de la películi
Depués de permanecer atascados la maví
parte del tiempo en los lodazales, Mr. Bean
diñe y sus compañeros decidieron establecí
su campamento provisional a unas cincuen ;
millas al sur de Calgary, en un hermon
valle de la vertiente oriental de las Mc»i
tañas Roquizas, a unos mil metros sobre
nivel del mar.
El día que llegó Thomas Meighan, pm
tagonista de la película, a Calgary con ln
demás actores y actrices de la compañí:
para emprender el viaje con siete automi
viles y tres grandes camiones al lugar don<
les aguardaba el director, llovió todo el d
así como el siguiente.
Al tercer día, con el cielo algí
despejado, la troupe artístü;
emprendió la marcha, la cui
prosiguió sin interrupción has |¡
unas veinte millas del carnpi
mentó de Beaudine, cuyo reo
rrido hubo que hacerlo empí
jando los automóviles y ci
miones con el lodo hasta las r:
dulas. Después de un cor
descanso, bien merecido pji
cierto, las huestes del direct ¡
Beaudine se lanzaron con toilj
empeño a la tarea de filmar iai
de las películas más hermo»
de asunto canadiense que i
han llevado a la pantalla.
THOMAS MEIGHAN
Hhe, C ANADIAN
Directeo ev
WILLIAM BEAUDINE
d féaramount fyleture;
"Esposa por Despecho'
es una Bella Película
Un hombre y una mujer, an
jados del mundo, permanecí::
cerca de un año en una sólita»
cabana en las inmensidades c¡ :
Canadá. Ella, con el coraza
(Continúa en la página 21) :
PAGINA 8
MENSAJERO PARAMOUNT
ÁMALOS Y DÉJALOS"
JDOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
"ÁMALOS Y DÉJALOS"
("Love 'Em and Leave 'Em")
Producción de FRANK TUTTLE
con
Evelyn Brent, Lawrence Gray y
Luisa Brooks
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado, estudio neoyorquino
Película Paramount
isada en el drama de John Van Alystine
Weaver y George Abbott
Adaptada a la pantalla por
Townsend Martin
'Editor de producción: Ralph Block
Editor literario: Julián Johnson
Fotógrafo: George Webber
él las vacaciones de Matilde. La joven se j
dirige al campo con el objeto de pasar unos |
quince días de descanso lejos del ruido y la
agitación de la ciudad, mas es tanto el deseo
que tiene de estar cerca de Guillermo, que a
los dos días de haber partido, vuelve a
Nueva York con el firme propósito de
aceptar la proposición de matrimonio que
pocas semanas antes le hiciera Guillermo.
A su llegada a la casa de huéspedes donde
vive con su hermana, lo primero que Ma-
tilde hace es avisar a sus amigos y com-
pañeros de hospedaje que su regreso ines-
perado del campo se debe a su inminente
boda con Guillermo. Aquellos felicitan a
Matilde, y el ama de la casa de huéspedes
propone darle una sorpresa a Guillermo,
en celebración del futuro acontecimiento,
cuando el joven vuelva del cine, a donde
había ido en compañía de Juanita. Trági-
camente ignorantes de la broma que sus
amigos les preparaban, Guillermo y Jua-
nita se detienen
ante la puerta
abierta y se dan
las buenas noches
■atro interesantísimas escenas de la
lia película "Ámalos y déjalos,"
erpretadas por Lawrence Gray,
Evelvn Brent y Louise Brooks.
REPARTO
¡atilde Evelyn Brent
úillermo Laivrence Gray
tanita Luisa Brooks
amberto Osgood Perkins
artwright Jack Egan
melia Marcia Harris
ir. Schwartz Arthur Donaldson
perdido, pues tiene que rendir cuentas la
noche misma del gran baile de máscaras,
Juanita apuesta los últimos veinte dólares
que le quedan al caballo que le indica
Lamberto, "un caballo ganador seguro.''
En esta ocasión, el pronóstico de Lamberto
sale cumplido y los veinte dólares de Juanita
se convierten en cien, que aquél se guarda
bonitamente en el bolsillo. La señorita
Amelia Streeter, jefa del departamento
donde Juanita y Matilde trabajan, y presi-
denta de la Liga, exige de aquella la entrega
inmediata de los fondos que tiene a su cui-
dado. No sabiendo que hacer, Juanita, presa
de terror pánico, declara que los dejó en
el cajón de un mueble que está en su habi-
tación, y, aunque no lo dice claramente, in-
sinúa que la autora de la sustracción es su
hermana Matilde, pues nadie más que ella
sabía que el dinero estuviese guardado en
aquel lugar. La oportuna llegada de Ma-
tilde a la habitación, seguida de las debidas
explicaciones, motiva que la presidenta de
la Liga se retire con la promesa formal de
que la devolución del dinero será un hecho
antes de las once de la noche,
que es la hora fijada por aquella
para dar parte a la policía, si
los fondos que Juanita tenía a
ARGUMENTO
^UANDO murió su madre, Juanita fué
j a vivir con Matilde, quien la quería
como se quiere a una hermana menor,
'pesar de los disgustos que la daba. Jua-
jta y Matilde trabajan en el gran almacén
p departamentos de Ginsburg, uno de los
jas grandes y acreditados de la ciudad.
on las dos hermanas trabaja Guillermo
jillingsley, encargado del adorno de los
Icaparates del almacén. Guillermo está
íiamorado de Matilde, la mayor de las dos
prmanas. Esta ama a Guillermo con
:rdadera pasión. Llega el verano y con
con un sonoro y
apasionado beso.
Una descarga
eléctrica que hu-
biese caído en mitad del aposento, no ha-
bría causado conmoción más grande a Ma-
tilde que la que le produjo la perfidia de
aquel beso. Repuesta, sin embargo, en
seguida de su asombro, la humillación y el
desengaño de Matilde tórnanse, simultá-
neamente, en agresiva y cínica determina-
ción, como lo revelan estas palabras, las
cuales producen en quienes las escuchan el
efecto de un cañonazo disparado a quema-
rropa. "De hoy en adelante mi lema será :
Ámalos y déjalos."
Siguiendo los consejos de Lamberto
Woodruff, un sujeto tan antipático como su
apellido, Juanita pierde el dinero de la Liga
de empleados del almacén donde trabaja, de
la cual es tesorera, en las carreras de caba-
llos. Con el objeto de recuperar el dinero
su custodia no han sido entregados. En-
terada Matilde por su hermana de que Lam-
berto es el responsable del predicamento en
que ésta se encuentra, aquélla se dispone a
poner en ejecución un plan que de seguro
habrá de darle el resultado deseado. Ma-
tilde manda a su hermana al baile de la
Liga, como si nada hubiese ocurrido, e in-
vita a Lamberto a su habitación para "pasar
con él una velada divertida." Mientras Jua-
nita baila y se divierte con Guillermo en el
almacén de Ginsburg, convertido en un sun-
tuoso salón de baile, Matilde pone en juego
toda su femenil astucia para sustraer la car-
tera con el dinero de su hermana del bolsillo
PAGINA 9
MENSAJERO PARAMOUNT
UNA BELLA PELÍCULA
EVELYN BRENT
LAWRENCE GRAY
LOUISE BROOKS
Producción de
FRANK TUTTLE
Presentada por
ADOLPH ZUKOR
JESSE L. LASKY
Película Paramount
Y DÉJALO
de la chaqueta de Lamberto. Suenan las
once de la noche y la señorita Streeter, cre-
yendo firmemente que Matilde no entre-
gará el dinero como le había prometido, se
dispone a llamar a la policía, y así se lo par-
ticipa a Guillermo. La acusación de la
señorita Streeter, que él considera absolu-
tamente infundada, obliga al joven a reve-
larse en defensa del honor de la mujer a
quien en mala hora había desdeñado. Lam-
berto recibe su merecido a manos de Gui-
llermo ; la señorita Streeter se da por muy
satisfecha con la devolución del dinero ; Gui-
llermo y Matilde hacen las paces, en la
forma natural y lógica que supondrá el in-
teligente lector, y Juanita, la coqueta eterna,
perdición de los hombres débiles, sale del
baile de la Liga del brazo del propietario del
almacén para tomar el elegante automóvil
Rolls-Royce que está esperando a la puerta.
Para la Propaganda y Publicidad
PUNTOS SALIENTES EN "ÁMALOS
Y DÉJALOS"
La simplicidad del asunto que sirve de
base a la película Ámalos y déjalos, de la
Paramount, que se exhibirá en el Teatro
, hace que esta nueva producción
cinematográfica de la conocida manufactura
americana, encuentre instantáneamente sim-
pática acogida por parte del público, quien
se siente inmediatamente identificado con
los personajes que la interpretan, pues los
problemas que afectan a Matilde, a Guiller-
mo y a Juanita, principales intérpretes del
film, son precisamente los problemas que
afectan a una buena parte de la humanidad
presente. La sencillez y aparente facilidad
con que el director ha sabido dar vida a los
personajes del drama, hábilmente secundado
por un grupo de excelentes artistas de la
escena silenciosa, hacen que el interés del
espectador no decaiga un solo instante des-
de la escena en que Matilde, la hermana
mayor de Juanita, salta impaciente del lecho
para recordar a ésta que el mostrador del
almacén la espera, hasta la escena final en
que Juanita, la eterna flirt, desaparece del
baile del brazo del propietario del almacén
donde trabaja, mientras Matilde, la her-
mana juiciosa, sencilla y virtuosa, logra
convencer a Guillermo, cegado temporal-
mente por las coqueterías de Juanita, de que
la verdadera belleza no es la que se manifes-
ta en el rostro de la mujer, sino que perma-
nece oculta e invisible en lo más recóndito
del alma femenina. . . .
En las escenas del baile de máscaras, pic-
tóricas de animación y vida, el público
tendrá oportunidad de apreciar la diferen-
cia que existe entre el famoso chárleston y
la nueva danza llamada black bottom, o
fondo negro, que según opinión de algunos
aficionados terpsicóreos, está destinada a
Pola Negri»
Hotel Imperial
suplantar a aquella ertel favor público. I.
danza del black bottOin fué introducida e:
el escenario de un teatro por primera v
por Ann Pennington, siendo ejecutada «
la película que nos ocupa por los notabl:
bailarines Webster Taylor y Dorotf.
Mathews, alumna ésta en un tiempo de I
célebre bailarina rusa Madame Pavlowa.
Las escenas nocturnas que aparecen en !
película, son también interesantes por
novedad y por ser un reflejo fiel de la vi
obrera en la gran urbe norteamericana.
Entre los intérpretes que más se distii
guen en la película, justo es mencionar
Evelyn Brent, quien hace su debut en
Paramount, precedida de gran fama cofl;
actriz del género melodramático, Lawren;:
Gray, a quien el público ha aplaudido •
varias películas interpretadas por Glori
Swanson, Bebé Daniels, Esther Ralston
Betty Bronson ; Luisa Brooks, joven y bel i
sima actriz, quien desde que apareció p«
primera vez en la pantalla interpretando Uí
sencillo papel en la película La calle del (J¡
vido, hasta que volvimos a aplaudirla •
Jauja de los ilusos, se ha conquistado I
nombre en la escena cinematográfica ame:i
cana ; Osgood Perkins, eminente actor d:
teatro hablado ; Jack Egan, miembro py
muchos años de una de las compañías i
comedia más notables de los Estados Uw
dos, Marcia Harris, actriz característica I
gran renombre en la escena hablada ameii¡
cana, a quien el público aplaudirá deriti
poco en la película Las tristezas de Satfy
(Continúa en la página 21)
PAGIXA 10
MENSAJERO PARAMOUNT
í
LA SUERTE LOCA"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
W. C. FIELDS
e ii
"LA SUERTE LOCA"
("The Potters")
con
IVY HARRIS y MARY ALDEN
Dirección de FRED NEWMEYER
Basada en la Comedia de J. P. McEvey
WILLIAM LE BARÓN
Productor asociado, Estudio neoyorquino
Película Paramount
REPARTO
edro Potter W. C. Fields
u esposa Mary Alden
uillermín Jack Eagan
[atilde Ivy Harris
icardo Richard Skeet Gallagher
'.. B. Rankin. , Joseph Smiley
. P. Eagle Bradley Barker
ARGUMENTO
S la hora del desayuno y la familia
Potter se prepara para sentarse a la
mesa. Ante la impaciencia de Ma-
jlde, quien espera a su novio de un mo-
llento a otro, papá Potter le da una buena
-bprimenda recordándole que aquél es un
imple empleado, que ni tan sólo gana para
js propias necesidades. Si fuera un hom-
Ire de importancia como él y con cuatro
Jiil dólares en el Banco, sería otra cosa.
Terminado el desayuno, papá se dirige a su
oficina.
Los negocios importantes de papá Potter
se reducen al poco remunerativo oficio de
escribiente, a las órdenes de un tal Rankin,
sujeto de dudosa conducta en los negocios.
Cuando esa mañana Rankin entra en la
oficina, muestra a Potter un periódico con la
noticia de que una compañía de petróleo
acaba de descubrir cinco nuevos pozos de
este valioso líquido. Potter se lamenta de
que él no tenga la suerte de emplear su
dinero tan lucrativamente.
Llega en este momento un amigo de
Rankin llamado Eagle, un especulador
de petróleo en gran escala. Potter, aluci-
nado con las cifras que aquellos mencionan,
propone a Eagle que le venda algunas ac-
ciones, y éste, que está deseando librarse
de ellas, le regala generosamente una ac-
ción de una propiedad adyacente.
Poco después llegan a la oficina de Pot-
ter, su hija Matilde y el novio de ésta, los
cuales vienen a declararle su intención de
casarse. Matilde se entera de la compra de
su padre y amenaza decírselo a mamá Pot-
ter. Su padre la suplica que nada diga a
aquélla, quien no entiende de estas cosas, y,
como premio, la regala la acción que le dio
Eagle.
Potter regresa aquella noche a su casa
contento como unas pascuas. Su señora le
observa sorprendida y, finalmente, a causa
de una imprudencia de Ricardo, se entera
de que Potter ha invertido el dinero que
tenían ahorrado en acciones petroleras. La
Señora Potter llora desconsolada lo que
considera una segura pérdida y, con gran
determinación, obliga a papá Potter a tomar
el tren para el lugar donde la compañía
tiene su domicilio, con objeto de que le de-
vuelvan el dinero. Papá Potter, resignado,
se dirige a la estación, pero por error, se
acomoda en un coche que no está engancha-
do al tren. Se queda dormido y a la ma-
ñana siguiente ve, con gran sorpresa, que
todavía se encuentra en el mismo sitio de
la víspera.
Potter vuelve a la oficina, donde Rankin
le espera con ansiedad para comprarle las
acciones, porque ha sabido que se han des-
cubierto pozos de petróleo en estos terrenos.
Potter le vende las acciones con un margen
de ganancia de mil dólares, y regresa a su*
casa triunfante y satisfecho.
La señora Potter no sale de su asombro
al verle entrar en casa cargado de regalos,
y le pregunta, extrañada, qué es lo que
sucede. En este momento entra también
Guillermín, quien ha dejado el empleo, por-
que ha leído en la prensa que el pozo de
petróleo donde su padre tiene las acciones,
está rindiendo mil quinientos barriles dia-
rios. Potter oye la noticia consternado y
confiesa a su mujer que vendió las acciones
a Rankin. Aquella le consuela diciendo que
la verdadera culpable es ella, por haberle
El eminente actor cómico
W. C. Fields y los distin-
guidos artistas señorita Ivy
Harris, señora Mary Alden
y Richard Skeet Gallagher,
en varios momentos cul-
minantes de esta chistosa
película de la Paramount.
PAGINA U
MENSAJERO PARAMOUNT
sc^Loi.
\DOLIMI ZLKOR \ JESSE L. LASO Presentan a
WC FÍELOS
La
Suerte Loca
("The Potters")
con
IVYHARRIS
MARYALDEN
Dirección de FRED NEWMEYER
Basada en la comedia de
J. P. McEVOY
HE aquí una película cómica
que por su realismo y gra-
cia está destinada a hacer pasar
un rato agradabilísimo a cuantos
asistan a su exhibición. Su pro-
tagonista es el hilarante Mr.
Fields, con lo cual queda dicho
todo. Esta es, además, una
Película Paramount
obligado a que las vendiese. Para colmo
de males, Potter muestra a su esposa un
telegrama que ha recibido, en el cual Ricardo
y Matilde anuncian su casamiento, y que
vendrán a recibir sus bendiciones.
Cuando mayor es la consternación en el
hogar, entran Ricardo y Matilde, ya casa-
dos. El recibimiento que hacen a la pareja
no puede ser menos cordial, y Matilde, in-
dignada, pide a su esposo la acción petrolí-
fera que la regaló su padre y se la arroja a
los pies, diciendo que ellos no necesitan para
vivir de sus favores. Potter recoge incons-
cientemente esta acción y descubre que es
precisamente la del pozo que ha brotado pe-
tróleo. Al verla Potter, salta de placer y
alegría y comienza, en su excitación, a tirar
y romper los muebles de la sala. La señora
Potter cree que su esposo se ha vuelto loco.
Matilde y Ricardo leen el periódico y se
PAPA POTTER
— a quien, cuando
estaban de buen hu-
mor, en su casa le
llamaban "el cabeza
de familia."
dan cuenta, aunque tarde, de su torpeza. La
señora Potter se dirige entonces a su esposo
y le pide la acción valiosa. Potter se re-
siste, pero al cabo se la entrega declarando,
enfáticamente, que él siempre ha sido un
gran hombre de negocios, y que si antes no
se hizo rico fué porque no había pensado en
ello. R. de V.
LA VIDA DE UN ACTOR DEL CINE
La generalidad del público tiene formada
una idea completamente errónea acerca de
la vida que llevan los actores del cinema, a
quiénes, si hemos de juzgar por lo que de
ellos se dice y escribe, la gente se los ima-
gina botando el dinero a manos llenas y
pasándose la mayor parte del día y toda la
noche en los lugares de recreo y en los
cabarets de moda de Hollywood. Mas, a
fin de que el lector se dé cuenta de cual
diferente es lo que se habla y escribe de 1;
realidad, daremos como ejemplo típico d^
actor cinematográfico, al eminente protage
nista de la película La suerte loca, de 1:
Paramount, que se exhibirá en el Teatro. I
He ahí, pues, como se pasa la vida, tai'
volando, como dijo el poeta, el insigne acta
cómico W. C. Fields :
Fields se levanta invariablemente todc:
los días a las siete de la mañana; a las siefl:
}• media toma el desayuno, el cual consistí:
en una naranja y una copa de una infusió
hecha' de cereales, a la que los americano:
llaman postum, a las ocho y media se dirig]:
al estudio de la Paramount, en Long Islanq
entra en su camerino, se quita la ropa qu|í
lleva puesta, se hace el maquillage y é
viste el traje con que ha de aparecer antf:
(Continúa en ¡a página 22)
PAGIXA 12
MENSAJERO PARAMOUNT
¿g?m
EL HOMBRE DEL BOSQUE"
(ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
presentan
La producción de JOHN WATERS
basada en la obra de ZANE GREY
4 EL HOMBRE DEL BOSQUE"
("The Man of the Forest")
con
JACK HOLT de protagonista
B. P. SCHULBERG
Productor Asociado. Estudio Californiano
Dirigida por JOHN WATERS
Fotografía de C. Edgar Schoenbaum
Editor en jefe B. Lloyd Sheldon
REPARTO
lett Dale Jack Holt
ncy Gayner Georgia Hale
Gayner, su padre ...... George Fawcett
int Beasley Warner Oland
I sheriff Ned Blake Tom Kennedy
F itt Hawkins Guy Oliver
tjnuto Oleson. El Brendel
los foragidos. Censuran estos la irresolu-
ción de su jefe, Beasley, quien a la sazón
trata de usurpar a su dueño la hacienda de
Gayner. En tanto discuten los bandoleros,
llega Beasley a la cabana, y les anuncia que
la sobrina de Gayner, el hacendado a quien
tratan de expoliar, llegará al día siguiente
a hacerse cargo de los bienes de su tío.
Alarmado ante la perspectiva de tener que
habérselas con una mujer, Beasley da ins-
trucciones a sus acólitos para que se apo-
deren de la muchacha antes de que llegue
a la hacienda de su tío. En tal punto de su
conversación, ábrese la puerta de la cabana,
y aparece en ella el caballo de Brett, con lo
que los bandidos comprenden que su dueño
debe estar escondido no lejos de ellos. Sin
intimidarse ante el peligro, Brett lanza
contra ellos a Mike. Huyen despavoridos
los bandoleros, y Brett logra apresar a su
iRGUMENTO
JRETT DALE,
¡ J el trampero a
quien toda la
narca conoce por
"H ombre del
¡sque," discurre un
¡ por las selvas del
!ste legendario, ji-
je en su caballo
torito y escoltado
[ su fiel e insepa-
|le Mike, el puma
k amaestrara tras
¡inagotables esfuer-
I y paciencia. Hu-
'ido de una tor-
tita que con rapi-
| fulminante se |
oxima, busca Brett
• ugio en una cabana
de ciertos notorios
idoleros del lugar
Hilen reunirse, igno-
róte de que éstos,
i)';endo también de
lal tormenta, galopan
alia su refugio. Al
yíes acercarse, se
oljilta con Mike en el
l.nero, pudiendo así
juchar, sin ser vis-
la conversación de
Jack Holt, eminente
culminantes de este
protagonista de la película "El hombre del bosque," en cuatro momentos
emocionante film de las selvas californianas. La bella actriz Georgia Hale
aparece en el grabado inferior de la izquierda.
jefe, Beasley, a quien poco después conduce
a presencia del sheriff. Este, que es en
secreto cómplice de Beasley, se niega a de-
tenerle, fundándose en que la acusación de
premeditación del rapto de la sobrina de
Gayner carece de pruebas suficientes. Al
tratar el sheriff de detener a Brett, huye
éste y se dispone a salvar a la muchacha de
la celada que sus enemigos le preparan.
A su llegada, Nancy, la sobrina del ha-
cendado Gayner, se dirige en busca de su
tío, acompañada por Mulvey, el capataz de
Gayner ; quien también obedece las órdenes
que le da Beasley. Cuando ambos corren
por el páramo en el carricoche de la hacien-
da, llega Brett a caballo, y previene a Nancy
del inminente peligro en que se halla. Al
negarse ésta a creerle, y al ver aproximarse
a la banda de Beasley, Brett arrebata a la
muchacha del carricoche, y la conduce a su
cabana. Tras de pa-
sar allí la noche, Nan-
cy, que continúa des-
confiando de Brett,
trata de huir, y dispa-
ra contra el "hombre
del bosque" en el mo-
mento en que llegan a
la estancia Beasley y
el sheriff, acompaña-
dos de sus secuaces y
de los cowboys de
Gayner, estos últimos
capitaneados por Matt
Hawkins, empleado y
amigo fiel de Gayner.
Beasley y sus cóm-
plices se disponen a
linchar a Brett, mas
se opone a ello Matt,
alegando que el asun-
to debe tramitarse le-
galmente. Así, Brett
es trasladado a la
cárcel de La Pina-
riega.
Al llegar Nancy a
la hacienda se entera
de la muerte de su
tío y, al hacerle Beas-
ley ciertas proposi-
ciones matrimoniales,
comprende al cabo la
inocencia de Brett.
Arrepentida, Nancy
PAGINA 13
MENSAJERO PARAMOUNT
corre a la cárcel para ayudar a Iirett a
evadirse de fila, mas éste no ha per-
dido el tiempo y, valiéndose de Mike,
logra salir de su celda, encerrando en
ella al sheriff. Al intentar regresar a
la granja, Brett y Nancy son atacados
por los hombres de Beaslev, quienes
incendian la casa donde se ven obli-
gados a refugiarse, salvándoles al fin,
la oportuna llegada de los cowboys de
la hacienda de Gayner. Desvanecidas
todas sus dudas, Nancy accede, al
cabo, a entregar su confianza y su
mano al Hombre del Bosque.
F. G.
Clara Bow en "ELLO"
Película basada en
una novela de Eliuor
Glyn. Producción de
Clarence Badger.
MAS de un millón de
lectores ha sabo-
reado las bellezas de es-
ta novela publicada en
el Cosmopolitan Maga-
zine. Cincuenta millones
aplauden hoy en los Es-
tados Unidos a Clara
Bow y Antonio Moreno
en la película en ella
basada.
Sugestiones de Publicidad y
Propaganda
"EL HOMBRE DEL BOSQUE"
Como creemos que la publicación de un
argumento en toda su integridad puede re-
sultar, a veces, contraproducente, pues no
es conveniente en ningún caso revelar al
público con demasiada anticipación el desen-
lace de la película, nos permitimos ofrecer a
continuación al empresario la sinopsis sin-
tética de la película El hombre del Bosque,
la cual podrá usar, esta es nuestra opinión,
ventajosamente en sus anuncios impresos.
Hela ahí :
"Jack Holt, intérprete del papel de Milt
Dale, es el blanco, y Georgia Hale, intér-
prete del de Nancy Gayner, la que empuña
el fatídico revólver. Esto ocurre cuando
Nancy, procedente de Nueva York, llega a
La Pinariega, con el objeto de tomar pose-
sión de la hacienda que su tío, viejo y en-
fermo, ha decidido traspasarle. Camino de
la hacienda, Nancy es raptada por Milt
Dale, un trampero, conocido en toda la co-
marca por el Hombre del Bosque. No vaya
a creerse que Dale rapta a Nancy para sí,
sino que lo hace por evitar que la jovencita
caiga en poder de una banda de facinero-
sos, capitaneada por un individuo sin escrú-
pulos, que quiere impedir a toda costa
que Nancy llegue a la hacienda antes
EL H0MBREdeiB0S0UE><
•*tta JACK HOLT ***£y*
? *W. * _ GEORGIA UALE
GEORGIA HALE
BRENDEL
de la muerte de su tío, para apoderan
de la valiosa finca. Como suele acoi
tecer con mucha frecuencia, Nanc
tiene la debilidad de confiar en el m|
vado Clint Beasly, a quien cree un ci
ballero, y desconfía del honrado Dal
por creerlo un malvado. Acusado p.i
Beasly del rapto de Nancy, sin duc,
porque desbarató sus siniestros planei
Dale es encerrado en la cárcel de l¡
Pinariega, de la cual escapa con :
auxilio que le imparte un feroz purai
al cual el joven y valiente trampen
había amaestrado. Desde este instanti
los sucesos se desarrollan con tal rapi
dez de acción, que Nancy no tarda ti
darse cuenta de que Dale es el hombre vi
liente y abnegado que sacrificó su vida pn
salvarla, mientras que Beasly es el cobara
que quiere perderla y el causante directo <
la prematura muerte del tío de la joven. Ei
estas circunstancias, no es difícil predec
que Dale encontrará la debida recompenü
en brazos de Nancy."
En la interpretación de este interesaní
drama del Oeste americano, uno de los mu
jores en su género que el público habrá visi
en la pantalla, figuran los nombres de Jad
Holt, intérprete del papel de protagonista
Georgia Hale, del principal papel femeninc
Warner Oland, del de Beasley; Tom Ker
nedy, del de venal sheriff; El Brendel, di:
de chistoso mozo de la hacienda, y otro-
John Waters, director de El río del Ohw.
y Por una mujer, tuvo a su cargo la direc
ción de El Hombre del Bosque, tarea qii
desempeñó con el acierto que es en él carav
terístico.
Buen Actor, pero Pésimo Jinete
El Brendel, distinguido actor cómico
la Paramount, que aparece en la película I
Hombre del Bosque interpretando un chir
tosísimo papel, antes de tomar parte en .1
impresión de películas, era uno de los ti-
tores más distinguidos de la escena hablac;
americana, en donde las habilidades hípic¿ !
de los actores salen sobrando. Coit:
Brendel de jinete no tenía absolutamente 1;¡
noción más elemental, cuando el directcn
Waters le mostró el caballo que debía morr
tar en ciertas escenas de la película, nuestr:
hombre se volvió pálido como un santo c¡
cera, pues el animal había botado de la sill=
a otros dos actores, y Brendel había sid:
testigo del accidente. Sin embargo, a ai-
de que no le tildaran de cobarde, B rendí
hizo de tripas corazón, como vulgarmente
(Continúa en la página 22)
PAGINA U
i8¿
MENSAJERO PARAMOUNT
¡M&
110,000 personas
vieron la preciosa pe-
lícula "LA MANO
DE DIOS", la
semana de su estre-
no en el TEATRO
PARAMOUNT
Escogida esta película por
la empresa para la aper-
tura del teatro más grande
del mundo, su éxito de
taquilla fué instantáneo.
PAGINA li
MENSAJERO PARAMO UN T
LA PARAMOUNT EN BARCELONA
Enorme marca de fábrica de la Paramount rodeada de retratos de artistas de esta empresa con que se adornó una de las ventanas del edificio que ocupa
la Seleccine, S. A., de Barcelona, durante las pasadas Navidades. Aspecto que ofrecía el frente del gran Coliseum, de la Ciudad Condal, la séptima noch<
de la exhibición en ese teatro de la grandiosa película "El hijo pródigo," de la Paramount, la cual constituyó un resonante éxito artístico y de taquilla
aquilla
Un Ano que Bien Comienza
AL finalizar el año 1926, no recordamos
quién auguró que el presente sería
el año Paramount por excelencia.
Dos meses han transcurrido, apenas, desde
el día en que tal profecía se hiciera, y por
las películas que la Paramount lleva estre-
nadas desde el comienzo de 1927, el feliz
augurio lleva trazas de verse cumplido en
todas sus partes.
La Paramount saludó el Año Nuevo,
exhibiendo, al filo de media noche, en su
nuevo y espléndido teatro de Times Sqaare,
la bellísima película, intitulada, Hotel Im-
perial, en la cual la sin par actriz Pola Negri
interpreta el papel de protagonista. Des-
pués de su estreno, el Teatro Para-
mount, situado, como muy bien dijo
un humorista americano famoso, en el
ombligo del mundo, se vio concurridí-
simo, tarde y noche, por un público
distinguido, ávido de admirar en la
pantalla la que, según opinión de la
crítica, es la mejor de las interpreta-
ciones que la genial actriz lleva hechas
en América, que es como si dijéramos
en su larga carrera artística.
Mientras en el Teatro Paramount
el público se entusiasmaba ante las
bellezas de Hotel Imperial, en otro
teatro del Broadway neoyorquino, el
Rialto. se proyectaba la película Las
tristezas de Satán, última producción
PAGINA 16
del eximio metteur D. W. Griffith, basada
en una famosa novela de María Corelli, e
interpretada por artistas tan eminentes
como Adolphe Menjou, Ricardo Cortez,
Carol Dempster y Lya de Putti.
La película Oíd Ironsides, nombre de la
invicta nave de los primeros días de la Re-
pública de Washington, cuyos hechos en
aguas tripolitanas inspiraron a Lawrence
Stallings uno de los argumentos más bellos
que se han llevado a la pantalla, aunque en
rigor pertenece, como Beau Geste, a los
grandes estrenos de las postrimerías de
1926, el hecho de que ambas películas con-
tinúen en las carteleras y sigan atrayendo
"Las Tristezas de Satán "
"Una película
maravillosa-
mente dirigida
por D. W. Grif-
fith/' — New
York Times.
ESTE film ba-
tió todos los
"records" en el
Teatro Rialto, de
Nueva York, y
continúa batién-
dolos. El público
aclama a Adolphe
Menjou, el Satán moderno; Ricardo Cortez, Carol
Dempster y Lya de Putti. William Le Barón, pro-
ductor asociado.
numeroso público, nos permite que las co
sideremos como pertenecientes a las graii
des producciones de 1927, aparte de qti
será en este año cuando se darán a conoc:
a los públicos de los países de habla cast:
llana.
La película Rubia o morena siguió a H\i
leí Imperial en el Teatro Paramount. >'
hay duda que Rubia o morena, interpretad
por Adolphe Menjou y Gretta Nissen, pul:
de desde ahora colocarse entre las más n|:
tables películas que se estrenarán este afl:
pues así lo declaró enfáticamente la crítiJ:
neoyorquina y lo confirmó inequívocameri:
el público con su asistencia en el Teat¡'
Paramount durante los ocho días qii
Rubia o morena duró en el cart!;
Arlette Marchal, la espiritual actíi
francesa, secunda admirablemente I
labor de Menjou y Greta Nissen J
esta película.
Las películas que acabamos de mejí
cionar, son, no lo dudamos, verdií
deros heraldos de prosperidad en 192j'
para el empresario que tenga el bu^'
acierto de exhibirlas en sus teatros.
'■
Este número contiene un
SUPLEMENTO
con el argumento de
'HOTEL IMPERIAL"
MENSAJERO PARAMO UNT
Actividades en los Estudios de la Paramount
sther Ralston, Camino de la Fama
Después de haber tomado parte en la
líenla El campeón del amor, en la cual,
mo se recordará, Richard Dix desempeñó
papel de protagonista, Esther Ralston, la
cantadora blonda de Peter Pan, tomará
rte en una serie de películas de la Para-
mnt, en las cuales interpretará el princi-
1 papel femenino, antes de que se le con-
ra el título de estrella de la Paramount
r derecho propio. La primera película de
:a serie en que Esther Ralston tomará
rte será la que llevará por título "Modas
meninas," la cual será llevada a la pan-
la con un lujo sin precedente.
espléndidos Escenarios para el
Film "Hijos del Divorcio"
En el estudio californiano de la Para-
| >unt prosiguen con toda actividad los tra-
¡jos de construcción de los escenarios en
,e habrán de impresionarse las escenas de
película Hijos del divorcio, bajo la direc-
,m de Frank Lloyd.
nUno de los escenarios que más llamará,
ii duda, la atención del público, será aquel
que en la película indicada se desarrollan
i$ escenas del gran baile. Este espléndido
tón, que mide cien pies de ancho por
pto cincuenta de fondo, va a ser, en
inión de los peritos y de las personas que
n visitado recientemente el estudio, una
■irdadera maravilla, tanto por su lujo como
Ir sus enormes dimensiones. Este salón
f, acceso a un vestíbulo, también lujosísimo,
|n vistas a un hermoso jardín.
En el reparto de esta película, cuyos tra-
¡jos de impresión comenzarán en breve,
juran los nombres de Clara Bow, Esther
dston, Gary Cooper, Einar Hanson, Hed-
I Hopper y Nermon Trevor. La acción
i esta película, basada en un asunto escrito
r Owen Johnson y adaptado a la pantalla
r Hope Loring y Louis Lighton, se desa-
bolla parte en los Estados Unidos y parte
Europa.
Florence Vidor en "Miedo de
Amar"
E. H. Griffith tendrá a su cargo la direc-
n de la película Miedo de amar, que en
os días comenzará a impresionarse en el
( rudio californiano de la Paramount. Esta
lícula, en la cual Florence Vidor desem-
ñará el principal papel femenino, tenía
que haberse impresionado en el estudio neo-
yorquino de la Paramount, desgraciada-
mente, a poco de haber llegado a Nueva
York, Miss Vidor cayó enferma, y fué pre-
ciso aplazar la impresión de la película, que
debía haberlo sido bajo la dirección de
Luther Reed. Cuando Florence Vidor
estuvo lo suficiente restablecida, el médico
que la asistía le recomendó un clima más
benigno que el de Nueva York, y la genial
actriz escogió el de California para conva-
lecer de su dolencia.
"Cabaret," con Gilda Grey y
Tom Moore
Cabaret es el atractivo título de una pelí-
cula que en estos momentos está en vías de
terminación en el estudio de la Paramount,
en Long Island, bajo la dirección de Robert
Vignola. Encabezan el reparto de este film,
basado en un asunto de palpitante actuali-
dad, los eminentes artistas Gilda Grey y
Tom Moore.
Cuatro "Ases" de Cuatro Naciones
en un Film
En las escenas más sensacionales de la
película de la Paramount que llevará el tan
lacónico como sugestivo título de Alas, to-
marán parte cuatro ases de la aviación de
cuatro diferentes naciones. Estos ases son :
el Barón Cari von Hartman, famoso aviador
alemán que acaba de llegar a los Estados
Unidos ; Ted Parsons, un aviador americano
que sirvió en las fuerzas aéreas de Francia
y posee el título de "as," pues él solo con-
siguió derribar veinte aeroplanos enemigos ;
Dick Arlen, considerado el más joven de los
aviadores canadienses, y William Wellman,
aviador americano que sirvió en el escua-
drón Lafayette durante la Gran Guerra.
Ted Parson es, en rigor, americano, pero
como quiera que conquistó sus laureles sir-
viendo a las órdenes de Francia, los fran-
ceses lo consideran como "as francés," con
lo cual nosotros estamos muy de acuerdo.
Además de estos cuatro aviadores interna-
cionales, en la película toman parte Frank
Tommick, que sirvió con las fuerzas alema-
nas durante el gran conflicto, y Dick Grace,
que perteneció al Servicio Aéreo Naval de
Inglaterra.
El hecho de que en el reparto de una
misma película figuren prominentemente
enemigos encarnizados de ayer en perfecta
armonía, es un ejemplo más que puede adu-
cirse en favor de la confraternidad universal
a que indiscutiblemente tiende el cinema-
tógrafo.
La Cinematografía en las Islas Filipinas
Honramos esta página con la reproducción de la fotografía de un grupo de personalidades genuina-
mente representativas del arte cinematográfico en las Islas Filipinas. (De pie, de izquierda a derecha) :
Sr. R. Brambles, gerente del Lyric Theatre; Sr. T. Santa María, director en la Corporación; Sr. D. Bo-
goslar, a cargo de la publicidad; Sr. V. Albo, director y secretario de la Corporación; Sr. E. G. Red-
line, gerente de la oficina; Sr. G. G. Bosque, director y subtesorero. (Sentados, de izquierda a derecha) :
Sr. J. B. Jonsen, ex encargado de la publicidad; Sr. F. Paterno, vice presidente; Sr. O. S. Colé, presi-
dente y gerente general; Sr. M. Paterno, director; Sr. E. Sevilla, director.
pagina n
MENSAJERO PARAMO UN T
"Beau Geste" en el Cine "Olimpia" de México
Otro resonante triunfo de la Paramount
Vista exterior parcial del edificio que ocupan las oficinas de la sucursal de la Paramount Films, S. A.,
en Lima, Perú, inaugurada recientemente por D. Benito del Villar, gerente de la principal chilena.
MARCO- AURELIO GALINDO, el
conocido crítico cinematográfico de
El Universal Ilustrado, popular re-
vista semanal que se publica en la ciudad de
México, después de calificar a Beau Geste
de "la mejor película de la semana; la me-
jor dirección de la semana y la mejor inter-
pretación de la semana," escribe el siguiente
interesante artículo que gustosos reprodu-
cimos :
"El Cinema Olimpia, el único cinema de
la América Latina, según nos ha dado el
gustazo de insistir una y otra vez, como
insistimos sobre ser nuestro el mérito y que
pueda concederse al descubrimiento de John
Gilbert, nos abre nuevamente las puertas,
esta vez bajo los auspicios, económicamente
pródigos, de la Famous-Players Lasky, la
que inicia su patrocinio con Beau Geste, de
Herbert Brenon.
De las flamantes producciones que la
Paramount corre ahora por los teatros neo-
yorquinos, ninguna de tan manifiestas y re-
cias cualidades como la que ha querido poner
en la pantalla del Olimpia el día de la
reapertura. Nos hemos precipitado a verla
con el entusiasmo, tan relativo como descon-
fiado, que hiciera nacer en nosotros la lec-
tura de tres o cuatro críticos broadwayanos
más o menos respetables y más o menos aten-
PAGiy.i 18
dibles. Pero el entusiasmo con que nos llegá-
ramos a nuestro cinema favorito, reflejo in-
exacto del entusiasmo de aquellos críticos
de la Gran Vía Blanca, vióse, dichosamente,
justificado en absoluto. Nos hemos embe-
bido en Beau Geste como en muy contadas
ocasiones nos embebiéramos en película al-
guna. Y es que Beau Geste constituye, pri-
mordialmente, una novela intensa, un foto-
drama móvil y vivido. Lo hemos visto, del
título al sello Paramount del final, con un
interés que se acomoda sin esfuerzo y mue-
llemente al adjetivo de creciente, por mucho
que un temor a parecer reclamistas de una
u otra naturaleza nos empujara, por un mo-
mento, a abstenernos de ponerlo allí.
Beau Geste es un melodrama de aven-
turas, aunque alguien, Mr. Shean, quizás,
fuera a tenerlo por otra cosa que él mismo
ignorase cómo calificar; un melodrama de
aventuras del mismo carácter, precisamente,
que mostrara el Miguel Strogoff, de M.
Tourjansky y Jules Verne. Solo que en
Beau Geste tropezamos, para regocijo
nuestro, con un asunto sensacionalmente
original y, en ocasiones, abundante en la
emotividad necesaria para elevarlo sobre el
nivel común del melodrama. Tropezamos
con algo más: con un grupo de personajes
humanamente novelescos, que tienen mucho
de héroes, pero no poco de hombres, vibr
tes de simpatía y de valor, que tienen
bello gesto humanamente posible y no, coni
quisiera tenerlo el Miguel Strogoff de 1
admiraciones de Mr. Shean, irritantemen
sobrehumano.
A la verdad, ignoramos de qué punta c
ger esta producción de Herbert Breno
quien se hiciera acreedor a nuestra gratiü
más alborozada por su Peter Pan, si hemí
de dejar caer alguna acre palabra sobre ui
u otro de los factores que contribuyeran
realizarla. La encontramos demasiado biei
para eso, demasiado acabada para que nue
tro invariable despecho hallara aquí moti\<
de desahogo. Mas no es por otra cosa qii
nos felicitamos, sinceros aficionados al cin<
ma que somos en el fondo, Beau Geste t
una preciosa película, una espléndida nove;
en imágenes móviles que ha de agregarse
la serie de buenas películas que la Pan
mount persiste, de unos dos años o poc:
más a esta parte, en traernos a las pantalla,
con sus naturales y muy excusables excep
ciones.
Herbert Brenon halló, en el escenario d:
Paul Schofield de la novela de Mr. Wrenri
una oportunidad más de probar, a quien hu^
biera de detenerse a prestarle atención, que
sabe ver y hablar con los ojos y la palabn
del cinematografista: con el objetivo de lli
Bell & Howell. Nos ha enviado así unli
obrita en doce tambores excepcionalmenfc
bien desarrollada, milagrosamente construí
da, no menos como película cinematografíe
que como relato novelesco. Ha hecho, 4
propio tiempo, un trabajo más difícil : cap
turar, para llevarlo al lienzo blanco e in)
quietísimo, el sabor de su "lócale" así comil
el romántico empuje de los tres hermano
Geste, por no decir más de la sabrosa moví
lidad del cuento. Nos ha conducido por lo!
desiertos africanos, ardorosos y mudos, árü
dos y traidores, hasta el confort elegante di
una vieja mansión inglesa; nos introduje
poniendo en nuestro ánimo buena parte de!
supersticioso terror que alentaran los cuatrij
o cinqo "legionnaires" que hubieran d'¡
acompañar al Comandante de Beauj oláis, ai
fuerte Zinderneuf, cuidado de centinelas
muertos y al mando de un jefe asesina dej
por uno de los propios . . . Muchas cosaj
supo hacer Mr. Brenon con su Beau Geste\
muchas cosas que sabremos estimarle conw
le estimamos aún y aún le estimaremos po:
MENSAJERO PARAMOUNT
Igo tiempo su Peter Pan. Le agradecé-
is, sobre todo, muy íntimamente, el efecto
\ neral de su obra, tan sobresaltante, tan
íotivo, como grato y amable resulta al
ríritu el espectáculo de ese firme afecto
iternal que uniera uno al otro a Michael,
iBeau, a Digby y a John Geste, tres sanos
lobilísimos muchachos ingleses.
Inútil resulta, en realidad, venir ahora,
tiS de lo anterior, a decir nada de los in-
pretes, que quisieron colocarse a la altura
la nobleza o la ruindad de sus individuos,
niendo simplicidad de gesto, firmeza de
e oción o intensidad de color, según el pa-
I que a cada uno se le diera a cuidar, en la
sis preciosa y exacta. Apenas si queré-
is citar, particularmente, a Noah Beery,
e, no por la primera vez, cierto es, nos
te una caracterización tan sabrosa como
r ilizada. Su sargento Lejaune, en su sun-
)sa crueldad y su inquieta actividad en la
tensa del fuerte, se nos ha quedado más
éí de los ojos tan reciamente como guar-
amos memoria de su propio cazador de
files en La Horda Maldita."
OTRA OPINIÓN MEXICANA
'L de L," cronista cinematográfico de
Lcelsior, el gran rotativo de México,
fribe :
f'La reapertura del cine Olimpia ha sido
! gran suceso, no solamente por encontrar
i público reformas y comodidades que
£es no tenía sino también, porque hemos
Uto en él una de las películas más bellas,
je se pueden filmar; me refiero a Beau
ste (Bello Gesto) quieran que no, los
traducen de otro modo el título, cuya
iducción se vé confirmada por la fábula
^arrollada con admirable ingenio.
Uifícil es encontrar novedad en los argu-
mentos de películas, en ésta se ha encon-
trado. Me dicen que se trata de una cono-
cida novela inglesa ; no lo niego ; de todas
suertes, hay tanta pasión en todas las esce-
nas, tanto verismo en los momentos más cul-
minantes, tanto ambiente trágico en la obra,
que el espectador se extasía diciendo : ¡ qué
nuevo ! . . . ¡ qué bello ! . . . ¡ qué interesante,
es todo esto ! . . .
El talento de Herbert Brenon'se ha puesto
de manifiesto dándonos una película tan
superior. Aquellos panoramas en las in-
mensidades del desierto de Sahara ; aquel
prólogo lleno de emotividad, rodeado de
misterio, excitando la fantasía del que lo
contempla ; aquel fuerte perdido en aquellas
soledades, y que ha de servir de tumba al
protagonista, al valiente y heroico Geste,
aquellas serias escenas en la mansión seño-
rial de Lady Brandon, a donde se verifica el
robo del zafiro, que todos creemos bueno, y
que es el fondo de la fábula, el que da lugar
a que los tres hermanos se acusen como
ladrones, y huyan de la casa a la Legión
Extranjera a pelear por Francia, con áni-
mos de no volver jamás, castigo que se im-
ponen los temerosos de caer en las garras
del Código Penal. Y, luego aquellos com-
bates, aquellas miserias, aquellos castigos del
feroz sargento Lejaune magnífico tipo del
talentoso Noah Beery, aquel cuadro, en que
se coloca en cada tronera del fuerte, un
cadáver para que crean los árabes que hay
numeroso ejército encerrado y dispuesto a
combatir; todo ello parece página arrancada
a un poema clásico de inmortales héroes.
Beau Geste tiene a su favor la excelente
interpretación de Ronald Colman, cuya so-
briedad, cuyo talento escénico, ha llegado a
gran altura en esta obra. Aquella cara,
aquel aspecto, aquel modo de vivir el tipo,
son de un actorazo. Neil Hamilton y Ralph
Forbes en los otros dos hermanos, ti'abajan
como pocas veces los hemos visto, ya que la
película es un cántico hermoso al cariño de
la fraternidad de tres jóvenes, que en la
vida y en la muerte se aman, y son insepa-
rables.
Uno solo regresa a Londres; el mayor, el
héroe muere en el combate en el fondo del
fuerte. El que le sigue le hace los fune-
rales de un héroe, y cubierto con la bandera
inglesa prende fuego a la fortaleza, y allí
quedan carbonizados los restos del valiente.
El que esto hace, cumpliendo sagrado jura-
mento, fallece en las inmensidades del de-
sierto, víctima de la sed, y junto a su ca-
mello muerto, y el tercero llega al hogar,
para referir tragedia tan homérica.
La adaptación musical, muy bella y muy
gráfica, retratando las escenas culminantes
con verdadera inspiración, y por si algo fal-
tara, Alice Joyce nos da el tinte romántico
de la gran dama inglesa, educando a sus
tres sobrinos con intensos sacrificios, por el
abandono de su esposo, que la niega todo
recurso."
NUESTRO NUMERO DE MAYO
La espléndida aceptación que Mensajero
Paramount tiene entre el gremio cinemato-
gráfico de los países de habla española y el
favor que el público de aquellos países dis-
pensa a nuestra publicación, nos mueve a
introducir en ella importantes mejoras, a
partir del próximo número, convencidos de
que así corresponderemos, aunque en pe-
queñísima proporción, al favor que el gre-
mio cinematográfico y el público que nos lee
dispensan a nuestra revista, la cual nos pro-
ponemos continúe siendo un verdadero lazo
de unión entre el cinematografista y la
Paramount.
Culminante escena de la sensacional película "Beau Geste," de la Paramount, estrenada con inmenso éxito en el gran Teatro Olim-
pia de la ciudad de México, de la cual la crítica ha hecho calurosos elogios.
PAGINA 19
MENSAJERO PARAMOUNT
Sugestiones de Publicidad y Propaganda para el Empresario
FORD STERLING EN "PERDIDA
EN PARÍS"
Entre los distinguidos artistas que apare-
cen en el reparto de la película Perdida en
París, que se exhibirá en el teatro
ocupa un lugar prominente el nombre del
eminente v aplaudido actor cómico Ford
Sterling, a quien el público ha aplaudido en
varias otras películas de la Paramount, El
fachendoso entre ellas. Ford Sterling na-
ció en una pequeña población del estado de
Wisconsin, en Norteamérica, y desde muy
niño demostró gran afición por el teatro, al
extremo de que cuando contaba dieciseis
años de edad, no pudiendo dominar por
más tiempo sus impulsos, escapó de su casa
para unirse a la farándula del famoso circo
de los hermanos Ringling. Haciendo de
clown, la fama de Sterling recorrió muy
pronto los Estados Unidos, mas cansado a
los dos o tres años de sus propias payasa-
das, el clown dejó de serlo para dedicarse
al teatro. En Filadelfia ingresó en una com-
pañía de vaudcviUc, o zarzuela, y quince
años más tarde, cuando se había conquistado
un nombre en la escena teatral americana,
Sterling dejó las tablas para ingresar en
uno de los grupos de artistas que impresio-
naban películas cómicas en los estudios de
la antigua Keystone. Hace ya algunos
meses que Ford Sterling forma parte de
los elencos artísticos de la Paramount, ha-
biendo tomado parte en varias notables pe-
lículas de esta empresa, siendo la última en
que ha tomado parte, la intitulada, Perdida
en París, en la cual la sin par actriz Bebé
Daniels desempeña el principal papel feme-
nino, secundada por artistas de tanta valía
como James Hall, Iris Stuart, Mabel Ju-
lienne Scott, Tom Ricketts, George Grandee,
André Lanoy y nuestro biografiado.
SUGESTIONES DE EXPLOTACIÓN
Sugerimos al empresario cinematográfico
que exhiba en su teatro la película Perdida
en París, las siguientes ideas de publicidad,
algunas de las cuales han sido llevadas a la
práctica, con excelente resultado, en algunas
localidades de los Estados Unidos donde se
ha exhibido la película :
Distribuyanse con profusión pocos días
antes del estreno de la película, unas tarje-
tas, si posible fuere con el grabado de la
torre Eiffel en una esquina, con la inscrip-
ción siguiente :
PAGINA 20
Si
desea usted sa
ier
lo que le <
ICU-
rrió
i Bebé Daniels
PERDIDA EN
PARÍS,
vaya
hoy mismo,
sin
tardanza,
al
Teati
■o
Obténgase cierta cantidad de periódicos
de fechas atrasadas en las redacciones de
la localidad e imprímase en la primera pá-
gina en grandes caracteres rojos. ¡ ULTI-
MA HORA! ¡BEBE DANIELS PER-
DIDA EN PARÍS! Entregúense esos
periódicos así impresos a unos cuantos ven-
dedores de periódicos, chiquillos de prefe-
rencia, para que vayan voceándolos por las
calles: ¡ULTIMA HORA! ¡BEBE DA-
NIELS PERDIDA EN PARÍS!
Solicítese de la oficina de telégrafos de la
localidad el permiso necesario para impri-
mir en unas hojas, semejantes a las que se
usan para los telegramas, el siguiente men-
saje :
Telegrama Urgente
París BC. E16.
Bebe Daniels Perdida en París Hallada
Ocho Noche Teatro
Para el adorno del vestíbulo, durante la
exhibición de la película Perdida en París,
mándese construir una imitación, lo más
exacta que sea posible, de la famosa torre
Eiffel, la cual podrá colocarse en el centro
del vestíbulo, o en otro lugar adecuado
donde llame la atención del público. Colo-
qúese al pie de la torre un baúl de regu-
lares dimensiones con la siguiente inscrip-
ción, HOTEL RITZ PARÍS. Para com-
pletar el cuadro, hágase sentar en el baúl a
una muchacha, si no vestida con elegancia,
por lo menos con corrección, y póngase
cerca de ella un letrero de buen tamaño con
la siguiente leyenda
PARÍS.
PERDIDA
PARA LAS RUBIAS Y LAS
MORENAS
(Continuación de la página 4)
Sarniento, esta vez con una morena ; oti
divorcio, y por una serie de circunstancf
de las cuales se enterará el que tenga
buen acierto de ir a ver la película, Enriql
vuelve a la escena de su primer amor, a
dulce y tranquila casita campesina done
conoció a la rubia encantadora con qui
hace las paces. . ."
En el reparto de esta película, escogid
por el director Richard Rosson con vera
dero acierto, figuran los nombres de Adolph
Menjou (Enrique), Gretta Nissen (la ni
bia), Arlette Marchal, (la morena), Mar
Carr (la abuela), Emile Chautard, Par.
Weigel y Henri Menjou, hermano del pro
tagonista.
¿RUBIA O MORENA?
Un curioso impertinente, periodista pe
más señas, introdújose, durante la impresic
de las escenas de la película Rubia o me
rena, en el estudio de la Paramount, y gra
cias a su intrepidez, rayana en heroísr
consiguió de Greta Nissen y Arlette Mar J
chai, rubia y morena, respectivamente, dfi
la película antedicha, las siguientes contestai
ciones a un cuestionario sometido a ambas!
artistas.
Greta Nissen habla en
pro de las rubias
1. A las rubias puede
vérselas de más le-
jos.
2. Las rubias no tienen
necesidad de preo-
cuparse por las ca-
nas.
3. Las rubias parecen,
por regla general,
más jóvenes.
4. Una "vampira" ru-
bia se hace menos
sospechosa, pues ex-
iste la creencia de
que todas las "vam-
piras" son morenas.
5. Las ropas vaporosas
que tanto agradan a
los hombres son pa-
trimonio exclusivo
de las rubias.
6. Las rubias cautivan
más fácilmente a los
hombres.
Arlette Marchal hablé
en pro de las morenas
1. Cuanto más ceres.
está un hombre fl
una morena más la
quiere.
2. Las morenas no se
preocupan por nartaj
pues son más ecuáH
nimes.
3. L a s morenas son
siempre en apari' ■
cia más jóvenes. I
4. L a s morenas s ol
más constantri
Cuando una mujer
trigueña ama, ama
de veras. No toda
las "vampiras" haí
de ser morenas.
5. Las morenas vist^í
con elegancia 18
ropa estilo sastre: a
las rubias les es iml
posible.
6. Por cada morena
que se divorcie, si
divorcian tres ru-
bias.
A raíz del estreno de la película Rubia o
morena, de la Paramount, en la cual
Adolphe Menjou interpreta el papel de pro-
tagonista, dícese que en los Estados Unidos
ha aumentado el número de rubias en más
de un treinta y cinco por ciento, y que gran
MENSAJERO PARAMOUNT
unen» de trigueñas están sacrificando su
helio v su natural belleza para convertirse
blondas, aumentando, por consiguiente,
manera considerable, el consumo' del
ua oxigenada y la tintura de alheña en
lo el territorio de la Unión norteameri-
ia. La controversia entre blondas y tri-
eñas ha llegado a adquirir caracteres tan
irmantes, que hay quien predice que si en
os momentos se exhibiese una película
la cual ocurriese algo parecido a lo
¡e ocurre en la película Rubia o morena,
i'o es, una disputa entre blonda y trigueña |
r el amor de un hombre, las autoridades
verían obligadas a llamar las reservas de
icía para evitar un motín.
¿RUBIA O MORENA? í
Vea resuelto tan trascendental J¡
problema en el TEATRO £
por ADOLPHE MENJOU í
El actor de moda í
Breve Biografía de
ARLETTE MARCHAL
I
; .sta distinguida actriz de la Paramount
■ ió en París el 29 de enero de 1902, en
'ule fué criada, y educada en un convento
Inca de Versalles. Durante las vacaciones
m. pasó junto a su familia hizo frecuentes
litas a los teatros de la capital, de lo cual
Rió en ella una afición intensa por el arte
I Taha. La primera vez que Arlette
i ;tió a una exhibición cinematográfica, sa-
lí de ella tan entusiasmada y conmovida,
mk desde aquel día se convirtió en una asi-
it concurrente a esa clase de espectáculo
■ Mico. Su afición por el teatro hablado
¿cose inmediatamente en un incontenible
■leo por convertirse de simple espectadora
Hactriz de la pantalla, y, decidida a lograr
í'ife propósito, una hermosa mañana Ar-
fie se dirigió al estudio de la empresa
Bbmont a solicitar trabajo, teniendo la
Bina fortuna de que los directores le co-
iien la interpretación de un modesto papel
■•una película que a la sazón estaba a pun-
■ijle impresionarse. Tan a gusto de la em-
ft'sa desempeñó Mlle. Marchal su come-
ifu, que estuvo trabajando tres años con-
iutivos en su estudio. Cuando la com-
Hía de Gloria Swanson fué a París con el
«ieto de impresionar las escenas de la pelí-
la Madamc Sans-Génc, de la Paramount,
|í|ette Marchal figuró en el reparto como
;rprete de uno de los principales papeles
femeninos de aquel
interesante film. El
éxito obtenido por
Mlle. Marchal en Ma-
dame Sans-Géne fué
tan rotundo, que la
Paramount no tuvo
reparo en ofrecerle
inmediatamente u n
ventajoso contrato.
Desde entonces Arlet-
te Marchal ha tomado
parte en varias pelícu-
las de la conocida
manufactura norte-
americana, entre las
cuales recordamos
Por una mujer, con
Jack Holt ; El río del
Olvido, con el mismo
actor, y Diplomacia,
en la cual interpretó
el papel de una aventurera rusa.
Anuncio luminoso que
ciar la película "Oíd I
está exhibiendo
'Esposa por Despecho'
Bella Película
es
V
na
(Continuación de la página S)
rebosando miedo y odio ; él, fuerte, estoico,
sufriendo en silencio el tormento de la duda.
¿ Le amará realmente ella ? Este es, en
esencia, el tema de la película que hoy se
estrenará en el teatro
Hasta la edad de veinte años, Nora
Marsh, intérprete del principal papel feme-
nino de la película, había vivido con todas
las comodidades que la riqueza de la tía, que
le hacía las veces de madre, podían propor-
cionarle. De una manera tan repentina
como inesperada, las paredes del castillo de
naipes en que había vivido se vienen al
suelo. La tía de Nora muere y la joven se
ve obligada a atravesar el Atlántico para
buscar el amparo de un hermano agricultor
que vive en el Canadá. Allí Nora conoce a
Erank Taylor, un esforzado obrero de la
tierra, quien trabaja a sueldo en la hacienda
de su amigo Marsh para reunir el dinero
suficiente con que trabajar su propia granja,
arruinada por dos malas cosechas sucesivas.
En un principio, la señorita altiva y soberbia
rechaza al pobre granjero. Mas un día, de
resultas de una grave desavenencia con la
esposa de su hermano, Nora, por despecho,
consiente en marcharse a vivir con él, como
su esposa, en la granja abandonada. Lenta,
pero seguramente, Frank consigue captarse
el respeto de Nora, hasta que éste se con-
vierte en silenciosa admiración. Y así pa-
ocupa toda la fachada del Teatro Rivoli, para anun-
ronsides," que con gran éxito hace doce semanas se
en dicho teatro del Broadway neoyorquino.
san los días hasta aquel en que el hambre y
la ruina vuelven a llamar a la puerta de la
cabana del granjero. Una nevada prema-
tura destruye la cosecha de trigo de Frank
Taylor y con ella sus más risueñas espe-
ranzas.
Lo que ocurre después lo verá en forma
que no defraude sus ilusiones el lector que
asista a la exhibición de esta película en el
teatro
Puntos Salientes en "Ámalos y Déjalos 1 '
(Continuación de la página 10)
Entre los demás artistas que han inter-
venido prominentemente en la producción
de Ámalos y déjalos, cabe mencionar a su
director, Frank Tuttle, a cuyo cargo estuvo
la dirección de La Venus americana, El
sastre Botines y otros triunfos cinemato-
gráficos. Townsend Martin, adaptador de
Ámalos y déjalos, lo fué también de El 13
de la buena suerte, Amantes en cuarentena
y otras películas. George Webber, fotó-
grafo del grupo de actores que encabezaba
Gloria Swanson, durante mucho tiempo,
tuvo a su cargo la fotografía de Ámalos y
déjalos, la cual la crítica ha calificado de
excelente.
Léase el
MENSAJERO PARAMOUNT
Manual y guía del empresario
PAGINA 21
MENSAJERO PARAMOUNT
Biografía de Luisa Brooks y Otras Materias
Luisita Brooks, cautivante intérprete de
la película .¡malos y déjalos, de la Para-
mount. es una trigueña irresistible, quien
no hace mucho fascinó al público neoyor-
quino actuando de bailarina en la compañía
de los famosos empresarios neoyorquinos
Ziegfield, de los renombrados espectáculos
Ziegfield's Follies. Su actuación en la ope-
reta Louie the 14th (Luisito XIV) fué una
de las sensaciones de la temporada en
Nueva York. Esto le valió a la linda Lui-
sita un ventajoso contrato con la Para-
mount, después que hubo tomado parte en
la película La Venus americana de esta
importante empresa productora de películas.
La primera película en que Miss Brooks
desempeñó un papel de relativa importan-
cia, fué la intitulada La calle del Olvido,
bajo la dirección del eminente metteur Her-
bert Brenon. Antes de formar parte de la
compañía de Ziegfeld, Miss Brooks estuvo
en Londres, actuando de bailarina una larga
temporada en el famoso Café de París, de
la capital inglesa. Luisa Brooks nació en
Wichita, pequeña población del estado norte-
americano de Kansas, hace dieciocho años.
Al llegar a la edad en que le fué permitido
decidirse por una profesión, escogió la de
bailarina, por la cual sentía gran predilec-
ción. Miss Brooks ingresó en la escuela de
baile de Ruth St. Denis, y al cabo de poco
tiempo de haber ingresado en ella, comenzó
a recorrer el país con un ballet formado por
artistas de ambos sexos de esa escuela. Hace
poco más de un año que Luisa hizo su debut
en Nueva York con el éxito que dejamos
apuntado. Como hemos dicho antes, Luisa
Brooks es una trigueña hechicera ; tiene el
pelo negro como el azabache; los ojos
grandes y oscuros ; mide cinco pies y dos
pulgadas de estatura, y pesa ciento veinte
libras.
La Vida de un Actor del Cine
(Continuación de la página 12)
el objetivo ; a las nueve y diez minutos entra
en el escenario, saluda al director y a sus
compañeros, y empieza el trabajo de impre-
sión de la película en que toma parte ; a la
una de la tarde entra en el restorán del estu-
dio donde se bebe el zumo de una naranja
y en seguida toma un mantecado de vaini-
lla ; a las dos y diez minutos está de vuelta
en el escenario para proseguir el trabajo in-
terrumpido ; a las siete se dirige a su casa
de Bayside, en Long Island, donde cena.
Esta comida consiste generalmente de otro
Hotel
Imperial
zumo de naranja seguido de cuatro pla-
tillos de viandas variadas, los cuales Fields
despacha con buen apetito ; a las ocho y
media se dirige a un cine, o escribe algunas
escenas de una comedia que tiene en prepa-
ración; al filo de la medianoche se acuesta
en compañía de un buen libro de viajes,
histórico o de biografía. El acostarse tarde
es una costumbre que Fields adquirió du-
rante sus muchos años de actor del teatro
hablado, de la cual no ha podido librarse
todavía. A las dos de la mañana apaga la
luz. ..ya dormir.
La vida tranquila y reposada (cuando
está fuera del estudio) de W. C. Fields es
la que llevan muchos actores de la pantalla,
cuando sus deberes profesionales no los lla-
man a cientos de kilómetros del estudio
para impresionar escenas al aire libre, o du-
rante las cuatro o cinco semanas de vaca-
ciones que se permiten hacer una vez al año.
Las orgías de Hollywood son, la genera-
lidad de la veces, pura macana, como dicen
en la Argentina.
Buen Actor, pero Pésimo Jinete
(Continuación de la página 14)
se dice, y subió a la cabalgadura, con tan
mala fortuna, que al minuto escaso de estar
en la silla, el desventurado jinete salía dis-
parado de ella.
— Mr. Waters, si no me da usted otro ca-
ballo más pacífico que éste, habrá que cam-
biar la acción de esta escena, o tendrá ust
necesidad de buscar otro más jinete que
que la interprete — le dijo Brendel al din
lor de la película.
Este accedió gustoso a la petición
Brendel y el chistosísimo actor pudo de
empeñar su cometido sin volar nuevamen
por los aires.
Jack Holt Logra Domesticar
un Ferocísimo Pun
Jack Holt, intérprete del papel de pr
tagonista de la película El Hombre d
Bosque, de la Paramount, que se está exl
biendo en el Teatro consigu
domesticar un ferocísimo puma, con el cu
aparece en las principales escenas de es
interesante film. Para amaestrar al anim;
Holt tuvo que emplear más de ocho día
durante los cuales el puma consumió ene*
mes cantidades de carne de caballo, pe:|
no de los que Holt tiene en sus cuadn
Hoy este raro ejemplar de la fauna nort,
americana figura en el pequeño parque za|
lógico que el aplaudido actor de los dram
del Oeste americano posee en el jardín cj
su hermosa residencia de Hollywood. L
escenas en que el puma aparece en la películ
en defensa de su amo, son de lo más era
donante que se ha llevado a la pantalla.
Para el Vestíbulo del Teatro
Durante la exhibición de la película
Hombre del Bosque, el empresario pu
disponer y arreglar el vestíbulo de su t
tro, en forma tal, que adquiera el aspe
de un bosque. Esto lo conseguirá fácilme
llevando al vestíbulo una buena cantidad
follaje, con el cual podrá cubrir las paree
Si en el centro del vestíbulo levanta i
pequeña tienda de campaña y disfraza
leñadores a unos cuantos individuos,
efecto será mucho mayor. Además
follaje con que cubre las paredes, pu
usar también para este objeto, pieles de i
males salvajes, hachas, escopetas y ot
trofeos de caza.
En este número:
"RUBIA O MORENA"
"PERDIDA EN PARÍS"
"ESPOSA POR DESPECHO"
"ÁMALOS Y DÉJALOS"
"LA SUERTE LOCA"
"EL HOMBRE DEL BOSQUE"
H ;
PAGINA 22
MENSAJERO PARAMO UN T
ü¿a
Jna Película que es la Consagración Definitiva del
Arte Cinematográfico
d Ironsides" (La fragata Constitución) es una película de carácter internacional que habrá de ser, sin duda, internacionalmente grande. Esta película
'ierra en sí todo cuanto tiene de atractivo el arte cinematográfico. La página de fotografías que aquí reproducimos dará al lector una idea aproximada de
lielícula vista bajo distintos aspectos. James Cruze dirigió la película teniendo a su alcance los vastos recursos de que dispone la Paramount. "Oíd Iron-
||es" es una película tan grande en 1927, como lo fué en 1923 "La caravana del Oregón" (The Covered Wagón). En ella figura un soberbio grupo de intér-
Ijtes — Wallace Beery, Esther Ralston, George Bancroft y Charles Farrell. Su asunto no puede ser más interesante. La fotografía es de lo más bello que se
ha proyectado en la pantalla. En una palabra, "Oíd Ironsides" (La fragata Constitución) hará las delicias del público.... y del empresario.
»\ PAGINA 2.'¡
ADOLPH ZUKOR
JESSE L. LASKY
Presentan
La Producción de
D. W. GRIFFITH
Por MARÍA
C O RELLI
"Las Tristezas de +S*atan"
con ADOLPHE MENJOU ESES
Ricardo Cortez, Carol Dempster, Lya de Putti
Adaptación de John Russell
y George Hull - - - -
Versión cine gráfica de
Forrest Halsey
_——£p Es una
^ Película
Paramount
Paramount ■■■[H
— * Supremacía
&
Clara Bow
Bellísima intérprete de
44
ELLO
**
tí
,¿A>->
/,) r-'-''- ■,-^á*Ji
MAYO 1927
Distribución gratuita
AVISO IMPORTANTE
A partir del día primero de abril del
corriente año, el nombre corporativo
Famous Players-Lasky Corporation fué
cambiado, por acuerdo unánime del Con-
sejo de Administración de la Compañía,
por el de
Paramount
Famous Lasky
Corporation
En esta misma fecha, la Compañía pasó
a ocupar sus nuevas oficinas instaladas
en el edificio de su propiedad.
En lo futuro toda la correspondencia de-
berá dirigirse:
Departamento de Publicidad y Anuncio para el Extranjero
PARAMOUNT FAMOUS LASKY CORPORATION
Paramount Building, Times Square
NEW YORK, E.U.A.
Mensa/era ^aramaunt
4 4
ELLO
9 9
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
CLARA BOW
e n
La Producción de
,INOR GLYN y CLARENCE BADGER
"ELLO"
("It")
con
ANTONIO MORENO
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, estudio de California.
Dirección de CLARENCE BADGER
REPARTO
;tty Clara Bow
rrus '. Antonio Moreno
onty William Austin
aria Priscilla Bonner
lela Jacqueline Gladsdon
i madre de ésta .... Julia Swayne Gordon
ARGUMENTO
^ EGUN Elinor Glyn, autora de la no-
: j vela que sirvió de base a la película
"It," Ello en español, Ello es un don
¡te algunos mortales poseen que atrae a
ros con magnética fuerza. Con ello, si el
te lo posee es hombre, conquistará a todas
si es mujer, a todos los
puede ser lo mismo una
mente que una atracción
las mujeres, y
hombres. Ello
cualidad de la
física.
Con estas palabras, a guisa de exordio,
comienza la película cuyo argumento pasa-
mos a reseñar brevemente a continuación.
Betty es una modesta dependienta de mos-
trador en los grandes almacenes de Cyrus
Waltham. Son las primeras horas de la
mañana y Betty, a falta de parroquianas con
quien pelear, discute animadamente con
otras compañeras los méritos o deméritos
de la novela de moda, Ello, de la famosa
novelista inglesa Elinor Glyn. Mientras
detrás del mostrador Betty trata de desen-
trañar el verdadero significado del simbólico
título de la novela, en la oficina del almacén,
Cyrus Waltham, hijo del propietario del
establecimiento, trata de hacer lo mismo en
acalorada discusión con su íntimo amigo
Monty. Cansados de discutir, sin poder
llegar a un acuerdo, Cyrus invita a su amigo
a dar un vistazo de
inspección por las
amplias salas del gran
almacén, con el objeto
de ver cuántas depen-
dientas de las que hay
allí empleadas están
dotadas de esa rara
cualidad, a la cual, sin
duda a falta de mejor nombre, Elinora
Glyn bautizó con el intrigante nombre de
Ello.
Reunidas en asamblea magna, las depen-
dientas del almacén deciden, por unanimi-
dad, que el hijo del patrón, a quien apenas
conocían, es muy simpático, esto es, que
está dotado de ello. Más franca que sus
compañeras, Betty añade, al común dicta-
men, que Cyrus le dirigió una mirada como
jamás hombre alguno le había dirigido. Las
compañeras de Betty se ríen de sus pre-
tensiones y alguna de ellas se le ofrece para
madrina de boda, con la condición de que el
Príncipe de Gales tiene que ser el padrino.
Betty se limita a encogerse de hombros y a
decirles que den tiempo al tiempo que otras
pretensiones más verdes que las suyas han
madurado.
Por una extraña coincidencia, en el mis-
mo momento que las dependientas del al-
macén discuten acerca de la impresión que
les ha producido Cyrus, éste confiesa a su
amigo Monty que si ello existe en el mun-
t : w . ' ' ' ::
do, tal como lo concibiera Elinor Glyn, la
única dependienta del almacén que posee esa
rara cualidad, es la encantadora Betty.
Aquella noche, al salir del almacén, Betty
PAGINA 3
Mensa/era tfarammuit
¿sm
tropieza en la calle con Cyrus y Monty,
quienes se disponen a subir en el auto.
Monty se adelanta a su amigo y ofrece un
asiento en el coche a la linda Betty. Esta
agradece la invitación y a su vez invita al
galante Monty a subir en su coche particu-
lar, el autobús que toma todas las mañanas
y todas las noches para ir de su casa al al-
macén y viceversa. Monty acepta la invi-
tación de la gentil muchacha, y para corres-
ponder a su amabilidad, al despedirse, a la
puerta del humilde hogar de Betty, el cual
comparte con una amiga enferma, Monty
ofrece llevarla a cenar al restaurant que más
le guste. Betty escoge el Ritz, pero como
no posee ropa a propósito para presentarse
decentemente en lugar tan aristocrático, la
jovencita hace verdaderas maravillas con
las tijeras para convertir un vestido cual-
quiera en un espléndido traje de soirée, de
modo que cuando Monty regresa por ella, al
cabo de un par de horas, encuentra a Betty
convertida en una elegante dama de so-
ciedad.
El espacioso y brillante comedor del Ritz
está pletórico de distinguidos comensales,
miembros casi todos ellos de lo más granado
del mundo social y financiero de la gran
metrópoli. Monty pide a uno de los mayor-
domos una mesa en un rincón del comedor,
pero ante la insistencia de Betty, a quien
"cuando iba a la playa le gus-
taba estar cerca de los pece-
citos," nuestra interesante pa-
reja se acomoda finalmente
ante una mesa contigua a la
que ocupa Cyrus, quien está
en compañía de Adela Van
Norman, pretendiente a los
millones de Waltham, y de la
mamá de aquella, quien pre-
tende lo mismo.
Terminada la cena, Betty se
despide de Cyrus con una mi-
rada que inquieta terrible-
mente a Adela y a su mamá,
y es como un agudo dardo del
picaruelo Cupido que se cla-
vara en el corazón del enamo-
rado joven. Evidentemente,
Betty había logrado aquella
noche lo que pocas horas antes
a sus compañeras del almacén
les pareció una pretensión tan
loca como imposible de rea-
lizar.
Pasan los días, y el estado
de salud de la compañera con
nato de la Infancia, que
visitan, que la criatura
suya para que no se
quiten a su madre.
Al día siguiente, las daní
del Patronato se apersoí
en el almacén donde Be
trabaja para averiguar
efectivamente es cierto c
ella es la madre del peqti
ñuelo. Llamada a
oficina por su princi
Betty declara, en
sencia de Cyrus, que
la madre de
\ criatura, pero
V niega terminan;
\Á mente a dar
Y nombre de su i
i rido. Decepcio
quien Betty comparte su hogar, se
agrava por momentos, poniendo en
peligro al mismo tiempo la vida de
una criatura de pocos meses de edad,
hija de aquella. Betty hace lo posible por
aliviar la triste situación en que se encuentra
la infortunada madre, y llega hasta el
extremo de decir a las dos damas del Patro-
do, Cyrus orgai
una jira en yate,
cual invita a su
separable a m i ¡
Monty. Cuando
buque se encuenti'
en alta mar, hay a bordo un pasajero a qui"
Cyrus no esperaba, Betty, que, con la ayuíj
de Monty, se coló en el yate cuando estal
amarrado al muelle. A instancias de Monf
Betty sale de su escondrijo y se presenta |
la cubierta del buque, con gran sorpresa |
Cyrus y mayor disgusto de Adela, quien ¡i
encuentra entre los invitados a la jira mai:
PAGINA 4
Mensa/era ^aramaunt
CLARA
BOW
ARENCI BADGER
i^mniM
He aquí un atractivo cartel de veinticuatro hojas, ideado por el departamento de publicidad de la Paramount, de gran efecto, para anunciar la película
"Ello," el argumento de la cual publicamos en estas páginas.
Ha. Cumpliendo la promesa que hiciera
llMonty, Betty pone en juego todas las
lies de su femenil astucia para fascinar a
llrus, y cuando ha conseguido que éste le
celare su amor y le ofrezca su mano, la
i en lanza una sonora carcajada que Monty
r oge desde el extremo opuesto del buque
c no una señal de su victoria. Mas, arre-
latida al instante, Betty corre en busca de
i»nty para manifestarle su arrepentimiento,
ímvencido de la sinceridad de aquella,
rpnty se dirige a la cabina del timonel,
ijide se encuentra Cyrus, y le suplica que
I! /a a apaciguar a Betty. Cyrus entrega
1 rueda del timón a Monty y se apresura a
i'i consolar a su amada. Mientras Cyrus
wpetty hacen las paces, la nave veloz, en-
t gada en manos de inexperto piloto, va a
fcpcar con aterrador empuje contra otro
(que que está fondeado en la bahía. Adela,
Ip estaba sentada a la borda del yate, es
I ojada al mar por la fuerza del choque. Con
i répido heroísmo, Betty se arroja al agua,
H.s con la intención de dar una lección de
i- :a social a la orgullosa damita que de
i varia. Al ver el predicamento en que se
''ruentran las dos mujeres, Cyrus ordena
llar una lancha al agua en la cual se em-
barca Monty, quien se encarga de salvar a
Adela, mientras Cyrus nada en seguimiento
de Betty, a quien alcanza y detiene en pleno
océano con un beso que el mismo Neptuno
hubiera envidiado.
Publicidad y Propaganda
BIOGRAFÍA de CLARA BOW
CLARA BOW nació en Brooklyn un 29
de julio de los primeros años de la presente
centuria. A los quince de edad, mientras
estudiaba en la Escuela Superior de Bay-
ridge, ganó el primer premio en un concurso
de belleza organizado por una popular revis-
ta americana, ante un jurado formado por
los eminentes artistas Harrison Fisher,
Neysa McMein y Howard Chandler Christy.
Cuando Miss Bow no se acordaba ya del
famoso concurso, una conocida empresa
productora de películas llamó a la jovencita
para obtener de ella unas cuantas pruebas
fotogénicas en su estudio, las cuales satis-
ficieron por completo a los directores del
estudio, quienes le ofrecieron la interpreta-
ción de un modesto papel en la película
Allende el arco iris, dirigida por William
Christy Cabanne e interpretada por la emi-
nente actriz Billie Dove. Desgraciadamente,
la parte interpretada por Clara Bow resultó
inservible por un defecto ocasionado por la
falta de práctica en maquillarse y fué pre-
ciso cortar esa parte de la película. Com-
pletamente decepcionada, Clara abandonó
por completo toda pretensión cinematográ-
fica y volvió al colegio para tomar un
curso de Contabilidad. Mas he aquí tres
meses después de su primer fracaso cine-
matográfico, Elmer Clifton avisó por telé-
fono a Clara, desde el estudio, que estaba
preparando la impresión de una película y
que a juzgar por las fotografías que había
visto de ella en las revistas ilustradas, tenía
la plenísima convicción de que era el tipo
de mujer que necesitaba. Clifton obtuvo
tres pruebas fotogénicas de Miss Bow, las
cuales, pareciéndole satisfactorias al direc-
tor, fueron la iniciación formal de su ingreso
definitivo en el arte del silencio, con un
salario de cincuenta dólares semanales.
Durante los veintidós meses que la pelí-
PAGINA 5
Mensa/era §*aramxuuit
cula estuvo en vías de producción, la novicia
tuvo que soportar toda clase de inconve-
niencias durante los ensayos, capaces de
hacer Raquear el ánimo más robusto, pero al
fin el director Clifton se convenció de que
Clara P.ou poseía alma de artista y habili-
dades innatas para ser una excelente actriz,
y le ofreció la interpretación de un impor-
tante papel femenino en la película, intitu-
lada, "Down to the Sea in Ships." Tan
satisfactoriamente desempeñó la novel ac-
triz su cometido, que Clifton no tuvo reparo
en incluirla en el reparto de la película
"Grit" (Valor) a continuación del nombre
del joven y eminente actor Glenn Hunter.
A esta película siguieron más de veinte, en
todas las cuales Clara Bovv demostró inequí-
vocamente que el arte de la pantalla tenía en
ella uno de sus más genuinos exponentes,
especialmente para el género de caracteriza-
ciones como la de Betty de la película Ello,
de la Paramount, en la cual Clara está
inimitable e insustituible. A partir de las
postrimerías del año 1925, Miss Bow ha
tomado parte en las siguientes películas de
la Paramount : Madres que bailan, La fugi-
tiva, Flor de capricho y El sastre Botines.
Ello es la más re-
ciente de las produc-
ciones de la Para-
mount en que Miss
Bow ha t o m a d o
parte.
Aunque a Clara le
gustan los ejercicios
atléticos, no tiene
predilección por nin-
guno de ellos, pues
nada tan hábilmente
como monta a caba-
llo, conduce un auto
de carreras o da un
asalto de esgrima.
También baila a la perfección. Mide cinco
pies y dos pulgadas y media de estatura ; pe-
sa ciento nueve libras; tiene el pelo castaño,
tirando a rojo y los ojos grandes y grises.
Es descendiente de angloescocés por parte
del padre, y de francoescocesa por parte de
la madre.
UNA OPINIÓN ACERCA DE
"ELLO"
Baltasar Fernández Cué, correspon-
sal de Jueves de Excelsior. en Los
Angeles, hablando de la película Ello
y de su protagonista, Clara Bow, dice
que su actuación en ese film es su
mayor triunfo profesional. Y no son
pocos los que ha obtenido en su breve
carrera artística.
En la película de Elinor
Glyn, como modesta empleada
de un gran almacén de ropa,
vuelve tarumba a su jefe —
muy bien representado por
Antonio Moreno — y a un po-
bre hombre magistralmente
personificado por William
Austin. Ver esa cinta equi-
vale a tomar parte en
una estrepitosa y pr«|
longada carcajada c(M
lectiva. Y no hay un,
instante en que Clarai
Bow no nos parezcal
tan natural como sil
la observásemos en lasji
escenas semejantes d«
su vida real.
PAG l y A 6
2£2am
Mensa/era tyaramaunt
tante de su marido, que es viajante de co-
mercio, Juanita recibe en su casa, a todas
horas del día y aun de la noche, a un sujeto
de pésimos antecedentes
llamado Donaklo Ken-
dall, quien, a poco de
conocer a Hortensia, y
valiéndose de su amistad
con una mujer del
tipo vampiresco,
llamada Mona
Foote, trata de
atraerse la sim-
patía de aque-
lla para el lo-
gro de sus
viles e in-
acompaña a Hortensia a lugares muy dis-
tintos del Nueva York que ella deseaba
conocer. Al despedirse aquella noche en la
puerta del pisito donde Hortensia vive con
su hermana, Heriberto reitera su amor a la
doncella, sin que el enamorado galán logre
de ésta más que una vaga promesa, la cual
no hace más que intensificar un deseo al
parecer inasequible.
De igual manera, si no con mayor desdén,
Hortensia rechaza las insinuaciones amoro-
sas de Guillermo Ogden, quien, dotado de
una fortuna inmensa, ofrece a aquella muñe-
quita creada por un divino artífice para el
lujo y el placer, una vida de riquezas y
goces como jamás soñara.
Un negocio importante obliga a Ogden a
Hortensia Josephine Dunn
Heriberto James Hall
Juanita Evelyn Brent
Donaldo William Powell
Guillermo Ogden Franh Morgan
Mona Iris Gray
j ARGUMENTO
pVEN, ingenua y bella,
' Hortensia abandona su
I población natal para tras-
se a Nueva York, verdadera Meca de
Imbiciones, en donde reside su hermana
¡ita, con quien piensa reunirse. En el
I camino de la gran ciudad, Hortensia
ce accidentalmente a Guillermo Ogden,
dalado banquero neoyorquino, quien a
ócos instantes de conocer a la jovencita,
lente cautivado por su ingenuidad y
za. Al llegar al término de su viaje,
los compañeros se despiden aíectuosa-
te . . . hasta muy pronto,
lanita, la hermana de Hortensia, no es
amenté un modelo de esposas, ni su
'ucta conyugal ofrece un ejemplo edifi-
s a una jovencita en las condiciones de
ensia. Aprovechando la ausencia cons-
fames propó-
sitos.
Deseosa de
conocer la vi-
d a nocturna
de Nueva
York, de la
cual tantas
maravillas ha-
bía oído contar en su pequeña población
natal, Hortensia una noche acepta el ofreci-
miento que le hace Heriberto Gibbs, un
joven arquitecto de gran porvenir, a quien
conoció casualmente en la oficina de Gui-
llermo Ogden, su amigo y protector. Siendo
un joven juicioso y morigerado, Heriberto
hacer un viaje a Eu-
ropa. Durante su au-
sencia, el banquero
neoyorquino escribe
varias cartas a Hor-
tensia, las cuales ésta
comete la imperdo-
PAGINA 7
Mensajera ^cuxurwunt
nable indiscreción de mostrar a su hermana,
quien, a su vez, las muestra al miserable
Kendall. Este, que sólo esperaba una opor-
tunidad para practicar el chantage, se vale
de las comprometedoras cartas para esgri-
mirlas contra el banquero y arrancarle una
fuerte suma en metálico, que el malvado se
\y0f&&.
propone derrochar a manos llenas en com-
pañía de su cómplice Mona. . .
Pasan los días, y mientras Kendall espera
con ansia el regreso de Ogden de su viaje a
Europa, las amorosas relaciones de Hor-
tensia con el joven arquitecto vuelven a
renacer con más fuerza, hasta el punto de
que una noche, que es precisamente la de
Navidad, reunidos Heriberto y Hortensia
en el hogar de aquél, en compañía de su an-
ciana madre y de su atractiva hermana, la
esquiva doncella se decide por fin a
entregar su corazón y su mano al
hombre que desde el día que la co-
noció, se sintió irremediablemente
prendado de sus encantos.
Terminada la cena, a la cual
siguen una horas de familiar ter-
tulia, Hortensia muestra intenciones
de retirarse, a lo cual accede gustoso
Heriberto, acompañándola hasta el
umbral de la casa donde vive.
Fresco aún en sus labios el sabor
del beso que Heriberto le diera al
despedirse, Hortensia se ve brutal-
mente atacada por un individuo en-
mascarado, que la exige la entrega
inmediata de las cartas que el ban-
quero Ogden la escribió durante su
viaje por Europa. Hortensia se
niega a satisfacer los deseos del
malvado desconocido, quien, com-
prendiendo que le es
imposible vencer la
firme tenacidad de la
joven con palabras, y,
temeroso de ser descu-
bierto, la maltrata de
obra, hasta dejar a la
infeliz doncella tendi-
recaen en Kendall, no se atreve a acusa,!
abiertamente por miedo de comprometer '
su hermana.
Al día siguiente, al dar cuenta del bru
atentado de la víspera, los periódicos
el nombre de la víctima con el del banquee
Ogden, recientemente llegado de Europa.
Al enterarse del misterioso suceso, C
den se dirige, sin pérdida de tiempo, al li¡|
pital, en una de cuyas camas yace la infej
tunada Hortensia. A pesar de que el s
ceso a la sala que ocupa Hortensia, jun
con otras pacientes, está terminantemenl
prohibido, Ogden consigue, valiéndose deis
influencia, llegar hasta la cabecera de la e
ferma. Sin inquirir por su estado, el el
continúa siendo muy delicado, el banque
pregunta a Hortensia por las compróme!
doras cartas. Ofendida la joven por?
interés egoísta de Ogden, le suplica a
palabra balbuciente que se retire, ya que
preocupa más el escándalo público (con
cual demuestra de manera fehaciente qt
sus protestas de amor eran mentira) quJ
felicidad de ella.
Antes de retirarse, sin osar contestar a
acusación de Hortensia, por no agravar
estado, el banquero encarga a los adminil
tradores del hospital que cambien a la e
da en el lecho sin sentido. El enmas-
carado agresor huye, mas las com-
prometedoras cartas continúan en
poder de Hortensia, quien es condu-
cida al hospital en grave estado.
Aunque las sospechas de la joven
PAGINA S
Mensajera ^aramaunt
kk
El Más
<9Í
GrandeError
EVELYN BRENT
WILLIAM POWELL
JAMES HALL
JOSEPHINE DUNKT
Producción de
Edward Sutherland
Novela de la revista
"LIBERTY"
Gpa jwiount
Eu«cus Puyers-Lasky Corp
/
Cs
\\
\M
~XP
T"?
r-^'i^Z
^/
wM ■' '■ i 1 *
M/// > ■ i ;?;
\VVá
1 C^ UAL es el más grande
^^ error?
El más grande error es el que
cometió inconscientemente un
joven enamorado al prestar
oído a las patrañas que acerca
de la fidelidad de su amada por
la ciudad circulaban.
Ver esta película es enmen-
darse para no caer en el mismo
pecado.
or
na a la habitación de más precio del
éfico establecimiento,
lientras tanto, los periódicos de escán-
) continúan dando detalles íntimos de la
de Hortensia y de su acaudalado pro-
Aunque la mayoría de las informa-
les publicadas, si no todas, son falsas de
falsedad, algunas de ellas adquieren
apariencia de veracidad, que Heriberto
ba por dudar de la fidelidad de su pro-
ida.
su salida del hospital, Hortensia se
ge al domicilio de su hermana, el cual
uentra solitario y triste. Juanita acababa
abandonar el techo conyugal para buscar
una efímera felicidad, lejos de Nueva York,
en compañía del malvado Kendall.
Viéndose sola y abandonada de todos,
pues sus pesquisas por comunicarse con
Heriberto resultaron infructuosas, Horten-
sia vuelve los pasos hacia la morada del ban-
quero, dispuesta a aceptar cualesquiera con-
diciones que éste quiera imponerle. Tan
grande sacrificio es, sin embargo, innece-
sario, pues en el instante de consumarse,
aparece Heriberto en escena y, convencido
de su error, insiste en llevarse a Hortensia
al nido de su felicidad futura, en tanto el
banquero recoge pacientemente del suelo
las perlas del collar que en su precipitada
salida Hortensia arrojó desdeñosamente a
sus pies.
Leer
MENSAJERO PARAMOUNT
es estar al corriente de los sucesos
más importantes en cine-
matografía.
PAGINA 9
Mensajera ^aranwiuií
BREVES BIOGRAFÍAS DE WIL-
LIAM ! > ()WELL Y JAMES HALL
Intérpretes principales <l<> "El más
grande error"
WTLLIAM POWELL
La vida de este eminente actor, intérprete
principal de la película El más grande error,
de la Paramount, se asemeja a la del pro-
tagonista de una de las admirables narra-
ciones de Horacio Alger, autor de La Ce-
nicienta.
Nació nuestro biografiado en la industrial
ciudad de Pittsburgo, en los Estados Unidos,
en donde cursó sus primeros estudios, gra-
duándose, a la edad reglamentaria,
en la Escuela Superior Central de
aquella ciudad. Powell demos-
tró desde muy niño gran pre-
dilección por el teatro, contra-
riando los deseos de sus
padres, quienes habrían
preferido que su hijo
hubiese seguido la
carrera de abogado.
Esto fué imposible, sin embargo, pues era
bien manifiesto que a Powell le atraía más el
arte dramático que el foro, acabando sus
padres por convencerse de ello. Un día se
le ocurrió al joven aspirante a actor escribir
a una tía suya, que vivía en una lejana ciu-
dad, manifestándole, con todo lujo de de-
talles, sus grandes deseos de dedicarse al
teatro. La misiva de William hizo el efecto
deseado, pues a vuelta de correo, recibía una
carta muy afectuosa de la tía, acompañada
de un cheque por la suma de setecientos
dólares ; lo suficiente para el viaje y los gas-
tos de ingreso en una escuela de declamación
famosa, de la cual salía, terminados sus
estudios, con el título de actor en el bolsillo
de la chaqueta, pero sin un centavo en el
correspondiente del chaleco. Después de
pasar las de Caín, trabajando en distintas
compañías de las llamadas vulgarmente de
la legua, Powell logró ver su nombre escrito
con letras luminosas encima la puerta de
uno de los teatros del Broadway neoyor-
quino, suprema ambición de todo actor.
Durante todo un año Powell trabajó en el
mismo teatro, interpretando un importante
papel en el drama Amor a la española. Ter-
minada la temporada, una compañía cine-
matográfica ofrecióle un papel en la película
de asunto detectivesco, intitulada, Sherlock
Hohnes, en la cual el gran actor John Barry-
more interpretaba el protagonista. Conven-
cido de que el cinema
le ofrecía oportunidades
que jamás hallaría en el
teatro hablado, Powell
resolvió continuar ac-
tuando ante el objetivo
de la cámara. Entre las películas en
Powell ha tomado parte, recordamos
Princesa Tudor, El mantón de Manila,
mola, Aloma, la hija del mar, Oro del
sícrto. La fugitiva, Beau Geste, Dioses]
nos, La ajena felicidad, New York y, g
mente, la que con el título de El más an,
error, se estrenará en breve en el Teatr
JAMES HALL
James Hall, cuyo nombre figura pij
nentemente en el reparto de la películi
más grande error, de la Paramount, la
se exhibirá hoy en el Teatro t
fama de ser el hombre más afortunado
Hollywood (California). Una noche, I
Lasky, director general de producción en
estudios de la Paramount, asistió por
sualidad a la representación de la opi
The Matinee Girl, en un teatro del Bm
way neoyorquino, en la cual Hall intel
taba un papel de importancia, y tan I
impresionado salió Mr. Lasky del tra
del joven actor, que al día siguiente le 11
a su oficina para ofrecerle un contrato,!
a Hall no le pareció oportuno despréj
Preparábanse a la sazón en el estudio I
forniano de la Paramount a impresionar I
película, intitulada La colegiala altiva, :
Bebé Daniels en el papel de protagonij
cuando dio la coincidencia de presentarse
la oficina del director de repartos el jll
James Hall con una carta de recomendad
de Mr. Lasky para aquél. Al cabo de i
hora de su llegada al estudio, Hall figural
la cabeza de la lista de actores que da
tomar parte en la interpretación de aquj
película.
PAGINA 10
Mensajera tforammuit
. Cptttiuv.s^
UN BESO EN UN TAXI"
50LPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
BEBE DANIELS
e n
UN BESO EN UN TAXI"
("A Kiss in a Taxi")
con
CHESTER CONKLIN
oducción de CLARENCE BADGER
REPARTO
riela Bebé Daniels
stino Maraval Chester Conklin
ano Cambolle Douglas Gilmore
h Lambert Henry Kolker
pntina Eulalia Jensen
*ique Richard Tucker
f Jocelyn Lee
re Agostino Borgato
lando Cambolle Chas. Darvas
ARGUMENTO
HL Café Pierre es uno de los estable-
U cimientos en su clase más concurrido
de París. Ello se debe, sin duda, al
ctivo que imparte al modesto estable-
ento cafeteril la gentil figurita de Ga-
la, servicial y atractiva camarera del
Café Pierre. Es cierto que
Gabriela se convierte en una
fierecilla indómita en cuanto
alguno de los asiduos parro-
quianos del Café se atreve a
propasarse, mas esto no quita
que entre los concurrentes al
establecimiento bulevardiero
parisiense haya uno hacia el
cual la arisca jovencita no se
muestra indiferente. Este
afortunado mortal es Luciano
Cambolle, un pintor poco
afortunado, a quien los demás
parroquianos envidian por ser
el único que recibe favores de la linda
camarera.
El día que comienza nuestra historia, el
Café Pierre está pletórico de parroquianos.
Entre ellos se encuentran León Lambert,
V
Presidente de la Sociedad de Artistas, y
Enrique Le Sage, un compañero de aquél,
a cuyas insinuaciones amorosas Gabriela
corresponde con olímpico desdén. Más
atrevido que su compañero, Lambert se
levanta de su asiento y da un beso a la
muchacha, al cual ésta corresponde con un
sonoro bofetón, seguido de un chaparrón de
PAGINA 11
Mensa/era ^arammuit
vasos y copas, disparados por la airada
mano de Gabriela, con tan buena pun-
tería, cpie más de cuatro cabezas mues-
tran, al poco rato, señal inequívoca del
formidable bombardeo. Cuando el
desorden y la baraúnda están en su
período álgido, entra Luciano en el
establecimiento, a tiempo de recibir un
botellazo en plena frente. Al darse
cuenta de su error, Gabriela trata de
remediar el mal con besos y caricias, a
los cuales Luciano corresponde con
idénticas manifestaciones de afecto.
Restablecida la calma, no sin haber
sido necesario para ello pedir el auxilio
de la policía, Luciano se lamenta con
Gabriela de su mala fortuna, pues le es
imposible vender el cuadro en el cual
cifraba todas sus esperanzas, y su tutor
está más resuelto que nunca a impedir
su casamiento con la hu- r ^_ .._._,„,.
milde camarera.
Al día siguiente, el pin-
tor Lambert, el mismo que
la víspera recibió la bofe-
tada causante del motín en
el Café Pierre, acierta a
pasear en taxi por los bule-
í^
vares en compañía de una dama del
gran mundo. El artista propone a
su compañera entrar en una tienda
de florista para comprarle unas or-
quídeas. De una manera tan miste-
riosa como inesperada, mientras
Lambert habla con el florista, la
dama desaparece del establecimiento
por una puerta excusada.
Mientras esto ocurre, en el Café
Pierre, situado en el lado opuesto de
la calle, Gabriela sostiene un acalo-
rado altercado con el dueño del Café,
por negarse la joven a que su patrón
le descuente del salario el
importe de los vasos y ta-
zas destruidos en la ba-
* talla de la víspera. Indig-
nado Pierre por la
J\¡ osadía de Gabriela,
la persigue por entre
¿T g\ la multitud, que llena
el bulevar, hasta que
la pierde de vista,
por haberse metido,
ocultamente, en un
taxímetro que estaba
aguardando ante la
puerta del florista.
Al salir Lambert de
la tienda con un her-
moso ramo de orquí-
deas en la mano para ofrecérselo a la dai
del gran mundo, que cree le está esperan
en el coche, abre la portezuela y, sin dai
cuenta, pone el precioso bouquet en marn
de Gabriela, quien lo toma, sin osar pi
nunciar palabra, en tanto Lambert se sier
a su lado. Arranca el taxi con una violer
sacudida, suena un beso, estalla simal
neamente el chasquido de una bofeteda. i
rioso, el chofer pierde el dominio del ve
culo, y éste, disparado como una flec'i
atraviesa el bulevar y se introduce, den:
bando la puerta con ensordecedor est'
pito, en el Café Pierre.
Al enterarse de que la causante dé!j
destrucción de su establecimiento es la coi
denada Gabriela, Pierre arremete contra el
con ánimo de hacerle pagar caro su afli
vimiento, y mal lo habría pasado, sin d«|
la muchacha, si entre ella y el airado ca|:
tero no se interpone Lambert, quien, pa
aplacar a Pierre y captarse la estimación i
Gabriela, ofrece comprarle el establecimii
to para regalárselo a la doncella, entregan
a aquél, como garantía de la transacción, n
tarjeta de Celestino Maraval, tesorero dej
Sociedad de Artistas.
Bajo la inmediata administración de C|«
briela, el dinero fluye en la caja del G
que es una bendición, muy a disgusto [
Luciano, que no acaba de comprewj!
cómo, de la noche a la mañana, la dueñal
su corazón ha venido a serlo también
Café Pierre.
PAGINA 12
Mensa/era tfaranwunt
•cual no hubo mala intención en lo del consabido beso en
'axi.
Convencido, al fin, Luciano de la verdad de las palabras del
reo cafetero, se pone inmediatamente al habla con la esposa
¡Lambert, pues hay que advertir que éste es casado, para
le cuenta del hallazgo. Valentina, la esposa, cree que Ga-
ela es el fruto de algún pretérito desliz amoroso del marido,
in más averiguaciones, y a pesar de las protestas de Luciano,
admite en su casa y la recibe como una hija adoptiva.
Apenas han transcurrido dos horas de su ingreso en casa de
Lambert, cuando Gabriela se entera de que Lambert, a quien
seguía creyendo Maraval, no es tal Maraval, sino Lambert.
Seosa, sin embargo, Gabriela de evitar todo perjuicio a Lu-
o. a quien continúa amando con verdadero frenesí, guarda
;creto con un celo digno de mejor causa.
'Mientras tanto, Maraval, el viejo secretario particular de
Ebert, hombre virtuoso a carta cabal, se entera de que éste
sado su nombre para cubrir ciertos pecadillos amorosos, y,
o un basilisco, exige una satisfacción al impostor, quien le
one silencio so pena de despedirlo. A instancias de Lam-
k, quien se considera perdido si la providencia no sale en su
dlio, el viejo Maraval acepta la representación del papel de
jante de Gabriela, lo cual da ocasión a una serie de inci-
ites cómico-trágicos, que continúan hasta el final de la pelí-
a, cuando, desgranada la sarta de errores, se presenta
ciano con la noticia de que su cuadro ha sido aceptado en
ruseo del Louvre, después de lo cual no hay motivo ninguno
impida la realización del sueño dorado de los dos amantes.
Publicidad y Propaganda
BEBE DANIELS EN SU
MEJOR PELÍCULA
Pocas películas se han presen-
tado en la pantalla en los últimos
meses que puedan compararse en
comicidad e interés con la que con
el atractivo título de Un beso en un
taxi se estrenará en el Teatro ....
En ella, Bebé Daniels, la aplaudida actriz de la Paramount, interpreta
el papel de Gabriela con la vivacidad y el arte que son característicos
en la refulgente estrella. La gentil Bebé, la camarera del Café Pierre,
cuenta los admiradores por docenas entre los parroquianos que
frecuentan el popular establecimiento montmartrino. Y, ¿qué
diremos de Chester Conklin, intérprete del papel de Maraval, el
PAGINA ¡3
Mensajero paramount
I mi Película Paramount
con
Chester Conkliin
Producción de
Clarence Badger
Aílolph Zuko
Jesse L. Lasky
Presentan a
Protestas,
gritos, con-
tusiones, bo-
fetones y ara-
ñazos, no pudie-
ron evitar lo inevi-
table — un beso en
aquel taxi. . .
BEBE
DANIELS
"UN BESO EN UN TAXI
A ningún empresario se le escapará la importancia que para la publi-
cidad y propaganda tiene este grabado y los demás por el mismo estilo
que aparecen en otras páginas de esta revista, atractivos, económicos y
de fácil reproducción al tamaño que se desee.
asendereado secretario, a quien, sin querer, le cuelgan el sambe-
nito de unos amores, de los cuales, a su edad, no puede ser el cul-
pable, a pesar de que él bien lo quisiera? Conklin está simple-
mente inimatable en la interpretación del papel que se le ha con-
fiado, como lo está igualmente el joven actor Douglas Gilmore en
el de Luciano, el simpático pintor, que después de incontables difi-
cultades y tribulaciones acaba por ser dueño del corazón de
Gabriela.
Un beso en un taxi es una linda comedia, no sólo por el exce-
lente grupo de actores que la interpretan, sino por la inteligente
dirección que campea en todas las escenas de la película. Clarence
Badger, el distinguido metteur que la llevó a la pantalla, ha pro-
ducido otras preciosas películas en los estudios de la Paramount,
pero no creemos que haya otra, esta es nuestra sincera opinión,
que iguale en técnica cinematográfica a la que hoy el público podrá
admirar en la pantalla del Teatro
ESTUDIO CONVERTIDO EN CAMPO DE
AGRAMANTE
Durante la impresión de las escenas de la sensacional película
Alas, en la cual se pintan con mano maestra los peligros de la
aviación durante la gran guerra, el estudio de la Paramount se
convirtió por unos días en el proverbial campo de Agramante.
William Wellman, director de la película, basada en un argumento
PAGINA 14
de Luden Hubbard, con el objeto de impartir verismo sensacio
a las escenas del film, no reparó en que la cuenta de gastos ascendei
a mucha mayor altura que los aeroplanos que aparecen en la pelíci
I le aquí un detalle de los destrozos de mayor cuantía habidos dura
la impresión de la película .lias:
Siete aeroplanos destruidos por el fuego.
Tres dirigibles del tipo reglamentario y un globo vigía
Dos automóviles completamente equipados.
Un tren militar, tipo alemán, de once vagones.
Una casa completa-
mente destruida.
Un set representan-
do una aldea francesa.
El aplauso con que
la crítica acogió la no-
vela de la cual la pelí-
cula ha sido
adaptada, es
la m e j o r
prueba de que
los destrozos
habidos d ti-
rante su im-
presión no se hicieron
en balde. Así lo cree,
además, el departa-
mento de producción
de la Paramoiin t,
pues puso sin reparos
de ningún género el
visto bueno a la cuen-
ta de gasto-s que le
presentó William
Wellman al termi-
narse la impresión de
este sensacional film.
Clara Bow, Charles
Rogers, Richard Ar-
len, Richard Tucker,
Gunboat Smith, El
Brendel, Gary Cooper
y Arlette Marchal, fi-
guran en el reparto
de Alas, cuyo estreno
se anunciará en breve.
\DOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
"NEW YORK"
elícula basada en un asunto original de
Bárbara Chambers y Becky Gardiner
WILLIAM LE BARÓN
J roductor asociado, estudio de Nueva York
Película Paramount
Dirección de LUTHER REED
REPARTO
Miguel Ricardo Cortez
Margarita Lois Wilson
ngelita Estela Taylor
tíodolfo Norman Trevor
omás William Powell
TJuck" Richard S. Gallagher
ernando Charles Beyer
sidoro Lester Scharff
ARGUMENTO
EL Ritz Social Club es el lugar de
reunión de cuatro jóvenes, pertene-
cientes todos a una misma banda, pero
no de música, aunque uno de ellos, Miguel
Cassidy, toca el tambor en una orquesta de
jazz. Buck escribe las melodías populares
que nacen en la mente musical de Miguel ;
Isidoro es una figura política en el barrio
del Este, y Tomás se ha dado a la mala
vida, siendo capaz de descerrajar un pistole-
tazo a cualquiera por un quítame allá esas
pajas.
Angelita, asidua concurrente al Club, está
enamorada de Miguel, el músico; Tomás, el
pistolero, lo está- de ella. No pudiendo
resistir por más tiempo las insinuaciones de
Tomás, y temerosa al mismo tiempo de sus
amenazas, Angelita se casa con el granuja,
aunque en el fondo continúa amando a
Miguel.
Una noche se presenta en el Club Mar-
garita Church, hija de un millonario neoyor-
quino, acompañada de un grupo de amigos,
quienes, como ella, gustan de frecuentar los
barrios populares de la ciudad, para satis-
facer su ansia de aventuras y de emociones
fuertes, que no pueden encontrar en los cír-
culos aristocráticos de la gran urbe de los
rascacielos.
Margarita demuestra a uno de sus com-
pañeros grandes deseos de ser presentada a
Miguel Cassidy, de quien ha oído hablar con
PAGINA 15
csmi
Mensajera tfarammuit
mucha frecuencia a sus
música popular conoce.
Accediendo a los deseos de Margarita,
Miguel abandona por unos momentos a sus
compañeros de la orquesta, para sentarse a
la mesa de la joven millonada y satisfacer
su curiosidad. Conseguido esto, Miguel
vuelve al tablado a dirigir una de sus últimas
composiciones, un fox-trot de moda, que
Margarita escucha ensimismada sin apartar
los ojos del joven compositor.
Unos minutos después, Margarita se
despide del artista con un firme apretón
de manos, que es una revelación y una
promesa . . .
Un viaje de placer a Europa y un lar-
guísimo período de estudio y trabajo
separan a Margarita y a Miguel durante
cinco años. Cassidy es el compositor de
canciones y bailes populares más famoso
de los Estados Unidos. Sus composiciones
musicales han cruzado los mares y tramon-
tado las fronteras, y hoy se escuchan y se
aplauden en todos los cabarets de las gran-
des capitales europeas. Así, durante su
peregrinación por Londres, París, Barce-
lona, Roma, Berlín, Niza y otras ciudades
del viejo continente, Margarita vióse cons-
tantemente perseguida por el espíritu del
joven músico del Ritz Social Club, y en más
de una ocasión, sentada ante la mesa de uno
de los grandes restoranes de Londres o
París, parecióle percibir, mezclado con la
música evocadora, aquel firme apretón de
manos, que fué una revelación y una pro-
mesa. . .
A su regreso a Nueva York, la primera
visita de Margarita es para Miguel. Al
despedirse, la joven millonaria invita al
joven músico a su casa. Miguel acepta la
invitación con no poca aprensión, pues, a
pesar de su fama, la diferencia social que
entre ellos existe continúa siendo infran-
queable, sin embargo, su amor por Marga-
rita es tan grande y tan desinteresado, que a
su juicio él solo allanará cuantos obstáculos
se opongan a su paso.
Margarita presenta cariñosamente a
Miguel a su padre, quien, contra las apren-
siones que atormentaban el ánimo del ar-
tista, lo recibe con benevolencia, y al ente-
rarse, por Margarita, del objeto de su
visita, se levanta de su asiento para sellar
con un paternal abrazo la petición de
su hija.
El noviazgo de los dos jóvenes amantes
será breve, anuncian los periódicos, al di
cuenta de la petición de mano.
Angelita, cuyo amor por Miguel no
ha apagado, a pesar de su forzado cas
miento con Tomás, con quien dista mucl
de ser feliz, se entera de la futura boda (
aquél con la hija del millonario Church, pi
las noticias que con gran lujo de detalli
publican los periódicos.
P AGÍ N A 16
Mensa/era ^ammount
SS'SL
Por la mente de Angelita cruzan siniestros proyectos. Resen-
i y humillada, la amante despechada se dirige, sin pérdida de
tiempo, al modesto piso donde vive Mi-
guel, desde donde llama por teléfono a
su celoso marido. Mientras tanto espera,
Angelita dispone el mueble más íntimo
de la alcoba de Miguel, de tal manera, que
dispara accidentalmente y la bala se aloja en el corazón de la esposa.
Tomás esconde el cadáver en un armario y huye rápidamente de la
escena del crimen. Al día siguiente, Miguel descubre el cadáver y,
horrorizado, da parte a la policía, quien dispone del cuerpo de la
víctima y detiene al joven compositor por existir pruebas vehementes
en su contra.
La noticia del crimen causa, como es natural, inmensa sensación
en la ciudad. En el hogar de Margarita todo es confusión y ansiedad.
La duda atormenta la mente del anciano padre de Margarita. En
cambio, ésta no pierde la confianza en la absoluta inocencia de Miguel,
cuya desgracia ha intensificado su amor.
Pasan los días. Las ruedas del carro de la justicia no siguen la
marcha voloz de los tiempos, sino que dan vueltas lentamente. Todo
el mundo espera con ansiedad el día en que ha de verse la causa por
homicidio contra el joven compositor. Mientras tanto, Buck, el
amigo de confianza de Miguel, no ha cesado un instante en sus pes-
quisas por probar ante los jueces, en el momento oportuno, su ab-
soluta inocencia y presentarles al verdadero autor del crimen.
Un día, registrando con avidez los papeles de Miguel, Buck en-
cuentra un papel de música interminado, en el cual están trazados
unos interrogantes ^-^«.
idénticos a los que
la víspera vio dibu-
jados, con mano
Hera a Tomás una infidelidad que realmente no existe. Al
rar Tomás, su esposa finge sorpresa, con lo cual no hace
is que aumentar hasta el paroxismo las sospechas de aquél,
¡más se dirige a la alcoba de Miguel, y al notar el desorden Á
celador que en ella impera, los celos le enloquecen y le con- *
vierten en instrumento ciego de su pasión.
Tomás se abalanza sobre su esposa con áni-
mo de castigar su trai-
ción. Angelita se re-
siste, y al intentar
arrancar de manos de
su marido la pistola
con que pretende
agredirla, el arma se
PAGINA 17
*¿ (J>te¿tms¿
Mensa/era paramount
nerviosa, en un pedazo de cartón de caía de
fósforos, que Tomás dejó caer, inconsciente-
mente, debajo del asiento que ocupaba en la
sala del Tribunal durante una de las sesiones
en la que aquél actuara como testigo.
Cotejadas las marcas de lápiz de la solfa
y las del pedazo de cartón, Buck echa in-
mediatamente de ver que fueron trazadas
por la misma mano en momentos de idéntica
agitación nerviosa.
Sin perder instante, pues el
tiempo apremia. Buck se dirige
al Ritz Social Club, a las pri-
meras horas del amanecer, y
allí encuentra a Tomás leyendo
ávidamente la relación del pro-
ceso en los periódicos matu-
tinos, mientras su mano traza,
inconscientemente, con inseguro
pulso, interrogantes, que Buck
considera como pruebas feha-
cientes de su culpabilidad en el
fensor del reo pide que se tome declaración
a un nuevo testigo: Tomás. Este se con-
fiesa autor del crimen. Miguel es puesto
automáticamente en libertad, en medio de
una manifestación de espontáneo entusiasmo
de parte de sus amigos allí reunidos.
( )tra prisión espera, sin embargo, a
Miguel, más llevadera, por cierto, que I
que acaba de abandonar.
¿ La adivinas, lector amigo?
¿SABE USTED. . .
. . . que la ciudad de Nueva York, o sea
isla de Manhattan, no mide más que d<
millas y cuarto en su parte más ancha,
trece millas y medio
largo ?
. . . que el rascacielc
más moderno de Nucí
York es el que se levan
en el Times Square par
acomodar las oficinas 1
la Paramount y el m
pléndido teatro de est
nombre ?
. . .que la famosa vid
nocturna de Nueva Yi 1
se concentra en el reía
tivamente limitado espa
ció que media entre la
calles Cuadragésima
Quincuagésima y
Broadway?
. . . que la ciudad
Nueva York es un ve
dadero crisol donde
funden todas las nació
nalidades?
. . .que la bahía d'
Nueva York fué descui
bierta en 1524 por ti
navegante italiano lia
mado Verrazano ?
. . .que Nueva Yorl
posee más teatros y sai
Iones de cine que nin
guna otra ciudad de
mundo ?
. . . que los f erroca|
rriles elevados, subterrá
neos y callejeros tranS
portan diariamente mi-
llones de personas?
crimen por el cual un inocente está
a punto de perder la vida.
Tomás es conducido, con las debi-
das seguridades, a la sala del Tri-
bunal donde los doce miembros que
constituyen el jurado están a punto
de pronunciar un fallo de culpabili-
dad contra el acusado. Mas antes
que el que los preside pronuncie la
terrible sentencia, el abogado de-
P AGINA 18
¡
. . . que New York
el título de la pelícu
de la Paramount que se
exhibirá en el Teatn
y en la cual
Ricardo Cortez inter-
preta el papel de pro-
tagonista, secundado poi
Lois Wilson, Estela Tay
lor, William Powell
Norman Trevor?
Mensq/era ffaramaunt
íkitisii National Pictures, Ltd.
Presentan en su
reducción Especial para Ultramar
a
DOROTHY GISH
e n
"LONDRES"
("London" )
Erección de HERBERT WILCOX
Película Paramount
Basada en un asunto original de
THOMAS BURKE
DOROTHY GISH
!
■ I
REPARTO
DOROTHY GISH
ivis /
ana >
>dofredo John Manners
blo Adelqui Millar
icia Elissa Landi
i Kwang Gibb McLaughlin
isa Margaret Lard
rlitos Habert Cárter
en
ARGUMENTO
1 7|AVIS, la protagonista de esta
VI película, no ha conocido en el
mundo otro afecto que el de
a mujer perversa e interesada que
hace las veces de tía o madrastra,
gún los casos y las circunstancias.
El miserable hogar de la infortu-
da Mavis está situado en el ombligo
1 famoso Limehouse, barrio triste y
¡serable donde viven en inhumano
cinamiento los despojos sociales de
'¡metrópoli del Támesis.
IVIavis tiene que buscarse el sustento
no los pobres gorriones que anidan
las chimeneas y en los huecos de
tejados de los sórdidos tugurios
Limehouse.
Ah Kwang. un chino acaudalado,
v r a palabra es ley entre sus conna-
Jnales del barrio, codicia a Mavis y,
ra comprarla, ofrece unas cuantas
Eras esterlinas a la tía de la joven,
diante la entrega de las cuales, la
dvada mujer no tiene inconveniente
entregarle la muchacha.
|VIas cuando el chino regresa aquella ,^_
he al cuchitril de la tía de Mavis
"a consumar la infame transacción, el mi-
o se encuentra con la desagradable sor-
isa de que la paloma ha volado,
íl refugio de Mavis por aquella noche
el cabaret de Carlitas, un establecimiento
Dirección de HERBERT WILCOX
público tan miserable como el barrio donde
está situado. Sentada ante una mesa, con
los ojos fijos en las parejas que bailan ale-
gremente, Mavis no echa de ver que unos
ojos inquisitivos no se apartan de ella.
Quien tan atentamente observa a la doncella
del Limehouse es el pintor Godo f redo Mal-
vern, asiduo concurrente de los garitos de
los barrios bajos de Londres, a donde acude
en busca de apuntes para sus dibujos y
PAGINA 19
Mensa/era tyarammmt
cuadros costumbristas.
Al contemplar con ver-
dadero arrobamiento el
atractivo rostro de Mavis,
algo desfigurado por las
huellas de la más negra
miseria, Malvern nota in-
mediatamente que la joven
que está sentada a su lado
tiene un sorprendente pa-
recido con Juanita Arbourfield,
su prometida, víctima de un ac-
cidente hípico fatal.
Los días sucesivos, Mavis vaga
errante por las calles d§ Londres
con la esperanza de atraer hacia
ella la piedad de los transeúntes,
hasta que una noche, cansada de
esperar en vano, decide poner fin
a su inútil existencia, arroján-
dose al Támesis desde uno de los
malecones, mas al intentar poner en
ejecución determinación tan desespe-
rada, Mavis se aparta del malecón,
horrorizada, y prosigue, con paso in-
cierto, su camino hacia las calles cén-
tricas de la ciudad.
Mas, de pronto, Mavi
siente que las piernas i
niegan a sostenerla, lo
ojos se le nublan y po
fin cae desfallecida a 1
puerta de un restaurant d
los más elegantes del aristo
crático Mayfair, verdader
antítesis, por su riqueza
animación y bullicio, de
barrio de los pobres dond
la doncella vivía.
Cuando Mavis vuelve ei
sí de su desmayo, se en
cuentra en brazos de Pabh
Merlán, un atractivo joveí
de distinguido porte y fino
modales, quien un instant
después le ofrece un con
fortable asiento ante un.i
mesa opíparamente servida,
A medida que va repoj
niendo sus debilitadas fuerzas, Mavis rejtl
bra paulatinamente la confianza en sí rail
ma, a la par que se capta, por su ingenuidad
y belleza, la admiración de su joven
amable compañero.
Cuando la cena está a medio termina
llega Lady Arbourfield, a quien Pablo ev
dentemente aguardaba. Apenas la arist
crática dama ha ocupado un asiento ent
Mavis y Pablo, después de la presentaci<
de rigor, nota, con la admiración que es di
suponerse, el sorprendente parecido qu
existe entre su hija Juana, muerta reciente
mente de manera trágica, como anta
hemos indicado, y la jovencita que tiene '\
su lado, causando a la anciana, tan rara coin
cidencia, idéntica impresión a la que prodií
jera al pintor Malvern, algu
ñas noches antes, al ver
Mavis en el cabaret de Cas
litos.
A instancias de la borídl
dosa anciana, quien cree vdi
en Mavis a su difunta hij|;
rediviva, la huérfana d
Limehouse se traslada a
aristocrática mansión de 1
Arbourfield, situada en uno
los lugares más hermosos del famoso barri
de Mayfair.
La educación de Mavis, cultivada exquis
tamente por varias doncellas refinadas, con
vierte en poco tiempo a la huérfana desvé
lida del Limehouse, en una linda damita ¿
sociedad, cuyo amor se disputan los jóvem
vastagos de la más rancia nobleza de Iir
glaterra.
Mas de entre la numerosa corte de adm
i:
PAGINA 20
Mgnsa/ero ^arantaunt
'.dores, los más persistentes de ellos, por
ivios motivos, son el pintor Godofredo
alvern y Pablo Merlán, a cuyo amor
avis corresponde con igual indiferencia,
mque, en honor a la verdad, su corazón se
dina cada vez más del lado de Pablo,
iro a medida que su afecto por éste
.menta, Mavis descubre que Pablo es un
on Juan cuyo< amor se disputan varias
.ijeres, muy particularmente Alicia Grant-
n, a quien Pablo dio una día palabra for-
il de casamiento.
Mavis echa en cara su indigno proceder
Pablo y como éste no niega el delito de
idelidad de que la joven le acusa, ésta
andona, desilusionada, la aristocrática
msión de su protectora, para volver al
rrio de los pobres, entre los cuales el
! ior no es una mera
:ión sino una rea-
ad palpable.
Enterado de la
ga de M a.v i s,
idofredo, que ama
la doncella con
sión de artista,
;re sin pérdida de
mpo al infame ca-
ín de Carlitos, a
nde Mavis fué a
ugiarse a su huida
aristocrático
áyfair, de la mis-
manera que me-
antes se refugió
él al huir de su
zquino cuchitril
Limehouse.
ónvencida Mavis
• que las protestas
I amor de Godo-
do son sinceras,
ambos abandonan del brazo el cafetín de
Carlitos, como dos enamorados, para volver
al hogar de Lady Arbourfield, en donde la
anciana les espera con los brazos abiertos
para darles su bendición con el mismo ma-
ternal afecto que habría bendecido la unión
de su hija Juanita con Godofredo, si un
hado fatal no lo hubiese trágicamente im-
pedido.
EMIL JANNINGS EN UNA
TRIPLE INTERPRETACIÓN
La primera película que Emil Jannings,
el admirable protagonista de las películas de
la UFA, interpretará en los Estados Unidos
bajo el estandarte de la Paramount, se inti-
tulará, o por lo menos éste es el título pro-
visional, El camino de la carne (The Way
of All Flesh), en la cual el eximio actor
alemán se encargará de la interpretación de
tres diferentes caracteres.
La caracterización de Enrique VIII en la
película Decepción, y la de Mefisto en
Faust, han valido a Emil Jannings el aplauso
unánime de la crítica universal, que lo ha
puesto a la cabeza de los actores cinemato-
gráficos con-
temporá-
neos. S i n
embargo, en
opinión del
propio Jan-
nings, la in-
terpretación
del papel de
protagonista
de El ca-
PAGINA 21
;ffi*"£
Mensa/ero ^aixwuMint
mino </<• /</ cume, habrá de superar a la de las
dos producciones antes mencionadas, Víctor
Fleming tiene a su cargo la dirección de la
película. Las distinguidas actrices Bella Ben-
uct y Phyllis Haver secundan la labor artística
del eminente actor, que hace pocos meses pisó
por primera vez las playas de América prece-
dido de bien merecida fama.
EXIGENCIAS CINEMA-
TOGRÁFICAS
Para poder tomar parte en las escenas de
la película Casiano pelotari, (Casy at the Bat),
de la Paramount, es preciso que ninguna mujei
de las que en ella aparecen mida más de veinte
pulgadas de cintura. Además, como que se
trata de una película cuyo asunto se desarrolla
en una época anterior a la moda del pelo a la gargonne, o
sea cuando los establecimientos peluqueriles eran del exclu-
sivo dominio masculino, toda mujer que en ella toma parte,
tendrá que llevar el cabello largo como en los días felices de la
postguerra. Como exigencia final del autor del argumento, ninguna
intérprete femenina del film de que venimos hablando, deberá pesar
arriba de cincuenta y siete kilogramos.
Entre las actrices que figuran en el reparto de la película
Casiano pelotari, que han reunido las condiciones indispensables
para tomar parte en la película, están Zasu Pitts, Ann Sheridan,
Sally Blane, Doris Hill, Iris Stuart, Lotus Thompson y Rosalind
Byrne. Entre los intérpretes masculinos, para quienes no rezan
las condiciones impuestas a sus colegas del sexo contrario, figuran
los nombres de Ford Sterling y
Sterling Holloway. El director de
la película es Monte Brice.
PRÓXIMAS PELÍCULAS
En los principales teatros del Broadway neoyorquino comien:
a anunciarse las siguientes películas de inminente estreno : El jim
misterioso, Casiano pelotari, Callejones sin salida, El traje de '
queta, Por encomienda postal, Cabaret y La telefonista. Para rj
adelante se anuncia también el estreno de Criaturas del divor:
Miedo de amar y Granujas a Granel. De estas películas publicéi
mos el argumento oportunamente en estas
ginas con el fin de que el lector se forme n
idea clara de los asuntos que las inspiran.
PAGINA 22
Mensa/era tfaranwiuit
"LA MANO DE DIOS"
ARGUMENTO
Ij^L vapor mercante Almagro, de la ma-
JJ trícula de Londres, atraca a uno de
los muelles del puerto de Nueva Or-
|?áns, después de uno de sus prolongados
iajes a la China, precisamente el Martes de
"arnaval, día en que la ciudad se entrega
n cuerpo y alma, con loco regocijo, en
razos del dios Momo, dueño y señor del
lullicioso puerto de las riberas del Mis-
issipi.
Apenas el Almagro ha atracado al muelle,
?. tripulación del buque, encabezada por
•.steban, a quien su afición desmedida al
taego le valiera el alias de Barajas, salta a
ierra, dispuestos todo ellos a resarcirse por
nticipado, en ocho días, de las privaciones
que tendrían que soportar a bordo del buque
durante los dos meses venideros.
A llegar a casa la Madre, miserable cafe-
tín ribereño con ínfulas de casa de hués-
pedes, donde la marinería de todos los puer-
tos del mundo solía reunirse, Esteban se
encuentra con la desagradable noticia de la
prisión de Carolina, su chica, la novia in-
dispensable que todo marinero tiene en cada
puerto donde su buque hace escala.
— Precisamente este viaje que he ganado
a los compañeros todo el dinero que tenían,
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky
Presentan
La Producción de Herbert Brenon
"LA MANO DE DIOS"
("God Gave Me Twenty Cents" )
Basada en una novela de
DIXIE WILSON
Película Paramount
con
Lois Moran, Lya de Putti, Jack
Mulhall y William Collier, Jr.
Dirección de HERBERT BRENON
REPARTO
María Lois Moran
Esteban Jack Mulhall
"lúa Madre". AMadame d'Ambricourt
Bernardo, su hijo, William Collier, Jr.
Carolina Lya de Putti
T „ ., r León Federoff
Los esposos JJutour <
1 Kosa Kosanova
PAGINA 23.
oHensa/era ^arantaunt
6Í
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan
La Mano de Dios
("God Gave Me 20 Cents")
Producción de HERBERT BRENON
9 9
horas robó el corazón del marii
"por ser tan diferente de las otra
mujeres que él conocia," el joven I
hace con estas palabras que son todt
un poema de halagüeñas esperanzas
— Es cierto que guardó usted
rosa que yo le di, pero también
guardó la muñeca que le dio
otro. . .
Un instante después, cuando
imprescindible pregunta, "¿ cuándi
tendré el gusto de volver a verla m
acababa de salir de los labios de Es
teban, la muñeca que el otro regalan
a María volaba por el aire, mientra;
la rosa continuaba prendida en el
hermoso cabello negro de la enamc
rada doncella . . .
A los tres días justos de aquel
casual encuentro, Esteban había olvi
dado por completo, embriagado con
el néctar de su nuevo amor, a la in
feliz Carolina que continuaba espe-
rándole detrás de las rejas de I
cárcel, y unía sus inciertos destino!
ante el juez de paz del barrio francés
del cosmopolita puerto norteameri-
cano con la encantadora María, má¡
hermosa que nunca, tocado el pelcj,
como único adorno de su personó,
con una blanca rosa como aquella
que una inolvidable noche Esteban Ij:
regalara . . .
La noche de la salida del Ahnagr
te encuentro entre rejas... ¡Te has perdido el
Carnaval más alegre de tu vida ! . . . — le dice a
Carolina el contristado Esteban al pie de la reja.
— Pero, no te aflijas, cariño mío, que esta noche
vendré otra vez a verte y te traeré una cosa que
va a gustarte. . .
Llega aquella noche. . .
Deambulando por las tortuosas calles del an-
tiguo barrio francés del puerto fluvial, en busca
de placer y diversiones, Esteban y sus compañeros
tropiezan con una lindísima jovencita, a quien
sientan en una especie de trono formado por una
PAGIXA 24
enorme concha de almeja, y la llevan en andas
por las calles, formando alegre cabalgata, entre el
bullicio carnavalesco del barrio, hasta que, com-
prendiendo los compañeros de Esteban, a fuer
de personas discretísimas, que éste desea quedarse
solo con la hija de Neptuno, se despiden de él,
pues entre marineros con licencia conviene hacer
las cosas rápidamente, porque el tiempo apremia
y el buque no espera cuando llega el día de la
partida.
Cuando aquella noche Esteban se despide de
María, que así se llama la doncella que en pocas
Mensq/era ^aranuumt
ue es precisamente la misma que Carolina
.imple su condena, el cafetín de la Madre se
mientra repleto de parroquianos ávidos de
emostrar su aprecio a los tripulantes del
uque próximo a partir para los lejanos
uertos de la China. Entre la animada con-
.írrencia se encuentra Esteban, pugnando
3V librarse de Carolina, quien, quieras que
o, insiste en embarcarse con él, de contra-
mdo, en el Almagro.
Conocedora Carolina de que la mayor de-
lidad de Esteban es el juego, le propone,
ara tentarlo, decidir si ha de llevársela o
d, al vuelo de dos monedas de a diez cen-
tvos. Si salen caras, Carolina se embar-
>.rá con Esteban en el Almagro. Azuzados
or la curiosidad, los parroquianos del cafe-
n y los amigos de Esteban y Carolina
acen corro alrededor de éstos por conocer
resultado de la insólita apuesta. Arroja-
as las dos monedas al aire, éstas caen un
tígundo después sobre la húmeda madera
el mostrador con las haces a la vista de
s jugadores y del interesado público.
i Caras !" es la exclamación que se escapa
se cien bocas.
Carolina gana la apuesta, y Esteban, a
fuer de buen jugador, para quien las de-
deudas del juego son sagradas, tiene
que llevarse a la muchacha. Mo-
mentos después, cuando Esteban se
dispone a hacer buena la
apuesta, ya en el muelle
donde está atracado el va-
por, el joven descubre que
las dos monedas
están falsifica- ,
das de tal ma-
nera que no tie-
nen reverso. In-
dignado por el
engaño, Esteban
arroja con des-
precio las mo-
nedas al suelo
y se embarca en
el vapor dejan-
do sola a Caro-
lina en el mue-
lle...
Mientras tanto . . .
En la modesta casa
de huéspedes del bon-
d a d o s o matrimonio
Balfour, María aguar-
da intranquila el re-
torno de Esteban . . .
La pipa de marino
con abundante provi-
sión de tabaco, la
gorra nueva con el
ancla bordada en seda por las hábiles manos
de la mujercita amorosa y buena, la ropa
interior blanca como la nieve y oliendo a
limpieza, esperan con María el retorno
del marino próximo a partir para lejanos
mares . . .
De pronto, se abre la puerta y por ella
aparece el señor Dufour, quien es portador
de una terrible noticia. . .
— ¡ Esteban se ha marchado !
— ¿ Cómo es posible que se haya marchado
PAGINA 25
Mensa/era $*arammuit
os mío ! ¡ Mi Esteban ! . . . ¡Se marchó y me ha dejado sola ! . . .
Por la mente de la esposa abandonada cruza una resolución definitiva
fulminante : ella había oído decir muchas veces que las gaviotas seguían
siempre a los buques, y que esas aves marinas eran las almas de aquellos
que daban sus vidas al mar. . .
—Yo seguiré a Esteban. . .con una rosa en el cabello como una despo-
sada — dice para sí. con resolución inquebrantable
la alligida esposa.
Camino de los muelles, María se detiene ante
el aparador de un florista, en donde hay expuestos
unos ramos de rosas blancas, tan lindas como
aquella que un día Esteban le regalara...
— ¡ Dios mío ! . . . ¡Si tuviera veinte centavos !
— dice María al contemplarlas tan bellas.
Deseo inasequible, que obliga a María a con-
tinuar su camino hacia los muelles, decidida más
que nunca a llevar a cabo su insensato propósito.
— Esteban, yo te seguiré hasta el fin del
mundo... como las gaviotas ... pero no llevaré
ninguna rosa en el cabello — dice la jovencita.
mientras desciende paulatinamente por la escalera
de piedra de uno de los muelles.
Cuando el agua le cubre medio cuerpo, María
dirige una mirada de despedida a la tierra qu
va a dejar para siempre, y sus ojos tropiezan coa
dos monedas de a diez centavos ... El dinero
suficiente para comprar una rosa.
Con la misma determinación que un momento
antes se hundía en el agua, María sube la escalera
del muelle para coger los veinte centavos y diri-
girse corriendo a la tienda del florista a comprar
una de aquellas rosas tan lindas que había visto
en el escaparate.
María escoge la más preciosa de las rosas, se 1;
prende en el cabello y entrega las dos moneda
al florista, que las mira con sorpresa. ¡ Extraña
monedas esas que no tienen más que anverso
(Continúa en la página 35)
:
sin despedirse de mí ? — pregunta, aturdida, la des-
consolada mujercita.
— Sí, se ha marchado, y como quiera que en la
ribera no se habla de otra cosa, le diré que se em-
barcó en el Almagro con una tal Carolina. . .
fAVI.SA 26
Mensq/era ^aramxuutt
% f Atora,.'
fe
ARGUMENTO
STEBAN (Richard Dix) es un sol-
tero empedernido, víctima de sus ami-
gos, quienes han convertido su do-
micilio en un lugar de juerga y escandaloso
bntretenimiento. Esteban deja hacer a sus
kmigos lo que les viene en gana y, a fin de
jtjue no le molesten, se conforma con pagar
puntualmente el alquiler de la casa donde
ios demás se divierten locamente.
Esteban tiene un tío, también solterón
Ibmpedernido como él, pero presto siempre
a aconsejar a los demás que se casen, lo
bual él no será capaz de hacer en los años
que le quedan de vida.
A oídos del tío llegan constantemente no-
ticias de los escándalos que ocurren, noche a
oche, en las habitaciones del domicilio de
u sobrino (escándalos en los cuales Este-
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky
Presentan a
RICHARD DIX
e n
"PARAÍSO PARA DOS"
("Paradise for Two" )
REPARTO
Esteban . Richard Dix
Sara Betty Bronson
Don José Edmund Bréese
Un empresario André Beranger
Jarvis Edward Roseman
ban no tiene arte ni parte), y, deseoso de
poner punto final a ellos y obligar al calavera
a buscar trabajo como cualquier mortal, el
tío llama un día a Esteban a su oficina para
advertirle que si. no cambia de vida, no
recibirá un centavo de la cuantiosa herencia
que dejó su padre al morir, de la cual el tío
es albacea testamentario.
Esteban sale de la oficina de su tío para
dirigirse a la de Mauricio Frothingham, un
empresario de teatros, que es amigo íntimo
del joven y actúa, cuando la necesidad lo
requiere, de consejero, especialmente en
cuestiones de amor, pues por la oficina de
Mauricio desfilan diariamente actrices y
aspirantes a actriz, hermosas mujeres, pero
nc de la clase que puede hacer la felicidad
de un hombre.
Sin embargo, entre las aspirantes a actriz
hay una, joven y bella, que por parecer abso-
lutamente diferente a las demás de su clase,
Mauricio no tiene inconveniente en reco-
mendársela a su amigo Esteban, para que
PAGINA 27
Mensajera ^aranwunt
finja, por unas semanas, que está casado con
ella y asi hurlar al tío y. de paso, cobrar el
dinero de la herencia.
Enterado el tío del cambio de vida y del
casamiento, inclusive, de su sobrino, una
noche se presenta en el domicilio de éste
l>ara conocer a su esposa, de la cual tiene,
de antemano, las mejores referencias.
Sara i Betty Bronson), la jovencita que se
presta a actuar de esposa de Esteban, por
quince días, lo hace por dos razones pode-
rosas: por caridad hacia el pobre tío de
desempeña a las mil maravillas, lanío así,
que los esposos liñudos acaban por enamo-
rarse de verdad, con gran contento del tío,
pues no le cabe la menor duda de que su
sobrino ha sentado por fin la caheza y se
ha hecho acreedor, no sólo al disfrute de la
herencia de su padre, sino que también de la
suya, mancomunadamente, como es natural,
con su linda esposa.
Publicidad y Propaganda
OTRA PELÍCULA CON
RICHARD DIX
Richard Dix, el indio inimitable e insus-
tituible que todos aplaudimos en la película
La raza que se extingue, hace poco menos
de un año, y más recientemente en la intitu-
lada, El campeón del amor, aparece hoy en
la pantalla del Teatro interpretando
un papel de un carácter bien distinto, por
cierto, al que interpretó en aquellas pelícu-
las. Bajo la dirección de Gregory La Cava,
eminente metteur de la Paramount, a quien
se deben multitud de sucesos artísticos,
como Juguete de las mujeres, Casémonos,
Dímelo otra vez y otras, Richard Dix se
nos presenta en la película Paraíso para
dos, dominando por completo la escena con
la interpretación de un papel cómico a ratos,
y a ratos dramático. Joven todavía, el
porvenir le tiene reservado muchos días de
gloria a Richard Dix en la escena cine-
matográfica.
LA BETTY BRONSON DE
"PETER PAN"
; Oué aficionado al cinema no recuerda a
Pues para tu conocimiento, querido lector, o
amable lectorcita, queremos informarte de
que Betty Bronson, la amada de todos los
públicos, acaba de interpretar otro impor-
tante papel en una película de la Paramount,
que se intitula Paraíso para dos, ¿ bello
título, verdad ?, y esta película se proyectará
en el Teatro Y para que
sepas algo más acerca de la vida de esta
queridísima actriz de la pantalla, te diremos
que Betty Bronson nació en la ciudad de
Trenton, no lejos de Nueva York, de donde,
muy niña todavía, se trasladó con sus padres
a California para fijar allí su residencia
definitiva. La infancia de Betty se deslizó
tranquilamente en las ciudades californianas
de Los Angeles y Pasadena. Al llegar a la
edad reglamentaria, Betty ingresó en la
Academia de San Vicente, en Newark,
donde estudió música e idiomas. Mas sus
pensamientos, desde sus más tiernos años,
se dirigían constantemente, ora a los estu-
dios de California, ora a los escenarios de
los teatros del Broadway neoyorquino. En
otras palabras, la suprema aspiración de
Betty era ser actriz, y ésta se vio colmada
cuando el director Herbert Brenon le abrió
de par en par las puertas del estudio de la
Paramount para confiarle el papel de Peter
Pan, en la película de este nombre. A su
excelente caracterización del protagonista
del cuento infantil de James Barry, si-
guieron otras películas de la Paramount,
entre las cuales recordamos, Amor in-
compatible, Amores de antaño, La Prin-
cesa de California y Un beso para la j
Cenicienta. En el papel de Sara, de
la película Paraíso para dos, Miss Bron-
son demuestra plenamente que está desti- ¡
nada a ser una de las más refulgentes estre- !
Has del cielo cinematográfico.
DE MAQUINISTA A ACTOR
Edward Roseman, el simpático intérprete
del papel de Jarvis, criado de Richard Dix
quien le han contado que sufría
del corazón, y, por recomenda-
ción profesional del empresario,
quien le aseguró que con el fin-
gimiento conyugal, estaría en
condiciones de interpretar inteli-
gentemente un papel de esposa,
en el escenario del teatro, cuando
se presentase la ocasión. Sólo con estas con- I la gentilísima creadora del papel de
(liciones aceptó Sarita el encargo, el cual Peter Pan en la película de este título?
fAcn I _'8
^Mensa/ero paramount
en la película Paraíso para dos, que se está
exhibiendo en , era, hace muy pocos
años, uno de los maquinistas más aptos del
ferrocarril de Pensilvania. Un día, Rose-
man se hizo cargo de la interpretación de un
papel de criado en una comedia representada
por aficionados, y tan a gusto desempeñó
su cometido, que decidió abandonar la pa-
lanca de su locomotora para dedicarse en
cuerpo y alma al arte de Talía. Esto ocu-
rría hace doce años en Chicago. Algunos
años después, Roseman abandonaba el tea-
tro para ingresar en uno de los estudios de
la vecindad de Los Angeles. En la película
intitulada, Paraíso para dos tiene a su cargo
la interpretación de un papel de criado, en
los cuales parece sobresalir el distinguido
iex maquinista de ferrocarril.
F
DOS ANTIGUOS AMIGOS
REUNIDOS
I Paraíso para dos señala la reunión de dos
eminencias de la pantalla : Richard Dix, el
¡distinguido primer actor, y Gregorio La
•Cava, notable metteur, que anteriormente
iirigió tres dramas en los cuales Dix desem-
peñó el papel de protagonista. Juguete de
'as mujeres, Casémonos y lo sabrás, y Dí-
ñelo otra ves. Terminada la impresión de
istas tres películas, Dix y La Cava se sepa-
raron. El primero fué a impresionar la
)elícula El campeón del amor, bajo la direc-
ción dé Fred Newmeyer, y el segundo di-
j-igió la intitulada, Vidrio frágil, en la cual,
:omo se recordará, W. C. Fields interpretó
II papel del protagonista. Cuando se pro-
Vectó la impresión de Paraíso para dos, el
[lirector general del estudio de la Paramount
lamo a su despacho a Richard Dix y a
Gregorio La Cava para darles la grata no-
;icia de que había decidido encomendarles
ia interpretación del protagonista, y la direc-
ción, respectivamente, de la película. No es
,
extraño, pues, que el día que en el estudio
comenzó a impresionarse Paraíso para dos,
las felicitaciones y congratulaciones estu-
vieran a la orden del día, a las cuales se
unió Betty Bronson, que tan importante
papel desempeña en el film, y los demás
miembros de la compañía.
BREVE BIOGRAFÍA DE
RICHARD DIX
Richard Dix no nació en Los Angeles, la
metrópoli del film, por una mera casualidad.
Si Dix hubiese tardado seis semanas más en
nacer, habría visto la luz del día en la an-
gelical ciudad californiana. Su tardanza en
venir al mundo le hizo ciudadano, contra su
voluntad, de la ciudad de San Pablo, en el
estado norteamericano de Minnesota, en
donde el futuro astro de la cinematografía
pasó la adolescencia y su primera juven-
tud. Alumno aventajado de la Escuela
Superior Central de San Pablo, al llegar a
la edad reglamentaria, Dix comenzó a cursar
la carrera de médico cirujano, según los
deseos de su padre, mas parece ser que al
joven Richard le interesaban más los de-
portes que la cirujía, pues sobresalió en el
football y el baseball y también, como ac-
tor, en cuantas representaciones teatrales se
daban en el colegio. Comprendiendo que la
mesa de operaciones no se hizo para él,
abandonó sus estudios en la Universidad de
Minnesota para aceptar un modesto empleo
de escribiente en un Banco de la localidad,
el cual trocó al poco tiempo por el de ayu-
dante de un notable arquitecto de su ciudad
natal. Su nuevo empleo le dejó algunas
horas libres durante la noche para asistir a
a la sazón en un teatro de la localidad.
Deseoso de encontrar horizontes más anchos
para desarrollar sus ambiciones, Dix se tras-
ladó a Nueva York, en donde hizo su debut
como actor a los pocos días de su llegada.
La inesperada muerte de su padre abrió un
paréntesis en la carrera artística del joven
actor, pues siendo el principal sostén de su
familia, la remuneración que como actor
recibía, no era suficiente para cubrir sus ne-
cesidades más apremiantes. En estas cir-
cunstancias, Richard Dix se dirigió a Los
"OÜSsag^
una escuela nocturna de decla-
mación y arte dramático, por me-
diación de la cual consiguió el in-
greso en una compañía que actuaba
Angeles con el objeto de in-
gresar, si posible fuere, en
uno de los estudios cinemato-
gráficos de los varios que
allí hay establecidos. Después
de figurar por algún tiempo en el elenco
de la empresa Morosco, como primer
actor, Dix logró ingresar en el estudio de la
Paramount. Richard Dix ha tomado parte
PAGINA 29
M¿nsa/era tforanuiunt
recientemente en varías notables películas de la Pa-
ramount, entre las cuales recordamos. Besos a gra-
nel. El golpe de muerte. El 13 de la buena suerte,
I <; ruca que se extingue, Juguete de las mujeres,
( asémonos v lo sabrás, Dintelo otra vez, El campeón
del amor y finalmente la intitulada, Paraíso para dos,
que se exhibirá en el Teatro
s
¿QUE HARÍA USTED?
.; Qué haría usted si se encontrase en idéntica situa-
ción a la del protagonista de la película Paraíso para
dos, ¡oven, rico, soltero, con un bello ideal y, como
si esto fuese poco, con una herencia que no recibirá
hasta el día que contraiga matrimonio?
— ¡Pues casarme! — contestará usted, creyendo
haber resuelto el problema. Desgraciadamente, no
es así, pues hay que tener en cuenta que el protago-
nista de la película es un joven que posee la obsesión
de que las mujeres no lo quieron a él por su persona.
sino por el dinero, contra lo cual se estrellan todos
los buenos propósitos y las bellas intenciones del
mancebo. Existe, además, la dificultad de que el tío
de nuestro héroe, tiene a éste por un calavera
empedernido, que no curará hasta que se haya
casado, y está dispuesto a no entregarle un
centavo de la herencia hasta que haya sentado,
como él dice, la cabeza.
Esta situación como fácilmente se verá, no deja de ser
harto embarazosa para el héroe de nuestra historia, quien,
al fin. logra resolver el problema engañando al tío, sin
darse cuenta de que el engañado, a fin cuentas, es él, mas tiene
la suerte de salir con bien del engaño, pues la providencia le depara
una mujercita por esposa, que convierte su casa en un verdadero
paraíso fura dos, de donde, indudablemente, viene el título de la
película que se estrenará hoy en el Teatro y en la cual
Richard Dix, interpretando el protagonista. Betty Bronson, en el
principal papel femenino, y los demás artistas que integran el re-
parto, hacen las delicias del público durante setenta y cinco minutos
larg is.
I
wá
™
El suelto anterior es muy a propósito para ser publicado con an-
ticipación al estreno de Paraíso para dos en la prensa local, o en el
programa del empresario. Este puede alterar la forma del suelto.
a su gusto, conservando, empero, el sentido.
UN NUEVO BAILE EN "PARAÍSO PARA DOS"
; Suplantará el black bottom, la nueva danza americana, en popu-
laridad al chárleston ? Esta es la pregunta que se oye en toda>
partes. En una de las escenas de Paraíso para dos, en la cual
Richard Dix interpreta el papel de protagonista, puede apreciarse
el valor artístico (sic) de la nueva danza, en comparación con el
descontorsionante chárleston, bailada por su creadora, la gentil
bailarina Dorothy Appleby, miembro de la compañía que actual-
mente representa la comedia musical Granujas honrados en el
Broadway neoyorquino, en la cual se presentó por primera vez el
black bottom al público metropolitano.
;■ H./Y-l 30
Mensajera tyaranwunt
•Sugestiones de Publicidad y Propaganda para el Empresario
¿ISAS Y LAGRIMAS ; ALEGRÍAS
TRISTEZAS EN LA PELÍCULA
"NEW YORK"
licardo Cortez encabeza en ella un
excelente reparto
TNA mujer asesinada! ¡Un hombre
detenido ! La multitud arremoli-
nándose en el lugar del crimen. La
ila del Tribunal está repleta de público,
os reporteros de toda la Prensa metropoli-
na, ocupadísimos, tomando notas. La
ilicía sacude sus bastones sobre las espal-
is de los más recalcitrantes para mantener
orden. Los abogados ocupan sus respec-
tos asientos. El presidente da repetidos
ilpes con su macita sobre el pupitre para
iponer silencio. Uno de los testigos se
'vanta a declarar. Es una mujer.
— Sí, a pesar de todo, le amo — dice la
aclarante, con resolución,
i ¡ A pesar de todo ! ¿ Qué misterio en-
erarán estas palabras?
ÍUn murmurio de simpatía se hace más y
as perceptible por todos los' ámbitos de la
paciosa sala del Tribunal.
El juez que preside la vista vuelve a agi-
¡r su macita de madera y a descargarla
|n fuerza repetidamente sobre el pupitre.
ps chicos de la Prensa están atareadísimos
mando apuntes y notas. Algunos, con la
)ca pegada al teléfono, transmiten inf or-
aciones a sus lejanas redacciones. Los
otipos convierten en plomo las palabras,
"uenan las prensas vomitando incontables
jas de papel impreso. Los voceadores
arran unas cuantas docenas de ejem-
res de las enormes pilas de periódicos,
e están junto a las prensas y, corriendo
Loi& Wilson
como alma que lleva el diablo, se lanzan a
la calle gritando con voces de clarín guerre-
ro : ¡ Ultima hora ! El público arranca los
ejemplares de las manos de los chiquillos
voceadores y devora su contenido con los
ojos.
— ¿Qué habrá ocurrido? — preguntan, a
coro, los sorprendidos transeúntes.
— Un crimen sensacional — replican otros,
sin detener el paso.
Al inquisitivo lector que nos pregunta de
qué se trata, le diremos : Vaya usted a ver
la película de la Paramount, intitulada, Nezv
York, y tendrá usted oportunidad de admi-
rar en ella el excelente trabajo interpreta-
tivo de Ricardo Cortez, Lois Wilson, Estela
Taylor, William Powell y Norman Trevor,
principales artistas que integran el reparto
de esta película. Luther Reed, el eminente
metteur, que la llevó a la pantalla, logró
englobar en las seis partes en que está divi-
dida, todas las emociones que es posible
obtener en la gran metrópoli norteamericana
que ha dado título a la película.
Ofrecemos al empresario, como modelo,
la anterior narración, la cual consideramos
eficacísima para publicarla en los periódicos
locales y en sus programas, pues consigue
lo que debe proponerse el empresario, des-
pertar el interés y la curiosidad del público
hacia la película sin descubrirle sus secretos
con una relación demasiado detallada de los
incidentes que en ella se desarrollan.
FRASES PARA L^ PROPA-
GANDA
El alma y el corazón de Nueva York se
muestran al desnudo en esta película.
Escenas emocionantes ocurridas en las
aceras del Broadway y en los clubs noctur-
nos de Nueva York.
La pregunta que se oye en todas partes :
¿cuántas veces ha visto usted New York?
Cada segundo ocurre algo sensacional en
New York.
Los ojos del mundo están fijos en New
York.
Publicidad y Propaganda
LONDRES EN LA PANTALLA
Aparte de las bellezas artísticas que en-
cierra la película Londres, que se exhibirá
l W4 f1§L
r%
Dorothy Gish
en el Teatro , el público podrá admi-
rar en ella multitud de escenas de los lugares
más notables de la metrópoli del Támesis.
A título de información, nos limitaremos a
mencionar los siguientes :
Torre de Londres, sobre el Támesis, antigua
fortaleza edificada por los normandos, y
en la cual, haciendo las veces de prisión
de Estado, fueron decapitados, varios mo-
narcas de Inglaterra.
Terraplén o Malecón Sobre el Támesis, en
el cual suele darse cita el hampa de la
ciudad y desde donde se arrojan al río
los desesperados de la vida.
Limehouse Reach, muelle donde fondean
cientos de buques procedentes de todos
los mares.
Castillo de Windsor y Palacio de Bucking-
ham, durante el relevo de la guardia. Los
reyes de Inglaterra dirigiéndose al Parla-
mento, el día de la apertura, en carroza
real, acompañados de un brillante séquito.
Edificio de la Opera, construido hace tres-
cientos años.
National Sporting Club, en donde se cele-
bran los encuentros pugilísticos más fa-
mosos de Inglaterra.
Covent Carden, la gigantesca despensa de
Londres.
Soho, el célebre distrito londinense en donde
los pobres muestran su miseria y los pode-
rosos lucen su riqueza.
Rotten Row, la pista hípica más famosa del
mundo, frecuentada por la aristocracia
londinense.
Parlamento, en donde se discuten los tras-
cendentales problemas del Imperio.
PAGINA 31
Mensq/era tfaranwiuit
"BEAU GESTE" RECIBIDA TRIUNFALMENTE EN ALEMANIA
La reproducción fotográfica de la izquierda muestra el aspecto que ofrecía, de noche, el exterior del Palast am Zoo, de Berlín, propiedad de la com-
pañía UFA, durante la proyección en ese teatro de la película "Beau Geste," de la Paramount. La fotografía de la derecha es la reproducción del
cuadro alegórico presentado por la empresa, como prólogo, en el escenario del Palast Amzoo.
Sugestiones de Publicidad y Propaganda
Regata de Henlcy, el acontecimiento depor-
tivo más notable del año, al cual asiste
invariablemente lo más granado de la
sociedad londinense.
Petticoat Lañe, un mercado londinense en
donde uno corre inminente peligro de que
le hurten el reloj al entrar y traten de
vendérselo a la salida.
Cacería de Zorras, con todo el colorido y
brillantez de este deporte favorito de la
aristocracia inglesa.
Palacio de Saint James, residencia habitual
del Príncipe de Gales.
Puestos de Café de Londres, capricho de
los poderosos, restaurant de los menes-
terosos.
Antiguo Bazar de Curiosidades, inmortali-
zado por Charles Dickens.
A;/-( ai Club, el club nocturno más notable
de Londres. En esta escena aparece Paul
W hiteman con su famosa orquesta.
Charlie Brown's, renombrado café de los
barrios bajos de la ciudad del Támesis,
concurrido por marineros de todas las na-
ciones del mundo.
Ir a ver Londres en el Teatro
equivale a hacer una excursión a la capital
de Inglaterra por el precio de un billete de
entrada.
Londres es una película instructiva y un
drama de gran intensidad emotiva, defeual
PAGINA 3:
el espectador habrá de conservar un re-
cuerdo agradable durante mucho tiempo.
Dorothy Gish es la protagonista del film,
secundada por un grupo de eminentes artis-
tas ingleses.
Thomas Burke, notable literato inglés,
escribió el argumento de Londres, especial-
mente para ser interpretado por Dorothy
Gish, aplaudida actriz cinematográfica ame-
ricana.
BEBE DANIELS
Cuando algún editor de empresa se decida
a publicar una enciclopedia del arte cine-
matográfico en los Estados Unidos, en el
capítulo correspondiente a Bebé Daniels se
leerán los siguientes datos biográficos :
Bebe Daniels. Nació en la ciudad de
Dallas, en el estado de Tejas, un día catorce
de enero. Como hombre discreto y enemigo
de crearse dificultades, el biógrafo guardará
secreto el año en que Miss Daniels vio la
luz en Dallas. Sin embargo, como el hecho
no puede omitirse por ser de suma impor-
tancia, el biógrafo continuará diciendo que
a los tres meses de haber nacido Bebé, esto
es, el veintitrés de abril, hacía su debut en
el teatro hablado, apareciendo en brazos de
la que representaba ser su madre en el
drama Jane. A la edad de cuatro años, Bebé
Daniels interpretó un papel infantil en el
drama Ricardo III. Cuando tenía siet<
años, viviendo a la sazón en California on
sus padres, Bebé demostró por primera ve;:
su propensión a la cosas del cinematógrafo
pues se enamoró tan locamente como puedt
enamorarse una chiquilla de su edad, de un
niño, hijo del jardinero de su casa, porque
usaba el cuello de celuloide, material que!
cerno es sabido, se emplea en cinematografié
para impresionar las películas. En 1910
Bebé apareció por primera vez en la paiv
talla interpretando un papel de adolescente;
y hace justamente diez años, ingresó en 1
compañía del reputado actor cómico Harolc
Lloyd, hasta que en 1918 firmó su primen
contrato con la empresa Paramount. El
1923 fué proclamada estrella de la cinemato-r
grafía con refulgente luz propia, y en lo?
albores de 1927, tomó parte principal en do?
notables películas de asunto cómico, intii
tuladas, Perdida en París y Un beso en m
taxi, ambas de un marcado sabor parisiense
SUGESTIONES DE EXPLO-
TACIÓN
Obténgase unos cuantos automóviles )\
hágaseles recorrer las principales calles dej
la ciudad. Procúrese que los coches, los
cuales tendrán que ser de los de alquiler-
llamados taxímetros, lleven las cortinas co-j¡
(Continúa en la página 35)
Mensajera ^arantaunt
mL
Mensa/era ^aranwunt
"Hotel Imperial" en México
Ci 1 iN motivo del reciente estreno de la
, película Hotel Imperial, de la Para-
mount, en el Cine Olimpia, de la
ciudad de México, L. de 1... cronista cine-
matográfico del diario L.veelsior, escribe ei
siguiente inicio critico, que, gustosos, repro-
ducinn >s :
"Película tuerte, vibrante, de intensa
emoción; obra de guerra y espionaje, de
lucha entre Rusia y Austria, es el Hotel
Imperial, pues en este Hotel sucede casi
u da la fábula.
"El humilde personaje de una sirviente
del mismo, caracterizado a maravilla por
Pola Negri, es el centro alrededor del que
pasa el desarrollo de lo que allí vemos, y el
capricho amoroso del general ruso por la
recamarera, y el amor intenso de ésta por
cierto teniente austríaco, al que para sal-
varle la vida acude la mujer a varios subter-
fugios, incluso el hacer de criado del Hotel,
forman en esencia todo lo que allí vemos,
que es de un arte de 18 quilates, y de un
efectismo admirable.
'"Para nada he de encomiar el talento de
Pola Negri, resplandeciente en esta obra,
donde los trapos, los aliños, las elegancias,
no existen, por porque tanto sólo queda para
subyugar en alto grado el genio cinemato-
gráfico que luce en todo su esplendor la
célebre actriz polaca.
".Mas lo extraordinario en Hotel Imperial,
lo encuentro en la dirección. No hay una
sola escena importante, definitiva y aún
olías de menos valía, en que no se note la
mano habilísima del director, averiguando
con rara sagacidad la ]>arte más sensacional,
más interesante que ha de buscar el especta-
dor, y esto es precisamente lo que tiene buen
cuidado de que se exhiba. Unas veces es la
figura entera, otra la cabeza sola, otra el
cuerpo en uno de sus escorzos, otra el ob-
jeto, el más sencillo al parecer, pero el que
ha de producir el lincamiento de la impre-
sión visual. Esto es extraordinario esto es
lo que caracteriza un talento de dirección,
ya que el cine busca, anhela, pide, ansia
aquello que dé la impresión completa del
momento de la fábula, del que llega al espí-
ritu, del que presencia la vista.
"Y luego el final grandioso, la entrada del
ejército vencedor, la ceremonia religiosa
como complemento de la militar ; la custo-
dia bajo palio (que fué ovacionada por el
enorme público que no cabía el domingo en
el cine), el teniente premiado y proclamando
en alta voz que el servicio a la patria lo
había hecho aquella modesta sirviente del
Hotel Imperial, con la cual se une en lazo
indisoluble. Todo esto hace una obra digna
de elogio, que como cronista se lo pro-
digo."
No hay duda que el éxito rotundo y defi-
nitivo que ha obtenido en la capital mexi-
cana la película Hotel Imperial, se repetirá
en la demás poblaciones hispanoamericanas,
las cuales habrá de recorrer triunfalmente
en breve este bellísimo film de la Paramount.
CLAUDIO GILLINGWATER E
UNA PELÍCULA CON POLA
NEGRI
Claudio Gillingwater, el veterano actor
la pantalla, desempeña un importante paj
en la película de la Paramount, que lleva
original título de La Trinchera, según acá
de anunciar B. P. Schulberg, productor as
ciado, a cargo de las actividades produ
toras en el estudio de California.
La Trinchera es un intensísimo drama (
la vida en los campos de concentración d
rante la guerra europea. Basada la pelícu
en una popular novela del famoso escritt
Hall Caine, su director ha sabido llevar a
pantalla las páginas sangrantes de la oh
literaria maestra del novelista american
con una virilidad y un verismo rara \|
igualados y jamás superados en la cinemat-
grafía. La caracterización del papel de t
padre francés, que pierde un hijo en el cru
confuto, está magistralmente encarnada e
el eminente actor Gillingwater, quien llej
en su interpretación hasta las más alt;
cumbres del arte cinematográfico.
Pola Negri, la genial creadora del pap
de Ana en la película Hotel Imperial, cara
teriza tina prisionera de guerra en La Tri
chera. De más está insinuar que la bel
y popular Pola Negri nos da una interpret
ción en este film como la que estamos acq
tumbrados a aplaudirle en tantas películ.
de la Paramount como lleva interpretadas 1
ADOLPH ZVKQH Ano JESSB í. LASKY
¡*£SB#T
Y7
/ V.
MAURITZSTILLER
PRODUCTION
ILfrk.
HOTEL IMPERIAL
VfiTH
JAMES HALL and GEORGE SIEGMANN f
d ^paramount tpictur& |
PACISA 34
Mensa/era tyarammuit
Sugestiones de Publicidad y Propaganda para el Empresario
(Continuación de la página 32)
idas hasta abajo. Pegúese en ambos lados
1 vehículo unos cartelitos que digan :
}ué pasará ahí dentro f "Un Beso en un
,ixi," en el Teatro
Antes del estreno de la película, el em-
esario obtendrá la cooperación de la em-
iesa alquiladora de taxímetros del lugar
ra obtener de ella el permiso necesario
ra colgar en sus coches un letrero que
ja : No dejéis de ir a ver a Bebé Daniels
UN BESO EN UN TAXI en el
I,
:atro
Coloqúese en el vestíbulo del teatro una
[ja de regulares dimensiones llena comple-
nente de pedazos de vasos, copas, platos y
más vajilla de café o restorán, y póngase
cima de la caja o cajas, pues el número
hace al caso, un letrero con la siguiente
cripción : ¿Qué ocurrió en el Café Fierre?
>ase UN BESO EN UN TAXI.
Mándese construir un taxímetro de gran-
s dimensiones, el cual podrá colocarse en
centro del vestíbulo con anticipación al
reno de la película y durante los días que
re su proyección. Hágase girar las rue-
|s vertiginosamente a fin de que atraigan la
hición del público. Coloqúese en un lugar
iible un letrero que rece : Estas ruedas
an a razón de mil carcajadas por minuto,
velocidad hilarante de UN BESO EN
V TAXI,
Clara Bow
PARA EL PROGRAMA DEL EM-
PRESARIO QUE EXHIBA EL
FILM "ELLO"
El estreno de la película Ello en este
teatro, señala el retorno de Elinor Glyn,
célebre escritora inglesa, a la pantalla cine-
matográfica, con la adaptación de una de
sus novelas más notables, la intitulada cómo
la película, en la cual Clara Bow hace su
debut como estrella de primera magnitud de
la Paramount. A través del objetivo de la
cámara, Miss Bow nos ofrece una defini-
ción exacta de lo que constituye Ello, ese
raro don que, según opinión de Mme. Glyn,
Clara Bow posee en grado superlativo. Esta
novela, adaptada expresamente a la pantalla
para ser interpretada por Clara, gira alre-
dedor de la vida de una joven dependienta
de mostrador de un gran almacén de ropa y
novedades. A pesar de no estar dotada de
una educación muy esmerada, debido a su
humilde origen, la protagonista del film lo-
gra, gracias a su carácter y personalidad
magnética, atraerse en un principio la sim-
patía y más tarde el amor del hijo del dueño
del almacén donde está empleada.
La acción de la película se desarrolla en
una populosa ciudad : la época es la actual.
Elinor Glyn pinta con mano maestra a los
personajes del drama que están dotados de
esa rara cualidad, a la cual llama ello, sin
duda a falta de mejor nombre que la defina,
y a los personajes que carecen absoluta-
mente de ello.
Ello es una película de tesis moral que ha-
brá de suscitar, sin duda, animadas con-
troversias y acaloradas discusiones, razón
por la cual nos permitimos aconsejar al lec-
tor que vea la película, a fin de poder emitir
su opinión acerca de ella y de Ello.
"La Mano de Dios"
(Continuación de la página 26)
¡ A la cárcel con la monedera falsa !
Pero María no va a la cárcel. En su loca
carrera par huir de las garras de la policía
que la persigue, la mano de Dios lleva a la
desventurada joven a la puerta del garito
donde se encuentran Carolina y uno de los
amigos de Esteban. Bernardo, un marinero,
hijo único de la Madre, quien la noche ante-
rior había cometido un robo con fractura.
Sala blanca de hospital. Dos camas de
hierro esmaltado, también de blanco, en las
cuales yacen dos heridos. Carolina y Ber-
nardo, su cómplice. Un policía guarda a
Bebe Daniels
los presos heridos. Junto a la cama de
Carolina, María, recogiendo ele labios de
aquella una postrera súplica:
— Ame. . .mucho a Esteban. . .y dígale. . .
que Carolina jamás. . .le engañó... en su
vida. . .
Mientras tanto, María esperó, y Esteban,
arrepentido, le escribió desde un remoto
puerto que pronto la vería. Y así fué, en
efecto. Y al llegar un bello día Esteban a
su casa, encontró en ella a su mujercita tra-
tando de averiguar del viejo florista que le
vendió la rosa, si aún guardaba las dos
monedas sin reverso que un día aciago le
diera.
Sacóse el viejo florista las extrañas mone-
das del bolsillo, y, al verlas, Esteban, que no
acertaba a comprender la presencia del fio
rista en su casa, le dijo, sorprendido, a su
esposa : — ¿ Cómo conseguiste estas mone-
das, amor mío ?
— Se las pedí rezando a Dios, y El tendió
la mano ... y me dio los veinte centavos que
le pedía.
MENSAJERO PARAMOUNT
Al Servicio del Exhibidor
Revista mensual, publicada por el
Departamento Extranjero
PARAMOUNT FAMOUS LASKY
CORPORATION
Paramount Building
Times Square Nueva York, E. U. A.
O. R. Geyer J. Ventura Sureda
Director de Publicidad Editor
Vol. V.
Mayo, 1927
No. 5
PAGINA 35
Bebé Daniels,
\x\sustituihle
Inimitable
en el film
iin Beso en
un Taxi
Hay que v^
fía> que ver)
cómo besaj
Qué bien besa
la hermosa
Bebe'
X)eX3nBcs
IN UN TAXI
Se trata,
Mientras el
coche por
¿1 mundo va
l¿aVer ;
id a Ver
en un taxi,
El dulce beso
que el novio,
le da
País de origen; E. U. A.
i ir
iri\ i / \
i i
MEE
MMB
Mensa/era ^aramaiuit
Tres Éxitos Paramount en la Ciudad
de México
"Hotel Imperial," "Las Tristezas de Satán,'
"Reclutas sobre las olas"
EL Departamento de Explotación
de la oficina de la Paramount en la
ciudad de México procuró sacar, como
se ve por los grabados que aparecen en
esta página, el mejor partido posible de
la publicidad al presentar estas tres
admirables películas, distintas cada
una de ellas en su género, en el Tea-
tro Olimpia, en donde fueron recibidas
con gran aplauso. Tanto la fachada de
este teatro, como el vestíbulo y el ex-
terior de la oficina de la Paramount,
sin mencionar las cabalgatas callejeras,
atrajeron la curiosidad de numeroso
público durante la proyección de estas
tres películas. Gustosos brindamos
este género de propaganda a los em-
presarios de otras ciudades, en los
países de habla española, con la seguri-
dad de que obtendrán con ella idénti-
cos satisfactorios resultados.
PAGINA 2
Mensajera tforantaunt
lé
CABARET
ARGUMENTO
4 DESPECHO de las apariencias que pudieran
'~\ hacer suponer lo contrario, Gloria Trask es
una bella bailarina de cabaret, mujer hon-
ida, amante hija, cariñosa hermana, cuyo talento
prendas personales han hecho de ella el atractivo
rincipal, para que, noche a noche, se llene el Cabaret
llostigan, conocido como el lugar de diversión en su
pnero de más atrayentes realidades.
I El nombre de la artista hace que a este cabaret concurra
pnte de todas las posiciones sociales, ansiosa de aplaudir
j arte inimitable de Gloria, cada vez más original, cada vez
l'iás deslumbrador, con algo nuevo cada noche y siempre exquisito
arrebatador.
¡ Ella, la diosa del cabaret, la reina de la danza y de la alegría,
rparte el perfume de su sonrisa a todos por igual y se conserva
lempre a distancia de las manos atrevidas, de los deseos impuros,
p las invitaciones pecaminosas. Después de concluida su actua-
Lón se recoge en su camarín y sale por la puerta de servicio, sin
mezclarse jamás con la multitud que la
«laude. En la calle la espera su anciano * • *"* ••—•—• • <
adre en un taxi para conducirla a casa,
ii donde la estrella del cabaret se con-
terte en cariñosa hermana, en amante
| ja, que encuentra supremo placer en
cer la felicidad de su familia, al mismo
empo que estudia para progresar en su
Brrera.
j Entre los numerosos admiradores y
Moradores de Gloria se destaca la simpa-
ba figura de Tomás Westcott, detective
je alta escuela que auna el deber con el
Nacer y es uno de los asiduos al Cabaret
hostigan. Con la misma finalidad, Sam
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
presentan a
GILDA GRAY
en
"CABARET"
Obra original de OWEN DAVIS
Adaptación de BECKY GARDINER
Dirección de ROBERT G. VIGNOLA
REPARTO
Gloria Trask Gilda Gray
Tomás Westcott Tom Moore
Jerónimo Chesler Conklin
Blanca Howard Mona Palma
Andrés Jack Egan
Jack Castigan W illiam Harrigman
Sam Roberts Charles Byer
Señora Trask Anna Lavsa
Roberts, hombre de dudo-
sos antecedentes, va todas
las noches al Cabaret y es
uno de los que más aplau-
den a Gloria. Al lado de este hombre siniestro se sienta una mujer
de ademanes desenvueltos y un joven que aún no ha tenido tiempo
de pervertirse. Este joven es Andrés Trask, hermano de Gloria,
que parece estar catequizado por el elegante pillo. La mujer que
lo acompaña no se oculta para dar rienda
' * "~* •""• * •— * suelta a sus celos cada vez que Sam
[ aplaude más de lo debido a Gloria, y en
* más de una occasión lo amenaza de
muerte si persiste en sus pretensiones y
" llega a olvidar de que ella es la única
dueña de su corazón. . . y de su persona.
Guiada por su natural instinto de mu-
jer, Gloria trata de alejar a su hermano
de tan funesta compañía, aunque sin
lograrlo. Su intuición de hermana mayor
no se equivoca en sus temores : Sam es el
jefe de una pandilla de atracadores, a la
cual ha arrastrado al joven Andrés como
un medio de someterlo a sus designios, y
PAGINA 3
Mensajero ^arantaunt
¿ Sfr'T. l
por intermedio del
hermano llegar a con-
quistar el corazón de
Gloria. A tal fin, Sam
planea un golpe de
mano y encomienda a
Andrés la difícil tarea de sobornar al guar-
dián de la casa en que se debe dar el asalto,
para cuyo fin le da quinientos dólares.
Siguiendo las indicaciones del mismo Sam,
Andrés da el dinero a otro individuo, que
finge ser el guardián, dando por resultado
que cuando la cuadrilla va a dar el asalto se
encuentra con el terreno bien defendido y
recibe una buena paliza. Andrés es acusado
por sus compinches de haberlos traicionado,
guardándose el dinero del soborno y lo ame-
nazan de muerte si no devuelve los quinien-
tos dólares. Obligado por el terror, el joven
confiesa a su hermana su situación y le
ruega que lo saque del apuro. Después de
hacerle prometer que se alejará para siempre
de tan mala compañía y se dedicará al tra-
bajo honrado, Gloria cita a Sam a su cama-
rín para transar el asunto, para cuyo fin
pide el dinero prestado como un anticipo de
su sueldo.
Días hace que Tomás Westcott viene
siguiendo la pista de la banda capitaneada
por Sam. Días hace también que ofreció su
corazón y su nombre a la bella bailarina, sin
lograr que ésta le diese una respuesta defini-
tiva. La nuche en que Gloria ha citado a
Sam para darle el dinero. Tomás está en el
Cabaret, vigilando de cerca a los miem-
bros de la banda. Lejos está el detective
de imaginarse lo que está ocurriendo en el
camarín de la artista, mientras él sonríe
placentero charlando con el dueño del
enaltecimiento. Sam. después de bien cal-
culado su plan, rechaza el dinero que le
ofrece la joven como pago de la cantidad
entregada a su hermano.
/' ICINA 4
— No es dinero : es tu persona
que quiero — dice el malvado al
mismo tiempo que trata de besar
a Gloria.
Recházalo indignada la joven;
insiste él, ruge de indignación la
bailarina y. . . dos disparos, casi
simultáneos, ponen fin a la lucha :
cae Sam revolviéndose en su pro-
pia sangre, mientras que el her-
mano de Gloria, el joven Andrés,
permanece abatido, con un re-
vólver en la mano y derramando abundante
sangre. Acaba de salvar a su hermana ma-
tando al hombre que quería ultrajarla y que
trató de asesinarlo a él al acudir al camarín
de la artista atraído por los gritos de la baila-
rina. Al ver a su hermano herido y com-
prendiendo que el acto llevado a cabo por él
lo conducirá a la silla eléctrica, la joven de-
cide salvarlo, haciéndolo huir por entre la
multitud que está bailando en el salón antes
de que nadie se dé cuenta de lo acaecido.
Reuniendo todas sus energías y sacando
fuerzas de flaquezas, Gloria arrastra a su
hermano, por entre las numerosas parejas de
bailadores y va bailando con él confundida
entre la multitud hasta que logra salir a la
calle y meterlo en el taxi de su padre, quien,
como de costumbre, espera a la puerta la
salida de la artif
Momentos despu
la familia prep;
la huida de Anch
tomándole pas.
en un vapor
sale aquel mis,
día.
Tomás Westc
no perdió su tid
po mientras Glci
conducía a casa)
hermano. Al darse la voz de alarma en
cabaret, el joven detective fué el prinn
en personarse en el camarín de la artista
recoger los datos que pudieran guiarlo
sus pesquisas. Siguiendo las huellas
sangre que iba dejando el hermano
Gloria, pronto se dio cuenta de quién era
responsable de la muerte de Sam y adoii
podría encontrarlo. Antes de que And
hubiese salido de su casa, el detective 1
maba a su puerta. Abre Gloria y trata
entretener al representante de la ley p^
dar lugar a que su hermano huya. Sin (
jarse engañar, Tomás acompaña a la arti
al cabaret y sigue sus investigaciones,
cuales dan por resultado el conocimiento
que Blanca, la amante de Sam, ha estado
el lugar de la escena en los momentos ■
Mensajera ^aramaunt
iceso. Mientras Gloria baila y entretiene a la multitud que la
llaude, más frenética que nunca, el detective logra arrancar a
lauca la confesión de lo sucedido, poniéndose en claro que Andrés
ató en defensa propia y en defensa de la hermana,
llanamente ultrajada por el bandido. Cuando
loria se retira a su camarino, segura de que su
¡rmano está en salvo, se encuentra en él al detec-
te, al hermano y los guardias que lo detuvieron
omentos antes de que saliese el barco. La baila-
ría llora desconsolada y trata de interceder con
imás pidiendo la vida de Andrés. El detective, a
odo de respuesta, dice a la afligida artista :
—Era necesario que su hermano no se fuera para
l)der demostrar que mató en defensa propia y que,
llpr lo tanto, no es un criminal. Conseguido esto,
jintro de unas horas podrá regresar al lado de su
Hmilia.
Henchido su corazón de gozo, la diosa del cabaret,
rema de la alegría y de la danza, que reparte el
h|rfume de su sonrisa a todos por igual, apoya tier-
j límente su cabecita de mujer soñadora en el horn-
eo de Tomás y le ofrece sus labios intocados aún.
i Lomas, el hombre que sabe anteponer el deber de su profesión a las
íplzuras de sus sentimientos tiernos cuando las circunstancias lo
|j:quieren, estrecha contra su pecho aquel cuerpo divino y coloca
Ti el dedo de Gloria el anillo de prometida. La reina del cabaret
pa a ser la reina del hogar de un hombre honrado. J. de B.
y
Publicidad y Propaganda
¿QUIEN ES GILDA GRAY?
La biografía de Gilda Gray, protagonista de la película Cabaret,
£ la Paramount, que se estrenará en el Teatro , parece
ti capítulo arrancado de las páginas de una novela romántica. A
js ocho años de edad llega a América con sus padres,
pbres emigrantes, procedentes de un país de la Europa
entral, quienes después de permanecer una semanas en
fueva York, como si deseasen orientarse
Jitre la urdimbre de calles de la gran urbe,
Jisca e inhospitalaria, se establecen final-
iente en la industrial
udad de Pittsburgo.
([jomo que las necesida-
\ ps de la familia eran
* ida día más apremian-
i 's. la pequeña Gilda
mvo que abandonar muy
lironto la escuela para
pntribuir con el pro-
'ucto de su trabajo al
[Ibstenimiento de su ho-
' "ar. El lugar donde
Gilda Gray trabajaba era un miserable cuartucho, el cual tenía por
único mueble un destartalado piano. El piso estaba cubierto de
aserrín de madera por el cual se deslizaban trabajosamente los
diminutos pies de Gilda. La jovencita cantaba toda
la semana baladas y canciones por el irrisorio esti-
pendio de ocho dólares. Un día Gilda recibió una
oferta, que a ella le pareció ventajosa, y dejó su
empleo para dirigirse a Chicago, en donde, en un
humilde cabaret, cantaba todas las noches las baladas
y canciones que aprendiera en Pittsburgo. Rosalía
Stewart, una empresaria chicagoense, intimó a Gilda
que Nueva York era la
única ciudad donde los ar-
tistas prosperan y a la me-
trópoli de los rascacielos
dirigióse la jovencita sin
pérdida de tiempo. Sofía
Tucker, otra empresaria de
artistas de cabaret, a quien
Gilda iba recomendada por
su colega de Chicago, re-
cibió a ésta con amabilidad
y le ofreció probarla en el famoso cabaret
del restorán Reisenweber. La prueba
resultó tan del agrado de las personas
interesadas, que Gilda Gray fué
desde aquel día uno de los números
más aplaudidos del popular cabaret
neoyorquino. Una noche,
J. J. Shubert, el famoso
empresario de las
PAGINA 5
Mensa/era tfarammmt
.Q^^\'
nada la temporada de los FolliA
Gilda Gray hizo un viaje I
Europa, en esta ocasión en col
diciones totalmente distintas i
aquellas en que hizo su viaje ;
América como humilde en
grante polaca. A su regreso
los Estados Unidos, Miss Gn
hizo una jira por las principal
ciudades del país, dándose |
conocer personalmente de lJ
públicos hasta los cuales sá
había llegado el rumor de á¡
conquistas neoyorquinas. A
llegada a Los Angeles, Gik
Gray dio una exhibición de si
originales danzas en uno de 1<
teatros que la Paramount pí-
en la metrópoli del film, con tí
inusitado éxito de taquilla, J
los directores de la compañí
conscientes de la popularidad (
la excepcional danseuse, le oír
cieron inmediatamente un coi
trato para tomar parte en la peí
cula Aloma, la hija del mar, qt
a la sazón estaba en proyecto e
uno de los estudios de la Par:
mount. El éxito obtenido con
exhibición de Aloma fué tan rt
tundo, que Mr. Lasky, directi
general de producción de la P;
ramount Famous-Lasky Corpf
ration, obtuvo los derechos c
adaptación de Cabaret, la peí
cula que el público aplaudirá I
el Teatro de esta ciudad
para confiar a Gilda Gary el j
peí principal femenino, del cua
en opinión de la crítica amer*
cana, ha hecho una verdader
creación.
Tal es, en breve, la biógrafo
de una de las mujeres favorita
del Broadwa y neoyorquin«i
quien, por su propio esfuerzo
talento, está llamada a ser ur
de las estrellas más refulgentt
del arte mudo.
Gaieties of 1919, ofreció a Gilda un puesto
de importancia en el reparto de la aplaudida
obra musical. Desde ese día cambió por
completo el destino de nuestra biografiada.
Después de una larga temporada de clubes
nocturnos y cabarets, (¡il Boag, actual es-
poso de la actriz, abrió el famoso Rendez-
vcus Gilda Gray, el cual en pocas semanas
se convirtió en el centro de reunión de la
sociedad neoyorquina. Como que en aque-
/' ÍGINA 6
líos días, o mejor dicho, en aquellas noches.
el sli ¡ni m y era considerado ya un baile
pasado de moda, Gilda creó el que. andando
el tiempo, ha venido a conocerse con el
nombre de hula-hula, o danza de Honolulú.
En 1922, Gilda Gray ingresó en la célebre
compañía de Ziegfield, y apareció en los
Follies de aquel año con artistas tan renom-
brados como Eddie Cantor, Will Rogers,
Gallagher y Shean y Mary Lewis. Termi-
MONA PALMA EN "CABARET"
Entre los distinguidos artistas que intt
gran el reparto de la película Cabaret, nifl
guno es más interesante que Mona Palma
la juvenil actriz, que hace poco más c
un año salió de las aulas de la Escuelj
de Actores de la Paramount convertid
en una actriz de gran porvenir en la escenj
muda.
Mensq/era tyarantount
'EL TRAJE DE ETIQUETA"
J
ARGUMENTO
U C I A N O d'ARTOIS,
dueño de una inmensa for-
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY Presentan a
Adolphe Menjou en "El Traje de Etiqueta"
("Evening Clothes" )
Dirección de LUTHER REED
Versión cinematográfica de John MacDermott, basada en la comedia
"El hombre en traje de etiqueta," de André Picard e Ivés Miranda.
REPARTO
Luciano d'Artois Adolphe Menjou
Germana Virginia Valli
Barón Clement Noah Beery
Enrique de la Tour Arnold Kent
"Fox Trot" Luisa Brooks
Celeste Liliana Tashman
Roberto Normand Mario Carillo
Película Paramount
tuna y portador de un ape-
ado ilustre, se pasa la mayor parte de su regalada existencia entre
I caballos, yeguas y vacas de pura raza de su granja, una de las
ks famosas de Francia. Los caballos de carreras de la granja
|1 Marqués d'Artois resultan siempre vencedores en los concursos
bicos más renombrados del mundo. A pesar de que la granja del
arques está situada a no más de sesenta kilómetros de París, el
'stre procer visita la capital ruidosa y alegre muy de tarde en
de.
Un suceso, poco menos que
inesperado, viene a turbar, un
día, la tranquilidad con que se
desliza la monótona existencia
del Marqués. Luciano d'Artois,
el solterón empedernido, se casa, al fin, con la encantadora Germana,
quien acepta el sacrificio que con fines mercenarios le impone su
padre, con verdadera resignación cristiana.
— No me obligue a casarme con Luciano, padre. . .Es tan vulgar
y rústico, que no le amo ni podré amarle nunca — le dice con acento
de amargura al autor de sus días la desconsolada Germana.
— Luciano te ama locamente. Además, es muy rico y lleva tino
de los apellidos más ilustres de Francia — replica el inflexible padre.
Mensajera ^aranuuutt
las frías lusas de mármol de las aulas universitarias. El de la Tour mai:
¡aba el sable con gran destreza y maestría y el D'Artoís no tenía ni
remedio que estar al quite constantemente con billetes de mil frano
Amigo tan entrañable como Enrique, no podía dejar de ser, en ocasi
tan solemne como esta, el padrino de boda de Luciano.
Después de la ceremonia nupcial y de las felicitaciones de rigor en tal
casos, entre otras la de los caballerizos de la granja, quienes delegan a i
compañero para que en representación de todos ellos bese la mano a
señora Marquesa, Germana y Luciano se retiran a sus habitaciones pa
ticulares, en una de las cuales, la antecámara nupcial, se desarrolla in
escena patética en extremo.
De pie en el centro de la estancia, con la vista baja, Germana se despoj
con una lentitud que exaspera a Luciano, de los albos ropajes de desp<
sada, los cuales va colocando, sin darse cuenta, al parecer, de lo que hac
encima de una silla. Inmóvil en un ángulo de la habitación, Luciano r
aparta la vista de su mujer como si quisiera comérsela con los ojos. E
pronto, Germana dirige una mirada suplicante a su esposo, y cubriendo.'
el rostro con ambas manos, exclama :
— i Qué desgraciada soy !
— ¿ Por qué, Germana ? ¿ Acaso no te amo ?
— ¿Qué sabes tú de amor? Tú no sabes más que de caballr
toros y cerdos . . .
— Si no me amas, Germana, ¿por qué te casaste conmigo?
— Porque eres millonario . . .
Al escuchar de labios de su esposa confesión tan brutal, L.
ciano, completamente desconcertado, titubea unos segundos entl
acercarse a Germana con ánimo de consolarla y captar
;: : > A su amor, o retirarse inmediatamente a su alcoba de so
tero. Luciano opta, tras breve pausa, por lo segundí
mientras Germana lanza un suspiro de alivio al ver desi
parecer por la puerta de la estancia al antipático Marqm
Al día siguiente, muy de mañana, Luciano recibe
visita de su amigo Enrique, quien, al notar en el hos<
semblante de aquél que algo grave le ocurre, se reseri
el sablazo que tenía proyectado para más tarde, e inquiei|
curioso, el motivo de su congoja.
—Luciano no podrá darme nunca lo que yo quiero. . .
Dulce embeleso. . .Amor. . .
—Todo esto está muy bien, hija mía, pero debes tener
en cuenta que Luciano es rico y nosotros no tenemos
más que deudas.
— ¡ Pobre capullo de rosa ! . . . ¡Si tan sólo viviese tu
madre! — le dice a Germana con voz muy queda y con
los ojos llenos de lágrimas, la bondadosa anciana que le hace
las ' ees de ama de compañía.
En compañía de ésta y de su padre, Germana se dirige un
buen día, que no lo es tanto para ella, a la granja del D'Artois,
en donde, a su llegada, encuentra a éste en las caballerizas apli-
cando el hierro candente con las iniciales de su apellido, en
forma de monograma, en el anca de uno de sus potros. Pre-
cisamente el que Luciano tenía pensado ofrecer a Germana
como regalo de boda.
Con Luciano d'Artois se encuentra Enrique de la Tour, an-
tiguo compañero de colegio del Marqués, de cuya generosidad
vivía y a costa de quien medraba desde el día que ambos pisaron
PAC1SA 8
Mensq/era ^arammuit
Luciano cuenta a su amigo con toda prolijidad la escena de
víspera en la antecámara nupcial, y, cuando ha terminado,
írique saca en conclusión que lo que a Luciano le
cede es que se ha pasado demasiado tiempo en su
sa de campo, entre caballos y yeguas, lejos
las mujeres, a quienes desconoce por com-
'to, y acaba por aconsejarle que se vaya
,i él a París, en dónde, con seis meses de
sfedra nocturna, habrá suficiente para que
rmana, a su regreso, lo encuentre irresis-
le.
Convencido de la sabiduría que encierran
consejos de Enrique, Luciano parte para
rís, no sin antes haber cedido en favor de
esposa las tres cuartas partes de su pa-
monio.
Seis meses de vida nocturna parisién
ivierten a Luciano en un per-
:to bulevardier, a costa, fuerza
confesarlo, de la cuarta parte
patrimonio que le quedaba al
ir de su granja.
Plagado de deudas, los múltiples acreedores del
arques disponen el embargo de todos sus bienes,
i excepción de los cuatro únicos objetos que la ley concede
¡embargado : una mesa, una silla, la cama donde duerme y
(terno de vestir que aquél escoge. Como es natural, Luciano se
fcide por el traje de etiqueta que lleva puesto, con el cual podrá
itinuar frecuentando los cabarets y restoranes, donde en com-
]iía de Enrique dejó poco a poco su entera fortuna, estudiando,
no éste le aconsejara, el inescrutable misterio del alma femenina.
Vestido impecablemente con el único traje que la inexorable ley
^
^
de embargos le dejara, una noche Luciano entra en el arist-
crático Café de París en compañía de Enrique, con el objeto
de ver si encuentran en él algún bondadoso amigo
que les pague la cena.
Después de largo esperar, por la puerta
del vestíbulo surge Roberto, un amigo de
nuestros héroes, quien, desesperado porque
su novia acaba de desperdirle, se ofrece a pa-
gar la cena a cualquiera que le ayude a olvi-
dar su amoroso quebranto.
"Pida usted los platos que más le apetezcan
y no beba más que champaña" — le dice en
tono conminatorio Roberto a Luciano, a
quien Enrique, perdida la esperanza de
cenar, había dejado solo un momento antes.
A medio comer, un botones entrega a Roberto un
billete en el que la novia, arrepentida, le suplica
vaya en seguida a su casa, pues no puede vivir sin él. El
desplome repentino del techo en aquel instante, no habría
producido impresión mas dolorosa a Luciano que la par-
tida de Roberto. El infeliz Luciano se veía ya entre dos
guardias camino de la prevención por no poder pagar la
cuenta, la cual ascendía a la respetable suma de nove-
cientos noventa y cinco francos. Por fortuna para Lu-
ciano, cuando se disponía a ganar la puerta con una rá-
pida embestida, aparece Enrique con un billete de mil
francos en la mano, que acababa de entregarle Germana, con la
condición de que se lo diese a Luciano sin descubrirle Ja pro-
cedencia del dinero.
Aquella misma noche, pagada su última cena por un misterioso
ángel protector, Luciano y Enrique se despiden. Este se dirige a
otro de los cafés nocturnos en busca de algún infeliz contra quien
M^nsa/era tfarammint
¡Mujeres, Champaña y Canciones!
\ »
Din lü "
Película Paramount
ET I Q U ETA
unir el sal ilc. Aquél a esperar la llegada del
nuevo día para ofrecer sus no muy robustos bra-
zos a quien mejor se los pague. A la noche si-
guiente, los curiosos y los trasnochadores que tran-
sitan por los bulevares se detienen a contemplar a
un individuo vestido de frac y sombrero de copa
que pasea por la acera con un cartel por delante y
otro por la espalda, a guisa de sandwich, en los
cuales se anuncia un restorán de mala muerte y
peor comida. Como llueve copiosamente, el
dueño del restorán da licencia al hombre sand-
wich, quien es nada menos que Luciano, para que
se retire a su casa. Al llegar a ella con el anun-
p AGINA 10
ció a cuestas, Luciano encuentra a Germana espe-
rándole. Al verlo entrar, con los dos tableros que
parecen estrangularlo, Germana corre a su en-
cuentro para ayudarle a librarse de ellos. Con-
seguido esto, la esposa arrepentida se le cuelga
al cuello y con amoroso acento le dice al oído :
"Comprendo que he sido una ingrata. ¿ Me per-
donas, Luciano?" Este se limita a mover la ca-
beza en sentido afirmativo. Emocionado, Lu-
ciano abraza a Germana con frenesí como si
temiese volver a perderla.
— ¡Eres un hombre, Luciano! — le dice Ger-
mana entusiasmada.
Luisa Brooks Adopta i
Nuevo Modelo de Peinai
EL corte de pelo modi
Luisa Brooks acaba de •
abandonado, por lo menos tei
poralmente, por su propia ere
dora. El papel que Luisita d<
empeña en la película El tro
de etiqueta la obligó a efectu
un cambio radical en su peina]
Este, tal como la gentil actriz
luce en las escenas de esta chi
peante comedia, en la cual
inimitable Adolphe Menjou i
terpreta el papel de protagonis
es una combinación del bob, q
el público ha visto innumerab
veces en las respectivas cabez
de Pola Negri, Florence Vidor
Colleen Moore, conservando
características de cada uno.
el frente es el corte de pelo aj
holandesa de Colleen Moore;
lado afecta la moda que vemos i
Pola Negri, y visto por la pa
posterior, el de Florence Vido
La original combinación, que ts
graciosamente luce Luisa Broo¡
en El traje de etiqueta, ha 11
mado poderosamente la atencit
del bello sexo al extremo de q - ;
no son pocas las mujeres elega
tes que han adoptado ya este gr
cioso tocado.
No hay más que ver a
ADOLPHE MENJOU
"el actor de moda"
e n
"EL TRAJE DE
ETIQUETA"
para admirarlo y quererlo
Mensa/era ^aramaiint
*LA REINA DE LA MODA"
ul
O en vano el mundo elegante de París ha proclamado a
Celeste de Givray Reina de la Moda. Su elegancia y su
belleza, unidas ambas al rico ingenio de su agente de publi-
Sam Dupont, que sabe aprovecharse de todas las coyunturas
para realzar los méritos naturales
de la joven, han hecho de ella
una figura de relieve, a la que
las mujeres imitan y los hom-
bres rinden pleitesía. Para con-
servar esta aureola y siguiendo
los consejos de Sam Dupont, la
bella Celeste se somete a una
dolorosa operación facial que
tiene por objeto quitar las arru-
gas que comienzan a surcar su
rostro. Realizada ésta con toda
felicidad, el ingenioso Sam pla-
nea un golpe de efecto para
atraer la atención del París ele-
gante y servir mejor los intereses
de la Casa de Modas que tiene
contratados los servicios de la
bella Celeste.
Con objeto de hacer más sen-
sacional la presentación en pú-
blico de La Reina de la Moda,
Sam aconseja a Celeste que salga
de París secretamente y que per-
manezca completamente alejada
de la sociedad hasta el día en que
se celebre el festival para elegir
la nueva reina de la elegancia.
Con objeto de que la sorpresa
sea completa, el agente de
publicidad escoge a una linda R
joven, Lola Dauvry, para
que ocupe el lugar de la
bella ausente y de esta ma-
nera tener intrigada a la
opinión pública y causar una
gran sensación, presentán-
dola, por sorpresa, en el sa-
lón en que se disputan la co-
diciada "Manzana de Oro,"
"oüiilil
\'m
iJOÍJr il)
¿m-
tributo con que el París elegante distingue a su soberana. La
supuesta Celeste Givray pasa a ocupar las habitaciones de la ver-
dadera y el ingenioso Sam se las arregla de modo y manera que
nadie logra notar la substitución. Encantada Lola de su nueva
posición, se amolda a las exigencias de
su rango y cumple como una verda-
dera Reina de la Moda los diarios .
deberes que su alto cargo le impone.
Nada parece obstaculizar los planes
del inteligente agente, quien se promete t
un triunfo en toda la línea. j
Raúl de Bercy, antiguo "as" de la
aviación francesa, por quien Lola sus-
pira en silencio, acaba de sufrir serios
reveses en la Bolsa y ha perdido su
cuantiosa fortuna. Enterado de ello
Sam, ofrece al joven el puesto de avia-
dor de S. M. la Reina de la Moda.
Después de algunos reparos y deján-
dose convencer por las razones del
agente de publicidad, Raúl acepta el
puesto y entra al servicio de Lola,
quien no necesita mucho para hacer
comprender al joven el profundo amor
que siente por él. Después de ligeras
contrariedades entre ambos enamora-
dos, que Sam se ve obligado a suavizar
diciendo la verdad a medias, entérase
de lo que sucede la verdadera Givray
y pide una explicación a su agente.
Este le aclara sus planes y hace los
preparativos para la entrada triunfal
de Celeste en el salón en que se celebra
PAGINA U
W&*
Mensa/era tyaranwunt
nm&
■&
^
a nema
de la Moda"
¿Recuerda usted el despliegue de modas
femeninas de la película "La modistilla pari-
sién," o el desfile de bellezas de "La Venus
Americana"? Pues "La Reina de la Moda"
es por su lujo y presentación escénica más
admirable que la combinación de las dos
películas antes mencionadas.
el concurso de trajes y del cual Lola debe
ser expulsada como una impostora que se
quiere hacer pasar por la Reina de la Moda.
Todo ultimado y estando ya en el salón el
jurado, el Duque D'Arles, antiguo enamo-
rado de Celeste, le ofrece casarse con ella a
condición de que no tome parte en el con-
curso. Acéptalo la joven y comunica por
teléfono a Sam su decisión. El agente de
publicidad, viendo que si no logra imponer
los modelos de trajes de la casa que lo tiene
empleado ocasionaría la ruina de ésta y la
PAGINA ¡2
suya propia, recurre a un ingenioso recurso :
hace pasar a Lola por la verdadera Celeste
Givrav. la Reina de la Moda, rejuvenecida
por la operación maravillosa que le hicieron
y más bella, más elegante, más exquisita de
lo que antes había sido. Aplaude el público.
pronuncia el jurado su veredicto y la codi-
ciada "Manzana de Oro" pasa a poder de
Lola. De entre los espectadores, al recibir
la joven el premio a su belleza y exquisitez,
sale un joven, la cabeza baja y el ánimo de-
caído : es Raúl, quien se cree engañado por
Lola y decide alejarse de el
seguro de que una Givrav
puede hacer su felicidad.
Al día siguiente, cuando Rj
lee los periódicos, se entera de
verdad de los hechos y cu
prende su error. Por fortuna
es tarde. Lola, dándose cuei
de lo que pasa por el cerel
del joven, abandona el salón
el que acaban de proclama
Reina de la Afoda y se dirige
busca del ser querido, contei
de ser la reina del corazón de
hombre que sabe amarla por ;
prendas naturales y desprecia
aplauso vano con que el mun
festeja la versatilidad de
falsos ídolos.
Desde luego, Sam Dupont,
ingenioso agente de publicid
se sale con la suya al fin de
fines. Al ser proclamada Re
de la Moda la bella Lola,
va vestida con los figurines de
casa que él representa, ha a
gurado su fortuna. Por su par
Lola, sin hacer caso a las magn
cas proposiciones que Sam
hace, se despoja de sus galas I
va de nuevo al restorán, en el c
meses antes servía como ven<
dora de cigarrillos. Allí ei
Raúl, convencido de la sinceric
de la joven, pero temiendo
rechazado por no haber creído
su palabra. El amor que
había separado los une de nue
y esta vez para toda la vi
Después de unos cuantos mohii
de fingida indiferencia, la Reí
de la Moda, bella, exquisita!
con el corazón henchido de go
da el beso de asentimiento y m
a ser la reina del hogar de R;
de Bercy, el antiguo "as" de
aviación francesa, que aceptó
puesto como simple aviador, j
creerse arruinado en una operación de Bo 1
y que, al aclararse la noticia, resulta que
poseedor de una cuantiosa fortuna.
J. de B.
Publicidad y Propaganda
"LA REINA DE LA MODA'|
He aquí el título de una película át^
Paramount que está destinada a cau.j
grandísimo revuelo entre el gremio ciñera
tográfico y no poca admiración entre
Mensajero *f*arammuit
>'
ificionados, particularmente los del bello sexo, que gustan de admirar películas de
;ran lujo. Y no es el lujo escénico y el riquísimo y variado vestuario lo que hace de
ai Reina de la Moda una de las películas más bellas que se han presentado al público,
lino que la hace diferente entre todas las de su género, la originalidad de su asunto,
a brillantez de su reparto, integrado por un grupo de eminentes intérpretes de la Pa-
amount, la esmerada dirección y la impecable fotografía, que campea en todas sus
naravillosas escenas, verdadero derroche de lujo y presentación escénica.
Con el fin de poner en antecedentes a nuestros lectores acerca de los artistas
irincipales que aparecen en el reparto de La Reina de la Moda, diremos que a la
abeza de la lista figura la elegante y bellísima actriz Esther Ralston, protagonista del
7;;;, insigne creadora del papel de madre de Petcr Pan en la fantasía infantil de este
fiSgülo : intérprete del principal papel femenino en las películas El trece de la buena
uerte, La Venus americana. El mal de las esposas, La, diosa ciega, Hijos del divorcio
| la que con el título que encabeza estas líneas se exhibirá hoy en el Teatro
Raymond Hatton, otro de los intérpretes principales de la película La Reina de la
\loda, es el compañero inseparable de Wallace Beery en las películas, Reclutas a reta-
uardia y Reclutas sobre las olas. En La Reina de la Moda, Hatton interpreta un
*>apel chistosísimo, del cual los aficionados guar-
darán imperecedero recuerdo. Einar Hanson, uno
e los actores más prestigiosos de la cinematografía
uropea, aparece en La Reina de la Moda desem-
peñando un papel de importancia.
La película La Reina de la Moda ofrece la rara
üarticularidad de haber sido dirigida por una mujer,
la señorita Dorothy Arzner, inteligente cinemato-
i rafista, quien en otras ocasiones prestó su eficaz
¡elaboración a eminentes directores, tales como
'ames Cruze, en las películas La caravana del Ore-
lón y La fragata invicta.
!. La Reina de la Moda es la adaptación cinemato-
I ráfica de una comedia original de los escritores
[ranceses Paul Armont y Leopold Marchand.
W En los siete mil pies de celuloide que contiene la
película La Reina de la Moda, el público admirará a
tai grupo de bellísimas mujeres ataviadas con los
rajes más exquisitos que la fantasía imaginitiva de
bs modistos parisienses y neoyorquinos más renom-
rados puede crear para embellecimiento de la
mujer. La película termina en medio de un deslum-
hrante apoteosis como jamás se ha presenciado en
jtra producción cinematográfica de la Paramount ni
e ninguna otra compañía.
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
presentan a
ESTHER RALSTON
en
"LA REINA DE LA MODA"
("Fashions for Women")
Versión cinematográfica de una obra original de
Paul Armont y Leopold Marchand
Adaptada a la pantalla por
JULES FURTHMAN y HERMÁN J. MaNKIEWICZ
Dirección de DOROTHY ARZNER
REPARTO
Celeste Givray } .Esther Ralston
Lola Dauvry j
y Sam Dupont Raymond Hatton
\ Raúl de Bercy Einar Hanson
) Duque D 'Arles Edward Martindel
Roue William Orlamond
M. Alard Agostino Borgato
M . Pattibone Edward Faust
M imí Yvonne Hoivell
La muchacha Maud Wayne
Encargado del Restauran! Charles Darvas
PAGINA 13
Mensajera tfarammuit
QUINCE HERMOSAS MUJERES EN
I \ REINA DE LA MODA"
Dentro de pocos días el público tendrá oportunidad de admirar
uno de los desfiles de bellezas más brillantes, en el Teatro. .. ^
cuando en este coliseo se estrene la película intitulada, La Reina de
¡a Moda, en la cual la gentilísima actriz Esther Ralston interpreta
e ] papel de protagonista. Desde que la Paramount ofreció al
público la película La modistilla parisién, no se había visto en la
pantalla un lujo tan grande como el que campea en todas las
escenas de La Reina de la Moda. Travis Banton, uno de los
modistos más renombrados del mundo, ha creado más de una
veintena de trajes de sorprendente originalidad y belleza para
esta película. Quince hermosísimas mujeres, vencedoras todas
ellas eñ diferentes concursos de belleza europeos y americanos,
contribuyen con su belleza a dar mayor realce al original
asunto en que está basada la película, adaptado a la pan-
lalla por los reputados cinegistas Hermán Mankiewicz y
fules Furthman, de la comedia The Girl of the Hour, de
gran éxito en el Broadway neoyorquino.
La feliz ocurrencia del humorista empresario
fué muy favorablemente comentada.
En algunas localidades de los Estados Uni-
dos, los empresarios que han exhibido en su
teatro la película La Reina de la Moda, han
procurado conseguir de uno o dos de los prin-
cipales establecimientos de artículos
para caballeros la colaboración ne-
cesaría para
anunciar la pelí-
cula, a la par
que las últimas
novedades reci-
bidas, por el te-
"*•
Publicidad y Propaganda
"LA REINA DE LA MODA"
Durante la proyección de la película La Reina de la
Moda, el título de la cual, atractivo
de suyo, se presta a numerosos y
variados trucos de publicidad, un
empresario de una ciudad ameri-
cana tuvo la humorada de mandar
construir dos vitrinas, de ta-
maño apropiado, para encerrar
dentro de una de ellas una hoja
de parra de regulares dimen-
siones, y dentro de la otra un
i
ñor siguiente : "LA REINA DE
LA MODA" está en el OLIM-
PIA; EL ARBITRO DE h\
MODA está aquí mismo.
■
modelo de traje de la úl-
tima moda. El empresario
compatriota de M a r k
Twain, colocó las dos vi-
trinas en un lugar visible -
del vestíbulo de su teatro con
la siguiente inscripción : LO
QUE VA DE AYER A
HOY.
X
.. IüiiK^
él
Hft
ti
\
1
Vístase a dos atractivas mucha-
chas con trajes de última moda:
provéase a cada una con una ca-
jita de las que comúnmente sq
emplean para llevar encargos I
domicilio en los establecimientos
de este género, con la inscripción
"LA REINA DE LJ
MODA" en cada ca-j
ja; hágase salir a las
dos muchachas a|
ataviadas a la calle de
más tráfico de la ciu-
dad, y espérense los
resultados de esta pro-'
paganda.
H u m o r parisién;!
belleza americana en
la película La Reina
de la Moda.
¿ Qué le sucede ai
u n a muchacha quejj
está loca perdida por un hombre, si éste la mira con la mas
absoluta frialdad e inde,ferencia?
Esta pregunta es debidamente contestada en la película La
Reina de la Moda, que se exhibirá hoy en el Teatro
PAGINA u
I
Mensq/ero ^aramaunt
'Callejones Sin Salida
4D0LPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
THOMAS MEIGHAN
e n
'CALLEJONES SIN SALIDA"
("Blind Alleys").
con
EVELYN BRENT y GRETA NISSEN
Producción de FRANK TUTTLE
Original de Owen Davis
REPARTO
miel Kirby Thomas Meighan
ita Greta Nissen
illy Ray Evelyn Brent
dio Lachados Hugh Miller
r. Webster Thomas Chalmers
[ capitán de la cuadrilla,
Tammany Yonng
extrañas y nos arrastra por senderos com-
pletamente ajenos a nuestros deseos. Tal
es el tema de "Callejones sin salida."
El Capitán de la Marina Mercante, Da-
niel Kirby, llega a Nueva York en su viaje
de boda. Su bella esposa, Rita de Alvarez,
encantadora mujer nacida y criada en una
ciudad de Hispanoamérica, se siente como
aterrada ante la vastedad enorme de la me-
trópoli de los rascacielos. Su esposo, ma-
rino de profesión y hombre de sentimientos
tiernos, adora a su linda mujercita y se pro-
mete no abandonarla un solo instante para
que no sienta la añoranza de la patria
lejana.
ARGUMENTO
14 TODOS nos agrada creer que
¡" \ somos los señores de nuestros
•opios destinos y que podemos
ientar nuestra existencia se-
ún los dictados de nuestra
bluntad soberana. Sin em-
rgo, y en contradición a
1*1 principio creado por el
güilo del hombre, la vida
rece deslizarse por un
iuce de coincidencias
mmmmmmummmmm
llgfk
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* — " M
Instalados en un hotel, Daniel se ve
obligado a salir para cambiar un cheque en
el Banco y en el camino encuentra a Julio
Lachados, antiguo pretendiente de Rita, a
quien invita para que vaya a visitar a su
esposa. Un poco perplejo Julio por la ma j
ñera de conducirse del recién casado, pro-
mete comunicarse con Rita por teléfono e ir
a visitarla al regresar de un viaje que tiene
que hacer.
Después de ordenar que se lleve al
hotel un ramillete de flores, Daniel se
dirige al Banco y en el camino es atrope-
llado por un automóvil. Conducido a la
clínica particular del doctor Webster, se ve
imposibilitado de comunicarse con su esposa
y pasa gran parte de la noche postrado y
delirando. Al día siguiente, burlando la
vigilancia de la enfermera, Daniel huye de
la clínica y trata de reunirse con su esposa.
En el camino le faltan las fuerzas
y es recogido en estado inconsciente
en la calle y conducido a una casa
de cuartos amueblados, en
donde gracias a los buenos
sentimientos de Sally Ray,
antigua camarera y en la ac-
tualidad dueña de un pe-,
queño restaurant situado en
la misma casa, recibe los cui^
dados que su delicado
estado exigen.
PAGINA 75
Asunto original de
OWEN DAVIS
Versión cinegráfica de
Emmet Crozier
En el medio tiempo, la cariñosa esposa, viendo que Daniel no
llega, comunica al gerente del hotel lo que ocurre y le ruega que
se liagan las gestiones necesarias para averiguar su paradero.
Después de apelar a todos los medios sin resultado alguno, Rita
se entera por un periódico de que en la clínica del Dr. Webster
se encuentra un hombre que no ha podido ser identificado.
Sospechando que pudiera ser su esposo, toma el automóvil más a
mano para ir a averiguar por sí misma. En el preciso instante en
que la joven se sienta en el auto y se dispone a dar la dirección,
dos ladrones que acaban de asaltar una joyería y que están en
combinación con el chófer, entran en el auto y llevan a Rita
secuestrada. Por temor a ser delatados por ella, la conservan
prisionera durante unos días hasta que, al ser descubiertos pol-
la policía, tratan de huir y dejan a la joven en libertad.
Ya repuesto, Daniel vuelve al hotel y se encuentra con la
nueva de que su esposa ha desaparecido. Todas las pesquist
que para encontrarla hace resultan vanas. Recoge su equipaje
y lo lleva a su nueva habitación y continúa infatigable buscando
a la esposa bien querida.
Rita, al recobrar su libertad, se dirige en busca de Julio, e
único conocido que tiene en Nueva York, y éste la ayuda a segur
buscando al esposo. Después de algún tiempo, es informada poi
un detective de que Daniel está viviendo con otra mujer. Resisi
tiéndose a creer tal cosa, Rita hace que Julio la acompañe y si)
dirige al lugar que le indican. Al llegar es recibida por Sallji
Ray, quien, habiéndose enamorado de Daniel, concibe la' idea d<!
hacer creer a la esposa que ella es ahora dueña del corazón de|i
joven marino.
Ante tal desengaño, Rita, por consejo de Julio, decide embarj
carse para su país. Por mera coincidencia, entérase Daniel
HAGiy.i 16
Jnensa/era paramount
ocurrido y lánzase en busca de su .
¿posa. Al llegar al hotel en que ella se
ospeda, le dan la noticia de que acaba de
ilir para tomar el barco. Un auto con-
uce a nuestro joven al muelle, llegando
i el preciso instante en que el barco sale,
esesperado por haber perdido a su
;posa, Daniel baja la cabeza abatido y se
¡ispone a salir del muelle. Va cabizbajo, vencido por la fatalidad,
¡errotado por la coincidencia, la cabeza caída y el caminar torpe.
ll ir a salir, tropiézase con una señora que contempla melancólica
llejarse el barco. Ambos levantan los ojos y dan un grito: es
tita que, siguiendo los impulsos de su corazón que le decía que
u esposo le era fiel, en el preciso instante en que el barco soltaba
is amarras, decidió quedarse. J. de B.
Publicidad y Propaganda
SUELTO PARA LA PRENSA LOCAL
Callejones sin salida, película que se estrenará en el Teatro
ofrece la particularidad de ser uno de los
Unís de acción más rápida que el público ha presen-
tado en la pantalla. Su asunto gira alrededor de las
jOmplicaciones que suelen ocurrir cuando un accidente
ortuito separa a dos esposos recién casados, inte-
,'rupiendo trágicamente la dulce luna de miel. En esta
iella película de la Paramount, Thomas Meighan, el
oopularísimo actor, y Greta Nissen, la gentísima ac-
|riz, son los dos jóvenes esposos, a quienes un desgra-
nado accidente callejero altera por completo sus des-
inos. El nombre de la película, Callejones sin salida,
la a entender los caminos que los intérpretes se ven
forzados a seguir antes de su reunión final y
definitiva. La popularidad de Thomas Mei-
ghan, protagonista de la película, aumenta
con el transcurso del tiempo. El distinguido
intérprete de Dioses vanos y Esposa por des-
pecho demuestra en Callejones sin salida que
su habilidad histriónica no se limita a la
caracterización de un solo género, sino que es
capaz de sobresalir en todos. Evelyn Brent, intérprete del intere-
sante papel de Sara, se revela una gran actriz en las luchas que
tiene que sostener para conseguir un amor inasequible. El público
conoce ventajosamente a Miss Brent por sus excelentes interpre-
taciones en las películas Ámalos y déjalos y El más grande error,
de la Paramount. Greta Nissen, incuestionablemente una de las
actrices más bellas de la pantalla, acaba de ser aclamada por el
público universal en las películas El pecada popular. El hijo pró-
digo y Rubia o morena. Su actuación en Callejones sin salida es,
en opinión de la crítica americana, un triunfo personal de la bella
actriz noruega. La dirección de la película fué encomendada al
eminente metteur Frank Tuttle, de quien son los pretéritos triunfos
cinematográficos, El 13 de la buena suerte, El sastre
Botines, La Venus americana y Ámalos y déjalos.
Encomendada la dirección de Callejones sin salida a
tan consumado maestro de la cinematografía, su inter-
vención se echa de ver en todas las escenas de la pelí-
cula. Owen Davis es el autor del asunto literario que
sirvió de base a Callejones sin salida. Mr. Davis es
uno de los dramaturgos americanos más prolíficos y
eminentes de los Estados Unidos. La acción de la
película se desarrolla en Nueva York, en los alrede-
dores del Times Square, en el Hotel Astor, a bordo
de un trasatlántico y en otros lugares que añaden gran
PAGINA 17
Mensa/era paramount
interés pictórico al fil»i que el público aplaudirá en breve en el
Teatro
PERDIDA EN UNA GRAN CIUDAD
Esta es, literalmente, la situación en que se encontraba la prin-
cipal intérprete femenina de la película Callejones sin salida, a
poco de haber desembarcado del buque, que de su lejano país la
llevó a Nueva York, en compañía de su esposo, el capitán de ese
buque, con quien la encantadora y atribulada joven
acabada de contraer matrimonio. Y así, de una
manera tan trágica como inoportuna, se interrum-
pió una luna de miel, cuando apenas los dos jóvenes
esposos habían comenzado a gustar de sus placeres.
¿ Qué hacer ? ¿ Qué dirección tomar ? En mo-
mentos de tan suprema desesperación, todas las
calles y avenidas de la gran ciudad le parecían a la
desconsolada esposa míseros y desolados callejones
sin salida. Después de una interminable y angus-
tiosa espera, llega a oídos de aquélla la triste nueva
de que su esposo yace en la solitaria cama de un
nal víctima de un grave accidente automovi-
lístico. En los momentos en que la reunión de los
dos esposos praecía inminente, unos rufianes, apro-
vechando el desconocimiento absoluto que la joven
esposa tiene de la ciudad, la secuestran por temor
de que ésta delate a las autoridades la comisión de
un crimen que ella, sin querer, había descubierto.
Naturalmente que a fin de cuentas los dos
esposos se reúnen, pero antes de que esto suceda,
ocurren incidentes de verdadera intensidad dramá-
tica, que causarán, sin duda alguna, impresión a cuantos tengan la
fortuna de admirar una de las más bellas películas de la Para-
mount interpretadas por el popularísimo Thomas Meighan, la
hechicera blonda Greta Nissen, la gentil morena Evelyn Brent y los I
demás distinguidos actores que integran el reparto de la película
que se estrenará en el Teatro
Thomas Meighan-
RUBIA CONVERTIDA EN MORENA
El cinematógrafo, que todo lo altera, revuelve; y trans-
forma, acaba de obrar uno de sus increíbles milagros en
la persona de la gentil actriz Greta Nissen, a quien el
público ha admirado como una blonda beldad en varias
películas de la Paramount. El cinematógrafo, con un
ligero golpe de su varita mágica en la cabeza de la encan-
tadora Greta, cambió el color de sus cabellos de radiante
oro en castaño oscuro, pues así lo exigía la caracterización
del papel que interpreta en la película Callejones sin salida,
que se exhibirá en el Teatro Tan completa
fué la metamorfosis, que una mañana, al entrar Greta
Nissen en el estudio de la Paramount, a sus compañens
les costó no poco trabajo el reconocerla. Este cambio de
color en el cabello y apariencia facial, ¡oh milagros del
maquillaje!, no es nuevo en la hermosa actriz, quien du-
rante la impresión de las escenas de la película El hijo
pródigo, vióse obligada a someterse a semejante meta-
morfosis, la cual no altera en nada la natural belleza de la
estrella nórdica.
Durante las pruebas fotogénicas que se tomaron en el
estudio de la Paramount, antes de impresionar las prime-
ras escenas de la película Callejones sin salida, el director
Frank Tuttle y el cameraman Alvin Wyckoff consiguieron,
por medio de varios efectos de luz, que los hermosos ojos
azules de Greta fotografiasen negros, con resultados ver-
daderamente sorprendentes.
r.icix.i 18
Mensajera ffaramaunt
#«
LA TELEFONISTA"
44
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY presentan
.La producción de HERBERT BRENON
L.A TELEFONISTA
("Thf> Telephone Girl" )
•(>
Versión cine-
matográfica de
"L a Mujer,"
original de
WILLIAM
C. DE MILLE
Película
Paramount
\ A JUZGAR por las precau-
f\ ciones que toman, al inscri-
birse como marido y mujer
]n un hotel de verano, no deben de
er muy lícitas las relaciones de dos
Jióvenes que acaban de llegar a una de las playas más aristocrá-
! icas de Norteamérica. Los sucesos posteriores se encargan de
■xplicar que no son vanos los temores que abrigan, al
Hnismo tiempo que ponen de manifiesto la falsa posición
jn que nos colocamos al dar pasos en falso que pueden
•omprometer nuestro porvenir.
Saltando un lapso de cinco años, nos encontramos
ton que Mateo Standish, el hombre que por primera
\vtz hemos visto en el hotel, está postulado para gober-
nador de un gran estado de la Unión americana. A
uzgar por el entusiasmo de sus partidarios y la opinión
¡pública, su triunfo es seguro. Representa el partido
jjiberal, es hombre honradísimo y amante del progreso
W bienestar de su pueblo. Frente a él, el partido
fonservador postula a Marcos Robinson, actual gober-
REPARTO
Kitty O'Brien Madge Bellamy
Gracia Robinson. Wlnv Allixnn
Marcos Robinson.
Van Dyke
, Hamilton Revelle
. . William E. Shay
Adaptación de
ELIZABETH
MEENHAN
Dirección de
HERBERT
BRENON
nador y hombre que
no ha hecho nada por
mejorar la situación
de sus conciudadanos.
Cierto es que Robin-
son cuenta con el apoyo incondicional de su suegro, Jim Blake,
político de influencia y uno de los caciques más poderosos del
Estado. Este apoyo puede significar más que el entu-
siasmo popular que proclama a Standish, si se encuen-
tra un arma que desacredite ante la opinión pública la
honorabilidad del candidato liberal. Y esto es lo que
el astuto político ha andado buscando durante varios
meses y que parece haber conseguido unos días antes
de la elección.
—Tengo en mi poder las pruebas de un escandaloso
incidente de su pasado. A menos que retire su candi-
datura, publicaré la aventura que corrió usted y una
encopetada dama hace cinco años — dice Jim Blake a
Standish en tono de reto.
— De nada le servirá el conocimiento de tal aven-
p AGINA 19
Mensa/era tyarammuit
tura -i desconoce el nom-
bre de la dama — contesta
Standish. — El público lo
ti miará como una de lanías
calumnias de la campaña
electoral.
Comprendiendo la lógica
del razonamiento, el astu-
to político trata de averi-
guar el nombre de la des-
conocida señora, para au-
torizar de esta manera el
descrédito del candidato.
Para ello solicita el apoyo
de la telefonista del hotel
donde vive, ofreciéndole
una crecida suma si le su-
ministra el nombre de la
persona, o el número de teléfono, con
quien Standish debe
comunicarse para pre-
venirla de lo_que
ocurre. La tele-
fonista, Kitty
O'Brien, d e
quien está
enamorado
Tom, hijo
del mismo
-í*
Blake. ni acepta ni rechaza
la proposición. Momen-
tos después, al enterarse
por el número del teléfo-
no, que Standish pide, de
la mujer con quien habla
y comprendiendo el pe-
ligro que corre su reputa-
ción, decide guardar el
secreto y ponerla en ante-
cedentes de lo que ocurre.
Esta mujer, la misma que
hemos visto cinco años
antes inscribirse como
esposa de Standish en el
hotel de la aristocrática
playa, es nada menos que la esposa del actual gobernador, hija
de Jim Blake y hermana de su bien amado Tom. La telefonista
corre a avisarla y a decirle que puede contar con su discreción. La
esposa del gobernador no quiere confesarse culpable y acaba por 1
acusar a Kitty de tratar de usar este secreto para que ella influya
con el padre a fin de que éste consienta en que la humilde tele-
fonista se case con su hijo. Mortificada por tal acusación, sale
Kitty con el alma contristada, pero decidida a guardar el secreto.
No es hombre Blake que retrocede ante las dificultades. Re-j
suelto a desacreditar al candidato opuesto y sabiendo que la tele-|
fonista posee el nombre que necesita, decide apelar a todos los
medios para conseguirlo. Primero con promesas y después con
amenazas trata de vencer la resistencia que la bella joven le opone. !
Viendo que no consigue nada, por iniciativa de su yerno el gober-
nador, ordena que detengan a la telefonista, acusándola de 1
interferir con el servicio público al no comunicar, cual es su
deber, los números que le piden. A todo se resignó-
la joven y con valor soporta las acusaciones que Jimí
Blake le dirige. Tom, que ama entrañablemente a
Kitty. ruega a su padre que no atormente a la joven.
Nada conmueve al ambicioso político. Está resuelto a
ganar las elecciones, y si Standish no retira su candida-
tura, llegará a todos los extremos para desacreditarla
Por su parte, Standish tampoco está dispuesto a traicio-i
nar al partido que ha depositado en él su confianza. La¡
hora de la elección se aproxima y solamente faltan ¡
unos minutos para que entre en prensa la última edición del,
periódico local que debe publicar el escandaloso suceso, acaecido l
cinco años antes, y que ahora sirve para eliminar de las urnas i
al candidato de la oposición. Jim Blake estrecha el cerco, i
PAGINA 20
Mensajera ^arainaunt
~,
Reunidos están en la misma ha-
bitación su hija, su yerno, Tom,
el detective, Standish y Kitty.
¡El nombre de la mujer! Es
necesario el nombre de la mujer.
De lo contrario se pierden las
elecciones. Kitty debe hablar.
Blake insiste una vez más. De
nuevo se resiste la telefonista y,
con lágrimas en los ojos, declara
que, aunque la sometan a todos
los tormentos, guardará eí se-
creto. Confiado en ello, vase
Standish. Tom vuelve a supli-
car. El gobernado insiste en
mandar a la cárcel a Kitty y
llama un guardia. La esposa del
gobernador, la hija de Blake, la
¡misma mujer que cinco años an-
I tes vemos entrar con Standish en
j el hotel, no puede resistir su
emoción y confiesa. . . Blake baja
la cabeza al comprender la ver-
idad. Corre Tom a abrazar a su
bien amada Kitty y el goberna-
dor reconviene a su esposa por
no haberle descubierto esta pá-
gina de su vida cuando contra-
jeron matrimonio. La telefo-
nista, humilde obrera que tiene
en sus manos una gran parte de
la vida y milagros de las moder-
nas ciudades, llora de contento al
recibir el beso de bendición con
que Jim Blake autoriza el matri-
monio de su hijo Tom y estrecha
contra su pecho al que poco des-
pués ha de ser su esposo. En la
calle la multitud proclama go-
bernador a Mateo Standish, el
hombre que antepone los ideales
y las convicciones a las ambi-
ciones personales y conveniencias
de partido. J. de B.
I? £ g S 2 § §
Publicidad y Propaganda
ACTRIZ, TELEFONISTA
DE VERDAD
Que el cine no es tan conven-
cional como algunos se empeñan,
nos lo demuestra uno de los inci-
dentes que ocurrieron en el estudio
de la Paramount durante la impre-
sión de las escenas de la película
La telefonista, que se exhibirá en
el Teatro Madge Bel-
lamy, protagonista de este admi-
rable film, interpreta en él el papel
de una joven telefonista sobre cuyos
débiles hombros pesa una grave responsabilidad. Con el fin de que
Miss Bellamy desempeñase su cometido a la perfección, Herbert
Brenon, director de la película, cuya meticulosidad en estos asuntos
es proverbial en los estudios de la Paramount, exigió de la joven-
cita un curso completo de telefonía en el cuadro de distribución del
estudio y oficinas de administración contiguas. Durante dos con-
secutivos días, la gentil actriz estuvo manipulando el switchboard
bajo la tutela de la telefonista profesional del estudio, quien al
cabo de este tiempo extendió matrícula de telefonista a Miss
Bellamy. Al relatar sus impresiones a un grupo de periodistas, la
simpática protagonista de La telefonista les contó que en una
ocasión, a eso de las cinco de la tarde del segundo día, una persona
del estudio pidió comunicación con su madre en el hotel donde se
alojaban durante su permanencia en Nueva York. Como que la
voz en cuestión le era sumamente familiar, Madge prestó atención
al diálogo, el cual fué mucho más breve de lo que ella suponía, por
cuanto la persona de la voz familiar era nada menos que su director
PAGINA 21
Mensajera paramount
Mr. Brenon, quien, habiendo
olvidado, sin duda, que hacía
cuarenta y pico de horas que
la tenía ante el cuadro de dis-
tribución telefónica del estu-
dio, le preguntaba por ella,
pues al día siguiente iba a co-
menzar la impresión de la
primera escena de la película
para cuya interpretación la
estaba instruyendo en la pro-
lesión de la protagonista.
"Si algún día me decido a
cambiar de profesión, será
para ingresar en la que tan
inesperadamente Mr. Brenon
me obligó a aprender, a fin
de que la intérprete de La
Telefonista fuese una telefo-
nista de verdad," les dijo
sonriente a los periodistas la
simpática actriz al despedirse
de filos.
BIOGRAFÍA de
WARNER BAXTER
La carrera artística de Warner
Baxter, uno de los intérpretes
principales de La telefonista, es
otro ejemplo palpable de un tem-
peramento artístico maní Testado
prematuramente y sofocado por la
desaprobación materna. El padre
de Warner Baxter murió cuando
éste apenas tenía un año de edad,
y aunque a los nueve ya comen-
zaba a demostrar gran vocación
por el teatro, su madre procuraba
por todos los medios a su al-
cance disuadirle de sus inclina-
ciones. Al llegar a la edad regla-
mentaria, Baxter ingresó en la Escuela Superior de Columbus, Ohio, donde
nació, demostrando gran habilidad en cuantas representaciones teatrales del
P.4GIXA 22
Madge Bellamy '
colegio tomó parte. Al concluí
satisfactoriamente sus estudios, y
fin de complacer a su madre, Bax-
ter aceptó el empleo de agente via-
jero por una casa comercial de la
ciudad, mas un día, encontrándose
en Louisville, el joven Baxter se
enteró de que uno de los actores de
la compañía que actuaba en un tea-
tro de aquella localidad cayó en-
fermo, e inmediatamente se ofre-
ció para substituirlo. Baxter for-
mó parte del elenco de la compa-
ñía, como miembro regular de ella,
durante dos meses, al cabo de los
cuales abandonó el teatro, acce-
diendo a las reiteradas súplicas de
su madre, y volvió a su antigua
profesión de viajante comercial.
Más tarde Baxter estableció un
garage en una ciudad de Tejas, en
el cual se le fueron todos sus
ahorros de viajante. Sin un cen-
tavo y sin empleo, Baxter volvió
nuevamente al teatro. Cansado de
los estrechos horizontes de la pe-
queña ciudad tejana, escribió a la
empresa Morosco Stock Company,
ofreciéndole sus servicios, los
cuales fueron aceptados y le obli-
garon a trasladarse a Nueva York,
en donde al poco tiempo de su
llegada, se le ofreció la oportuni-
dad de trabajar en una película
con la conocida actriz Ethel Clay-
ton. Desde aquel día, Warner
Baxter no ha vuelto a salir de los
estudios cinematográficos. Este
eminente actor de la Paramount
es casado y no tiene predilección
especial por ningún deporte, siendo
su mayor placer las largas excur-
siones a pie por las montañas.
Baxter mide cinco pies y once pul-
gadas de estatura ; tiene el pelo y
los ojos castaños. Las últimas pe-
lículas de la Paramount en que ha
tomado parte son La bienvenida ingrata, Amor tempestuoso, Un hijo de su
padre, Gente bien, Aloma y muy recientemente, La ajena felicidad.
Mensa/era ffiuwtiannf
"¡Vengan Aguají
con
Douglas Mac Lean, Shirley Masón, Wade Boteler
»
Argumento de
Wade Boteler
Dirección de Earle Snell
y Edward F. Cline
Editor Supervisor,
George J. Crone
Película Paramount
T
i
ARGUMENTO
ACK RILE Y es un sujeto optimista, a
quien nada le incomoda ni nada le
molesta. Este optimismo le ha valido
M. sobrenombre de Venga agua, estribillo
que repite sin cesar, venga o no venga a
I ¡cuento. Riley y unos cuantos compañeros
¡se encuentran a bordo de un acorazado de
ula Marina norteamericana, dedicados a la
nhúmeda tarea del baldeo, cuando aparece
¡ante ellos la marcial figura del capitán de
infantería de marina, quien manda a Venga
agua a una comisión del servicio. El capi-
tán se retira, y Riley, en vez de hacer lo
¡que aquél le ordenara, se entrega a manifes-
■jtaciones de desordenado regocijo con sus
■^compañeros, las cuales llegan a oídos del
Bcomandante, que pasea por la cubierta
■superior del buque. Atraído por los gritos
'||'y la baraúnda, el comandante se dirige al
i¡ ilugar donde se encuentra Venga agua, a
■¿quien sorprende luchando a brazo partido
I jcon Kelly, irlandés y testarudo como aquél.
i Para castigar su indisciplina, el comandante
ilordena a los dos irlandeses que se estrechen
I inmediatamente la mano y les condena a
lihacer lo mismo, en el mismo lugar, todos
I los días, durante quince minutos, hasta que
I les levante el castigo. Apenas el coman-
dante ha terminado de dictar la sentencia,
un chivo amaestrado por Venga agua para
ocasiones semejantes, sale de su escondrijo
y arremete contra su maestro, quien sale
disparado por los aires como una flecha,
para ir a caer a los pies de una linda joven-
cita que está visitando el acorazado.
Enamorado de la doncella, sin poderlo
remediar, Venga agua la promete ir a verla
al día siguiente por la tarde, que saldrá del
buque con licencia. Al día siguiente, cum-
pliendo la promesa de la víspera,
Venga agua se presenta en el hotel
donde la jovencita le dijo la encon-
traría. La sorpresa de Venga agua
no es para descrita cuando se entera
de que la mujer de sus ensueños
no es una gran señora, como él
suponía, sino una modesta tele-
fonista. Optimista por tem-
peramento e inclinaciones, Ven-
ga agua se conforma con
la metamorfosis, y sin más
averiguaciones respecto a
la persona de su
amada, la invita a >P
dar un paseo por el
Parque, lo cual es lo
más económico e
higiénico que puede i
ofrecerle. Mas no
encontrando en el
PAGINA 23
Mensajera ^arainaimt
Parque, por culpa de Kelly, la tranquilidad y el reposo necesarios para
una declaración de amor en toda regla, Venga agua propone a la
niña una excursión a la popular y divertida playa de Coney [sland.
La casualidad, del brazo de la fatalidad, personificadas por
el comandante del acorazado y su esposa, salen al encuentro
de nuestros amigos, en el instante que ¡ 'enga agua se apresta
a entablar una pelea a pelotazo limpio con Kelly, que venía
siguiéndole <\v>ik- el hotel, con la aviesa intención de
amargarle las pocas horas de licencia que tenía en tierra.
Una de las pelotas, disparada con pésima puntería pul-
la mano de Venga agua, hace blanco en pleno rostro del
comandante, quien, quieras que no. ordena el retorno
inmediato del culpable de lesa disciplina al acorazado,
donde sufrirá una condena de treinta días en el cala-
bozo. AI día siguiente, sin embargo, dispuesto Venga
agua a ver a su novia aunque lo fusilen, se une oculta-
mente a un destacamento de guardias navales, que ha
sido destinado a custodiar el correo en uno de los trenes
que salen de la ciudad, el cual es precisamente el que se
proponen asaltar unos granujas para apoderarse de una
crecida suma en oro que va en el furgón de cola. Otra
vez la casualidad hace que la novia de Venga agua se
entere del proyecto de los pilletes. y, decidida a impedirlo, se
dirige rápidamente a la estación, teniendo apenas tiempo de
agarrarse a la portezuela del vagón de cola, que es el mismo
en el que un minuto antes había entrado Venga agua. Reuni-
¡VENGA
II AGUA!"
con
Shirley Masón
¡Llueve a cubos! ¿Qué más da?
dos así por el azar, los dos amantes se proponen ser útiles a su
país, frustrando el proyecto de los bandoleros. Sin embargo, antes
que nuestros heroicos amigos consigan su objeto, los bandoleros
desengachan el furgón de cola del resto del tren, el cual desciende
con vertiginosa velocidad por vina aguda pendiente. Mal la ha-
brían pasado, sin duda, los salvadores del tesoro del correo rápido.
si un destacamento de guardias navales, al mando del coman-
dante de marras, no impiden, por medio de una locomotora, que
enganchan a toda velocidad al furgón de cola, el descarrilamiento
de éste. Detenido el furgón. Venga agua y su novia saltan de él
para caer en brazos del enfurecido comandante, cuyo furor se!
aplaca, sin embargo, el enterarse del heroico comportamiento de
los dos jóvenes amantes, cuya boda, como es natural, se impone.
UNA PELÍCULA DE RISA
Toda película consta, por regla general, de cinco o más rollos
de unos mil pies de longitud cada uno. Si contamos los rollos de
celuloide de que consta la película Venga agua, que son siete,
tendremos que este film de la Paramount consta de siete mil car-
cajadas, o sea una por cada pie de película. Esta es, por lo menos,
la opinión de cuantos asistieron a su exhibición en uno de los
teatros más importantes del Broadway neoyorquino. Douglas
MacLean, el eminente actor cómico, a quien el público ha aplau-
dido en varias otras películas y últimamente en la intitulada
¿Leoncitos a mí. 7 , se supera a sí mismo en esta comedia, de asunto
militar marino, que la Paramount distribuye por el mundo entero.
Shirley Masón, la encantadora protagonista de la película Oro del
." IGINA U
Mensa/era paramount
desierto, de la Paramount, aparece también en
el reparto de Venga agua, con un grupo de
distinguidos intérpretes de la pantalla. Eddie
Cline, director de las comedias de bañistas de
Mack Sennett, y recientemente de una serie de
películas en que tomó parte el precoz Jackie
Coogan, se encargó de la dirección de Venga
agua con el acierto que es en él característico.
Publicidad y Propaganda
BIOGRAFÍA de douglas
MACLEAN
Douglas MacLean, protagonista de la pelí-
cula ¡Venga agua!, nació en Filadelfia. Es
hijo del Reverendo C. C. MacLean. Douglas
estudió en la Escuela Preparatoria de la North-
western University y en el Instituto Lewis de
Tecnología, de Chicago. Al terminar sus estu-
dios, Douglas MacLean se dedicó por algún
tiempo al comercio, mas cansado de ello, in-
gresó de repórter en un periódico. Habiendo
tenido desde muy niño graneles aspiraciones
para el teatro, MacLean aprovechó la primera
oportunidad que se le ofreció para ingresar en
b Academia de Arte Dramático de Nueva
York. Al salir de la Academia, después de
brillantes exámenes, MacLean logró llamar la
atención de la famosa actriz Maude Adams,
quien le ofreció el papel de protagonista en la
fantasía intitulada "Rosalinda." Durante el
año siguiente, MacLean estuvo contratado con
una compañía que actuaba exclusiva y perma-
nentemente en Pittsfield, y durante otro año
formó parte del elenco de la Oliver Morosco
Stock Company, de Los Angeles, California.
En esta ciudad, metrópoli de la cinematografía,
interpretó su primera película con la eminente
actriz Alice Brady. Más tarde el gran "met-
teur" D. W. Griffith lo escogió para
ofrecerle un papel de importancia en
una película de guerra. Tan a satisfac-
ción del director desempeñó MacLean
este papel que no tuvo reparo en con-
fiarle la interpretación de dos papeles
igualmente importantes
en dos películas en las
que tomaba parte la
popular y aplaudida ac-
triz Mary Pickford.
Douglas MacLean debe
su título de estrella de
la cinematografía a su ta-
lento, en primer lugar, y en
segundo lugar al director
Thomas H. Ince. MacLean
ha interpretado papeles de
importancia en las películas
siguientes : "Twenty and a
Half Hours Leave," "El
pájaro de cárcel," "Passing
Thru," "El mensajero nú-
mero 13," "El Hotentote,"
"El cónsul yanqui," "Never
Say Die" y "Presénteme." En Ja
actualidad, la Paramount distribuye,
por arreglo especial, las películas por
él interpretadas, la primera de las
cuales fué la intitulada, La casa de
PAGINA 25
- - •
Mensq/era tfaranwunt
.■: r, a la cual siguieron . Imor al
vuelo, 'tos a mí? y la que con el
título de ¡Venga agua! se exhibirá en
el Teatro la cual, según
opinión de la crítica, constituye uno de
los éxitos más resonantes de
este eminente actor.
INTERPRETES DE
"VENGA AGUA
EX l.i película / / 'en-
agua! desenl-
ia el principal papel
femenino una de las ac-
trices más distinguidas
de la escena muda ameri-
cana. Claro está que nos
referimos a Shirley Ma-
són, bellísima actriz, a
quien el público recor-
dará de la película de la
Paramount. intitulada,
Oro del desierto. La
elección de Shirley Masón para tomar parte
en la película ; l' cuija agita!, secundando la
excelente labor artística del protagonista,
ocurrió de una manera completamente ca-
sual. Douglas MacLean, protagonista del
film, y Shirley Masón eran invitados de
honor del Almirante Luke MacXamee, al
mando del escuadrón de destructores de la
Ilota del Pacífico, a bordo de su buque, en
'■ ÍGJNA 26
el cual se sirvió un espléndido
lunch, cuando a Eddie Cline, di-
rector de la película, que había
ido a bordo del buque para solici-
tar la cooperación del Almirante
en la impresión de una película
de asunto marítimo que tenía en
preparación, se le ocurrió pre-
guntarle a MacLean si tenía in-
conveniente alguno en admitir a
Miss Masón en el reparto de la
película, a lo cual, como es natu-
ral, aquél respondió que tendría
gran placer en que su nombre
figurase junto el de tan distin-
guida actriz. Terminado el al-
muerzo, en el cual reinó la cor-
dialidad más grande, el director
anunció los nombres de los de-
más actores que figurarían en el
reparto de ¡Venga agua! Helos
aquí: Douglas MacLean, Shirley Masón,
Frank Campean. Wade Boteler, Jimmy
Bradbury, Lee Shumway, Lincoln Stedman,
Edwin Sturgis, James Masón y Ernest
Hilliard.
Con tan escogido reparto esta película
tiene que interesar forzosamente al público y
mantenerlo pendiente de la acción desde la
primera a la última escena.
ESCENAS A TODO COLOR EN
"¡VENGA AGUA!"
EN esta bella película de la Paramount,
que se exhibirá próximamente en el
Teatro , aparecen varias escenas
impresionadas por medio del procedimiento
llamado tecnicolor, el cual imparte al esce-
nario y a las imágens que aparecen en la pan-
talla su propio color natural. El hecho de
que no todas las escenas de este interesante
film son en colores, se debe a que Douglas
MacLean, el protagonista, cree que tai nove-
dad, aplicada a una película cómica, podría
desviar fácilmente la atención del público
del asunto cómico hacia la innovación del
color. Sin embargo, en las escenas finales
de la película el nuevo procedimiento tecni-
color se demuestra en todo su valor, siendo
esta la primera vez que tal invención se em-
plea en una película cómica.
rvTVTrvrrer-rreTTTT^ú^iZZ^
Lo que se oye en todas partes:
¡CHANG! ¡CHANG! ¡CHANG!
¿Qué será?
| |mv*w¿¿^¿¿¿¿¿¿.w>¿m¿a^^
Mensa/ero ^aramaunt
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ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
presentam
La Producción de
í í
EL JINETE MISTERIOSO
con JACK HOLT
ARGUMENTO
LARGOS años llevan luchando los colo-
nos del Valle del Desierto, en Cali-
fornia, contra el calor y la aridez de
la tierra en espera de que se canalicen las
aguas del río Colorado, y de esta manera
hacer de las tierras inhospitalarias que ellos
han colonizado un emporio de riqueza y
seguros hogares para sus familias. Después
de ruda lucha contra la aridez del suelo,
¿abrasado por el sol, y cuando ya está próxi-
ma la consecución de su ideal, el abogado
Cliff Harkness les comunica que la pro-
piedad de la tierra por ellos colonizada está
sujeta a una antigua Licencia Real española,
cuyo documento, que en este caso es el título
de propiedad del Valle del Desierto, acaba
| de adquirir, siendo, por lo tanto, el legítimo
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky presentan a
JACK HOLT
e n
"EL JINETE MISTERIOSO"
("The Mysterious Rider")
Dirección de JOHN WATERS
Asunto original de ZANE GREY
Versión cinematográfica de FRED MYTON
y PAUL GANGLON
:
propietario de la extensión de tierra por
ellos ocupada.
Por consejo de Benton Wade, uno de los colonos
más apreciados de la comunidad, los moradores del
Valle deciden reunir la cantidad de veinte mil dólares,
que Harkness exige por el título de propiedad de la
tierra. Haciendo innumerables sacrificios y poniendo
cada uno el último centavo de sus ahorros, ponen en
manos de Benton la pequeña fortuna para que él se
encargue de entregársela al abogado.
En este medio tiempo, Marcos King, representante
de una poderosa empresa, entérase de que el gobierno
va a canalizar el río Colorado y que, en consecuencia,
el Valle del Desierto se convertirá en la florida huerta
soñada por los colonos. Decidido a adquirir la pro-
piedad de la tierra, ofrece cien mil dólares al abogado
REPARTO
Benton Wade Jack Holt
Dorotea King Betty Jeivel
Marcos King David Torrence
Lem Billings Tom Kennedy
Cliff Harkness Charles Sellon
Tackeray Arthur Hoyt
Juan Wilson Gity Oliver
Sheriff Albert Hart
Tom Saunders I van Christie
Colonos, vaqueros, bandidos,
etc.
Harkness por la Licencia Real española,
quien, viendo en perspectiva un gran nego-
cio, acepta la oferta. Cuando horas más
tarde se presenta Benton Wade con los
veinte mil dólares de los campesinos, el abo-
gado le da a cambio de dicha cantidad un
recibo escrito con tinta compuesta que
desaparece a los pocos minutos.
Adquirido el título de propiedad por Mar-
cos King, éste solicita un mandato judicial
para hacer que los colonos le entreguen sus
tierras. Resístense los moradores del Valle
y, todos unidos, se dirigen a casa de Benton
Wade, quien en aquel momento se encuentra
en agradable coloquio con la hija de M'arcos
King, paseando a caballo por las cercanías.
Enterado de lo que ocurre, viene a galope
tendido y se encara con Harkness, recor-
dándole la entrega de los veinte mil dólares y
el recibo por él extendido. Niega el abogado
haber recibido tal cantidad y le exige que
presente el recibo. Al hacerlo, Benton muestra un
simple papel en blanco y tiene que doblegar su cabeza
ante las afirmaciones del malvado. Enfurécense los
colonos y tratan de linchar a Benton por haberlos
traicionado y robado el dinero. Defiéndese el joven
con la ayuda de uno de sus amigos y promete entre-
garse a las autoridades para que juzguen el caso, lo
cual es aceptado por los colonos. La bella Dorotea,
segura de la inocencia de Benton, lo anima a luchar
por esclarecer el misterio y se ofrece a ayudarlo en la
batalla legal.
Preso Benton y desorientados los colonos en su
desgracia, Marcos King hace venir de la ciudad un
grupo de pistoleros mercenarios para que desalojen
PAGINA 27
Mensa/era tfarammmt
por la fuerza a los que hasta entonces ha-
bían trabajado la tierra. Conocedor Benton
de lo que ocurre, logra que el hijo del car-
celero le abra la puerta de la celda, y du-
rante la noche recorre, vestido con un dis-
fraz, la- moradas de los campesinos, incitán-
dolos a que resistan v no abandonen los de-
rechos que tienen a la posesión de sus
tierra-.
Decidido a todo, Benton penetra en el
despacho de Harkness en espera de encon-
trar algún indicio que le permita descubrir
el misterio del recibo desaparecido. Encon-
trándose revisando papeles, es sorprendido
por Harkness y uno de sus secuaces, con
quienes entabla ruda lucha para reducirlos a
la impotencia y obligarlos a confesar la ver-
dad. Después de amenazar a Harkness con
quemarlo vivo, le venda los ojos y le aproxi-
ma un hierro candente a la nariz. Después
coge un trozo de hielo y se lo pasa varias
veces, por el pecho, haciéndole creer que es
el hierro candente y que lo achicharrará si
no le dice la verdad. Presa de terror,
Harkness confiesa el fraude y le dice a
Benton que si aproxima el papel al fuego
aparecerá la tinta de nuevo, encontrándose
en posesión del recibo legal. Hácelo así
el colono y, después de ver con alegría
el resultado, sale a todo galope de
su caballo en dirección al lugar en
que se encuentran los campesinos,
defendiendo con las armas en la
mano la posesión de la tierra
que antes regaron con su
sudor.
Mientras Benton galopa,
Marcos King, temeroso de la
publicidad que la prensa de la capital está
dando al sunto del desposeimiento en masa
de los colonos, y al mismo tiempo para
evitar el derramamiento de sangre, propone
a los campesinos darles una recompensa de
veinticinco dólares por acre de tierra que
hayan trabajado, a cambio de que renuncien
a sus derechos. Después de bien conside-
rado, los colonos aceptan la oferta y, en el
preciso instante en que se está firmando el
contrato, llega Benton con el recibo que
acredita la legítima posesión de la tierra por
haber comprado los colonos la Licencia Real
española. Con el recibo, también trae el
joven el cheque que King extendiera a favor
de Harkness, por la compra del mismo docu-
mento, y que el abogado no había hecho
efectivo aún.
Poco después, al comenzarse a canalizar
las aguas del río Colorado, que han de traer
la prosperidad al Valle del Desierto, Benton
Wade y Dorotea King, unidos por el
estrecho abrazo del amor, contemplan la
dicha con que los colonos cultivan sus tierras
y embellecen sus hogares, bendiciendo al
Jinete Misterioso que les dio ánimo para
luchar por sus derechos y supo hacer triun-
far la verdad y la justicia de su causa.
J. DE B.
Publicidad y Propaganda
"EL JINETE MISTERIOSO"
Como película típica de las llamadas del
Oeste americano, la intitulada El jinete mis-
terioso, de la Paramount, en la cual el popu-
larísimo Jack Holt interpreta el papel de
protagonista, en ella abundan en grado
superlativo los actos de fuerza y destreza,
así como también las escapadas y persecu-
PAC1\ I .'8
Jnensq/era paramount
,:iones hípicas de gran espectáculo y sensa-
ción. Para dar al lector una somera idea
de ellos, nos bastará con citar la lucha entre
Jack Holt y Tom Kennedy, cuando éste
tiaidoramente lo arroja desde lo alto de una
escarpada peña a lo más profundo de un
las carnes de Harkness, cuando de una ma-
nera inesperada lo trueca por un pedazo de
inofensivo hielo. La huida de Jack Holt
en el momento que sus enemigos pretenden
lincharlo, es indiscutiblemente uno de los epi-
sodios más espectaculares que jamás se han
escenas de la película El jinete misterioso,
de la Paramount, basada en una interesante
novela de Zane Grey, nos facilita la res-
puesta a nuestro amable y remoto corres-
ponsal.
Un día determinado, que resultó ser el
trece de no sabemos qué mes, se reunió
en el estudio de la Paramount, en
Hollywood (California), un grupo de
actrices y actores, con Jack Holt y
Betty Jewel a la cabeza, para empren-
der la marcha hacia el lugar que el
director John Waters escogió de ante-
mano para impresionar las escenas ex-
teriores, o al aire libre, de la película.
En la estación, la troupe, en la cual
había tres actores adolescentes de trece
años justos de edad, se encontró un
tren formado por trece vagones espe-
rándola. Nadie pareció prestar la
menor atención a los detalles de la
fecha, la edad de los adolescentes y el
número de vagones de que estaba for-
precipicio. El rescate de la gentilísima
Betty Jewel del fondo de un pozo en el
acto que el fango está a punto de cubrirla.
Esta escena no puede ser más real, pues en
jeste mismo pozo han perecido varias per-
donas víctimas de su imprudencia. En la
región donde se impresionaron las escenas
de la película El jinete misterioso, que se
exhibirá en el Teatro abundan los
pozos y hoyas, que son verdaderas trampas,
en cuyo fondo fangoso desaparecen hombres
y animales como si un monstruo misterioso,
habitante en las cavidades subterráneas, se
los tragase. Otra de las escenas más impre-
sionantes de la película es aquella en que
Jack Holt, sorprendido por sus enemigos en
el domicilio de David Torrence, intérprete
del papel de Marcos King, huye a todo
escape por una ventana, de la cual salta a la
silla de su caballo en medio de una verda-
dera lluvia de balas. La tortura del mal-
vado Harkness, interpretado por Charles
Sellon, durante la cual Holt aplica ingenio-
samente en el pecho de aquél un pedazo de
hielo, lo cual le produce el efecto de que
su mortal enemigo le aplica un hierro can-
dente, que él mismo vio calentar en el hor-
nillo. Este truco original es de gran efecto,
pues el público está en la creencia de que
Holt va a aplicar el hierro al rojo vivo en
cinematografiado. No es menos especta-
cular, sin embargo, la escena en que los
colonos son impiamente arrojados de sus
lares, de los cuales se alejan en inter-
minable caravana, llevando consigo los
únicos bienes materiales que sus espolia-
dores les han respetado. Este episodio
sugiere las luchas primitivas en que pue-
blos enteros eran desposeídos de sus tierras
por un mandato real para fundar mayo-
razgos que pronto habrían de convertirlas
en eriales inmensos o en cotos de caza. El
desenlace de la película, en el cual acontece
la indispensable reconciliación, es de un
efecto digno de tan bella película.
¿SON SUPERSTICIOSOS LOS
ACTORES?
NO hace muchos días, entre el montón
de cartas que nos llegan de diferentes
países de la tierra, a nuestra mesa de Redac-
ción llegó una, en forma de cuestionario, en
el cual su autor nos sometía a un rígido in-
terrogatorio. Entre las preguntas acerca de
lo que hacen o dejan de hacer los artistas
de cine, había una que decía textualmente,
¿ Son supersticiosos los actores ? Un inci-
dente ocurrido durante la impresión de las
PAGINA 29
i' *>.
di ú
Mensajera tfaramaunt
mado el tren que debía conducirlos a más
de trescientos kilómetros de distancia.
Al llegar a la pequeña estación) desde
don. le la compañía debía internarse en la
Sierra Nfevada, los expedicionarios se em-
iron en trece potentes automóviles, los
cuales sar de su potencia, se quedaron
a medio camino, obligando a la troupe a
emprender la marcha a pie hasta el lugar
donde estaba instalado el campamento de
tiendas de campaña que debía alujarlos
durante las -emanas que duraría la impre-
sión de las escenas de la película.
Al divisar desde lo alto de una loma
las trece blancas tiendas de campaña
en el fondo del valle, uno de los
actores, el más viejo de la troupe,
,nn actor del teatro hablado,
hizo notar a sus compañeros la in-
sistencia con que el fatídico número
les perseguía, al cual imputaba to-
das las desventuras ocurridas a la
compañía desde su salida de Holly-
wood.
Los actores más jóvenes se rieron
de las aprensiones del viejo artista,
las cuales achacaron a la antigua supersti-
ción de los actores del teatro hablado, de
atribuir al número trece la razón de todos
sus descalabros y fracasos.
PROPAGANDA CALLEJERA
EL empresario que exhiba en su teatro
la película El jinete misterioso podrá
emplear ventajosamente para la propaganda
callejera de este film, un individuo man-
dadera maestría, puede aparecer en dife-
rentes trucos de publicidad al hacer lá
propaganda de El jinete misterioso. Una
reata en forma de laso, una silla vaquera
de montar, un poncho, unos acicates c
espuelas, una
máscara, co-
locados en un
lugar visible
d e 1 vestíbulo
durante la
proyección de
tado a caballo
ataviado al es-
tilo te j ano co-
mo el prota-
gonista de la
película. Si el
empr es ario
hace cabalgar
a este jinete,
o a un número de ellos, por las princi-
pales calles de la ciudad, no hay duda
que logrará llamar la atención del público
hacia el estreno de la película.
la película, darán la impresión de que sonj
objetos pertenecientes al misterioso jineta
y despertarán cierta curiosidad en el público
por averiguar de qué se trata.
PARA EL VESTÍBULO DEL
TEATRO
v# T7^ L lazo, insustituible implemento de
^ .1 J trabajo y a veces arma defensiva
y ofensiva de los vaqueros téjanos y
mexicanos, quienes lo manejan con ver-
TINTA INVISIBLE EN VEZ DE
PISTOLAS
A los aficionados a los dramas llamados
del salvaje Oeste, acostumbrados a ver
esgrimir a los vaqueros el descomunal re-
vólver de seis tiros por un quítame allá esas
pajas, les sorprenderá la novísima y original
arma de combate empleada con eficaces re-
sultados por uno de los villanos de la pelí-
cula El jinete misterioso. Claro está que el
revólver no ha desaparecido completamente
de la pantalla en esa clase de películas, pero
buena señal es el que el autor del argumen-
to substituyese el revólver por la tinta in-
visible, la cual tan importante papel desem-
peña en uno de los incidentes más impor-
tantes de ese film.
P IGlíiA 30
Mgnsa/era tyarammuit
Estudiotfamas Paramount
Fachada del edificio en que están situados los gigantescos estudios de la empresa Paramount Famous Lasky Corporation, en Hollywood (California), en
donde se producen las admirables películas Paramount, aplaudidas en el mundo entero.
DESFILE DE VETERANOS
INGLESES
^4 LOS acordes de la Marcha Real inglesa
P*- y de la popular canción "The Camp-
lells are Coming," en días pasados desfi-
iron por Hollywood más de cien veteranos
ígleses y escoceses de la Gran Guerra con
l rifle al hombro, por primera vez desde la
elebración del Armisticio. Para conseguir
kn gran número de soldados veteranos
ué preciso ir a Los Angeles, pues habría
do materialmente imposible hallarlos en
ollywood. Estos veteranos de la guerra,
chitas de la cinematografía, aparecerán en
s escenas bélicas de la película de la Para-
ount, intitulada, El remolino de la juven-
iid, impresionada en California bajo la di-
lección de Rowland V. Lee. En el reparto
je la película figurarán los nombres de Lois
;loran, Donald Keith, Alyce Mills, Vera
oronina, Gareth Hughes y Larry Kent.
EFECTO FOTOGRÁFICO
SORPRENDENTE
E sorprendente, por su originalidad y
belleza, puede calificarse el efecto
btográfico que logró el reputado camera-
dan Harry Fishbeck en el estudio de la
Paramount durante la impresión de las esce-
nas de la película intitulada, El mundo a sus
pies, en la cual la eminente actriz Florence
Vidor desempeña el principal papel feme-
nino. En el efecto fotográfico en cuestión
aparece esta conocida artista de la pantalla
mirando a través de su propia sombra. Este
efecto fotográfico ofrece la particularidad
de que Fishbeck no colocó ninguna luz a
espaldas del asunto para proyectar la sombra
como se hace corrientemente, sino que el
fotógrafo concentró toda la luz en el rostro
de Miss Asidor mientras ésta tenía la vista
fija en el lente de la cámara, sin que apare-
ciese el menor asomo de sombra en el fondo
de la fotografía. El procedimiento emplea-
do por Fishbeck para obtener este efecto, el
cual seguramente llamará la atención del
público y particularmente de los peritos en
cinematografía y fotografía, es un secreto
profesional.
PARÁGRAFOS PARAMOUNT
ERNEST SCHOEDSACK, quien en
compañía de Merian Cooper filmó la
película Chang en las selvas inexploradas de
Siam, a una temperatura de 150 grados Fah-
renheit, se encontró recientemente, a su re-
greso de Siam, en medio de una furiosa
tempestad de nieve, durante la cual el ter-
mómetro señaló treinta grados bajo cero.
Mr. Schoedsack atravesaba a la sazón la
provincia canadiense de Alberta, de paso
para Nueva York.
JOSEPHINE DUNN, alumna graduada
de la Escuela de Artistas Paramount, a
quien el público ha aplaudido recientemente
en la película El más grande error, está en
la actualidad en California preparándose a
tomar parte en la interpretación de un im-
portante papel de la película "Bomberos,
salvad a mi hijo," tercera de la serie de
chispeantes comedias interpretadas por
Wallace Beery y Raymond Hatton. Esta
película, como las dos anteriores, se impre-
sionará en Hollywood bajo la dirección de
Edward Sutherland.
VÍCTOR FLEMING, director de la pe-
lícula The Rough Riders, de la Para-
mount, fué en otro tiempo un famoso corre-
dor de carreras de autos.
LOS franceses consideran a su compa-
triota Arlette Marchal, actriz de la
Paramount, como la mujer más hermosa que
aparece en la pantalla.
PAGINA 31
Mensa/era tyarantaunt
Una Página de Interés para Todos
■TKTER PAN" EN LA ESCUELA
LAS GRANDES FIGURAS DEL CINE
Al lili.' I de información copiamos de la revista cinemato-
gráfica /•'< togramas, que se publica en la capital de España,
iguicntes líneas :
''Con la lidíenla Peter Pan, basada en la hermosa obra del
escritor inglés Barrie, titulada Peter Pan and Wendy, se inauguró
en Madrid, el domingo 26 de ^,
diciembre, el "Cine-Escuela" *\/^4 ^<C^^* a .
que, poco a poco, irá incor-
porándose a todas las gran-
des poblaciones españolas,
para continuar su viaje edu-
cativo por los pueblos impor-
tantes, las aldeas y los case-
ríos de España entera.
''Este aspecto pedagógico
del cine, que ya en otros
países, como Francia, Norte-
américa, Inglaterra, Alema-
nia, Italia. Japón y otros lu-
gares, ha sido implantado
ya hace tiempo, es una diver-
tida y amena forma de en-
señanza que alcanzará segu-
ramente resultados prácticos
y definitivos en los cerebros
de los niños.
"La película con la cual se
ha inaugurado el Cine-Es-
cuela es una cinta de interés
excepcional y de gran im-
portancia en el aspecto artís-
tico y recreativo. Ninguna
narración la supera en gra-
cia, en sencillez, en situacio-
nes entretenidas y en moti-
- de lógica pura y moral.
La novela, que ha sido tra-
ducida al español por doña
María Luz Morales, lleva un
prólogo de la traductora, que
dice :
"Ahora, en la pantalla, al
tiempo que en este libro, va
a hacerse querer de nuestros
chiquillos el prodigioso Peter
Pan; con sus no igualables
posibilidades el cine va a
hacer surgir ante nosotros la
encantadora isla de El País
de los Sueños. Y el fantás-
tico niño que "no quiso cre-
cer," va a encarnarse en la
más deliciosa criatura que se
puede imaginar: en la in-
PACINA 32
genua Betty Bronson, la chiquilla de ''los azules ojos y las
piernas de chico," hasta ayer humilde muchacha desconocida, y
a quien el mismo Barrie prefirió para su original protagonista a
un número incalculable de estrellas consagradas ya. . .'
Peter Pan, como se recordará, fué producida en los estudio*
de la Paramount hace unos dos años y exhibida con grandios
éxito en los principales países del mundo.
CLARA BOW
Eminente y bella actriz de la Paramount cuyo triunfo en la película ELLO
la ha elevado a las más altas cumbres del arte cinematográfico.
El Cinematógrafo en
los Trenes
EL cinematógrafo en los
grandes expresos ame-
ricanos reportaría grandísi-
mas ventajas al viajero que
se ve obligado a aburrirse
durante varios días en el va-
gón del ferrocarril, que li
conduce, a gran velocidad
pero no tanta como él qui-
siera, de Nueva York a Cali-
fornia. Algunos trenes y
muchos vapores trasatlánti-
cos tienen ya un servicia
regular de cinematógrafo.
Hace bastante tiempo que en'
el tren especial del Presi-
dente Coolidge, y en el va-
gón-club, hay proyecciones
regulares de cinematógrafo
En opinión del literato ame j
ricano H. L. Mencken, edi-j
tor de la revista America)^
Mercury, no está lejano e :
día en que el cinematógrat'
esté incorporado a todos los.
trenes que recorren larga?
distancias.
■^"TOXñT
EL CINEMA
La universalidad del cine-
ma hace que sea de una en
cacia más rica que las demás
artes bellas. Esta eficacia ra-¡
dica en su inmenso poder de
unificación. El cinema es el
arte que penetra más honda-'
mente en los dominios de la|-
ciencia. Es, asimismo, el
arte que puede señalar conj
mayor precisión el estado df
una civilización y de una cul-fl
tura.
Alejandro Plana,
en La Nova Revista|
de Barcelona
Mgn&ajera *f*aranwunt
Una Página de Publicidad para el Empresario
DOUGLAS MACLEAN
¡mínente actor cómico, protagonista de la chistosa
película "¡Venga agua!", de la Paramount.
SOLUCIÓN DE UN VIEJO
DILEMA
N la película El traje de etiqueta, que
se exhibirá en el Teatro
firginia Valli, la encantadora actriz, intér-
prete del principal papel femenino de la
película, soluciona, a su modo, el tan com-
plicado dilema de la mujer que se casó, por
a fuerza, con un millonario a quien no po-
jlía querer por no ser persona de refina-
niento y distinción. El marido en cuestión,
jnentira parece, es nada menos que el ele-
fante entre los elegantes, el culto entre los
pitos, el refinado entre los refinados,
¡\dolphe Menjou, protagonista de la pelí-
cula. Aunque en la película Menjou repre-
senta ser uno de los hombres más ricos de
(Francia, poseedor, como si esto no fuese
[unciente, de un apellido ilustre, a Miss
i alli, es decir, a Germana, la emperejilada
kovencita que ella interpreta, no le parece lo
gastante refinado en sus modales y costum-
bres para ser su esposo. Mas como quiera
«ue Menjou, o Luciano, ama a Germana con
entrañable afecto, hace el sacrificio de aban-
donar su granja y con ella sus caballos, ye-
hias y novillos de pura sangre, para irse
\ París en compañía de un antiguo com-
bañero de colegio, muy versado en asuntos
jle la vida nocturna parisién, con quien
dilapida toda su fortuna, la cual da por muy
bien empleada, por cierto, pues consigue
refinamiento a costa de su ruina, y con él el
amor de la exigente Germana.
ACTOR DRAMÁTICO CONVER-
TIDO EN CÓMICO
DESPUÉS de ver a Noah Beery en la
interpretación de un papel cómico
como el que desempeña en la película El
traje de etiqueta, en la cual Adolphe Men-
jou interpreta el de protagonista, el público
se pregunta si este admirable traidor, pues
este el tipo que hasta la fecha ha interpre-
tado a las mil maravillas, seguirá los pasos
de su hermano Wallace en la comedia. En
la película antes mencionada, Noah Beery
demuestra poseer en grado superlativo lo
que se ha dado en llamar vis cómica, lo
BETTY BRONSON
La encantadora chiquilla de '"los azules ojos y las
piernas de chico," de Peter Pan, película con que
acaba de inaugurarse en Madrid el Cine-Escuela.
cual parece imposible en un actor a quien
acabamos de admirar en la interpretación de
un papel tan intensamente dramático como
el de Sargento Lejeune en la película Beau
Geste. Noah Beery fué elegido para inter-
pretar el papel de Barón Clement de la pelí-
cula El traje de etiqueta por su feliz inter-
pretación de un papel cómico en The
Rough Riders, la película cuya acción se
desarrolla en los días de la guerra hispano-
norteamericana. En vista del éxito ob-
tenido por Noah Beery en películas cómicas,
no es difícil que lo veamos más adelante en
otras caracterizaciones de este género.
UNA IDEA
Búsquese un individuo que tenga cierto
parecido con Adolphe Menjou, a quien el
empresario vestirá irreprochablemente de
etiqueta y le hará recorrer, vestido así, las
calles contiguas al teatro a la hora de mayor
tráfico. Hágase marchar, a corta distancia
de este individuo, a un mozo con un cartel,
en el cual se lea : Si está usted aburrido,
vaya a pasar una hora divertida con Adolphe
Menjou en el Teatro
El título de la película y la prenda de
vestir, alrededor de la cual gira el asunto,
sugerirán al empresario variados trucos de
publicidad originales y atractivos.
Señor Empresario:
Lea usted el argumento de
"CABARET"
"EL TRAJE DE ETIQUETA"
"LA REINA DE LA MODA"
"CALLEJONES SIN SALIDA'
"LA TELEFONISTA"
"VENGA AGUA"
"EL JINETE MISTERIOSO"
en este número.
HAROLD LLOYD
El mago de la risa, protagonista de "El hermanito."
PAGINA 33
oHensa/era tforantaunt
Biografías, Anécdotas, Noticias de Interés y Sugestiones de Publicidad
LOS PAR AGUAS A LA ORDEN
DEL DÍA
}^ X una película que se intitule ¡Venga
J agua! es natural y lógico que los
paraguas desempeñen un papel importan-
o en su propaganda. Si el estreno de
la película coincide con un día lluvioso, el
empresario podrá aprovechar la coinciden-
cia, mandando pasear las calles contiguas a
su teatro a unos cuantos individuos arma-
dos de sendos paraguas, en los cuales se
leerá la inscripción, ¡Venga agua! Si el
empresario dispone de una docena de ca-
potes de agua, o impermeables embreados
d< los que usan con especialidad los marinos,
con su correspondiente capuchón o capacete,
puede emplearlos para obtener el mismo
eíecto. Sería acertado entregar a cada in-
dividuo una cantidad de boletines o pro-
gramas de mano en los cuales se anuncie el
estreno de la película. Los paraguas y ca-
lióles de agua podrán emplearse, tal vez con
mayor efecto, en cualquier día, aunque en
vez de llover haga un sol que derrita las
piedras.
BOLETINES METEORO-
LÓGICOS
EL empresario podrá distribuir, con an-
ticipación a la fecha del estreno de la
película, en los lugares públicos más con-
curridos de la localidad, una hoja impresa
semejante a las que distribuye en algunas
ciudades la estación meteorológica local, en
la cual se lea: Tiempo Probable — Tempes-
tado de aplausos en la zona comprendida
entre la calle (aquí el nombre de la calle en
que está situado el teatro) y la (aquí el
nombre de la calle de la esquina del teatro).
Grandes chubascos en la misma región a
partir del día (aquí la fecha de estreno de
la película). El foco de los disturbios at-
mosféricos está localizado en el Teatro
, en donde Douglas MacLean y
su troupe de artistas desafían a los elemen-
tos v levantan tempestades de carcajadas en
la película ¡Venga agua!, de la Paramount.
PARA EL VESTÍBULO DEL
TEATRO
OBTÉNGASE un paraguas de enormes
dimensiones, el más grande que exista
en la localidad, y cuélguese del techo en el
centro del vestíbulo, rodeado de cierto nú-
mero de paraguas de menor tamaño. Colo-
qúese en un lugar visible del vestíbulo un
letrero que diga : Estamos preparados. —
¡Venga agua!
El empresario puede alterar a su gusto
la disposición de los paraguas y la inscrip-
ción del letrero, de conformidad con sus
particulares necesidades.
INTRÉPIDA AMAZONA EN DOS
SEMANAS
POCAS semanas antes de procederse a
la impresión de las escenas de la pelí-
cula El jinete misterioso, de la Paramount,
que se exhibirá en el Teatro. . ., Betty Jewel,
bellísima intérprete del principal papel fe-
menino, sabía montar a caballo, pero ni
con la destreza que demuestra en las sen-
sacionales escenas de este film. Betty Jewe
había cabalgado infinidad de veces por los
alrededores de Hollywood y por la pistl
hípica del Parque Central neoyorquino, pero
de esto a montar a caballo en la forma con
que se ve obligada a hacerlo en El j hiele
misterioso, media una distancia enorme. Sin
embargo, deseosa de tomar parte en esta
película con el popular actor Jack Holt, que
en ella desempeña el papel de protagonista.
Betty Jewel se aplicó con gran entusiasmo
en el arte de la equitación, con el resultado
de que a los quince días justos de haber in-
gresado en una Academia, salía de ella con-
vertida en una verdadera amazona, deshan-
cando a las otras tres actrices que había!
solicitado previamente del director John
Waters la caracterización del interesante pa-
pel de Dorotea. Las pruebas de eliminación
se efectuaron en el gran rancho de Lasky.
adyacente a los terrenos del estudio de la
Paramotmt, y en ellas tomaron parte las
cuatro actrices que se creían con habilidades
suficientes para aparecer en la película.
Después de una serie de actos de equitación
a cual más emocionante y atrevido, el jurado
decidió por unanimidad conceder el título de;
amazona a la simpática actriz Betty Jewel, al
quien acto seguido el director Waters pre-<
sentó a Jack Holt y a los demás intérpretes'
principales de la película El jinete miste-
rioso, en cuyas escenas el público aplaudirá
los actos de arrojo de esta encantadora ac-
triz, a quien su amor a la profesión hizoi
Aspecto que ofrecía el vestíbulo del Teatro Olimpia, de México, durante la exhibición en este elegante coliseo de una película de Gloria Swanson. Trece
hombres sandiviches disponiéndose a recorrer las calles de la capital con unos carteles que, combinados, daban el nombre de la famosa actriz y el del
teatro donde se exhibía la película.
/' n.n i ,;i
Mensajera paramount
V Propaganda para las Películas que Aparecen en Este Número
Harold Lloyd, el inimitable cómico de los anteojos de concha, goza de gran popularidad en Sudamérica.
los mejores cines de Santiago de Chile, dispuso diversos medios de publicidad y propaganda para anunc
cuales aparecen reproducidos en este grabado.
Comprendiéndolo así el empresario de uno de
iar la película El hambre mosca, algunos de los
vidar los peligros que corría al lanzarse a
'do galope por vericuetos y atajos intransi-
bles durante la filmación de las escenas de
■ta bella película de la Paramount.
Publicidad y Propaganda
"LA TELEFONISTA"
¡La película de la Paramount, intitulada,
telefonista, que se estrenará en el Tea-
es la adaptación del drama del
tiinente dramaturgo y conocido director
nematográfico William C. de Mille, La
ujer, llevado a la pantalla bajo la direc-
pn del reputado metteur Herbert Brenon
¡>n un brillante reparto, en el cual figuran
istas tan distinguidos como Madge Bel-
Bmy, Holbrook Blinn, Warner Baxter, May
jjllisoia y Lawrence Gray.
B Kl argumento gira alrededor de una serie
c acontecimientos provocados por una ca-
brilla política secreta, en combinación con
Ji grupo de periodistas sin escrúpulos, en
|iyas maquinaciones se ve envuelta, muy a
]i pesar, la protagonista del cinedrama, una
-llísima telefonista, verdadera heroína de
liestra historia. El director Herbert Bre-
|)n confió, con muy buen acierto, indudable-
mente, la interpretación del papel de la pro-
¡l'gonista del drama a Madge Bellamy, ac-
Iiz de relevantes dotes, quien, secundada
)r artistas tan eminentes como Holbrook
linn y Warner Baxter, hace de La telefo-
nista uno de los dramas más emocionantes y
¿ mayor intensidad dramática que hemos
visto recientemente en la pantalla. Si el
nombre de Madge Bellamy no estuviese ya
consagrado por la fama por su excelente ca-
racterización del principal papel femenino
de la película El caballo de hierro, de la
empresa Fox, bastaría su interpretación en
La telefonista para conseguirlo. Holbrook
Blinn, el eminente actor que secunda a Miss
Bellamy en esta película, apareció reciente-
mente en la intitulada, La mujer enmasca-
rada y en la actualidad está trabajando en
uno de los teatros del Broadway neoyor-
quino. A Warner Baxter lo aplaudió el
público no hace mucho en la película Aloma
y en la intitulada, La ajena felicidad, inter-
pretando el papel de protagonista. Law-
rence Gray conquistó grandes aplausos en
las películas La Venus Americana y Ámalos
y déjalos. La dirección, como hemos dicho
antes, fué encomendada a Herbert Brenon,
cuyo último triunfo, Beau Geste, está fresco
en la memoria de los buenos aficionados al
cine. Mr. Brenon dio anteriormente a la
cinematografía americana obras tan hermo-
sas como Peter Pan, Un beso para Ceni-
cienta y Madres que bailan. La acción de
la película se desarrolla en la playa de mo-
da de Atlantic City y en Nueva York. Por
su presentación, interpretación y asunto, La
telefonista es un film Paramount que los
verdaderos amantes de la cinematografía
aplaudirán con deleite.
Sugestiones de Explotación
Una o dos semanas antes del estreno de
la película La telefonista, el empresario que
tenga proyectado exhibirla en su teatro, se
avistará con el gerente de la compañía tele-
fónica de la localidad con el objeto de en-
terarle del estreno de un film que llevará
el sugestivo título de La telefonista. Si el
empresario logra del gerente la cesión du-
rante la proyección de la película de un
cuadro de distribución para instalarlo en el
vestíbulo de su teatro, el cual puede conver-
tir en una estación telefónica improvisada
operada por una de las jóvenes telefonistas
de la estación central, los resultados serán
tan ventajosos para la compañía de teléfo-
nos, para demostrar al público el funciona-
miento de sus aparatos, como para el em-
presario como propaganda de la película.
MENSAJERO PARAMOUNT
Al Servicio del Exhibidor
Revista mensual publicada por el
Departamento Extranjero
PARAMOUNT FAMOUS LASKY
CORPORATION
Paramount Building
Times Square Nueva York, E.U.A.
O. R. Geyer J. Ventura Sureda
Director de Publicidad Editor
Vol. V.
Junio 1927
No. 6
PAGINA 35
^^^^^S^^CCt^^JOmÁ
EL ROBLE VIGOROSO
Distribución gratuita
País de origen : E. U. A.
ñSSvivíííwKv.
i'V?*?^
VAV-vv\r.^v-v.vw.vvvv , Avvv^ , -v.vwv 1
SEÑOR EMPRESARIO:
eN la página editorial que
sigue hay una noticia de
suma importancia para
usted. Para su conveniencia
personal y por el bien del ne-
gocio que explota le recomen-
damos muy encarecidamente
que la lea, pues entraña una de
las oportunidades más venta-
josas para usted que puede
proporcionarle la Paramount.
Léala usted sin tardanza,
pues le interesa y le conviene.
1-v
^^Vffff^ n ttfffMf^^^^ m W*^ u fff^^^^ n ^ffJV^^» m fff^ m f^V^'n m A m - m SfJ l MfSffSMfJJ^
w¿
MENSAJERO PARAMOUNT
AL SERVICIO DEL EXHIBIDOR
REVISTA MENSUAL PUBLICADA POR EL DEPARTAMENTO EXTRANJERO
O. R. GEYER,
Director de Publicidad
Vol. VI
PARAMOUNT FAMOUS LASKY
CORPORATION
Times Square, New York, E.U.A.
J. VENTURA SUREDA,
Editor
No. 1
INNOVACIÓN TRASCENDENTAL
DE trascendental, tanto para el exhibidor cinemato-
gráfico como para el público, puede calificarse la
resolución adoptada en la Convención de repre-
entantes de la Paramount, celebrada a primeros de
nayo en uno de los grandes halls del Hotel Pennsyl-
fania, de Nueva York, con asistencia de numerosos dele-
gados procedentes de los principales países del mundo,
le producir en lo futuro películas cómicas de corto me-
raje, en la proporción siguiente: una comedia de dos
olios todas las semanas, en las cuales se incluirán las
enombradas comedias Christie interpretadas por el
hispeante actor Bobby Vernon, en número de ocho al
ño; las comedias de Jimmie Adams, tan regocijantes
orno las del actor antes mencionado, en idéntica propor-
ión; ocho comedias de Billy Dooley, considerado como
no de los mimos más chistosos de la comedia cinemato-
ráfica; doce comedias Christie, de las cuales no es pre-
iso hacer la apología, pues el público las conoce sobra-
amente, y seis comedias interpretadas por Edward Hor-
)n. La Paramount producirá, además, y este es un
nuncio que no debe olvidar el exhibidor, un rollo sema-
ai de Actualidades Mundiales, en el cual se darán a
pnocer al público los acontecimientos más importantes
paecidos en el mundo, con una prontitud no igualada
,or ningún otro servicio de este género, gracias a las
;
1 ramificaciones que la Paramount tiene extendidas en las
cinco partes del planeta. Completará este programa una
serie de películas de un rollo, las cuales, bajo la denomi-
nación genérica de special features, abarcarán diversos
géneros, pero todos ellos interesantes: un grupo anual de
veintiséis caricaturas del famosísimo Krazy Kat, y un
grupo de otras tantas caricaturas del bien conocido
artista que ha hecho famoso su tintero: Out of the
Inkwell.
La dirección de este nuevo departamento de Short
Features estará a cargo de Mr. Emanuel Cohén, notable
cinematografista americano, considerado como una auto-
ridad competentísima en materias pertinentes a este gé-
nero de películas.
Dentro de breves días, tal vez en el próximo número
que salga a luz de esta revista, podremos dar a nuestros
lectores la fecha en que la Paramount comenzará a poner
en el mercado las primeras películas que hoy anuncia-
mos como una innovación trascendental, pues trasceden-
tal es, sin duda, el hecho de que el reconocido leader de
la industria cinematográfica incluya en su producción
anual cerca de doscientas películas cortas, como com-
plemento de las películas regulares y extraordinarias de
gran metraje, ventajosamente conocidas y aplaudidas en
el mundo entero.
BOBBY VERNON
BILLY DOOLEY
JIMMY ADAMS
Cuatro "ases" de la comedia cinematográfica, el primero de los cuales aparecerá exclusivamente en peliculas especiales, y los tres últimos en las
renombradas películas cómicas Paramount-Christie.
PAGINA i
Mensa/ero tyarantaunt
Los Últimos Grandes Estrenos Paramount
Impresiones de un espectador imparcial
•O!. I) [RONSIDES"
]T^S II'. film ofrece tres aspectos diversos
'i que enumeraré por orden de impor-
tancia, según nn modo de apreciar las
cosas. En su primer aspecto, quizás el
principal, es una película de valor histórico.
Relátase en ella un episodio épico-naval de
la historia de los Estados Unidos, cuando,
recién formada la nacionalidad, su bandera,
todavía incompleta, no inspiraba ni la exal-
tación de los propios ni el respeto de los
extraños. Y tan poco era este respeto que,
a principios del siglo XIX, afortunado era
el velero americano que aventurándose pol-
las aguas del .Mediterráneo, acertaba a esca-
par captura a manos de los piratas berbe-
riscos enseñoreados del Mare Nostrum y
firmemente establecidos en la ciudad de
Trípoli. Cansada la nueva República de
las depredaciones y afrentas de que era
objeto, determinó mandar unas fragatas a
1 i m|iiar aquellos mares de piratas, y una de
ellas fué la fragata "Constitution," llamada
también "Oíd Ironsides" i Casco de Hierro),
por rebotar las balas de cañón a sus costa-
dos, cual si en vez de ser de madera fueran
de hierro. La historia de los hechos de la
fragata "Constitution" es digna de inmortal
poema ; tiene, hasta cierto punto, algún pare-
cido con las heroicas gestas de los almogá-
vares catalanes de Roger de Flor y Bernar-
do de Rocafort en las playas del mar Egeo,
tan admirablemente descritas por el cronista
Ramón Muntaner, que tomó parte en ellas.
Todo amante de la historia, especialmente
de la historia del desenvolvimiento de la
república de los Estados Unidos de Norte
América, encontrará material abundante, en
el film de referencia, con que aumentar su
caudal de conocimientos. En la producción
del film se puso especial empeño en que to-
dos los detalles respondieran a la realidad
de los hechos.
En su segundo aspecto, pues he dicho
que la película ofrece tres aspectos, es una
reproducción fidelísima de las costumbres
marinas de aquella época, cuando surcaban
los mares los grandes veleros de mástiles
elevadísimos ; cuando el viento, hinchando
las lonas cual ubres reventonas, formaba
aquellas graciosas siluetas que, al destacarse
contra los reflejos del sol poniente, semeja-
ban gigantescas gaviotas, sueltas, gráciles,
orgullosas y veloces ; cuando el arte de la
navegación suponía la coordinación perfecta
de nervios y músculos, la lucha perenne
contra todos los peligros, el pie seguro y la
mano recia: cuando un sencillo aletazo de
una vela podía derribar a un hombre hasta
el fondo de las aguas ; cuando la justicia de a
bordo era personal y directa, cada cual
señor libre de sus fueros y defensor abso-
luto de sus derechos y voluntades. Ese se-
gundo aspecto del film indudablemente ha-
brá de tener, para algunos, tanto valor como
el primero. Pone de relieve lo que el mundo
La trágala "Constitution^ alrededor de la cual gira el argumento de la película "La fragata
invicta, de la Paramount. según una reproducción fotográfica de un cuadro de un célebre
artista americano.
ha progresado en poco más de un siglo, Jj
sobre todo, lo que el hombre ha evolucio-
nado en sus costumbres y en sus métodos
de vida.
Y pasando al tercer aspecto, el de la
torieta de amor que se desliza por entre
grandes propósitos de la epopeya naval, sólj
cabe decir que es interesante, mantiene d
interés del espectador, y está realzada con
la hermosura de la protagonista, Esthef
Ralston, que no en balde escapa el ser ven-
dida, en el mercado de esclavos para sel
regalo de emperador, es decir, del Sultár
de la berberisca colonia de Trípoli. Opuestc
a ella, actúa una cara nueva, que desempeña
con convicción su cometido, el nombre de
este actor vemos que es el de Charles F*
rrell. Las partes cómicas están a cargo J
los viejos favoritos Wallace Beery y Georgtj
Bancroft. Es una película digna de verso
por aquellos que buscan algo más que el ro-
manticismo de situaciones novelescas ; 1
una película de hechos, de historia; sober
biamente dirigida y, ella por sí sola, un ver
dadero canto épico a los hechos de armas
la fragata "Constitution."
e:
i
"EL KNOCKOUT"
Es ésta una película muy fuera de lo coj
mún, en la que se unen una acción movida
y una trama no exenta de ternura y real
dad. Acertadísima es la labor de Richan
Dix en el papel de enamorado y pugilista, ; !
encantadora, en todo sentido, Mary Briai)
en el papel de María Malone. Es una pelí
cula para todos los que buscan la realidad
de la vida en el corazón del pueblo, en lo
actos de aquellos seres que, ni muy alto
ni muy bajos, representan cuanto hay díj
limpio, noble y humano en el sentido uif
versal de la palabra. Naturalmente, en est
película, como en todas, no podría faltar (
villano, pero hasta éste se presenta aquí mi
como un ser fanfarrón y despreocupadi
que como un malvado que lleva sus mala
intenciones hasta el límite de sus infame
deseos.
Una nota interesantísima para todos le
aficionados al boxeo : En esta película s
muestra una lucha con todas las de la le}
El lugar es el famoso Madison Square Gal
den, de Nueva York, y algunos de los persc
najes, tales como el anunciador oficial y «
arbitro o referee, son los mismos que haj
(Continúa en la página 33)
PÁGl\ I l
Mgnsafero tyaramaunt
1
'EL KNOCKOUT"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
RICHARD DIX
e «
EL KNOCKOUT 9 '
("Knockout Reilly" )
asada en una novela de Albert Payson Terhune
con
I MARY BRIAN y JACK RENAULT
I Dirección de MALCOLM ST. CLAIR
/illiam Le Barón, Productor Asociado
REPARTO
aulino Reilly Richard Dix
aria Malone Mary Brian
guerra "El Matón" Jack Renault
¡at Malone Harry Gribbon
ruz Araña Osgood Perkins
ra. Reilly Lucia Backus Seger
S^ugan Larry McGrath
jeonardo Myrtland La Varre
Película Paramount
ARGUMENTO
Versión de José Liado de Cosso
I
^ N la gran ciudad donde se admiran las
'J proezas de los bíceps abultados y los
tendones de acero, es día de boxeo.
Jn corros y tertulias, en timbas y salones,
br doquiera se discute la pelea entre
guerra el Matón y su contrincante Pat
jalone. Los aficionados del boxeo, que lo
>n también del radio, tienen las orejas pe-
gadas a las bocinas, y hay que ver
los puñetazos que se imaginan ver salir \
del cuerno, los golpes de derecha, de \
izquierda, a la mandíbula, al estomago. "% .*'
Pero a nuestro amigo Paulino Reilly no **|
parece llegarle el más ligero soplo de toda
esa ventolera que a su alrededor se agita, y
se comprende. Paulino lleva metida en la
cabeza una cara de divinos ojos, pequeñita,
expresiva, tan linda que por ella diera no ya
todas las peleas de este mundo sino a los
mismísimos boxeadores, si de su parte tal
regalo estuviera. Allí, al salón de baile,
donde su pequeñuela adorada dibuja com-
plicadísimas figuras en el suelo con sus pies
diminutos y ligeros, allí es donde Paulino
tiene puesta su voluntad y donde sus pasos
lo llevan irremisiblemente.
Mas quiso el diablo que la pelea se deci-
diera a favor de Aguerra y que éste y sus
compadres pensaran en ir al salón de baile,
donde a la sazón se hallara Paulino, en
busca de unas cuantas bailarinas alegres con
quienes celebrar el triunfo, y, peor aún,
que Aguerra se encaprichara con la María,
la niña de los divinos ojos, por la cual
andaba chalado el muy enamorado de Pau-
lino Reilly.
Aguerra, después de porfiar con la chá-
vala, viendo que maldito lo que adelantaba,
vino a tomar la cosa por la tremenda, y,
metiéndose de rondón en el camerino de la
chica, apela a los recursos contundentes de
la fuerza. Ella se resiste, grita y pone el
grito en el cielo, dando grandes voces de
socorro. Paulino, que no andaba lejos de allí.
siempre constante en su ronda a la niña, al
oír sus gritos, lánzase contra la puerta, la
derriba, y, al ver a un hombre que tenía la
chica entre sus brazos, arréale al intruso
tan tremendo puñetazo que lo deja tendido
de bruces en el suelo, por una serie nada
corta de segundos.
María, asustada, implora de su inesperado
salvador que se aleje, que su vida corre peli-
gro, pero Paulino no se va sin antes presen-
tarse formalmente y dejar su tarjeta, y aun
la espera en la calle para escoltarla galante-
mente hasta su casa.
Paulino no sabía a quien acababa de tum-
bar, pero cuando oye decir a algunos que
un desconocido le ha plantado un knockout
a Aguerra, al gran boxeador, piensa que no
hay que confudir el valor con la temeridad,
y con más presteza que otra cosa se aleja
discretamente del lugar.
PAGINA 5
Mensa/ero ^aranwunt
¡ Quién había de decirle a Paulino que
aquella tarjeta que dejara a la niña del
cabaret había de cambiar el curso de su
vida !
Pues ocurrió que los amigos de Aguerra
PAGINA 6
la encontraron en el suelo, y por ella vinieron a
conocer dónde trabajaba, decidiendo tenderle al
mozo una celada.
Valiéndose de una hembra de las suyas, lu-
cieron llamar por teléfono a Paulino, diciéndole
que María se hallaba en gran peligro, en una
cuita de las más atroces, oído lo cual, Paulino, no
corre, vuela hacia su pimpollo, mas ¡ ay !, que en
llegando no es con ella con quien se encuentra
sino con el propio Aguerra, que en traje de gim-
nasio, calzados los guantes de boxeo, lo contempla
sonriendo sardónicamente, deleitándose ante el
semblante azorado del buen mozo, que ya ha caído
en la cuenta de la encerrona.
- — No he venido aquí a armar camorra contigo!
Aguerra — dice Paulino al boxeador de aspeqtJ
formidable.
— Lo sé — le responde éste — pero quiero ver
si eres tan guapo con los guantes como pretendes
serlo delante de las hembras.
Y, quieras no quieras, los amigotes de Aguerra le enfundan los guantes y lo
ponen cara a cara con el púgil de semblante hosco y de intenciones nada sanas.
Como es natural, Aguerra juega con Paulino, y. cuando ya se ha cansado de
manotearlo, le arrecia un par de golpes que lo dejan más tendido que los
propios muertos.
¡ Gran paliza la recibida por Paulino ! Pero ella despierta en él una
resolución inconmovible. Nadie volverá a solazarse a sus expensas.
y la deuda de Aguerra será pagada ; ¿ adonde ?, en el mismo ring qut
tanto lo envanece. Será boxeador, y entonces... un ojo por un
ojo y un diente por un diente.
Pasaron ya dos años desde que ocurrieron los aconte
cimientos anteriores, y Paulino es ya un boxeador de pese
completo, tanto por los kilos de músculo que lleva encini;
cuanto por la habilidad con que sabe dar y evadir los pune
tazos. Su nombre tiene ya cartel, y la hora de la revanch;
se acerca. . . se acerca. . .
Pero aunque dice el refrán que t
hombre propone y Dios dispone, el dia
blo se entreveró en los planes de núes
tro luchador enamorado y arregló las
cosas de tal suerte, que, merced a la
maquinaciones de sus enemigos, Paulin<
fué a dar de patitas a la cárcel, mientra;
Aguerra seguía la serie de sus triunfo
y acababa por ceñirse la faja del caiii
peonato.
María, con la candidez de sus poco'
años, cada día se sentía más enamorad;
de su héroe, alentándolo en medio de 1;
desgracia y jurando esperarle hasta qu<
saliera de sus prisiones. Esto desperM
tales esperanzas en la fantasía de Pa
lino, que soñó en nuevos triunfos, e
la belleza del porvenir, en 1
reconquista de sus laureles
en el campeonato ; el campeo
nato que era de su injuriadoi
de su enemigo aborrecido
Renueva su entrenamiento co¡¡
Mensq/em ^aramxuint
trabajos duros en la cantera del presidio, y tra-
baja, trabaja y trabaja, basta que, cumplida su
condena, traspone los umbrales de su cárcel, con
los músculos templados y flexibles como el acero,
respirando a pulmones llenos el aire revivifica-
dor de la esperanza.
* * *
Hoy es día de gala en el Gardcn. El campeón
defiende su campeonato en el cuadrado de ta-
llas, lona y cuerdas. Aguerra boxea con Du-
ma ; aunque se rumora entre los maliciosos que
n todo ello hay gato encerrado. Aguerra no
perderá esta vez el campeonato. Aun andando
as cosas por camino derecho, no se cree que
Dugan sea jaque para Aguerra. Sin embargo,
le la misma suerte que tras de unos bastidores
e disponían las cosas de un modo, tras de otros
astidores se concertaban de manera muy
iversa.
Dugan era íntimo amigo de Paulino, y, a ins-
ancias de éste, a última hora rehusa luchar, ale-
ando haberse dislocado una muñeca.
La consternación de los empresarios es inde-
ible. El Garúen está lleno, el público empieza
impacientarse y se impone encontrar un substi-
uto. En este momento aparece Paulino. Pide,
jtiega, implora que lo dejen luchar; alega que
no tiene que comer y que está
dispuesto a cualquier cosa por un
poco de dinero. Aguerra, al ver a su an-
tiguo rival, decaído y maltrecho, empieza
por tomarle el pelo y acaba aceptándolo
como contrincante, diciendo para
su capote.
— ¡ Bah ! A lo menos, me voy a
dar el gusto de romperle las na-
rices.
* * *
Hechos los preparativos de rú-
brica, suena la campana para el primer
round, y se lanzan los dos luchadores
al centro del cuadrilátero, propinán-
dose duros puñetazos que exaltan el
entusiasmo de los espectadores. Ague-
rra pega con certeza y pone el puño
allí donde coloca el ojo, pero no deja
de percibir, al momento, que Paulino
no es el manco que se había imaginado.
Aquello no tiene trazas de pasatiempo
sino de pelea recia y disputada. Al
terminar el round, Aguerra les dice a
sus segundos :
— Ese gachó nos ha engañado. Será
necesario combatirlo de lo lindo.
Sin embargo, en los siguientes
rounds la victoria se inclina más y
más a favor de Aguerra. Los amigos
de Paulino están descorazonados.
María está nerviosísima, y, con frené-
m
tico impulso, se acerca al ring en uno de
los descansos.
— ¡ Pelea, Paulino ! ¡ Por Dios, pelea !
¡ Ese fué quién te envió a presidio ! ¡ Por
él tu madre tuvo que fregar suelos ! — dí-
cele a su amado.
Y al sonar la campana del siguiente
round, Paulino se lanza como una fiera contra su adversario.
Paulino ya no siente los golpes, parece que todo su ser se ha
hecho invulnerable y que una fuerza dinámica y misteriosa le aguza
la voluntad al punto de subyugar con ella la propia fiereza del ene-
migo. Su mirada chispeante llega a confundir, momentáneamente,
a Aguerra, que, por instinto, parece prever algo fatal en aquel mirar
de odio, furioso y desconcertante. Al caer en un clinch se observa
que Paulino le dice alguna cosa a Aguerra.
— Aquí es donde liquidamos nuestras cuentas — le escupe.
Y con las nuevas fuerzas, nacidas del odio ciego y del espíritu
vengador, que arden en él como una llama, logra, en unos instantes,
poner fuera de combate a su enemigo.
Aguerra se revuelve por el suelo antes de perder el sentido por
completo. La muchedumbra vocifera y se agita, convulsa de entu-
siasmo, por lo imprevisto del resultado.
Paulino Reilly es aclamado el campeón del mundo. Ha ganado
con todas las de la ley, por knockout, como deben triunfar los
campeones.
* * *
Después de la tempestad vuelve el sol a mostrar su sonrisa
gloriosa, disipando los negros celajes de la adversidad. Y Paulino
Reilly y María Malone bendicen todas las luchas y todas las tristezas,
cuando ellas conducen por el camino a cuyo final se encuentra el
brillante lucero de la felicidad.
PAGINA 7
Mensa/ero tforammuit
ALGO SOBRE "EL KNOCK-
OUT"
• "El Knockout," el film de Richard Dix
que se presentará aquí la semana próxi-
ma, es una película realmente emocio-
nante. En ella se desenvuelven las aven-
turas de un joven que no es manco; que.
sin saber el cómo ni el porqué, se en-
cuentra de la noche a la mañana metido
de cabeza en el peligroso y complicado
ejercicio del boxeo profesional, y avan-
zando con tal premura en la carrera, que
los laureles no pueden florecer con sufi-
ciente prisa para adornar su cabeza de
boxeador triunfante. Pero vienen cier-
tas circunstancias a desatar una tempes-
tad sobre su gloria, y cuando más enfras-
cado se halla en sus triunfos, en vez de
conquistar un campeonato, lo que encuen-
tra es un hospedaje involuntario en la
celda de un presidio, al ser acusado de
un crimen que no ha cometido.
Después de ésto viene la lucha por la
regeneración, sucediéndose una serie de
episodios que vienen a deshacer las
nubes de la borrasca, permitiendo que el
boxeador, en justa y encarnizada lid, se
ciña la faja del campeonato. El tema
amoroso de la historia se desenvuelve en
cuadros llenos de realismo y sentimiento,
en los que aparece Mary Brian como la
niña de los ojos de Reilly ; Jack Renauld,
el famoso boxeador de peso completo,
representa un papel importante en la pelí-
cula y puede decirse, sin ambages, que
Malcolm St. Clair, el director del film, ha
logrado reunir, formando un conjunto
página s
armonioso e intere-
sante, el humor, la
tragedia y las situa-
ciones extraor-
dinarias que se
ofrecen en el
desarrollo de la
trama.
"El Knockout"
es, pues, por todos
conceptos, una pelí-
cula digna de figurar
entre las mejores interpre-
tadas por Richard Dix y
producidas por la Para-
mount. Un film que admirarán los bue
nos aficionados.
RICHARD DIX ES UN PU-
GILISTA DE VERDAD
Si alguna vez le asaltara a Richard
Dix la idea de abandonar el cinemató-
grafo para dedicarse al varonil arte del
boxeo, no hay duda alguna que podría
entrar, inmediatamente, en las filas de los
boxeadores de peso completo ligero, con
excelentes probabilidades de escalar, en
no lejano tiempo, la alta cumbre de un
campeonato. Esa es, a lo menos, la opi-
nión del famoso entrenador de campeones
Jimmy De Forest. El conocido veterano
del ring, al emitir la opinión indicada, se
basa en lo que vio en los estudios de la
Paramount cuando se estaba filmando la
escena de la lucha de boxeo que, con tan-
to vigor como realismo, adorna la pelí-
cula "El Knockout."
"He visto buen número
de actores de los que se
consideran como ases del
boxeo — dice De Forest —
pero ninguno como Dix.
me dejó plenamente
convencido de que sabe lo
que es el boxeo ; tiene un
golpe directo de izquierda
y un gancho, también de
izquierda, que no dejan un
momento de reposo al con-
trincante. Además, se
mueve con una agilidad y
destreza que admiran, y
tiene un golpe de derecha,
corto y violento, que inspi-
ra respeto. Su juego de
pies es de tanta agilidad
que puede compararse al
movimiento de un pesG
pluma. En resumen, por
lo que pude ver, no dude
que Dix, en el ring, podría
ser el némesis de más dfi
cuatro aspirantes al cam-
peonato, y que tendría exce-
lentes probabilidades de cei
ñir su cintura con la faj;
que representa el símbok
supremo de la habilidad pu-
gilista."
.ptiJiimou/tf
■fff^rjTTTEa
Mensa/era tyaramount
"MIEDO DE AMAR"
Argumento
PJ IR Reginal-
^^ do Belsize.
joven de la |
luena sociedad |
ondinense, acá- i
)a de perder un I
* , . . • / i
10, viejo nqui- j
>imo que deja
:oda su fortuna
i Reginaldo con
a condición de
jue se case antes que hayan transcurrido veinti-
uatro horas después de la muerte del testador,
; )ero especificando que su sobrino no puede ca-
carse con Elena Sanromano, joven coqueta a
auien Reginaldo cree amar. En caso de no cum-
plirse estas estipulaciones, la fortuna pasará al
\cuario de Londres, cuyo director debe ser el
vjecutor testamentario.
1 Colocado en la disyuntiva de aceptar la fortuna
f no casarse con Elena, o casarse con Elena y
)erder la fortuna, el joven pide consejo a su abo-
bado, Juan Travers, quien en aquel instante está
icupadísimo tratando de resolver el problema
conómico de Catalina, bellísima joven de nobilí-
íma pero arruinada familia. Después de
nponerse de la situación y del problema
ue tiene que confrontar el heredero de tal
ortuna, el inteligente abogado encuen-
ra solución satisfactoria para sus dos
lientes. Después de bien meditado el
sunto, y considerando la con-
eniencia de ambas partes, el abo-
ado propone a Reginaldo que se
ase con Catalina; que ésta
eciba diez mil libras esterli-
as como compensación y que
sspués de que Reginaldo
: haya posesionado de la
írencia, vuelvan a divor-
arse para que el j oven se
.se con Elena. Aceptada
proposición en prin-
pio, Elena pone por con-
ición que la joven con
uien Reginaldo se case
tbt ser fea y que ella
sbe acompañar a los re-
én casados a todas par-
ís. Catalina se arregla
e modo y manera de apa-
ícer lo más insignificante
desgarbada posible ante los ojos de su futuro para que la celosa
lena consienta en el matrimonio. Como no queda tiempo que
perder, después
de ultimar deta-
lles de forma,
celébrase el ca-
samiento, salien-
d o inmediata-
mente los novios
de viaje, simu-
lando una luna
de miel.
Asegurada ya
la fortuna y no
teniendo necesi-
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
FLORENCE VIDOR
"MIEDO DE AMAR"
("Afraid to Love")
con CLIVE BROOK
B. P. SCHULBERG, productor asociado,
Estudio de California
Dirección de E. H. GRIFFITH
Editor en jefe LOUIS D. LIGHTON
REPARTO
Catalina Florence Vidor
Reginaldo Belsize Clive Brook
Elena de Sanromano Jocelyn Lee
Juan Travers Norman Trevor
Rafael de Cabannes Arthur Lubin
dad de fingir, la bella Catalina se presenta
ante su esposo y la celosa Elena con los en-
cantos y la belleza deslumbradora con
que naturaleza la había agraciado.
Reginaldo, cada día más subyuga-
do por las buenas prendas de su
mujer, va dándose cuenta de las
extravagancias y poco afecto
de Elena y se siente más y
más distanciado de su prome-
tida. Viene a agravar la
situación un mensaje de
Travers, en el que el in-
teligente abogado hace sa-
ber a Reginaldo que el di-
rector del Acuario, al cual
habría ido a parar la for-
tuna en caso de que no se
hubiesen cumplido 1 a s
condiciones estipuladas
por el testamentario, aca-
ba de mandar un agente
de policía secreta para que
se encargue de averiguar
si la última vdluntad del
donante es observada fielmente por el sobrino. Este agente,
hombre de aspecto sospechoso y de bigote negro, sigue los pasos,
PAGINA 9
Mensa/era tyarunwunt
de los recién casados, obligándoles a tomar extraordinarias
precauciones para no descubrir su verdadera situación.
Cómodamente instalados en París, Reginaldo, Catalina y
Elena, los tres interesados en llevar a buen término el plan
original, comienzan a sufrir serias inquietudes
respecto a sus res] lectivas posiciones. Entre
ambas mujeres surge una lucha sorda por e
predominio y la conquista del corazón de Regi-
naldo. Catalina le ama muy sinceramente;
Elena desea que se divorcie y se case con ella
para aprovecharse de su dinero y a su vez di-
vorciarse de él y casarse con un píllete a quien
ama. Catalina se da cuenta de esto y lucha
por no dejar caer en tal peligro al bien amado
de su corazón. Por otra parte,
siguiendo los consejos del señor
Travers, marido y mujer se ven
obligados a hacer manifestaciones
de cariño en público temerosos de
los hombres de bigote que encuen- t?
tran en la calle y que sin duda de-
ben ser agentes de policía que los
persiguen. Estos hombres de bi-
gote se multiplican como la lan-
gosta, en muchos casos gracias a
la estratagema empleada por Cata-
lina de hacer que algunos de estos
caballeros, pagados a sueldo por
ella, los sigan a todas partes.
Elena tiene que conformarse y ver
cómo su prometido se aleja cada
vez más de ella y va cobrando ca-
riño a su esposa. Fracasan al-
gunas tentativas de la celosa mujer para hacer quedar en ridículo
a Catalina y, por último, se declara abiertamente opuesta a que
continúe tal situación. Resuelta la vuelta a
Londres para conseguir el divorcio, áe nuevo se
encuentran los tres en el despacho dd
abogado Travers, quien esta vez tieni
entre sus manos un problema mucho
más complicado que el que
tan inteligentemente resolvió
meses antes : Catalina ama a
Reginaldo ; Reginaldo está
enamorado de su mujer; am-
bos temen declararse su amor,
y Elena amenaza con el escán-
dolo si no se lleva a cabo lo
primeramente acordado. Medita el abogado, hace
consideraciones a las tres partes y procura que
eguen a un acuerdo sin lastimar los intereses del
tercero. Todos sus esfuerzos resultan vanos. Ma-
rido y mujer no se resuelven a manifestar su<^
sentimientos ; Elena persiste ; Travers busca y
sigue buscando. Por fin, agotados los recursos, se
llega a la conclusión de que el divorcie
es inevitable.
Ultimados los detalles para buscar 1
evidencia que debe servir para conseguí
la separación de los esposos, er,
el momento supremo, cuando lo
testigos aleccionados deben pene
trar en la habitación de Catalin
y sorprenderla in fraganti, loj
esposos, sucumbiendo al mutuc
amor, se echan el uno en brazo
del otro y se juran fidelidac
eterna. Los testigos entran
encuentran abrazados a Regi
naldo y a Catalina, lo que no e
motivo de divorcio.
Llamándose a engaño, Elen
amenaza con decir la verdad res>
pecto a la herencia y el matri
monio e impedir que Reginaldo
goce de las riquezas de su tío
Catalina, conocedora de las re
laciones secretas de Elena cor
un píllete que tiene algunas cuen
tas pendientes con los tribunalest
le ofrece el más absoluto silencio
a cambio de que desista de sus pretensiones. Viéndose imposibili
tada de imponer condiciones, acepta las que le presentan y se retire
de la habitación, dejando en ella a los esposos, li
bres ya del nriuJlíli» amar, seguros de su dicha I
en espera de que la intensa alegría quj
proporciona el amor correspondido, eni
dulce sus vidas. Travers, el inteligente
abogado a cuyos recursos deb»
el matrimonio la felicidad quJ
gozan, se da por bien recom
pensado de todos los quebra
deros de cabeza que le haij
proporcionado, y se siente tal
feliz como los dos jóvenes es
posos. J. de B.
PACI.\ I ¡0
Mensa/era paramount
Publicidad y Propaganda
EDUARDO MARQUINA
ADMIRADOR DE FLO-
RENCE VIDOR
Eduardo Marquina, ilustre au-
tor de En F ¡andes se ha puesto
el sol, en una entrevista conce-
dida recientemente al señor Es-
tevez-Ortega, colaborador de la
revista madrileña Nuevo Mundo,
y publicada en ese periódico,
manifestó gran predilección por
¡el cine como una de sus distrac-*
ciones favoritas y muy especial-
mente por las películas interpre-
tadas por Florence Vidor, dis-
tinguida protagonista del film
Miedo de amar, de la Para-
'mount.
"El cine — habla el insigne
catalán y eximio poeta en lengua
castellana — ve las cosas como no
(as ve el ojo humano. Me inte-
resa en cuanto a este aspecto de
la originalidad de la visión, y le
creo un extracto de parte esté-
dea. El cine logra recoger los
momentos trágicos sin repugnan-
cia para el espectador."
A renglón seguido, el autor de
/ pobrecito carpintero "habla
ie las bellezas del cine; va ci-
rando momentos críticos de inne-
able esteticismo, en películas
onocidas. Habla de sus favori-
tos — ¡ oh, Florence Vidor, Putti !
j i — con jovial encanto, con entu-
siasmo de convencido, con el
)rio del enterado y del parti-
dista. Marquina niega, final-
f nente, la pugna tan decantada
:ntre el teatro y la pantalla, y
oor cómo la visión del poeta
^sonanta con la plasticidad lírica
y efectista del film."
?
FLORENCE VIDOR
Film Paramount
Presentado por
j? CHveBrook
<Jocelyn Lee
NormanTrevoi
Dirección de Edtcard H. Griffith, Adapta-
ción de la comedia "The Marriage of Kit-
ty," de Fred de Gresac y F. de Croisset, por
Doria Anderson. Versión cinematográfica de
la misma y de Joseph Jackson.
TENIA miedo de amar cuando la
otra aparecía. Ante una situación
tan comprometida, es curioso ver cómo,
perdido el miedo de amar, el protago-
nista encuentra por fin la felicidad en
brazos de la mujer desinteresada y fiel.
SE DEBE SENTIR MIEDO DE NO AMAR,
AFIRMA FLORENCE VIDOR
— ¿Miedo de amar?
— Tal vez será un buen título para una película, pero jamás
uen principio de vida — . Tal es la afirmación de Florence Vidor,
amosa artista de la escena muda, que acaba de filmar Miedo de
miar, película de la Paramount que se exhibirá en el teatro
el
— Tener miedo de amar, miedo de experimentar ese sublime
sentimiento que nos hace olvidar todas las miserias humanas, es
renunciar a la vida. El amor es siempre grande, hermoso y mag-
nífico. Las almas más infames se purifican a su contacto. No ; no
debemos sentir miedo de amar. Por el contrario, debemos sentir
miedo de no amar, horror de ser incapaces de no sentir amor.
Así habló Florence Vidor a un periodista que fué a entrevistarla
mientras se impresionaban las últimas escenas de la película Miedo
de amar, en la cual la aplaudida actriz toma tan importante parte.
PAGINA 11
Mensajera paramount
Gacetillas para el Programa y el Periódico Local
FIGURAS QUE HAN INTERVENIDO EN LA
PELÍCULA "MIEDO DE AMAR"
A la cabeza del reparto de esta película figura el nombre de
Florence Vidor, el cual es, por sí solo, segura garantía de éxito,
pues Miss Vidor es, desde hace tiempo, una de las actrices favori-
tas del público. Ocupa el segundo lugar en el reparto de Miedo
de amar el nombre de un joven actor, Clive Brook, a quien el
público recordará de las películas La magia del amor y El pecado
popular, en las cuales, por una feliz coincidencia, tomó también
parte la señorita Vidor. Jocelyn Lee, una de las actrices más
extraordinariamente bellas de la pantalla, aparece también en el
reparto de Miedo de amar. Miss Lee tomó importante parte, re-
cientemente, en el film de la Paramount, Un beso en un taxi. Miss
Lee es una beldad femenina y una verdadera actriz. Norman Tre-
vor, de nacionalidad inglesa, como Clive Brook, desempeña en
Miedo de amar un papel que se adapta perfectamente a su carácter
v habilidades artísticas. Trevor es el intérprete del papel de Co-
mandante Beaujolais de la película Beau Geste, lo cual es la mejor
recomendación que podemos hacer de este eminente actor. El
director de la película Miedo de amar es E. H. Grifñth, un vete-
rano de la pantalla, pues hace más de quince años que presta sus
valiosos servicios al arte cinematográfico en sus múltiples y varia-
dos aspectos. Los autores del argumento de Miedo de amar son
Fred de Gresac y F. de Croisset,
y los adaptadores, Doris Ander-
son y Joseph Jackson. La ac-
ción de la película se desarrolla
en París y Londres, y su asunto
gira en torno de un joven procer
inglés a quien una mujer sencilla.
encantadora y buena, salva de
las maquinaciones de un par de
timadores internacionales.
BREVE BIOGRAFÍA DE FLORENCE VIDOR
Florence Vidor nació en Houston, en el estado de Texas, y
recibió su educación en un colegio de religiosas de aquella ciudad.
Miss Vidor ingresó en un estudio cinematográfico sin haber pisado
nunca las tablas de un teatro. Después de aparecer en algunas
películas, la Paramount le ofreció un contrato por el cual se com-
prometía a trabajar exclusivamente en sus estudios por determinado
número de años. Florence Vidor es hoy una de las actrices más
populares en los Estados Unidos y su nombre es conocido en el
mundo entero, como lo demuestra el gran número de cartas que
diariamente recibe, felicitándola por su excelente trabajo artístico
en las películas de la Paramount Amor incompatible, El divorciador
divorciado, El mal de las esposas, La colina encantada, La gran
duquesa y el camarero, El tifón, La magia del amor y El pecado
popular. Miss Vidor mide cinco pies y cuatro pulgadas de esta-
tura, pesa ciento veinte libras, tiene la tez trigueña, el cabello
castaño y los ojos expresivos, de un color claro oscuro. Según
el juicio unánime de la crítica, la mejor producción de esta actriz
es Mnedo de amar, película de la Paramount, que se exhibirá en,
el teatro el y en la cual aparece secundada por
artistas de universal renombre.
MARY CARR EN UNA NUEVA PELÍCULA
La celebrada característica de la escena muda, que tantos y tan
merecido aplausos conquistó con I
su actuación en la última produc-
ción de Adolphe Menjou para la
Paramount, Rubia o trigueña,
interpreta el papel de madre de
Florence Vidor en la nueva crea-
ción de esta artista, Miedo de
amar, película también de la
Paramount, que se exhibirá en el
teatro , y cuyo estreno se es-
pera con verdadera expectación.
P.4C/.V4 12
Mensq/em tfaranwunt
i
"Casiano Pierde y Gana" f^
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
WALLACE BEERY
e n
"CASIANO PIERDE Y GANA"
("Casey at the Bat")
Producción de HÉCTOR TURNBULL
B. P. SCHULBERG
Productor asociado, Estudio de California
Película Paramount
Dirección de MONTE BRICE
Adaptación del famoso poema de Ernest L. Thayer
por REGINALD MORRIS y MONTE BRICE
E. LLOYD SHELDON, Editor en Jefe
años, es socio de la firma y secretario honorario de
Casiano. Frente a estas dos "potencias" y con aspira-
ciones a la mano de Camila, Elmer, barbero de oficio
y bombero por presunción, no pierde oportunidad de
eclipsar, ante los ojos de Camila, las buenas pren
das que adornan la personalidad de Casiano.
Enviado por uno de los teams de baseball
más fuertes de Nueva York, llega a Villa-
céntrica un tal O'Dale con objeto de contra-
tar a Casiano para que juegue en las
novenas finales neoyorquinas. Al primero
que comunica su misión es a Elmer, quien
corre al campo de baseball y se ofrece a
Casiano como su apoderado, diciéndole que
REPARTO
Casiano Wallace Beery
Camila Zasu Pitts
O'Dale Ford Sterling
Elmer Sterling Holloway
El Pecas Speck O'Donnell
Juan MacTague Sidney Jarvis
E
ii
ARGUMENTO
STAMOS a principios del siglo
XX, en un lindo pueblecito de
Norteamérica. Entre las figuras
de mayor relieve de Villacéntrica se des-
taca airosa la de Casiano, trapero de ofi-
cio, uno de los más te-
mibles jugadores de
baseball de la localidad
| y el preten-
diente más
afortunado de i
la bella Cami
la. El Pe-
cas, joven-
c i t o de
unos trece
X; - - ■' <■ .
£
f _.'fl,i j, : m
Ifll
m
ya le ha conseguido un magnífico con-
trato. Desconfiando el Pecas de que El-
mer quiera hacerse rico a costa de Ca-
siano, hace que se comprometa a pagar-
le su salario y además los gastos, a lo
que accede gustoso el picaro, sabiendo
que la cantidad que le ofrecen alcan-
zará más que suficiente para todo.
Instalado cómodamente en Nueva
York, en calidad de representante de
Casiano, Elmer busca los medios de
romper las relaciones amorosas de
Camila y el bueno de Casiano. Valién-
dose de que éste no sabe leer, el des-
leal representante falsea las cartas de
Camila y hace creer a
Casiano que la chica ya
no le quiere. Decepcio-
nado, Casiano se entrega
a la bebida y trata de
olvidar sus penas pagan-
do suculentas cenas a las
coristas de uno de los
principales teatros del
Broadway. Esto deses-
pera a Elmer, quien, se-
gún el contrato firmado,
debe pagar el salario de Casiano
y además los gastos. Cierto es
que el sueldo que percibe el gran
jugador pasa de quinientos dólares se-
manales, de los cuales Casiano sola-
mente recibe cincuenta, quedando el
resto para su representante ; pero a tan-
to monta el capítulo de gastos, que
Elmer se ve amenazado de ruina, sien-
do víctima de su propia maldad.
Entregado a una vida disipada, Ca-
PAGINA ¡3
Mensa/era tfaranwiuit
H
siano pierde parte de su maravillosa fa-
cilidad para el bat (palo resistente contra
el cual el jugador que lo maneja lanza la
pelota i. en vista de lo cual. O'Dale y Elmer
decide¿i traicionar a su equipo y apostar
por los contrarios, después de haber embo-
rrachado a Casiano. Dase la casualidad
que la víspera del juego decisivo llega Ca-
mila a Nueva York para inquirir por sí
misma las causas que motivan el silencio
de su amado. Recíbela Elmer, quien para
convencerla de la vida de disipación a que
ha llegado Casiano, la conduce a un restau-
rante donde sabe que se encuentra el joven
en compañía de las coristas. Aunque un
poco embriagado, Casiano logra hacer las
paces con Camila, y al día siguiente se dis-
pone a empuñar el bat con más habilidad y
eficacia que nunca.
Al verlo tan animoso, Elmer y O'Dale,
que habían apostado grandes cantidades en
contra de su equipo, temen por los resul-
tados y deciden impedir que Casiano se
presente en el campo, para lo cual, fingien-
do uno de ellos que es médico, logra hacer
creer al jugador que está muy enfermo y le
hace tomar unos polvos que lo dejan sumido
en profundo sueño. Seguros de que Ca-
siano no podrá despertar hasta mucho des-
pués de que el juego haya concluido, se pre-
sentan en el campo y hacen correr la voz de
que nuestro héroe ha traicionado a su
PAC1SA 14
equipo. Las apuestas son doble contra sen-
cillo. El juego está próximo a terminar con
una desastrosa derrota para el equipo de
Casiano y magníficas ganancias para los
dos pilletes. Camila oye salir de todos lados
del campo gritos de indignación contra el
jugador perverso que abandona a los suyos
en el momento de mayor peligro. De
pronto, el público reacciona y aclama con
ensordecedor griterío al grande e invencible
Casiano, quien llega acompañado del Pecas,
su leal amigo y secretario, que fué a desper-
tarlo del sueño que le había producido la
droga que le dio O'Dale. y lo llevó al campo
a tiempo de salvar el partido y al equipo de
una derrota tan vergonzosa como decisiva.
Al ver a Casiano en el campo, Elmer y
su cómplice O'Dale se aterrorizan, pues
tienen apostadas fuer-
tes sumas de dinero en
contra de su propio
equipo. Sin embargo,
valiéndose de u n a s
cuantas pelotas que él
llama amaestradas,
O'Dale consigue que
Casiano falle un golpe
con el bat, el primero
que falla en su vida, y
el equipo pierde el
juego en medio de un
aguacero de gritos ej
improperios mal sonan-
tes contra "el jugador
que vendió a los su-
yos."
Todo el mundo se
aparta de- Casiano y
hasta los chiquillos de 1
la calle le acusan de
traidor. Únicamente
Camila, que sorprendió
a Elmer y a O'Dale en sus malos manejos.
conoce la verdad y hace lo posible por
poner en claro lo ocurrido para salvar a su
amado.
Algunas horas después de finalizado el
juego y cuando se ha descubierto ya la
traición de los dos granujas, el equipo en-
tero corre al hotel donde se aloja Casiano
para reivindicarlo y ofrecerle una demostra-
ción pública de la confianza que les merece
a todos los compañeros. Elmer y O'Dale
son conducidos a la cárcel, mientras que
Camila, la linda costurera de Yillacéntrica.
estrecha entre sus brazos al bueno de Ca-
siano y le promete no separarse de él du-
rante el resto de sus días.
El Pecas en su calidad de secretario hono-
rario de Casiano, "el mejor bateador del
mundo," aprueba, firma y rubrica. Yilla-
céntrica pierde a su trapero, pero se con- i
Mensa/era tyarantaunt
;uela de la pérdida con la fama que da al pueblo el tener en su
recinto un héroe nacional, que con el bat en la mano es capaz de
anzar una pelota a dos kilómetros y medio de distancia.
J. de B.
Publicidad y Propaganda
BREVE BIOGRAFÍA DE FORD STERLING
Ford Sterling nació en Crosse, Wis., el 3 de noviembre de
1883. Cuando aún era muy niño llegó a su pueblo el antiguo circo
:cuestre de John Robinson, y Ford, al igual de muchos otros
nuchachos, se entusiasmó en seguida con los elefantes y los ca-
ndios. Cuando el circo levantó el vuelo, Ford Sterling salió del
meblo, para unir su suerte a la de los artistas ambulantes. Meses
lespués caracterizaba papeles de clown y hacía
;1 encanto de sus compañeros durante las lar-
jas jornadas por los caminos donde transitaba
a farándula.
Dos años anduvo Ford Sterling con el circo,
il fin de los cuales fué contratado por George
IVhittier, recorriendo todos los escenarios
jle Norteamérica en su calidad de actor có-
nico de la compañía. Subiendo en grado
j en salario, más tarde lo vemos en el fa-
ñoso cuadro artístico de John Morrison,
l'Boat Show." De aquí se trasladó a Nueva
jfork y tomó parte en numerosas comedias,
legando a ser uno de los atractivos princi-
pales en compañías de variedades y saínetes
pinicos. Mack Sennet, que supo descubrir
¡as aptitudes del joven artista, le ofreció
un contrato para que filmase algunas
iculas. Desde entonces el antiguo
\lown infantil ha continuado trabajando
para el cinema, siendo director, produc-
tor y actor. A él se deben varias
comedias de gran importancia.
'Últimamente caracterizó el pro-
tagonista en El Fa-
chendoso, su prime-
i producción para
a Paramount.
Ford Sterling pesa
80 libras, mide 5
ies y 10 pulgadas
e estatura, tiene los
ieporte al aire libre.
jVLack Sennet en California.
originales de la obra. Wallace Beery, protagonista de esta mag-
nífica película, se mostró entusiasmadísimo al ver lo artístico que
resulta en la pantalla el ritmo seguido por los bailarines vestidos
en traje de época. Nueve bellezas con sus galanes impresionaron
la escena, considerada como una de las más lucidas y originales.
Al presentar este baile en la pantalla, la Paramount contrató a
Walter Wills, famoso bailarín de aquella época, para que se en-
cargase de enseñárselo a las parejas que lo han filmado. En el
reparto de la película figuran los conocidos artistas Ford Sterling,
Zasu Pitts y Sterling Holloway.
EL
CABELLO LARGO ES UNA RELIQUIA
DEL PASADO
Tal queda demostrado en varias escenas de la
nueva película de Wallace Beery para la Para-
mount, "Casiano Pierde y Gana," obra que se exhi-
birá por primera vez en esta localidad en el tea-
tro el
El argumento de dicha película, en la
cual caracteriza el protagonista el cono-
cido actor, que tantos aplausos ha con-
quistado con su actuación en Reclutas a
retaguardia, se desarrolla hace unos
treinta años. Las mujeres que aparecen
en ella usan la cabellera larga y están
peinadas al estilo de la época. Los trajes
y hasta los mismos ademanes de las per-
sonas están en todo en armonía con el
ambiente en que se desarrolla la obra.
Tan extraño parece el espectáculo de las
faldas largas, del corsé entallado, de los
movimientos recogidos y del cuello sin
escote, que casi • nos parece imposible
figurarnos a las mujeres de hoy con los
atavíos de hace unos treinta años. La
cabellera se nos figura una de las tantas reliquias
del pasado que ya no tienen razón de ser.
Integran el reparto de esta película los cono-
cidos artistas Wallace Beery, Zasu Pitts y Ford
Sterling. Además, como uno de los atractivos
más importantes de una de las escenas, seis be-
llezas de la escena muda bailan a estilo de la
época, lo que nos da la impresión de algo muy
bello que se fué y que ya no volverá más.
ojos y el pelo obscuros y es amante del
No está casado. Trabaja en el estudio de
UN BAILE DE HACE TREINTA ANOS QUE
VUELVE A ESTAR DE MODA
Con motivo de haber presentado en la nueva película de la
'aramount, Casiano pierde y gana, uno de los bailes más en boga
lace unos treinta años, varios grupos de artistas acaban de hacerlo
"evivir y en la actualidad se ha puesto de moda en numerosos sa-
lones de baile de Nueva York.
El baile en cuestión aparece en Casiano pierde y gana, película
iue se exhibirá por primera vez en esta localidad en el teatro
el , como una de las escenas más atractivas y
WALLACE BEERY ES UN CONSUMADO
JUGADOR DE "BASEBALL"
La multitud de espectadores más enorme que jamás se haya
reunido para presenciar un juego de baseball, es insignificante si
la comparamos con la que se reunió para presenciar el partido en
que aparece Wallace Beery como el pitcher irresistible en Casiano
pierde y gana, la nueva gran producción de este actor para la Para-
mount, película que se estrenará en el cine el
y que ha causado sensación entre los numerosos aficionados a dicho
deporte al presentarla en los grandes coliseos neoyorquinos.
Es de notar que Mr. Beery, además de actor de valía, es un
consumado jugador de base-ball. Al escogérsele para carac-
terizar el papel que interpreta en dicha película, recibió una gran
PAGINA 15
a
Mensajera tyaranwunt
alegría, ya que se le presentaba ocasión de mostrar a sus numerosos
admiradores sus dotes incomparables como pitcher, cosa que no
había podido hacer hasta entonces. En el reparto de Casiano
pierde y gana aparecen los nombres de artistas tan celebrados como
Ford Sterling, Sterling Holloway, Zasu Pitts y Iris Stuart.
MEJOR QUE LA MAYORÍA"
.
Z\Sl PITTS ECLIPSA CON SU INGENUIDAD A
MUJERES MAS BELLAS
QUE ELLA
Sin ser una beldad ni mucho
menos. Zasu Pitts, ingenua de la
película Casiano pierde y gana,
de la Paramount. eclipsa a un
grupo de hermosísimas mujeres
que aparecen en varias escenas
de este film, el cual se estrenará
en el Teatro No
es la belleza tísica lo que hace
excesivamente simpática y atrac-
tiva a Zasu Pitts, pues Zasu,
sin ser un adefesio, no es, ciertamente, ninguna Venus de Milo, sino su
personalidad y, sobre todo, su gran comicidad y talento. Zasu Pitts
interpreta en la película el papel de una beldad pueblerina que, loca de
amor por un jugador de pelota famoso, se traslada a la ciudad para asistir
a la triunfal apoteosis de Casiano, la cual a fin de cuentas no resulta ni tan
triunfal ni tan apoteósica como Zasu, o Camila, para darle su verdadero
nombre, hubiera deseado.
En Casiano, pierde y gana Zasu Pitts se revela una vez más una ingenua de
la pantalla como hay pocas que la igualen en espontaneidad y vis cómica.
Así calificó la crítica neoyorquina a esta bella película cómica,
que lleva el sugestivo título de Casiano pierde y gana. No im-
porta que el aficionado esté alegre, o que en su espíritu pese al-
gún dolor, precisamente si le sucede esto último, debe ir al teatro
más inmediato donde se exhiba la más reciente de las películas in-
terpretadas por el genial Wallace Beery, hábilmente secundado por
un grupo de eminentes artistas, para olvidar sus
penas y sus dolores.
"CASIANO PIERDE Y GANA"
No se trata de un nombre propio, como algunos pudieran suponer,
trata de una nueva película cómica de Wallace Beery, en la que el protago-
nista pierde en el juego y. . . al perder, gana. ¿Qué es lo qué gana Casiano,
que en este caso es Wallace Beery? Resulta demasiado largo el explicarlo.
Lo mejor que puede hacer el lector, si quiere reir a más no poder, es reservar
una localidad en el cine el día en que se estrenará esta magnífica producción.
Dícese que en Nueva York, al ser proyectada en uno de los grandes teatros
de la gran urbe, hizo desternillar de risa a un tendero judío en bancarrota.
Esto podrá dar una idea de la clase de película que es Casiano pierde y gana, en
la cual aparecen artistas de tanto renombre
como Ford Sterling, Zasu Pitts, Sterling
Hollway y otros.
PAGl\A 16
Mensa/era ^aramaunt
44
L©c Soñadora.
*i
i
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky
Presentan a
BETTY BRONSON
c n
"LA SOÑADORA"
("Ritzy")
Producción de ELINOR GLYN
B. P. SCHULBERG, Productor aso-
ciado, estudio de California
Dirección de RICHARD ROSSON
Editor en jefe: LOUIS D. LIGHTON
Película Paramount
REPARTO
Rosalinda Betly Bronson
Duque de Westborough James Hall
Algy , .' ... William Austin
María » Joan Standing
Natán Brown §3 George Nichols
Alí Hassan Ervin Renard
.jaban cursis y rurales, como ella decía,
¡ignorando, sin duda, el verdadero signifi-
cado de ese vocablo.
Decidida a todo, incluso a abandonar a
I escondidas cualquier día su minúscula ciu-
]dad natal, para extender el vuelo hacia hori-
(zontes más amplios y despejados en donde
leí humo espeso de las fundiciones de su
¡padre no la ahogase, una hermosa mañana,
[cuando menos lo esperaba, se presentó en
livor City, de riguroso incógnito, el joven
duque de Westborough, de la más rancia
nobleza inglesa, con el objeto de estudiar los
métodos empleados en los grandes talleres
metalúrgicos de Natán Brown, padre de la
soñadora Rosalinda.
A pesar del riguroso incógnito que ocul-
taba su verdadera identidad, el joven procer
británico no podía ocultar bajo un nombre
supuesto su distinguido porte,
el cual revelaba a cada' paso, a
los inquisitivos ojos de Rosa-
linda, su noble prosapia.
Sospechosa de que en su casa,
bajo el oscuro y plebeyo ape-
llido de Smith, se escondía un
Par de Inglaterra, o por lo me-
nos un duque de la Gran Bre-
taña, Rosalinda se
veía ya en la Corte, a
la cual acababa de ser
admitida, con el pom-
poso título de duquesa
de Ivor City, gracias
a la influencia, en los
altos círculos palacie-
gos, de su esposo, el
joven aristócrata que
se hospedaba de in-
cógnito en su casa. Un día, poco antes del
de la partida de Mr. Smith de Ivor City, en
una fiesta dada en su honor en la elegante
residencia del acaudalado industrial, Rosa-
P AGINA 17
Cl
gfed
&
^Mensa/era ^aramaunt
linda se atrevió a revelar sus hasta entonces secretas ambiciones y
Fantásticos deseos a sus amigas, quienes, como es natural, escu-
charon con mezcla de compasión y hurla las palabras de la eterna
Minadora.
— ¿Qué harías. Rosalinda,
si cualquier Mr. Smith se
enamorase de ti? ¿Despre-
ciarías su amor? — se atre-
vieron a preguntarle sus
amigas.
— Sí ; porque escrito está en
el libro de mi destino que me
casaré con un duque de Ingla-
terra — respondió resuelta-
mente Rosalinda.
Al día siguiente, la Gaceta
de Ivor City comentaba con
irónicas palabras las ambicio-
sas pretensiones de una distin-
guida doncella de la localidad
cuyo nombre, por discreción,
no mencionaba.
Deseosa de huir del ridículo
que se le venía encima si el
huésped de su padre resultaba
un Mr. Smith cualquiera en vez de un duque de la nobleza inglesa.
Rosalinda propone a su padre un viaje a Europa en compañía de!
joven invitado.
Trabajo le cuesta a Rosalinda convencer al autor de sus días ch-
ía inminencia del proyectado viaje a Europa, mas creyendo el buen
Brown que un cambio de ambiente ahuyentaría las románticas ilu-
siones, que como traviesos pajarillos anidaban en la cabecita de su
hija, dio al fin su consentimiento y hechos los preparativos necesa-
rios para el viaje a Londres, nuestros amigos partieron para
Nueva York en donde se embarcaron en uno de los grandes vapores
trasatlánticos que constantemente salen de ese puerto.
A bordo del vapor, el supuesto Smith encuentra a su amigo
Algy Yorkes, un compatriota que se las echa de aristócrata y de
cuyo ojo derecho no se aparta jamás el británico monóculo, o
monoclo, como ahora dicen algunos.
De conformidad con Mr. Brown, Smith se pone de acuerdo con
Yorkes para que éste finja que es el duque de AYestborough, y así
jugar una broma un poco pesadita a Rosalinda para que en lo
futuro no le queden deseos de emparentar a la familia Brown con
algún cazador de fortunas que en unos cuantos meses diese buena
cuenta de la suya.
Hechas las presentaciones de rigor, Rosalinda cambia unas
cuantas palabras con el fingido duque, y aunque éste es un sujeto
antipático y hasta cierto punto afeminado, a la doncella soñadora
le parece el compendio de todas las varoniles perfecciones.
— ¡ Qué simpático es el duque de Westborough ! — le dice Rosa-
linda a Smith.
— ¿ Por qué es noble ? — inquiere Smith, sorprendido.
PAG1SA 18
Mensajera tyaramxuuit
: — Precisamente — replica Rosalinda.
Enterado Mr. Brown de la impresión que el de Yorkes produjo en su
ja, tan distinta de lo que él y Smith se figuraban, ambos comprenden que
tarea que se han impuesto es más ardua de lo que en un principio se imagi-
ban. Sin embargo, decididos a curar a Rosalinda de sus locas pretensiones
| este lo que costare, ambos instruyen al del monóculo para que se haga lo
ás antipático posible a la doncella, aunque para lograrlo tenga que apelar
a la violencia.
Aleccionado hábilmente por sus
amigos, Yorkes vuelve a la carga,
en esta ocasión con más brío, mas
todo cuanto hace resulta inútil
ante la actitud decidida de Rosa-
f.da, quien a todo trance quiere
'jr la duquesa de Westborough,
espera con ansiedad la llega-
l del vapor a Londres para
i,ntraer matrimonio en cuanto
nga pie en tierra firme.
¡Para complicar la situación,
Drkes está locamente enamo-
do de María, la prima de
Dsalinda, que la acompaña,
aria cree a pies juntillas que
irkes está verda-
ramente chiflado
Rosalinda
e vuelve la
)alda. Téme-
lo Yorkes de
t si la broma
prolon-
por más
tiempo perderá a María, así se lo comunica
a Smith, manifestándole, además, que lo me-
jor que puede hacer es casarse de una vez
con Rosalinda, pues "escrito está en el libro
de su destino que tiene que casarse con un
duque de Inglaterra," y, ¿qué mejor duque
que él para el caso?
Mas como que el falso Smith no consi-
dera propicio aún el momento de descu-
brirse, suplica a Yorkes que tenga pacien-
cia y que lleve a la chica hasta el altar en
donde, en presencia del cura que ha de ca-
sarlos, la repudiará públicamente para ma-
yor efecto y vergüenza suya.
Humillada, pero no vencida, ni mucho
menos convencida, Rosalinda espera la
noche para huir del hotel donde se aloja
y dirigirse a uno de los cabarets de peor
reputación de la ciudad, en donde encuentra
a Alí Hassan, un noble hindú, compañero de viaje
trasatlántico, quien la invita a sus habitaciones
del hotel donde mora con el pretexto de enseñarle
unas joyas y unos tapices orientales de raro valor.
Instigado por el licor, del cual Rosalinda afortunadamente no
comparte, el hindú hace insinuaciones amorosas a la doncella, que
ésta rechaza con heroica resistencia, amenazando a Hassan con
hundirse un hacha de guerra hindú, que arranca de una panoplia, en
el pecho, si insiste en avanzar otro paso hacia ella.
Temeroso de las consecuencias, Hassan llama a uno de sus criados
y le ordena, en nombre de Alá, que salga a la calle en busca de un
taxi para mandar en él a la enfurecida y furiosa muchacha a su hotel.
Con la divina intercesión de Alá, el criado hindú no tarda en
aparecer con el taxi, como tampoco tarda en hacer su aparición en
el lugar, con el auxilio de la policía, el verdadero duque de West-
borough, quien descuelga a Rosalinda de un balcón, en cuyos hierros
había quedado prendida al intentar arrojarse a la calle para huir de
las garras del hindú.
— ¿ Continúas queriendo ser la duquesa de Westborough a pesar
de todo? — le pregunta amoroso a Rosalinda el falso Smith mientras
la estrecha en sus brazos.
PAGINA 19
Mensajera ffiíramaiint
DETTY" BRONSON
RITZY la llama-
ban irónica-
mente sus amigas
porque Rosalinda
estaba poseída de
delirio de grande-
zas. Y en el Ritz,
de Londres, sun-
tuoso hotel del cual
sus amigas deriva-
ban el apodo, fué
donde la eterna so-
ñadora vio realiza-
das sus fantásticas
ilusiones.
w
La Soñadora
("Ritzy")
con JAMES HALL
Producción de ELINOR GLYN
Una película Paramount presentada por Adolph Zukor y Jesse L. Laski
Rosalinda contesta con un movimiento de cabeza afirmativo.
— Lo serás, encanto, pues yo soy el duque de Westborough.
— Me lo figuré desde un principio — replica, sonriente, Rosalinda,
a la vez que une sus cálidos labios con los del joven duque como
promesa muda de un amor inmenso y eterno.
"LA SONADORA" ES UNA PELÍCULA
INTENSAMENTE PSICOLÓGICA
Pocos autores sajones contemporáneos han tenido el acierto de
penetrar tan hondamente en el alma femenina como Elinor Glyn,
ilustre autora de la novela que sirvió de tema a la película con
que encabezamos estas líneas. En Ritzy (La soñadora), como
en // (Ello), la señora Glyn se nos revela como una profunda
conocedora de las emociones que gobiernan la mente de sus
hermanas de sexo, arrastrando a las más débiles, a veces, a la
consumación de hechos verdaderamente excéntricos
e inusitados, tales como los que en el desarrollo de
la película La soñadora ejecuta inconscientemente
la protagonista, cuyo papel interpreta admirable-
mente la bellísima e ingenua actriz Betty Bronson.
Elinor Glyn demuestra conocer a fondo la vida, las
mujeres y el amor, trilogía que sirve de tema a la
PAG IX A 20
mayoría de sus obras cinematográficas. La película La soñade,
no puede, en rigor, calificarse de dramática en el sentido estricto
la palabra," ni tampoco puede decirse que es, esencialmente habla
do, una comedia, pues en ella abundan las situaciones cómicaá
las dramáticas en proporción perfectamente balanceada. L
escenas de la película que se desarrollan en la habitación del no
hindú no pueden ser más intensamente dramáticas, como tampe!;
pueden ser más chistosas las que se desarrollan a bordo del ts|
atlántico entre el falso duque y el amigo que se empeña en co
carie en una situación harto difícil y embarazosa. Psicológí;
mente hablando, el estudio no puede ser más completo. De una pi
te tenemos a una jovencita, nacida en pañales de oro y act
tumbrada a hacer su santísima voluntad desde la cuna, y |
padre débil, dotado de una fortuna inmensa, que no se atrt
a contrariar a su hija en ninguno de sus múltiples capricb
El resultado que produce el choque de estas dos natura
zas se manifiesta al final de la película cuando el pac
impotente contra los caprichos de su hija, la abandone
poco menos, a su albedrío. El final no es tan trági
afortunadamente, como pudiera suponerse, grac
a la oportuna intervención de un hombre, noble ei
más amplia acepción del vocablo, que salva a la
cauta soñadora de la ruina y el deshonor.
Mensajero tyaranuwnt
GRANUJAS POR DOQUIER
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY Presentan
"GRANUJAS POR DOQUIER"
("Too Many Crooks")
, con
MILDRED DA VIS. LLOYD HUGHES, GEORGE BANCROFT
y EL BRENDEL
Dirección de FRED NEWMEYER
Película Paramount
Basada en un asunto original de E. J. Rath; versión cinematografía de Rex Taylor
REPARTO
Celia Mildred Davis
Juan Barton Lloyd Hughes
El "Trueno" George Bancroft
"Pachón" El Brendel
El "Anguila" William V. Mong
Erasto Masón John St. Polis
El "Vivo" Otto Matiesen
"Frisco" Flora Betty Francisco
Stone Gayne Whitman
Mayordomo Tom Rickets
Federico Smythe Cleve Moore
Sra. Smythe Ruth Cherrington
Daniel Boyd Pat Hartigan
ARGUMENTO
ELIA MASÓN,
hija única de un
banquero retirado,
pirra por la dramatur-
Si pudiese escribir
drama, especialmente
drama de asunto poli-
:o en el cual los prin-
iles intérpretes fue-
un detective tan fa-
go como Sherlock
mes y un granuja más
Lque Merlín, Celia sería
ujer más feliz de la tierra.
ia noche, de regreso a su aris-
rática residencia de Long Is-
p, después de haber presenciado un esca-
riante drama del hampa ciudadana, escri-
toor un dramaturgo novel llamado Juan Barton,
ímpañada de Marshall Stone, abogado de la fa-
a Masón, Celia confía a éste sus ilusiones y después de criticar
Irama que acaba de presenciar, en términos harto desfavorables
a su autor, quien es amigo íntimo del abogado, asegura a éste
ella se siente capaz de escribir un drama mejor que el que han
presenciado. Lo único que le falta para ello es ponerse en contacto
con una pandilla de granujas, por unos días, con el fin de adquirir
ciertos conocimientos que le faltan para salir airosa en su empresa
dramática. Enterado Barton por Stone de los planes y ambiciones
PAGINA 21
Mensajero ^araitiaunt
que Celia acaricia, el mismo se encarga de facilitar a la muchacha,
por conducto de éste, una pandilla de granujas, que, en honor a la
verdad no son tal cosa, sino actores disfrazados de granujas. Sin
embargo, deseoso de vengarse de la mujer que tan acremente criticó
su drama, Barton tiene buen cuidado de que los actores que le pro-
porciona sean de lo más malo que darse pueda, como podrá juzgar
el que leyere por sus sobrenombres : el Trueno, el Vivo y el Anguila.
Frise o Flora es la primera actriz y primer granuja de la cuadrilla
granujeril. Instalados cómodamente los granujas en la palaciega
residencia del banquero Mr. Masón, con gran indignación de éste e
inmensa alegría de Celia, el Trueno, el Vivo, el Anguila y demás
compinches, hábilmente aleccionados por Barton, quien tiene buen
cuidado de reservarse el papel de jefe de la pandilla, comienzan
sus fechorías. Tan a la perfección desempeñan su cometido los
actores granujas, o viceversa, que a las veinticuatro horas de haber
entrado "en funciones," el Vivo ha aliviado a los invitados a una
fiesta campestre, dada en los jardines de la mansión del banquero
Masón, de media docena de relojes de oro, ocho carteras, cinco co-
llares, uno de ellos de perlas, dos zafiros y otras tantas pulseras, en
tanto que el Trueno, de servicio en el interior de la
casa, ha hecho desaparecer una vajilla completa de
plata y muchos otros objetos de valor. Frisco Flora,
la vampiresa irresistible, ha rendido a quince millo-
narios, quienes están decididos a entablar igual nú-
mero de divorcios. Todos los objetos robados, con
excepción de los quince corazones de las víctimas i
de Trisco Flora, son religiosamente depositados en
secreto, por Barton. en la caja de caudales de Ma-
són. Cuando la situación comienza a hacerse inso-
portable para todo el mundo menos para Celia, que
se encuentra muy a sus anchas entre la granujería
que ha de proporcionarle un tema sensacional para su melodran
hace su aparición la policía. En un instante, los granujas desap
recen como por encanto, llevándose consigo, contraviniendo
instrucciones de Barton, cuanto objeto de valor dejaron de desl
sitar en la caja y la caja misma, la cual, temeroso el joven dratfl
turgo de que la comedia se convirtiese en tragedia debido al eiil
siasmo de sus intérpretes, había dejado vacía, después de colon'
los documentos y valores que en ella estaban depositados, en
lugar donde Pachón, el vigilante, pudiese fácilmente hallad j
Descubierta la farsa por sus mismos autores a satisfacción de 1
dos, incluso de Celia, Barton y la joven aspirante a dramaturgo
man una pluma y juntos escriben el título del drama que habrán I
producir en colaboración, Granujas por doquier, como maride
mujer.
Publicidad y Propaganda
"GRANUJAS POR DOQUIER"
Esta película de la Paramount, cuyo estreno se anuncia píj
esta noche en el Teatro , es, a juzd
por las opiniones de los críticos cinematografió
que la han comentado, una de las películas más
teresantes en su género que se han presentado!
público. Dotada de un argumento cuyo interés ¡
decae un solo instante por las innumerables sorp|
sas que contiene, este film ofrece la particularidlj
de estar interpretado por un grupo de artistas er
nentes que hacen cuanto está de su parte para m^|
tenerse a la altura de sus respectivos papeles. Teif
mos en el reparto de Granujas por doquier, encal|
zando la lista de tan distinguidos histriones de
PACiy.4 22
Mensa/era tyaranwunt
pantalla, a la gentilísima
actriz Mildred Davis, a
quien el público recor-
dará de las películas
Doctor Jack, Marinero a
la medida y El hombre mos-
ca. Esta última, como tendrá
presente el lector, fué uno
os triunfos más sobresalientes del popular actor cómico
óld Lloyd. Lloyd Hughes, otro de los principales inter-
és de Granujas por doquier, ha tomado parte, recientemente,
(as películas de la First National Pictures, intituladas, Forever
r, Ella Cinders y Ladies at Play. George Bancroft, el chistoso
cañón de la estupenda película La fragata invicta, de la Para-
nfe; el villano de Los jinetes del correo, y el contramaestre de
tifón, encarna el papel de Trueno, de Granujas por doquier,
insuperable maestría. El Brendel, el gracioso actor cómico
La colegiala altiva y Por una mujer, es otro de los intérpretes
aparecen en el reparto de la última producción del director
d Newmeyer, a quien se deben películas del fuste de La casa de
siete llaves, El campeón del amor, La suerte loca y Por qué
arse, todas ellas de un marcado sabor cómico. E. J. Rath,
r de El neurasténico, lo es también de Granujas por doquier.
sunto de esta película gira en torno de una caprichosa doncella
tía sociedad neoyorquina, quien, deseosa de escribir un drama
■Bdo en un asunto policíaco, invita a su casa, elegante palacete
lijado en un barrio aristocrático de la ciudad, sin el consentimiento
■feu padre, a una pandilla de granujas, o por lo menos así ella se
nagina, quienes cometen un sin fin de graciosas fechorías. Des-
ierto finalmente el enredo, el autor de la farsa, quien resulta
ser un dramaturgo fa-
moso, y la millonaria
aspirante a tal, inician
la colaboración para
la producción de un
drama policíaco, en el que
los actores de la farsa serán
los principales intérpretes.
Como es de suponerse, para que la
colaboración resulte verdadera-
mente eficaz, tiene por anticipado que santificarla el cura y así
sucede. .
Gacetillas para el Programa y el Periódico Local
CATORCE DIRECTORES PARA DIRIGIR
UNA ESCENA
Catorce directores de películas se reunieron en el estudio cali-
forniano de la Paramount el día que comenzó la impresión de las
escenas de la película Granujas por doquier, para celebrar el re-
torno de Mildred Davis, principal intérprete femenina de la pelí-
cula, al estudio, después de una ausencia de cuatro años. La cele-
bración, o bienvenida, consistió en que los catorce directores, en
armoniosa colaboración, dirigieron la primera escena de la película
Granujas por doquier, en calidad de ayudantes de Fred Newmeyer.
Los directores que dirigieron la impresión de esa escena, aparte de
Fred Newmeyer, fueron James Cruze, Monte Brice, Clarence
Badger, Dorothy Arzner, Frank Lloyd, Luther Reed, Arthur Ros-
son, Richard Rosson, Larry Semon, Mauritz Stiller, John Waters,
Lothar Mendes y H. D'Abaddie d'Arrast, o sea todos los que a la
sazón se hallaban en el estudio de la Paramount. Mildred Davis,
PAGINA 23
Mensa/era tyanurwunt
"GRANUJAS
_
POR DOQUIER"
CUIDADO CON LOS GRANUJAS!
Los hay por doquier: en la calle, en el tran-
vía, en la casa. En donde uno menos se pien-
sa salta un granuja.
CUIDADO CON ELLOS!
la gentil actriz, a quien el público recordará de las películas Doctor
Jack y El hombre mosca, agradeció emocionada el homenaje que le
tributaron los metteurs mencionados con motivo de su retorno a la
pantalla, y con palabra torpe por la emoción, expresó el deseo de
que la película Granujas por doquier, con tan buenos auspicios
comenzada, fuese la mejor en que ella ha tomado parte. El retorno
de Mildred Davis a la pantalla, será, sin duda, una grata noticia
para los aficionados al arte mudo.
¡CUIDADO CON LOS GRANUJAS!
He aquí el decálogo que formuló un reputado criminalista ameri-
cano que actuó como asesor técnico del director Fred Newmeyer
durante la impresión de las escenas de la película Granujas por
doquier, en el estudio de la Paramount.
1. — Xo intimar con personas desconocidas.
2. — Xo lucir joyas de valor en público.
3. — No hacer alarde del dinero que uno lleva en la cartera.
4. — Xo esconder la llave del domicilio en alguna de las habita-
ciones; es preferible darla a guardar al vecino... si éste es
persona honrada.
PAGINA 24
5. — Jamás, bajo ninguna circunstancia, debe aceptarse una cita
teléfono de un desconocido. Como medida de precauc
avísese inmediatamente a la policía.
6. — En caso de necesidad de andar de noche por una calle oscí
es preferible caminar por mitad de la calle que por la acerj
7. — Jamás deben firmarse los cheques con lápiz o dejar el imp<
en blanco.
8. — Nunca debe firmarse un papel, por trivial que sea el asui
sin antes leerlo.
9. — Al dejar el automóvil en la calle hágase después de ceri
con llave. Consérvese el número del motor en un lugar segi¡
10. — Al andar de noche por parajes solitarios hágase cantand
silbando fuerte. Esto, que a simple vista parecerá una a
pieza, es una precaución de seguridad que no falla. Este c
sejo se atiene no sólo al adagio español de quien canta su
espanta, sino que advierte a la policía que el que silba o ca(
es una persona decente.
La película Granujas por doquier, durante la impresión da
cual en el estudio de la Paramount se formuló el anterior decálc
es una comedia de asunto granujeril, de lo más original e interesa
que ha presentado al público la Paramount.
Mensa/era tyaranwunt
CAMINO DE ARIZONA"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
GARY COOPER
e n
"CAMINO DE ARIZONA"
("Arizona Bound" )
con
BETTY JEWEL y EL BRENDEL
Dirección de JOHN WATERS
REPARTO
rid (a) Arizona Gary Cooper
ta Betty Jewel
son El Brendel
ina Jack Dougherty
\ k el Tejano Christian J. Frank
(n Winslow Charles Crockett
nás Winslow Joseph Butterworth
I uacil Guy Oliver
Vaqueros, bandidos, pueblo, etc.
Película Paramount
IRGUMENTO
fsión castellana por
Cornelius
TONTADO en
) I soberbio ca-
ballo blanco,
os los muslos so-
los flancos de la
ntura, y apenas
cansando las pun-
as de las botas en
adera de los estri-
5, David cabalgaba
rumbo fijo, ol vi-
la su ruta de Ari-
-í'ia, despreocupado
ilegre, no lejos de
contornos de la
a minera del Mez-
Jte.
e vez en cuando,
un ligero fruncir de cejas, una mirada
fija y prolongada al cielo, como si qui-
siera penetrar su infinito, daban muestra
de que algún pensamiento tenaz se agi-
taba en la mente del mozo.
— ¡ Si se tramará algo con
este dichoso envío de
oro ! — soliloquiaba el
apuesto y joven
jinete — ; hay en to-
do mucho misterio. |
Este Hanna no me gusta. ¡ Vere-
mos!... No he de perder de vista
esta diligencia. Y lo que menos me
gusta es que este amigo le esté ha-
ciendo la ronda a la Anita. . .
En estos pensamientos iba el jinete
del caballo blanco, cuando, repentina-
mente, de un recodo del camino, como
*
a
a un kilómetro de distancia, apareció la dili-
gencia que tanto preocupaba a nuestro
hombre, con sus seis caballos al galope
tendido.
— Ahí van — di jóse David — veamos en lo
que para esto.
Y se escondió detrás de unos matorrales,
dejando pasar la diligencia, a la que siguió,
entrándose en una estrecha vereda que se
deslizaba oculta y tortuosa a lo largo del
camino. No ha-
bía pasado mu-
cho tiempo desde
que diera prin-
cipio el espio-
naje cuando avi-
zoró que el
coche se detenía
bruscamente y
que todos los
hombres que
formaban su
guardia levanta-
ban los brazos al
cielo.
Atravesados en
el camino, vio a
varios hombres, con los rifles
echados a la cara, amenzando
a los ocupantes del coche.
No le cupo duda de que
se trataba de un asalto en
pleno camino, y, picando
espuelas a su montura, lan-
zóse al galope al lugar de la
emboscada, hasta lograr ponerse a la reta-
guardia de los propios asaltantes.
— ¡ Manos arriba ! — gritóles con voz to-
nante, mientras con su pistola apuntaba aí
grupo de los foragidos.
Y, como si aquella fuera la señal de libe-
ración, los de la diligencia aprovecharon la
coyuntura para sacar sus armas y hacer
fuego sobre los salteadores.
Hanna, el conductor de la diligencia y
PAGINA 2$
Mensajera tyaramoiuit
/>"'
.1* *" *
en CAMINO DE
n^KARIZONA
BETTY JEWEL y EL BRENDEL
Basada en un asunto original de Richard Alien Gates, adaptado a la pantalla
por Marión Jackson; versión cinematográfica de John Stone y Paul Gangelon.
jefe de la expedición, fué el primero en disparar, y los asaltantes,
viéndose perdidos, tomaron las de Villadiego, no sin antes dejar dos
muertos sobre el campo. David, que amaba la acción y las aven-
turas, lanzóse con su brioso corcel a la persecución de los que
buían. mas no habría corrido doscientos pasos cuando una detona-
ción a sus espaldas detuvo su carrera, haciéndole caer en tierra sin
sentido.
* * *
— ¿ Qué hacemos con éste ? — preguntaba a Hanna uno de aque-
llos hombres que iban en la diligencia, señalando a David que yacía
sin sentido.
—A ese nos lo llevaremos al Mezquite. Y alegrémonos de que
todo haya salido mejor de lo que habíamos pensado. Enterrare-
mos el oro en algún lugar cercano y podremos decir que Jack el
Tejano nos lo ha robado, y. para mejor prueba, llevaremos a este
muchacho haciéndolo pasar como uno de la partida a quien hicimos
prisionero. Asi nos deshacemos de él como testigo que pueda
comprometernos.
Y. dicho y hecho, enterraron el oro y emprendieron el regreso
PACÍ Y 4 26
a la villa del Mezquite, plenamente fortificados con el cuento c
robo y del asalto.
* * *
David logró escapar cuando las cosas se presentaban para
con peor talante, y juró para sí no descansar hasta rescatar el or
desenmascarar a los ladrones y rehabilitarse ante los lugareñí
que lo tenían por uno de los foragidos.
Un día, rondando el lugar donde sospechaba debía de estj
enterrado el oro, vino a dar de narices con Jack el Tejano y Jj
de sus lugartenientes, con tan mala fortuna, que antes que los vie;
ya lo tenían bien acorralado con las bocas de sus pistolas.
Mas quiso la fortuna que en aquel momento apareciera en
camino la diligencia de Hanna y los suyos, que, por la prisa q^
llevaban, daban muestra de que iban metidos en algún negocio f
mucha monta.
Jack el Tejano pronto adivinó cuál era la empresa que por a
los llevaba con tanta premura.
— Vienen a buscar su oro — dijo a su lugarteniente.
— Todavía podría ser nuestro — contestóle, codicioso, el coi¡
pañero.
Msnsq/era ^aramount
— Esperemos primero a
que lo desentierren.
— Y yo, señores, estoy
con ustedes si necesitan un
hombre que no se las
muerda — agregó
el muchacho.
Interrogáronse
con la vista los
dos foragidos, y
como ellos sólo
eran dos y los
contrarios mon-
taban a más de
media docena,
aceptaron la pro-
puesta del mozo,
y aprestáronse
los tres juntos a
quitarle a Han-
na el oro que él
había robado a
los mineros del
Mezquite.
* * *
Una vez desenterra-
do el oro, los hombres
de Hanna fueron colo-
cando los saquitos del
hciado polvo en el interior de la diligencia, y ya se disponían a
ftir con su botín, cuando David, Jack el Tejano y su lugarteniente
presentaron en la escena. Mas no llegaron tan de improviso que
nna no se diera cuenta de su presencia.
— Cubrid la retirada y detened a estos hombres mientras yo
o la diligencia hasta la frontera mejicana — gritóles a sus
naces.
Y saltando al pescante del coche emprendió un furioso galope,
niño de Méjico, mientras simultáneamente se entablaba un for-
dable tiroteo entre los dos grupos rivales
bandidos.
David, que vio que Hanna escapaba con
oro, logró salvar la línea de fuego, y, lan-
ídose detrás de la diligencia no corría
o volaba, cual si su caballo hubiera adqui-
,o momentáneamente alas de Pegaso.
La carrera fué furiosa, tanto por parte
perseguidor como del perseguido, pero
vid, poco a poco, fué ganando terreno
)gró ponerse, de un salto peligrosísimo,
: dio desde la silla del caballo, al techo
la malhadada diligencia.
A.11Í, entablóse una terrible lucha cuer-
a cuerpo entre los dos hombres,
entras los caballos, sin freno ni guía,
desbocaban por la carretera amenazan-
despeñar el coche con cada vuelta del
mino.
Por fin, David logró hacerse dueño de
situación arrojando a su contrincante
r un barranco profundo, al fondo del
cual la muerte lo esperaba con su mano descarnada y fría.
Detuvo los caballos y bajó del pescante. Al abrir la portezuela
encontróse dentro del coche a Anita, que Hanna se había querido
robar juntamente con el oro, y al desligarle las ataduras y darle
la libertad, ella la perdió de aquel día para siempre, prendándose
perdidamente del mozo que la había salvado y que la oprimía entre
sus brazos robustos y amorosos, y que pensaba para sí, en aquel
momento, que indudablemente era preferible quedarse allí donde
se encontraba la felicidad de un dulce amor, que seguir por la in-
cierta y prolongada ruta del camino de Arizona.
Fin.
ESCENAS SALIENTES
La película de asunto rural americano,
que se estrenará esta noche en el Teatro
con el título de Camino de Ari-
zona, contiene multitud de escenas a cual
más interesante y atrevida. Esta película
de la Paramount abunda en situaciones
intensamente dramáticas, que ponen a prueba el
valor personal del grupo de atrevidos actores y
actrices que las interpretan. Entre estos sobre-
sale, por su valor e intrepidez, rayanos casi
siempre en la temeridad, el joven actor e intrépido
jinete Gary Cooper, apodado Arizona, a quien se
le ve cabalgar su veloz caballo blanco, con tal
maestría, que parece que jinete y caballo se trans-
forman por arte de brujería en un ser fantástico
y sobrenatural. La carrera que Arizona sostiene
con el tahúr Jack el Tejano, por tomarle la de-
PAGINA 21
Mensa/era ^aranwunt
un ladrón vulgar por los mismos que antes admira
su valor y arrojo, sorprende al malvado Hanna t-r
lugar donde tiene escondido el oro. La acción rá
de estas escenas es un modelo de fotografía y de dirl
ción. No en vano ésta ha sido encomendada a Je
Waters, insigne metteur que dio a la cinematografía,
ha mucho, películas tan hermosas como El hombre
bosque, El río del olvido, El jinete misterioso y ot
adaptaciones del genial novelista americano Zane Gr
lantera en el camino del Mezquite, es de lo
más sensacional que se ha llevado a la pan-
talla. Al final de cuentas Arizona gana la
apuesta, consistente en veinticinco dólares, pero
e cuesta igual cantidad el pacificar a una iracunda
viuda que llora la pérdida de un carricoche que le
apabullaron los jinetes en mitad del camino. Otra
de las escenas más interesantes es la del baile,
cuando Arizona, al disponerse a bailar una danza
con Anita, se encuentra, sin darse cuenta de ello, enre-
dados los pies con una cuerda que uno de sus implaca-
bles enemigos arroja a su paso. No es menos intere-
sante el asalto de la diligencia cargada de oro, por
el Tejano, en el cual pierden la vida algunos de
sus compañeros. Arizona recibe un ba-
lazo en la cabeza, pero como la herida
no es de gravedad, el intrépido mucha-
cho prosigue su faena de exterminar a
los granujas que querían apoderarse del
oro de la diligencia como si nada le hu-
biese sucedido. La más emocionante de
las escenas de gran emo-
ción que contiene la pelícu-
la Camino de Arizona es,
incuestionablemente, la de
la fuga de Arizona cuando
los vecinos del Mezquite,
indignados hasta el pa-
roxismo porque le creían
culpable del robo del oro
que Buck Hanna había ocultado en
un lugar de la montaña, pretenden lin-
charlo. Las escenas finales de la pelí-
cula en que Arizona, perseguido como
Camino de Arizona es una película que verán aj
gusto todos los públicos, aun aquellos para quien
el género de películas de cowboys no sea el prec
lecto. La presentación, la dirección y la interpret
ción de esta película, en la cual hace su debut «
films del género antes mencionado el joven act'
Gary Cooper, no desdicen en nada de los standar*
de alta calidad establecidos por la Paramount t
cinematografía.
¿QUIÉN ES GARY COOPER?
El público que asista al estreno de la pelíct
Camino de Arizona en el Teatro , tendí
ocasión de admirar en la pantalla a uno de los nov
simos exponentes del perfecto tipo de cowboy, héro
de las películas impresionadas en los grandes esp;¡
cíos libres del sur y del oeste de los Estados Unidor
Claro está que nos referimos a Gary Cooper, jove)
actor, intérprete del papel de protagonista de Camirt
de Arizona.
Aunque Gary Cooper, a quien nuestros amigcl
conocerán en lo futuro por el sobrenombre de Ar\
zona, no hace aún un año que hizo su aparicioj
por primera vez en el blanco lienzo cinematografía
sus habilidades como actor dramático le han cor
quistado ya un nombre distinguido entre los grande
intérpretes de la cinematografía.
pagina 28
Mensq/ero tyaramaunt
Por Encomienda
Postal"
ARGUMENTO
IGUIENDO la tradición de la familia, en la cual se cuentan
) numerosos miembros que han prestado relevantes servicios
como altos empleados de Correos, el padre de Eddie, director
eral del servicio secreto de esta institución, trata de que su hijo
la misma honrosa profesión de sus antepasados y sea una per-
a útil a sí mismo y a su patria. Con el fin de obligar al joven a
sar seriamente, el buen padre toma una resolución extrema y
única a Eddie su determinación de no admitirlo en su presencia
'ta que por medio de su propio
aerzo y servicios prestados al
reo se haga acreedor a ello
entusiasmado con tal
cartero y se promete a
mo cumplir como
no, mereciendo el
ecio de su padre y el
uso de la opinión
lica.
|£n su diario recorrido
I repartidor
cartas, Ed-
encuentra
de una
sión para
plegar los
recursos de su rica imaginación.
Con donaire sabe salir de los nu-
merosos aprietos en que su oficio y
su ingenio lo colocan y, aunque con su-
dores, cumple su cometido. Contento de
sí mismo y orgulloso de su flamante uni-
forme, nuestro héroe espera ansioso la hora de
comer para hacer una visita al restaurant donde
la bella Matilde presta sus servicios de camarera.
La joven recibe gustosa los halagos de Eddie y le
pide una fotografía en uniforme de cartero. Por
su parte, el joven, después de prometer traérsela
al día siguiente, invita a la doncella al baile de
los empleados de Correos que se celebrará en breve.
Interrumpe el idilio del flamante cartero y de la ca-
marera el dueño del restaurant, quien se considera
el único con derecho a las sonrisas de la bella Ma-
tilde. Lleno de contento, vuelve al día siguiente Ed-
die trayendo un ramillete de flores y la fotografía
pedida. Al llegar al restaurant, nuestro héroe se
entera de que Matilde ha aceptado la plaza de
secretaria particular de un tal Morgan, por mal
nombre el Prieto, sujeto un tanto sospechoso para
Eddie, pero que al parecer es dueño de un gran
negocio. Desalentado por la noticia, el buen car-
tero echa a un lado las flores y está a punto de des-
mayarse de pena cuando Matilde telefonea al res-
taurant y le hace saber su nueva dirección. Atre-
pellándolo todo, sale el buen Eddie como alma que
PAGINA 29
Mensq/era tyaranwunt
lleva el diablo, seguido de
una multitud de curiosos (luc-
io creen loco. Matilde se
muestra tierna y promete
asistir al baile. Nuestro jo-
ven, encantado de la vida,
hace los preparativos para
presentarse lo más majo po-
sible en el salón y eclipsar
con su elegancia y pulcritud
a los numerosos rivales que
pretenden a Matilde. Esta,
seducida por los halagos que
todos le prodigan, haila con
unos y con otros mientras el
buen Eddie se muerde los
puños de la camisa de des-
pecho. Después de algunos
golpes de ingenio para atraer
la atención de Matilde, una
mano aleve mete por entre el
cuello de la camisa de nues-
tro héroe, que le viene
grande, un pedazo de hielo. Tan grande es la
joven recibe al sentir el hielo en la espalda, que
tales contorsiones y dar tales brincos,
que, confundiéndose con los bailarines
que en aquel momento se disputan una
valiosa copa, resulta vencedor en el con-
curso de black bottom. Al acompañar a
su casa a la joven, en prueba de cariño le
ofrece la copa ganada. Por su parte,
Matilde, en su deseo de ser sincera con
Eddie, le comunica que ha aceptado la
oferta que poco antes le había hecho el
caballero por quien trabaja y que pen-
saba casarse con él y embarcar en seguida
para una gran ciudad de Hispanoamé-
rica. Resígnase Eddie con su suerte y,
a fuer de buen amigo, desea a Matilde
tanta felicidad como para sí quisiera.
Cambiado el traje de etiqueta por el
uniforme de cartero, nuestro héroe va
perder tiempo se dirige
oficina para poner a Mal
al corriente de lo que ocu
Al llegar a ella encuentr.
oficina abandonada e inr
sado por las sospechas
contra Morgan hace tiet
abriga, comienza a rev
papeles, no tardando en
sensación que el
comienza a hacer
que
caza
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
EDDIE CANTOR
"POR ENCOMIENDA POSTAL"
("Special Delivery" )
con WILLIAM POWELL, JOBYNA RALSTON
y DONALD KEITH
Dirección de WILLIAM GOODRICH
Película Puramount
Basada en una idea original de Eddie Cantor, adaptada a la
pantalla por John Goodrich, director artístico de la película.
B. P. SCHULBERG, Productor asociado
REPARTO
Eddie, el cartero EDDIE CANTOR
Matilde, la chica Jobyna Ralston
"El Prieto" William Pouell
Un bombero Donald Keith
Un guardia Jack Dougherly
Nip, un detective Víctor Potel
Tuck, otro detective Paul Kelly
La madre Mary Carr
quirir las pruebas que ac
ditan a tal pillastre como
timador y estafador redoi
do, largo tiempo persegu
por las autoridades posta
Cuando más entusiasm.
está nuestro héroe registr
do cajones, llega Morgar
valido de su fuerza, pj
fuera de combate al
Eddie y huye en un autoi
vil. Momentos después,
joven se dirige en una mti
cicleta a bordo del vapor
Matilde debe partir acompañada de Morgan, logrando
al presunto comerciante, que con tan finas artimañas ha b
lado las leyes y engañado a Matilde.
Orgulloso de su hazaña, Eddie llev
presencia de su padre al perillán,
buen anciano, contentísimo de su hijo
promete el ascenso. Eddie, por su pai
asegura que ya tiene su recompensa
la mano, y al mismo tiempo presenta
autor de sus días a la bella Matilde, qu
sonríe ruborosa y hace signos de cal)
afirmativos, mientras nuestro héroe
dice algo al oído, lo cual no hace íz
revelar, pues se adivina. J. de B
distribuyendo el correo de la mañana.
Entre las encomiendas que tiene hay una para
Morgan. Al entregarla al destinatario, el joven
el tal Morgan es el mismo que prometió casarse
Publicidad y Propaganda
BREVE BIOGRAFÍA DE
EDDIE CANTOR
la esposa de Mr.
se entera de que
con Matilde. Sin
Eddie Cantor, protagonista de la p
cula Por encomienda postal, de la Pa
mount. que se estrenará en el teatro no es
desconocido del público, especialmente del público que asiste *
frecuencia a los espectáculos teatrales que se dan en el Bro:
PAGINA 30
Mensq/era paramount
v neoyorquino, en donde este popular actor ha co-
:hado inmarcesibles y abundantísimos lauros. Antes
aparecer en la pantalla cinesca, Eddie Cantor era
íocido en el mundo vodevilesco como genial inter-
ne de tipos de la raza de color (tan distinto al del
nzo cinematográfico) de las playas del Atlántico a las
I Pacífico y viceversa. Se calcula en más de medio
llón el número de personas que aplaudieron a Eddie
jntor en su encarnación, como ahora dicen algunos,
i papel de Kid Boots, paso, de comedia que, adap-
o a la pantalla, es conocido en los países de habla
itellana con el título de El sastre Botines. Eddie Can-
'• es un verdadero exponente de la comedia limpia y
enta de retruécanos de mal gusto. El arte de Cantor
el resultado de doce años consecutivos de hacer reir
público.
■{Nacido en la ciudad de Nueva York, y educado en
Aa de sus escuelas públicas, a los catorce años de edad
insigue empleo de meritorio y ordenanza en una ofi-
|ia de una casa de banca de Wall Street. Perdido el
'tpleo, al poco tiempo de haberlo obtenido, por chis-
mo, Eddie Cantor encuentra otro, del cual es igual-
ante despedido a los quince días, por haberlo sorpren-
lo uno de sus jefes distrayendo a sus compañeros de
bajo con una caracterización bastante exacta de Sara
* *rnhardt. A los dieciseis años de edad, consigue un
imtrato del famoso empresario neoyorquino Cus Ed-
1 irds para interpretar papeles juveniles en actos de
udeville. Tres años después cruza el Atlántico para
nar parte en una revista Charlot, en Londres. En
16, Cantor apareció en Canary Cottage, en Los An-
les, y cinco meses después, de regreso en Nueva York,
fresaba en la compañía de los Ziegfield Follies. Al
jo siguiente desempeñaba el papel de protagonista de
sastre Botines, adaptada, como hemos dicho antes, al
•minar su contrato con los Ziegfields, a la pantalla por
Paramount.
Eddie Cantor es, además de excelente actor, un artista
tado de extraordinaria imaginación. La trama de la
'ícula Por encomienda postal es un producto exclu-
so de su ingenio, como lo son, asimismo, muchos de
¡ tipos que ha creado en el teatro.
En la película Por encomienda postal, de la Para-
lint, que el público aplaudirá en el teatro
com o antes aplaudió El sastre Botines,
Juran artistas tan distinguidos como Jobyna Ralston,
¿mera actriz de las comedias de Harofd Llovd durante
es años, y William Powell, el villano de 'tantísimos
r amas cinematográficos.
De la di-
xión de la
ilícula s e
cargó
i 1 1 i a m
13 o d r i c h ,
tor de la
aptación cinematográfica. Esta,
,mo todas las buenas películas, es
taramount, sinónimo de supremacía.
La Ubicuidad
de William
Powell
William Powell,
intérprete de un
importante papel
en la película Por
encomienda pos-
ta!, de la Para-
mount, en la cual
Eddie Cantor des-
empeña el del protagonista, es el actor que ha tomado
parte en mayor número de películas en un año
que otro cualquiera. Durante el año que Powell
lleva en el estudio de la Paramount, ha aparecido en
nueve películas dramáticas. Por encomienda postal
es la única cómica en que ha actuado. La ubicuidad
de William Powell supone un trabajo continuado en
el estudio que muy pocos actores podrían resistir
por un período de doce meses consecutivos.
William Powell es un actor cinematográfico proce-
dente del teatro hablado en donde cosechó abundantes
aplausos. El público recordará a Powell en películas
tan importantes como La princesa Tudor, El mantón
PAGINA 31
Mensa/era ^aramowtf
IddieCantor
POR ENCOMIENDA POSTAL
("S pedal Delivery" ' )
A ningún empresario se le escapará la importancia que para la publicidad y propaganda tiene este grabado y los demás por el mismo estilo que apa
recen en otras páginas de esta revista, atractivos, económicos y de fácil reproducción al tamaño que se desee para publicarlos en el programa, ei
los boletines, gacetillas y en la Prensa de la localidad.
de Manila, Romola, Aloma, la hija del mar. Oro del desierto, La
fugitiva, Beau Geste, Dioses vanos, La ajena felicidad, New York,
El más grande error y en Por encomienda postal, que es la más
reciente de todas ellas.
"POR ENCOMIENDA POSTAL"
Mientras se hallaba en San Antonio (Tejas) disfrutan-
do de unas bien merecidas vacaciones. Jobyna Ralston, la
encantadora ingenua de la Paramount. recibió un telefonema del
estudio de esa empresa, en el cual se le ordenaba el regreso in-
mediato a Los Angeles para tomar parte en la impresión de las
escenas preliminares de la película Por encomienda pos-
tal, que se estrenará en el teatro A su 11
al estudio, después de haber recorrido la friolera de
mil millas, la gentil Jobyna se enteró de que el título
película en que iba a tomar parte debía intitularse,
Por encomienda postal, llamada así por girar su
argumento en torno de las peripecias que le ocu-
rren al protagonista del film, un cartero que se
las trae. El nombre de la película chocó a Miss
Ralston, pues parecía tomado de sus viajes de
fácina a
un lado para otro, como si fuese un simple paquete, desde qu
minó de impresionar las escenas de la película El hermanito,
pretada por Harold Lloyd, hasta que comenzó a tomar parte
las de Por encomienda postal. Como hemos dicho antes. Jola
Ralston se hallaba de vacaciones en el campamento donde se ¡
presionaban las escenas de la película Alas, en la cual Ricll
Arlen, su prometido, interpreta uno de los principales pape 1
cuando un telefonema urgente de Mr. B. P. Schulberg, proa
tor asociado, la llamaba al estudio para comenzar a impresioi
las escenas de la película Por encomienda postal, en la cual
linda actriz interpreta el papel de novia del protagonista.
Lo sucedido a la encantadora actriz, es otro ejemplo gráfico «
desmiente rotundamente la popular creencia de que las
ices y actores del cinema se pasan la vida en un Id
e rosas, cuando no en continuas francachelas allá er
metrópoli del film. Además de Jobyna "Ralsto;
Eddie Cantor, en el reparto de esta película ti
ran los nombres de William Powell, Jack Dou:
erty, Donald Keith, Víctor Potel, Paul Kellj
Mary Carr, quienes con su habilidad histrióri
contribuyen al buen éxito -de una de las pelícl
más graciosas que se han llevado a la pantalla
Mensajera tyaranwiutt
LEYENDO PERIÓDICOS
• • •
L PRESIDENTE DE LA PARA-
MOUNT EN BARCELONA
De la revista cinematográfica El Cine, que
publica en Barcelona, copiamos las si-
lentes líneas :
'El lunes llegó a nuestra ciudad el presi-
ite de la Paramount Famous. Lasky Cor-
ration, procedente de Sevilla, donde pasó
días de Semana Santa. Mr. Zukor fué
ibido por el señor Ribé, en representación
alcalde de Barcelona, y por los señores
dal Gomis y Ponedel, quienes le dieron la
nvenida en nombre del personal de las
:inas que la Paramount tiene en esta
dad.
('En un automóvil cedido galantemente
| ^ el Ayuntamiento, se dirigieron al Hotel
yftz, donde quedó hospedado, juntamente
¡i el señor Kaufman. El martes por la
ñaña visitaron la Catedral, la Diputación,
Ayuntamiento y el Cine Coliseum. Te-
ndo que marcharse este mismo día, Mr.
ikor, su distinguida esposa y demás per-
las que le acompañaban prometieron ha-
• en breve una visita a nuestra ciudad con
.s calma."
La misma información aparece en otros
dódicos de Barcelona, seguida de intere-
ítes datos biográficos de la figura de más
ieve en la industria que hoy ocupa el
Irto lugar entre las grandes industrias de
irteamérica.
DITORIAL ACERCA DE UN
FILM PARAMOUNT
Traducimos del gran diario neoyorquino
•<e World el siguiente editorial acerca de
película Chang, de la Paramount, la cual
iba de estrenarse con éxito inusitado en
o de los principales teatros de Nueva
>rk:
'Para muchos de nosotros la nueva pelí-
la Chang tendrá más valor que una do-
ia de producciones cinematográficas fil-
íelas a razón de dos millones de dólares la
iza, pues esta película tiene una cualidad
la cual carecen muchas películas; veris-
La dificultad con la mayoría de las
ículas consiste no tanto en la relativa-
nte trivial cuestión de arte, como en la
Jitante artificialidad que pesa sobre ellas,
importa cuan ingenioso sea el argumento
cuan bella la fotografía. Cualquier per-
tia medianamente culta que se encuentre
|inte una de esas producciones, echará in-
(ídiatamente de ver que los incidentes que
"-<v**£^I,. .:v:"
Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, dos intrépidos cazadores de fieras y habilísimos cameramen,
a quienes se debe la producción de una de las películas más sensacionales en su género que se han pre-
sentado al público, filmada, a riesgo de su vida, en las inexploradas selvas del noroeste de Siam.
desfilan ante sus ojos son el colmo de lo
imposible. En esta película no ocurre, afor-
tunadamente, nada de esto. Dudar de lo
que se ve en la pantalla sería dudar de sus
propios ojos. Y esto es debido a que los
que la produjeron buscaron los materiales
de que está formada en la Naturaleza
misma.
"Al igual que en la película Grass, en la
cual se echó de ver la mano de Mr. Merian
C. Cooper, Chang se refiere a la lucha de
un pueblo primitivo contra los elementos de
la Naturaleza. En aquella película fué la
laboriosa jornada de un pueblo nómada del
Asia que iba en pos de los pastos con que
alimentar sus ganados ; en ésta es la lucha
inaudita que los salvajes de Siam sostienen
contra los peligros de la selva inexplorada.
Y esta selva, con sus leopardos, monos,
boas, tigres, panteras, chacales y elefantes
que la habitan, no podía en modo alguno
falsificarse. Tenía que afrontarse honrada-
mente, pacientemente y, a veces, con gran
riesgo personal, y el resultado ha sido uno
de los más grandes documentos cinemato-
gráficos que se han llevado a cabo. Uno de
los momentos más emocionantes de la pelí-
cula, acaso el más escalofriante de todos
ellos, es aquel en que una manada de ele-
fantes enfurecidos se lanza como una ru-
giente avalancha hasta unos cuantos pasos
de la cámara. La sensación que el camera-
man y sus compañeros deben haber expe-
rimentado en aquel momento, no puede des-
cribirse con palabras,
"Chang es una película como deben ser
las películas, y ojalá que el cinematógrafo
nos diese en lo futuro muchas más como
ella."
"EL KNOCKOUT"
(Continuación de la página 4)
oficiado en todas las grandes luchas y cam-
peonatos. Jack Renault, personaje de la
película, fué uno de los rivales de Dempsey.
En el mismo ring que aparece en la película,
ha luchado el formidable Paulino Uzcudun ;
el arbitro es el mismo que hasta ahora le ha
dado siempre la victoria, y el anunciador,
el mismo que ha pronunciado el resultado.
Esto, por sí solo, constituye un atractivo
único, sin contar con el realismo de la ac-
ción que en el film se desarrolla.
Almanzor.
PAGINA 33
ofensa/era tyaranwwit
Dos Páginas de Interés para el Empresario con Relación a la Propí
"CASIANO PIERDE Y GANA"
Aunque el deporte americano llamado
baseball es desconocido en la mayoría de los
países de allende el Río Bravo, en algunos
de ellos, particularmente donde existen colo-
nias de ciudadanos estadounidenses, comien-
zan a surgir equipos que practican el más
popular de los deportes norteamericanos.
Tenemos informes de que en Cuija, Puerto
Rico y algún otro país del continente ame-
ricano, existen equipos importantes, los
cuales compiten en popularidad con el de-
porte, también de origen sajón, de foot-ball.
I-ii los países en que el baseball es conocido,
el empresario dispondrá de mayores facili-
dades para la propaganda de la película Ca-
siano pierde y gana, a la cual, enemigos de
los barbarismos, no nos hemos atrevido a
1 autizar con el título de Casiano al bate,
pues bate, del inglés bat, aunque es de uso
común entre los deportistas cubanos, por
ejemplo, no existe en ningún diccionario de
lengua castellana, como tampoco existe el
equivalente de las palabras hit, oitt, strike,
store, inning, batter, hitter y otras, que he-
mos escrito con letra cursiva en las leyendas
explicativas de la película. En esos países,
decíamos, el empresario podrá solicitar la
cooperación de los equipos de la localidad
para celebrar algún acto público como pro-
paganda de la película. Por ejemplo, la
organización de un partido de baseball entre
los dos principales equipos de la localidad,
ofreciendo una copa o un trofeo adecuado al
equipo vencedor. La distribución de hcralds
o volantes durante el juego, anunciando la
exhibición de la película; fijar carteles, de
los cuales se han impreso varios modelos a
todo color, en los lugares inmediatos al
campo de baseball y en el campo mismo,
anunciar por medio de megáfonos el estreno
de Casiano pierde y gana en los intermedios
mientras dura el partido, son sugestiones de
propaganda que el empresario puede poner
en práctica para atraer la atención del pú-
blico hacia la película.
En las poblaciones donde el juego de
baseball sea desconocido, el empresario tra-
tará de sacar el mejor partido posible del
football, empleando los mismos medios de
propaganda que antes hemos sugerido. Bús-
quese la cooperación de uno o dos de los
principales almacenes de artículos de de-
porte de la localidad para usar los escapa-
rates para el anuncio de la película. Vís-
tase a unos cuantos individuos a la moda de
los jugadores de football o baseball, procu-
rando marcar la blusa o camisa con una
letra C de gran tamaño, y hágaseles reco-
rrer las calles céntricas de la población con
unos cartelones con el nombre de la película.
Como que el nombre de Casiano no es muy
común en los países de habla castellana, or-
ganícese una "Noche de los Casianos," y
ofrézcase públicamente un pase gratuito al
individuo que se llame como el protagoni
de la película. Hágase el mayor uso posi
de los atractivos carteles que se han imp
so para anunciar esta película, adorn,
do con ellos el vestíbulo y la fachada
teatro.
"EL KNOCKOUT"
Es El Knockout una película que, por
carácter, se presta como muy pocas a u
propaganda atrayente y de eficaces resul
dos. El empresario, de acuerdo con
facilidades de que pueda disponer en la
calidad que le sirva de campo de accii
puede organizar cabalgatas callejeras c
anticipación a la fecha del estreno de
película con figuras y personajes alegóric
Por ejemplo, un anuncio atractivo sei
indudablemente, la transformación de un i
rro o camión de regular tamaño en ring pui
lístico, en el centro del cual apareciese
individuo con la ligera indumentaria de
boxeador en actitud victoriosa, y en uno
los ángulos del cuadrilátero o ring, el pu
lista vencido. Alrededor del vehículo, el el
se hará transitar por las principales calles
la ciudad, aparecerán unos carteles c
inscripciones alusivas, como EL KNOC
OUT IRRESISTIBLE, u otras por el m
mo estilo.
Algo parecido puede hacerse para
DELEGADOS DE HISPANOAMÉRICA A LA CONVENCIÓN ANUAL DE LA PARAMOUNT
Entre los delegados procedentes de los mas remotos países «le la tierra que han asistido a las sesiones de la Convención Anual de la Paramount, en la ciji
se han tomado importantísimas resoluciones para el futuro de esta Empresa, figuraban en primera fila los nombres de los siguientes señores: John L. Di
gerente general de la Paramount en la America .leí Snd; William C. Winship, gerente general, México; Clarence C. Margon, gerente general. Cuba; Gordlí
Lhinlap. gerente de la sucursal de México; Harry Novak, gerente de la sucursal de Panamá, y R. A. Loomis, gerente de la sucursal de Guatemala. ¡
l:t(.l\A 34
Mgnsa/era ^arammuit
[anda de las Películas "Casiano Pierde y Gana" y "El Knockout"
\
X.Í,
~ Mfi-iVffruitiH 1 "'i
\ gigantesco Hotel Pensilvania, de Nueva York.
\ donde acaban de celebrarse las trascendentales
siones de la Convención anual de la Paramount,
j»n asistencia de delegados de todas partes del
inundo.
lorno del vestíbulo del teatro, para el cual
empresario dispondrá de una gran varie-
dad de carteles que las oficinas de la Para-
mount recibirán para el anuncio eficaz de
esta película. No olvidar que los princi-
pales intérpretes del film son Richard Dix,
a quien puede anunciarse como uno de los
actores cinematográficos que más sobresa-
len en los deportes, como lo demostró en
películas como El 13 de la buena suerte y
El golpe de muerte, y la gentilísima actriz
Mary Brian de Peter Pan.. El adorno del
vestíbulo con fotografías de estos artistas,
es recomendable para la buena propaganda
de El Knockout, en adición a las ideas de
explotación que se le ocurran al empresario
que la exhiba.
En algunas poblaciones de los Estados
Unidos donde las ordenanzas municipales
no lo prohiben, los empresarios organizaron,
para llamar la atención del público hacia la
película, encuentros pugilísticos, en los
cuales tomaron parte aficionados al deporte
de la localidad.
Como creemos que la idea de los empre-
sarios aludidos no es de despreciarse, se la
proponemos a los colegas de los países de
habla castellana por si les parece digna de
ponerla en práctica en sus respectivos
teatros.
EFES Y EMPLEADOS DE LA OFICINA MATRITENSE DE LA
PARAMOUNT
as -que un grupo de jefes y empleados de una empresa mercantil, esta fotografía sugiere un grupo
miliar cuyos miembros estuvieran unidos por vínculos más intensos que los del comercio. He aquí
s nombres (de izquierda a derecha) de estos entusiastas colaboradores de la Paramount en la capital
España: Srta. Ernestina García (taquígrafa), Srta. María Luisa Pérez (repasadora), Sr. Antonio
[ázquez (viajero) , Sr. Salvador Vidal (delegado central), Sr. Eugenio Hernández (programista), Sr.
anuel Domínguez (jefe almacén), Srta. María Luisa Albiñana (repasadora), Sr. Francisco Segador
¡nozo despachos), Sr. Francisco Linares (propaganda), Srta. Leocadia Pascual (repasadora), Srta. Celia
Jeedo (jefe repaso), Sr. Emilio López (operador), Sr. Eustaquio Font (jefe contabilidad), Sr. Manuel
j Herrera (gerente), Sr. Enrique Tébar (viajero), Sr. Timoteo González (ayudante contabilidad).
Delegados suramericanos a la Convención de la
Paramount, celebrada recientemente en Buenos
Aires, reunidos en fraternal banquete ofrecido
por Fred W. Lange a sus distinguidos huéspedes y
colaboradores.
¿SABE USTED QUE. . .
. . .Emil Tannings, astro refulgente de la
Paramount, no nació en Alemania como
muchos suponen sino en Brooklyn, el 26 de
julio de 1888?
. . . Betty Jewel, heroína de El último ban-
dido, en que Gary Cooper desempeña el pa-
pel de protagonista, nació en Nueva York,
y que la primera película en que tomó parte
se intituló Huérfanas de la tempestad y fué
estrenada en 1921 ?
. . .Josephine Dunn figurará prominente-
mente en el reparto de una película cómica,
en la cual tomarán parte Wallace Beery y
Raymond Hatton, y que esta bellísima ac-
triz fué en un tiempo corista en uno de los
teatros del Broadway neoyorquino?
. . . Esther Ralston y Bebé Daniels "nacieron
actrices," pues los padres de la primera
fueron actores durante toda su vida, como
así lo fueron también los de la segunda?
. . .Vera Voronina, célebre actriz rusa con-
tratada recientemente por la Paramount,
huyó de Moscow a uña de caballo, salván-
dose así de morir ante un pelotón de solda-
dos, y que esta aristocrática y bella actriz se
vio obligada a bailar en los cabarets de
Viena antes de que su nombre fuese cono-
cido en el mundo de la pantalla?
Este número del
MENSAJERO PARAMOUNT
contiene argumentos de las siguientes pelí-
culas :
'EL KNOCKOUT"
"MIEDO DE AMAR"
"CASIANO PIERDE Y GANA"
"LA SONADORA"
"GRANUJAS POR DOQUIER"
"CAMINO DE ARIZONA"
"POR ENCOMIENDA POSTAL
PAGINA 35
[EL BUQUE INSIGNIA
Distribución gratuita
País de origen: E. U. A.
I (y?«li/Ti5.
Mensa/era tfaramount
¡No Hay Otra Como Ella en "Ello"!
aramaunt ,
— insuperable.
PAGINA l
MENSAJERO PARAMOUNT
REVISTA MENSUAL PUBLICADA por el DEPARTAMENTO EXTRANJERO
DEDICADA al EXHIBIDOS
O. R. GEYER
Director de Publicidad
VOL. VI
i PARAMOUNT FAMOUS LASKY CORPORATION |
PARAMOUNT BUILDING, NEW YORK
J. VENTURA SUREDA
Editor
No. 2
PROMESA CUMPLIDA
1
i L comenzar el presente año, del cual llevamos an-
\ dado ya una buena parte, la Paramount ofreció a
los empresarios y exhibidores cinematográficos del
undo entero un conjunto de producciones para sus pro-
amas que sobrepasaría a todo cuanto hasta la fecha se
S ha ofrecido en materia de películas de gran especía-
lo e interpretación suprema.
Que la promesa lleva trazas de cumplirse en todas sus
irtes nos lo demuestra de manera inconcusa el hecho
; que a partir del primero de
,ero de corriente año, por la pan-
lia de los principales teatros del
ando ha pasado una serie de pe-
alas, procedentes de los estudios
la Paramount, que hacen honor
ja casa productora y al arte cine-
itográfico.
iDe las películas estrenadas du-
hte el año mencionaremos Las
Istezas de Satán, película inter-
étada por Adolphe Menjou, Ri-
rdo Cortez, Lia de Putti y Carol
mpster, la cual continúa aún
y en las carteleras de muchísi-
bs teatros de Europa y América; Hotel Imperial, ad-
rabie película, verdadera creación de Pola Negri,
juien la crítica americana y europea ha tributado calu-
os elogios, y Beau Geste, la película más comentada
1 año.
Bastarían los nombres de esas tres grandes películas
|ra hacer buena la promesa a que nos referimos al
incipio de estas líneas, si de los estudios de la Para-
)unt no saliesen en ininterrumpida sucesión produc-
nes cinematográficas del calibre de La enemiga
l alma, (The Way of All Flesh), primera pelí-
la interpretada por el eminente actor Emil Jan-
SUMARIO
De los argumentos contenidos
en este
numero :
Página
"HIJOS DEL DIVORCIO"
5
"ROSA LA REVOLTOSA"
9
"LA NIETA DEL ZORRO"
... 13
"EL TORBELLINO DE LA
JUVENTUD"
... 17
"LOS TRES KAYOS"
... 21
"LA BODA DOBLE"
... 25
1
nings en un estudio americano, en la cual el ex intérprete
de la empresa berlinesa UFA se supera a sí mismo.
Cuando esta película se exhibió en privado ante los dele-
gados a la Convención anual de la Paramount, celebrada
recientemente en Nueva York, del grupo de veteranos
de la cinematografía se escapó un clamor de admiración
que no puede describirse con palabras. Cosa parecida
sucedió al proyectarse la magna película Chang. Este
film, impresionado en el corazón de las inexploradas sel-
vas de Siam por los intrépidos via-
jeros y hábiles cameramen, Merian
C. Coopery Ernest B. Schoedsack,
se ha estado exhibiendo en el Tea-
tro Rivoli, de Nueva York, duran-
te doscientas cincuenta consecuti-
vas veces, calculándose en más de
200,000 el número de neoyorquinos
que ha desfilado por ese teatro pa-
ra admirar una de las produccio-
nes más interesantes y atrevidas
que se han presentado al público.
La fragata invicta y Los Rough
Riders han permanecido durante
siete y tres meses, respectivamente,
en los teatros Criterion y Cohan, de Nueva York. Au-
guramos para ambas producciones repetidos éxitos artís-
ticos y de taquilla en los países de Hispanoamérica y
Filipinas donde no tardarán en exhibirse.
Alas, La trinchera, Hijos del divorcio, El mundo a sus
pies, Tambores del desierto, Los modernos mandamien-
tos y algunas otras películas, actualmente en preparación
en los estudios de la Paramount, contribuirán a que el
año 1927 sea uno de los más prósperos para el empresa-
rio, con lo cual quedará cumplida en todas sus partes la
promesa que a comienzos de este año le hiciera la Para-
mount.
PAGINA 3
Mensa/era paramount
aquí esta la otra mitad del espectáculo
DESDE tiempo inmemorial los exhibi-
dores y empresarios del mundo en-
tero nos instaban a que la Para-
mount produjese películas de corto metraje
de igual calidad que las grandes produc-
ciones de nuestra marca de fábrica. En
otras palabras, lo que nos pedían los empre-
sarios era poder presentar a su público un
espectáculo completo Paramount. Pues
bien, deseosos de complacer al empresario
cinematográfico que con tanta insistencia
nos lo ha demandado, a partir del primero
de agosto comenzaremos a facilitarle pelícu-
las de corto metraje, las cuales, desde el
punto de vista cualitativo, no tendrán rival
en el mercado.
PARAMOUNT NEWS— Revista cine-
matográfica semanal editada por Emanuel
PAGINA 4
Cohén, director del departamento de pelí-
culas de corto metraje, reconocido como
una autoridad competentísima en esta ma-
teria. Ciento cincuenta oficinas distribuidas
en las principales ciudades del mundo se
encargarán de tener al corriente al público,
cinematográficamente, de los acontecimientos
más importantes que ocurran por doquier.
COMEDIAS CHRISTIE - - La Para-
mount distribuirá treinta y seis películas de
esta popularísima marca aplaudida en el
mundo entero. El nombre de Paramount
en combinación con el de Christie estam-
pado en una película, es sinónimo de exce-
lencia. Estas comedias constituirán, por sí
solas, la otra mitad del programa.
COMEDIAS HORTON— Edward Eve-
rett Horton no necesita presentación, pues
es un actor cómico de una reputación firme-
mente establecida y consagrada. La direc-
ción de estas películas, a cargo de William
A. Fraser, es otra garantía de éxito. Las
comedias de Horton serán una atracción de
taquilla, que el empresario debe tener en
cuenta. Los films cómicos de Horton son
únicos en su género.
NOVEDADES MINTZ— El empresario
contará con cinco de estos aperitivos pro-
gramísticos y también contará con cinco
comedias Mintz. Magníficas novedades y
excelentes comedias, que aumentarán el
prestigio y las entradas de contaduría de
todo salón de cine que las exhiba. No
duda que el programa de películas de A
metraje ofrecido por la Paramount al e
bidor, quedará redondeado con la inclu
en él de estas bellas producciones Mintz
CARICATURAS "ANIMADAS"-
tas, es verdad, pero larguísimas las carcaj|
que siempre provocan. Habrá anualm
veintiséis Caricaturas del Krazy Kat, o "
loco" y un número igual de las magníi
caricaturas que han popularizado los rj
bres de Winkler y Max Fleischer, qua
hábilmente las hacen surgir de su mi
tintero. Una película Inkwell antes ¡
consabido buenas noches, es un aliciente'
contribuirá a atraer al público al cine\
empresario que la incluya en su progr; 1
¿ Qué más desea usted, señor empres¿
Mensajera ^arantaunt
'HIJOS DEL DIVORCIO"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
LARA BOW y ESTHER RALSTON
HIJOS DEL DIVORCIO'
("Children of Divorce")
con
rARY COOPER, ElNAR HANSON Y
Norman Trevor
Dirección de FRANK LLOYD
Película Paramount
Basada en un asunto original de
OWEN JOHNSON
REPARTO
fy Clara Bow
ia Esther Ralston
'jardo, Teddy Gary Cooper
ncipe Vico Einar Hansen
que de Goncorte Norman Trevor
aliña Hedda Hopper
más Edward Martindel
ty í Joyce Coad
Idy \ cuando niños \ John Marión
• a J [• Yvonne Pelletier
'acción de la película se desarrolla en
ncia y en una populosa ciudad norte-
?ricana. Época: a principios del siglo
actual.
ARGUMENTO
I ARA cosa de no muy lejanos años
existía, y es de creer exista todavía,
en las afueras de París, en lugar
tario y apartado, apacible v
y hermoso, dotado de todas
ellas exornaciones que la ma-
naturaleza se complace en
digar en los lindos jardines de
tella Francia, un convento de
iosas teresianas que, a la vez
plácido refugio de piadosas y
ísimas mujeres, era asilo de
s temporalmente abandona-
huérfanas legales, víctimas
de las costumbres disipadas de
la época y de genios malave-
nidos, pobres seres faltos del
cariño de un hogar ti-
bio y amoroso: hijas
del divorcio.
En el recinto inte-
rior de aquellas pare-
des, limpias y santas,
pero de ambiente frío, encontrábanse reuni-
dos, una tarde, Kitty y Julita, y, ¡ horror de
les horrores !, Tcddy, un rapazuelo que,
atrevido, escalando el muro recubierto de
verdes enredaderas, había caído co-
mo del cielo dentro de los tranquilos
jardines del convento.
— ¿ Cómo te llamas ? — preguntá-
ronle las dos chiquillas.
—Teddy.
— ¿Y tienes padres?
— Sí, pero están divorciados.
—Los nuestros también — repuso
Julita.
Y desde aquel momento, por una
ley de afinidad inexplicable que une
a los que sufren de los mismos pe-
sares, establecióse y afirmóse un
gran cariño entre los tres hijos del
divorcio.
Fué aquélla una impresión inol-
vidable en la vida de Kitty, que de
las dos chiquillas era la de tempera-
mento más romántico, casi tan inolvidable
como la de aquel día en que su madre la de-
jara en el orfanato y en que, llegada la
noche, al acostarse, temerosa de la oscuridad,
saltó de su lecho para refugiarse en los bra-
zos de Julita, exclamando, llena de infantil
terror. — ¡ Tengo miedo ! ¡ tengo miedo ! . . .
* * *
Pasaron los años desde
aquel día en que Kitty, Julita
y Teddy se habían encontrado
en los jardines del convento
parisiense, y hoy los encontra-
mos, rodeados de una atmós-
fera bien diversa, en una de
las playas elegantes de los Es-
tados Unidos.
PAGINA i
>V^ /•
Mensajera tforanmunt
Teddy, rico y sportman, anda locamente enamo-
rado de Julia, y Kitty, pobre peni no menos bella,
ha encontrado su ideal en un joven y elegante
príncipe, hijo de familia arruinada, que la ama de
todo corazón sin parar luientes en la pobreza de la
[oven ni en la suya.
Pero, como la penuria jamás fuera manjar de
agradable gusto, Kitty, aconsejada por su madre,
sacrifica su amor por el príncipe y le hace ver la
futilidad de sus amores.
— Vico, no debemos destruir un amor que no
podría sobrevivir a la miseria y a las privaciones.
Conservémoslo como un recuerdo exquisito y dulce
que nos habrá de acompañar eternamente.
Y Ludovico, accediendo a los deseos de su Kitty, regre-
sóse de nuevo para Europa, con el alma caída y el
corazón lacerado, y con la idea persistente de que ya no vol-
vería a verla nunca, nunca. . .
Entretanto, Julita y Teddy se hicieron novios, y Kitty, sin
querer, volvía a pensar en aquella tarde en el convento, cuando
Teddy rompió la monotonía de su vida y de sus pensamientos, ofre-
ciéndola algo nuevo en que divagar y en que derrochar su admira-
ción al mismo tiempo. ^
En la estancia de un hotel, reclinado en un sofá, después de una
noche de orgía, agitábase en un sueño nervioso Teddy Larrabee.
Acudían en tropel a su cerebro, sumido en el sopor de un mal sueño,
imágenes confusas de Kitty, de un
cabaret, de un automóvil, de unas co-
pas de licor, todo revuelto en tal con-
en
fusión y algarabía, que despertóse repentinam
con el semblante desencajado, sintiendo un moles
dolor en la nuca, y en la espalda, como si lo hubier
apaleado. Fué abriendo paulatinamente los ojos
paseó, con sorpresa, la mirada por la estancia.
Yió en ella una cama y, junto a ella, unos zap
titos breves de mujer que parecían sonreirle bu
lonamente.
Al momento, creyó que todo aquello era, ind
dablemente, efecto de una inexplicable pesadilla,
acercóse lentamente al borde del lecho. Pero r
debajo de las sábanas, los perfiles de un cuerpo
mujer se dibujaban admirablemente.
Giróse con movimiento rápido la dama, que,
parecer, no dormía, y, fijando los ojos en Teda
sonrió, provocando una palidez mortal en el rost
de Larrabee.
— ¿ Pero que haces aquí, Kitty ? — pregunte
atropelladamente.
— Pues ya lo ves ... te espero, ¿ acaso no í
bes ? . . . ¿ no te acuerdas ? . . .
■ — ¿ De qué ?, ¡ responde ! ¿ de qué ? — tartamudeaba Teddy.
■ — ¿ No sabes que ayer noche nos casamos ? . . . — respondic
Kitty picarescamente.
Teddy sintió en aquel momento como si una tempestad le az
tara la cavidad del cráneo, cegándole la vista y zumbándole en 1
PAcn i 6
li li l í H II H II m il m iin ii
i
Mensa/era ^aramxuutt
aba a ella que, por más que quisieran, Ted-
y y Kitty no podrían jamás llegar a ser
?lices.
De nuevo en París, encontróse con el
rincipe Ludovico de Sfax, el antiguo novio
e Kitty, y se entabló entre los dos
ha sincera y desinteresada amistad,
\ el transcurso de la cual te-
'ían frecuente ocasión de re-
earse en dulces memorias
;1 pasado, hablando, ella del
\eddy que le robara Kitty, y
de la Kitty involvidable que
había sacrificado por una
jrtuna.
Y en esas, quiso el destino
le fueran también a París
s Larrabee, y que se reanu-
dan antiguas amistades, y
e Kitty se encontrara, de
levo, con su amado príncipe,
Teddy con su inolvidable
ilia.
De las visitas corteses y
cíales se pasó a las con-
[encias, derramándose en
tas toda la hiél de los pe-
res que se desparramaba
r los atormentados Cora-
nes.
— Jamás fuimos felices —
decía Teddy a Julia — ,
estra vida ha sido intole-
le, al punto que no sé si tendré fuerzas
ra continuarla. Y menos ahora, ahora
e vuelvo a encontrarte.
Y de la misma suerte.
i — Sólo el divorcio puede poner remedio
nuestros males — confiaba Kitty a su prín-
e. — Quizás después, la cosa tuviera re-
:dio, quizás todavía hubiera un camino . . .
Pero las creencias religiosas del príncipe
hacían ver con horror toda idea de
torció.
a no había remedio para la atolondrada
tty. Al casarse, había cerrado la puerta a
felicidad, y esa puerta ya no había de
rirse nunca. . . nunca. . .
* * *
En lecho de encajes y de sedas, más pá-
lido el rostro que el blanco lino de las al-
mohadas, yacía Kitty viendo desfilar por el
escenario de su memoria el cortejo de aque-
llas imágenes que fueron para ella luces
resplandecientes en los días oscuros de su
infancia; aquel idilio de su juventud, re-
plena de esperanzas e ilusiones ; aquella ca-
becita rubia de la niña, que quizás nunca
debió de haberse llamado suya.
La respiración le era dolorosa, y sus ma-
nos, exangües, parecían un par de palomitas
mo una madre. Después de todo, ya lo sa-
bes, ella debía de haber sido hija tuya.
Nubláronsele los ojos a la pobre, subióle
el livor hasta los floridos pétalos de sus
labios, y embargóla de nuevo aquel terror
que experimentó en aquella noche, ya le-
jana, del orfanato. Y asiendo de la mano a
su dulce amiga, que de las dos siempre fué
la más valiente :
— ¡ Tengo miedo !, ¡ tengo miedo ! — bal-
buceó con acento moribundo.
Y la noche eterna, la noche que es prin-
cipio de un nuevo día, cerró para siempre el
capítulo de un alma que quizás hallara la
felicidad en la gloria.
Una niña rubia y hermosa como los án-
geles entró en aquel momento en el recinto,
y Julia, estrechándola amorosa
entre sus brazos, rompió a llo-
rar con amargo sollozo, excla-
mando con voz del alma:
— ¡ Hija mía !, ¡ hija mía !. . .
Un hálito de muerte flotó
por la alcoba. Julia apartó del
lecho a la pobrecita huérfana
cuyos azules ojos se habían
clavado con infantil candor en
el rostro pálido de su infortu-
nada madre. . . L. D. C.
muertas sobre el encaje inmaculado de
la sábana.
Julia, en teniendo noticia del suceso,
corrió volando al lado de su amiga.
— Pero Kitty, ¿qué has hecho?
— He tomado el único camino. Y perdó-
name, Julia, que por mi culpa ÓY haya hecho
a todos infelices.
— ¡ Pero eso no puede ser !
¡Eso es una locura! /
— No, Julia, escucha. Só-
lo lo siento por mi hija, pero,
por fortuna, ella no irá a pa-
rar dentro las paredes de un
orfanato ; no será, como nos-
otras, una hija del divorcio.
Espero que cuando yo haya
muerto, tú serás para ella co-
..
PAGINA 7
■cUj.
Mensajera ^aranwiint
■ (.■/'UfJíAnVi
CIARA BOW ESTHER RAISTON
Un film Paramount
P'-esentado por
ADOLPH ZUKOR y
JESSE L. LASKY
VIDAS sin amor
y corazones de
hielo cubiertos con
la máscara de una
mentida felicidad —
criaturas del divar-
4i
HIJOS del DIVORCIO"
campeón del amor el aspecti
de una buena hada, simpática
encantadora pero con una de
bilidad muy femenina, la de n<
estar conforme con lo qui
tiene y sentirse subyugada cor
un beso dado con mucho fueg<
y con cierto irick que habrá d(
fascinarla a través de los re
cuerdos. Cada vez result;
más sugestiva esta linda mu
jercita a quien conocimos uní
tarde calurosa, cuando en el es-
tudio de la Paramount se prej
paraban las grandes maniobra!
de La fragata invicta, en lj
cual la bella Esther toma tar
importante parte."
Lo que es "Hijos del
Divorcio"
Es una película de gran in
tensidad dramática basada et
un tema social de palpitante
actualidad. En el reparto di
esta película aparecen lo
nombres de dos de las má
refulgentes estrellas femenina
de la pantalla. Por su pie
sentación escénica y por t
lujo con que está montada, es
ta película resulta, por todo
conceptos, un producto tipie
de la Paramount. Hijos d¿
divorcio produjo verdader
sensación en las altas esfera
sociales de Nueva York y fu
objeto de los más calurosos
apasionados comentarios. H
jos del divorcio es, en sumí
un film que el público querr
ver más de una vez.
Esther Ralston Favorita del
Público Mexicano
Esta encantadora actriz, intérprete prin-
cipal de la película Hijos del divorcio, ha
merecido, en cuantas ocasiones se ha presen-
tado en la pantalla de los cines de México, el
aplauso unánime del inteligente público
mexicano. Y así como Clara Bow, que con
Esther comparte los laureles del triunfo en
r u:i\a s
la película Hijos del divorcio, es una de las
actrices favoritas del público argentino, la
gentil blonda de El campeón del amor les
tiene robado el corazón a los cinefilos mexi-
canos. Y, ya que hemos aludido la reciente
película de Richard Dix, reproduciremos
aquí el párrafo que en una de sus amenas
críticas de El Universal dedica a Esther
Ralston el conocido crítico mexicano Rafael
Bermúdez Z. "Esther Ralston tiene en El
Clara Bow y Gary
Cooper en "Hijos del
Divorcio"
No hay duda que el talent;
de los artistas cinematográfico
no se circunscribe exclus
vamente a saber actuar ante el objetivo el-
la cámara, vestir con elegancia y saber cor
ducir un automóvil. Los actores y actrictí
cinematográficos tienen que saber mucha
cosas más que esas, como lo demostrarcji
recientemente en el estudio de la Paramou;¡:
los jóvenes e inteligentes artistas Clara Boi
y Gary Cooper, que tan importante pap|
desempeñan en la película Hijos del dño^
ció, que aquí se exhibirá en breve.
Mensa/era tyaramaimt
1 \ -lll tu/i ,•,.*
"ROSA LA
REVOLTOSA"
A
ARGUMENTO
Narración de José Liado de Cosso
OUELLA noche, ya en la cama, en el silencio del cuarto pequeño
y recogido, Rosa no podía conciliar el sueño.
se agitaba, y
ojos vivarachos
>us
ibríanse desmesurada-
nente, cual si quisie-
án penetrar la obscu-
I idad y ver aquellas
mágenes que como
ntes reales se le apa-
ecían.
— ¡ Si será posible !
--decíase en un dulce
nurmullo que le aca-
iciaba el tímpano —
si será posible todo
'uanto dijo el adivi-
no ! Que mi flor es la orquídea, ¡ oh, cuan lindas
son las orquídeas ! Y también dijo que los dia-
mantes me traerían mala suerte, — añadía con un
suspiro — . Que seré una gran señora, una per-
fecta bailarina, que me casaré con un hombre fa-
moso. ¡ Ay, que alegría, si algún
día llegara a gran señora!
Y la niña, arrullada por estos de-
liciosos pensamientos, iba cerrando
los ojos y abandonando al descanso
todos los sentidos, pero a medida
que las ventanas de la luz se le iban
entornando, las celestiales puertas
del sueño se le iban abriendo, hasta
dejar entrar por sus resquicios una
luz sonrosada, pálida y con reflejos
tornasolados de oro, que la hacía
contraer los labios con el asomo an-
gelical de una dulcísima sonrisa.
La niña dormía, la niña soñaba, y
sus sueños eran los sueños de color
de rosa que prestan su dulce en-
canto y delicado matiz a las ilu-
siones románticas de los años púberes.
* * *
Rosa creía en los sueños, Rosa creía en los vati-
cinios, pero su romanticismo no era de aquellos
que se conforman con las actitudes meditabundas
y contemplativas. Pequeña, vivaracha, toda ella
un haz de nervios vi-
brantes como bordones
de arpa, era de las que
se lanzaban a la acción,
llena de fe y de entu-
siasmo, para alcanzar
lo que se proponía.
¿ No le había dicho el oráculo que sería una per-
fecta bailarina? Pues a bailar. Y con tanto ahin-
co, fervor y donosura bailó, que no fué para ella
mayor empresa el llegar a estrella de uno de los
más famosos y elegantes cabarets.
Allí, no le faltaron admiradores a
la Rosa, pero, aunque no podía mos-
trarse quejosa de la suerte, allá en
el fondo de su corazón sentía un
ligero sabor agridulce que no la de-
jaba considerarse satisfecha por
completo de sus triunfos. Ya era
bailarina, pero en siéndolo ¿ no se
apartaría acaso del ideal supremo
de su vida?, ¿acaso era éste el ca-
mino propio para llegar algún día
a gran señora?
Para que las dudas fueran ma-
yores, ella se daba cuenta exacta de
que su danza no era, por cierto, de
las más elegantes. Representaba,
nada menos, que una parodia del
boxeo, y el nombre que la anunciaba
al público, con relampagueos de luz incandescente,
llevaba un remoquete que no se conformaba con
su gusto. Si le hubieran puesto. La Condesa Rosa
o La Rosa Versallesca, todavía lo aguantara y aun
le placiera, pero al maldito empresario se le ocurrió
ponerle por nombre nada menos que el muy palur-
P AGINA 9
Mensajero ^aranwunt
do j agreste de Rosa la Revoltosa.
Mas en fin, no todo tiene que salir a
pedir de boca en este mundo, y Rosa se
consoló con 1" del nombre, pensando,
sin duda, v con razón, que el nombre no
hace la cosa.
S e relacionó
con algunas <le las
personas que fre-
cuentaban el ca-
baret, gentes to-
das de modales
amables y buen
vestir, y con este
roce subieron las
aspiraciones s o-
ciales de la Rosa,
que basta enton-
ces se había limi-
tado a ser amiga
y medio novia de
un buen mucha-
cho, que la quería
mucho, y al que correspondía no sin
cierto afecto, pero que tenía el grandí-
simo defecto de no pertenecer a la
crema que Rosa tanto admiraba, siendo,
por el contrario, boxeador de oficio.
Un día, Rosa recibió una invitación
de cierto galán que durante varias
noches la había admirado desde una de
las mesillas del cabaret, y, dispuesta co-
mo estaba a lo elegante, aceptó la invi-
tación. A la hora indicada, allá se pre-
sentó el galán, llevando en la mano un
ramillete de orquídeas. ¡ Qué lindas
eran las orquídeas ! Y, para que nada
faltase, él mismo se
fl "]t\ las prendió en su
■ grácil talle con un al-
^ k. filer reluciente de
/ í'v diamantes.
ADOLPH Zl KOR y JESSE L. LASKY
presentan a
CLARA BOW
Salieron a la calle, donde esperaba un automó
vil, v. al punto, surgieron de la sombra dos m
férreas que cayeron sobre los hombros de Ros
su flamante compañero.
— ¡Ah, ladrones — clamó la voz de quien
tan bien los suje-
taba con los pu-
ños — , por fin he
conseguido echa- A
tomó- ^^ ^
"ROSA LA REVOLTOSA"
("Rough House Rosie")
Dirección de FRANK STRAYER
Película Paramount
REPARTO
Rosa la Revoltosa Clara Boiv
Joselín Reed Howes
Farrell, el A'ene Arthur Housman
Ruth Doris Hill
Ariuro Douglas Gilmore
Luis John Mujan
Mii-ter David Henry Kolker
ros mano !
Rosa saltó de
asombro. Sus ojos
se dilataron como
si estuvieran vien-
do visiones, y
cuando volvió a
sus sentidos, con pa-
labras y ademanes,
hizo patente al des-
conocido que no era
ella de las que deja-
ban manosearse.
En la confusión que se produjo, el ga-
lán de marras aprovechó la coyuntura
para poner pies en polvorosa mientras
Rosa quedaba prisionera del policía, que
tal era el sujetador inoportuno, acusada
de haber robado un alfiler de diamantes,
el que llevaba prendido junto con las
flores.
No cabía duda que el adivino había
acertado ya tres veces. La orquídea po-
día ser su favorita flor, pero los diaman-
tes, ciertamente, eran de mí
agüero para la improvisada ba :
larina.
* * *
Rosa, aunque pasó
guiar susto, no tuvo difi 1
cuitad en probar su ira
cencía, mas no sirvióle
escarmiento el episo<:
del caballero que se toi
nó en Ginés de Pasamont",
y, firme en sus delirios c
grandeza, siguió en s
trece, esperando que ot
día la fortuna habría
serle más propicia.
Llegó un momento
que realmente creyó q
iba a realizarse su destini
Conoció a un joven, qu
sin duda alguna, pert;
necia a la sociedad dorada de ¡
sueños, y por él supo de los grane
misterios de las altas clases sociales
pero lo que más la impresionó fué saby
que había cierto lema de heráldica qijl
rezaba así : noblesse oblige, en f raneé
y ya no le hizo falta saber más, pues cejj
gran facilidad vino a dar en la idea d
que el noblesse oblige era el verdace:
PACÍ* A 10
Mensq/era tyaranwunt
quid pro quo que señalaba los linderos entre el ser y el no ser, entre
aquel mundo a que ella pertenecía y quería olvidar y aquel otro al que
con tanto ahinco y resolución quería pertenecer.
Ya Rosa, en su fantasía, había traspuesto los umbrales de aquella
región que tanto la fascinara, aunque, a decir verdad, aún a veces se
acordaba del boxeador, pero los puños y la profesión del buen mozo le
parecían incompatibles con el noblesse oblige que le llenaba y
aturdía tan de lleno la cabeza.
Joselín se llamaba nuestro hombre, y era joven, fuerte y bien
'parecido; grande amador de su Rosa y no poco dado a los
diablos, por ver a la rapaza tan enfrascada en sus laberintos
de ideas, que se complicaban más y más con los adobos de
;omplicadas salsas de damas y caballeros, que ella, a su an-
¡tojo, les añadía.
Joselín, un día, perdida la paciencia, plantóse, con todo su
mal humor, delante de la Rosa, diciéndola poco'
zalamero.
— Oye, Rosa, ya es hora de que se acaben estas
tonterías. Tú y yo somos tal para cual y no haría-
nos mala pareja. . . sabes que siempre te quise por
nujer y que a mi lado no te faltaría nada. . . así es que, fuera
istas ridiculeces, y he pensado. . .
— ¿ Has pensado, eh ? . . . ¡ Conque has pensado ! . . . Pues
kas pensado mal, y a mí no hay nadie que me obligue. . .
- — No, no es eso, Rosa, pero tú bien sabes que como yo
íadie ha de quererte. Acuérdate que el primero que te
rajo orquídeas
esultó un 1 a-
1 r ó n de siete
,uelas.
— ¿ Ah, sí ? . . .
3 ues mira, para
[ue lo sepa s,
engo un amigo
(ue está loco por
¡ni, que es todo
in caballero, con
nucho noblesse
'blige, y que me
fevará el viernes
casa de una
rincesa. ¿ Oyes ?
¡(J n a verdadera
/rincesa, a 1 o
ue tú no llega-
rás nunca.
f Joselín confir-
aóse en la idea
., e que, poco a poco, iba perdiendo a la chica. Aquellas
leas que se le habían metido tan hondo en la cabeza
icabarían por dar al traste con el noviazgo. Sin em-
bargo, pensó que todavía le restaba una esperanza. El
i|iernes siguiente se batía con el campeón de su peso,
| quizás . . . quizás lograra conquistar el campeonato,
fntonces podría ser que Rosa lo mirara con mejores
¡Mos. Un campeón es algo que pasma a las mujeres,
jlor otra parte, haría lo posible por educarse y adquirir
jiodales más finos.
Sacó una localidad, que en el bolsillo llevaba, y se la
iió a Rosa.
— Toma, un asiento para la lucha del viernes. Es-
pero que, a lo menos, vengas a verme. Quizás del le-
sultado dependa mi fortuna. . . nuestra suerte.
* * *
Llegó el viernes, y Rosa no acertaba a resolver el
dilema que se le ofrecía, tanta era su indecisión entre
ir a la lucha o a la velada de la famosa princesa que
tanto le había ponderado el sietemesino del noblesse
oblige. Por fin, deslumbrada por el atractivo de lo
nuevo, se decidió por lo último.
Aquella noche, salió del cabaret más temprano que
de costumbre, y, en compañía de su elegante amigo, se
A
\
L —
PAGINA 11
Wtx&C
Mensa/era tyarantaunt
dirigió al palacio de la pomposa
princesa.
Apenas llegada al lugar, pudo
darse cuenta de que la casa de la tal
princesa era toda un puro desorden,
v que allí no era todo oro, ni mucho
menos, lo que con fulgores de oropel
resplandecía.
Arrepintióse de no haber ido a la
lucha, y mi pesar fué más grande to-
davía cuando un altavoz de radio
empezó a reproducir los incidentes de
la justa del campeonato, que ya había
principiado.
Pocas palabras le bastaron a Rosa
para comprender que la cosa no mar-
chaba por buen camino. Joselín lle-
vaba la peor parte, y, con noblesse
oblige o sin ella. Rosa no quería que
el combate fuera mal para su amigo.
Va estaba pensando en excusarse y
salir corriendo para el coliseo cuando
alguien de los presentes propuso ir
a ver la lucha. Coreóse la propuesta
con exclamaciones aprobatorias, y
varios de los invitados de la princesa
salieron para el coliseo, con Rosa,
naturalmente, entre ellos. "~ ~ ~~ ~"~ "" "~"^~ ~~ "^^~ ^~ " —
En llegando allá, el espectáculo que se ofreció a su vista no podía
ser más lamentable. Rosa, sentada con los demás en un palco, pudo
darse cuenta de que la lucha estaba perdida. Cada golpe que el cam-
peón dejaba caer sobre la mandíbula o el estómago de Joselín, era
como si cayera en su propio corazón, y, para hacer la cosa peor, los
tipos del noblesse obligc no cesaban en sus expresiones de sarcasmo
y hostilidad.
— Mira este Joselín como está tirando la pelea.
—Probablemente le pagarán bien para que pierda.
— Bien merece que le rompan la crisma, por cobarde.
Ante tales expresiones y otras semejantes, Rosa no pudo conte-
nerse, y. dirigiéndose a los del palco, que con ella estaban, les dijo:
-Todos ustedes son unos majaderos. Este — señalando a Joselín
— es más valiente que todos ustedes juntos, y aún hay que ver quien
gana o pierde. Xo ha acabado esto todavía.
Corrió Rosa hasta el centro del coliseo, junto al ring, y allí, desde
su asiento, empezó a gritar, impulsada por la tensión nerviosa de que
se hallaba toda ella poseída.
— ¡ Adelante. Joselín ! ¡ Aquí está Rosa ! ¡ Valor, Joselín !. . .
Y tanto gritó y gesticuló que. por fin, Joselín, que habíase lamen-
tado al principio de que Rosa hubiera despreciado su butaca, acabó por
oírla, y aun volvió la cabeza para verla, pero con tan mala fortuna que
un puñetazo no visto lo cogió en plena mandíbula derribándolo por el
suelo.
— ¡Ea, Revoltosa! — gritóle uno de los segundos a Rosa — ¡si tienes
que molestar a alguien, molesta al otro!
Y la chiquilla, tomando el consejo al pie de la letra, empezó a gri-
tarle al terrible contrincante.
— ¡Ea. Marinera. ' — que así le llamaban al otro púgil
estás guapo ! ¡ Ole la marina de guerra !
El Marinero, que ya daba el combate por ganado, empezó a dirigir
frecuente- miradas a la chicuela. guiñándole el ojo de vez en cuando.
PAGINA 12
-¡ Hoy sí que
y en esto, en uno de estos frecuentes descuidos, arreóle Joselín
una puñada que lo tendió sobre la lona, tan plano como si lo
hubieran tundido con estacas. A este punto, terminó la lucha
y ganó Joselín el campeonato. Al bajar el nuevo campeón del
ring, Rosa le echó los brazos al cuello y le cubrió de besos el|
ensangrentado rostro, y. a guión seguido, dirigiéndose a aquelb s
invitados de la princesa que con tan mala sombra la habían zahe-
rido en lo más sensible de su alma, gritóles :
— ¡ Vean ustedes ! ¡ Digan ahora que no es valiente ! ¡ Y
sepan que éste es un hombre, con más noblesse obligc que u o i
tendrán todos ustedes juntos en todos los días de su vida !
Y a este punto, acabáronse las locas pretensiones sociales de laj
Revoltosa y surgió ante sus ojos, ya despiertos, la figura colosaH
del héroe. ; Qué mayor felicidad para el alma enamorada den
la joven ?. . .
Mgnsq/era ^aramxuutt
"LA NIETA DEL ZORRO"
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan «
BEBE DANIELS
"LA NIETA DEL ZORRO"
("Señorita")
con JAMES HALL y WILLÍAM POWELL
Producción de CLARENCE BADGER
Película Paramount
.Bebé Daniels
REPARTO
Paquita }
Francisco )'
Rogelio James Hall
Manuel JFilliam Poivell
Don Francisco, el Z^rrj Josef Swickard
José Gayne U hitman
Lupo Tom Kennedy
Pedro Jerry Mandy
Luisa Joan Standing
Juan Raúl Paoli
ARGUMENTO
Narración de Corrielius
EN un lugar apartado de las lejanas
pampas de Andania, recio de contex-
tura, cenceño y fuerte^como los robles
'del solar ilustre de sus antepasados, señero
y algo hosco en sus modales, vivía el hidal-
go don Francisco de los Hernández, señor
de tierras y ganados, dueño de haciendas y
rancherías, cuyo único amor se hallaba ci-
frado, por entero, en un nietezuelo que ja-
más había visto, y que algún día había de
heredarle y ser el continuador de la tradi-
ción ilustre de la casta orgullosa de los
Hernández.
Nuestro lugareño hidalgo había visto par-
tir con rumbo a las playas de Norteamérica,
so pretexto de estudios y ambiciosos afanes
de cultura, a todos los hijos que tuviera en
años mejores de abundancia, cuando el cau-
dal de la casa se hallaba bien provisto y
asentado, y no había empezado todavía la
ruinosa lucha con sus vecinos de la estirpe
de los Oliveros.
Don Francisco de los Hernández sentía ya
flaquear sus fuerzas, y veía con dolor que
ya no era hombre para ofrecer resistencia
en una lucha que amenazaba acabar con la
hacienda y el prestigio de su casa.
Llamó a su nieto. El sería el sostén de su
ancianidad, el defensor de los fueros de la
familia, el heredero de sus terrenos y here-
dades y el némesis temido de los Oliveros.
Pero lo malo para los sueños del hidalgo
era que el tal nietecito no existía . . . Sus
hijos, conociendo el afán del viejo por tener
descendencia masculina, creyendo darle
gusto, dijeron que había nacido un nieto,
pero en realidad, el destinado a empresas de
tanta monta, era una niña, una jovencita
que frisaba en los dieciocho y que respondía
al dulce nombre de Paquita . . .
Fué Pedro, un fiel sirviente del Zorro,
que así le llamaban al hidalgo, al puerto por
el cual debía llegar el suspirado nietezuelo,
<
PAGINA 13
Mensa/era §*aramxumt
pero cuál no sería su pasmo al encontrarse que resultaba mujer el que todos esperaban co:
tal ansia. No se arredró por ello la joven, y, dándose perfecta cuenta de la situaciór
di jóle al criado :
— Llevadme a un sastre, buen hombre, y dejad el resto de mi cuenta.
La transfiguración fué completa. Una ropilla de género oscuro, unos pantalones bom
bachos rematados por altos borceguíes, faja ancha de cuero claveteado y una redecilla
guisa de montera, cubriendo las orejas y cambiando los negros aladares en airosas y orna
mentales patillas, cambiaron por completo el aspecto de la animosa chica, y si a esto se añad
un chambergo a la usanza cordobesa, puesto de lado y con largo barboquejo de cordones, ten
dremos la estampa más gallarda y má
airosa que jamás haya lucido caballer
pampeano en las famosas praderas de 1!
Andania.
* * *
No fué grande la impresión que hicier
en el viejo la figura del nieto. Había espe
rado hallar en él un hombre más hombre de lo que por su figura parecía,
pero ocurrieron a la sazón ciertos sucesos que aumentaron grandemente
el prestigio de don Panchito entre los servidores de la ranchería.
Estaban los negocios de los Oliveros regentados por un primo del ver-
dadero propietario, codicioso e intrigante, que se llamaba Manuel Oliveros.
Manuel, aprovechando la coyuntura de que su primo Rogelio se hallara viajando
por Europa, decidió aumentar los hatos de ganado a costa de los rebaños de los
Hernández, y, derribando unas estacadas que marcaban los linderos de las fincas,
PAGl^.l 14
Mensajera tyaramaunt
ilió una noche con sus vaqueros y se apoderó de cuantas cabezas pudo, las
íejores que se le aparecieron en las praderas de su vecino.
La consternación del Zorro no tuvo límites. Panchito quería rescatar el
añado a viva fuerza, pero los hombres del rancho no se atrevían.
En esto acertó a regresar el joven Rogelio Oliveros, quien, con gran
llpzo, vio como durante su ausencia habían aumentado sus hatos, sin
jHensar que los nuevos ganados hubieran sido robados a los Hernández,
ues, según le contaron, las nuevas adquisiciones habían sido
roducto de un negocio afortunado.
Una mañana, muy temprano, Panchito decidió obrar por
jenta propia, y reuniendo a los vaqueros de la hacienda, les dijo :
— Si sois hombres y tenéis vergüenza, seguidme. Vamos
buscar lo nuestro.
Y con estas palabras y otras razones por el estilo, fiados en
empuje del jovencito, que ya había dado muestras palpables
e su arrojo, montaron a caballo, dirigiéndose al galope a los
;rrenos de los Oliveros.
La empresa, en un principio, resultó más fácil de lo que
habían esperado.
Panto Rogelio co-
mo Manuel se ha-
llaban ausentes
del rancho, y en
el campo no en-
contraron resis-
tencia. Pero, al
poco rato de haber
emprendido el re-
greso con el ga-
nado, se entera-
ron los hombres
del rancho de los
Oliveros, y salie-
ron en persecu-
ción de los rescatadores, mas el joven, con una hábil maniobra,
logró atraer a los que lo perseguían a una gran casona, que servía
de granero, en el propio terreno de los Oliveros, logrando en-
cerrar en ella a hombres y caballos, de suerte que no pudieran
de ningún modo salirse.
Panchito, antes de partir, montando en ira, escribió un cartel
de reto para el jefe de los Oliveros, y, después de clavarlo a la
puerta del granero, alejóse del lugar, satisfecho de su victoria y
dispuesto a habérselas con el primero que se atreviera a volver a
entrar a saco en los terrenos del Zorro, que no por viejo había de
carecer de buenos campeones. *
Aquella misma tarde, marchando confiado a la ventura, acercóse
nuestro arriesgado jovencito a un claro y límpido remanso, donde
PAGINA 15
Mgnsa/ero tforamaunt
^ rl W '— 'A \ —
EBE
ÍIXNIELS
ESTA verdaderamente irresistible en la
caracterización del papel que se le ha
confiado en esta chistosa cinecomedia. Esta
rutilante estrella de la Paramount despide
destellos de gloria en la película
LA NIETA DEL ZORRO
w
ño1»Í A
tas
cvV C
ñarse, y aun la amenazaba con dar:
una zambullida, se soltó la redecill.'
y dejando escapar las hebras de su si
(losa cabellera, apeló a la caballero-
ciad del joven, diciéndole:
— ¡ Pero hombre de Dios, qué s<
mujer! Déjeme en paz y vayase.
Y Rogelio, que tal era el desconocida
alejóse apresuradamente del lugar, n
sin antes hacerle prometer a la bel!
del remanso, que aquella noche habría
de volver a verse en la verbena de 1
Fiesta de las Rosas.
¿ Qué pasó aquella noche cualJ
Paquita, vestida en sus ropas ferm
niles, y Rogelio, la viva estampa rj
caballero andaniense, se encontraro
a solas en uno de los románticos rir
cones del jardín donde se celebraba 1
verbena de las flores? Lo que suel
ocurrir en una noche de los trópicr
cuando la luna muestra su platead
cara con todo el esplendor de su be
lleza marfilina; lo que suele ocurr:
cuando el cielo parece un manto az|
cuajado de estrellas con magnificencia
de flor de lis ; lo que no puede menc
que pasar cuando el aroma cálido d
las brisas abrileñas trae acentos que
j umbrosos de guitarra y rasgueos enei
vantes de laúd; lo que tiene, pe
fuerza, que ocurrir cuando dos cor¿
zones jóvenes se miran en las líquida
pupilas derretidas con langor de ida
latría y apréstase Cupido, oculto e
los frondosos ramajes del ensueño,
lanzar los dardos de su inmortal caij
caj. ¿Quién dudara en estas circuníj
tancias del triunfo definitivo d.
amor?. . .
\ ningún empresario se le escapará la importancia que par a la publicidad y propaganda tiene este grabado y
los demás por el mismo estilo que aparecen en otras páginas de esta revista, atractivos, económicos y de fácil
reproducción al tamaño que se desee para publicarlos e n el programa, en los boletines, gacetillas y en la Pren-
sa de la localidad.
las aguas tranquilas de un riachuelo invita-
ban con su frescura a los placeres de la
limpieza y del baño. Desnudóse, confiado
en lo apartado del retiro, y fuese sumergien-
do poco a poco en la blandura de las aguas,
pero -iii quitarse la redecilla que ocultaba
sus bucles oscuros y ondulados de mujer
hermosa.
No baria diez minutos que en el agua se
encontraba, cuando oyera rumor de pisadas
de caballo, y, volviéndose, vio a un apuesto
mozo, de agradable rostro y corpulenta talla,
/- IGMA 15
que, desmontando, aprestábase asimismo a
sumergirse en las aguas invitantes.
— ¡ Oiga usted ! — gritó Paquita con sobre-
salto — no se bañe que el agua está muy
fría. Se expone a que le dé un calambre.
Yo estoy que tiemblo.
— ¡ P>ah ! Esto no me espanta, amigo mío
— contestóle el recién llegad:), pues Paquita
conservaba todavía la traza de un muchacho.
Y, así por este estilo, siguieron el jocoso
y animado diálogo, hasta que Paquita,
viendo que el jinete estaba decidido a ba-
A la mañana siguiente, sin esperar
que el sol amaneciera por completa
airado y decidido, presentóse ante e
viejo Zorro de la pampa su enemigo
vecino don Rogelio.
— ; Dónde está vuestro nieto, do
Francisco ?
—Por ahí anda, ¿qué queréis de él y
qué viene esta temprana visita?
— A satisfacer un reto que no puede pa
sar desapercibido. Lo del ganado, pase
pero este insulto es de los que piden sangre!
Y mostróle al viejo el papel que clavarj
Pancho en la puerta del granero.
No tardó en aparecer Panchito.
Descolgaron los hombres unas espada
viejas, de cazoleta y gavilán torcido, que e
unas panoplias había, y dieron una a cad
(Continúa en la página 35)
Mensq/era tyarammuit
"El Torbellino de la Juventud"
Argumento
Warración de
Liado de Cosso
"^N uno de los
i j bellísimos
rincones en
le abunda la
l'bria y bien cul-
| /ada campiña de
íglaterra, bajo el techo de una quin-
presuntuosa, rodeada de jardines
de cuidadas planicies recubiertas de
esco y matizado césped, vivía, no
ice mucho, un pintor llamado Jaime
awthorne, gozando del reposo que
ibíanle conquistado antiguos y me-
cidos lauros, remozándose en el
,tudio de nuevas concepciones esté-
ras, cifrado todo su amor, que era
tensísimo, en un hermoso capullo
[• diez y ocho años, una hija fresca y lozana
;mo las rosas y, como él, artista y soña-
rra, que respondía al nombre muy poético
romántico de Nancy.
Un anochecer, hallándose Nancy entre-
hda al reposo tan propicio a las tranquilas
bras de la prima noche, vio acercarse a ella
< Antoñín, el hijo de unos pobres labriegos
me no muy lejos del lugar vivían, y Nancy
'Antoñín, que habían crecido juntos, en-
egáronse, como de costumbre, al plácido
isatiempo de la charla.
, Antoñín no parecía estar tranquilo aquella
i oche. Su tema no se apartaba de .decir y
petir a Nancy que ya había cumplido los
diez y ocho años, y, por fin, como si tal
cumpleaños fuera para él otorgamiento de
alguna licencia nueva y esperada, acercan
dose a Nancy, abrazóla repenti-
namente entre sus brazos, es-
tampando en sus labios de coral
un brusco beso.
Azoróse la chica y re-
convínole por su osadía,
mas Antoñín, prorrum-
piendo en excusas, con avergonazado sem-
blante y lágrimas en los ojos, replicóle a
Nancy con estas palabras :
Perdón, no pude remediarlo. El
deseo de darte un beso me ha
arrebatado esta noche la ca-
beza, como impulsada por un
torbellino irresistible. Per-
dón, Nancy, si te he ofendi-
do, pero quizás algún día se-
pas lo que es esto, lo que es
sentirse arrebatado por una
fuerza que no se conoce y
que viene con el empuje de
un ciclón, violenta y mis-
teriosa.
Aquella noche, soñó Nan-
cy en algo inefable. Los la-
bios le ardieron por largo
tiempo con el calor de aquel ós-
culo arrebatado, que era el pri-
mero que recibiera de hombre al-
guno, y sintió que
en el fondo de su
alma algo nuevo
se le despertaba.
¡ Si sería el prelu-
| i dio del ciclón que
PAGINA i 7
Mensajero ^aramoiuit
habría también de arrebatarla a ella algún
día! Y en estos confusos pensamientos,
murmuraba para sí, con dulce acento, opri-
miéndose el pedio con las manos.
— ¡ El ciclón, el ciclón ! ¡ Qué bello verse
arrebatada en su irresistible torbellino!. . .
Enviada por su padre a París, para que
continuara sus estudios de arte en el am-
biente ático y refinado de la Ciudad-Luz,
Nancy empuñó la paleta y los pinceles con
todo el vigor frenético de una verdadera
iluminada ; con tal fervor, que se le pasaban
los días pintando y pintando... dibujando
niños y más niños ; niños de cara de ángel,
querubes que nacían al calor de su candida
imaginación exenta de toda mácula, en un
afán de volar, de vo-
lar muy alto, como si
se propusiera alcanzar
de un salto el limpio
cielo, suspirado de la
gloria.
Pero llegó un día
en que se cruzó en el
camino tranquilo de
su vida con un apues-
to y decidido joven,
compatriota suyo, que
se llamaba Roberto, y,
desde entonces, los
ángeles empezaron a
perder su sonrisa arre-
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
LOIS MORAN
e n
"El Torbellino de la Juventud"
("The Whirlwind of Youth")
con
Vera Voronina, Donald Keith y
Alyce Mills
Producción de A. Rowland V. Lee
Película Paramount
REPARTO
Nancy Lois Moran
Eloísa Vera Voronina
Roberto Donald Keith
Cornelia Alyce Mills
Luis Larry Kent
Antoñín Gareth Hughes
Jaime Charles Lañe
Nancy y Roberto se paseaban por la pía
en compañía de Luis, un amigo íntimo
joven y conocido de la familia de Nancv.
Al llegar a un lugar donde se levanta
un peñasco muy alto y escarpado, Rober
propuso subir hasta la cumbre, siguienc
una vereda tan empinada como larga y pe
grosa. Nancy aplaudió la idea, pero Li
excusóse de tomar parte en la aventura.
— No olvides, Roberto — di jóle Luis ant
de separarse — que Nancy no es como 1;
otras mujeres que has conocido.
Y se separaron. Luis para emprender
regreso a la villa, y Nancy y Roberto
ascensión del peñasco, alto, provocativ
peligroso.
Mientras subían, parecíale a Nant
que sus ilusiones iban ascendiendo
una atmósfera más límpida, más pun
que sus sentimientos de amor se dil.
taban hasta alcanzar las curvas leí
nísimas del horizonte, y respiraba ce
más fuerza, con más libertad, con
si se sublimizara con la altura, con
si al apartar su cuerpo de la tier
baja fuérase toda ella acercando
los términos del cielo, a las región
inaccesibles de la bienaventuranza.
Subieron, subieron y subieron, ha
ta llegar a la cumbre enhiesta, señe
y elevada, y allí, parecióles como
el soplo recio de la brisa, azotanc
al aire la rubia cabellera de la jov«
y las sienes revueltas de Roberto, 1
infundiera una se
sación extraña
mareo, un placer qi
hasta entonces
dos habían descon
bolada, y parecióle como si entre las vague-
dades de los nimbos que servían de fondo
a sus pinturas angelicales, el rostro del
nuevo amigo se esfumara con crepúsculos
de aparición divina, haciéndole subir el
alma hasta los labios, que musitaban invo-
luntariamente — ¡ Roberto ! ¡ Roberto ! . . .
En una jira campestre por uno de los
lindos pueblecitos de la Costa Azul, besa-
dos por las aguas del Mediterráneo ilustre,
encontraron los dos jóvenes el escenario
maravilloso para sus sueños y concepciones
de felicidad y dulzura. Roberto era el
conquistador empedernido, Nancy la don-
cella inexperta en amores y en quereres,
cuya mirada se levantaba hasta las estre-
llas, como si cada una de éstas fuera para
ella la encarnación del espíritu de un ángel,
que, desprendido de algún lienzo, hubiera
ido a posarse dulcemente en la capa azul
del dilatado firmamento.
V %v
PAGINA 18
Mensajero tfarammuit
do. Nancy sentía como si otra brisa más
lerte que la que le azotaba los cabellos
ibiera hecho presa en su alma y se la arre-
itara. Adivinaba el preludio del ciclón,
ú torbellino que soñara aquella noche me-
orable cuando Antoñín oprimiera sus la-
> „os carmesíes con el estallido revelador de
i beso, y, cual si su presentimiento fuera
heraldo de la tempestad que se acercaba,
ose, inadvertidamente, arrebatada entre
s brazos de Roberto, mientras una voz
>aca, lejana,~como envuelta entre cendales
: nubes, y de inciensos, le repetía al oído
ulcemente — ¡ Nancy ! . . . ¡ Nancy ! . . .
Pero la fuerza del torbellino que la estru-
ba se disipó repentinamente.
— ¡ Volvámonos, Nancy, volvámonos !
1 f ! ste no es lugar para nosotros . . .
1 Y, al poco rato, hallábase Nancy de nuevo
L ?i las profundidades de la tierra baja, mi-
las ilusiones de su amiga arrastrándola en
el torbellino de aquel abrazo y de aquel
beso, dados en la cumbre solitaria del pe-
ñasco. Y, sin embargo, por primera vez,
no se sentía seguro de sí mismo.
Decidió romper aquella situación y buscó
el medio de que Nancy lo descubriera en es-
carceos amorosos con otras jóvenes. El
efecto fué terrible para la soñadora artista
pintadora de ángeles. El encanto cayó des-
hecho en mil pedazos, como si el torbellino
que llevaba en. sus brisas los arrebatos deli-
ciosos del amor llevara asimismo los gérme-
nes terribles del* desencanto. Y Roberto
lloró, lloró amargamente. Había cortado las
alas a aquel naciente amor, por la descon-
fianza que tenía de sí mismo, porque Nancy
no era como las demás. Era más pura, era
más fina, era digna del más sublime de los
sacrificios.
Llegó el año aciago de 1914,
cuando, al doblar de los tambores
marciales, los campos de Francia
retumbaban con el estallido de
los cañones y la lluvia de la me-
tralla.
En un lugar cercano a la fron-
tera de Flandes se hallaba atas-
cada una ambulancia que iba con
destino al frente a recoger a los
heridos habidos en los últimos
combates.
La que la conducía era una
joven rubia, que, por sus tra-
zas, parecía pertenecer a la aristocracia
inglesa. Por el mismo camino pasaba
una columna de soldados ingleses con
órdenes ambiguas de marchar siempre
adelante, probablemente para tomar parte
en algún ataque inminente.
El jefe que mandaba la columna, viendo
el apuro en que se hallaba la conductora de
la ambulancia, dirigióse a ella para ofrecerle
los servicios de sus hombres, mas no había
adelantado una docena de pasos cuando se
detuvo repentinamente, como- si- estuviera
viendo visiones.
— ¡ Nancy ! ¿ Tú aquí, Nancy ? . . .
— ¡ Pero Luis ! ¿ Tú también ? ¿De dón-
de vienes ? . . .
Y, pasados los primeros momentos de sor-
presa, conversaron con animación, como dos
viejos camaradas que se encuentran después
de una larga ausencia.
— Nancy — exclamó Luis — quiero que co-
lando a la cumbre, dirigiendo
mirada al cielo, donde el ci-
llón, el torbellino, huía lenta-
mente, perdiéndose en las leja-
nías del pasado . . .
^ ^ 5H
Aquella escena de la cumbre
lejó una huella profunda en el
Jma, hasta entonces desapren-
iva, de Roberto. Parecióle
fcriminal haber dado pábulo a
PAGINA 19
Mensajera tfaramaunt
AÜOLPH ZUKOR
JESSE L. LASKY
Presentan a
LOIS
Moran
en una Producción de
ROWLAND LEE
con
VERAVORON1NA
DONALD KEITH
ALYCE MILLS
Un Torbellino de Amor
UN drama de gran intensidad emotiva que
nos demuestra como es el amor el que agita
el '"torbellino de la juventud."
"El Torbellino de la Juventud"
nozcas a mi comandante ... Sé que habrá
de agradarte. . .
Y, pocas horas más tarde, llamaban al alo-
jamiento del jefe de la columna.
Allí la sorpresa de Nancy fué inaudita.
— ¡ Roberto ! . . .
— ¡ Nancy ! . . .
Y hablaron los dos del presente y del
pasado, de aquel pasado tan grato y tan triste
que había encerrado las ilusiones de un por-
venir dulcísimo... que no había llegado
nunca. . . En esto entró un oficial trayendo
un parte.
— Mi comandante, el ataque no se hará
hasta mañana.
— i Mañana ! — repitieron, a un tiempo, los
dos enamorados.
— Aún queda un día. pero en un día se
puede consagrar una vida entera — exclamó
la joven.
— Consagremos hoy las nuestras, Nancy.
¿Quieres?. . .
página 20
Y llamando al capellán del regimiento,
Nancy y Roberto consagráronse sus vidas
mutuamente, bajo el juramento de una co-
munión sagrada.
— Vivimos ahora, Nancy, en el torbellino
de la guerra — dijo pausadamente Roberto —
pero, por encima de todas sus miserias, ben-
dito sea el amor que nos ha traído.
Y aquella noche, Nancy sintió cómo el
torbellino volvía a poseerla y la elevaba a
las cumbres de la felicidad tan suspirada, y
el aire hasta le parecía más liviano, y el
cielo se le antojaba más hermoso, cual si
volviera a brillar la sonrisa de los ángeles,
en el hermoso resplandor de las estrellas.
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"El Torbellino de la Juventud"
Como su nombre indica, este film tiene
que ver con las inquietudes de la edad moza,
cuando la fantasía, llena de ilusiones, se en-
trega sin freno a los impulsos elementales
de la vida. ; Qué hay penas ? ¿ qué hay desá
zones? ¡quién lo duda!, pero la juventu*
parece llevar en sí una fuerza que, cuand^
encauzada por sentimientos innatos de honoi
y de pureza, logra triunfar sobre todos loj
obstáculos. La trama de El torbellino de 1
juventud es sencilla, indudablemente porqu
en el fondo todas las complicaciones de 1
vida de la juventud se reducen a principio)
elementales, eternos en su consuetudinal;
sencillez. La acción se desarrolla en iq
ambiente aristocrático que tiene por esce'
nario ora la gran urbe londinense, ora lo|
bulevares parisienses, ora las playas eleganí
tes de la Costa Azul en las orillas encanta;
das del Mediterráneo, con lo que qued(
dicho que es un dechado de belleza en lo qut!
a panoramas se refiere. Lois Moran es una
inglesita romántica y soñadora que con!'
vence, por algo es rubia y tiene unos ojo?
zarcos con reflejos purísimos de cielo.
Mensa/era tyarammuit
a
LOS TRES KAYOS"
.
cuando se es descono-
cido, no es cosa fácil,
y después de muchas
azarosas vueltas, en
busca de un trabajo que
no encontraban, consi-
JrV ^ guieron una función de
Jj^P <^*P\ prueba, en un teatro
W^^ provinciano, con la pro-
mesa de que si el acto
resultaba, serían con-
tratados para una temporada londinense.
Pero la tal prueba, resultó el más sonado de
los fracasos.
Decidió el terceto, que se denominaba de
los Tres Kayos, ir, de todas suertes, a Lon-
dres en busca de mejor fortuna, pero, caídos
de mal en peor, sin esperanza de obtener
contrata, optaron por buscar trabajo en los
antros de los cabarets ingratos y turbulentos.
Yendo de lugar en lugar, siempre bus-
cando, alicaídos y temerosos de ser echados
de todas partes, llegaron a las puertas de
cierto hotel elegante, que contaba entre sus
dependencias con uno de los ansiados caba-
ts.
Entróse Enrique, dejando a sus compañe-
ros en la calle, porque, espantados de sí
, ■ - ■ '
BRITISH NATIONAL PICTURES, LTü.
Presentan a
DOROTHY GISH
"LOS TRES KAYOS"
("Tiptoes" )
con Will Rogers y Nelson Keyes
Dirección de HERBERT WILCOX
Película Paramount
REPARTO
Amapola, Puntillitas Dorothy Gish
Alfredo Kayo Nelson Keys
Enrique Rayo Will Rogers
Lord Montgomery John Munners
La hermana de Lord Montgomery
Ivy Ellison
La tía de Lord Montgomery .Annie Esmond
Rollo Stevens Miles Mander
Administrador del hotel Dermis Hovy
Director del teatro Rny Raimond
RGUMENTO
-vUNTILbl-
LJ TAS, Alfre-
do y Enrique,
10 de tantos ter-
tos de la farán-
ila, que vagan por
mundo sufriendo
mbres y miserias
«vados de su vo-
Ición de divertir
mundo, después
haber agotado
recursos de su
I.te si tal pudiera
marse, en los
uros de su pro-
a tierra, que es la
los Estados Unidos, llegaron a Inglate-
, en busca de nuevos pastos, en la espe-
nza de poder llegar a representar en un
en día en los grandes teatros de la ciudad
pulosa de las brumas.
Encontraron que actuar en Londres,
demora inusitada. Al ir a trasponer la
puerta, que era de torniquete, Puntillitas en-
tró en dirección contraria a la debida, al
propio tiempo que entraba en el hotel el
joven lord Guillermo Montgomery, dándose
los dos un soberbio encontronazo. El ga-
lante lord, deshaciéndose en excu-
sas, vino a quedar en animada con-
versación con Puntillitas.
Enrique seguía esperando, y, para
mismos, ya no se atrevían a entrar juntos,
por no alarmar a los malcarados adminis-
tradores.
Esperó y esperó, Enrique, hasta que
Amapola, cansada de esperar, decidió entrar
también, para ver en qué consistía aquella
pasar el rato, ho-
jeaba una revista
social con retra-
tos de algunas de
las personas más
distinguidas de
PAGINA 21
Mensa/era ^aramawit
ellos uno que
le interesó, el de la rica heredera
Miss Van Rennsalaeer.
Puntillitas, todavía en conver-
sación con el lord, hizóle señal a
Enrique para que se acercara, y,
al punto, el empleado del hotel,
pensando que aquel pobre hom-
bre, de tan mala traza, a quien
había tenido esperando por más
de media hora, debía de ser al-
gún personaje de valía, ya que
conversaba con lord Montgom-
ery, acudió solícito a ponerse a sus órdenes, preguntándole que en
qué podía servirle.
Enrique, que no era lerdo y tenía la inteligencia aguzada por el
hambre, tuvo una inspiración repentina.
—La señorita Van Rennsalaeer, de Nueva York, desea las me-
jores habitaciones de la casa.
Y el empleado, al oir el nombre, llamó al administrador del hotel,
al propio tiempo que Puntillitas llamaba a Alfredo, el otro com-
pañero que seguía esperando afuera, y, hechos los consiguientes
guiños y apercibimientos, acabaron por verse instalados los Tres
hayos en los aposentos más hermosos y elegantes de uno de los
hoteles más aristocráticos de Londres.
* * #
El lord asedió a la linda Puntillitas con toda suerte de aten-
ciones, y, encontrándola interesante, llegó día en que la invitó
a uno de los five o' dock que solía dar con frecuencia en los salones
de su palacio.
Allá fué Puntillitas, seguida de sus dos compañeros, que, por
aventajarle grandemente en edad, y en realidad ser lo que podría-
mos llamar sus dos padres adoptivos, se adornaban con el título de
tíos de la que pasaba por riquísima heredera.
romántico y enamorado, no cejaba de hacer la corte a Puntillit
y ésta, con cierto remordimiento íntimo por el engaño que esta
llevando a cabo, sentía que ya no era dueña de su corazón, que
joven lord le iba robando lentamente.
Alfredo y Enrique, pasado el azoramiento del primer momen
al hallarse en tan selecta compañía, acabaron por soltarse a sus £
chas, produciendo no pequeño regocijo, entre aquella sociedad at
tera y afectada, al bailar el chárleston y el black bottom y oti
excéntricos bailes por el mismo estilo, de los que solían presem
en los teatrillos de los Estados Unidos.
Entretanto, el lord seguía asediando el corazón de la compun
dísima Amapola, diciéndola.
— Como tú, jamás conocí a nadie. Estas otras mujeres c
aquí ves, son todas falsas. No buscan más que dinero, título
honores. Están siempre listas a la caza. . .
Y Puntillitas sentía como cada palabra se le clavaba, como
dardo, en medio del corazón. ¡ Ella, tan pura, tan franca !
¡ Ella, que había mentido toda su personalidad, y, por añadidu
apenas si poseía un nombre ! . . .
Siguió la mentira y siguió la aventura. Puntillitas, sin sa
cómo salir de aquel engaño sin romper la ilusión más preciada
su vida. Sus dos compañeros, viviendo con toda holgura y saai
facción, pero sin pagar la cuenta del hotel, que ya subía más de ¡
prudente para el administrador de la hostería. Y así fué que lle : ]
un día aciago en que, en un paseo en yate que ofreció el enamora
lord a varias de sus amistades, naufragaron de un golpe todas
ilusiones del lord, todas las esperanzas de Puntillitas, y la v
regalada que se estaban dando los otros dos cómicos de la legua
Entre los invitados al crucero, hubo quien los reconoció, y aqij
lio fueron Troya, Trafalgar y Lepanto al mismo tiempo. 9
una aniquilación y un naufragio combinados.
— ¡ Salid de aquí, impostores ! — tronó el buen lord, herido
la fibra más sensible de su alma.
Y avergonzados y alicaídos, desfilaron los Tres Kayos, rotai
burbuja de su ficticia felicidad, y pensando cómo tomar las I
El five o' dock de refencia fué gracioso en extremo. El lord, Villadiego sin ser vistos del administrador del hotel, que, armadd
PAGINA 22
Mensajera ffimutwunt
cuentas y facturas, amenazaba con car-
rlos de cadenas y prisiones bastantes para
mtenerlos cómoda y plácidamente por el
íto de sus días entre las sombreadas paré-
is de una cárcel.
Pero, como dice el refrán que no hay
j.il que por bien no venga, resultó que el
i eño del hotel, descubriendo las habilidades
ideográficas de Puntillitas, decidió cobrarse
; fuerza de bailoteo, y así los Kayos vinie-
li, por las torcidas veredas de la casuali-
za, a trabajar en el cabaret donde no hu-
I Tan podido entrar por las directas de la
: icitud honrada, hasta que llegó una noche
i| que el lord visitó el lugar, y, convencido
> que todo había sido una aventura ino-
| ite, sin viso de malignidad alguna, reanudó
1 5 pretensiones amorosas, consiguiendo
; ueñarse del corazón de Puntillitas. Y,
«¿de entonces, volvió a renacer la felicidad
fra todos, con la ventaja de que la parte
asculina de los Tres Kayos ya no tuvo
cesidad de salir a la caza de contratas tea-
des ni cabaretiles, habiendo llegado hasta
rozarse, muy a su sabor, con las personas
■ás encopetadas de la aristocracia de la
bión brumosa. L. D. C.
Un Periodista Inglés Entrevista a
la Actriz Dorothy Gish
E. C, iniciales con que oculta su verda-
dera identidad un notable periodista inglés,
colaborador asiduo de la revista The Queen,
de Londres, logró entrevistar, du-
rante la impresión de las escenas
de la película Los tres Kayos, en
el estudio londinense de la empresa
productora de este film, a la
actriz Dorothy Gish, de
quien E. C. habla en los
siguientes términos :
"Nos encontrábamos un
día en los grandes y nuevos
estudios de la British Na-
tional Pictures, situados
cerca de Londres, obser-
vando la impresión de al-
gunas escenas de la película
Los tres Kayos, que habrá
de ser distribuida en Amé-
rica por la Paramount.
Uno de los sets (cuadros
escénicos) aparentaba ser el
camerino de un teatro de
una pequeña población de
provincias, en los críticos
momentos en que los tres princi-
pales intérpretes de la obra que se
representaba habían sido arrojados
del escenario en medio de una silba feno-
menal. En estas circunstancias, pretender
intervievar a Dorothy Gish resultaba una
pretensión poco menos que irrealizable. Sin
embargo, después de pasar mi tarjeta a la
simpática protagonista de Tiptoes, fui admi-
tido en su camerino, no para sostener con
ella una interview en toda regla, sino para
dialogar con la estrella entre frecuentes lla-
madas de los ayudantes del director.
— Sólo una persona dotada de una consti-
tución de hierro — me dijo Miss Gish — puede
aguantar una vida como ésta. Todos los
días me levanto de la cama a las siete y me-
dia, salgo del hotel a las ocho y cuarto, y a
las nueve, o poco más tarde, comienza mi
trabajo en el estudio. En muy contadas
ocasiones llego a mi hotel a las siete de la
noche y, muy frecuentemente, a las nueve.
El domingo lo dedico por entero al des-
canso, y esto tan literalmente, que más de
un domingo me lo he pasado durmiendo
todo el día.
— ¿Qué hacía usted antes de dedicarse al
teatro ? — le pregunté a la actriz.
— Nada — replicóme ella brevemente.
Al ver que la miraba con ojos de sorpresa,
Dorothy se apresuró a añadir:
— Mi vida de teatro comenzó a la edad
de cuatro años con la interpretación de un
papel infantil en la comedia Little Willie,
en la cual mis padres interpretaban los pa-
peles principales. Cuando la compañía hacía
una jira por los estados, mis padres nos lle-
vaban consigo a mí y a mi hermana Lillian.
Las dos aprendimos a leer y a escribir en
los camerinos de los teatros donde la com-
pañía actuaba. De la edad de diez a doce
años asistí a la escuela, la cual abandoné
para ingresar en el cine.
— ¿ Ha tenido usted alguna vez caprichos ?
— Jamás he conocido lo que es tener un
PAGINA 23
Mensa/era ffarammuit
capricho, sin duda porque no he tenido tiempo para ello. Indo lo
i conocido en mi vida es trabajar. En una ocasión pude «lis-
frutar por unos 'lias de unas vacaciones, pero la ociosidad me
a estar continuamente de mal humor y tuve que suspenderlas
para volver a trabajar. Me gustan el
tennis y el golf, pero mientras tra-
bajo en el estudio no puedo practicar
estos deportes porque me falta tiem-
po para ello, o porque cuando salgo
del estudio me siento excesivamente
fatigada. Algunos domingos doy un
largo paseo en auto por los alrede-
dores de Londres. Puede usted decir
a sus lectores que el trabajo ocupa la
mayor parte de mi existencia, la cual
consideraría vacía y sin objeto si no
Iludiese trabajar.
— ¿ Le interesa a usted el cine?
Mucho más que el teatro. Desde el punto de vista interpretativo,
cine \ teatro hablado son dos cosas completamente distintas. En
el cine el artista se ve obligado a manifestar sus emociones de una
manera repentina, sin preparación, muy distintamente de cómo
acontece en el teatro hablado. El actor cinematográfico no observa
la continuidad que le ofrece al actor del teatro hablado el papel
que se ha aprendido con anterioridad de memoria. Nosotros tene-
mos que representar una situación cómica ahora y una escena dra-
mática al cabo de quince días, sin que ni la una ni la otra tengan re-
lación alguna de continuidad. Esto se explica por la sencilla razón
de que la primera escena se impresionará, acaso, en el estudio, y la
segunda al aire libre, a doscientas millas de él.
-—¿Le gusta a usted trabajar en Londres?
--.Muchísimo. Tanto como en mi mismo país.
i Hando me encuentro en Inglaterra no siento ja-
ma-- la nostalgia de mi patria.
A fuer de buen inglés, el cronista dirige una
mirada de agradecimiento a la encantadora actriz.
En esto, una voz que parecía venir de las altas
regiones del estudio, volvió a llamar con insisten-
cia a la actriz :
— ¡ Miss Gish ! ¡ Miss Gish!
Lra la voz del director que llamaba a la ac-
tiiz al set donde ¡ba a dar comienzo la impresión
de otra importante escena de Tiptoes.
— ; Estará usted aún
aquí cuando haya termi-
nado esta escena? — me
dijo la gentil Dorothy,
tendiéndome grac iosa-
mente su linda mano pa-
ra que la estrechase en-
tre la mía.
— ¿No? Pues, adiós
— díjome. mientras salía
hueramente del camerino
acompañada de los acto-
res Xelson Ke\ s \ \\ill
Rogers, que con ella
constituyen el chistoso
terceto de la película in-
titulada Los tres Kay r."
Sorprendente Carrera de un Aetor Cinematográí
Locos actores cinematográficos contemporáneos tienen una
de servicios tan brillante como el joven actor inglés John Man
quien en la película Los tres Kayos,
producida en Londres por la P>ritish
National Pictures, Ltda.. y distribui-
da en los países de habla castellana
por la Paramount, desempeña uno de
los papeles más importantes.
Valiéndose de un ingenioso ardid,
Alanners senté) plaza en el Ejército
británico cuando no contaba más que
catorce años de edad. Descubierta
la trampa, el futuro astro de la cine-
matografía europea fué licenciado,
sin honores, por supuesto, y enviado
a su casa con una atenta carta de
recomendación para sus padres, a quienes les hizo muy poca gi
la aspiración marcial del jovencito John. Sin embargo, al Ile^
la edad reglamentaria, firme Manners en sus trece, volvió a alist
y en esta ocasión, en vez de ser devuelto al seno del hogar,
enviado al Egipto, en donde le sorprendió la gran guerra euro
Terminada ésta, Manners logró acceso en un estudio londinens»
donde le confiaron el modesto papel de ordenanza en una pelí'
de espionaje que a la sazón se estaba impresionando. Tan
significante era su papel, que entre escena y escena le pern
dedicarse a su profesión, que era la de electricista. Mas, pn
los directores reconocieron en él aptitudes para la escena cinem.
gráfica y le confiaron uno que otro papel de mayor importa:
que el primero. Pasaron algunos años durante
cuales los progresos del joven actor fueron muy ler¡
hasta que un día logró llamar la atención del direj
irlandés Rex Ingram, en los momentos en que ést
disponía a impresionar las escenas de la película .1.
Nostrum, del famoso escritor valenciano Vicente tí
co Ibáñez, en la cual interpretó un papel de relai
importancia. Terminada la impresión de Alare ñ
trum, Manners figuró en el reparto de una pelú
francesa, intitulada El bandolero, interpretando en
el papel de protagonista.
En la película Los tres Kayos, Manners ti
oportunidad de demostrar que es un actor de val:
que no andan muy e
dos quienes ven en ei|
ven actor inglés al 1
timo sucesor de Va
tino, lo cual, después!
todo, no son los adm
dores de John Maní
quienes habrán de d
dirlo, sino las admin
ras, como ecuáni
mente asegura el sin
tico galán joven de
película Los Tres K&
de la Paramount
'•*"
Mema/era $*arammuit
EL PADRINO DE BODA
ARGUMENTO
ÉANTAS veces había actuado Albertito
de padrino de boda, que, según asegu-
raban sus amigos, en caso de necesi-
podía muy bien substituir al cura, sin
loscabo del ritual, y, en casó de mayor
eto, al mismísimo protagonista. En
s circunstancias, claro está que el domi-
de Albertito fuese algo así co-
lina estación de descanso entre
is.
ia boda que se celebraba el
a que nuestra tan verídica
o sensacional historia se
■re, era la quinta en que
a prestado sus servicios
oadrino nuestro tan so-
ado como asendereado
rtito.
erminada la ceremonia,
¿rtito se despidió de los
.rayentes con las felici-
tes de rigor en tales
>s, y partióse para su
como alma que lleva el
lo, jurando para sus
itros que aquella era la
ha boda a que asistía en
lías de su vida,
[as apenas nuestro buen pa-
o de boda había puesto la
a de sus zapatos de charol en el um-
¡ de la puerta y colgado el reluciente
jbrero de copa (prenda que no soltaba
a) en la percha correspondiente, suena
jmbre y Albertito se encuentra ante su
jañable amigo Tomasito Milbank quien,
[ísperas de boda, de la cual, como supon-
H el lector, Albertito tiene que
I forzosamente el padrino, se
l
encuentra en un terrible compro-
miso.
— No sé si podré casarme, Alber-
tito — le dice Tomás a su amigo.
La satisfacción se refleja en el sem-
plante de éste.
se ha empeñado en que
lo prometido es deuda
y mañana llega a Nue-
va York dispuesta a
estropearme la boda si
no le doy el collar.
Y tú, ¿qué piensas
Supongo que
no se lo darás . . .
— A propósito, Al-
bertito ... ¿No podrías
prestarme los veinte mil
dólares que cuesta el
collar?
—No, porque no los
tengo, pero puedo hacer
más que prestarte ese
dinero . . . Mañana iré a
joyería; les pediré un collar
e diamantes "a vistas ;" como
que el dueño es íntimo amigo mío,
negará ... Te lo doy, se lo
Venivenski ; ella te devuelve
las cartas comprometedoras y cuando
estén en tu poder bien aseguradas, la obligas
—Mejor, así me ahorrarás la molestia de
servir de padrino— dice para sí el muy
cuitado.
— ¿Te acuerdas
de Rebeca Veni-
venski, aquella cé-
lebre bailarina mos-
covita, con quien
me carteaba fre-
cuen temente ? —
pregunta Tomás.
— ¿ Aquella a
quien prometiste un
collar de veinte mil
dólares ?
— La misma, Alber-
to .. . Pues nada, que
isa vampiro moscovita
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
RAYMOND GRIFFITH
c re
"EL PADRINO DE BODA"
("Wedding Bills")
Dirección de ERLE KENTON
Película Paramount
LOUIS D. LIGHTON, Editor en Jefe
REPARTO
Albertito Raymond Griffith
Isabelita Ann Sheridan
Tomasito Hallan Cooley
Edna Iris Sluart
Madama de Venivenski Vivían Oakland
Sr. Cartwright Tom Guise
PAGINA 25
Mensajero ^araniaunt
poi la fuerza a devolverte el collar...
.Salió que tienes ingenio para otas cosas? ¿Por qué no te
rgas tú mismo
del asunto? Te doy
amplios poderes . . .
le dice Tomás a
Alberto. A lo cual
sponde :
— ,■ Y -i Rebeca se
i devolverme
el collar?
— No te fijes en
pequeneces ... -; Se-
rías capa/ de aban-
donar un plan tan
excelente por una fu-
tesa como esta ?
Al día siguiente,
muy de mañana, Al-
bertito se encaminó
a la mejor joyería de
la ciudad, y después
de examinar media
docena de collares de
perlas y diamantes,
separó uno, con la
condición de que se
lo llevaría "a vistas"
\ . en caso de no gus-
tarle a la persona
interesada, lo devol-
vería antes de las cinco tarde.
— ¿Es para su novia, caballero? — le pregunta a Albertito el
dependiente.
— ¿Mi novia?. . . Aún ha de na-
cer la mujer que a mí me pesque. . .
Es un servicio que le hago gratis a
un amigo mío . . . — replica orgu-
lloso y satisfecho nuestro Albertito.
Al verlo salir de la joyería con el
estuche en el bolsillo, el dueño del
establecimiento detiene al presunto
comprador y le dice :
—Es usted tan buen cliente de la casa, que quiero
hacerle un regalo para los novios.
— ¿Ve usted esta jaula y estas palomas que
están dentro?
- Perfectamente — contesta, sorprendido, Alber-
tito.
-Pues esta jaula es el mejor regalo que puede
usted hacerles a los novios . . . Tira usted de la
cinta... Cae el fondo... Y la palomitas vuelan
llevando en el pico un mensaje de amor. ..
— ¡Muy original, muy poético y muchas gracias f
— exclama Albertito. . .
* * *
La víspera de la boda, el domicilio de la futura
esposa de Tomasito está lleno de invitados, de rega-
de guardias que vigilan los regalos y a los
invitados. . .
r ICJA
El padre de la novia es un viejo más supersticioso que
torero malo en día de corrida. Para el futuro suegro de Toma>
no hay en el mu
cosa de peor aj^i
que pasar por del
de una escalera
mano, llevar el ¡
partido en medie
romper un jarrót
día de la boda. . .
— ¡ Un jarrón
to ! ¡ Esto es peor
si lo partiese a un
tranvía ! — exelí
el viejo supersticu
al ver el estrop
que acaba de ha
Albertito, quien,
ra tranquilizar al
ciano, le dice :
— Romper un
rrón en día de bo
es sólo de mal ag
ro cuando el prii
hijo nace chato }
segundo tuerto.
Mentar un tue
y aparecerse en
habitación la Ve
venski es todo u|
con gran asombro
los allí presentes y consternación de Tomasito, que no sabe có
quitarse de delante a la inoportuna bailarina moscovita
Valiéndose de un gracioso ardid,
Albertito logra distraer la atención
de los invitados mientras su amigo
Tomás trata de abrir la combinación
de la caja de hierro, donde está de-
positado el collar, para entregárselo
a la Venivenski a cambio de las
comprometedoras cartas.
En esto llega el juez MacHenry
lamentándose y excusándose por
haber llegado tarde. — Ustedes me perdonarán.
— les dice el juez a los novios — Me entretuve
el juzgado sentenciando a un jovencito que no ci
volvió unas joyas que se llevó de la joyería
vistas."
— ¿Qué sentencia le impuso usted, juez." — i
quiere Albertito, abriendo unos ojos como puño:
— La tarifa ordinaria es un año de cárcel p
cada mil dólares . . . Pero si tengo que sentenciar
otro, aumentaré la tarifa a dos años de cárcel p
cada mil dólares . . .
Con el collar en poder de la Venivenski, Albe ;ti
comprendió que su porvenir no podía ser más negí;
especialmente si caía en manos del juez Ma¡!
Henry . . .
Avisados los detectives de la misteriosa desapai)
ción del collar de la caja de hierro, el jefe de ellf
Mensa/era tyaramaunt
ordena el registro de todo el
mundo, incluso de la Venivenski,
a quien no pueden encontrar
nada que la comprometa, a pesar
de que todas las sospechas recaen
sobre ella.
Cuando faltan tan só-
lo diez minutos para las
cinco de la tarde, hora
en que Albertito tenía
que devolver el collar a la joyería,
o entregar los veinte mil dólares
que costaba, un curioso tira de la
cinta de la jaula-piñata y de ella
escapan las dos palomas por la
abierta ventana. . .
— ¡ Aquella paloma se lleva el
collar ! — grita, consternado, Alber-
tito. ..
La persecución es constante,
atrevida y enconada. Albertito,
seguido de Tomás, la novia, Isabe-
lita y algunos invitados a la boda,
;jre como loco detrás de la paloma culpable de robo con fractura,
■ta que al fin logra darle alcance en
Dalomar de la joyería.
Cumplida la promesa de devolución
collar y libre ya Albertito
la pesadumbre de la cárcel,
intrépido padrino de boda
ierte los últimos veinte dó- Mr
es que le quedan para com- jgr Á
x un anillo de compromiso,
cual coloca ceremoniosa-
nte en el dedo de Isabelita.
segundo, el anillo de boda, y el tercero, el trousseau de la desposada.
Los periódicos de la localidad anunciaron en sus columnas el
suceso con sendas gacetillas, con cuya publicidad gratuita se benefi-
ciaron el empresario, los establecimientos que contribuyeron a
hacer factible la idea de aquél ... y los novios.
Estas excentricidades sólo pueden llevarse a cabo en los Estados
Unidos, dirá el lector escéptico. Es posible que así sea, diremos
nosotros, mas no vemos el motivo porqué algún empresario de los
países de allende el Río Grande o el Atlántico no pueda experi-
mentar un truco de publicidad, si no igual, por lo menos parecido
al que acabamos de consignar en estas líneas.
íblicidady Propaganda
ttJCO DE PUBLICI-
DAD ORIGINAL
Durante la exhibición de la
jícula El padrino de boda,
la Paramount, a un empresario cine-
tográfico americano se le ocurrió un
^o de publicidad, que consignamos
ú sólo a título de información, pues dudamos que pueda repetirse
ninguno de los países de habla española para los cuales escribi-
js estas líneas. •
Aunque parezca imposible que haya quien se preste a ello, no
>emos qué medios eficaces de persuasión emplearía el empresario
; cuestión para conseguir que una pareja de novios consintiese en
Jarse, con todas las de la ley, por supuesto, y ante el juez de paz
¡"respondiente, en el escenario de su teatro durante uno de los
Ireactos.
l Atraídos por la originalidad del anuncio y por las inmensas
pibilidades de publicidad que el inusitado acontecimiento les
portaría, el empresario obtuvo, con la mayor facilidad, la coopera-
n de varios establecimientos, entre ellos un almacén de muebles
la localidad, una joyería y un almacén de ropas. El primero de
os establecimientos obsequió a los novios un ajuar completo; el
ANN SHERIDAN, ARBITRO DE LA MODA
FEMENINA
Ann Sheridan, elegantísima primera actriz de la Paramount, in-
térprete de un importante papel en la película El padrino de boda,
tiene fama de ser una de las mujeres más elegantes de los Estados
Unidos. He aquí una lista abreviada de las diversas clases de ropa
que usa en un día la competidora de la famosa Jean Nash, a quien
se llamó "la mujer más bien vestida del mundo": Traje de montar
a caballo, traje de baño; traje de calle; traje de carácter de con-
formidad con el papel que interpreta en el estudio; traje para te;
traje de carácter para continuar la im-
presión interrumpida del film en que
toma parte; traje de calle para volver
a su casa; negligée hasta la
hora de la cena; traje de
soirée. Terminada la cena, si
no tiene invitados, Miss Sheri-
dan se viste otro negligée
hasta la hora del descanso, el
cual se quita para acostarse
envuelta en un precioso pi-
jama de seda.
PAGINA 27
, Q|m£
Mensa/era ^arammint
BREVE BIOGRAFÍA DE
RAYMOND GRIFFITH
Raymond Griffith nació en Boston, de
padres actores, como taml)ién lo fueron sus
abuelos. La primera vez que Griffith subió
a las tablas de un teatro no tenía aún dos
años de edad. A los siete interpretaba el
papel infantil de Lord Fauntleroy, y a los
ocho, el de una muchachita en el drama
Dice noches en una taberna. Raymond
Griffith ha hecho temporadas de un año o
más, en Londres. París, Nueva York, Chi-
cago, San Francisco y Los Angeles. Ha
dado dos veces la vuelta al mundo en un
buque de guerra americano como fusilero
naval y viajó por las principales ciudades
de Francia con una compañía de panto-
mima. A Griffith le falta sólo visitar los
países escandinavos para conocer todas las
naciones de Europa. Cuando tenía doce
años entró a formar parte del gigantesco circo
de Bamum and Bailev, con el cual recorrió
los Estados Unidos durante seis meses. En
1916, a Griffith se le ocurrió dedicarse a ac-
tor de cinema. Interpretó algunos papeles
dramáticos, pero pronto vio que en la come-
dia estaba más en su elemento y se dedicó a
ella con los resultados que los aficionados
conocen. En 1918 ingresó en el estudio de
Max Sennett como actor cómico, pero tam-
bién demostró en él sus aptitudes como au-
tor de argumentos y como director. En
1922 abandonó el campo de la comedia cine-
matográfica, pero muy pronto volvió a él
con Marshal Neilan, tomando parte en las
películas Fool's First y "Minnie," arrai-
gando finalmente en este género. Raymond
Griffith ha tomado parte en numerosas pelí-
culas de la Paramount, entre las cuales re-
cordamos Cambiando esposos, Abierto toda
la noche. El sobre sellado, Senderos al pa-
raíso, El rey que no quiso serlo, Ma
arriba, Cuidado con la pintura, La sorpr
sensacional y la que con el título de El
drino de boda se estrenará aquí
Griffith es soltero, mide cinco pies y s
pulgadas de estatura, pesa 136 libras y tic
el pelo negro y los ojos castaños. Griffi
es inteligente, amable y campechano,
gusta conversar y hablar de todo, excepto
sí mismo. La reluciente chistera, que i
constantemente, es en él tan característ
como los zapatones que invariablemente i
Chaplin, detalle que no deben olvidar
empresarios al hacer la propaganda de
películas que él interpreta.
Sin una película cómica corta
PARAMOUNT
No hay programa completo
_
M¿nsa/era ^arantaunt
DOS ÉXITOS ROTUNDOS EN BROADWAY
"LA FRAGATA INVICTA" Y "LOS ROUGH RIDERS" ATRAEN NUMEROSO PUBLICO AL TEATRO
LOS ROUGH RIDERS
Es éste un film que se ofrece al público america-
no a fuer de película histórica, y lo es, salvo que su
historia se circunscribe a un solo episodio de la
guerra de España con los Estados Unidos. Tiene
que ver con la historia de aquel escuadrón, lla-
mado de los "Rough Riders," compuesto de ele-
mentos heterogéneos que, reclutados y equipados
por Roosevelt, principalmente de entre los ranche-
ros de Texas, Arizona y otras porciones del Oeste
norteamericano, sin mayores preparaciones y con
escasa instrucción militar, fué enviado a Cuba,
cuándo y cómo se pudo, y, una vez allí, desempeñó
con crédito su cometido y logró entrar en mani-
guas y regiones donde las tropas regulares, al
mando de más expertos oficiales, no hubieran osa-
do hacerlo sin que pasara antes por sus mientes
la idea del suicidio.
Empieza el film con un ligero preámbulo histó-
rico, muy ligero, quizás por suponerse que son
aún objeto de controversia algunas de las causas
inmediatas que dieron pie a la ruptura de las hos-
tilidades, de los sucesos históricos que impulsaron
a Roosevelt a organizar los "Rough Riders," y
en seguida se entra a mostrar la ardua labor de
instruir a aquellos hombres de espíritu in-
domable, hijos de las grandes llanuras del suroeste,
(Continúa en la página 35)
cena sensacional a bordo de la fragata "Constitution" durante uno de los episodios más emocio-
nantes de la hermosa película "La fragata invicta," de la Paramount.
"LA FRAGATA INVICTA"
ON las dos de la tarde. Desde nuestra mesa
de trabajo y a través de la ventana que
domina una buena parte del Broadway neo-
|uino, observamos, desde el décimo piso del
ntesco edificio Paramount, una larga fila de
onas que esperan turno para lograr acceso en
eatro Criterion, donde se exhibe, por la 375a.
durante los siete meses que ha estado en el
si, la película La fragata invicta, de la Para-
nt. Cuando este bello film habrá terminado
arga temporada en el Criterion, se exhibirá en
s teatros de Nueva York y de otras ciudades
os Estados Unidos, en donde su éxito, tanto
Stico como de taquilla, será una repitición del
Inido en el teatro donde se estrenó durante las
Irocientas o más veces que por la pantalla ha-
t desfilado las sensacionales, interesantes y
ciosas escenas de esta bellísima producción
matográfica de la Paramount.
j título de información nos complacemos en
lucir a continuación, en forma brevísima, al-
bs de los juicios críticos emitidos por los
,'esentantes de la prensa neoyorquina a raíz del
eno de La fragata invicta :
Solamente empleando superlativos puede ha-
;e justicia a esta película. De las grandes pro-
pones cinematográficas presentadas en los úl-
os años, poquísimas la igualan, ninguna la
era." — Motion Picture News.
La fragata invicta es, antes que nada, una pelí-
1 de gran espectáculo, lo cual no quiere decir
en cuanto a interpretación, dirección y asunto
pueda compararse con las mejores producciones
pmatográficas que se han llevado hasta hoy a
>antalla." — New York Evening Sun.
La fragata invicta es, en toda la extensión de
palabra, una gran película ; admirablemente in-
)retada y hábilmente dirigida. Después de pro-
ir una obra como ésta, James Cruze, su direc-
puede muy bien olvidarse de que en otro tiem-
po dirigió La caravana del Oregón." — The Neiv
York American.
"Muchas veces se ha hablado, en los últimos
tiempos, de grandes películas, pero nunca, con
mayor razón, que al hablar de La fragata invicta,
hermosa película de la Para-
mount, que se estrenó ano-
che. La mise en scene de
este film es soberbia ; no lo
es menos, sin embargo, su
interpretación, encomendada
por el director James Cruze
a artistas de la talla de
Charles Farrell, Esther Ral-
ston, Wallace Beery, George
Bancroft y Johnny Walker.
El que quiera ver una pelí-
cula verdadaremente bella
que vaya a ver La fragata
invicta" y tenemos la se-
guridad de que quedará
plenamente satisfecho." —
Nezv York Tribune.
Podríamos seguir tradu-
ciendo extractos de la crí-
tica neoyorquina acerca de
esta película, pero como su-
ponemos que con lo apunta-
do habrá suficiente para dar
al inteligente lector una
idea de su importancia, y co-
mo, además, La fragata in-
victa está próxima a estre-
narse en los países de habla
española, esperamos que los
aficionados de allá juzguen
por sí mismos los méritos de
esta magna producción de la
Paramount.
Cinco escenas culminantes de la película '"Los Rough Riders," de la
Paramount, estrenada y reprisada con gran éxito en Broadway.
PAGINA 20
Mensajero ^arammint
Los Últimos Grandes Estrenos Paramoun
Impresiones de un espectador imparcial
"ROSA LA REVOLTOSA"
P\K \ verdadera diversión, para tener por espacio de más de
una hora el ánima supeditada, olvidada de todo cuanto existe
fuera de la pantalla, no hay otra película como ésta de Rosa
la Reí diosa, de la Paramount. Claro está que el atractivo mayor
lo ofrece esta chiquilla de ojos grandes, expresivos, inquieta
romo una ardilla, despreocupada casi siempre y sentimental a ratos,
que se llama ( 'lara líou .
El argumento de la película está dispuesto con tal maestría
que, desde el principio al fin, la acción se desenvuelve dentro de
un ciclo de continuidad y lógica que no ofrece la más ligera que-
bradura. Rosa la Revoltosa es de aquellas películas que pueden
verse más de una vez sin aburrimiento, porque cada vez que se ve
se descubre una nueva belleza, una acción significativa, un comple-
mento de la trama que quizás se nos escapó a la primera vista, y,
al decir esto, no me baso en conjeturas ni me remonto en fingidas
ilusiones, hablo por experiencia propia, puesto que yo mismo sentí
el deseo de ver la película por vez segunda.
Eso en cuanto a la historia, después hay
lo personal, lo propio de cada actor, el mo-
vimiento casual, la acción espontánea en que
se revela el calibre del artista y el amor que
haya puesto en su obra. Sobre esto prefiero
no decir nada porque para explicar y analizar
las mil modalidades de que es capaz una artista
como Clara Bow no bastan ni la intuición del
crítico ni los estudios del psicólogo. A Clara
Bow hay que verla, y verla es quedar prendado
d( ella, sin que sea necesario discutirla. En
Rosa la Revoltosa ha superado todos sus triun-
fos anteriores y cuenta con la ayuda de artistas
que, muchos de ellos, de por sí, tendrían dere-
cho al rango de estrellas, si no los eclipsara un
astro de tanta magnitud como el que se llama
Clara Bow en la brillante constelación del
firmamento cinematográfico.
traicioneros abrojos que amenazan desgarrar las carnes de quiei
desprevenidos, se lanzan confiados por los engañosos sende
de la vida.
Desenvolviéndose la trama de Hijos del divorcio en las al
esferas sociales, da ocasión para que las dos estrellas Clara Bov
Esther Ralston, que la interpretan, luzcan vestidos de una elegan
exquisita. Gary Cooper y Einar Hanson están asimismo impecat
en su indumentaria masculina. Los cuatro intérpretes forman
cuarteto cuya labor histriónica es de una notable y deliciosa arn
nía. También desempeña un importante papel en la película, N'
man Trevor.
CLARA BOW
Bellísima ingenua de la Paramount, intér-
prete principal de las películas "Rosa la
Revoltosa" e "Hijos del divorcio."
"HIJOS DEL DIVORCIO"
Es una lección de moralidad, envuelta en la trama de una
interesantísima novela de amor, muy en su punto, en estos días
en que el divorcio se ofrece como uno de los problemas más serios
que afectan la vida de las naciones que se precian de civilizadas.
Con ofrecer la película una lección de moral social, no pretende
su autor sentar cátedra de moralista de oficio ni mucho menos. Se
trata de una exposición natural y lógica de los perjuicios morales y
materiales que suelen sufrir los hijos de aquellos que, por no saber
enderezar sus vidas por los caminos del deber o de las conven-
ciones sociales, o por no saber reprimir sus pasiones e impulsos,
condenan a seres inocentes a una vida de sórdido aislamiento, a
una x ida apartada de toda ley natural, en la que faltan la ternura
de un hogar, la dirección espiritual de una madre, la severa y justa
rectitud de un padre y, sobre todo, aquella guía tan necesaria en la
adolescencia, cuando los consejos de los padres pueden apartar los
P IGINA 30
"LA NIETA DEL ZORRO"
Al ver a Bebé Daniels en La nieta del Zorro, me hice cru<
de la transformación que se ha operado en la actuación de esta si
pática cuanto muy elegante artista. La vi en un film que hace
saltar en ella muy interesantes facetas de las que debo confesar
me había antes apercibido. Ahora resulta, [
lo que he visto, que Bebé Daniels es la act
atlética por excelencia. En La nieta del Zor.
aparece en un empeñadísimo partido de po
montando a caballo como una reina de
amazonas, saltando y encaramándose por gai
rías y balcones con una agilidad endiablada,
manejando las espadas como un verdade
profesor de esgrima. La labor de Bebé B
niels casi me hace olvidar el valor escénico
la película.
La acción es interesante y muy movió
Empezando en una ciudad de California té
mina en las grandes rancherías de un país im
ginario, lo que sin duda ofrece variedad
contraste entre los tipos que van desfilando p
la pantalla. Bebé Daniels está bien secundan
por James Hall, William Powell y Jos]
Swickard. La nieta del Zorro es una pelícii
de diversión, con situaciones dramáticas en 1!
que resalta extraordinariamente lo ridículo q»
suelen encerrar las cosas serias; el diálogo de los personajes
ocurrente, es gracioso y no cansa, sin duda porque está basado e
la espontaneidad de las situaciones. Y, para terminar, diré que i
una película para los grandes y para los chicos, llena de humoi)
refrescante y de las que quedan en la memoria, lo que equival
a decir que es buena.
"EL TORBELLINO DE LA JUVENTUD"
Deslizase la acción de este bellísimo film de la Paramount pe
un terreno abrupto y escabroso, al principio, como las enhiesfc
peñas de la Costa Azul que le sirven de cuadro, para terminar e
una nota de optimismo que levanta los espíritus. La juventud q¡
los países de abolengo hispano, optimista, caballeresca y romántic
hallará en los personajes de El torbellino de la juventud a le:
prototipos de sus propios ideales. Almanzor
Mensa/era ^aranwunt
Chang" es el Triunfo de la Inteligencia Sobre lo Irracional
Una película que cautiva, entusiasma e intriga
TE aquí, realmente, un film que bien
puede calificarse de extraordinario.
No hay en todo él un actor, una ac-
: , en el sentido en que comúnmente em-
I irnos la palabra en el lenguaje cinemato-
[ fico o teatral. Las figuras que pasan,
|ias de vida, repletas de movimiento, por
; >antalla, son personajes de la realidad, son
i, ubres y mujeres y niños que jamás vieron
IL película; que no saben lo que es un
r tido a la europea ; que no conocen otro
c ndo que el mundo rebelde, casi podríamos
I ir criminal, de las selvas preñadas de
pigros, donde todos los elementos se con-
an contra la labor humana ; donde las
i echas, las pocas que pueden intentarse,
as veces llegan a dar fruto ; donde la
Impiedad, aun la más mísera de un perro
\ n gato, está acechada por las fauces fe-
res de las fieras ; donde la lucha por la vida
(mucho más intensa y azarosa que en las
¿smas metrópolis populosas y modernas
¡' acusamos de viciosas y empedernidas.
|£n este film vemos al tigre y al leopardo
«cando a los otros animales de la selva
|a hacer de ellos carnaza con que satis-
er sus sangrientos apetitos ; los vemos,
flusive, atacar al hombre quien no tiene
s defensa que aquella que su superior in-
gencia le sugiere; vemos la morada hu-
na levantada sobre postes y troncos de
!|vada altura como único medio de poderse
;regar al sueño y al reposo sin inquietu-
i ni sobresaltos, y vemos, también, ¡ oh,
i ravilla de las maravillas !, al enemigo
nstruoso de la selva ; el que es peor que
(tigre y la pantera, que el águila y que
culebra; vemos el rebaño del chang, que
Mi su jefe a la cabeza, más feroz que el
prrero Atila de legendaria memoria, asóla
jftos los campos por donde pasa; derriba
[' troncos milenarios de los bosques ; arrasa
I ciudades que acomete con su impulso
liomenal e irresistible,
rero, ¡ oh, maravilla de la natu-
(jeza humana !, hasta contra este
|>te apocalíptico, la inteligencia
ji hombre resulta triunfante. Es
jgran final consolador del film;
Ifinal que deben ver todos aque-
5 que, además de amar el espec-
ulo de una buena película, tie-
i fe en el porvenir, en la con-
sta de las fuerzas naturales por
a lucecilla, tan fácil de apagar,
pero tan potente, que donde irradia todo lo
demás parece oscuro e inconsecuente, que
unos llaman alma, que otros llaman cerebro,
pero que todos llevamos dentro y que alum-
bra lo más íntimo de nuestro ser, convirtién-
donos en dueños y señores del universo.
J.C.
"Chang" es una Valiosa Aportación a
la Cinematografía
No hace todavía un año que Merian C.
Cooper y Ernest B. Schoedsack, intrépidos
cazadores de fieras y expertos cameramen,
regresaron a los Estados Unidos, después de
un atrevido viaje por las llanuras de la Per-
sia, trayendo consigo el fruto de sus arduas
peregrinaciones por las desoladas inmensi-
dades persas. Cuando en uno de los prin-
cipales teatros del Broadway neoyorquino se
exhibió por primera vez la película Grass,
hábilmente bautizado en español con el tí-
tulo de La muerte por la vida, el público se-
lecto que asistía por invitación al estreno del
film, no pudo ocultar su entusiasmo al ver
desfilar por la pantalla a todo un pueblo que
huía, en éxodo anual, de las áridas regiones
donde sus ganados perecían de hambre, en
interminable y angustiosa caravana, hacia
los verdes pastos en donde se encontraba
la vida para los hombres y sus rebaños.
Chang, la película que acaba de estre-
narse con éxito inusitado en el espacioso
Teatro Rívoli, de Nueva York, es otra apor-
tación de los exploradores y cameramen an-
tes mencionados a la cinematografía, más
importante, si cabe, que Grass, pues en
Chang no sólo se pone de manifiesto el do-
minio que la inteligencia del hombre, aun en
su estado más rudimentario, ejerce sobre
los seres irracionales, sino que este maravi-
lloso film difiere de todos cuantos en su gé-
nero se han presentado al público en la con-
tinuidad o coordinación de su trama. En
Intérpretes de la película "Chang'
A NUESTROS LECTORES
En el próximo número publicaremos la reproducción de un
interesantísimo trabajo acerca de CHANG, la magna película de la
Paramount, publicado en EL UNIVERSAL, de México, debido a la
pluma del ilustre escritor y poeta mexicano don José Juan Tabla-
da, quien, después de hacer grandes elogios de CHANG, califica a
esa película de "obra maestra del cine por su originalidad, por su
natural grandeza espectacular y por el osado ingenio de su téc-
nica operatoria."
otras palabras, Chang no es una serie de
escenas fotográficas, más o menos bien lo-
gradas, de las proezas realizadas en las
entrañas de la selva siamesa por dos intré-
pidos cazadores de fieras, sino que es un
di ama en el verdadero sentido de la palabra,
un drama cuyos intérpretes son los hombres,
las mujeres, los niños y las fieras que allí
Viven; un drama cuya acción es la lucha
cotidiana y eterna que esos intérpretes sos-
tienen contra los elementos combinados de
la Naturaleza ; un drama que tiene por esce-
nario las asiáticas selvas de pavorosa exu-
berancia.
En fin, como dijo muy acertadamente uno
de los editores del World, de Nueva York,
Chang es una película como deben ser las
películas : instructivas, amenas e interesan-
tes. Estas tres cualidades las posee en gra-
do superlativo la película de que venimos
hablando y que pronto se exhibirá en los
países de habla española y por-
tuguesa.
Merian C. Cooper y Ernest B.
Schoedsack pueden darse por muy
satisfechos de los sacrificios que
tuvieron que soportar para el feliz
logro de su cometido, pues han
contribuido al progreso de la cine-
matografía con una aportación de
las más valiosas que el novísimo
arte ha recibido hasta la fecha.
J.S.
PAGINA 31
»'.-■-
<
Mensajera ^aramxmnt
"LOS DIEZ MODERNOS
MANDAMIENTOS"
De Hollywood (California), donde están
establecidos los grandes estudios de la Para-
mount, comunican que en el reparto de la
película Los diez modernos mandamientos,
que en breve comenzará a filmarse, figura-
rán 1"- nombres «le tres distinguidas intér-
pretes de la cinematografía, secundando la
labor artística de la escultural y aplaudida
actriz Esther Ralston, que en la película in-
terpretará el principal papel femenino.
Maud Truax, Romaine Fielding y Blanca
Payson son los nombres de las tres impor-
tantísimas adiciones al reparto de tan singu-
lar película de la Paramount. Mr. B. P.
Schulberg, productor asociado de aquel
estudio, comunica, asimismo, que Xeil
Hamilton tendrá a su cargo la interpreta-
ción del protagonista. De la dirección de
Los diez modernos mandamientos se encar-
dará la eminente directora Dorothy Arzner,
quien no hace mucho llevó a la pantalla el
film intitulado. La Reina de la Moda, en el
cual, por una feliz coincidencia, Esther Rals-
ton caracterizó uno de los personajes feme-
ninos más interesantes de su carrera ar-
tística.
En los círculos cinematográficos de Nueva
"\ ork ha causado muy grata impresión el
anuncio de la inclusión en el reparto de tan
notables artistas.
INDIOS Y YACIMIENTOS DE
PETRÓLEO
Recientemente, los periódicos de Nueva
York y demás poblaciones de los Estados
Unidos dieron cuenta a sus lectores de ha-
descubierto importantes yacimientos
de petróleo en los terrenos habitados por la
numerosa tribu de indios llamados navajos.
noticia lle^ó precisamente a oídos del
jefe Seginitso y cinco de sus subalternos
durante la impresión de las escenas de la
película Tambores del desierto en el estudio
de la Paramount. en la cual aparecen más
de trescientos individuos de la tribu, a
muchos de los cuales les interesó la novedad
r IGINA 32
de tal manera, que el jefe Seginitso tuvo que
emplear toda su influencia y todos sus me-
dios primitivos de persuasión para obligar a
los navajos a permanecer en el estudio hasta
la conclusión de la película, la cual, por una
rara coincidencia, gira alrededor de un
asunto relacionado con el descubrimiento
de unos pozos de petróleo en el lugar del
desierto de Arizona donde Zane Grey, autor
del argumento, colocó la acción de la pelí-
cula. John Waters tiene a su cargo la direc-
ción de la película ; del desempeño de los
principales papeles se encargan el eminente
actor Warner Baxter y la distinguida y bella
actriz Marietta Millner. En el reparto de
Tambores del desierto figuran los nombres
de los conocidos actores Ford Sterling y
Wallace MacDonald.
GARY COOPER EN "BEAU
SABREUR"
Gary Cooper. el joven y ya popular actor,
quien no hace mucho tiempo demostraba
sus grandes habilidades histriónicas inter-
pretando papeles secundarios, ha sido selec-
cionado por Mr. B. P. Schulberg. productor
asociado del estudio de la Paramount. para
caracterizar el papel de protagonista de
Beau Sabreur, magnífica secuela de la triun-
fante película Beau Geste, que la empresa
Paramount se prepone llevar a la pantalla
con una grandiosidad y lujo sin precedente
en los anales de la cinematografía ameri-
cana.
Gary Cooper, en quien ha recaído tan se-
ñalado honor, pues honor es. ciertamente,
el poder figurar a la cabeza de un grupo de
eminentes artistas como el que integrará el
reparto de Beau Sabreur, tomó parte re-
cientemente en la película La conquista de
Bárbara Worth, en la cual Ronald Colman
y \ ilma Banky desempeñaron los princi-
pales papeles.
Después de obtenidas las pruebas foto-
génicas, indispensables para aquilatar los
méritos de todo actor antes de confiarle un
papel de importancia. Gary Cooper fué pre-
sentado al director general de producción de
la Paramount, Mr. Jesse L. Lasky. quid
de acuerdo con su asociado en el es
Mr. Schulberg, ofreció al joven actor
caracterización de Beau Sabreur, el hén
de la película, de la cual dependerá la cdj
sagración definitiva de Cooper en el mun<
de la cinematografía.
Gary Cooper ha interpretado pap^-í -
relativa importancia en las películas. Htn
del divorcio v Ello. En la intitulada Cam
de Arizona, Cooper interpreta el papel <\
protagonista, pues es en este género de peí
culas. del llamado Oeste, como la que ce
el título de El último bandido se estrenai
en breve, que el novel actor había concej
trado hasta ahora sus actividades.
ACTRIZ RUSA EN UN
PARAMOUNT
FIL\
Vera Yoronina. quien llegó recientemenl
de Rusia para tomar parte en películas d
la Paramount. se esfuerza sobremanera par
adquirir un conocimiento completo del idic
ma inglés. Raymond Grifñth y Williai
Powell. quienes aparecen en el reparto de li
película La hora del amor, en la cual Ver
\ oronina hará su debut en films americano.-
colaboran eficazmente con ella para que su
esfuerzos lingüísticos se vean prontamente
coronados por el más lisonjero éxito.
Durante la impresión de las escenas de 1¿
película Tacones de goma en el estudio I
la Paramount. se hizo un consumo enorm-
de cacahuetes, o maníes, como llaman a es«
fruto originario del antiguo México, los nai
turales de ciertos países de la Améric;
hispana.
Dentro de breves días llegará a Nuev;
York, procedente del estudio californianoi
de la Paramount. donde se ha filmado, e|
primer ejemplar de la película La marcm
nupcial, dirigida e interpretada por el emB
nente actor Eric von Stroheim. Existe veB
dadera expectación por presenciar la proyeB
ción de prueba de este, a todas luces, interS
senté film de la Paramount.
Mensa/era paramount
La Paramount por el Mundo
a Película "Beau Geste," de la Paramount, es Exhibida con Gran Solemnidad en la Embajada Americana de Chile
LOS periódicos de Santiago de Chile que llegan a nuestra mesa
de redacción dan cuenta, con gran lujo de detalles, del acon-
tecimiento social que con motivo de la exhibición de la pelí-
-íla Beau Geste, de la Paramount, tuvo lugar en los suntuosos sa-
nes de la Embajada de los Estados Unidos, en la capital chilena,
la noche de mediados del pasado mes de mayo.
La falta material de espacio nos impide reproducir in extenso
. crónica de la fiesta publicada en todos los rotativos de Santiago.
os limitaremos a copiar la siguiente nota informativa del gran
ario El Mercurio acerca de esa brillante reunión, que, como dice
& Nación, sentó un precedente en la vida social de aquella hermosa
pital suramericana :
"Atendiendo a una amable invitación del Embajador de Estados
nidos de Norte Amé-
ca, anoche se dio cita
i los salones de la Le-
ición una numerosa
pncurrencia, entre la
lal anotamos distin-
.íidas personalidades
república suramericana. La apertura de esta sucursal de la Para-
mount Films. S. A., de Buenos Aires, se hacía necesaria debido a
la importancia creciente de Córdoba y de su distrito. La nueva
sucursal cordobesa será indudablemente de grandes ventajas para
los empresarios de aquella región, en particular, y para los aficiona-
dos a las buenas películas, en general. El señor Carlos Ricardo Fla-
herty, antiguo jefe de contabilidad de la casa principal bonaerense,
y persona competentísima en el negocio cinematográfico, ha pasado
a hacerse cargo de los negocios de la nueva sucursal.
h nuestro mundo so-
al, algunos miembros
¿1 Ejército y de la
rensa de la capital y
ítranjera.
El señor Collier, al
unir a sus invitados a
Embajada, escogió
ja motivo interesante
ameno, la exhibición
i la bella película de la
aramount, titulada
eau Geste.
"La fina atención del
Nueva Oficina de la Paramount en Valencia (España)
El señor M. J. Messeri, director gerente de la Paramount en
, España, escribe dándo-
nos cuenta de la aper-
tura en la ciudad de
Valencia (España) de
una oficina de la Para-
mount, la cual estará a
cargo del señor Salva-
dor Vidal Batet, quien
recientemente desem-
peñó el puesto de sub-
gerente de la oficina
matritense de esta com-
pañía. Auguramos a la
nueva oficina un bri-
llante éxito, dada la im-
portancia que el nego-
cio cinematográfico ha
adquirido en aquella
progresista región, y fe-
licitamos cordialmente
al señor Vidal Batet
La película "Beau Geste," de la Paramount, exhibióse recientemente, con gran éxito, en los teatros
>f su merecido ascen-
sor Collier produjo J? aust05 Martí y Campoamor, de la Habana. El grabado que aquí aparece reproduce una fotografía P'
1 SUS visitantes grata del vestíbulo del Teatro Fausto artística y adecuadamente adornado con un asunto sugerido por una SO debido enteramente a
ipresión, pues a las de las escenas más culminantes de aquella película. SU inteligencia, honra-
cquisitas deferencias
1 invitante, se unió lo interesante del tema que a nuestros ojos se
¿sarrollaba, en el cual existen episodios cuajados de belleza, de
noción cautivante, de rasgos conmovedores por la intensidad de
nobleza de sus actores y por la grandeza de su sacrificio."
"El arte cinematográfico norteamericano conquista con la pelí-
lila Beau Geste un nuevo galardón.
"Después de la exhibición, el señor Collier invitó a los asistentes
jun espléndido buffet."
I Terminada la proyección del film, los asistentes a tan simpática
resta felicitaron al gerente de la Paramount Films, S. A., señor
¿enito del Villar, por haber llevado a Chile una película que es una
irdadera maravilla de arte y una joya de la cinematografía.
dez y esfuerzo personal.
ueva Sucursal de la Paramount en la República Argentina
i El día primero de junio inauguróse en la ciudad de Córdoba
argentina) la quinta oficina de la Paramount en la progresista
La Paramount como Lazo de Amistad Internacional
La gran revista alemana "Licht-Bild-Bühne" dedica el siguiente
comentario a la película Hotel Imperial, de la Paramount, con mo-
tivo de su estreno en el teatro Mogador, de París :
"Esta película es otro importante paso hacia el establecimiento
de cordiales relaciones entre los enemigos de ayer. El hecho de
que una película de la cual el protagonista es un oficial del ejército
austríaco, se haya producido en los Estados Unidos y exhibido, con
tremendo buen éxito, en la capital de Francia, es indudablemente
de gran significación e importancia para el futuro de esos países."
"LA ENEMIGA DEL ALMA"
Un film Paramount que causará sensación.
PAGINA 33
Mensajera paramount
Noticias e Informaciones de Interés para el Empresarií
Las Bodas de un Príncipe % una
"Estrella"
P\S \l\< i.\ ya para siempre los tiempos
aquellos en que los reyes se casaban
con pastorcillas de rubias guedejas;
mas en el siglo del automóvil, de los viajes
tlánticos en aeroplano, del cinemató-
grafo v de la telefonía inalámbrica, los prín-
cipes pueden, sin menoscabo de su linaje,
s< con estrellas del cinema. Así ha
sucedido, recientemente, en el caso del
príncipe georgiano Sergio Mdivani con la
estrella polaca Pola Negri, quien ha querido
c< ntraer matrimonio en territorio de la dulce
Francia.
El legendario cháteau de Seraincourt,
donde habitualmente reside la madre de
Pola Negri, sirvió de dorado marco a la
principesca boda.
Durante todo el día. numerosos automó-
viles condujeron hasta la puerta principal
del palacio de Seraincourt a los innumerables
imitados.
Cuando todos los imitados estuvieron
reunidos en los salones y en los jardines del
castillo, surgió Pola Xegri, inmaculada apa-
rición, envuelta en alba capa de riquísimo
armiño, llevando en una mano un enorme
ramo de muguete. A pocos pasos de dis-
tancia, el príncipe seguía a su novia, esbelto
y sonriente.
Los novios subieron a un potente limou-
sinc, que partió velozmente hacia la minús-
cula alcaldía de Seraincourt, donde M. Mer-
cier. el alcalde, les esperaba para celebrar la
ceremonia.
Una nube de fotógrafos, de cameramen,
de periodistas, daba escolta al príncipe y a
la estrella.
Media hora después, como dicen en el
cinc, reaparecieron los nuevos esposos, ra-
diantes, en el parque florido del castillo.
Música, champaña, felicitaciones, angus-
tiosos minutos ante los crueles e indiscretos
objetivos de cien cámaras. Pola Xegri aca-
baba de interpretar otra vez una escena nup-
cial, la suya, en esta ocasión la verdadera.
A su lado, el príncipe Sergio comenzaba su
apredizaje de marido de estrella y de sus
labios parecía escaparse esta exclamación de
impaciencia: ¡Qué exigente es el cinema!
Pola Xegri, acompañada de su esposo, el
principe Sergio Mdivani, llegó esta semana
a Hollywood (California) después de una
brevísima permanencia en Xueva York.
Durante su corta estancia en la ciudad
de los rascacielos, la princesa anunció a los
periodistas que en lo futuro continuaría
siendo Pola Xegri, la misma Tola de siem-
pre, para sus amigos y para el público, que
tantas muestras de estimación le ha dado en
el pasado. Con dramática vehemencia, la
rutilante estrella de la Paramount declaró
que se casó con el príncipe, no por su título,
sino por amor. Por su parte, el príncipe se
conforma con ser un simple ciudadano ame-
ricano, pues es en los Estados Unidos donde
ha pasado los años más felices de su vida.
Pola Xegri, la insustituible estrella de Hotel
Pola Negri y el Príncipe Mdivani de Georgia, des-
pués de su reciente enlace.
(Fot. Petit Parisién)
Imperial, volverá a recibir dentro de poco
el aplauso público en la última película que
ha interpretado, intitulada La trinchera, de la
cual se hacen por anticipado grandes elogios.
¿Sabe Usted que. . .
. . . Raymond Griffith, famoso actor de la
Paramount, es el artista de cinematógrafo
que más ha viajado ? Con excepción de Xo-
ruega, Suecia y Dinamarca, el chistoso actor
de la chistera ha visitado todos los países de
Europa y muchísimos más del globo que
habitamos.
. . . Eddie Cantor es autor de varios ;
de comedia y del asunto original en q'
está basada la película Por encomienda pe
tal, de la Paramount ?
. . .la Paramount sostiene de su peculio i
departamento de protección a la infancia,
cargo de un reputado educador que figu
en la nómina de la empresa con un resp
table sueldo?
. . .John Waters, director de la Par
mount, prestó sus servicios durante cator
consecutivos años en diversos departament
del estudio antes de recibir aquel título ? I
primera película en que intervino con el c
rácter de director fué la intitulada Por ¡a
mujer.
. . .durante los últimos cuatro años, Th
mas Meighan, eminente actor de la Par
mount, ha tomado parte en más de ci»
festivales y funciones benéficas y ha conti
buido a colectar más de cien mil dólares
este fin?
... la Paramount tiene constantemen
empleados en sus estudios a tres reputad'
modistos para la creación y confección •
los trajes que lucen sus actrices en la pa.
talla?
. . . Xoah Beery célebre actor de la Par
mount, posee una de las más valiosas colé
ciones de armas que existen en los Estad-
Unidos? Algunas de estas armas procede
de Europa, otra de México, China, Japón
otros remotos países. Varias de ellas dató
de los días de la colonización americana
otras de los tiempos de la Conquista.
. . .para la impresión de la película Alo\
de la Paramount, basada en un asunto fejj
lico, se emplearon sesenta mil metros d
espino artificial para la construcción de trijjj
cheras de alambre?
...James Hall, intérprete de varias ir
portantes películas de la Paramount, enti
las cuales sobresale la intitulada, La nie\
del Zorro, fué un reputado actor del teat:
hablado, conocido con el nombre de Jarri'
Hamilton, hasta que Jesse L. Lasky, direcW
de producción de aquella empresa produi
tora de películas, le contrató para que ai
tuase ante el objetivo de la cámara ciñera;
tográfica?
PACIDA 3*
Mensajera ^aranwiutt
Popularidad de la Estrella Clara Bow en la Argentina
Clara Bow nos fia enviado una cantidad
de fotografías de estrellas del cine
para ser entregadas a los compradores
de su cartera. Cada uno las recibirá
en su sobre correspondiente.
Ver nuestro avila en ¡a página 13.
GALERÍA CUEMES:
símile del mensaje de felicitación y agradeci-
ste, transmitido par Clara Bow, bella y popular
iz de la Paramount, al tener noticia de que la
sonantísima casa comercial Tow, de Buen s
es, había dado el nombre de la rutilante estrella
a una elegante cartera de su creación.
"LA NIETA DEL ZORRO"
(Continuación de la página 16)
> de los contendientes. Panchito, al ver
én era el ofendido, sintió que las fuerzas
le desmayaban, y, al punto, decidió no
ptar aquel lance.
.a sorpresa de todos fué inaudita. El
o Zorro no se explicaba la actitud insó-
del nieto, y Rogelio insistía en una satis-
"ión inmediata, pero Pancho, tirando la
lada al suelo, prefirió el bochorno a la
lia. Rogelio, en partiendo, hubo de de-
je al viejo Zorro, con acento de desprecio.
[-Don Francisco, mi pesar porque tengáis
i nieto tan cobarde.
entonces ocurrió lo inesperado. Los
fnbres de Hernández entraron en combate
l los de los Oliveros, y, en la lucha, apode-
¡onse de Rogelio. Ya se disponían a darle
\í tanda de azotes cuando Pancho inter-
p, dándole la libertad, pero, al punto,
Viéndose Rogelio contra el joven, escu-
lle:
i'— De un cobarde no acepto ni la vida,
tiéndeos u os mato como a un perro !
pancho, espada en mano, aguantó las fre-
ídas embestidas del de Oliveros. Mane-
a el arma como un maestro, pero no
ría herir a su contrario. En esto, una
)cada hirió al nieto del Zorro en la re-
n temporal, junto al cuero cabelludo,
haciéndole caer al suelo medio atur-
dido.
Acudió Pedro, el fiel sirviente, al
socorro de su amo, y, al sacarle la
redecilla de la cabeza, saltó a borbo-
tones el pelo que delataba su calidad
de hembra.
El Zorro se quedó perplejo, mur-
murando.
— ¡ Mi nieto es una nieta !
Rogelio reconoció a su enamorada
da la víspera y se arrojó a sus pies
implorando toda suerte de perdones.
Y Paquita, repuesta del golpe de la
estocada, que, por fortuna, había si-
do ligera, dando una mano a Rogelio,
hubo de decirle con inefable sonrisa:
— ¡ Batirse como un hombre es co-
losal, pero el amar como mujer. . .
eso es la gloria !
Y, en el tierno abrazo en que se
confundieron los alientos de Paquita
y de Rogelio, quedó sellada la paz
entre las dos familias poderosas de
Andania.
¡ Cómo dudar de que el amor es el
manantial inagotable de los mila-
gros ! . . .
Facsímile del anuncio de página entera publicado en el
gran diario La Nación, de Buenos Aires, en el cual la
acreditada Casa Tow, de esa ciudad, anunciaba a su nume-
rosa clientela y al público bonaerense la aparición de la
elegantísima cartera "Clara Bow."
"LOS ROUGH RIDERS"
(Continuación de la página 29)
de las serranías de las Montañas Rocosas, de lu-
gares donde la ley tenía escasos representantes y
todavía el rifle, el caballo y el cuchillo eran los
instrumentos principales de la vida y de la ejecu-
ción de la justicia, puramente individual e ina-
pelable.
Asegúrase por los productores del film que todo
lo que en él se presenta está basado en la más
escrupulosa verdad histórica, y, siendo así, lo que
más sorprende es que la batalla de las Lomas de
San Juan, que representa para los "Rough Riders"
el colmo de sus hazañas, ocurrió por que sí, por
casualidad, sin preparación previa, merced al im-
pulso de varios soldados que atacaron sin órdenes
y arrastraron tras de sí a jefes y oficiales y al
mismo Roosevelt. Y aquí, con este triunfo, puede
decirse que acaba la parte histórica de la acción
de los "Rough Riders" en la guerra entre España
y los Estados Unidos.
Como en todas las películas de este género,
corre entreverada por las ramas principales del
hecho histórico una historieta de amor que au-
menta el interés del film injertando el elemento
humano y personal al más frío y ponderoso de la
razón de Estado. M. S.
Aspecto internacional que ofrecía el interior del hall del Hotel Drake, de Chicago, donde se celebraron
recientemente las sesiones de la Convención anual de la Paramount, adornado con las banderas de los
diferentes países en ella representados.
PAGINA 3S
~w
La Paramount
Ilumina el Broadway de
New York
— y los Broadways del
Mundo Entero!
BROADWAY, la Gran Via Blan-
ca, da al extranjero la bienve-
nida a la magna ciudad de los rasca-
cielos. En Times Square, portal in-
menso de la Gran Vía Blanca, un
anuncio eléctrico gigantesco señala al
extranjero el camino de la arteria
ciudadana más famosa del mundo.
El Teatro Paramount, lujoso templo
dedicado al arte cinematográfico, y
hogar de las películas que llevan su
nombre, es la Meca del visitante, pues
en él encuentra siempre el placer,
merced a las admirables películas cjue
en su blanca pantalla se exhiben.
"Deja en la puerta todas tus preocu-
paciones, tú, quien quiera que seas,
que entras en mi recinto," es la ins-
cripción que podría esculpirse en el
dintel de ese templo.
Como las mariposas a la luz, acu-
den millares de personas ávidas de
admirar las bellezas cinematográficas
que la Paramount constantemente
les ofrece, de igual manera que en
remotos países, en donde el Broad-
way no es sino un nombre de difícil
pronunciación, millones de personas
acuden diariamente a los Broadways
locales, atraídas por el mágico nom-
bre Paramount, pues esos aficionados
al arte del silencio saben que una pelí-
cula de la Paramount exhibida a seis
mil millas de distancia es exactamente
igual a la que se exhibe en los mejo-
res teatros del Broadway neoyor-
quino.
Amigo lector que visitas Nueva
York, bien venido seas en su Broad-
way, pero si la distancia u otras cau-
sas te impiden visitar la Gran Vía
Blanca, no olvides que el nombre que
ilumina el Broadway de Nueva York
es el mismo que ilumina los Broad-
ways del mundo entero.
Películas Paramount
Paramount Famous Lasky Corp., Adolph Zukor, Presidente, Edificio Paramount, New York
ral
Distribución gratuita
"Si la película es Paramount, es la
mejor de la ciudad"
'1
¡l
P.j¡« ,]p nrip-p.ni
'
_.
CMejxsyalera
Mgnsq/era tyaramaunt
¡VEINTE MINUTOS DE RISA
El Nombre Christie en una Comedía es Garantía de Excelente Éxit
PAGiy.4 2
MENSAJERO PARAMOUNT
REVISTA MENSUAL PUBLICADA por el DEPARTAMENTO EXTRANJERO
DEDICADA al EXHIBIDOS
O. R. GEYER
Director de Publicidad
VOL. VI
PARAMOUNT FAMOUS LASKY CORPORATION
PARAMOUNT BUILDING, NEW YORK
SEPTIEMBRE 1927
J. VENTURA SUREDA
Editor
No. 3
"PELÍCULAS SIN IMPORTANCIA"
"^ON este sugestivo título, Informaciones para el Empresario,
^ boletín publicado por la oficina matriz de la Paramount en
España, domiciliada en Barcelona, publica un jugoso artículo,
cual, por parecemos de interés, no sólo para el empresario espa-
il sino para los empresarios de todo el mundo y especialmente para
uellos que explotan el negocio cinematográfico en los países de
igen hispano, hemos creído oportuno reproducir, en parte, a con-
mación :
"Para el Empresario de nuestra tierra, estas películas sin im-
•rtancia son las cómicas de dos partes o una, claro está, siempre
le no figuren en ellas un Charlot o un
arold Lloyd. En esto nuestro querido
npresario está muy equivocado. Muy
ras veces se preocupa de anunciarlas y
cuanto a verlas o enterarse de lo que
trata, ni que pensarlo. Generalmente
ce el programa a base de una película
¡"ga en la que figure una estrella de
ma y como ahora las películas impor-
ítes son muy largas, le basta una re-
sta para el principio y una cómica de
Hs partes para terminar. La elección
' ésta generalmente se hace por telé-
no, poco más o menos en estos tér-
nos : "Oiga — habla el Empresario del
Íeal," de Villacómoda — . Necesito una
fica para el domingo, en dos partes,
a cómica que vaya bien, me entiende ;
e haga reír. ¿ Puede darme el título ? ¿ No ? Bueno. No im-
¡rta. Gracias. Adiós." Entonces el Empresario se ocupa en
'mular el programa escribiendo en tipos gigantes el nombre de
película larga y la estrella que figura en ella, y la cómica anónima
.'mención merece. Llega el día de la función y la gran película
ulta una lata ; la estrella está insoportable y el público dispuesto
stallar. Por fin termina lo que parecía no iba a terminar nunca,
:n la pantalla aparece la cómica, interpretada por aquel chico
nudo que nadie conoce, porque nadie se ha ocupado de presen-
¡lo, pero es gracioso, empieza a hacer tonterías, dá un puntapié a
suegra y ésta cae de narices en la natilla. Estalla una carcajada,
¡público sigue riendo a través de las dos partes, y termina la se-
n. Todos salen riendo y comentando. — ¡ Que bruto ! ¿ Has
to como se ha tirado del balcón? Aquella suegra está estú-
pida. Conozco una señora que es igual. Y así sucesivamente,
■ Ipiendo olvidado por completo que habían ido al cine a ver a la
SUMARIO
De los argumentos contenidos en este
número :
Página
"MEDIAS ENROLLADAS" 5
"EL HERMANTTO" 9
"LOCO DE ATAR" 13
"TACONES DE GOMA" 17
"HORA DE AMAR" 21
"TAMBORES DEL DESIERTO"... 25
"CHANG" 30
famosa estrella de los bucles de oro o al galán de mirada lánguida.
Y así es cómo la película sin importancia, aquella que no se men-
cionaba en el programa, salva la sesión. Y el Empresario com-
prueba esto, pero sigue indiferente a esta clase de películas, pidién-
dolas por teléfono sin ocuparse de anunciarlas en ninguna parte, a
pesar de que muchas y muchas veces ha conseguido con ellas que
el espectador no saliera del local echando chispas.
Otra clase de películas a las cuales tampoco se dá importancia
son las revistas. A estas todavía se les hace más injusticia que a
las cómicas, porque cuando menos a la cómica se la deja para el
último número del programa mientras
que a la revista se la proyecta a primera
hora cuando ordinariamente no hay nadie
en el local. En estas revistas hay cosas
interesantísimas la mar de veces, y no
disfruta de ellas más que algún acomo-
dador y algunos espectadores de aque-
llos que siempre llegan puntuales, que
son los menos.
Alguna vez, por exigencias del metraje
de las películas grandes, o porque se
exhibe alguna que es muy latosa, la re-
vista ocupa el segundo lugar en el pro-
grama y hemos oído los más halagüeños
comentarios sobre la misma. También
conocemos a elementos que sólo van al
cine por la revista. ¿ Por qué, pues, la
tienen los Empresarios tan abandonada?
Insistimos hoy sobre lo mismo como ya hemos hecho otras
veces, con mayor énfasis, si cabe, por haber entrado de lleno la
Paramount en el campo de la película corta con una producción
superiorísima : hay que anunciar lo que se exhibe o no exhibirlo.
Hay que aprovechar a todos los espectadores : a los amigos de lo
cómico y a los de la revista, la película natural, como se llama
vulgarmente, y no gastarlo todo en la película grande, que si bien
se considera el atractivo del programa, no siempre lo resulta."
Hasta aquí los sesudos consejos y pertinentes observaciones de
nuestros representantes en Barcelona, los cuales, como antes apun-
tamos, hacemos nuestros. Como complemento de ellos, nos permi-
timos referir al lector a las páginas 28 y 29 de este número en las
cuales hallarán abundante e interesante información acerca de las
primeras películas cómicas de corta extensión que la Paramount
acaba de ofrecer al empresario cinematográfico del mundo entero.
PAGINA 3
¿gggg
Mensajera tfaranwunt
LAS GRANDES FIGURAS DE LA PANTALLA
Breve Biografía de Emil Jannings
EMll. [ANNINGS aprendió el arte escénico en la escuela
más difícil de cuantas pueda haber: la escuela de la reali-
dad. Desde la edad de dieciseis años hasta los veintiocho,
tuvo que ganarse la vida interpretando papeles en extremo difíciles
en una compañía de artistas ambulantes, que a la sazón recorría
Alemania dando funciones en provincias.
— Con aquella gente aprendí lo que no hubiese sido posible que
aprendiese en ningún otro lugar— declara Jannings — . Sufrí mucho,
pero la experiencia adquirida bien vale los sacrificios hechos. A
mi lado tuve que caracterizar toda clase de papeles... y caracteri-
zarlos bien, pues, de lo contrario, habría tenido que abandonar la
compañía... y esto suponía dejar de comer, problema bastante
complicado \ necesidad incuestionable
aún para un actor.
Emil Jannings, el actor más grande
que ha producido Europa, nació en
Brooklyn, Nueva York, en 1S86. Antes
de cumplir un año de edad, los padres lo
llevaron a Alemania, donde cursó sus es-
tudios v se hizo hombre.
— Siendo muy niño ya tenía grandes
planes — declara Jannings — . Ante mí se
presentaron tres caminos a seguir: ser
marino, actor, o guardabosque. Opté por
la marina, y a los catorce años ingresé en
la armada. Allí sufrí la primer desilu-
sión de mi vida. Yo me había imagina-
do hecho todo un almirante, con mi uni-
forme lleno de condecoraciones y entor-
ilados. Desde el puente dirigiría las ma-
niobras de una gran escuadra y ante mi
destilaría lo más granado de la marina
universal. En lugar de estas bellas visio-
nes me encontré paleando carbón y lim-
piando escotillas. Mi vistoso uniforme
se transformó, por arte de magia, en un
frío y áspero traje de munición, que tenía
toda la apariencia de un saco. La comi-
da era algo imposible; la cama, infame.
El hijo mimado de mi muy amada madre no pudo resistir el choque
de la realidad y al poco tiempo abandonó la marina v las esperan-
zas de ser almirante.
Aquí dan principio los doce años de vida ambulante que hicieron
de Jannings un gran actor. Recién salido de la marina, ingresó
en una compañía teatral que daba funciones en pequeñas poblacio-
nes provincianas. El hoy famoso actor comenzó su carrera en
calidad de ayudante del tramoyista. Al poco tiempo debutaba en
el escenario y se hacía aplaudir aún por los mismos compañeros de
trabajo. A los diescisiete años de edad era actor, un actor múltiple
que no se arredraba ante ningún papel. De aquella época es una
fotografía que Jannings conserva, en la cual aparece como un buen
caballero de barba canosa, traje de etiqueta y continente grave. Tal
era el conde Tras que Jannings caracterizaba en la célebre obra
"Ehre" de Sudermann, (pie a la sazón estaba muy en voga en
Alemania.
r AGINA 4
EMIL JANNINGS
Resplandeciente astro de la cinematografía y protagonis-
ta de la película "La enemiga del alma," que acaba de
estrenarse con sorprendente éxito en el Broadtvay neo-
yorquino.
A los 26 años, sin saber cómo ni por qué, se encontró en Ber
sin trabajo, aunque con un buen nombre y numerosos aplaus'
Los teatros le abrieron sus puertas, pero los empresarios no teñí
dinero. Desde luego. Jannings quería trabajar por algo más q
por amor al arte. Un actor también necesita comer. En tal siti
ción, algunos amigos aconsejaron a Jannings que probase fortu
en la escena muda, el novísimo arte que prometía tantas posib:
dades.
— No eché en saco roto el consejo y me dirigí inmediatamentt
los estudios cinematográficos en busca de trabajo — dice Jannings
Los estudios tenían las puertas cerradas para mí, y en todas par
me recibían con sonrisas y me despedían muy amablemente. I J i
sistí con empeño ; fui una y otra \
hasta que . . .
El momento era oportuno. Rob'
Wiene estaba formando el reparto
Fromont Jr. Riesslcr Sr., y me dio u
oportunidad, como se dice en Améri
Al concluir esta película comencé a tral
jar con el mismo director en El Gabin
del Dr. Caligari.
Jamás olvidaré la pobre impresión c
causó en mi ánimo la figura que hacía
la pantalla. Al ver el resultado del p
mer día de trabajo salí tan desalentad!
disgustado de mí mismo que decidí
volver al estudio. ¡ No volver al estudü
En aquella época el estudio signific;
para mí 40 marcos al día. Los 40 m*
eos hicieron el milagro de que volvie
Al concluir la película, la crítica proclai
mi actuación como "excelente." De:
entonces he aparecido en un buen i
mero de películas de gran importar
en Europa. Ahora, al contar con 1
múltiples recursos de una empresa
poderosa como la Paramount, creo (
podré hacer cosas algo mejores.
Emil Jannings hace próximamente i
año que llegó a Norte América contratado por la Paramount I
acaba de filmar La enemiga del alma (The Way of All Flesh), baj
la dirección de Víctor Fleming. Esta es su primer producción
América y, a juzgar por los juicios de la critica profesional,
una de las mejores películas en las que este gran actor ha tom;il|
parte. J. de B.
U
La Enemiga del Alma
Primer film que el gran actor
EMIL JANNINGS
Interpreta en América, es el mejor de todos.
Mensajera ^aramxuuit
'MEDIAS ENROLLADAS"
i
ARGUMENTO
Narración de Cornclius
AIMITO y Rafael llegaban aquel día,
alegres y despreocupados como buenos
estudiantes, a la Universidad de Col-
fael, más estudioso y dedicado con entusias-
mo a la práctica de los deportes, ni disponía
de tanto tiempo ni poseía tampoco ese deli-
cioso arte de bien mentir que tan grato
suena a los oídos crédulos de muchas de las
mujeres.
, donde era ya tradicional que los va-
es de la familia cursaran sus estudios.
ijaimito llevaba uno o dos años de estu-
Ir en el famoso centro de enseñanza, pero
¡ra Rafael todo esto era nuevo, e iba, lleno
, entusiasmo de su sangre moza, a estudiar
veras, a sobresalir, y dispuesto, sobre to-
a hacer proezas en los deportes, de los
des, con harto razón, se vanagloriaban
profesores de Colfax.
Í taras veces se habrá dado el caso de dos
manos de temperamentos más diametral-
nte opuestos. Rafael era todo
|iedad, ambición de saber, afán
distinguirse ; Jaimito,
el contrario, tomaba
npre el camino más fácil,
i en algo demos-
a algún esfuerzo
en el buen vestir
ín la conser-
ión de la fa-
de tenorio
■ se h a b í a
{quistado,
¿'-penas llega-
a Colfax
dos herma-
| s, hicieron
pistad con
una de las más lindas compañeras de estu-
dios que en la universidad había, Carolina
Fleming, una chica perfectamente a la mo-
derna, que realizó el milagro de aunar por
primera la vez la voluntad de los dos her-
manos, de tal suerte que los dos quedaron
prendados al mismo tiempo de ella.
H= sK Hí
Como Jaimín fuera en materias de amor
el más experto, no tardó en hacerse escu-
char, y con buen suceso, de la inteligente y
ponderada Carolina. Los dos hermanos
eran pues rivales, aunque no había duda
que Jaimín llevaba la mejor parte, pues Ra-
b
\
Por desgracia para Jaimín, apenas había
joven en la universidad de Colfax que, en
una u otra ocasión, no hubiera oído sus re-
quiebros y promesas, lo cual, sabido por
Carolina, vino a levantar una tempestad que
terminó en una ruptura casi total de rela-
ciones entre los dos enamorados. Fué en-
tonces que Carolina • empezó a aceptar las
atenciones que prodigábale Rafael, con gran
entusiasmo de éste, que, en su primer amor,
considerábase estar viviendo ya en la gloria,
dueño del mundo, que para él cifrábase en
una sola persona : Carolina.
* * *
Vínose acercando el fin
de curso y, con esto, empe-
zaron a menudear las fies-
tas, en las que, a
guisa de prematuras
despedidas, se reu-
nían los estu-
diantes de am-
bos sexos para
felicitarse mu-
tuamente, de-
searse buena
fortuna o ha-
cerse juramen-
tos de amor
q u e, algunas
PAGINA 5
^Mensa/era paramount
veces, apenas si podían resistir por unas
horas la tentación de emprender nuevos, j
al parecer más cabales, amoríos.
Rafael veíase privado, frecuentemente, de
asistir a tales expansiones sociales, ya que
con el iíii de curso se acercaba asimismo la
fecha de la gran regata, > él tenía que some-
terse a la más rigurosa disciplina puesto que
tenía asignado el lugar principal entre los
remadores de su equipo. Celebrábase la
víspera de la regata el gran baile de despe-
dida, y Rafael, perdida la ecuanimidad, sin
poderse contener, impulsado por su grande
aun ir. decidió aprovechar aquella memorable
noche para declararse formalmente a Caro-
lina, y abandonó su cuarto, llena el alma de
las ilusiones más floridas, alado y ligero
cual si marchara por las nubes donde le
transportaban sus altísimos pensamientos,
pronunciando una palabra dulcísima, que
sonaba a sus oídos con acentos de música
divina: Carolina, Carolina. . .
VDOI.IMl /l M>R > JESSE L. LASKY
Presentan
"MEDIAS ENROLLADAS"
("Rolled Stockings")
con los Actores Juveniles de la Paramount
James Hall, Lovise Brooks, Richard Ar-
len, Nancy Phillips y El Brendel
Dirección de RICHARD ROSSON
Asunto de FREDERICA SAGOR
Versión cinematográfica de PERCY HEATH
Productor asociado: B. P. SCHULBERG
Película Paramount
REPARTO
Jainiito James Hall
Carolina Louise Brooks
Rafael Richard Arlen
La vampiresa Nancy Phillips
Rodolfo El Brendel
El padre David Torrence
El entrenador Chance W ard
Tras el tamiz inquieto de una enramad
cuyas hojas el viento sacudía débilmenti
divisó Rafael la silueta esbelta y elegant
de su amada. Dióle un vuelco el corazó
dentro del pecho y, sin darse cuenta, ib
pronunciando palabras incoherentes, si
duda aquéllas con las que esperaba hacer s
declaración de amor, las torpes palabras qu
llegado el momento se niegan a salir y s
convierten en monosílabos ridículos, en ex
presiones que tienen todo el fuego de la ele
cuencia pero que suenan a simplezas, a ton
terías sin ton ni son.
Acercóse a la enramada con la timide
del colegial que se dispone a hacer una eos
propia de hombres, mas, a los pocos paso:
detúvose repentinamente al oir la voz de s
hermano, que, al parecer reconciliado co
Carolina, la hablaba de amor, en aquella
frases que él sabía pronunciar tan bien, y qu
ella, por lo visto, no sabía
podido menos que corres-
P-tC/.V.l 6
Mensa/era tyaramaunt
ionder. Rafael se sintió herido con toda la
uerza con que suele herir la primera ilusión
e la juventud al caer de su pedestal y ha-
erse añicos en el duro suelo de la ingrata
ecepción.
Irguióse y, enfrentándose con sus mar-
irizadores, se empezó a lamentar profunda-
lente de la ironía amarga de su destino.
¡> — Sí, ya está. Tómala, tómala, ya es
lliya. Tú, que nunca serviste de gran cosa,
fe la llevas, y yo, que estudio, que trabajo,
¡ue me he estado matando en el entrena-
miento, pierdo lo que más he querido en
ste mundo. ¡ Bah ! ¿ De que sirve el esfuer-
10 de uno si el que menos hace es el que sale
lañando siempre?. . . Ya está visto que en
!i vida no vale la pena de matarse . . .
Y alejóse del lugar, perdida la fe, la ilu
ion, un náufrago más en los mares proce-
ros de la decepción.
^ % *
[I En cierto restaurant nocturno, de repu-
íción dudosa, Rafael y Jaimito tenían po-
(us horas más tarde un altercado de gitan-
ísima consideración.
' — Oye, tú no vas a hacer locuras, porque
- muí estoy yo para impedirlo — decíale Jai-
ain al hermano desconsolado.
7 — ¡ Ahora sermones ! Sermones después
¡t haberme quitado a Carolina.
11 — Sermones o no sermones, tú vas a sa-
r de aquí, porque mañana es la regata y
!p permitiré que tomes ni una sola copa.
— Impídemelo si puedes — contestóle Ra-
: ael iracundo y dolorido.
¡ 1 — Sí que sabré impedírtelo.
] Y agarrándolo del brazo, trató Jaimito de
IjTojar a Rafael de aquel lugar de mala
tjtma, pero no pudo hacerlo, puesto que el
iermano era más fuerte que él y lo domi-
naba en toda la línea. Jaimito estaba empe-
ñado en salvar a Rafael, pero éste se obsti-
1 taba en absoluto a ser salvado.
En esto,
unos recios
golpes a la
puerta y la voz del entre-
nador, indicaron que la es-
capatoria había sido descubierta
— Sal, Rafael, sal. Yo me encargaré del
resto del asunto.
Y Rafael salió, al propio tiempo
que el entrenador del equipo
empujaba la puerta y preguntaba
enérgico, mirando toda la estancia.
— ¿ Dónde está Rafael ?
— Rafael está en cama — contes-
tóle Jaime.
— ¿ Y tú, que haces aquí ? ¿ No
sabes que por esto serás expul-
sado?
■ — Ya lo sé. No importa. Tan-
to mejor acabar de una vez ya que
para nada valgo en los estudios . . .
* * *
El día siguiente fué día de
triunfo para
Colfax. La uni-
versidad ganó la regata
contra el equipo rival
de Winfield, y Rafael quedó convertido en
el héroe aclamado de la jornada, aunque en
este triunfo, como en muchos otros, había
otro héroe anónimo que el público descono-
cía. — Tú eres el verdadero héroe, Jaimín —
decíale Rafael a su hermano — Si no es por
tí jamás hubiera ganado Colfax esta regata.
Que seas muy feliz con Carolina, te la mere-
ces. Tú eres el verdadero héroe . . .
De lo que resulta que por grandes que
sean ciertas cualidades que ante el vulgo
suelen aparecer como virtudes, tales las que
adornaban al triste Rafael de nuestro cuen-
to, a veces, tras una conducta reprensible e
irresponsables se esconden sentimiento no-
bilísimos que sólo piden un momento, una
ocasión, para revelarse como cosa sorpren-
dente e insospechada. Y entonces surge a
la luz un nuevo hombre, un carácter recio,
pundonoroso y arrojado, algo que nos en-
seña que si el diablo se esconde siempre tras
la cruz, muchas veces tras Satán se esconde
un santo.
PAGINA 7
Mema/era tforamaunt
Publicidad y Propaganda
i, NA OPIMÓN MEJICANA ACERCA
DE EV \CTKIZ LUISA BROOKS
Marco Aurelio Galindo, conocido crítico cinemato-
m< ¡icano y editor del suplemento
fílmico del popular semanario Rotográfico,
que se publica en la capital de Méjico,
en i -i periódico la siguiente intere-
sante opinión acerca de la bellísima y joven actriz
Luisa Brooks, principal intérprete femenino de la
película Medias enrolladas, que acaba de estrenarse
con buen éxito en el gran teatro Paramount, de
4. ¿( uál es la marca de fábrica de películas más univeí
salmente conocida?
5. ¿Cuáles son los nombres de las estrellas juvenile
Paramount 1927?
Respuestas : —
1. La industria cinematográfica.
2. 130,000,000 aproximadamente.
3. Medias enrolladas
4. La Paramount, bajo cuyo nombre genérico s
conocen en el mundo entero las películas produci
das por la Paramount Famous Lasky Corporatíoi
5. James Hall, Luisa Brooks, Richard Arleí
y Nancy Phillips, todos los cuales aparecen interpre
tando importantes papeles en la película.
Nueva York: "Luisa Brooks es una Nueva Silueta: de esas novísi-
mas con la que quisiéramos correr alguna suntuosa y desveladora y
absoluta fiesta noctámbula. Debe ser la compañera ideal para trans-
currir la noche en un salón de baile en el que se permitiera a los
convidados agotar todo el licor prohibido introducido por los caba-
lleros boótleggers. Es lo bastante bonita para esto y lo bastante
sport para acomodarse a la inquietud del compañero.
"Que es una Nueva Silueta difícil de resistir, convenido. A ello
deberáse, quizá, que nuestros amigos y los suyos se confundan supo-
niéndola una Irresistible. No es ella una vamp, ni hace papeles de
vamp, ni la acomodaría el hacerlos. El director que la diese a
caracterizar una de estas gratas y engañosas señoras que hemos
dado en calificar de Irresistibles, incurriría en el más lloroso y el
más censurable de los errores. Porque, seguramente, Luisa es de
i sas chicas bonitas modernas, de esas chicas monas del siglo y de la
hora, de esas figuritas menudas deleznables de inquietud, que han de
vivir historietas en apariencia pecaminosas y en el fondo deliciosa-
mente inocentes e irresistiblemente románticas.
Mas. Irresistible o no, vulgar o no de aire, resulta imposible de
nsiMir cuando nos muestra, en un traje de baño, la joven plenitud
de su carne nueva."
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
1. ¿Cuál es la cuarta industria en importancia en los Estados
Unidos?
2. -(nautas personas concurren semanalmente a los cines de los
Estados Unidos?
3. ¿Cuál es la película de la Paramount interpretada exclusiva-
mente por actores juveniles que se estrenará el día en
el teatro ?
PAG1S.4 8
UNA PELÍCULA ESTRICTAMENTE
JUVENIL
Medias enrolladas es una película exclusivamente para jóvenes
viejos. El optimismo juvenil más franco y espontáneo campea e
todas sus escenas. Si es usted joven, lector amigo, vaya a ver Mi
dias enrolladas; si ha pasado usted de los sesenta, vaya también
ver esa bella película de la Paramount, con la seguridad que saldr;;
rejuvenecido del teatro sin apelar a los problemáticos procedimiento
del doctor Voronoff. Si el lector amigo o la amable lectorcita h;
sido estudiante o colegiala, tampoco debe dejar de ver Medias cu
rolladas, pues el asunto de esta película gira precisamente alrededoi
de la vida de colegio y sus intérpretes son jóvenes estudiantes d<
ambos sexos. La acción principal de la película se desa
rrolla en la preciosa playa californiana de Berkeley, en donde
se celebran unas regatas de yolas verdaderamente sensacio-
nales, más sensacionales, si cabe, que la regata que sostienen
los hermanos James Hall y Richard Arlen por la conquista
del corazón de Luisita Brooks, quien está encantadora enj
sus Medias enrolladas. Nancy Phillips, vampiresa irresistible^
interviene en la contienda, pero al fin triunfa la buena comol
debería ocurrir siempre.
Los actores y actrices que aparecen en esta película son
todos favoritos del público. James Hall hizo una impresiór
inolvidable en Hotel Imperial; de Luisa Brooks no hay qud
hablar, ¿quién no recuerda La Venus americana y £J traje di
etiqueta?; Richard Arlen, aunque esta vez desempeña un pa-
pel serio, ha obtenido señaladísimos triunfos en todos sus pa-
peles cómicos, y Nancy Phillips, si bien nueva en el cine, ya
demostró plenamente su habilidad histriónica en Cabaret, en
donde desempeñaba una parte secundaria.
Mgnsa/ero tyarammuit
"EL HERMANITO"
DISTRIBUCIÓN PARAMOUNT
HAROLD LLOYD
e n
"EL HERMANITO' 9
("Kid Brother")
Dirección de TED WILDE
Película basada en un asunto original de John
Grey, Ted Wilde y Tom Crizer, adaptado a la
pantalla por John Grey, Lex Neal y Howard Green
GAYLORD LLOYD, Subdirector
LIELL K. WEDDER, Director artístico
WILLIAM MCDONALD, Director técnico
HAROLD LLOYD CORPORATION Productores
REPARTO
Harold Achicoria HAROLD LLOYD
María, la chica Jobyna Ralston
Jim ) , , í Walter James
ir > los hermanos^ T í^.,,.
(Leo ) i Leo W Mis
Olín Achicoria, el padre Olín Francis
Sandoni C. Romano ff
JFarrell, alias "Centellas" Eddie Boland
pam Frank Lanning
¡Hank R. Yearsly
llamaban Jam y Leo, era, por su apo-
camiento, timidez y holgazanería, el
ludibrio de la familia Achicoria. Para
colmo de males, Harold había nacido
precisamente el día que la Iglesia re-
serva para honrar a los Santos Ino-
centes, lo cual se echaba de ver en
cuantos acciones y empresas muy de
tarde en tarde acometía.
Un día, que había de serlo me-
morable para Harold, aparecióse
en Villa Achicoria, como así se lla-
maba el lugarejo en cuyo término
municipal estaba situada la granja
de los Achicoria, en honor de uno
de los antepasados de la familia, una
L ARGUMENTO
A granja del sheriff Achicoria era co-
nocida en toda la comarca por su ri-
queza e importancia y su propietario
•espetado y temido de todos sus convecinos.
¡Alas así como los dos hijos mayores del
•heriff eran como si dijésemos las mu-
jetas en que, sin ser cojo, se apoyaba
1 padre para la prosperidad y mayor
endimiento de la hacienda, Harold, el
\érmanito, como despectivamente le
;< '
pequeña farándula trashumante compuesta
de tres personas, a saber: una joven lindí-
sima que llevaba el poético y sencillo nom-
bre de María; un granuja redomado lla-
mado Farrell, por mal nombre Centellas, y
un rascacielos humano, una especie de hom-
bre fuerte del barracón ambulante, que res-
pondía al nombre de Sandoni, pero que en
los carteles y prospectos se hacía llamar
Hombre Montaña.
Mientras el sheriff Achicoria y sus dos
hijos mayores se encontraban lejos de la
casa de la hacienda acarreando enormes
troncos de árbol, que los tres forzudos y
esforzados Achicoria levantaban del suelo
como si hubiesen sido ligerísimas plumas,
con gran admiración y envidia de Harold,
éste se dedicaba a lavar la camisa domin-
guera de su padre y otras prendas cotidianas
más íntimas de sus hermanos, por medio de
un procedimiento que si bien revelaba al
jovencito como un grandísimo mandria, en
cambio demostraba que el hermanito tenía
mucho más ingenio e inventiva de lo que
su padre y sus hermanos le concedían.
Atareadísimo estaba, como hemos dicho,
el hermanito haciendo pasar la húmeda
y jabonada camisa de su padre por en-
tre los rodillos de un laminador de su
invención, para luego ponerla a secar al
sol tendida en el hilo de una cometa, cuando
se presentó Centellas, el curandero de la
PAGINA 9
Mensajero ^arantount
farándula, para solici-
tar del sheriff el per-
miso correspondiente
para poder vender el
. ■ ífi( o Mara-
villoso del Doc
/<•;■ Powers, el
cual lo mismo
• servía para man-
darín a uno al
saron a su casa los tres Achicoria des-
pués «le un día do arduo trabajo en los
plantíos de la granja. Terminada la cena,
que fue frugal y amenizada con las pullas e
indirectas de los hermanos mayores al licr-
manito, presentóse en el comedor un jorna-
lero, quien, temeroso de las consecuencias,
descerrajó al Achicoria sénior, esta, al pa-
recer, inocente pregunta :
— ; No va a la función, mi amo?
otro barrio que pa-
ra limpiar metales,
entre el bailoteo de
la gentil María, los
discursos al respe-
table del antipático
Centellas y las ho-
rripilantes contor-
siones del Hombre
Montaña.
Atribuyéndose facultades de sheriff, Ha-
rold entrególe al astuto Centellas la licencia
o permiso que solicitaba, sin acordarse, o
tal vez ignorando a sabiendas que pocos días
antes su padre y sus dos hermanos echaron
del pueblo a pedradas, con gran regocijo
de la chiquillería y granujería del lugar, al
célebre doctor Sanguijuela, y juraron ha-
cer lo propio con el primer charlatán que se
atreviese en lo futuro a sentar sus reales en
Villa Achicoria.
Coincidente con la llegada de Centellas
y su barracón ambulante en los dominios
de los Achicoria, los vecinos confirieron al
sheriff el honor más grande que puede con-
ferirse a un hombre, aunque éste se llama
Achicoria, cual es el de hacerle guardador
de veinte y tantos miles de dólares reuni-
dos por suscripción popular para la cons-
trucción de una presa.
Al caer de aquella tarde, que era la del
debut de la farándula de Centellas, regre-
PAGIR l Id
— ¿ De qué función jertas hablando, so
idiota? — replicó el Achicoria padre.
— La del curandero . . . Junto al río es-
tá instalado ya el teatro de ruedas —
replicó el interpelado.
El padre lanzó a sus tres hijos una
mirada que era, no un poema, sino
un epitafio. Así por lo menos le
pareció a Harold, quien para no ver
la sonrisa burlona de sus herma-
nos, bajó monjilmente la mirada
por detrás de los cristales de
roca de sus enormes quevedos
de carey.
■ — i Quién les ha da-
do a esos titiriteros per-
miso para dar función
en el pueblo? — inquirió
el padre amenazador y
colérico.
— ¿Fuiste tú el que les dio permiso a
esos matasanos para que vendiesen sus men-
jurjes y porquerías en el pueblo? — le dis-
para Achicoria a su hijo, y, en seguida ;
añade :
—Ya que te gusta atribuirte funciones de
sheriff, ahora mismo irás al río y suspen-
derás la función.
Si por virtud de un descomunal fenómeno
telúrico en aquel instante se hubiese abierii
la tierra para tragarse a su padre
y a sus dos hermanos, no habría
recibido Harold el formidable
choque que sacudió todas las fi-
bras de su cuerpo al oir el terri-
ble mandato paterno.
Armado de la resplandecientt
chapa de latón que distinguía al
sheriff de los demás mortales y
le impartía la autoridad de si
elevado cargo, nuestro Harok
dirigióse, temblándole las pier-
nas y tictaqueándole desacompa-
sadamente el corazón, hacia lá
orilla del río en donde estaba ins-
talado el teatro ambulante de
Centellas, ante el cual llegó
abriéndose paso entre las pa-
tas de los curiosos, por el so-
corrido procedimiento de an-
dar a gatas, en el instante er
que Centellas gritaba:
— ¡ Ahora verán ustedes
señoras y caballeros, a
joven más hermosa que h:
respirado el aire. .
Ver a la hermosísim;
joven aludida tan vehe
mentemente por Centella'
y cortársele la respirador
Mgnsq/era ^aramaunt
a Harold, fué todo obra de un segundo. Sin
embargo, repuesto pronto de su asombro, como
si la visión de aquella beldad le hubiese impar-
tido bríos que el jamás soñó que los tuviera,
adelantóse Harold hacia la carreta del curan-
dero y después de asegurarse de que llevaba
la estrella de sheriff bien prendida en la so-
ílapa, le dijo a Centellas:
— Mi padre me manda aquí a suspender la
función ... si no le es a usted molestia.
— ¿ Con qué autoridad me manda usted sus-
pender el espectáculo que para solaz e ins-
trucción de los vecinos de este pueblo estoy
dando? — preguntóle el muy socarrón de Cen-
tellas al hermanito.
— ¡ Con ésta ! — replicó enérgicamente el man-
cebo, llevándose la mano hacia la solapa don-
de él creía que relucía aún la estrella de sheriff,
la cual, con arte de prestidigitador, Centellas
un momento antes había clavado en el asiento
de los pantalones de Harold.
Una carcajada general, acompañada de un
jtorrente de silbidos y gritos, acogió la cruel
¡broma de Centellas. Sólo a una persona, de
üas docenas que allí estaban reunidas, pareció
dolerle la burla que el
curandero acababa de
hacerle a aquel mu-
chacho. María, la víc-
tima de Centellas, a
quien se veía obligada
a seguir por la fuerza,
simpatizó desde ese
Instante con el corrido
I y acongojado Harold
I y odió más que nunca
,al autor de la canalles-
ca hazaña.
' Af oriundamente pa-
ira Harold y también
i para María, la inesperada aparición en la pla-
zoleta del padre y de los hermanos de Harold,
¡trizo cesar como por arte de brujería las risas
: el escándalo, y la escena convirtióse en un
/erdadero campo de Agramante, del cual pron-
to fueron los dueños y señores los justicieros
Achicoria. Aprovechando un momento de
confusión, Harold se escabulló como una an-
guila huyendo de su airado padre y de sus
vengativos hermanos, para encontrarse, ins-
tantes después, abrazado a la angelical María,
quien en medio de una inundación de lágri-
mas rogaba a su salvador que la librase para
siempre de la tiranía de Centellas y de los
intentos de seducción del brutal Hombre
Montaña.
Conmovido Harold y calado hasta los huesos,
no tanto por efecto de las lágrimas de María
como por el chaparrón que bajaba de las nubes,
comprendió que su obligación, a fuer de hom-
bre hospitalario y cortés con el bello sexo, era
llevarse a la jovencita a su casa, y así lo hizo,
con lo cual, como comprenderá el que leyere,
metióse el hermanito, sin querer, en un com-
promiso muy superior y mucho más serio que
el que le acarreó la usurpación de funciones del
sheriff.
Para colmo de males, a la madre de Hank
Hooper, el enemigo mortal de Harold, se le
ocurrió en mala hora velar por la morali-
dad de Villa Achicoria y por el honor de la
huérfana, y, cargada
de buenas intenciones,
dirigióse a la granja
de los Achicoria para
reclamarle a Harold
la custodia de la jo-
vencita, lo cual le fué
concedido, bajo pro-
testa, a la entrometida
señora.
Mal lo hubiera pa-
sado nuestro héroe si
un suceso gravísimo
para el honor y buen
nombre de los Achi-
coria no hubiese venido a turbar la patriarcal
paz de la comarca.
De una manera tan extraña como misteriosa,
la mañana del día en que el sheriff tenía que
entregar el dinero recaudado por los vecinos
para la construcción de la presa, al ir a abrir
PAGINA 11
J
Mgnsa/ero tfaramaiint
la caja en que lo tenía depositado, se encontró con que alguien se le
había anticipado, llevándose todo el dinero que en ella había.
Enfrentado con la destitución sumaria del cargo de sheriff y la
deshonra de su apellido, Achicoria delega en sus dos hijos mayores
las atribuciones de su dignidad, y les encarga muy encarecidamente
la captura del autor o autores del robo.
Humillado Harold porque su padre no lo consideró lo suficiente
hombre para confiarle igual encargo que a sus hermanos, una her-
mosa mañana desaparece misteriosamente de su casa, después de
ir a la de María a despedirse de ella, para lanzarse él solo, audaz-
mente, a la captura de los ladrones, la cual efectúa después de no
pocas peripecias y aventuras, resultando que los ladrones fueron
Centellas y el Hombre Montaría.
Recobrado íntegro el dinero de la
suscripción popular para la cons-
trucción de la presa de la Cazuela,
reivindicado el honor del apellido
Achicoria v dueño Harold del co-
razón de .María, los dos jóvenes
reciben la bendición paterna con
estas enternecedoras palabras:
— Eres tan Achicoria como tu
padre, Harold. . . ¡Yo os bendigo,
Al oír el nombre femenino de la para él fatídica isla, Harold se
hundió en su butaca y después de rendir el tradicional tributo, que
todo mal marino está obligado a rendir a Neptuno, quedóse dor-
mido, confiando en la solidez de la frágil nave, que como caballo
desbocado saltaba sobre las olas.
Por fin la compañía puso pie en la tierra no muy firme de la
isla Catalina, y como que los escenarios naturales del lugar fueron
muy del agrado de Harold Lloyd, el chistoso protagonista de El
hermanito dio las gracias a Murphy por su excelente iniciativa.
hlli iS míos
HAR0LE2LL0YD
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NO TODO ES COMEDIA
EN 4t EL HERMANITO"
(Juv no todo es comedia lo que
ocurrió durante la impresión de las
escenas de la película El hermanito,
lo demuestra bien a las claras el
siguiente hecho, que nos refirieron
en el estudio de Harold Lloyd el
día que fuimos a visitarlo con mo-
tivo del inminente estreno de su úl-
tima y mejor película cómica.
Hacía varios días que Mr. John
L. Murphy. gerente general de pro-
ducción, trataba de convencer a Ha-
rold Lloyd de la necesidad de em-
prender un viaje de algunos días a
la isla Catalina, en donde tenía pro-
yectado impresionar las escenas de
la última parte de la película El hermanito, pero sin conseguirlo.
Lloyd rehuía hablar del asunto, alegando que asuntos personales pe-
rentorios se lo impedían. Convencido Murphy de que los asuntos
personales de Harold no eran más que excusas, pues aquél sabía
perfectamente que el viaje por mar a la isla Catalina en una lancha
motor no era muy de su agrado, determinó una hermosa mañana va
lerse de un ardid para atraer al simpático cómico de los anteojos de
carey al muelle de Los Angeles, en donde el grueso de su compañía
estaba aguardándole. Durante los primeros quince minutos de na-
vegación, Harold se portó como un Colón, pero cuando la lancha,
que era de las llamadas speedboat, para mayor claridad, hubo pa-
sado el rompeolas, dirigió una mirada a Murphy, que era todo un
tratado de náutica callejera.
— ¿Hacia dónde vamos ?— preguntóle Lloyd al timonel.
— Hacia la isla Catalina — replicó éste.
PAGINA »
UN LUSTRO DE BUENAS COMEDIAS
Con el estreno de la película El hermanito, producida por la
Harold Lloyd Corporation y distri-
buida en el mundo entero por la
Paramount, el popularísimo cómico
de los anteojos de carey entra en el
quinto año como actor y productor
de sus propias películas. En esta
película, que, en opinión de la crí-
tica cinematográfica, es no sólo lo
mejor que ha salido del estudio de
la Harold Lloyd Corporation, sinoi
que es, asimismo, de lo mejor en sui
género que ha salido de un estudio
cinematográfico, Harold Lloyd de
muestra el profundo conocimiento'
que tiene del gusto del público, cosa
que, desgraciadamente, no les es
dado a todos los. actores poseer.
Han pasado cinco años desde aquel
día memorable que en un pequeño
salón de proyecciones de Holly-
wood, se proyectó ante un selecto
grupo de artistas, directores y em-<
presarios cinematográficos, la pri-
mera película que salió de aquell
estudio, intitulada El favorito de sw
abuela, de la cual el público con-i
serva aún tan grato recuerdo. En|
este periodo de cinco años — un lus-
tro completo — Harold Lloyd ha pro- 1
ducido, en continuada sucesión, pe-
lículas tan notables como El doctor,
Jack, El hombre mosca, ¡Venga ale-
gría!, El tenorio tímido, Casado y
con suegra, El colegial novato, El filántropo, presentada en algunosi
países de Hispanoamérica con el título, algo peregrino por cierto,
de ¡Ay, mi madre!, y no hay hasta la fecha un solo empresario
cinematográfico que no haya recibido con las películas de Harold
Lloyd satisfacción plena. Esto se debe, sin duda, a que, como de-
cíamos más arriba, Lloyd conoce como ningún otro productor ell
gusto del público, a quien podrá dársele, empleando una expresión;
vulgar, gato por liebre una vez, pero no dos veces consecutivas..
Reasumiendo diremos que el buen éxito de las películas de Harold ,
Lloyd se debe, en primer lugar, a su universalidad y, en segundo!
lugar, a que en todas ellas, a pesar de su comicidad, campea latente!
un sentimiento del más puro romanticismo que llega hasta las más
íntimas fibras del corazón humano. Harold Lloyd, caballero del ideal I
cinematográfico, tiene en su escudo heráldico esta divisa: "Sé alegreí
pero humano."
Mensa/ero tfarammuit
tt
LOCO DE ATAR
11
^DOLPH ZUKOR Y JESSE L. LASKY
Presentan a
W. C. FIELDS
e n
'LOCO DE ATAR"
("Running WilaV')
con MARY BRIAN
Dirección de Gregory La Cava
Película Paramount
REPARTO
íurico W. C. Fields
'sabelita Mary Brian
erónimo Claud Buchanan
)oña Cleta Marie Shotwell
il Hijo Barney Raskle
larvey Frederick Burton
ohnson J. Moy Bennett
azulejo Frank Evans
A Hipnotizador Ed. Roseman
Jn Gañán Tom Madden
\ex (el perro) El mismo
E
un
ARGUMENTO
ÚRICO Finch era
pobre diablo, apocado
de espíritu, viudo y con
(na hija, que tuvo el malhada-
do arranque de contraer se-
cundas nupcias, no se sabe si
>ara seguir gozando del am-
iiaro de unas faldas, o para
segurarse los servicios de un
¡erdugo a perpetuidad, con
na señora de no tantos años
orno los que él padecía, viuda
e un marido fuerte y volun-
al decir de ella, pero
ue no por eso había dejado de
Imprender prematuro viaje al
¡tro mundo, para complacer,
n duda, a su cara mitad y
nvertirse, después de muer-
3, en el santo que no había
Iibido ser en vida.
Este primer marido se con-
irtió, por arte de la imagina-
ion de doña Cleta, que tal se llamaba la
ujer del pobre Eurico, en el espíritu pro-
ctor de la casa, y ocupaba el principal paño
e pared del salón, encuadrado en un es-
¡léndido marco, presidiendo las funciones
el hogar y sirviendo de modelo propio
|ue imitar, para que él, Eurico, según su
íujer, pudiera algún día llegar a ser un
ombre de pro, como aquél que había depar-
do, no sabemos si abiertamente, para dis-
Adolph
El hombre tímido se
convierte en león terri-
ble y comete verdaderos
desatinos.
"LOGO DE ATAR"
con MARY BRIAN
Producción de GREGORY LA CAVA
frutar de la gloria que tenía bien ganada,
o solapadamente, para escapar de aquel in-
fierno de doña Cleta, muy capaz ella, por sí
sola, de poner espanto en todos los diablos.
Eurico vivía enteramente supeditado a las
explosiones infernales de doña Cleta y ésta
tenía un excelente auxiliar en su hijo, un
muchachote gordinflón y goloso que hacía
las veces de verdugo suplente y encargado
del espionaje de la casa.
La única que parecía escapar, en cierto
modo, del hervor espeluznante en que siem-
pre andaba revuelto el malhadado matri-
monio, era Isabelita, la hija de Eurico, sin
duda porque su natural alegre le hacía mi-
rar con despreocupación todas aquellas pe-
queneces, que no eran nada en sí, pero bas-
taran a volver loco de remate a quien in-
tentara tomarlas en serio, que era precisa-
mente lo que hacía Eurico. El pobre hom-
PAGINA 13
Mgnsa/era tfaranwunt
¿ szm
bre ya vivía en un estado latente de locura, que, aunque pacífica y
mansa, no por ello dejaba de ofrecer serios peligros.
Para colmo de desgracia, Euríco, que llevaba ya más de veinte
años trabajando en la misma oñcina, a las órdenes de un tal Har-
vey, sin haber alcanzado ¡amas ni la más pequeña promoción ni
aumento de sueldo, encontróse de la noche a la mañana con un re-
pentino protector, el cual no era otro que el propio hijo de su
jefe, un jovenzuelo recién salido de las aulas, que se había enca-
prichado con la cara bonita de ísabelita.
Jerónimo, que así se llamaba el hijo del señor Harvey, abordó
con Eurico, sin mayores preliminares, el'asunto de su protección,
diciéndole que era una vergüenza que después de veinte años de
trabajar en la misma casa no hubieran tenido con él la considera-
ción de concederle alguna recompensa por sus tan fieles cuanto
prolongados servicios. Y di jóle a Eurico que él lo iba a arreglar
todo a maravilla, que de allí en adelante las cosas habrían de mar-
char de inu\ diversa manera.
Efectivamente, Jerónimo hizo todo cuanto había prometido y
mas. pero los resultados no fueron exactamente los apetecidos.
El viejo Harvey se enfureció al saber que su hijo pretendía a
la hija de su empleado y, en vez de favorecer a Eurico, lo que hizo
iuc prepararle una mala pasada, con el fin de deshacerse de él por
completo. Recordó que había un cliente que le debía una suma
respetable, que, por todo pago, aporreaba a los cobradores cada vez
que se le mandaba alguno, y así decidió mandar al viejo emplea-
do, diciéndole :
—Sí, tengo ganas de promoverte y voy a empezar ahora mismo.
Te hago cobrador si logras cobrar esta cuenta a Espiridión Azulejo,
pero. . . acuérdate, si no consigues el dinero no te acerques más por
este despacho.
Al pobre Eurico le pareció aquello de perlas y hasta creyó que,
por lin. habiánsele abierto las puertas del cielo.
— ¡ Bah ! — se dijo a sí mismo — ¡ si no se trata más que de esto,
la cosa no puede ser más fácil ! . . .
Y con este pensamiento, se embolsó las facturas y salió recto
liara el despacho de Azulejo. . .
Mas. ¡oh, consternación!, en entrando en el despacho de Azu-
lejo, oyó Eurico una batahola tan formidable, que se le achicó el
corazón, y al ver salir a puntapiés a
dos cobradores, llenos de chichones, to-
dos sus empujes de cobrador se le des-
vaneciere ni y salió más que corriendo.
no sin que antes le alcanzaran también
a él alguno que otro puntapié y vara-
palo.
Ya viéndose en la calle, suspiró nues-
tro hombre y. mirando al suelo, dio con
su vista en una flamante herradura, lo
que hizo que de repente se le iluminara
el semblante. Ya tenía por fin la
suerte delante de sus ojos. Inclinóse,
cogió la herradura, contemplóla y, pa-
ra asegurarse la fortuna, tirósela ale-
gremente por la espalda, pero, ¡ oh,
desastre !. la herradura fué a dar con-
tra il cristal de un escaparate hacién-
dolo añicos.
Al ver que salía el dueño del esta-
blecimiento. Eurico pidió piernas al
gamo y echó a correr, con el vil ten-
PAcn i a
dero detrás, persiguiéndole cual alma en pena y sin darle punto n
para reponer el aliento, que ya le escaseaba en demasía. Loco d'
miedo, como siempre, metióse Eurico por la puertezuela trasera dt
un teatro y, sin darse cuenta, encontróse repentinamente ocupand<
el centro del escenario.
Acertaba a estar en escena un hipnotizador que se desgañitab;
por cazar voluntarios entre la audiencia que le sirvieran de medk
para sus experimentos, y al ver a Eurico, no perdió tiempo, sint
que empezó a darle pases hipnóticos con las manos, hasta que 1(
tuvo, perdida la vo-
luntad, completa
mente bajo su
minio. Lo mis
mo hizo el
hipnotizador
con un ga-
ñán fuerte y /
robusto, ca- /
paz de rom-
perle una I
muela a un
burro de un
puñetazo, y,
cuando y a
tuvo preparados
a los dos sujetos
díjole al gañán :
"Tú eres un borrego" ;
y a Eurico : "Tú eres un león" ; y a
los dos: "Pelead ahora."
Y el tímido Eurico dio un desco-
munal bramido : ¡ Grrrrr ! . . . , cual
si el tal saliera realmente de una
gola leonina, y empezó a dar mano-
tadas, mas no contento con tundir al
mísero gañán, convertido en manso
borrego, le soltó un fuerte golpe en la
quijada al mismísimo hipnotizador,
^VmsSBjnH
Mensq/era ^arantaunt
haciéndole perder el sentido, y ya sin freno ninguno que lo retu-
viese, salió corriendo como un loco por la calle, cual si fuera sel-
vática vereda, bramando y berreando :
— ¡ Soy león ! . . . ¡ Soy león ! . . .
Vinósele entonces a la mente la factura mmmmmmm mmm
del Azulejo y fuese nuevamente a efectuar
¡el cobro, pero esta vez, lejos de ser el apo-
rcado Eurico, se entró muy decidido dentro
, del despacho particular del moroso, y aga-
rrándolo por el cuello, gritóle que ya era
hora de liquidar las cuentas. Y como el
ladrar del perro es una minucia comparado
con el bramar del león, Eurico no tuvo difi-
cultad en echarle mano al bolsillo y sacarle
¡los billetes, cobrándose con usurarios inte-
reses y soltándole, por añadidura, dos so-
lemnes mojicones, para que de allí en ade-
lante llevara la contabilidad de la caja en
las dos partidas sacramentales del haber y
el debe.
Llegó Eurico a la oficina, poseído todavía
del bravo espíritu del rey de las selvas, y
entregó la colecta a Harvey, cuando ya estaban todos los direc-
tores del negocio a punto de despedirlo. La sorpresa, como puede
suponerse, fué inaudita y todos querían felicitarlo, pero Eurico
pensaba entonces con el fulgor del relámpago y acordóse de que su
misión sólo estaba a medias concluida.
— Allí en mi casa hay muchas cosas que enderezar que andan
orcidas — di jóse a sí mismo.
Y, sin querer escuchar a nadie, salió corriendo para poner en
)bra lo que pensaba, y que, según él, no permitía pérdida de tiempo.
Llegó a su casa, y como primera providencia, descolgó el re-
rato de aquel primer marido de sü mujer, que le había hecho la
nala pasada de morirse, e hízolo trizas a patadas y a puñetazos.
Doña Cleta, siempre alerta, quiso deternerlo, pero Eurico, perdida
/a toda su timidez, le replicaba :
— ¡ Soy león ! ¡ Ahora soy león !
Cogió, a renglón seguido, al gordinflón hijas-
tro por el cogote y dióle la más monumental
paliza que jamás hubiera pensado recibir
en su vida, y ya con doña Cleta subyu-
gada y el gordinflón bien tundido, asertó
su autoridad por todos los reinos del ho-
gar, con grande beneplácito y entusiasmo
de Isabelita, que no cabía de gozo al ver
que su padre había por fin roto las ca-
denas de la esclavitud convirtiéndose en
el amo de aquel cotarro.
Al poco rato de haber llegado Eurico
a la casa, apareció el hipnotizador segui-
do de dos colosales policías, y, tras gran-
dísimos esfuerzos, lograron restablecer el
imaginario león a la normalidad, pero el milagro ya se había hecho.
Eurico se dio cuenta de que su apocamiento de antes no había sido
sino una forma de falta de decisión en hacerse respetar y decidió
seguir siendo, en el por-
venir, un hombre de
temperamento leonino.
Puso su retrato, de ac-
t i t u d e s napoleónicas,
allí donde antes había
figurado su antecesor
en los matrimonios de
doña Cleta, y para que
fuera completa la nueva felici-
dad, casó a Isabelita con Jeró-
nimo, el improvisado protector,
que, sin saberlo, habíale dado lu-
gar a que se convirtiera primero
en león y más tarde en el señor
absoluto de su casa.
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A}
Publicidad y Propaganda
"LOCO DE ATAR," UNA COMEDIA CHISTOSA
Loco de atar, la chispeante película cómica que se estrenará
aquí , es una de las producciones de este género más
perfectas que ha salido de los estudios de la Paramount. Encomen-
dada la dirección de Loco de atar a un metteur de reconocido pres-
tigio, cual es Gregorv La Cava, a quien se deben películas del fuste
de Juguete de las mujeres, Casémonos y lo sabrás, Dintelo otra vez,
Vidrio frágil y otros triunfos cinematográficos, y encargada la in-
terpretación del papel principal a un mago de la risa como W. C.
Fields, esta película que hoy admirará el público tenía
que ser forzosamente un dechado de comicidad y gracia. A W. C.
Fields, protagonista del film, lo ha aplaudido el público reciente-
mente en La suerte loca y Vidrio frágil, que antes hemos mencio-
nado. Antes de ingresar en la escena muda, Fields era uno de los
artistas del teatro hablado más queridos del público norteamericano,
así como desde su debut en la película Sara, la hija del circo, lo es
de los aficionados al cine. En el reparto de Loco de atar ocupa, asi-
mismo, un lugar importante la joven y bellísima actriz Mary Brian,
de Pctcr Pan, quien desde entonces ha tomado parte en numerosas
películas de la Paramount. Roy Briant, ilustre escritor y drama-
turgo americano, es el autor del argumento de Loco de atar. La
fotografía de la película fué encomendada a Paul Vogel, a quien
se debieron muchos de los bellos efectos fotográficos que el público
ha admirado en la película Las tristezas de Satán. El argumento de
la película gira alrededor de un espíritu tímido y pusilánime, a quien
la fuerza de las circunstancias convierte en una especie de león
humano.
PAGINA 15
Mensa/era paramount
"LOS ROUGH RIDERS"
I)
ESPl I S de «liiv semanas consecu-
tivas de exhibición en el Teatro Co-
lian. de Nueva York, la película
que lleva por título el nombre con que en-
>ezamos estas lineas hará su recorrido
por todas las ciudades, pueblos y aldeas de
I I stados Unidos con el mismo entusias-
mo - '.' que fué recibida por el público de
la metrópoli de los rascacielos. Dentro de
unas semanas, lal vez días. Los Rough Ri-
ders se exhibirá simultáneamente en los
principales países de Hispanoamérica, en
donde indudablemente se repetirá el tre-
mendo éxito que esta película obtuvo en
Nueva York. Es innegable que el é.vto
obtenido por Los Rough Riders en los Es-
tados Unidos se debe en gran parte a mo-
tivos sentimentales, pues se trata de un
asunto basado en un hecho histórico poco
menos que contemporáneo, en el cual inter-
vino una de las figuras políticas más pinto-
rescas de Norteamérica, quien, por diferen-
tes inoi, vos. Hegó en ciertos momentos crí-
ticos a ser el ídolo de su pueblo. Claro está
que nos referimos a Teodoro Roosevelt, or-
ganizador del regimiento que con el nada eu-
fónico nombre de Rough Riders fué enviado
a la isla de Cuba en las postrimerías del con-
flicto armado entre España y los Estados
l nidos, el cual culminó con la independen-
cia definitiva de aquella isla. Aparte del
hecho histórico, en el cual se narran con to-
do lujo de detalles los medios de que tuvo
que valerse el fa-
moso ex-presidente
nlZuL -/TS Ma ?' C ¡'<' rl r, s f ar r l !; Geor ^ Bancrofty Noah Beery, principales intérpretes de la
película Los Rough Riders, de la Paramount, estrenada con gran éxito recientemente en uno de
los principales teatros de Nueva York.
norteamericano pa-
ra reclutar a sus
Rough Riders, nú-
cleo de individuos
de lo más complejo
y heterogéneo que
darse puede, cow-
boys, aventureros,
granujas, etc., etc.;
gentes que no reco-
nocían otra ley que
la del palo; indivi-
dualistas acostum-
brados a no hacer
más que su volun-
tad, renuentes a to-
da disciplina, por
FRANK HOOPER | as escenas de la
ínter órete del papel de ,. ,
Rooseveti cuyo sorpren- P ellcu| a COrre U11
dmte parecido con éste humorismo tan hu-
ta causad,, general admi-
ración, mano y una psico-
'• IC/A l 16
logia tan sutil, que no es preciso ser un en-
tusiasta de las gestas de los Rough Riders
por tierras de Cuba para interesarse por la
película y aun para gustar de lo que ella
tiene de artístico y de humano.
Las escenas de la película se desarrollan
en la capital federal norteamericana, verda-
dero génesis de los acontecimientos que en
ella se desarrollan; en San Antonio (Tejas),
donde Roosevelt reclutó a sus Rough Riders,
y en Cuba, donde tienen lugar las escenas
más culminantes del film. Este ha sido lle-
vado a la pantalla con tal fidelidad y lujo de
detalles, que Hermann Hagerdon, amigo ín-
timo y biógrafo de Roosevelt, empleó más
de dos años en trabajos de rebusca e inves-
tigación histórica para conseguir su objeto.
Un solo hecho dará al lector una idea exacta
de la meticulosidad con que procedieron los
autores de la película para que ésta se ajus-
tase en todos sus detalles a la verdad his-
tórica. A fin de encontrar al individuo que
debía caracterizar a Teodoro Roosevelt fué
preciso recorrer todo el ancho y largo de
los Estados Unidos hasta que el infatigable
Mr. Hagerdon dio con Frank Hopper, un
individuo que no sólo posee todas las carac-
terísticas físicas del célebre ex-presidente
norteamericano, sino que es idéntico a él en
muchas de sus cualidades espirituales, espe-
cialmente en la viveza de su personalidad
y en la perspicacia de su ingenio. Consegui-
do el tipo principal de la obra, fué preciso
buscar a los secundarios, quienes, por serlo,
no son menos importantes en el desarrollo
de la trama. Tenemos, por ejemplo, al co-
ronel Fred Lindsay, quien encarna admira-
blemente el carácter de Leonard Wood, ge-
neral que aún vive. En el reparto de la pelí-
cula figuran los nombres de artistas tan emi-
nentes como Mary Astor, Charles Farrell,
Charles Emmett Mack, Noah Beery, George
Bancroft y Fred Kohler, quienes interpretan
otros personajes principales del drama.
Aunque la película no fué fumada en
Cuba, donde se desarrollan sus escenas prin-
cipales, su director Víctor Fleming escogió
un lugar en las inmediaciones de San An-
tonio (Tejas) cuya semejanza topográfica
con la famosa Loma de San Juan y alre-
dedores es sorprendente. Para que el efec-
to fuese más exacto, Fleming mandó traer
de la Perla de las Antillas una gran canti-
dad de palmas y otras plantas tropicales, las
cuales convirtieron la región en un bello rin-
cón de Cuba. Más tarde, debido a exigen-
cias del argumento, la compañía de Mr.
Fleming se trasladó a California, en donde
se impresionaron otras escenas importantes,
tales como las del desembarque de Los
Rough Riders en Daiquirí, en las cercanías
del famoso Caney, y las del combate de las
Guásimas.
Charles Hallaert, vicecónsul de Bélgica
en Nueva York, asistió a la proyección de
Los Rough Riders, y tan favorablemente
impresionado salió del Teatro Cohan, que
no pudo resistir la tentación de escribir una
carta de felicitación a los directores de la
Paramount "por el lujo, la fidelidad, la per-
fección y el esmero con que esta película ha
sido llevada a la pantalla." Tengo la com-
pleta seguridad— dice Mr. Hallaert— de que
Los Rough Riders es un film que será visto
con agrado, no sólo en este país, sino que
también lo será en todos los países de 1?
tierra. j q
Mensa/era tyaramaunt
TACONES DE GOMA"
T
AMAS fuera más cierto el refrán de
"tras de la cruz el diablo," que en el
caso de la agencia policíaca de Tenny-
in, que, escudada tras el manto de opera-
ones detectivescas, en el fondo no era
:ra cosa que una perfecta guarida de ban-
idos, una camarilla de sinvergüenzas, tima-
ores y carteristas.
Tennyson vive siempre, como quien dice,
salto de mata, y es de aquellos que, como
¡Líenos ladrones, sospechan de todo y de to-
os. Cree ver, por doquiera, picaros que
ueden aventajarle en las artes de la picar-
ía, y, para estar más cómodo y tranquilo,
Ólo se rodea de tontos de capirote,
n duda por no ocultársele que en
país de los ciegos el tuer-
d es rey.
. Un día en que Tennyson
los suyos se hallaban
.¿upados en la repar-
ción de un botín de
¡pbo, llamó a la puer-
i de la agencia de-
pctivesca una figura
br demás extraña y
¡intoresca, vestida con
•)das las prendas pro-
jerbiales de que la
,'antasía popular suele
jestir a los que siguen
a flamante carrera de
labueso ; con pipa,
;orrita a cuadros y la
terna lupa en la raa-
10 o en el bolsillo.
¡Cntró la extraña
igura, con gran ti-
midez, y pregun-
tóle a Tennyson si
tenía necesidad de
ín buen detective,
ino de cualidades
txtraordinarias, ca- 1
8
paz de darles vuel-
La y media a todos 1
jos detectives que I
on y están por ser 1
n este mundo.
La primera im-
>resión de Tenny-
on fué de sospe
:ha, pero, al poco
ato, después de oir hablar al envanecido
igurón, que por toda recomendación de su
oficio no llevaba otra cosa que un diploma
expedido por una escuela de cursos por co-
rrespondencia, vino a dar en la cuenta de
que no se trataba de otra cosa que de un
simple y muy solemne papanatas.
Esta última opinión hízole aceptar los
servicios del detective, que se llamaba
Amando, consecuente con su idea empeder-
nida de rodearse exclusivamente de nuli-
dades.
El nuevo miembro de la flamante familia
no era de los que entraban en los planes dis-
tributivos que regían la repartición de las
prendas robadas que caían en poder de
r, de esta suerte, todo
iue Dien nasta que un día pasó por el magín
de Amando pedir una parte de lo que los
otros con tanto gusto se distribuían. A este
punto, el pobre Amando fué puesto, como
vulgarmente se dice, de patitas en la calle.
Disponíase a salir Amancio de la agen-
cia, llevando impreso en el rostro el pesar
y desaliento más profundos, cuando oyó el
retintín de la campanilla del teléfono.
Fuese a él, y tomando el auricular, recibió
aviso de que una princesa que acaba de lle-
gar, la Princesa Alina, trayendo las joyas
de un país en bancarrota, necesitaba inme-
diatamente los servicios de unos cuantos de-
Adolph Zukor y Jesse L. Lasky presentan a
ED WYNN
e n
"TACONES DE GOMA"
("Rubber Heels" )
con CHESTER CONKLIN
Dirección de VÍCTOR HEERMAN
Versión cinematográfica de J. CLARKSON
MILLER
Asunto y adaptación de RA Y HARRIS,
SAM MINTZ y TOM J. CRIZER
Productor asociado, William Le Barón
Película Paramount
REPARTO
Amancio ED WYNN
Tennyson . Chester Conklin
Princesa Alina Thelma Todd
Tomás Robert Andrews
Grogan John Harrington
Joselín ...Bradley Barker
"El Rata" Armand Cortez
Fanny Ruth Donnelly
El Príncipe Mario Majeroni
La Señora Fox... Truly Shattuck
tectives para que le guardaran las valiosísi-
mas joyas reales hasta el momento en que
se hubiera dispuesto de ellas por la venta.
Amancio, que ofrecía una curiosa combi-
nación de tonto y listo, decidió aceptar el
negocio por su cuenta, y presentóse ante la
presencia real de la princesa. Esta, lo mis-
mo que el viejo príncipe que la acompañaba,
no dio muestra de tener mucha fe en la ha-
bilidad de un solo hombre para guardar tan
PAGINA 17
Mensa/era ^aranuuutt
gran tesoro, y acabó diciéndole a Amando que si
no podía poner más gente en el servicio era inútil
que siguiera porfiando.
Ante el dilema, Amando decide obtener el auxilio
de los empleados de la agencia del torcido Tenny-
son, y, hecha la propuesta a los tales, estos saltan
de alegría ante la oportunidad extraordinaria que se
les ofrece de hacer un gran robo. Como es natural, aceptan al punto las
ofertas de Amancio, y se establecen, con gran lujo de aparato, en el ele-
gantísimo palacio donde habían de guardarse, hasta que se vendieran, las
joyas de la corona del país que había caído en bancarrota.
Entrar los detectives en la casa y empezar a desaparecer las joyas fué
todo uno. pcm Amancio, en su suprema tontería se
pasaba de listo, sin duda por confirmar el estribillo de
que los extremos siempre se tocan, y arreglábase de
suerte que siempre recuperaba lo robado. Por fin, los
falsos detectives, al mando de Tennyson, formu-
laron un plan para acabar de una vez el negocio
y llevarse todas las joyas, de un golpe,
a lugar -t-un.. donde pudieran disfru- S
tar tranquilamente del producto de su
fechoría. Para ello armaron, llegado el
momento oportuno, una tremebunda
conmoción en la que hubo gritos, carre-
ra-, desmayos y obscuridad, mucha obs-
curidad, pues buena maña se dieron de
que las luces se apagaran, y. al resta-
blecerse el orden, al hacerse otra vez
la luz. a Amancio. la princesa y al viejo
príncipe parecióles que todo había sido
obra de encantamiento, algo así como la
aventura de Don Quijote en la venta,
pero con resultados mucho más prácti-
PACINA is
eos para los encantadores, por cuanto había desaparecido la voluminosa caj
del tesoro y con ella toda la retahila de detectives, como si la tierra se 1<
hubiera tragado en un abrir y cerrar de ojos.
Amancio, que a pesar de sus lupas ya hemos visto que no alean
zaba más allá de sus narices, con lo menguado de su entendimienw
abría los ojos desmesuradamente, cual si fueran a saltársele d
las órbitas, y, después de muchos visajes, acabó por sospecha
nada más que a sospechar, que en todo ello andaba la mano ocult
de su antiguo jefe Tennyson. Agarrado a este rayo de luz, e>
traordinario para su pensamiento, dirigióse inmediatamente
la guarida de sus antiguos compañeros, y, efectivamente, por
algo faltare, allí se convenció de que ellos eran los ladrones, si
que lo dudara ya, por cuanto la caja se hallaba en el centro <1
una de las estancias subterráneas de los bandidos detectives.
Los ladrones empezaron, al momento, a hacer grandes esj
fuerzos por abrir el cofre, pero, como nada de provecho logrararl
decidieron ir a bu; I
car a una vieja mu]
versada en materi
de explosivos pa
que abriera la caj
con el auxilio d
unos canutos de d
namita.
Llegó la vieja d
namitera al cubil d
los ladrones, y, vist
el caso, todo fu
hacer fantástica
manipulaciones d
pólvoras y fulminar
Mensajero ^aratnannf
tes y dinamita, para volar la tapa del cofre
del real tesoro. Mas quiso la casualidad
que, de improviso, se le levantaran
las faldas a la vieja, y entonces pu-
dieron darse cuenta los picaros de
que ella no era otra que el propio
Amando, desfigurado con uno de
sus disfraces. Verle los pantalones
i soltarle un descomunal garrotazo
fué todo uno, y Amando cayó por
el suelo sin sentido, mientras, apro-
vechando la coyuntura, los bandole-
ros tomaban las de Villadiego, enca-
minándose para el Canadá con la
'idea de atravesar las imponentes ca-
taratas del Niágara. Cuando Aman-
l'cio volvió en sí pudo divisar a los
fugitivos que escapaban en un ca-
mión llevando la preciada carga del
¿tesoro.
Iniciase la lucha por la reconquis-
ta; emprende Amancio la persecu-
ción y, tras mil dificultades y sal-
vando escollos, llega a dar alcance
a los fugitivos. El momento es di-
fícil y arriesgado. Los ladrones
dispon ense a lanzar la gran caja por
% corriente, valiéndose de una bar-
iquilla, y sólo le dan tiempo a Aman-
cio de saltar dentro la cavidad de
»jla barca fragilísima; la embarca-
eión deslizase sin timón, ni remos ni
mando, por la corriente; la corriente que
se despeña más adelante formando la te-
mible catarata del Niágara.
Ya a punto de llegar al borde del pre-
cipicio de las aguas, la barquilla se atasca
en unos peñascos, y entonces Amancio, con
gran zozobra, descubre el gran peligro en
que se halla. Obrando rápidamente, se
mete dentro del cofre y se resigna a lo que
la suerte quiera depararle. La acción es
oportuna. Apenas había cerrado la tapa
:uando la corriente lanzaba baúl, barca y
ietective por la sima de la turbulenta ca-
:arata, cayendo todo al remanso más tran-
quilo de las aguas de abajo, que seguían
nacidamente el curso que la naturaleza las
labia señalado.
Los ladrones detectivescos, que espe-
jaban abajo, en la orilla opuesta, al
: llegar la caja de sus amo-
■ í res y de sus rapiñas, sol-
ufaron las voces en un canto
■bntusiasmado de victoria,
|hias al ir a
labrirla, lo pri-
mero que les **■ " " "
1 balió al paso
m u é Amancio,
el tonto de capirote, pero que en aquel mo-
mento se les presentaba formidable con una
que, después de todo, suelen resultar más
peligrosos los necios que los picaros.
pistola de traza nada tranquilizadora.
Después de unos instantes de pánico
indescriptible entre los que por lo arries-
gado de su profesión no tienen derecho
a manifestarlo, tras de Amancio, llega-
ron la princesa y el viejo príncipe a re-
clamar lo suyo, y, entre todos, hicieron
prisioneros a los miembros de la desca-
labrada taifa, dejando a Tennyson taci-
turno y pensativo, haciéndose cruces de
la suerte loca que ayuda a los más ton-
tos y derrota a los más vivos, y pensando
PAGINA 1»
I
Mensq/era paramount
De cómo Ed Wynn Ingresó en el
Cine
Mientras en el estudio de la Paramount se im-
i ■!■• -i naban las escenas de la película Tacones de
goma, en la cual Ed Wynn desempeña el papel de
protagonista, el repórter inquisitivo logró acceso
en el camerino de este popularisimo actor cómico
del teatro hablado y después de media hora de
amena charla consiguió averiguar cómo Ed Wynn
ingresó en el cine.
— ¿Podría usted decirme por qué abandonó
las tables e ingresó en la escena muda?
— Con muchísimo gusto, si mi director nos
lo permite — replicó Mr. Wynn, temeroso de que el
timbre cortase repentinamente nuestra conversa-
ción para llamarle al set, donde a la sazón iba a
comenzar la impresión de una escena.
— Como usted sabe — prosiguió diciendo Ed
Wynn — , yo vivo en Great Xeck, a un tiro de
piedra de la casa donde vive Thomas Meighan,
con cuya amistad me honro. Una noche Meighan
vino a visitarme en mi casa con su señora, a
quien yo no había visto desde un día que es-
tuvo en mi domicilio para que le prestase un
par de huevos de gallina para hacer una tor-
tilla (mi gallinero está siempre perfectamente
PAGINA 20
provisto de aves de corral de pura raza). Ed —
me dijo Tom — , el sábado que viene estoy invitado
a pasar el día en la finca de campo de Mr.
Zukor, quien, como usted sabe, es presidente
de la Paramount. Conocía de vista a Mr.
Zukor, pero no había tenido el gusto de tratarlo
hasta que mi amigo Meighan me lo presentó en
su hermosa casa de campo. Hablamos de dife-
rentes tópicos hasta que la conversación recayó
en asuntos cinematográficos. Entre bromas y
veras, Meighan logró interesar a Mr. Zukor en
mi trabajo en la escena hablada e insinuóle que
mi deseo (lo cual, con perdón de Meighan, no era
del todo cierto) era trabajar en una película.
Pase por el estudio uno de estos dias — díjome Mr.
Zukor — y veremos si es
usted tan bueno en el set
como en las tablas. Dos
días después presénteme
en el estudio e interpreté
ante el objetivo de la cámara dos o tres número
cómicos de transformismo, que a la sazón ejecu^
taba en un teatro de Broadway. Gustáronles, al
parecer, las pruebas a los directores del estudio
pues a los pocos días, mientras me encontraba er¡
el jardín de mi casa podando un rosal, Meighan
me llamó al teléfono para decirme que el director 1
Heerman tenía deseos de confiarme la interpreta-
ción del papel de protagonista de la película Ta-
cones de goma, con la cual haré mi debut en la
pantalla.
Sonó el timbre y Ed Wynn salió disparado del
camerino. Mientras me estrechaba con efusión
la mano entre la suya, sin detenerse, me dijo :
— Si Tacones de goma le gusta al público con-i
tinuaré en el cine, si mi trabajo no es de su
agrado, volveré al teatro hablado donde mi repu-
tación está ya sentada.
El cronista no tiene empacho en asegurar, 3
pesar de la modestia de Ed Wynn, que Taconea
de goma gustará al público y que en lo futur
aplaudiremos más de una vez en la pantalla cine-j
matográfica a una de las figuras más popu-j
lares del Broadway neoyorquino.
Si las películas de Wynn provocan la mis-i
ma risa que sus actos parlantes, risa, puesl
- tendremos todos para rato.
Mensa/era tfaranwunt
"La Hora de Amar"
ADOLPH ZIKOR y JESSE L. LASKY
presentan a
RAYMOND GRIFFITH
u
i»
LA HORA DE AMAR
(''Time to Love" )
WlLLIAM POWELL y VERA VORONINA
Productor asociado B. P. SCHULBERG
REPARTO
Raimundo Casanova Raymond Grifflth
Marqués del Dado William Powell
Condesa Elvira Vera Voronina
El padre de Elvira Josef Swickard
Primer duelista Mario Carillo
Segundo duelista Pierre de Ramey
institutriz de Elvira Helene Giere
íspiritista Indostano Alfred Sabato
Producción de
A. FRANK TUTTLE
Asunto original de
ALFRED SAVOIR
Versión cinematográfica
de PIERRE COLLINGS
Película Paramount
fantasmas, tampoco tenía fe en los dulces
dones que el amor depara, porque hombre
más desgraciado en amores que Casanova
no lo había, y ya cansado de vivir se dijo
un día: "Si el amor es la vida, indudable-
mente la vida no se ha hecho para mí,
¿para qué, pues, seguir viviendo?" Y
encaramándose al primer puente que se
le apareció en el camino, arrojóse a las
aguas turbias que la casualidad le deparara,
dispuesto a acabar de una vez con sus do-
lencias amatorias y con la confusión terrible
de su existencia. Mas, se dice que no hay
mal que por bien no venga, y el muy men-
guado amante, al querer extinguir definitiva-
ARGUMENTO
LA bellísima con-
desita Elvira y
su padre eran
le aquellos seres que,
, fuerza de curiosi-
lad en todo lo que a
jspiritismo se refiere,
caban por creer a pie
untillas en las virtu-
tes extraordinarias de
ps espíritus.
Los tales entes in-
jisibles, inspirados
lor las dádivas mun-
janas del Marqués del Dado, que aspiraba
j la mano de la condesita, decretaron que
jebía celebrarse el matrimonio de ambos,
así, se dispuso que la boda se celebrara
.1 in tardanza. Pero, parafraseando un re-
irán antiguo, cabe bien aquí el decir que
>s espíritus proponen, pero a fin de cuentas
1 amor dispone . . .
Raimundo Casanova,
\
creía
mente la trémula luz de su desesperada vida,
cayó, no en las aguas que debían de haberle
servido de mortaja tenebrosa, sino en los
mismísimos brazos del amor, que no eran
otros que los de la condesita Elvira, que,
en frágil barquilla, pasaba por debajo el
puente en el mismo punto y razón en que
Casanova, maldiciendo de su suerte, se con-
fiaba, con ademán de tragedia, al espacio
que separaba la barandilla de la corriente, la
muerte de la vida . . .
Aquél accidente vino a dar al traste con
todos los planes de los espíritus, que tuvieron
;^. que declararse derrotados ante el amor
humano, muy humano, que surgió entre
Casanova y la muy linda condesita.
Mas, ¿qué hacer del Marqués del
Dado, el prometido de Elvira, el marido
escogido por todos los duendes y espíri-
tus que dictaban y
se entrometían en
todas las cuestiones
importantes de la fami-
lia? Además, por si es-
to fuera poco, daba la
rara coincidencia de que
el tal marqués era uno de
los mejores amigos de la in-
fancia del ya feliz e ilusio-
nado Casanova. ¿ Cómo, pues,
triunfar en la lid de amor sin
traicionar al viejo amigo?
Las circunstancias, siempre
grandes salvadoras y pródigas en
recursos, estuvieron a punto de
poner remedio a todo. Ocurrió
que, por un quítame allá esas pajas, Casa-
nova y el marqués concertaron un lance
tremebundo que no podía tener otro fin que
la muerte de uno de los adversarios y riva-
les, y, claro está, ¿por qué dudar de que
triunfara, coma suele ocurrir, el más ena-
morado de los dos duelistas? Casanova ya
se veía en el pináculo solemne de la vic-
toria, mas como lágrimas ablandan peñas, el
marrullero del marqués se las arregló de
suerte a acolchonarle el alma a Casanova,
hasta dejársela más muelle que un me-
rengue, dejándolo convencido de que a él,
al marqués, era a quien amaba la conde-
sita, y que si lo mataba iba a matar tam-
bién a la niña de sus amores, que, débil
para resistir tan rudo golpe, no podría me-
nos que disiparse en todas sus formas car-
nales y divinas para ir a vagar, cual alma
PAGINA 21
Mensajera §*aramaunt
en pena, por las pobladas regiones de los míseros espíritus.
Puesta la cosa en esta forma, convino Casanova en desaparecer
completamente de la escena. Para ello se dejaría matar en el
desafio, es decir, se
dejaría c a e r por
muerto y consentiría
en un entierro simu-
lad.', \ marcharíase
para el extranjero,
lejos, muy lejos,
donde su memoria
de enamorado y de
duelista se perdiera
en la eternidad y se
disipara entre los ve-
los del olvido.
Todo se llevó a
cabo de acuerdo con
el programa delinea-
do, y, tras varios
disparos d e 1 mar-
qués, cuyas balas pa-
saban más cerca de
la cabeza de Casanova que lo que la prudencia y la amistad acon-
sejaran, cayó el héroe sobre el campo del honor en el preciso mo-
mento en que llegaba corriendo la condesita, que, abalanzándose
sobre el supuesto muerto, le colmaba el oído con frases de desespe-
ración y de ternura.
— ¡ Casanova ! ¡ Casanova ! ¡ Mi amor, mi vida, mi cielo ! ¿ Por
qué has tenido que morir cuando más te amaba ? ¿ Qué será de mí
a manos de este marqués que odio y aborrezco con toda la fuerza
de mi alma?. . .
A punto estuvo de resucitar Casanova al oír las palabras ardien-
tes de la joven, pero contúvole lo sagrado del
ron trato. Había muerto para ella. Ya no se-
ría sino un fantasma más en la memoria de
aquélla que decía que tan bien le amaba.
Levantaron el supuesto cadáver y, ya apar-
tado del lugar, Casanova volvió a reintegrarse
al seno turbulento de la vida. Debía irse.
pero no se resignaba a hacerlo sin antes
lanzar una postrer mirada a la cara ado-
rable de su amada. Para ello se dis-
frazó de espíritu, empresa fácil con el
auxilio de una sábana, y fuese derecho
a la casa de la condesita, para acari-
"k .;\
ciarla, una vez más, aunque fuera de lejos, con el efluvio pasión;)
de su mirada.
Casanova no dudaba que había sido engañado, pero desdeñab
romper el malhadad
pacto.
Al llegar a casa d
la condesita, encor
tro que ésta ya este
ba a punto de a
sarse. Los acorde
de la Marcha Nuf.
cial le resonaban ce
mo si despertara d
un macabro sueño, 3
en un impulso supre
mo, afirmóse en s
voluntad de no peí
der tesoro tan prt
ciado. Desde un
galería, saltó de irr
proviso sobre
escena, levantó a
joven en sus brazc
)• salió con ella a la calle, acelerando la fuga en un automóvil cuye
cilindros parecían ir a reventar de pura prisa. Fueron perseguido,
pero los fugitivos lograron llegar a un lugar donde había unas ees
tas descomunales, y se escondieron en el seno de una de ella:
Las cestas estaban unidas a unos globos cautivos que debían en
plearse como blancos en unas prácticas de artillería, y, cuando s
dieron cuenta, halláronse los dos amantes en el espacio, siendl
blanco de los disparos de los artilleros.
Al poco tiempo, su globo fué hecho trizas, cayeron los fugitivo
dando tumbos por el aire cual si fueran derechamente a estrellarst
contra la corteza de la tierra, pero, cuando yí
parecía que no había salvación para ellos, abrid
ronse unos paracaídas, y empezaron a bajar len
tamente, con balanceo de trapecio, hasta ir
posarse blandamente, como dos palomaijl
airulladoras, sobre la misma casa donde hajj
bía dado principio la interrumpida boda de"
marqués con la condesita, y, co|
mo todo estaba preparado par.
hacer digno honor a Himeneo.
uniéronse en matrimonio Casa
nova y la bella condesita Elvira
y, desde aquel día, desaparecie
Mensa/era ^arammuit
,A ningún empresario se le escapará la importancia que para la publicidad y propaganda tiene este grabado y
los demás por el mismo estilo que aparecen en otras páginas de esta revista, atractivos, económicos y de fácil
(reproducción al tamaño que se desee para publicarlos en el programa, en los boletines, gacetillas y en la Pren-
sa de la localidad.
3ii en absoluto las cabalgatas macabras de
antasmas y de duendes, quedándoles, en
ambio, a todos, una afición loca por la avia-
lón, pues no en balde encontraron su felici-
ad en el aire, en las alturas, por encima de
lis miserias del mundo, donde el aire es
¡uro, y el espacio libre, y la imaginación
acuentra vasto campo para remontar el
uelo en su eterno suspirar por lo infinito.
L. D. C.
Publicidad y Propaganda
RAYMOND GRIFFITH EN
MÉXICO
Los periódicos que nos llegan de la capi-
tal de México dan cuenta de la llegada allí
del eminente actor Raymond Griffith, cono-
cido en cuantas partes se proyectan películas
por el "chistoso actor de la chistera." Ac-
cediendo a los reiterados deseos de sus nu-
merosos admiradores, el aplaudido
protagonista de la película La hora
de amar apareció personalmente en
el escenario del Teatro Olimpia, sien-
do recibido con grandes manifesta-
ciones de simpatía por parte del nu-
meroso público que llenaba el ele-
gante coliseo. El domingo siguiente
Raymond Griffith estuvo en la Plaza
El Toreo vestido con el típico traje
de charro mexicano. La hora de
amar, de la Paramount, fué interpre-
tada por Raymond Griffith en Cali-
fornia poco antes de su partida para
México. •
RAYMOND GRIFFITH Y
SU CHISTERA
Así como sería imposible concebir
a Charlie Chaplin sin sus enormes y
disparatados zapatones, tampoco se-
ría posible reconocer a Raymond
Griffith en la pantalla sin su insepa-
rable y reluciente sombrero de copa.
Unos zapatos deteriorados inspiran
lástima, pues generalmente revelan
la pobreza del que los lleva. En cam-
bio, el sombrero de copa, al cual el
vulgo ocurrente y sabio ha bautizado
con el nombre de chistera, en la cabe-
za de cualquier individuo, aunque és-
te sea ministro o diplomático, provo-
cará la hilaridad del que lo vea. ¿ Será
porque el sombrero de copa afecta la
forma de chimenea en la cabeza dei
que lo lleva que inspira risa ? ¿ Será
porque es la prenda masculina de
vestir más antiestética que existe?
Probablemente. El caso es que en
cuanto aparece Raymond Griffith en
la pantalla con su chistera es acla-
mado con una salva de carcajadas.
En la película La hora de amar, que
se estrenará aquí Raymond
Griffith vuelve a presentarse ante el
público con su imprescindible sorbete,
como llaman en México al sombrero
de copa, más chistoso, original y sim-
pático que nunca. Es cierto que esta
nueva película de la Paramount, basa-
da en un asunto original del famoso come-
diógrafo francés Alfred Savoir, ofrece al
eminente actor una excelente oportunidad
de lucirse, así como también es cierto que en
su impecable labor artística le secundan ar-
tistas de la talla de Vera Voronina y William
Powell, todo lo cual contribuye a que La
hora de amar, dirigida por Frank Tuttle,
proporcione al espectador una hora comple-
ta de grato solaz y esparcimiento.
PAGINA 23
Mensajero tfarammint
«0 ESTUDIOGRAMÁS PARÁMOUNT
EXTERIORES" PARA "BEAU SABREUR" EN TORNO A LA CONSTELACIÓN PARAMOW
Esta semana se ha escogido definitivamente el sitio, en un
solitario lugar de California, cerca de la pequeña población de
Guadalupe, donde se impresionarán las escenas de la película
Beau Sabreur, secuela del interesantísimo film Bean Geste, que con
tanto aplauso se ha exhibido recientemente en los principales tea-
tros del mundo. John Waters se encargará de la dirección de
Beau Sabreur. En estos días saldrá de Hollywood el primer con-
tingente de mecánicos, carpinteros y constructores escenógrafos
para dar comienzo inmediatamente a la construcción de los settings
(escenarios) exteriores de esta película. En un lugar apropiado
del desierto cali forniano se improvisará un oasis, aprovechando
para ello las aguas de un riachuelo que corre a cierta distancia, por
medio de 1) nnbas de alta presión. Cuando los edificios provisio-
nales que habrán de alojar a los centenares de artistas y comparsas
que tomarán parte en la impresión de la película estén instalados,
las huestes del director Waters partirán para el desierto en donde
permanecerán el tiempo necesario para la impresión de las escenas
exteriores de Beau Sabreur.
EXCELENTE FOTOGRAFÍA EN "LA ENEMIGA
DEL ALMA"
Víctor Milner, de la Sociedad de Cinematografistas Americanos,
ha hecho recientemente grandes elogios de la fotografía que se ob-
serva en todas las escenas de la película La enemiga del alma (The
\\ ay of All Flesh), de la Paramount, en la cual el eminente actor
Emil Jannings, de fama internacional, interpreta el papel de prota-
gonista. "Hay en esta película," habla Milner, "un shot, que
yo considero de lo más difícil que se ha intentado en cinema-
tografía. Este magistral "disparo" fotográfico fué logrado
■en la mesa de un boliche en el preciso instante que la bola corría ver-
tiginosamente hacia los palos. Este truco, el cual aparece en la
pantalla en forma de close-up, pudo lograrse colocando la cámara
sobre una carretilla movida a motor cuyas ruedas neumáticas se
movían en el canalizo que hay a ambos lados de la mesa del boliche
como si fuesen rieles. Para lograr ese close-up, que resulta en
la pantal/a de un efecto admi-
rable, fué preciso intentarlo más
de treinta veces hasta que el di-
rector Víctor Fleming estuvo
perfectamente satisfecho del re-
sultado. Emil Jannings. que es
un hábil jugador de boliche, tuvo
que arrojar la bola cuantas veces
fué necesario, sin protesta, hasta
que se hubo conseguido el objeto Avance de una columna de infantería protegida por el fuego de un escuadrón
■deseado. ** C aero P lanos en una de las emocionantes escenas de la película "Alas," de
la Paramount, que se estrenará en breve.
PAGINA 24
Armado de un poderoso telescopio, un impertinente astrónom
dirigió en estos días (las estrellas de Hollywood son visibles d
día y de noche) una mirada por el firmamento cinematografía
obteniendo de sus observaciones celestes el siguiente resultado :
Thomas Meighan contando chistes a sus amigos del Countr
Club de Lakeside * * * Florence Vidor negociando la compra d
un chalet monísimo en Honolulú donde piensa pasar el próxim
invierno * * * Jack Luden guiando su magnífico automóvil d
turismo por los alrededores de Hollywood * * * Gary Coope
atareadísimo con las toneladas de correspondencia que le dirige
sus admiradores * * * Bebé Daniels en amigable coloquio con la
colegiales del Colegio donde se impresionan las escenas de Nade
niña, nada * * * Betty Bronson escribiendo una misiva a la escri
tora Elinor Glyn, que en la actualidad se encuentra en Londre
* * * Lawrence Gray luciendo una deslumbrante corbata color d
albérchigo * * * Noah Beery en el estudio conversando con u:
conocido periodista mejicano * * * Neil Hamilton inventando tru
eos para emplearlos en una próxima película * * * Esther Ralsto:
autografiando fotografías para sus admiradores de la Argentin
* * * Richard Dix muy simpático con su blanca gorra de marin
que luce en varias escenas de su próxima película Rumbo a Shan
ghei * * * James Hall demostrando a un grupo de amigos que aúí
se acuerda del baile del barril * * * Marietta Millner y Emil Jan|
nings recordando sus paseos en auto por el Unter den Linden, d
Berlín * * * Pola Negri tratando de convencer al príncipe Sergio d
que no emprenda el vuelo en aeroplano hacia Honolulú * * * Wai
Hace Beery y Raymond Hatton discutiendo una escena chistosa d\
una de sus próximas comedias * * * Charles Rogers esperando qu<
el cajero abra el ventanillo * * * Mary Brian hablando con ui
periodista de la Habana, quien trata de convencerla de que allí no
hace tanto calor como dicen los que nunca han estado en ella *
Chester Conklin en Los Angeles comprándose un par de anteojo.
* * Clara Bow descansando en su camerino después de filmar dea
* * Adolphe Menjou haciéndos»
el distraído con un gorra color d»
oro viejo y unos anteojos ahu 1
mados * * * Fay Wray luciendo 1
un flamante uniforme del Ejér
cito de Salvación. El mismo ei
que lo veremos en la grandiosa
película que acaba de interpre
tar Emil Jannings * * * Georg<
Bancroft en la peluquería da
estudio cortándose la melé
culminantes escenas de Huía *
na
Mensajera paramount
'Tambores del Desierto"
i
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY Presentan
"Tambores del Desierto"
("Drums of the Desert")
de ZANE GREY
Producción de JOHN WATERS — Película Paramount
REPARTO
Juan Curry Warner Baxter
María Marietta Millner
"Curalotodo" Ford Sterling
Guillermo Newton Wallace MacDonald
Dr. Molares Heinie Conklin
Profesor Mantón George lrving
Indios navajos de la Reservación occidental, soldados, etc.
3
Síntesis del Argumento
ASARA el polvo de los siglos a través de las inmensas sole-
dades de Arizona, mas los moradores del desierto, los recios
■í~ navajos, permanecerán fieles a sus seculares tradiciones, in-
amovibles e indiferentes, como habitantes de una isla a la cual
)dease un mar de civilización y de progreso.
• Mermando sus filas con el transcurso del tiempo, los navajos, y
¡¡n ellos las demás naciones autóctonas que pueblan el desierto sin
ji, se muestran reacias a abandonar sus antiguos lares para estable-
rse en las reservaciones situadas en los valles poblados de vege-
jción que paternalmente les ofrece el Jefe Blanco de Washington,
ara evitar, o por lo menos retardar, su completa extinción.
! A este país, árido e inhospitalario, poblado de cactos, nopales y
jiumberas, llegó un día el célebre charlatán Dr. Curalotodo con su
separable acólito el doctor Molares, con la cristiana misión de ali-
ar el dolor de muelas a los navajos de la numerosa tribu del jefe
\so Valiente.
ÍPero ocurrió que al intentar el doctor Molares extraer la muela
1 juicio a un desventurado piel roja, quien por poco lo pierde, la
lela se declaró en rebeldía y por más que Molares se esforzase en
ranearla, la maldita muela continuaba firme en su sitio, hasta que
endo el sacamuelas que no había poder humano ni divino que la
.case de allí, optó por arrancarle al infeliz navajo la muela vecina
la rebelde, con un resultado desastroso para los dos charlatanes,
luienes se vieron forzados a huir a uña de caballo del furor piel
|]bja, que es el peor de los furores.
Vagando por el desierto sin rumbo fijo y silbándoles aún en los
' idos las certeras piedras y guijarros de los navajos, Curalotodo
\i su acólito llegaron a un paraje en donde el profesor Elias Man-
|pn, de la Universidad de Karpantalia, acompañado de su gentil
■jija María, trataba de descifrar los misterios del pasado leyendo
mon científica curiosidad los monolíticos monumentos del desierto.
Forzados por ese exigente enemigo que todos llevamos dentro,
BjMra/oíodo y el doctor Molares ofrecieron sus servicios de excava-
dores de ruinas al profesor Mantón, quien, compadecido de ellos,
K ( es llenó el estómago y les obsequió unos picos y unas palas con los
| males podrían retribuirle en parte su generosidad.
ZANE «'"^as^ ^
GREY "TAMBORES
DEL DESIERTO"
c o n
WARNER RAXTER — FORD STERLING
MARIETTA MILLNER
Película presentada por
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Película Paramount
A poco de haber llegado al ruinoso paraje donde el profesor
Mantón practicaba sus excavaciones, comenzaron a hacer su apari-
ción en las vecinas alturas algunosi indios armados, al parecer con
no muy pacíficas intenciones. Absorto por completo en sus estu-
dios y excavaciones, el profesor no hacía caso a las advertencias de
su hija María, quien con femenina intuición preveía el peligro
que les acechaba.
Desoyendo los consejos de Juan Curry, un minero muy cono-
cedor del desierto y de sus pobladores, el profesor Mantón insistió
en quedarse en aquel lugar en espera de Guillermo Newton, un
supuesto amigo de la familia, que se le había ofrecido como guía
y compañero de viaje.
En el instante en que Newton llega al lugar de la cita, una
avalancha, originada de manera misteriosa, da ocasión a éste de
salvar a María a quien arranca heroicamente del peligro y la con-
duce a galope tendido de su brioso caballo a un lugar no tan seguro
como la joven se imaginaba.
La separación de María y su padre es larga y angustiosa. Ene-
migo irreconciliable de Curry, Newton no pierde ocasión de influir
en el ánimo de la joven para que le odie, llegando hasta el extremo
PAGINA 25
Mensajero tfamnwunt
i
de asegurarle que Curry es culpable de la entrega de su padre
a los indios navajos. La desconfianza de María hacia el hombre
que contra todos y a pesar de todos quería salvarla de caer en
las garras del desleal amigo que buscaba su perdición, crecía por
momentos. En estas circunstancias, Guillermo Newton pa-
saba a los ojos de María como un héroe, mientras que Juan
Curry no era más que un villano redomado que pretendía
seducirla. Sin embargo, el tiempo no tarda en sacar a la in-
cauta joven del error en que se halla.
Soliviantados los indios pielos rojas por las infames maqui-
naciones de Guillermo Newton, quien, so pretexto de favore-
cerles, trata solapadamente de despojarlos de sus terrenos ri-
quísimos en yacimientos de petróleo, una hermosa mañana
el eco de los tambores de guerra de los navajos atruena
el espacio, mientras las legendarias señales del humo
desde la cima de los montes vecinos, escuetos de vegeta-
ción, avisan a los miembros de la tribu, que se hallan
dispersos por el ancho desierto, que la rebelión contra
el espoliador blanco ha estallado con indómita bra-
vura y sanguinario encono.
Mientras tanto, el profesor Mantón continúa
cautivo en la cueva del Ojo de la
* , mas no de los indios, sino de
los infames secuaces de Guillermo
Newton, quien pretende valerse de
esa infame estratagema para conquis-
tarse el Eavor de Marietta a costa de
Curry, al que acusa de secuestrador
de su padre en connivencia con los
navajos. La reconcentración de éstos
se efectúa con presteza típicamente
india y con la precisión de hombres
avezados a las grandes marchas a pie
o a caballo por las candentes arenas
del desierto.
El eco acompasado y siniestro de
los trágicos tambores del desierto ca-
da vez se hace más perceptible v cer-
cano. Los indios avanzan en línea
PAGISA 26
cerrada hacia la aldea do
de se halla María, con ái
mo de incendiarla. Al ve
se perdido, Newton hu j
con unos cuantos de s
secuaces hacia los camp
de petróleo donde creía h
liarse seguro al amparo
los fusiles de los soldad
del gobierno.
Mientras tanto, deseo
Curry de impedir el derr
mamiento de una sola go
de sangre, ruega al je
Oso Valiente que le escuc!
dos palabras de amistad
buen consejo.
Desenmascarado el mis
rabie Newton, a quien los soldados cuya protección bu
cara se encargan de poner a buen recaudo ; devuelto
profesor Mantón a la libertad y a sus estudios arqueol
gicos; restablecida la paz en los dominios del jefe 0.
Valiente, el oro líquido surge de
entrañas de la tierra llevando el biene;
tar y la felicidad a innumerables h
gares indios.
Los tambores del desierto, silencij
dos por la voz amiga de Juan Currj
vuelven a redoblar con alegre acenlj
mientras los ágiles pies de los indi<|
navajos trazan caprichosas figuras <|
religioso simbolismo sobre la arena dj
desierto . . .
Mensa/era §*araitwwit
que llevan aquel nombre.
Marietta Millner dio la vuelta al mun-
do siendo primera actriz de la com-
pañía de películas Jacoby, de Berlín,
la cual produjo una serie de cuatro
películas filmadas en los mismos lu-
gares que indicaba su argumento.
Parte de este viaje fué hecho a ex-
pensas de un capitalista americano,
Mr. Cari Laemmle, presidente de la
Universal. Así fué cómo la seño-
rita Millner viajó por el mundo du-
rante los meses del invierno de 1925
María y Juan Curry son f e-
:es ; también lo son el Doctor
úralotodo y su satélite Mo-
es. . .
1
Publicidad y Propaganda
REVÉ BIOGRAFÍA DE
MARIETTA MILLNER
Marietta Millner, a quien
)r su belleza alguien ha 11a-
ado la "Cleopatra del Rin,"
l viajado, durante su larga
irrera artística, por tres de
s cinco partes del mundo a
ber: Japón, Canadá, Argen-
na, India, Noruega, Cuba y
hiña, y no está lejano el día
je Fráulein Millner pro-
ngue sus excursiones geo-
-ancas por el África y la
fceanía. Nada más natural
lógico, pues, que la última etapa de su lar-
i peregrinación por el mundo terminase en
ollywood, la Meca cinematográfica mun-
al, o, si hemos de ser más exactos, en ese
mplo del novísimo arte que se llama Para-
lount, en donde acaba de firmar un venta-
osísimo contrato con la empresa Paramount
amous-Lasky, productora de las películas
y la primavera del 1926, en cuyo tiempo ini-
ció su carrera cinematográfica. Desde en-
tonces esta eminente actriz vienesa ha toma-
do importante parte en varias de las pelícu-
las más notables que se han impresionado
en Europa, en donde goza de gran prestigio
y merecido renombre. Sin embargo, no ha-
biendo aparecido en ninguna de las produc-
ciones "especiales" que por arreglo mutuo
entre diversas compañías europeas y norte-
americanas se importan en los Estados Uni-
dos, el nombre de Marietta Millner es poco
menos que desconocido en ese país. Afor-
tunadamente para el arte cinematográfico,
que con tanto amor e inteligencia cultiva la
ilustre actriz austríaca, ese desconocimiento
cesará en breve.
La señorita Marietta Millner nació en
Viena (Austria) el 8 de diciembre de 1899,
y fué edu-
cada en el
Liceo de
aquella capi-
tal. Miss Mill-
ner pasó la ma-
yor parte de su
infancia y juventud
primera en la ciu-
dad de Waltz. En
1925 ingre-
s ó en el
cinematógrafo s
haber aparecido ja-
más en las tablas de un teatro.
Su peregrina belleza, unida a
su raro talento artístico, abrióle
en seguida las puertas de los
principales estudios de Europa.
Marietta Millner sobresale en el
drama, pero es igualmente apta
para interpretar papeles cómicos.
La "Cleopatra del Rin" mide
cinco pies y tres pulgadas de esta-
tura; es trigueña, tiene los ojos
pardos y el cabello oscuro. Los
más renombrados escultores y pin-
tores de Austria y Alemania están
contestes en asegurar que el tipo
de belleza de Marietta Millner
especialmente las líneas de su ros-
tro son perfectos. Esbelta y grá-
cil, Miss Millner se mueve en la
pantalla cinematográfica con la
majestad que Cleopatra debía mo-
verse en los salones de su palacio
egipcio.
La primera película interpreta-
do en los Estados Unidos por Marietta Mill-
ner es la intitulada Tambores del desierto,
de la Paramount, que se estrenará en el
teatro esta misma semana.
Es curioso notar la forma en que Marietta
Millner llegó a los Estados Unidos, para
filmar Tambores del desierto. A punto es-
tuvo de creer que los Estados Unidos eran
todavía el legendario país de los pieles rojas,
pues apenas puso los pies en Nueva York
cuando ya fué enviada, con toda premura,
a la región donde vegetan los escasos restos
de la tribu de los navajos.
Allí, por tres semanas, vivió completa-
mente apartada de la civilización del hom-
bre blanco, sin ver otra gente que los temi-
bles indios de tez roja.
PAGINA 27
Wm
Mensajera ^arainaunt
Las Películas Cortas de la Paramoun
Ultimas Presentaciones de este Género
Billy Dooley, el saladísimo marinero de las películas Paramount-Christie, en tres chistosas escenas de la película "Bogad, marineros, bogad," de esta
marca.
APENAS han hecho su aparición en la
pantalla de los teatros del Broadwa}
neoyorquino las primeras películas
cortas de la Paramount que anunciamos en
números anteriores, el interés del público y
de los empresarios cinematográficos se ha
manifestado en una forma inusitada en esta
clase de películas, las cuales hasta ahora se
había considerado de escasa o ninguna im-
portancia. Encabeza la lista de las películas
cortas de la Paramount, hasta ahora proyec-
tadas, la intitulada Elegía, un bosquejo dra-
mático en dos actos, interpretado por el niño
Philippe de Lacy, quien tiene a su cargo el
papel de protagonista ; Tyrone Power, el
formidable actor, que el público ha admirado
en tantísimas películas; la lindísima actriz
Gladys Brockwell, Ethel Wales y otros ar-
tistas. Elegía es un drama corto en exten-
sión, pero inmenso en intensidad dramá-
tica. "Sería imposible — dice un crítico
americano — encontrar más emotividad y
sentimiento en una película de seis o más
rollos de extensión, de la que contienen los
dos rollos de Elegía. He aquí una película
que llega a lo más recóndito del alma y nos
hace sentir el dolor que aflige al infantil pro-
la-' mista por la pérdida de su perro, su úni-
co amigo en la orfandad. Con Elegía la
Paramount lia inaugurado un servicio de
películas llamadas de corto metraje al cual
auguramos el más rotundo de los éxitos."
Elegía ofrece la particularidad de no te-
ner un solo título descriptivo o dialogal.
Pertenece al grupo de presentaciones
Charles B. Mintz.
Simultáneamente con Elegía, la Para-
mount dio al público que concurre a los
cines neoyorquinos, la chistosa farsa intitu-
lada Bogad, marineros, bogad, en la cual
PAGINA 28
Billy Dooley, Crispido, hace las delicias de
los espectadores durante veinte consecutivos
minutos. Los principales intérpretes de
esta humorada cinematográfica, que perte-
nece al grupo Paramount-Christie, son,
aparte el protagonista, la lindísima Vera
Steadman y el no menos chistoso Eddie
Baker. Bogad, marineros, bogad, comedia
en dos actos, ocasionará un chaparrón de
carcajadas en cuantas partes se proyecte.
Interpretada por Bobby Vernon, hemos
visto la película corta intitulada Medias cor-
tas, en la cual el graciosísimo Bobby hace
desternillar de risa al respetable con sus tru-
cos y alegres donosuras. Con Bobby Ver-
non aparecen en esta película nuestros an-
tiguos conocidos de las comedias Christie,
la gentilísima Francés Lee y el discreto y
simpático comediante Eddie Baker. Miss
Lee hace una maestra de escuela que nos
hace pensar con añoranza en los días esco-
lares, y Bobby desempeña el papel de un
alumno travieso que revuelve toda la clase
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VMth
Edward Everetl Horton derrocha la sal por tone-
ladas en la película "El redactor fotógrafo," per-
teneciente al grupo de Producciones Hollywood,
distribuidas por la Paramount.
y termina por casarse con la maestra, pi
lo de la calza corta y las medias de coleg
no es más que un ardid del muy cuita
Bobby para lograr acceso en el domicilio
la maestrita a escondidas del papá, quii
resulta ser nada menos que un guardia d
blico de lo más cascarrabias que imaginar
puede.
Edward Everett Horton aparece en u
película del grupo Producciones Hollywoc
intitulada, El redactor fotógrafo. Con He
ton figuran en el reparto de este film la pi
ciosísima actriz Ruth Dwyer y las emine
tes artistas Josephine Crowell y Aile
Manning.
Eutimio, que así se llama el protagonis
de este film de gran hilaridad y regocijo
redactor fotógrafo de un rotativo metropo
taño. Comisionado por el redactor en je
para que consiga una fotografía de Sari
la hija adoptiva de doña Restituía de Pe!
líos, para publicarla en el periódico, Eu|
mió se disfraza de mujer y finge ser na
menos que miss Dalia Azulejo, una cont
renciante y recitadora, a quien la de Pelilli
ha invitado a dar una conferencia en
casa sobre la "Influencia del pelo corto
la mujer," y otros temas sociales tan tni
cendentales para la humanidad y los peí
queros como éste. Todo marcha a pee
de boca para el conferenciante impost'
hasta que a miss Dalia se le ocurre hacer
mala hora su aparición en la escena. Afc¡
tunadamente para los pantalones de E
mió, pues de seguro que habrían salido 1
librados del furor de la Azulejo, Sarita
enamora súbitamente del redactor fotógral
y ambos huyen del domicilio de la enfuij
cida doña Restituía para dirigirse a la re<
Mensajera paramount
i
Mejoran el Programa del Empresario
'■- ?
ion del Clamor Público, en donde Eutimio
etrata a la bella Sarita en cuantas poses
lesea.
'■ El público ha visto, durante los últimos
ños, innumerables revistas de actualidades,
aunque muchas de ellas son dignas de
ncomio, ninguna superará a la que con el
ombre genérico de Sucesos Mundiales Pa-
imount aparecerá el primero de agosto en
. pantalla de los
Inés de los Estados
Jnidos y oportuna-
íente en la de los
dones y teatros ci-
nematográficos d e
\ bdos los países de
I tierra donde se
khiben películas.
f tos inmensos recur-
ds, la vasta organi-
ación con que
lienta la Paramount
•' los numerosos co-
[responsales de que
tjuede disponer, dis-
tribuidos en todos
s países del mundo,
n garantía de la
pntualidad y exten-
jón del servicio de
ovedades gráficas
undiales que la
aramount estará en
ndiciones de dar al
pnpresario cinema-
ográfico. Alguien
sugerido como
scripción que de-
ría campear en la
)rtada de la nueva
vista cinematográ-
:a, "El pulso de la
marca de fábrica Paramount es símbolo de
supremacía en los dramas y comedias cine-
matográficos que hoy se llevan a la pantalla,
también lo será la marca de fábrica cuyo
facsímile reproducimos en esta página para
los fines que aquí tan someramente dejamos
apuntados.
No queremos terminar esta crónica sin
dedicar unas cuantas palabras a las mag-
mount, son,
vertidas.
asimismo, muy amenas y
di-
Ya en prensa la crónica anterior, a nues-
tra mesa de redacción llega un ejemplar del
boletín Paramount-Christie en el cual se
anuncia la inminente distribución de una
película cómica de Jimmie Adams, intitu-
lada, El Dr. Curalotodo, durante el trans-
curso de la cual este
inimitable actor có-
mico se vuelve negro
para obligar a su fu-
turo suegro a que
tome unos polvos
contra la j aqueca,
convenientemente
adobados con unos
cuantos granos de
arsénico, a fin de
que, bajo el sopor
de la droga, le dé
tiempo de escabu-
llirse lindamente con
la lindísima Ethel
Shannon, que en es-
ta película interpreta
el principal papel fe-
menino.
También anuncia
Paramount - Christie
el próximo estreno
de una película inti-
tulada, A la fran-
cesa, en la cual to-
man parte N e a 1
Burns, Doris Daw-
son, Sid Smith y el
perro Buddy.
timanidad." No an
i muy descamina-
b, por cierto, quien tal cosa ha sugerido,
,'iies la Paramount se propone que Sucesos
undiales sea algo así como el espejo que
kflejara en la pantalla de los cines del mun-
entero los latidos de la humanidad, los
pechos más culminantes que ocurren en el
Íaneta que habitamos. No importa el sa-
ificio que haya que afrontar ni los gastos
ue sea preciso erogar para poner ante los
¡os del público, rápida, oportuna y com-
¡ Tensivamente, todo cuanto digno de ser co-
cido suceda en el ancho mundo. Si la
El chistosísimo actor Jimmie Adams y la graciosa^ actriz Ethel Shannon en ana escena de la película
"El Dr. Curalotodo." — Escena culminante de la comedia "Medias cortas" interpretada por el inimi-
table Bobby Vernon y la gentil actriz Francés Lee. — Estupenda escena de la misma película. — Regoci-
jante escena de la comedia "El Dr. Curalotodo."
niñeas caricaturas animadas que surgen del
mágico tintero del popular dibujante ameri-
cano Max Fleischer, quien ha popularizado
entre los aficionados al cine al célebre paya-
so Koko, al que obliga a hacer mil diabluras.
El arte con que sus últimas creaciones, Ko-
ko policía, Koko jugador de pool, Koko ca-
ballero errante y El bastón de Koko, han
sido llevadas a la pantalla, le han valido uná-
nimes aplausos. Las caricaturas del chisto-
so Cascabel, el Gato Negro, presentadas por
Charles B. Mintz y distribuidas por la Para-
Las actividades en
el estudio de Chris-
tie, donde se impre-
sionan las películas
del grupo Paramount-Christie, han llegado
a su período álgido con el ingreso en los
elencos de la Compañía de un buen número
de popularísimos artistas, entre los cuales
figuran Sid Smith, Billie Engle y Jimmie
Harrison. Entre el elemento femenino
cabe mencionar los nombres de Lorraine
Eddy, Doris Dawson y Gayle Lloyd.
Ann Christie acaba de regresar de Pago
Pago, en los mares australes, y pronto co-
menzará a actuar ante el objetivo con Jack
Duffy.
PAGINA 2?
Mensajera tfaramaunt
NUEVA YORK Di
CHANG! -ENTRE ESQUILO Y ARISTÓFANES. — JAGUARES Y TIGRES. — RELÁMPAGOS
CHANG!— La mitad de Nueva York
aún intrigada ante esc exótico
vocablo que Broadway clama con gri-
to de luz sobre la noche y que tatúa bárba-
ramente enormes carteles, pero la otra mitad
ciudadana, por saber ya lo que "Cbang"
significa, registra en su sensorio un caudal
de inefables emociones:
—Ya vio usted a "Cbang"?. . . ¿No?. . .
Cómo es posible?. . .
Pero si a la pregunta se responde afirma-
tivamente, prorrumpen los interlocutores en
torrentes de comentarios, efusivos, admira-
dos, conmovidos y sobrecogidos aún por la
sorpresa ante algo maravilloso :
—Esos tigres bengalíes gordos y cebados
como reses, lanzados al aire en el flamígero
ataque, las fauces abiertas, las patas abiertas,
las zarpas abiertas . . . ! Y yo que creí que
eran largos y como fluidos... Ya muerto
uno de ellos apenas si seis hombres pueden
cargarlo ! Y el rebaño de elefantes como
mar encrespado, como un terremoto, como
un alud arrastrando peñascos, arrasando los
caseríos, aplastando cuanto encuentran al
paso... Y el "pithon" gigantesco? Y el
mono casi humano. "Bimbo," el pobre Bim-
Ln hijila de Kru con "Bimbo," sí/ fiel e insepa-
rable compañero.
bo, conmovedoramente abandonado en su
angustiosa fuga ante el leopardo?
Así prosiguen los comentarios de ese
"Melodrama de la Vida Primitiva," de esa
tragedia monstruo con toques de original
comedia, que tal es "CHANG," la flamante
y estupenda película que en esta ciudad de
constantes asombros es, hoy, el asombro su-
perlativo.
Entre Esquilo y Aristófanes. — Una fa-
milia en las selvas vírgenes de Siam, un ma-
trimonio con dos pequeños hijos y otro
adoptivo, un mono, "Bimbo," exaltado a pro-
tagonista en ocasiones, a verdadero protago-
nista entre esquiliano y aristofanesco, que
por medio de la pantalla nos revela su psico-
logía, afectos, asombros, inquietudes y pá-
nico y en torno de estos actores principales,
todo el majestuoso o temible "Dramatis Per-
sonae" del poeta Kipling en su ópera selvá-
tica, desde el patriarcal elefante con cóleras
de dios pagano y el tigre longibando — un
tigre íntimo e inédito que rectifica nuestras
convencionales nociones de museos y par-
ques zoológicos con superrealismo truculen-
to, — hasta el bestiario doméstico que se aso-
cia al hombre y corre su suerte en medio del
pavor de las selvas vírgenes. . .
Se inicia la obra con un áspero idilio, es-
pecie de pastoral donde se adivina la trage-
dia invisible ; ruidos, aromas, vislumbres
que amenazan en la sombra, en torno de la
choza elevada sobre pilotes para librarla de
las fieras que rondan. Allí se ve a la pareja
afanosa en labores de su vida simple durante
el día y de noche resguardando a sus ani-
males dentro de fuertes jaulas y corrales.
Bellísima escena aquella en que todos
duermen plácidamente, aun el simpático
Bimbo, que con su agudo instinto, comienza
a dar alarmantes señales de inquietud . . .
Jaguares y Tigres. — La tragedia surge.
Un jaguar consigue franquear el alto corral
de la cabra eme, en angustioso combate,
frente a nuestros ojos, defiende patética-
mente a su tierno crío. . . Más tarde el
tigre asoma y lo vemos rondar tan cerca
y tan naturalmente feroz y detallado que
en un instante de ilusión pueril nos sen-
timos en peligro ... Al fin el enorme y ma-
jestuoso animal se torna frenético y hace
presa del manso buey-búfalo, que era tesoro
5 -
de la casa, preciosa ayuda en las faenas
aun sufrida cabalgadura de los chicuelos
El acecho, la embestida y el sacrificio c
la pobre res llevan lo patético hasta el co
mo ... El río se tiñe con la sangre de
víctima y creemos que al rebrincar la fier
nos salpica. . .
Sólo con el jaguar, la familia pudo con
batir, pero tratándose del tigre hay qi
pedir auxilio a las aldeas vecinas y entoi
ees la persecución se hace común y sist<
mática. Se excavan fosos disimulados pal
que la fiera caiga en su fondo ; cuelgan 1
maniquíes de forma humana para cazar
tigre mientras los ataca ; se tienden redes c
lianas y trampas de lazo. . .
El felino enorme tras de atacar al maniqi
con rabia que eriza el cabello, cae a uno (
los lazos que lo sujeta por una garra; peí
cuando los batidores lo creían dominac
rompe la ligadura y apenas permite que
hombre, dándose cuenta del mortal peligí
cargue en vilo a sus hijos y con su hembí
eche a correr. La más impresionante y cor
gojosa persecución sobreviene hasta que
hombre jugando el todo por el todo, se di
tiene y con celeridad admirable apunta y dij
para el certero rifle, que deteniendo al tigí
en mitad del salto homicida lo hace rodq
por tierra, como una masa inerte.
Relámpagos y Tempestad. — Cuando ■
Nemrod triunfante se creía a salvo y jugar
do abría las enormes fauces del carnicen
tendido a sus pies, la mujer lanza un gritl
ante la súbita aparición del macho de la I
gresa muerta. Sigue otra escena de drarni
tico paroxismo y agudas peripecias, hast
que el tigre en su carrera de vindicatix
ataque se desploma pesadamente en u
de los fosos. . .
Parecería que tras de tales episodios,
tragedia hubiera culminado y no es a:
Pronto va a alcanzar épicas magnitude;
pues si tigres y jaguares fueron como ra
lámpagos ahora viene la tormenta, la ve:
dadera tempestad desencadenada con prcj
porciones enormes, máximas, casi cósmi
cas. . .
Ya la familia había hecho su plantío o
arroz que prosperaba, cuando una mañarij
descubre el arrozal que iba a sustentarles
PACIXA 30
Mensajera tfarammuit
DÍA y de noche
TEMPESTAD — LA TRAGEDIA CULMINA. — ANIMALES ACTORES. OBRA MAESTRA.
>do destrozado . . . Enormes huellas le re-
dan la causa siniestra,' increíble pero tam-
én inconfundible y confirmada. Corre
icia los ancianos de la tribu y les revela el
ícho abrumador: "Chang, el terrible
'hang,' mil veces más terrible que el tigre,
i hecho su aparición!"
Ríen los viejos mascadores de betel y lia-
rían al mensajero timorato, "hijo de mo-
&" . . . Ríen también los monos familiares
ae hacen el papel del Coro griego, pero
-lando todos ríen, un ruido creciente como
jbterráneo y volcánico, como de mar albo-
)tado, comienza a hacerse oír...
\ Por fin, en los rostros incrédulos píntase
¡ espanto y los monos despavoridos suben
ista las ramas más altas de los árboles . . .
1 mensaje era cierto y la más terrible de
1s calamidades está a punto de suceder . . .
hang, el terrible Chang que se creía desa-
firecido para siempre, vuelve como en vie-
% tiempos, arrasando campos y aldeas.
¡¡ Se acerca el tropel de elefantes salvajes y
mélicos !
La Tragedia Culmina. — Sucede enton-
fS lo inaudito, lo que jamás vieron los es-
Inarios del mundo antes del Cine todopo-
íroso . . .
El "Chang" la horda maldita, se lanza como un devastador huracán, impetuoso e implacable, sobre los
poblados donde mora la ir. bu, sembrando la muerte y arrasando cuanto encuentra a su paso.
\ru, protagonista de "Chang" mostrando com't
tofeo de caza uno de les mortales enemigos del
hombre de la selva.
Un rebaño de cien o doscientos elefantes,
un maremágnum bestial, se acerca a la frá-
gil aldea y despedazándolo todo bajo las pa-
tas enormes y las catapultas de las trompas,
deja tras de su paso un hacinamiento de
escombros, entre los cuales asoman las po-
bres bestiecillas que sobrevivieron... Un
cataclismo cósmico no hubiera hecho más
¿año que ese tropel de paquidermos, seme-
jantes a máquinas locas, pero capaces de
marchar al capricho de su delirio destruc-
tor. . .
Los habitantes de la aldea, que huyeron
ante la embestida, se reorganizan, empren-
den una batida y tras de una acción tan es-
tratégica como una batalla campal, logran
encerrar a los proboscidios en uno de esos
enormes corrales reforzados e inexpugna-
bles que Asia llama "krall." Con esa final
victoria termina el vasto y espectacular dra-
ma en virtud del cual, por el ingenio y la
audacia de los autores, las misteriosas y le-
janas espesuras del Asia, se han abierto y
revelado sus misterios en el corazón del
mundo civilizado.
Animales Actores. — La fascinadora
emoción de esta película consiste en que,
además de la familia siamesa, las bestias de
la selva son comparsas, actores y aun pro-
tagonistas de la originalísima creación y tan
es verdad lo que digo que durante una larga
escena es Bimbo el único actor, colaborando
no sólo con sus gestos, sino con su psicolo-
gía, al comunicarnos sus reacciones senti-
mentales. Bimbo manifiesta todo el meca-
nismo de su "animula," alborozada y tra-
viesa con los niños, codiciosa y rijosa con
sus semejantes, inquieta ante amenazas y
despavorida frente al peligro. Es Bimbo
todo un actor cuyas congojas y tribulacio-
nes compartimos y supera a Rintintín como
animal actor, más que por antropomorfo,
por su psicología más complicada y su inteli-
gencia más próxima a la nuestra.
Los demás monos del drama, glosan los
sentimientos de los protagonista como el
Coro Trágico, exagerando la alegría de la
familia con grandes saltos, con pavor frené-
(Continúa en la página 34)
PAGINA 31
Mensajera ffarainaunt
"La Fragata Invicta" es una Obra Maestra de Colosales Proporcione:
Honra a cuantos han contribuido a su producción.
L
A fragata Constitución, en torno a la cual gira el argumento
de la ¡a- líenla de la Paramount, intitulada La fragata invic-
ta , es una reproducción exacta de la nave que a principios
del siglo XIX humilló el poder dé los piratas tripolitanos que se
habían enseñoreado de una gran parte del mar Mediterráneo. La
imaginación popular, siempre amiga de fantasías, bautizó la nave
limeta con el nombre de Oíd Ironsides, o casco de hierro, pues a
pesar de estar construido de recio roble, las balas enemigas rebo-
taban en el como si fuese de ese material.
Para la construcción de la fragata que aparece en las escenas
de la película a que nos referimos, sus constructores se ajustaron
fielmente a la verdad histórica en todos sus detalles, a fin de que la
Constitución, de la película, fuese una reproducción exacta de la
que un siglo antes se construyera en los astilleros de Massachus-
st lis. famosos en los días de
la navegación a vela por las
airosas j gallardas naves que
salían de ellos para pasear el
pabellón de la joven Repú-
blica por todos los mares de
la tierra.
Como es fácil suponer, ta-
rea difícil es en los tiempos
que corremos, tiempos de
viajes trasatlánticos en aero-
plano, equipar un buque de
las dimensiones de la fragata
C onstituciún sin que al pri-
mer embate de las olas se
parta su casco de madera en
dos mitades. No es menos
difícil, ciertamente, encon-
trar hombres lo suficiente-
mente versados en estos
asuntos que se presten a tri-
pular una embarcación de vela destinada a servir de escenario flo-
tante a una troupe de artistas cinematográficos.
James Cruze, el artista insuperable, podría escribir un tomo de
regulares dimensiones acerca de las dificultades que tuvo que ven-
cer y de los obstáculos que tuvo que allanar para maniobrar una
escuadra de cuatro unidades con una dotación de más de dos mil
uombres, simulando combates navales, abordajes, incendios y hun-
dimientos.
Impresionar las escenas navales de esta película no fué tarea
de un día, m de una semana, ni tampoco de un mes. Fué el trabajo
constante y tenaz de varios meses, con vientos favorables unas
veces, corriendo temporales otras, y arriesgando siempre la vida
en aras de la verdad histórica y de la belleza artística.
Es indudable que en la historia del cinema no se registra ni
se registrará durante mucho tiempo por venir, hazaña semejante
Xo en vano el público, la crítica y los peritos en estas materias
han prodigado calurosos aplausos al hombre que concibió seme-
jante obra maestra y supo llevarla felizmente a cabo.
De estos aplausos que se le han prodigado, James Cruze ha
querido que compartiesen los que con él han colaborado y han con-
PAGINA 32
Sensacional escena de la película "La fragata invicta." Combate naval ante los
fuertes de los piratas tripolitanos.
tnbuído^a la realización de una de las películas más bellas y d
concepción más atrevida que se han llevado y que se llevarán a 1
pantalla.
Nada más razonable y justo, pues así como las hazañas qu
hace más de un siglo se registraron a bordo de la verdadera fra
gata Constitución en aguas tripolitanas, requirieron para su ejecu
ción el concurso de valientes oficiales, de inteligentes marinos y di
una legión de soldados disciplinados, así también al impresiona
en la cinta de celuloide la narración cinematográfica de aquello
hechos heroicos, el director de la película necesitó la cooperaciói
de numerosos elementos cuyos nombres no figuran, desgraciada
mente, en el reparto de ella, al lado del de los intérpretes que tai
admirablemente encarnan a los personajes históricos de la epo
peya norteamericana.
Si desde el punto de vist;
pictórico y espectacular
película La fragata invicta e
una obra maestra de la cine
matografía, es preciso confe
sar que el asunto es dignij
complemento de ella. Entre
lezadas las escenas por un;
novela sumamente interesan
te, sus intérpretes cautivan
desde el primer instante e
corazón del espectador ha-
ciéndole vivir momentos de
intensa emoción. Instante
hay en el desarrollo de la pe-
lícula en que las figuras de 1;
trama adquieren las gigan-
tescas proporciones de 1;
misma fragata y hacen qu<
el espectador no sepa si ad-
mirar más a la gallarda navej!
en conjunto, o a cada uno de los personajes de la obra que la tripuJ
lan. Audaces, fuertes, generosos, cada uno de ellos se hace acree-jj
dor a los aplausos que el público tributa a La fragata invicta, y al
cada uno de ellos, lo mismo que a los artistas anónimos que ha|
colaborado en el "estudio" y en el mar en su producción, corres-
ponde el mérito de haber escrito en los anales de la cinemato-
grafía norteamericana una de sus páginas más brillantes.
Joan Gall.
Próximos Grandes Estrenos Paramount
"LA FRAGATA INVICTA"
"LOS ROUGH RIDERS"
•LA ENEMIGA DEL ALMA'
•CHANG"
"LA TRINCHERA"
"ALAS"
"BEAU SABREUR"
"LA MARCHA NUPCIAL'
Léase su argumento en próximos números del
MENSAJERO PARAMOUNT
Mensa/era tforamount
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LA PARANOUNT POR EL MUNDO
Conmemoración del Segundo Aniversario de la Paramount en la Argentina.
CON motivo de celebrar su segundo
aniversario de existencia en Buenos
Aires, la Paramount invitó a un nu-
neroso grupo de exhibidores, empresarios
\r periodistas gremiales a un banquete que
me realizó en la Confitería del" Molino.
Previamente, los concurrentes presencia-
[•on la exhibición de la película "Lo qué es
I a Paramount," filmada con motivo del de-
cimoquinto aniversario de su fundación. Pa-
•a la mayoría de los asistentes, esta pelí-
cula fué una revelación, pues aunque el con-
: acto directo, durante muchos años, con los
isuntos relacionados con el cinematógrafo
ía familiarizado a los exhibidores con el ne-
hocio de películas, el conocimiento que de él
|- ienen ha de limitarse, forzosamente, a la
Ibarte administrativa. En esta película, en
ambio, se les brindó la oportunidad de cono-
cer de cerca la confección de películas, desde
[a incubación del argumento en la mente del
director hasta la realización de las escenas.
I El trabajo mental, la tensión nerviosa, en
luna palabra, la parte preparatoria de una
película hasta que llega el momento de
'montarla," es lo que los invitados han po-
llido apreciar de cerca y valorizar el esfuer-
zo que ello requiere.
La presentación fragmentaria de las prin-
Hipales películas que constituyen el pro-
grama Paramount de 1927, tuvo la virtud de
honvencer a los señores exhibidores de que
-ísta marca, es, en efecto, muy difícil de
.uperar. La bondad de los argumentos, la
! ralidad de los intérpretes, sus directores,
[ Ka presentación, todo, en fin, ha contribuido
|U producir una impresión óptima que ha de
raducirse durante el año en pingües ga-
íancias.
' El banquete realizado a continuación —
irnás de cien cubiertos — reunió a lo más im-
portante del gremio, transcurriendo el ágape
ll^n un ambiente de franca camaradería.
i Ofreció el banquete nuestro gerente,
señor Fred. W. Lange, quien con oportunas
; )alabras, aludió el motivo de la fiesta. El
v>r. Gil, abogado de la empresa, historió,
[luego, con elocuencia, la labor realizada
por la Paramount y recordó la declaración
j aecha por Jesse L. Lasky en la Conven-
Ición de Nueva York, de que en lo suce-
i, livo la Producción Paramount se haría sin
supeditarla a sugestiones de la Prensa e im-
>osiciones de los artistas principales que co-
Aspecto que ofrecía el elegante comedor de la Confitería del Molino durante el banquete con que el
señor Fred W . Lange, gerente de la Paramount Films, S. A., de Buenos Aires, obsequió a los exhibí
dores, empresarios y periodistas bonaerenses con motivo de la celebración del segundo aniversario de
la Paramount en la Argentina.
hartan la libertad de acción y de criterio.
También anunció que, según noticias reci-
bidas de la casa central, el carácter de las
películas obedecería a una tendencia más in-
ternacional y menos localista.
También el señor Bauer tuvo frases feli-
ces en las que subrayó las cordialísimas re-
laciones existentes entre la Paramount y los
señores exhibidores y empresarios.
Oído el discurso final del señor Frugoni,
presidente del Centro Cinematográfico, ter-
minó el banquete que ha de contribuir, se-
guramente, a realzar y dar mayor prestigio
aún a la marca Paramount en la Argentina.
Nueva York de Día y de Noche
(Continuación de la página 31)
tico el miedo y en ciertos casos son "clowns,"
parodiando grotescamente el gesto humano.
Además de los monos supermimos y cori-
feos, todos los demás animales son actores,
desde los elefantes bajo el yugo que los que-
branta, hasta la familia de osos payasos que
sin saberlo parodian superándolos a Toto y
Red Tom . . .
Obra Maestra. — Chang es hoy la obra
maestra del Cine por su originalidad, por su
natural grandeza espectacular y por el osa-
do ingenio de su técnica operatoria. ¿ Cómo
pudieron, sin perecer, los fotógrafos tomar
las vistas del asaltó elefantino, entre las pa-
tas mismas de los monstruos ? ¿ Cómo logra-
ron esos "close-up" de tigres y leopardos en
que aun. el espectador cree sentir el soplo
feroz ? ¿ Cómo se hizo para que la familia
fuera seguida tan de cerca por la fiera ? . . .
Desde las copas de los árboles y al ras del
suelo, de arriba y de abajo, de todos los pun-
tos posibles, parecen haberse tomado esas
escenas que libran entero el secreto de las
Selvas Vírgenes. . .
Hermana en maestría de "Nanuck del
Polo" y de "Moana del Mar Austral," es
"Chang," obra que, uniendo al valor emo-
cional y estético el técnico o fotogénico, sin
recursos bastardos, realiza la difícil super-
maestría.
JOSÉ JUAN TABLADA,
(De El Universal, México.)
PAGINA 33
Mensa/era tyarammuvt
Sugestiones de Publicidad y Propaganda
UNA INDICACIÓN AL EMPRESARIO
Cada vez que el empresario haga uso del aparador o escaparate
de un establecimiento de la localidad donde está radicado, para
anunciar la película que exhibe en su teatro, ya sea por medio de
tarjetones, banderolas, prospectos, o empleando fotografías de los
principales artistas que la interpreten, deberá tener en cuenta que
dispone de un vestíbulo más para la propaganda, de modo que cuan
i-- más escaparates adorne, más vestíbulos añadirá al propio. Pro-
cúrese siempre que lo que se exhiba en los aparadores de los esta-
blecimientos de la localidad sea atractivo y que no desentone con
el contenido general del aparador, y de esta manera recompensará
con creces el favor que el dueño del establecimiento le hace, pues
éste saldrá indirectamente beneficiado con su propia propaganda.
Para la Propaganda Callejera
LA L Y LA I DE "EL HERMANITO"
Para la propaganda callejera de El hermanito sugerimos al
empresario un truco de publicidad que ha sido puesto en práctica
en los Estados Unidos con excelente resultado. Se trata de utili-
zar para ello los servicios de dos individuos, uno bajo de estatura,
procurando que se parezca lo más posible a Harold Lloyd, pro-
tagonista de El hermanito, y otro alto que le sirva de acompa
ñame. Si fuese posible encontrar en la localidad donde se exhibe
la película un individuo que supiese andar con zancos, el efecto
sería mucho mayor y más eficaz la propaganda. El empresario
debería proveer al individuo de los zancos de un letrero de regu-
lares dimensiones con la siguiente
inscripción, u otra parecida: "Mi
hermanito y yo vamos al cine a
ver a Harold Lloyd." El grabado
que aquí aparece dará al empresario
una idea exacta de la eficacia de
este medio de publicidad que le
sugerimos.
Disfrácese a una pareja, hombre
y mujer, con la indumentaria típica
de dos personas que viniesen de
una aldea. Hágaseles recorrer las
calles adyacentes al cine provistos
de sendas maletas con la siguiente
inscripción en ellas : "vamos al cine
... .a ver "El Hermanito."
Arréglese el vestíbulo del teatro
en forma tal que simule la entrada
de una casa de campo. Cuélguese,
o coloqúese, de pie, en un lugar
visible, un espantapájaros o pelele
que se asemeje a Harold Lloyd, lo
cual será sumamente fácil si no se
olvida el detalle de los quevedos de
carey, y disfrácese a unos dos o tres individuos al estilo tejano coi
una estrella de latón, distintivo del sheriff, en la solapa. Los imple
mentos de labranza estarán a la orden del día para la propagand;
de este film.
"TACONES DE GOMA"
El título de esta película se presta a trucos de publicidad suma
mente fáciles y atractivos. En toda localidad donde se exhiba estí
película no faltarán zapateros que deseen contribuir, en beneficie
propio, a la publicidad de Tacones de goma. Por ejemplo, consí
gase la cooperación de la mejor zapatería de la ciudad para e
siguiente truco : Coloqúese en la puerta del establecimiento a uj
individuo calzado con un par de zapatos provistos de tacones di
goma, los cuales golpeará repetidamente contra la acera. Pn>
véasele de un cartel en el cual se lea la siguiente inscripción
¿Cuantos choques soportarán un par de tacones de goma?, y
a renglón seguido : La respuesta la hallaréis en el Teatro (aqu
el nombre del cine donde se exhiba Tacones de goma).
Como que se trata de una película de asunto detectivesco, man
dése a la calle a un individuo estrafalariamente vestido, con un;
sarta de tacones de goma atada al cuello y una lupa o catalejo en
la mano, el cual se aplicará de en cuando en el ojo como tratando
de encontrar algo que se le hubiese perdido. Coloqúese un letrerí
en la espalda de ese individuo y, para mayor efecto, hágasele segui
de un perro atado con una soga que él tendrá en la mano.
"LA HORA DE AMAR"
Para la propaganda de la película La hora de amar, de U
Paramount, los relojes están, como es natural, a la orden del día
Coloqúese un reloj de gran-
des dimensiones (una es-
fera de madera bastará pa-
ra el caso) en el centro del
vestíbulo del teatro durante
la proyección de la película
y con algunos días de anti-
cipación a ella. En lugar
de manecillas pueden em-
plearse las figuras de Ray-
mond Griffith y Vera Voro-
nina, intérpretes principa-
les del film. Al pie de la
esfera puede colocarse esta
inscripción u otra parecida :
"La Hora de Amar" en este
teatro." Si el empresario
instalase un timbre eléctrico
que tocase a intervalos, el
efecto sería mucho mayor.
El mismo reloj puede mon- Anuncio de plana entera reproducido de ui
tarse en un camión como periódico japonés, publicado con motivo o|;
, , ,, la apertura en Tokio del Teatro Hogakuza
excelente propaganda calle- de ia p ar amount.
PACIDA 34
Mensq/era tyaranwunt
Publicidad y Propaganda para el Empresario
jera de la película. Co-
mo que el título de
esta película se presta a
muy variados y diver-
sos trucos de propa-
ganda, dejamos a la in-
ventiva del empresario
emplear 1 o s métodos
que él considere más
adecuados para atraer
el público a su teatro
durante la exhibición
de La hora de amar, de
Aspecto que ofrecía el escaparate de la oficina ^ a Paramount. No ol-
¿arcelonesa de la Paramount durante la reciente vidar al hacer la pro-
isita que Mr. Adolph Zukor, presidente de esta ' , -r, ,
Compañía, hizo a España. paganda, que Raymond
Griffith continúa siendo
chistoso actor de la chistera, con lo cual dicho está que el som-
ero de copa deberá ocupar un lugar importantísimo en el anun-
) de este film.
"TAMBORES DEL DESIERTO"
Para la propaganda de esta película de la Paramount el empre-
ño deberá tener presente que es la mejor que se ha producido en
■ género desde que se estrenó El ocaso de una raza. Tambores del
<<sicrto es, en algunos detalles, superior a aquella. Para el vestí-
¡lo del teatro, disfrácese de indios pielrojas a un par de individuos
( n sendos tambores, o tom-toms, los cuales redoblarán de tiempo
tiempo con el objeto de atraer la atención del público. Adórnese
vestíbulo del teatro y, de ser posible, parte del escenario, con
getación del desierto, como cactos, nopales, chumberas, etc. Para
publicidad impresa téngase presente que el autor del argumento
Zane Grey, primer novelista en asuntos del Wild West de
5 Estados Unidos.
"LOCO DE ATAR"
Una comedia que hace desternillarse de risa. Indudablemente
lo mejor que se ha visto en su género desde muchísimo tiempo,
da acción, cada movimiento, el más ligero cambio de expresión
el rostro del protagonista, todo tiende a provocar la difícil risa,
do que haya quien pueda estar serio cinco minutos contemplan-
> Loco de alar. La trama del argumento está bien concebida y
das sus escenas bien aunadas, con lo que se diferencia del giro
neral de las comedias, que, las más de las veces, no son otra
isa que una sarta de simplezas sin ton ni son, que surgen sin sa-
:rse cómo y no van a parar a ninguna parte en definitivo. Loco
' atar no pertenece a dicho género, es una comedia de verdadero
genio, que indudablemente pasará a ocupar un dignísimo lugar
itre los clásicos de la risa. Además tiene su moraleja: enseña
>mo todos, el que más y el que menos, tenemos una personalidad
gorosa dentro de nosotros mismos y que a veces es necesario
>mper ciertas nociones falsas y preconcebidas para que ella sobre-
ilga con pujanza, disipando temores y timideces que pueden des-
uir una vida entera. Loco de Atar es un film que no debe dejar
ver ninguna persona que tenga sentido humorista, teniéndose
primero por entendido í¡
que la seriedad no ex-
cluye el humorismo.
W. C. Fields se ha su-
perado a sí mismo en
el papel del protago-
nista. Ayúdale, muy
acertadamente, la joven
y simpatiquísima Mary
Brian.
Millares de aficionados al arte de la pantalla
ütiít^tat * o hicieron acto de presencia en el Teatro Príncipe
IVlü/UlZio j e Q a i eSt ¿ e Perih (Australia) para admirar la
ENROLLADAS"" película "Reclutas sobre las olas," de la Para-
mount.
Para la propaganda
callejera y de vestíbulo de este film pueden idearse una multitud
de trucos, a cual más atractivo, teniendo en cuenta el carácter ín-
timo de la prenda femenil a que alude el título de esta interesante
película de la Paramount. A esa intimidad se debe, precisamente,
que nos abstengamos de hacer ninguna sugestión directa de publi-
cidad como acostumbramos en otras películas de carácter menos
delicado que Medias enrolladas, dejando que cada empresario las
enrolle o desenrolle tan discretamente como pueda.
"BEAU GESTE" EN BARCELONA
Por la pantalla del Coliseum, de Barcelona, pasó en esos últimos
días la magnífica película Beau Geste, de la Paramount. Gazel,
crítico de la revista Popular Film, de la Ciudad Condal, dice que
Beau Geste "es un diamante ele purísimo oriente que lanza sus vivos
destellos en medio de las mortecinas luces de otras piedras, éstas
de quincallería," y más adelante añade : "Beau Geste es una gran
película sin adjetivos ni hipérboles; una película destinada a elevar
la categoría del séptimo arte."
LA TRINCHERA
La actuación de Pola Negri se eleva a cumbres de alta emoción
dramática en su nueva película La trinchera. Es una de las produc-
ciones más originales inspiradas por la tragedia de la Gran Guerra,
pues ofrece una faceta nueva, original, que jamás había sido pre-
sentada.
La vida detrás de las trincheras difiere mucho de la vida en el
propio campo de batalla. En éste impera el odio, en aquél otro lu-
gar, por una de esas paradojas tan comunes en la vida, el amor no
es sentimiento desconocido, aun entre los mismos enemigos que mo-
mentos antes pudieron haberse encontrado frente a frente con las
armas en la mano.
Escena típica de "Alas," película de palpitante actualidad, que se estrenará
en breve.
PAGINA 35
Un Film de
Grandioso Éxito
Harold Lloyd Corporation
EDITORES
Distribución Paramount
La película EL HERMANITO es lo
mejor que hasta ahora ha hecho
Harold Lloyd, el incomparable mago
de la risa. Posee todo el sentimiento
de "El favorito de la abuela" y toda la
gracia cómica de "El Colegial Nova-
to." ¡ Batirá todos los records de
contaduría!
Distribución gratuita
País de origen: E. X,".
0R&
Mema/era ^arammmt
<¡SL
Estudios de la Paramount en Hollywood
PAGINA 2
MENSAJERO PARAMOUNT
REVISTA MENSUAL PUBLICADA porel DEPARTAMENTO EXTRANJERO
DEDICADA al EXHIBIDOS
O. R. GEYER
Director de Publicidad
VOL. VI
PARAMOUNT FAMOUS IASKY CORPORATION
PARAMOUNT BUILDING, NEW YOKK
OCTUBRE 1927
J. VENTURA SUREDA
Editor
No. 4
Wamoont, He Aquí la Palabra
^L empresario cinematográfico sabe perfectamente que la pa-
I i labra Paramount, o supremacía, que es lo mismo, cuando
está estampada en una película, no es una palabra vana sino
promesa cumplida, o un cheque al portador cobradero en la
lúlla del teatro del empresario que la exhibe. Esto, que ha
'ido a ser axiomático en el mundo de la cinematografía, es una
íostración palpable de la confianza implícita que el exhibidor
;matográfico, como se dice por aquí, tiene depositada en la Para-
unt y en lo que este nombre de fábrica
resenta. ¿ Y qué representa el trad-e-
"k Paramount estampado en una pelí-
i?
Representa, comenzando por lo pri-
:o, un cuidado meticuloso en la se-
fión de los argumentos, especialmente
lo que a su catolicidad o universalidad
refiere ; representa interpretación es-
rada, unida a una dirección insupera-
, pues la norma de la Paramount, des-
que en sus orígenes trajo a América a
^ran Sara Bernhardt, hasta estos días
e acaba de abrir de par en par las
?rtas de su estudio californiano al
mer actor cinematográfico de Europa,
eminente Emil Jannings, por la pan-
ja donde se han proyectado las pelícu-
producidas por la Paramount ha des-
: Ido una legión de cineastas que ha contribuido de manera inne-
■)le a elevar la incipiente industria cinematográfica a la categoría
séptimo arte que hoy indisputablemente ocupa.
; Paramount representa, asimismo, un lujo verdaderamente asiá-
(p en las películas que así lo requieren y una propiedad escénica
? no en vano está puesta en manos de los mejores artistas ameri-
ios y europeos ; representa, last pero de ninguna manera least,
Ía emplear la expresión inglesa, una distribución tan genuina-
ite universal, que se extiende hasta los últimos confines de la
ra. Parafraseando la célebre expresión atribuida a un famoso
tiarca español, alguien ha dicho que jamás se pone el sol en los
ares donde está representada la Paramount.
Frontero a nuestra mesa de trabajo donde redactamos estas cuar-
SUMARIO
ij
i
li!
i !jj
; De los argumentos contenidos en este !
! número :
i
Página l
! "PAZ EN LA TIERRA"
... 5 i
'EL MUNDO A SUS PIES'. . . .
... 9 j
! "MADAME POMPADOUR" ....
...13 i
! "LOS DIEZ MANDAMIENTOS
i
! MODERNOS"
...17
j "EL HOMBRE QUE TRIUNFO"
...21 |
! "SALVADLA, BOMBEROS" . . .
25 :
1
"EL ULTIMO BANDIDO"
.29 !
: i
í ---i
tillas, tenemos un inmenso mapa terrestre en el cual aparecen in-
números puntitos de diferentes colores, según la importancia del
país, cinematográficamente hablando, cada uno de los cuales repre-
senta una oficina de la Paramount. Ciento ochenta puntitos estra-
tégicamente situados en las cinco partes del planeta que habitamos
(con excepción de los Estados Unidos), desde Tokio a Lisboa y
desde Copenhague a El Cabo, en el África del Sud.
Por medio de un sistema de distribución que no tiene igual en
ninguna otra rama de la industria mo-
derna, cuyo centro reside en el corazón
de la gran urbe norteamericana, las
películas que se exhiben en el famoso
Broadway neoyorquino son simultánea-
mente transportadas por el medio de lo-
comoción más rápido, no pocas veces en
aeroplano, a lejanos países en donde son
igualmente admiradas y aplaudidas por
gentes de otras razas, de otras religiones,
que se expresan en distintos idiomas,
pero que todos ellas experimentan idénti-
cas emociones como miembros de una
gran familia, la familia humana, unida
más y más cada día por la gran fuerza
de unificación del cinematógrafo.
Cuatro son las películas que en estos
momentos atraen la atención de todo
Nueva York: Él destino de la carne, in-
terpretada por Emil Jannings ; Paz en la tierra, en la cual la genial
actriz Pola Negri interpreta el papel de protagonista; Underworld,
una película en cuyo reparto figuran George Bancroft, Evelyn
Brent, Clive Brook y Larry Semon, y Alas, un film de gran actua-
lidad dedicado a los intrépidos aviadores del mundo, en el reparto
del cual se incluyen los nombres de Clara Bow, Arlette Marchal,
Charles Rogers, Richard Arlen y Gary Cooper.
Estas cuatro películas, para no mencionar más que los títulos
que actualmente son la sensación de Broadway, son producto típi-
camente Paramount, es decir, supremo, como quiere darnos a en-
tender el nombre inglés estampado al principio y al fin de las pelí-
culas de esta umversalmente popular marca de fábrica.
]niig|ll||Illllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllilllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllill!lSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!ll3]]]]]]]]3]]339n3l
PAGINA 3
Mensa/era ^aranwiuit
Los Últimos Grandes Estrenos Paramour
Impresiones de un espectador imparcial
"PAZ EN LA TIERRA"
HE aquí una historia que ofrece el in-
terés siempre inextinguible de las
situaciones paradójicas. Paz en la
Turra, llámase, con visión sublime de este
día lejano en que la paz sea patrimonio efec-
tivo de este reino, pero Paz en la Guerra
podría llamársele también, porque la paz
más excelsa es la paz del alma, la paz del
corazón, y ésta puede subsistir, aunque la
sangre corra a torrentes en el estridor des-
concertante de la batalla. Paz paradójica es
la de Arquímedes muriendo atravesado por
la hoja fría, ante la mesa donde solucionaba
sus profundos problemas geométricos; paz
paradójica es aquélla que, imperiosa, esta-
blece el dulce amor entre dos seres que mili-
tan en campos opuestos, separados por el
abismo infranqueable de los odios, por el
surco fatal y martirizante de la trinchera.
En esta película de gran efecto escenográ-
fico y profundo sabor psicológico, la emi-
nente y admirable Pola Negri despliega, en
grado máximo, sus soberbias cualidades de
gran actriz dramática, las mismas cualidades
que tan lozanos laureles siempre le han va-
lido; y que aquí, en Paz en la Tierra, des-
cuellan con mayor intensidad, como si la ar-
tista, arrebatada por la trama y por la pro-
fundidad emotiva de la obra, hubiera alcan-
zado a superarse a sí misma, haciéndose más
intensa, logrando desplegar con mayores
bríos sus expresiones de bondad, de compa-
sión, de odio, de duda, fundiéndolas todas
en el crisol ardiente y sensitivo de su alma
hasta producir el fino metal de las emociones
supremas, del sentimentalismo superabun-
dante del espíritu, que, cual oro del alma,
se resiste al ataque de todos los ácidos, re-
chaza la contaminación de todas las impure-
zas: el amor, el amor que todo lo dora, que
todo lo refina, que todo lo endulza y lo re-
dime y lo purifica.
Pola Negri es la Marta de Paz en la
Tierra, la perla preciada y bien querida de
los campos placenteros de la bella Norman-
día; la joven que entre los rigores y los
odios de una tierra sumida en los infiernos
malhadados de la guerra, responde valerosa
ai llamado de su corazón, que le dice impe-
rioso : ama, ama. . .
Pero el objeto de su cariño, desgraciada-
mente, es uno de los enemigos de su amada
PACiy i t
Francia, un prisionero de guerra que siente
sobre sí el desprecio abrumador contra el
teutón empedernido ; contra el que cruzó en
son de guerra los confines pacíficos de un
pueblo feliz que vivía al arrullo de las églo-
gas de sus pastores guardadores de rebaños ;
contra aquél a quien la opinión popular ha-
cía responsable de todo lo ocurrido ; el es-
pectro que, cual otro jinete de la revelación
apocalíptica, sólo fuera mensajero de mise-
rias, de crímenes y penalidades.
María, tal como ha logrado encarnarla
Pola Negri. protagonista de "Paz en la tie-
rra" y Mauritz Stiller, célebre "metteur'
sueco, director de la película "The W ornan
on Trial" que se estrenará en breve.
Pola Negri en el plateado de la escena mu-
da, simboliza un carácter elemental de ras-
gos eminentemente humanos, genéricos, in-
mensos y cosmopolitas; un carácter impere-
cedero ; un carácter que existió en los tiem-
pos remotos de las guerras de la Esparta con
la Grecia y de la antigua Roma con Cartago
devastada; un carácter que existe y existirá
eternamente por los siglos de los siglos, por-
que el alma humana es y será siempre esen-
cialmente la misma, idéntica en sus pasiones
y quereres, como inextinguible es la estrella
luminosa del espíritu, que dirase encendida
por la mano del Supremo ber pai a alumbrar
los pasos de la humanidad siempre indecisa
y vacilante, que sigue una estrella, sin saber
el porqué brilla, ni quien la encendió, sola-
mente porque es estrella y refulge sob
fondo tenebroso de la nada, y habla sileí
sámente de algo inefable que todos ansí;
y queremos y adoramos, de este algo qu
sabemos como describir pero que sent
y que llamamos, sin saber lo que decime
esencia sublime del divino amor.
Tal el símbolo que nos ofrece Pola iN
en su soberbia interpretación de Paz c
Tierra, la película que, indudablemente
brá de dar la vuelta al mundo, conquist;
voluntades y despertando espíritus dorm
predisponiendo al amor y a la bienavt
ranza, que sólo percibimos como un p;
reflejo de lo divino ignorado, de lo que
las ley T es del Universo todo y nuestra ve
tad y nuestro corazón y nuestro ente
miento.
Todos los críticos que han visto la
cula han estado unánimes en proclamad,
película ideal para el alma dramática de
Negri," pero yo iría más lejos, yo la lk
ría la película ideal para el alma humar
"Vi la guerra por mis propios ojos
puesto en mi actuación todo aquéllo que
inspiró la fuerza evocativa de los rec
dos." Así es como Pola Negri resuir
autojuicio de su obra.
"EL MUNDO A SUS PIES'
En este film de la Paramount, Flor
Yidor se nos presenta como la esposa d
abogado cuva profesión ella practica I
más inteligencia y buena suerte que el el
pañero que el picaro destino le depail
Dejando a un lado los incidentes córrl
que tanto abundan en la película, hay ei
dos ellos un fondo humano y un elem<
de fina ironía tan sutil, que puesto en m¿
de la protagonista, hace de El mundo a
pies una de las obras cinematográficas
divertidas e interesantes que se han llev
en estos últimos tiempos a la pantalla,
mujer moderna, la que en su hogar des
peña el papel que normalmente estaría
servado al marido, quien queda fata
inevitablemente relegado a un segundo
no, está admirablemente encarnada eij
persona de Florence Yidor, de cuyos m
mientos tan naturales y libres de toda a¡
tación, está pendiente el espectador dj
que esta inimitable artista aparece en la jj
talla hasta el final e inevitable fade-out,
precede al consabido fin.
Mensa/ero ffarammuvt
PAZ EN LA TIERRA"
ARGUMENTO
Narración de C-ornelius
"IRA en los días aciagos del agosto de
1 j 1914 cuando sonó por los campos ver-
deantes y apacibles de la Normandía
pregón anunciador de la catástrofe, para
ichos increíble, de la guerra. El alemán
)ía traspasado las fronteras del Rin y se
xipitaba como una avalancha sobre París,
;ioso de dar el golpe de muerte que aca-
:a con el espíritu inmortal de Francia.
■ s jóvenes acudían presurosos a alistarse a
s para ofrecer su sangre en holocausto
la patria, y María vio como partía su
mano para el frente dejando abandona-
) las labores de la cosecha que ahora que-
ja por entero a cargo de ella, por ser de-
siado anciano su padre para los rudos
bajos del campo.
Í 'asados los primeros días, cuando el hori-
te de Francia se presentaba con los más
.jros colores, casi perdidas por entero la
y la esperanza, vinieron aquellos
¡os en que, cambiando repentina-
jnte la suerte de los combates, el
migo teutón emprendió la retira-
da, dejando abandonados a la retaguardia
buen número de combatientes que no tuvie-
ron otro recurso que rendirse a discreción,
dejando caerse prisioneros.
El alto mando militar francés requisó la
finca de la familia de María y construyó al-
rededor de los campos una alambrada, con-
virtiéndola en campo de concentración para
los prisioneros.
María, cuyo patriotismo era de los más
exaltados y verdaderos, al dolor de ver la
partida de su hermano, de ver casi abando-
nada la casa ancestral con todos sus frutos
en la época de la cosecha, tuvo que soportar
el que le ocasionaba la obligación de aten-
der, alimentar y cuidar de los prisioneros,
los enemigos de su patria, los que habían
invadido la tierra y dispa-
raban en las trincheras con-
tra los propios miembros
de su familia.
María, no obstante su na-
tural ternura e inclinacio-
nes bondadosas, se esfor-
zaba por odiar a aquellos
hombres que la rodeaban y
que la miraban, muchos de
ellos, con miradas de deseo.
y la piropeaban con palabras que no en-
tendía.
Entre los que no apartaban la vista
de María se encontraba Osear,
un joven alemán que había pa-
sado buena parte de su vida
en París, como empleado de
una casa de comercio. Dicho
sea en honor del prisio-
nero, no eran vulgares los
sentimientos que embarga-
ban su alma. En silencio,
con las restricciones que su
calidad de enemigo le im-
ponían, Osear alentaba un
sentimiento digno, p u r o,
que no se atrevía a expre-
sar, estaba enamorado de
la hermosa María.
* * *
— ¡ Socorro ! . . . ¡ Socorro ! . . .
— gritaba en las primeras horas de la
noche la guardiana del campamento
de prisioneros. Y oíanse otros gritos e im-
precaciones que salían de la casa del gra-
nero.
El lugar era apartado y de poco hu-
biera valido el gritar si Osear, a quien se
había dado un trabajo- en las labores de
la granja, no hubiera estado cerca del gra-
nero de donde partían los gritos. Recono-
ciendo la voz de María, sin vacilar, echóse
sobre la puerta y se encontró a la joven
luchando por desasirse de los brazos de un
sargento francés que había creído propicio
el lugar para llevar por obra sus malsanas
PAGINA 5
kOMH
Mgnsa/era ^aranwunt
\ .I..I |.li Zukor
Jesse I I i-k\
I' I I NC/I/II/I
/ un retículo
l'iiriimounl
CLIVE BROOk
E1NAR HANSON
Producción de
ERICH POMMER y
ROWLAND V. LEE
"Paz en la Tierra"
L)()LA NEGRI. la actriz de las impetuosas
pasiones, en una película hecha expresa-
mente para ella. Pola Negri está inimitable
e insustituible en el emocionante papel de
una heroica mujer eme lo sacrificó todo por
el amor de un hombre tan heroico y abne-
gado como ella.
Basada en una famosa novela del
célebre novelista inglés Hall Caine.
Adaptación de Jules Furthman.
Versión cinematográfica de Jules
Furthman y Ronland V. Lee.
intenciones. Osear arrojóse sobre el sar-
gento y. dominándolo, lo arrojó a viva fuer-
za del granero.
II accidente tuvo peligrosísimas conse-
cuencias. El hecho de que un prisionero
atacara a uno de sus guardias era grave y
llevaba consigo la pena usual en tales cir-
cunstancias: la ejecución sumaria. Osear,
que tras el uniforme del soldado ocultaba el
espíritu del caballero, no hizo nada por de-
fenderse, aceptó la acusación, para que el
nombre de su muy querida Alaría no andu-
viera de labio en labio.
Sin embargo, la conciencia de María no
podía permitir que un hombre, aun siendo
un enemigo, tuviera que sufrir por un cri-
men que no bahía cometido, que ni tal cri-
men era. sino acción noble y digna y caba-
lleresca, merecedora de las más altas v cum-
plidas alabanzas.
.María se presentó ante el consejo de
PAGII\ l 'i
guerra y declaró la verdad, obteniendo la
libertad del alemán y el castigo del delin-
cuente. * * *
Desde aquel día, la vida de la heroína fué
un infierno. El apasionamiento popular no
podía concebir que una hija de Francia hi-
ciera declaraciones a favor de un alemán y
acusara del delito a uno de su propia sangre,
pero María, odiada y despreciada por el
populacho que la abrumaba con desdenes e
invectivas, halló consuelo en sus penas en
el amor sincero del alemán, que ya no le era
desconocido.
El dolor vino más tarde a hacer más in-
tensa la compenetración de las dos almas, la
del alemán y la de la francesa. En un parte
oficial se contaba al hermano de María entre
el número de los desaparecidos. En una
carta que recibía Osear se le daba la triste
nueva de que su hermanita había sido víc-
tima de la metralla de uno de los aviones
enemigos. He aquí una francesa y un
man que sufrían igualmente y en la mi
forma los horrores de la guerra, sintie
con mayor intensidad la desgracia de
suyos que la propia.
Vino el día bendito del armisticio, cua 1
en todos los pueblos se saludaba la nv
aurora y se entonaban cánticos de paz e
tierra. Osear y María creyeron que ei
el tumulto de la alegría popular hab
abierto para ellos el cielo de la felicida,!
la ventura, pero bien pronto se dieron ctl
ta de cuan lejos estaban de la realidadjl
las cosas. La paz en la tierra no ha'j
traído en todos la paz del corazón. Subí
tía el odio, los hombres de los diverso-
ses seguíanse despreciando. No era posj
que ambos construyeran su nido en el tes!
original de sus amores, pero Osear teníál
remedio. Irían a Alemania, allí, bajel
Mensq/ero tyarammmt
10 hospitalario del hogar de Osear, su
cidad podría deslizarse en un ambiente
tolerancia y de dulzura. Pero en Ale-
uiia, al igual que en Francia, la paz de la
ra no había traído la paz de los corazo-
Oscar recibía carta de su madre di-
adole que de modo alguno aceptaría como
ira a una mujer francesa. Así, de este
po, encontrábanse ante un problema mes-
ado, ¿adonde ir? ¿adonde colgar el nido?
[les ofrecería el mundo un retiro de paz
p ventura?
# # #
or la carretera del pueblo, cubierto
(ro, con paso vacilante, apoyándose en
ton que hacía las veces de lazarillo,
jlado francés, todavía en su
Iforme, se iba acercando pe-
iamente e inquiría de los
los caminantes para que
jaran sus pasos a la granja
1 tan valientemente admi-
rara María. Sus ojos se
ban en un punto lejano al
Iizonte, inmóviles, vidrio-
Era un soldado francés
y como recuerdo de la gue-
. quedaba condenado a las
Irnas tinieblas de la noche.
Llegó, por fin, a la puerta
la granja, y allí fué recono-
p por varias gentes del pue-
Era el hermano de Ma-
que regresaba del limbo de
perdidos.
Las primeras palabras que
uchó fueron de reproche
a su hermana. ¡ Trai-
de
un
un
cion ! . . . Una francesa enamorada de
un enemigo.
No contestó el ciego, y, acompañado
de la turba de maldicientes que le
guiaban en su paso, entróse por
el portal de la verja y no tardó
en hallarse ante la presencia de
su hermana.
Abrazáronse los dos y con fu-
dieron sus lágrimas en un abrazo
de ternura fraternal en que la
sangre se alborozaba de volver a
sentir el calor de la propia san-
gre.
— ¿ Dónde está el alemán, Ma-
ría? — preguntó el ciego, sin de-
ADOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
POLA NEGRI
e n
"PAZ EN LA TIERRA"
("Barbed Wire ,, J
con Clive Brook y Einar Hanson
Producción Ekich Pommer — Rowland V. Lee
Asunto original de HALL CAINE
Adaptación a la pantalla de JULES FURTHMAN
y ROWLAND V. LEE
Productor asociado: B. P. SCHULBERG
Película Paramount
REPARTO
María Pola Negri
Osear Clive Brook
El hermano Einar Hanson
El padre Claude Gillingwatér
Un vecino Gustav von Seyffertitz
El comandante Charles Lañe
Hans Clyde Cook
El sargento Ben Hendricks, Jr.
jar escapar la más ligera expresión de sus
labios firmes y cerrados pero bondadosos y
benevolentes.
— Aquí, en la casa — contestóle María, tí-
mida y temerosa, temiendo la explosión de
la cólera fraterna.
— ¡ Que venga ! — ordenó el ciego, con la
misma inmovilidad con que el dolor y la
ceguera habían plasmado las facciones toda-
vía hermosas de su rostro.
Y al momento, entre las miradas furiosas
de los vecinos, que días antes entonaran,
cuando el armisticio, cánticos entusiastas de
paz en la tierra, se presentó el alemán, ca-
bizbajo, triste, como culpable de un crimen
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Mensa/era paramount
director técnico, es americano ; Pola Xegri es polaca ;
Caine, autor del argumento, es inglés.
Entre los comparsas, "extras" y supernumerarios
infinidad de mejicanos, españoles, americanos, centro y
americanos e individuos de otras nacionalidades.
alevoso y fratricida. Apenas se atrevía a levantar la vista cuando,
con sorpresa, vio que el ciego se le acercaba con los brazos abier-
tos y lo abrazaba estoicamente. Sintió un ósculo en su mejilla y
oyó las primeras palabras de consuelo en aquel ambiente hostil que
ante él se había levantado siempre amenazante.
— Hermano, haya paz en nuestras almas. Solamente cuando
impere la paz del corazón será posible que exista la paz en esta
tierra. . .
NOTAS CORTAS DE PUBLICIDAD
Para la construcción del cercado de espino artificial de Paz en
la tierra, en el cual se confinaron a miles de prisioneros de guerra
alemanes, se emplearon veinticinco kilómetros de alambre espinoso.
\ arios meses antes de dar comienzo a la impresión de las escenas
de Paz en la tierra, el departamento de vestuario y atrezzo del
estudio de la Paramount trabajó noche y día para confeccionar
uniformes para los centenares de soldados alemanes y franceses
que en ella toman parte.
Para amueblar con toda propiedad la casa de campo de la Nor-
niandía, en la cual se desarrollan las escenas principales de la
película Paz en la tierra, la Paramount mandó un representante a
aquel famoso departamento francés para que comprase "sobre el
terreno" todo el mobiliario necesario a fin de mantener la mayor
fidelidad en todos los detalles de la película, y así se hizo. Ni uno
solo de los muebles que verá el público en las habitaciones de la
casa solariega de los padres de la protagonista del drama ha sido
construido en los Estados Unidos.
POLA NEGRI LA ACTRIZ SUPREMA]
Por Ericli Pommer
Aunque son muchas las películas que he dirigido po
compañía UFA, de Berlín, jamás tuve el raro privilegio
trabajar con Pola Negri, la más grande de las actrices (
máticas contemporáneas, hasta que entré a formar p;
del cuerpo de directores de los estudios de la Paramo
en California.
Allí tuve el gusto de ver realizados mis tres más gr
des deseos : oportunidad de combinar los métodos ara
canos de producción con la llamada técnica europea ;
poner de los dos mejores argumentos para escoger de ei
ellos el que desease para dirigir mi primera película ara
cana, y conseguir que Pola Negri fuese la protagonista de mi "
but" en los Estados Unidos.
Con Pola Negri hice Hotel Imperial, la película que después
doce meses de su estreno continúa exhibiéndose triunfalmente
los principales teatros del mundo. Y ahora, en colaboración
Rowland V. Lee, hemos producido Paz en la tierra, película que
mi opinión supera a aquélla.
Pola Negri, la insustituible protagonista de Paz en la tic
caracteriza el personaje femenino que mejor se adapta a su t
peramento artístico. Diríase que el papel de María, la sencill
dulce campesina de la Normandía, fué creado por Hall Caine
la imaginación del eximio novelista fijo en ella.
No encuentro palabras con que agradecer a la Paramoun
acierto que tuvo su director general de producción al propor
narme un colaborador tan eminente y hábil como Mr. Rowland
Lee para que me asistiese en la parte técnica del film.
Para terminar diré que a mi juicio Paz en la tierra es el m¿
argumento en su género que se ha llevado a la pantalla. Reo
por ello su autor, Mr. Hall Caine, mi felicitación más entusiast;
Muchos de los soldados que aparecen en las escenas de la
película Paz en la tierra son veteranos de la gran guerra. Luis
Van den Ecker, subdirector técnico de la película, sirvió durante
nueve años en las filas de la Legión Extranjera francesa; Einar
Hanson, intérprete del papel de hermano de la protagonista, es
sueco; Eric Pommer, director del film, es alemán; Barón Gustav
von Koczian, ayudante de Pommer, es austríaco; Rowland V. Lee,
EL SONIDO "EN LA PAN-
TALLA"
En las escenas finales de la pelí
cula Paz en la tierra hay un momen-
to de verdadera intensidad dramá-
tica, cuando el eco de los tambores
bélicos parece retumbar en la blan-
ca pantalla. Este maravilloso efec-
to originó en la privilegiada mente
de Erich Pommer. director de la
película, y consiste en hacer apa-
recer ante los ojos atónitos del
espectador una columna intermina-
ble de tambores que a medida que
avanzan adquieren proporciones gi
gantescas llevando al observador la
impresión de que se halla envuelto
en una oleada inmensa de sonido.
Pola Negt-i
PAC1\A 8
Mensajera tyaramaunt
'El Mundo oc Sus Pies"
DOLPH ZUKOR y JESSE L. LASKY
Presentan a
FLORENCE VIDOR
e n
"EL MUNDO A SUS PIES"
("The World at Her Feet")
con
ARNOLD KENT
Dirección de LUTHER REED
líunto tomado de una obra de GEORGE BERR
y LOUIS VERNEUIL
aptación a la pantalla por DORIS ANDERSON
Película Paramount
REPARTO
lia Florence Vidor
cardo Arnold Kent
I ma Margaret Quimby
Doctor Pauls Richard Tucker
detective William Austin
cliente David Torrence
ARGUMENTO
Narración de José Liado de Cosso
¡7\L calendario marcaba aquel día, para
¡I i los esposos Randall, una efemérides
importante, la dulcísima e inolvidable
primer aniversario de su casamiento.
Ambos cónyuges practicaban juntos sus
carreras de abogado, mas todas las com-
plicaciones de la vida legal no bastaban a
empañar en lo más mínimo la límpida luz de
aquel recuerdo que tan fuertemente brillaba
en el cielo de su felicidad.
— Ricardo — decíale Julia — a su marido — ,
¿has pensado en lo que para nosotros signi-
fica este hermoso día ?
— No, no encuentro en que se diferencia
de todos los otros — contestábale Ricardo, es-
forzándose por aparecer ingenuo y olvida-
dizo.
Y mientras, un velo de decepción velaba
momentáneamente la sonrisa zalamera que
dibujábase poco antes en el rostro franco
y expresivo de Julia.
— Pues toma, toma eso y procura refres-
carte un poco la memoria — le replicaba.
Y Ricardo tomaba entre sus manos un
lindo estuche en el que resaltaba un ele-
gante encendedor automático, junto con una
pequeña cartulina que rezaba : "A Ricardo
en nuestro primer aniversario."
El olvidadizo esposo fingió un ataque de
crudo enojo y se empezó a recriminar con
altas voces, acusándose de todas las san-
deces, y exclamando repetidamente :
■ — ¡ Estúpido de mí ! ¡ Ol-
vidar un día como este !
Julia, llévate el sombrero de
la mesa y no me hables, me
desprecio, soy un ingra-
to. , . Llévate, llévate el
sombrero de la mesa.
Julia, aunque lastimada
interiormente, ante las repetidas demandas
de que se llevara el sombrero, cosa que no
poco rara le parecía, lo cogió por fin, para
hacer lo que se le decía, mas al levantarlo
vio debajo de él un hermosísimo broche de
diamantes refulgentes, que se destacaban
como diminutas estrellas contra el fondo de
terciopelo oscuro del estuche.
— ¡ Oh ¡ ¡ Qué hermosura ! . . ,
— ¿Y creías tú, toñtuela, que podía olvi-
darme de un día como ese ? . . .
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Mgnsa/era tfaranwunt
ÍVIDOR
"EL MUNDO
A SUS PIES"
con ARNOLD KENT
EL problema insoluble de una mujer que pre-
firió tener el mundo a sus pies que el esposo
a su lado.
Una comedia de una ironía tan fina y punzante
que cautivó inmediatamente al público y a la crí-
tica de Nueva York.